Siete veces al día te alabo

Devocional No.1099 para hoy, Miércoles 1 de Enero, 2020.
“Siete veces al día te alabo”
Por: CF Jara

Lectura: Salmo 119:164
«Siete veces al día te alabo a causa de tus justos juicios.»

El Salmo 119, que es el capítulo-salmo de la Biblia más largo (176 versículos) es conocido en la Toráh como el Salmo de las Leyes de Dios. El autor Cristiano CS Lewis, que vivió en el siglo 19, dijo que este salmo «no es, y no pretende ser, un repentino derramamiento del corazón, sino un patrón, una cosa hecha como bordado, puntada a puntada, a través de largas y tranquilas horas, para el amor del sujeto y el deleite de la artesanía tranquila y disciplinada". Acerca del autor de este salmo, que se cree fue el rey David, Lewis dijo que «el autor sentía algo acerca de la ley como si fuera una poesía, en una exacta y amorosa conformidad con un patrón intrincado. La orden de la mente divina, encarnada en la Ley Divina, es hermosa, ¿qué debe hacer un hombre, sino tratar de reproducirlo en la medida de lo posible en su vida cotidiana?" En otras palabras, CS Lewis quiso decir que, para los redimidos en Cristo, debería ser hermoso vivir en obediencia en medio de las leyes y mandamientos que Dios nos ha dado.

Hay una leyenda que dice que David enseñó a su hijo Salomón el alfabeto Hebreo a través de este Salmo, pues por la forma cómo está escrito, sus versículos empiezan con la primera letra hebrea (Alef) y termina con la última (Tau). Y quizá por ello, de tanto repetirlo y estudiarlo, David pudo ejercer su reinado en torno a Dios y ser ejemplo de humildad y virtud. A pesar de sus errores, nunca trató de ocultarlos, sino que supo reconocerlos y así pudo reconciliarse con Señor después de esas terribles caídas. Pero ¿cómo David llegó a ese conocimiento? Pues fue a través de orar, siete veces al día, como podemos leer en el versículo 164: «Siete veces al día Te alabo a causa de Tus justos juicios»; y en el versículo 62: «A la medianoche me levanto para darte gracias por Tus justas leyes».

En la carta a los Efesios 6:18 leemos «Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;» Y el llamado, la ordenanza, el mandamiento de Dios para que llevemos una vida plena de oración se repita lo largo y ancho de toda la Biblia. David aprendió a través de la oración constante y a toda hora, a humillarse ante Dios; a reconocer sus errores; a aceptar la corrección de Dios; a ser manso ante aquellos que se oponían a sus criterios; y a ser humilde y jamás creerse perfecto o un modelo de virtud.

El rey David, por su oración constante y llena de gratitud en el triunfo, pero también en la aflicción y la derrota, pudo guiar a Israel por tiempos de plenitud. Y aunque no fue tan sabio como Salomón, sí fue un hombre fiel y profundamente justo y temeroso de Dios, por lo que hoy es recordado como el eterno rey de Israel.

Y el mensaje para el día de hoy que empezamos este nuevo año, es recordarte hermano amado, la necesidad vital de que empieces a desarrollar una vida diaria de oración constante, pues, como dice la Biblia, los tiempos que se avecinan van a ser peores de los actuales y necesitamos estar firmes en nuestra fe en Jesûs. Y esa firmeza sólo la obtendremos de la comunicación diaria que entablamos con nuestro Creador.

Nuestra recomendación es que empieces a practicar una sencilla rutina de siete tiempos de oración. Esta rutina está ligada a nuestra rutina diaria, pero estamos seguros que te llenará de la gracia de Dios, suficiente para avanzar en tu jornada diaria:

1. Eleva tu oración de agradecimiento apenas abras los ojos en la mañana. Alaba el nombre del Señor por regalarte un día más de vida.
2. Eleva una oración de agradecimiento al tomar el desayuno. Alaba el nombre del Señor por todas las cosas que te da cada día.
3. Eleva tu oración de agradecimiento al mediodía, cuando vayas a comer tu lunch/almuerzo. Alaba el nombre del Señor por la provisión del trabajo, la salud y la sabiduría.
4. Eleva una oración de agradecimiento a la media tarde, cuando estés de regreso a casa. Alaba el santo nombre de Dios y pide por todos los tuyos, para que el Señor los traiga con bien.
5. Eleva una oración de agradecimiento al Señor antes de tomar tu merienda o la última comida del día. Alaba el santo nombre de Dios y pide por aquellos que están en necesidad, tanto conocidos como desconocidos.
6. Eleva una oración de agradecimiento mientras haces las varias tareas antes de irte a acostar. Alaba el santo nombre del Señor y pon en las manos del Señor aquellas cosas que necesitan resolverse.
7. Eleva una oración de agradecimiento al acostarte, tan pronto tu cabeza toque la almohada. Alaba el santo nombre de Dios; pide el perdón de los pecados cometidos ese día y agradece al Señor por la gracia para que te conceda un nuevo día de vida, y si no, pide por Su misericordia, si es que te recogerán esa noche.

Y toda oración que hagas, hazla en el santo nombre de Jesûs, porque Él es el principio y el fin de todo. Y porque de Su mano viene toda la gracia, e perdón y la misericordia para nuestras vidas.

Oración
«Padre eterno, gracias por Tu preciosa Palabra y por Tus enseñanzas. Que este mandato que nos das hoy se instale en nuestra alma y en nuestro corazón, para que podamos hacer y obedecerte conforme a Tu santa voluntad. Bendice a cada uno de aquellos que leerán este mensaje, y que Tu Espíritu Santo les permita comprender Tu plan para sus vidas, te lo rogamos en el nombre que es sobre todo nombre, en el nombre de Tu Hijo amado, Yeshua HaMashiaj, amén.»
התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Romanos 8