Devocional para hoy,
Viernes 9 de Febrero, 2018.
“La Soberbia”
Por: David C. McCasland
Editado por: CF Jara
Leer: Proverbios 16:16-22
«Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu.» Proverbios 16:18
A las personas que alcanzan un nivel extraordinario de fama y reputación mientras están vivas, suele llamárselas «una leyenda en su propio tiempo». Un amigo mío que jugaba béisbol profesional dice que conoció a muchos en el mundo de los deportes que eran solo «una leyenda en su propia mente». La soberbia suele distorsionar nuestra forma de vernos, mientras que la humildad brinda una perspectiva realista.
El escritor de Proverbios dijo: «Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu» (16:18). Vernos en el espejo de nuestra propia importancia refleja una imagen distorsionada. El antídoto para el veneno de la arrogancia es la humildad verdadera que procede de Dios. «Mejor es humillar el espíritu con los humildes que repartir despojos con los soberbios» (v. 19).
Si bien es cierto que no es malo tener éxito en alguno de los campos de la actividad humana, como lo profesional, deportivo, social, científico, e incluso en la iglesia, etc., el desafío es permanecer enfocados en Aquel que nos invita a seguirlo, diciendo: «aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón» (Mateo 11:29).
Si hemos sido bendecidos por Dios con dones, talentos y oportunidades únicas y como resultado de ello hemos triunfado en nuestras actividades o lo estamos haciendo, la Palabra de Dios nos recuerda que lo que hemos logrado es solo por la gracia de Dios y nada por nuestras propias fuerzas, talentos, habilidades o intelecto. Y dentro de la iglesia el Señor es todavía más exigente. Jesús dijo a Sus discípulos: «el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos» (Mateo 20:26-28).
Nuestro salvador Jesucristo es el ejemplo insigne a seguir, pues siendo el Hijo de Dios y Dios mismo, vino a la tierra y vivió en ella una vida de completa humildad; siendo Rey de reyes y Señor de señores, se humilló a lo sumo para traer la salvación a la humanidad de la muerte eterna. Como redimidos por Su amor, busquemos la humildad verdadera que viene del seno del Eterno YHWH.
Oración
«Señor, permíteme a esta hora darte las gracias por todas las bendiciones recibidas en mi vida y en la de mis amados; alabo Tu santo Nombre y declaro que Tú eres el Dios Todopoderoso de la creación; te pido Señor que me llenes con Tu humildad para poder interactuar como un verdadero hijo Tuyo con mis hermanos en la fe y con aquellos que no creen en Ti. Que recuerde siempre que si algo bueno puedo hacer es solo por Tu gracia derramada en mi vida por Tu misericordia. Te ruego que pueda recordar siempre el ejemplo de Jesús durante Su tiempo en la tierra, para buscar cada día ser un siervo verdadero, vivir para servir en el reino, en lugar de vivir para ser servido, te lo pido en el nombre de tu Hijo amado Yeshua HaMashiaj, amén y amén.»
התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.
Lea la Biblia en un año: Levítico 4-5; Mateo 24:29-51
Descargue el Mensaje de hoy en PDF: La soberbia
Viernes 9 de Febrero, 2018.
“La Soberbia”
Por: David C. McCasland
Editado por: CF Jara
Leer: Proverbios 16:16-22
«Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu.» Proverbios 16:18
A las personas que alcanzan un nivel extraordinario de fama y reputación mientras están vivas, suele llamárselas «una leyenda en su propio tiempo». Un amigo mío que jugaba béisbol profesional dice que conoció a muchos en el mundo de los deportes que eran solo «una leyenda en su propia mente». La soberbia suele distorsionar nuestra forma de vernos, mientras que la humildad brinda una perspectiva realista.
El escritor de Proverbios dijo: «Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu» (16:18). Vernos en el espejo de nuestra propia importancia refleja una imagen distorsionada. El antídoto para el veneno de la arrogancia es la humildad verdadera que procede de Dios. «Mejor es humillar el espíritu con los humildes que repartir despojos con los soberbios» (v. 19).
Si bien es cierto que no es malo tener éxito en alguno de los campos de la actividad humana, como lo profesional, deportivo, social, científico, e incluso en la iglesia, etc., el desafío es permanecer enfocados en Aquel que nos invita a seguirlo, diciendo: «aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón» (Mateo 11:29).
Si hemos sido bendecidos por Dios con dones, talentos y oportunidades únicas y como resultado de ello hemos triunfado en nuestras actividades o lo estamos haciendo, la Palabra de Dios nos recuerda que lo que hemos logrado es solo por la gracia de Dios y nada por nuestras propias fuerzas, talentos, habilidades o intelecto. Y dentro de la iglesia el Señor es todavía más exigente. Jesús dijo a Sus discípulos: «el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos» (Mateo 20:26-28).
Nuestro salvador Jesucristo es el ejemplo insigne a seguir, pues siendo el Hijo de Dios y Dios mismo, vino a la tierra y vivió en ella una vida de completa humildad; siendo Rey de reyes y Señor de señores, se humilló a lo sumo para traer la salvación a la humanidad de la muerte eterna. Como redimidos por Su amor, busquemos la humildad verdadera que viene del seno del Eterno YHWH.
Oración
«Señor, permíteme a esta hora darte las gracias por todas las bendiciones recibidas en mi vida y en la de mis amados; alabo Tu santo Nombre y declaro que Tú eres el Dios Todopoderoso de la creación; te pido Señor que me llenes con Tu humildad para poder interactuar como un verdadero hijo Tuyo con mis hermanos en la fe y con aquellos que no creen en Ti. Que recuerde siempre que si algo bueno puedo hacer es solo por Tu gracia derramada en mi vida por Tu misericordia. Te ruego que pueda recordar siempre el ejemplo de Jesús durante Su tiempo en la tierra, para buscar cada día ser un siervo verdadero, vivir para servir en el reino, en lugar de vivir para ser servido, te lo pido en el nombre de tu Hijo amado Yeshua HaMashiaj, amén y amén.»
התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.
Lea la Biblia en un año: Levítico 4-5; Mateo 24:29-51
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