Libro "EL SEGUNDO ANTICRISTO, el Sionismo Judío la Bestia de las Profecías," Capítulo III, Parte 2
Fecha: Jueves 25 Julio, 2024. No. 1252
«He
aquí, Yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que dicen ser judaítas
y no lo son, sino que mienten; he aquí, Yo haré que vengan y se postren
a tus pies, y reconozcan que Yo te he amado» (Apocalipsis 3:9)
En la Biblia, pero especialmente en el Nuevo Pacto existen innumerables textos que por causa de la confusión, descuido o equivocación voluntaria de los traductores e intérpretes en usar el correcto gentilicio han dado lugar a la gigantesca apropiación de la identidad del pueblo bíblico de Israel por parte de los judíos kházaros edomitas que habitan actualmente en Israel y alrededor del mundo, quienes sabiendo que no es verdad, se identifican como la nación y el pueblo de Dios y se hacen llamar semitas, pero no son ni lo uno ni lo otros.
Recordar que tanto los traductores originales y de las primeras centurias como la mayoría de los traductores modernos han sido judíos, por lo que el poder para manipular los textos bíblicos originales a favor del judaísmo es completamente ilimitado.
Caso 1, La Salvación viene de los Judíos
Este es quizá el versículo más usado tanto por los judíos como por los mesiánicos y cristianos judaizantes para usar el nombre del Señor Jesucristo y todo lo que representa para tapar y solapar las maldades de los judíos y el judaísmo al callar las voces de los Jesucristianos del mundo que podrían condenar sus acciones.
Para respaldar esta afirmación usamos la Biblia HUB donde hicimos la transliteración interlineal al griego de la palabra “judío” contenida en el versículo de Juan 4:22 y encontramos que se deriva de las palabras griegas “Ἰουδαῖος, Ioudaiōn, Ἰουδαίων” cuya interpretación original es “Judeanos” o “Judaitas” pero fue variando con el paso de los años y las nuevas traducciones.
Este versículo bíblico es usado para fomentar la creencia en los cristianos acerca de que nuestra salvación viene “de los judíos.” En el contexto del versículo, Jesûs está hablando con la mujer samaritana, y la contestación del Señor se ha traducido así,
«22 Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos.»
Sin embargo, el texto del original escrito en griego es,
Que, traducido al español es,
Comparando la versión original del griego y la traducción al español, la única palabra que no mantuvo su significado original es Ἰουδαίων pues en lugar de “la casa de Judá” que es la traducción correcta, los traductores la cambiaron convenientemente a “judíos.” Así fue como el contexto de toda la frase se desvirtuó hasta el día de hoy.
El término original “Ἰουδαίων” también se tradujo en algunas versiones antiguas como “de los Judaitas” o “de los Judeanos” debido a que Jesûs nació en Belén de Judá, pequeña ciudad que está localizada en lo que eran los territorios de Judea. De hecho, en la conversación, Jesûs se refiere a que nació en Belén de Judá y que desciende de David, de la Tribu de Judá.
Si el judaísmo NO es una raza sino religión, entonces Jesûs NO fue judío, sino Israelita, Judaíta o Judeano. Jesûs NO solo NO practicó la religión judía, sino que la denunció. Sostener que nuestra salvación y acceso a la vida eterna viene de esta etnia tan pecadora es anatema, blasfemia en contra de Dios. Además, loa judíos aparecen recién entre el siglo 4 y 2 a.C.
Caso 2, INRI
El texto bíblico de Juan 19:19-20 relata el evento cuando al Señor ya lo habían crucificado y Pilatos, a manera de burla en contra del Hijo de Dios, ordena a sus soldados pintar un rótulo y colgarlo en la cruz, sobre la cabeza del Señor. Este rótulo tenía la palabra “INRI” que son las iniciales de las palabras de la frase escrita en los tres idiomas predominantes en aquel tiempo, hebreo, griego y latín, cuya versión moderna se lee,
«Iêsus Nazareth, Rey Iudaitas»
Este es otro ejemplo que prueba que las versiones modernas del Nuevo Pacto incluyen muchas frases alteradas porque los traductores reemplazaron palabras originales con un significado con otras parecidas en la escritura, pero cuyo significado es completamente diferente. Para efectos de comprobar lo dicho, transcribimos la frase como se lee en los originales,
«INRI, Iêsus Nazareus Rex Iudaeorum»
Como se puede ver, la jota de “judíos” no aparece en ninguno de los idiomas pues no existía. Para nombres como Jerusalén, Juan, Jesûs, Jacob, Judá etc., se usaba la I o la Y como lo vemos en los nombres originales como Yerusalem, Ian, Iesûs, Iacob, Iuda, etc. Y si alguien pregunta por la palabra “Iudio” que podría ser la alternativa, no existe ese término.
En su lugar, existía la palabra “Iudaeorum” que significa “Judeanos” o “Judaitas,” que como se verá, no es lo mismo que “judíos.” Por lo tanto, se puede asumir sin duda alguna que el término “judío” fue introducido por los mencionados traductores, con mala fe o por error, no se puede determinar, pero si se puede decir que este error ha provocado una inconsistencia del tamaño del sol que cambió por completo la verdadera percepción de nuestra fe, así como ha respaldado sin querer, la agenda de maldad sionista. Por lo tanto, la correcta traducción y pronunciación de acuerdo a los escritos originales es,
«Iêsus de Nazareth, Rey de los Iudeanos.»
CAPITULO III, Parte 2
La Nación y Pueblo de la Bestia
GLOSARIO DE TÉRMINOS IMPORTANTES
Uno de los propósitos más viles del sionismo judío es que, aquellos que no somos de su etnia permanezcamos en la más completa ignorancia en relación a los temas bíblicos para que creamos lo que ellos quieren que creamos. Por eso, es de vital importancia que usted aprenda, conozca e identifique muy bien los principales términos relacionados entre la historia bíblica y el judaísmo y los judíos, entre el Israel bíblico y el estado sionista de hoy, y entre el verdadero pueblo descendiente semita y los impostores judíos edomitas kházaros falsos semitas que en estos tiempos se hacen pasar como el pueblo de DIOS.
Debido a la gran conspiración del partido sionista israelí para apropiarse de la identidad del pueblo bíblico israelita, los sionistas han empujado una confusión semántica que lleva a los creyentes a una total mala interpretación y comprensión de la historia bíblica. Por ello es vital para los Jesucristianos conocer el verdadero significado de estos términos para poder entender a fondo el complot de los judíos edomitas kházaros falsos semitas, así como para tener la correcta interpretación tanto de los contextos como de los eventos históricos del Libro de la Vida, la Biblia, y de nuestra fe en Cristo Jesûs o Jesucristianismo.
La mayor parte de seculares y cristianos confunde los términos: israelita con israelí; israelita con judío; el estado sionista de Israel de hoy con el reino bíblico de Israel; judío con judaíta-judeano; Judá y Judea con judío; judaísmo con hebreos; etc.
Se comparte a continuación el glosario del correcto concepto resumido de los términos bíblicos relacionados con esta publicación.
Son la tercera parte de los ángeles de los cielos que fueron expulsados por rebelarse en contra de Dios, al igual que lo hizo el arcángel Luzbel cuando quiso sentarse en el Trono del Señor. Dios los envió al abismo (infierno) que, según el Génesis, está a un lado de la tierra. De ellos, 200 fueron enviados a la tierra como “vigilantes.” Pero estos ángeles caídos desobedecieron a Dios y sedujeron a mujeres humanas y les hicieron hijos que se convertirían en monstruosos titanes.
Al ser expulsados de los cielos, estos ángeles perdieron la inmortalidad, pero se les entregó el libro de la ciencia de bien y del mal. Entonces en la tierra enseñaron a los humanos las ciencias que, con el tiempo, los pervertiría y los separarían al hombre de su Creador.
Anticristo
Son todos aquellos que niegan que Jesûs Cristo es el Hijo de DIOS, que murió en la cruz y resucitó al tercer día para darnos el perdón a nuestros pecados, y llevar a todo aquel que en Êl crea a vivir la vida eterna.
Los judíos negaron y mataron a Jesûs. ¿Podría haber dejado DIOS libres y bendecidos a este pueblo luego de haber hecho lo que hicieron con Su Hijo y con Êl mismo?
Es un término inventado, propagado y criminalizado por el partido sionista israelí, el consejo mundial judío, las organizaciones sionistas pro Israel, y todos los personajes y movimientos de la extrema derecha de Israel, para intimidar, amedrentar, amenazar, y causar zozobra a todo aquel o aquellos que se atrevan a condenar los actos criminales del estado de Israel y de los judíos sionistas.
Árboles del Edén
Los dos árboles que relata el libro de Génesis DIOS puso en el centro del Edén fueron en realidad, dos libros:
Ø Árbol 1, el libro de la Vida, la Biblia, que fue escrita por Dios desde el principio de los tiempos
Ø Árbol 2, el libro de la Ciencia del bien y del mal, el manual de la Creación, donde DIOS puso todos los procesos de creación de TODAS las cosas, de TODAS las ciencias y de TODOS los saberes, de las cosas que se ven y las que no se ven; de las cosas materiales y de las cosas espirituales.
Arzareth
Es el territorio a donde llegó el remanente de las nueve tribus de Israel en el siglo 7 a.C. que salió de Babilonia, luego de las invasiones que asolaron el reino del norte. Arzareth es el continente americano donde los Israelitas dieron origen a los pueblos indígenas de las tres Américas y el Caribe.
Caín
Es el hijo producto del adulterio de Eva con satanás, por lo que es mitad humano, mitad serpiente, portador de la semilla de maldad a la que se refiere Jesûs en Juan 8:35-42. Caín es padre de los Reptilianos que dieron origen a varios pueblos a los cuales Dios llamó Sus enemigos.
Deep State
Es el “Pantano,” el “Estado Profundo,” un mundo secreto y oscuro lleno de perversión y maldad que habita en Washington, la capital de los EEUU. Es una banda inmensa de criminales, miles de hombres y mujeres que practican la más grande depravación sexual, lesbianismo, homosexualismo, pedofilia, tráfico sexual de menores, canibalismo, satanismo, bestialismo, etc.
Edom
Jacob robó la primogenitura a Esaú
y éste juró venganza mortal en contra de Jacob. Luego de algunos años, Esaú,
que era semita por ser hijo de Jacob, desobedeció a DIOS y tomó mujeres de los
pueblos enemigos de DIOS por lo que el Señor le cambio el nombre a Edom, le
quitó su condición de Semita, lo desheredó de la herencia de eternidad y lo
maldijo, tal como se lee en el libro del profeta Isaías 34:5.
Una parte de los judíos actuales desciende de los Edomitas o Idumeos. Por lo tanto, NO son semitas
Goyim (Gentil)
Término hebreo usado por los judíos para referirse de manera despectiva a todos los seres humanos que no son de su etnia incluyendo a los Cristianos, y significa, entre otras cosas, “ganado, chancho, puerco, infiel, estúpido, asqueroso, animal, irracional, nauseabundo, infiel, etc.” En suma, lo peor de lo peor.
Hebreos (Pueblo)
Se dice de los Israelitas bíblicos que hablaban el hebreo y que descienden de Isaac, el hijo de la promesa de Dios a Abraham y Sarah, quienes a su vez son descendientes de Sem. Isaac tuvo a su hijo Jacob, a quien DIOS le cambió el nombre a Israel. Jacob tuvo doce hijos de los cuales descienden las doce tribus que conformaron la nación israelita de la Biblia, que también eran conocidos como hebreos. Los judíos NO son hebreos.
Hebreo Semita (Idioma)
Se dice del idioma hablado por las tribus de Israel y sus descendientes hasta el año 200 a.C. cuando despareció
Aunque su origen no está claro, se cree que nació en la región de Canaán, después de que Abraham llegara allí. Entonces se produjo una fusión entre el dialecto de los cananeos y el hablado por el Patriarca y los suyos. A este nuevo dialecto se conoció como “hebreo,” que significa “el que viene de la otra orilla,” en referencia al rio Éufrates, el cual Abraham debió cruzar para dirigirse de Ur de los Caldeos (su pueblo) a la tierra prometida por DIOS (Canaán).
Hebreo Moderno (Idioma)
Con el pasar de los siglos, pero, sobre todo, con la desaparición del reino de Israel, el hebreo semita sufrió muchas variaciones importantes, e incluso dejó de ser hablado por los habitantes de la Palestina. Para el tiempo de Jesûs, por ejemplo, el Señor y los otros habitantes hablaban arameo, sánscrito, griego, romano, árabe, e incluso latín, dejando al hebreo semita en el olvido.
Actualmente, los habitantes de Israel hablan un hebreo muy diferente al hebreo Bíblico, inclusive, las letras o símbolos del abecedario hebreo antiguo empezaron a ser modificados desde comienzos del año 1 de nuestra era para un mejor entendimiento.
Inteligente (Hebreo Antiguo)
Los judíos actuales son, entre otras cosas, egoístas, adoradores del dinero, tramposos, mentirosos, ambiciosos y bastante egocéntricos. Se consideran más inteligentes que el resto de la humanidad. Pero en el hebreo antiguo, el significado de “inteligente” es “demonio,” lo cual es conocido por aquellos, pero no les importa ¿Será porque realmente es su naturaleza?
La Biblia nos enseña que debemos ser sabios en lugar de inteligentes, porque inteligente es aquel que conoce mucho de la ciencia, pero usa ese conocimiento para hacer el mal a otros. Mientras que sabio es aquel que puede conocer mucho la ciencia, pero teme a Dios, y por ello, usa su conocimiento para darle la gloria a DIOS por todas las bendiciones recibidas y para hacer el bien a otros.
Israel (las 12 Tribus)
Es el nombre del pueblo que desciende de los doce hijos de Jacob a quienes Dios escogió de entre todas las naciones de la tierra para llevar adelante una misión divina, tal como se lee en Deuteronomio 7:6,
«Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.»
La misión de Israel fue exterminar a los siete pueblos enemigos de DIOS que eran descendientes de Caín y de la serpiente del Edén. El reino bíblico de Israel (Eretz Yisrael) fue borrado de la faz de la tierra como resultado de su desobediencia y rebeldía con DIOS, quien permitió las sucesivas invasiones desde el siglo 7 a.C. y el año 70 d.C.
Israel (Jacob)
Es el nombre dado por el ángel de DIOS a Jacob, el segundo hijo de Isaac, luego de que Jacob peleara contra aquel ángel durante toda la noche y madrugada de aquel día hasta que el ángel le bendijera. Israel significa “el que lucha con Dios y con los hombres (Génesis 32:22-28.) Y como Israel (Jacob) ya había tenido sus doce hijos, entonces también pasaron a llamarse “israelitas.”
En esta historia hay algunos interrogantes, por ejemplo, la Biblia no especifica si aquel ángel era de Dios o no, ni da su nombre, ni la razón por la cual luchó cuerpo a cuerpo con Jacob, ni tampoco dice nada acerca de porqué aquel ángel estaba desesperado por irse antes de que amaneciera.
Y aunque Jacob no soltó al ángel ni aun después de que éste le descoyuntarse el coxis, el ángel cede a su pedido, pero antes le cambia el nombre a Israel, que significa “el que luchó con Dios y los hombres y venció,” y lo bendijo.
Los rabinos judíos kházaros, amos y señores de las traducciones e interpretaciones bíblicas, fuera de que son los únicos que conocen el hebreo antiguo como nadie, por lo tanto, lo manipulan a su antojo, han sembrado la idea de que el nombre “Israel” significa que Dios lucha a favor de Israel, lo acompaña en sus luchas. Sin embrago, en el contexto bíblico se entiende bien claro que Jacob luchó CONTRA el ángel de DIOS.
El cambio de nombre que el ángel hace es precisamente para registrar la testarudez de Jacob de no querer soltar al ángel hasta que éste le diera la bendición. Y en la historia del reino de Israel, esa fue la tónica, una constante confrontación de los israelitas con el Señor, hasta que DIOS se cansó y permitió la desaparición de Su pueblo.
Otros en cambio sostienen que ese pasaje es una alegoría que relata las luchas espirituales dentro del alma de Jacob pues tenía que encontrarse con su hermano Esaú y sus 400 hombres y sentía miedo, y el ángel se le apareció para calmar su temor.
En fin, el caso es que se nos ha hecho creer que el nombre “Israel” está ubicado en las alturas excelsas de la eternidad. Pero si leemos la historia bíblica, solo encontraremos desobediencia, idolatría, perdición, ambición, orgullo, perversión, etc., de un pueblo que fue escogido para ser un ejemplo para el resto de la humanidad de amor y obediencia al Creador pero que fue desaparecido por hacer exactamente lo contrario.
Israel (Estado Sionista)
En la Biblia no hay ni un solo versículo que contenga una orden específica de DIOS para que se fundara una nación con este nombre en los tiempos del fin, tal como lo hizo el partido sionista israelí en 1948.
La nación bíblica de Israel (Eretz Yisrael) no existe, pues el pueblo hebreo semita que desciende de Jacob fue dispersado por el mundo. Tampoco fue mandato de Dios que Su pueblo levantara una nación como lo que sucedió en 1948, porque la Biblia lo dice muy claro, Dios prometió a Israel la Tierra Prometida, que es la Nueva Jerusalén en la eternidad y a la cual el acceso era Jesûs, pero ellos no lo recibieron, sino que lo mataron. ¿Podría haber dejado Dios a los judíos libres y bendecidos después de haber hecho lo que hicieron con Su Hijo, con Êl mismo?
Quienes levantaron el camino para que Israel llegue a ser nación en 1948 y convencieron al mundo para ello, son los judíos sionistas, los descendientes del reino de Khazaria que llegaron a Palestina en sucesivas migraciones, la última en el siglo 17, y que luego se mezclaron con los poquísimos judíos Judaitas que sobrevivieron a las invasiones, diásporas y exterminios. Los kházaros conocían el Talmud y la Khábala, aprendieron la Toráh y el judaísmo babilónico, y desde entonces, se hacen pasar como descendientes del Israel bíblico.
Israel (Tiempos del Fin)
Según el libro de Apocalipsis, los Israelitas de los Tiempos del Fin son los Jesucristianos, el pueblo redimido por la sangre de Jesûs.
Desde el punto de vista escatológico, Israel no es un país o territorio ‘per se’ sino el pueblo o nación de Dios redimidos por la sangre de Jesûs, el conjunto de hombres y mujeres que aman, sirven y obedecen al Eterno y que esperan ser arrebatados por el Mesías Libertador. Por lo tanto, insistimos una vez más que la famosa reunión del pueblo de Israel en el territorio de la Palestina es otra falsedad impuesta por los sionistas judíos, pues la Tierra Prometida de la cual Dios habló al Israel bíblico no es aquel pedazo de territorio, sino la Eternidad, a través de Su Hijo Jesûs.
Israelí
Es el gentilicio correcto para identificar a hombres y mujeres nacidos en la nación actual de Israel, sean de la religión judía o no. A los nacidos en Israel es incorrecto llamarles judíos, a menos que practiquen la religión judía. De acuerdo a las estadísticas del gobierno de Israel, más del 60% de israelíes son ateos y solo el 18% practican el judaísmo. El resto son cristianos, católicos, musulmanes, árabes y de otras etnias.
Los israelíes, sean judíos, musulmanes, católicos, ateos, o de la religión, fe o creencia que fueren, si no han aceptado a Jesûs como su Señor y Salvador, morirán irremediablemente por la eternidad, como todos los demás humanos.
Israelita
Es el gentilicio bíblico para identificar a los descendientes de las 12 Tribus de Israel: Rubén, Simeón, Judá, Dan, Neftalí, Gad, Aser, Isacar, Zabulón, Benjamín, Efraín y Manasés. De estas doce tribus, los descendientes de Judá, Benjamín y los Levitas desaparecieron por completo, mientras que el remanente sobreviviente de las nueve tribus restantes, fueron dispersados por DIOS por diferentes regiones del mundo, donde fundaron varios pueblos como los Sajones, Eslavos, Anglos, Chinos, Hindúes, Japoneses, Coreanos, Indonesios, etc., y las tribus aborígenes de las tres Américas y el Caribe. Estos son los auténticos descendientes semitas.
Desde el punto de vista escatológico, los Israelitas de los Tiempos del Fin son el pueblo redimido por la sangre de Jesûs. Israel no es un territorio ‘per se’ sino el pueblo o nación de Dios, el conjunto de hombres y mujeres que aman, sirven y obedecen al Eterno y que buscan ser perdonados y reunidos por el Mesías Libertador. Por lo tanto, la reunión del pueblo de Israel en el territorio de la Palestina no es bíblica, pues la Tierra Prometida de la cual Dios habló a Israel no es aquel pedazo de territorio, sino la Eternidad, a través de Su Hijo Jesûs. Más Êl a los suyos vino y los Suyos lo rechazaron. Y DIOS adoptó un nuevo pueblo Suyo a través del sacrificio de Jesûs.
Bíblicamente, los Israelitas fueron el pueblo que Dios escogió como Suyo a través de Abraham. Debido a la desaparición de Israel por causa de su rebeldía, Dios escogió otro Israel para los tiempos del fin, el pueblo conformado por hombres y mujeres que han recibido a Jesucristo como su Señor y Salvador.
Insistimos una vez más, la famosa “reunión del pueblo de Israel” en el territorio de la Palestina no es bíblica, pues la Tierra Prometida de la cual Dios habló a los profetas no es aquel pedazo de territorio, sino la Eternidad, en la Nueva Jerusalén, a través de Su Hijo Jesucristo.
Los Israelitas se mantuvieron en constante rebeldía y desobediencia a los designios del Señor. Y Dios emitió Su juicio en contra de ellos cuando Jesûs profetizó la destrucción de Jerusalén y la dispersión de los pocos sobrevivientes. Esto sucedió antes de que el Maestro entrara a la ciudad una semana antes de su crucifixión. Lucas cita la Palabra del Salvador,
«Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado. Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no entren en ella. Porque estos son días de retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas.
Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! porque habrá gran calamidad en la tierra, e ira sobre este pueblo. Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan.» (Lucas 21 20-24)
El cumplimiento de los “gentiles” se dará en el Rapto o Arrebatamiento de la nueva Israel, la Iglesia redimida por la sangre del Cordero Santo. Cuando Jerusalén fue destruida por el general Tito en el siglo 70 de nuestra era, los pocos Judaitas que habían quedado desaparecieron por completo. En cambio, los descendientes de las 9 tribus que no aceptaron a Jesûs como su Señor y Salvador, serán redimidos, pero en la segunda venida de Jesucristo el Mesías, después del gobierno Milenial de Jesucristo y Sus santos.
Así que hermanos, cuando usted lea, “orad por la paz de Israel,” entienda que es “orad por el pueblo de Jesûs, la nueva Israel.”
Jacob
Segundo hijo de Issac, nieto de Abraham y hermano de Esaú. Jacob tuvo doce hijos de los cuales descienden las doce tribus que conformaron la nación bíblica israelita. El Ángel del Señor le cambió de nombre a Israel, y sus descendientes pasaron a llamarse ‘israelitas”.
Jesûs judío
Es incorrecto. Jesûs NO fue judío porque NO practicó el judaísmo. Si bien es cierto que de niño estudió y asistió a las escuelas rabínicas y a la sinagoga, no practicó la religión judía ni jamás se declaró judío. Jesûs fue judaíta, porque nació en Judá. Jesûs también fue Israelita, porque habitó toda Su vida en Samaria y Galilea. Dos Pruebas:
- Jesûs NUNCA observó el Sabbat, sino que dijo “Yo soy el Señor del Sabbat” (Mateo 12:8);
- Jesûs, si bien nació en Belén de Judá, consideraba a Cafarnaúm su pueblo, al igual que Nazareth. Y estos dos pueblos están en Samaria, donde se asentó el reino de Israel.
Judá-Judea
Esta región empezó a ser llamada así luego de que Josué, después del retorno de Egipto, repartiera las tierras de Palestina entre los miembros de las 12 Tribus. Y la tribu de Judá fue ubicada para vivir en el área donde se asentaba Jerusalén.
Judaíta-Judeano
Es el correcto gentilicio para denominar así a los nacidos en la región de Judá o Judea, en los tiempos posteriores a la desaparición de los reinos de Israel y Judá. Judea estuvo ubicada al centro de lo que hoy es el territorio de Israel, alrededor de la ciudad de Jerusalén. Esta región empezó a ser llamada así luego de que los descendientes de Judá fueran ubicados a vivir allí por Josúe.
Hermano, NO confunda los términos judaita – judeano con judío.
Judaísmo
Es el término que define a los practicantes de la religión judaica, que proviene de la fusión de la fe bíblica con la fe politeísta babilónica, y que se basa en dos libros babilónicos, el Talmud y la Khábala. En Israel, apenas el 18% de la población practica el “judaísmo,” mientras que el resto, se declara no practicantes, no creyentes y hasta ateos.
Judío-judía (Religión)
Término que identifica al hombre o mujer que practica la religión judía.
Judío como gentilicio
Incorrectamente se nos ha hecho creer que “judío” es la raza de los habitantes del Israel actual. Así mismo, se usa erróneamente como un gentilicio para identificar a todos los nacidos en Israel y a sus familiares o descendientes, aunque hayan nacido en otros países, y aunque no practiquen la religión judía.
En la correcta semántica, los judíos no son una raza sino los practicantes de la religión judía. Los sionistas han dirigido al mundo hacia esta confusión para que la gente confunda el término judío con israelí, hebreo, israelita, semita, pueblo de Dios.
Si usted le dice “judío” a una persona solo por ser nacida en Israel, pero que no practica la religión judía, está cometiendo un gran error. Pero los israelíes o judíos no le van a corregir, porque primero, quieren a los gentiles en ignorancia, y segundo, quieren ser relacionados con el Israel bíblico a toda costa, pues esa es la cobertura que usan para cometer sus numerosos crímenes.
Los Sionistas nos han hecho creer que debemos llamar “judíos” a todos los nacidos en Israel o sus descendientes. Pero la correcta manera de llamarlos es “israelíes” que es el gentilicio correcto. Luego, un israelí puede ser “judío”, “ateo”, “cristiano”, “católico”, “mormón”, “musulmán”, etc. Pero por nacimiento es israelí.
Debido a que los judíos NO son el remanente bíblico, NO es de los judíos de donde se levantarán los 144 mil para predicar a Jesûs en la segunda mitad de la Tribulación. Estos saldrán de Arzareth y de los pueblos descendientes de los Israelitas desperdigados por el mundo.
Es muy penoso afirmar que, en Israel, al igual que el resto de las naciones del mundo, se practican también toda clase de pecados, aberraciones y bestialidades. Por ello, la frase “orar por Israel” teológicamente no es correcta, pues no podemos orar por bendiciones para una nación pecadora, sino para que se arrepientan y Dios les perdone sus transgresiones. Si quiere orar por Israel, hágalo por el pueblo redimido por Jesûs.
Judíos Kházaros Edomitas
Los judíos edomitas kházaros no son ni hebreos, ni semitas, ni descendientes de los Israelitas, sino judíos descendientes de los edomitas y kházaros, fundadores y miembros del partido político Sionista Israelí, causantes de todas las catástrofes que la humanidad ha sufrido y sufre desde que estos seres aparecieron sobre la faz de la tierra.
Khábala
El término “Qabbalah,” “Khábala” o en español “Cábala” es el nombre de uno de los dos libros sagrados del judaísmo, pero también es una palabra sumeria que significa “magia.” De hecho, la khábala incluye diferentes procesos esotéricos como la adivinación, cartomancia, quiromancia, apuestas, siembras de dinero, numerología, astrología, mito, ocultismo, superchería, idolatría, etc.
Pero si usted busca en sitios no académicos, encontrará definiciones o explicaciones tergiversadas pues los judíos sionistas ocultan lo que la Khábala realmente es para atrapar nuevos miembros, especialmente Cristianos evangélicos confundidos, a través de un esoterismo disfrazado de técnicas de pensamiento positivo, donde los incautos abren sus mentes a espíritus satánicos que los separarán de Jesucristo.
“Khábala” significa también “recepción almática para abrirse a recibir al Único” aunque no se especifica a qué “único” se refiere, es decir, que puede ser el mismo demonio a quien se le está entregando el alma. Esto es similar al yoga que motiva a sus cultores a vaciar sus mentes, pero no dice que quien llena ese vacío es el enemigo de Dios.
A diferencia de estas filosofías satánicas que buscan apoderarse del alma de las personas, Jesûs no pide que le abramos el alma, la mente, sino el corazón, para que entre a habitar allí la verdad del Espíritu Santo y a través de ello logremos ser completamente libres y podamos acceder a la vida eterna.
Los judíos sionistas consultan en forma regular a espíritus demoniacos, usan muchos amuletos, entre ellos la hánuka, la “estrella de David,” que, a propósito, nunca fue de David sino de Salomón. Así mismo, practican la adivinación y se guían más de lo que les “sale” en la adivinación que de lo que dice la Biblia. Recordar que el reino de Israel, por practicar la adivinación, fue borrado de la tierra por Dios, pues la Biblia condena todo lo mágico, místico, agorero, 1 Corintios 6:9-10.
Los judíos creen que varios de los principales personajes bíblicos practicaron la Khábala. Por ejemplo, sostienen que Abraham escribió un libro llamado “Séfer Yetzirah” (Libro de la Creación) hace 3800 años que habla de la “khábala.” Así mismo creen que Jesûs es el gran maestro de khábala por los milagros que hizo, y que Moisés era un “gran iniciado” en la khábala.
Pero como es sabido, un “iniciado” es aquel que practica las artes oscuras, ritos secretos, etc., y es parte de organizaciones de las sombras, como el famoso “Khabal” que es el poder oscuro que gobierna al mundo. Ellos creen también que Salomón conoció los secretos de la Khábala como la alquimia, y por eso llegó a tener su inmensa riqueza.
Una tradición judía sostiene que la Khábala se originó en el Edén y que el primero en tenerlo fue Adán luego de rebelarse contra Dios. Y pueda que estén correctos. La misma tradición sostiene que más tarde, Adán lo entregó a Noé y éste a Abraham con quien coincidieron vivos por alrededor de 150 años.
Los judíos sionistas creen que la “khábala” es el intento de descifrar los códigos de la Creación de Dios a través de la inteligencia humana, la misma mentira que la serpiente le dijo a Eva.
Los judíos practican la khábala para aprovecharse de aquellos que no son judíos, con las malas artes que enseña este libro de magia como el esoterismo, cosmogonía, astrología, prestidigitación, superchería, adivinación, maldad.
La Khábala es parte del libro de la ciencia del bien y del mal que DIOS colocó en el centro de Edén.
Kházaros
Son la etnia que proviene de la mezcla de los persas, turcos y armenios, y que se asentaron en la Europa septentrional, en las tierras de los que hoy es Kazajistán, al norte de Turquía y Armenia, entre los mares Negro y Caspio.
En el siglo 17 formaron un poderoso imperio que se apropió a través del robo y asesinato, de las rutas del comercio entre Europa y Rusia, hasta que el zar ruso Alejandro II destruyó dicho reino y envió a los sobrevivientes, alrededor de cien mil, hacia la Palestina, para ser convertidos al judaísmo. De allí vienen los judíos de los tiempos actuales.
Libre Albedrío
Es el derecho dado por Dios a todos y cada uno de los ángeles, arcángeles y todo ser celestial, y a cada ser humano para decidir voluntariamente si quieren vivir para Dios y servirlo por la eternidad o no. Después de la vida y la salvación, el libre albedrío es el regalo más grande que Dios le ha dado a Su creación, ángeles, arcángeles y todo ser celestial, y a la humanidad.
Por causa de su rebelión, Lucifer y sus ángeles, así como Eva y Adán perdieron su inmortalidad, pero les fue entregado el libro de la Ciencia del bien y del mal. Así mismo, por causa de perder su condición de inmortales, recibieron un cuerpo físico para habitar allí mientras vivan. Adán y Eva ya murieron, algunos ángeles también. Satanás morirá junto con los ángeles sobrevivientes en el lago de azufre, después del juicio Final.
Nefilines
Seres que por su gran maldad se han convertido en monstruos horrendos. Son los hijos de los ángeles caídos y las mujeres humanas que se convirtieron en los gigantes titanes de los tiempos antiguos. Ellos son quienes construyeron todas las civilizaciones antiguas como Egipto, Mayas, Incas, Lemuria, Atlántida, Antártica, etc. Son los extraterrestres que habitan tanto dentro de la tierra y fuera de ella como en la luna y el sistema solar. Por cuanto poseen el libro de las ciencias del bien y del mal, desarrollaron las ciencias hasta niveles que el hombre no conoce hasta el día de hoy.
Los Nefilines sobrevivieron al Diluvio escondiéndose debajo de la tierra donde han construido ciudades más adelantadas de las que hay en la superficie. Así mismo, han construido las naves espaciales u ovnis para desplazarse de la tierra a los planetas del sistema solar incluyendo la luna en pocos minutos. Dominan la física quántica, la teletransportación kinética, nanotecnología, micro y macro robótica, biología plasmática, mutaciones genéticas, tráfico interdimensional, telepatía inter especies, etc.
Los Nefilines crearon los “arcontes,” los micro nano robots que Jesûs denunció, cuya misión es entrar en los humanos no sellados por el Espíritu Santo para provocar las enfermedades y mutaciones genéticas que la Biblia llama “maldiciones generacionales.” Ellos son también quienes dirigen el secuestro de humanos, hombres y mujeres, para multiplicar su especie a través de la inseminación artificial pues, aunque tienen órganos sexuales como los íncubos, no pueden reproducirse.
Neturei Karta
Agrupación de judíos ortodoxos que denuncia la falsedad del estado actual de Israel, así como del reclamo de los judíos de ser semitas porque descienden de los Israelitas, y por lo tanto, son la nación y pueblo escogido por Dios. Neturei Karta denuncia también las obras de maldad del judaísmo sionista en contra del pueblo Palestino asentado en la Cisjordania y Gaza, territorios de los cuales los Palestinos son dueños por historia.
Reino de Israel
El reino de Israel lo conformaron las doce tribus descendientes de los doce hijos de Jacob, Rubén, Simeón, Leví, Judá, Zabulón, Isacar, Dan, Gad, Aser, Neftalí, Benjamín, Manasés y Efraín. Fue dividido por Salomón cuando agonizaba. Las nueve tribus asentadas al norte, en la región conocida como Samaria, mantuvieron el nombre como el reino de Israel. Las restantes tres tribus, Judá, Benjamín y Leví asentadas al sur, en la zona de Jerusalén se llamaron reino de Judea, por la tribu de Judá.
Reyes del Reino de Israel
Saúl, David y Salomón, quien dividió el reino antes de morir en dos reinos, Israel y Judá.
Reino del Norte (Israel)
Estas son las diez tribus asentadas al norte, en la región conocida como Samaria y Galilea: Rubén, Simeón, Zabulón, Isacar, Dan, Gad, Aser, Neftalí, Manasés y Efraín.
En el año 722 antes de Jesûs, los ejércitos de Asiria invaden el reino del Norte y lo desaparecen de la faz de la tierra como resultado de su desobediencia y rebeldía con Dios. Una parte es llevada a Babilonia, donde dan origen al judaísmo, y otra parte se moviliza a través de toda Europa, Asia, Indonesia, y las Américas.
Reino del Sur (Judea)
Estuvo conformado por las restantes tres tribus, Judá, Leví y Benjamín, asentadas en Judea, al sur del mar de Galilea, en la zona de Jerusalén, y se llamaron Judá, por el patriarca de la tribu.
Este reino sufre su primera invasión en el 587 a.C. por los asirios, y la última invasión en el año 70 d.C. por el general romano Tito y su ejército, donde fueron diezmados hasta su exterminio.
Reptilianos
Son los seres híbridos mitad serpiente mitad humanos, que portan la semilla del mal porque descienden de Caín, el hijo de Eva y Satanás. Usted debe saber que Eva cometió adulterio y fornicación con el enemigo de Dios. Está escrito en la Biblia, pero como pocos o casi ningún pastor o ministro cristiano lo predican, los creyentes no lo saben, además porque los creyentes no leen la Palabra de Dios como se debe.
El opositor ha querido destruir la creación de Dios desde el principio de los tiempos. Para eliminar a las aberraciones producto del pecado de Eva y Adán, Dios mandó el Diluvio. Pero los Reptilianos volvieron a nacer cuando, después del Diluvio, Nahama, la esposa de Noe que descendía de Caín, sedujo a su propio hijo Cam. Entonces la semilla de la maldad se instaló en Canaán, quien dio origen a todos los pueblos bíblicos enemigos de Dios.
Los Reptilianos habitan actualmente en la tierra, y son los que practican y promueven toda clase de maldades: mentiras, odios, borracheras, asesinatos, tráfico de droga, tráfico de personas, pedofilia, orgias, bacanales, misas negras, abortos, guerras, asesinatos masivos, contaminación de la naturaleza, brujería, hechicería, propagación de vicios, venganzas, bestialidades, corrupción, robos masivos de dineros ajenos, etc.
Los Reptilianos, es decir, los que portan la semilla de maldad, cuando se les habla de Jesucristo y el plan de salvación, reaccionan con cólera, no quieren saber nada de Jesûs, se burlan y hasta pronuncian todo tipo de blasfemias en contra del Señor Jesucristo.
Salomón
Es el tercer y último rey que reinó Israel por 40 años. Hijo de David y autor del libro de los Proverbios, amó a Dios como nadie y fue conocido por ser el hombre más sabio que existió en su tiempo, así como por haber acumulado una riqueza calculada en dinero actual en 25 mil millones de dólares. Todo esto sucedió durante su juventud, hasta que se enamora perdidamente de Shiva, la reina africana, se olvida de DIOS, abandona Israel y se va a vivir con la reina donde se entrega a adorar a Baal y a otros cientos de dioses, a practicar brujería, hechicería y la alquimia, la cual domina por tener en sus manos el libro de las ciencias del bien y del mal.
En ese ambiente, comete adulterio por donde quiera que va, deja hijos por todas partes hasta que pierde toda su fortuna. Entonces viejo y cansado regresa a Jerusalén veinte años más tarde, divide a Israel y poco después muere. Salomón es el brujo de los brujos, y de hecho, es quien introdujo al reino la estrella de David, símbolo del actual Israel, pero que es un símbolo esotérico que se originó en Sumeria para sesiones de espiritismo, brujería, satanismo y sacrificios humanos.
Sajones (Jesûs NO es judío sino sajón)
Issac es el hijo de la promesa de Dios a Abraham y Sarah. Isaac tuvo a dos hijos, Esaú y Jacob, de donde descienden las 12 Tribus del Israel bíblico. Las Escrituras dicen bien claro que de Isaac vendrá la descendencia, por lo tanto, Jesûs NO es judío, porque NO practicó esa religión y por las Escrituras.
Salomón
Es el tercer y último rey que reinó Israel por 40 años. Hijo de David y autor del libro de los Proverbios, amó a Dios como nadie y fue conocido por ser el hombre más sabio que existió en su tiempo, así como por haber acumulado una riqueza calculada en dinero actual en 25 mil millones de dólares. Todo esto sucedió durante su juventud, hasta que se enamora perdidamente de Shiva, la reina africana, se olvida de DIOS, abandona Israel y se va a vivir con la reina donde se entrega a adorar a Baal y a otros cientos de dioses, a practicar brujería, hechicería y la alquimia, la cual domina por tener en sus manos el libro de las ciencias del bien y del mal.
En ese ambiente, comete adulterio por donde quiera que va, deja hijos por todas partes hasta que pierde toda su fortuna. Entonces viejo y cansado regresa a Jerusalén veinte años más tarde, divide a Israel y poco después muere. Salomón es el brujo de los brujos, y de hecho, es quien introdujo al reino la estrella de David, símbolo del actual Israel, pero que es un símbolo esotérico que se originó en Sumeria para sesiones de espiritismo, brujería, satanismo y sacrificios humanos.
Semitas
Se originan luego del Diluvio. Son los descendientes de Sem, el primer hijo de Noé. De Sem desciende Abraham y sus dos hijos: Ismael, que da origen a los pueblos árabes, semitas hasta el día de hoy, e Isaac, el padre de Esaú y Jacob.
De Esaú, el segundo hijo de Isaac, descienden los judíos actuales, pero que no son Semitas pues el Señor le quitó a Esaú esa bendición por haberse casado con mujeres de tribus enemigas de Dios. Además, Dios maldijo a los edomitas y declaró que derramará Su venganza sobre ellos porque fueron acérrimos enemigos de los Israelitas e incluso, se aliaron con los asirios para invadir y desaparecer Judá en el siglo 5 a.C.
De Jacob descienden las 12 Tribus semitas de Israel, tres de las cuales, Judá, Benjamín y Leví desaparecieron en el tiempo y el espacio, mientras que de las nueve restantes, algunas se quedaron Europa, Asia, Indonesia, dando lugar a los Eslavos, Escandinavos, Nórdicos, Anglos, Sajones, Mongoles, Hindúes, Chinos, Japoneses e Indonesios; mientras otro remanente llegó a lo que hoy es el continente americano donde dieron origen a los pueblos indígenas de las tres Américas. Todos ellos verdaderos semitas.
Sion o Zion
Bíblicamente, Sion es el monte donde se asienta la ciudad de Jerusalén, y es en esa colina donde el Señor Jesucristo asentará uno de Sus pies cuando venga por segunda vez. Y de acuerdo a las profecías rabínicas, es el Anticristo quien asentará sus pies en el monte de Sion cuando arribe a la tierra para ayudar a los judíos a derrotar a sus enemigos.
Sionismo
Es el movimiento extremista político-nacionalista fundado por el judío kházaro Theodor Herzl, un acérrimo judío ultra derechista que supuestamente recibió las ordenes de Dios para que los judíos dominen al mundo. La supuesta doctrina de que los sionistas buscan el retorno de todos los judíos a la supuesta “tierra prometida” es una falacia, porque lo que ellos quieren es dominar al mundo en todos los campos del quehacer humano.
Para ello, aprovechan la presencia de los judíos alrededor del mundo, consecuencia de las repetidas expulsiones de los países donde residían por causa de su maldad en los negocios del dinero. El sionismo ha creado un inmenso cuerpo de “Sayanimes” o “agentes secretos” judíos que no necesitan mudarse a vivir en Israel, sino que deben ayudar en el plan de dominio mundial desde el país donde residen, porque “esa es la voluntad de DIOS.”
Cada uno de ellos tiene un papel predeterminado por los líderes de esta organización y deben trabajar para conseguir infiltrarse en el mundo gentil, Pero sus acciones han sido y son tan detestables, crueles, racistas, genocidas, despiadadas, etc., que, sin embargo de ello, han logrado posicionar a Israel como un “pueblo sufrido, perseguido, masacrado” cuando la realidad es completamente lo opuesto, pues son ellos los que hacen sufrir a la humanidad, persiguen a sus enemigos en forma implacable y han causado la muerte de cientos de millones de seres humanos.
Sionista (Partido Político Israelí)
Quienes levantaron el camino para que Israel llegue a ser nación en 1948 y convencieron al mundo para ello, son los judíos sionistas, unos descendientes del reino de Khazaria que llegaron a Palestina en el siglo 17 y que luego se mezclaron con los poquísimos judíos que quedaron de las dos tribus y que sobrevivieron a las diásporas, aprendieron todo, incluido la fe mosaica, y hoy por hoy se hacen pasar como judíos verdaderos, pero no son ni hebreos, ni semitas, sino los fundadores y miembros del partido político Sionista, y que son los causantes de todas las catástrofes que la humanidad ha sufrido y sufre desde que estos seres aparecieron sobre la faz de la tierra.
Sionistas Judíos (Sionismo judío)
Son los miembros del partido extremista Sionista Israelí. Como hemos demostrado, la mayor parte de la población de Israel NO apoyan al sionismo y se identifica como NO sionista. Pero el Sionismo está enquistado en los círculos del poder religioso, político, militar y banquero y en el ala del judaísmo ortodoxo más extremista.
Muchos israelíes saben acerca de las obras de maldad que los sionistas han hecho en contra de la humanidad. Los sionistas judíos llaman despectivamente “goyines,” “gentiles” en español a los no judíos. Y “goyin” significa raza inferior, impura, bastarda, similar a los cerdos, mientras que los judíos son “puros e inteligentes.”
Una de las tareas permanentes del sionismo alrededor del mundo que la ejecutan a través de los “Sayanimes” o agentes sionistas secretos infiltrados en las sociedades de los países, es adoctrinar a los no judíos a conformarse con una vida de pobreza, atraso, ignorancia, suciedad, crimen, vicios, depravaciones: “No protestes, confórmate con lo que tienes.”
De hecho, la pobreza del mundo es consecuencia DIRECTA de todas las acciones maléficas que estas hordas infernales han ejecutado para apoderarse del oro de los países y del 90% de la riqueza del mundo, y por ello hacen y deshacen conforme a su antojo, sin temor ni temblor de DIOS.
Tierra Prometida
La Tierra prometida por DIOS a los Israelitas NO es la Palestina actual sino la Nueva Jerusalén, la ciudad de la eternidad, a la cual se accede a través de Jesûs.
USA (Jer - USA - lem)
United States of America es la verdadera nación de Dios de los tiempos del fin. Es la única nación-estado que se ha fundado sobre la faz de la tierra sobre los Diez Mandamientos bíblicos. El nombre de los Estados Unidos de América, cuya abreviatura en inglés es USA, se encuentra injertado en el nombre de la ciudad de David: Jer-USA-lem.
Estados Unidos es el verdadero reloj de Dios de los tiempos del fin, no el estado sionista de Israel. Y es en Estados Unidos donde se desatarán los terribles eventos de la Tribulación, tal como empezó a suceder. Así que, a salir del engaño y poner los ojos donde se debe. El poder del mal está destruyendo los EEUU mientras la gente tiene sus ojos puestos en los falsos Israelitas.
Zohar (Resplandor)
Según el libro “Zohar” (Resplandor) escrito en el año 130 d.C. por Shimón Bar Lojai, la Khábala es “la luz que alumbra a la humanidad.” Sin embargo, la Biblia dice que Jesûs es la luz verdadera y eterna (Juan 12:16), mientras que Satanás es la luz falsa, la estrella de la mañana cuyo resplandor se desvanece ante la sempiterna luz de Jesûs.
LA GRAN CONSPIRACIÓN SAYANIM
Tal como habíamos anticipado en la parte 2 de este mensaje, el propósito de este capítulo no es otro que denunciar que entre los grandes engaños a los que el mundo ha sido sometido, como por ejemplo, la llegada del hombre a la luna, que la tierra es redonda, que gracias a los EU se derrotó al nazismo en la segunda guerra mundial, que a John F Kennedy lo mató la mafia, que los atentados del 9-11-2001 fueron perpetrados por terroristas musulmanes, que los extraterrestres vienen de otras galaxias, etc., etc., pero el engaño más grande ha sido y es la falacia de que el estado actual de Israel es la nación de Dios y que los hombres y mujeres conocidos como “judíos,” que viven en ese país y alrededor del mundo, son el pueblo escogido por Dios.
Esta conspiración ha sido perpetrada por los líderes del partido sionista israelí y el consejo mundial judío, entre otros, quienes han logrado convencer a la humanidad de esta falacia, sin embargo, las pruebas bíblicas, históricas y científicas sostienen exactamente lo contrario: el estado actual de Israel NO es bíblico y los judíos actuales NO son el pueblo de Dios. Por ello, decir que Israel y los judíos son la nación y el pueblo de Dios es anatema, algo parecido a decir que los demonios sirven a Dios.
Por ello, la misión que tienen aquellos a quienes el Espíritu Santo ha revelado dicho engaño a través de las Escrituras, es anunciar la verdad de Cristo para que el verdadero pueblo de Dios, pero también el mundo, despierten del gran engaño, aunque en el intento seamos apedreados o muertos, como sucedió con Esteban, los discípulos del Señor, y cientos de miles de mártires de la fe en Jesûs a través de los siglos.
La usurpación de la identidad del pueblo bíblico de Dios comienza luego de la destrucción de Jerusalén por el general Romano Tito en el año 70 de nuestra era. Al comienzo del siglo 1 comienzan a llegar a Palestina los primeros migrantes kházaros quienes se mezclaron con los remanentes de Judá, los sobrevivientes del reino del Norte y los Edomitas, semitas descendientes de Esaú, a quienes se comenzó a llamar “judíos” por practicar el judaísmo. A parte de esto llegaron otras etnias como los turcos, asirios, egipcios, etc.
El común denominador entre todos ellos era que tenían al Talmud y la Khábala como sus libros sagrados, al igual que la religión judía, que como hemos dicho antes, se originó durante el cautiverio en Babilonia y es una fusión entre la fe bíblica y la fe idólatra babilónica.
El número de estos judíos se vio incrementado drásticamente cuando en 1795, el zar ruso Alejandro II destruye el reino de Khazaria y ordena el traslado de más de cien mil sobrevivientes kházaros a Palestina, para que se convirtieran al judaísmo.
Con el pasar de los siglos, estos “judíos” resultantes de estas fusiones se fueron dispersando por distintos países y regiones de Europa y más tarde, de América dando lugar a diversas etnias como:
“Askenazis, Sefardíes, Mizrajíes, Sirios, Yemenitas, Betas, Magrebimes, Gruzimes, Judíos Hindúes, Romaniotes, Italkimes, Parsimes, Bujarianos, Abayudayas, Chuetas, Judíos asiáticos, etc.”
De entre todos ellos se destacan los Askenazis, Sefardíes y Mizrajíes por su gran astucia e inmoralidad en los negocios, pero sobre todo en la usura, que es la manera cómo los judíos tanto de la Palestina como del mundo llegaron a prosperar grandemente.
Pero debido a la presión social de ser señalados por cientos de años como los que crucificaron a Jesûs y provocaron Su muerte, fueron perseguidos y expulsados de muchas ciudades y países, en silencio se dedicaron a apoderarse de las riquezas de sus perseguidores llegando a amasar inmensas fortunas a través de sucias artimañas bajo la protección de gobiernos y autoridades compradas o que eran de ellos mismos.
Una de estas tantas estratagemas de maldad es la invención del famoso holocausto donde supuestamente más de seis millones de judíos fueron asesinados por los nazis en la segunda guerra mundial. Sin embargo y basados en los datos de organizaciones internacionales relacionados con los censos de población, así con los archivos históricos que han sido escondidos y eliminados, de los más de seis millones de muertos, más de cinco millones fueron católicos y cristianos evangélicos, y solo el resto, es decir menos de un millón fueron judíos kházaros. Pero a pesar de las pruebas, el mundo, incluidos los cristianos evangélicos, no le importa la verdad, prefieren vivir en mentira.
Si algo bueno tienen los judíos kházaros es que son pacientes y persistentes. Continuaron practicando el judaísmo, el estudio de los libros babilónicos la Khábala y el Talmud, y observaban de manera estricta las fiestas y tradiciones religiosas babilónicas. Pero al mismo tiempo comenzaron a albergar en sus corazones tres deseos: el de vengarse de los rusos y hacer todo lo posible para desaparecer a Rusia de la faz de la tierra, apoderarse de toda la riqueza de todos los países del mundo para controlar a la humanidad por completo, y destruir al Cristianismo y la fe en Jesucristo.
Así fue cómo comenzaron a visualizar el plan maestro para lograr su objetivo: tenían que usurpar la identidad del pueblo bíblico Israelita que, por haber sido desterrado había dejado un vacío, pretendiendo que ellos eran sus descendientes. Entonces usurparon su fe, creencias, historia, costumbres, tradiciones, símbolos, etc. Y el mundo se les rindió a los pies y los declaró mártires de la Biblia a quienes había que apoyarlos, financiarlos y dejarlos hacer lo que ellos quisieran porque son el pueblo de Dios, y si a ellos se lo hacemos, se lo hacemos a Dios.
Entonces se inventaron doctrinas de manipulación con las famosas frases “ora por la paz de Israel,” “el que bendice a Israel, Dios lo bendice y el que lo maldice, es maldecido por Dios,” “Jerusalén la ciudad santa,” “visite la tierra santa,” “bendiga a Israel con sus donaciones,” etc., etc.
Y otra vez, los cristianos evangélicos caímos rendidos a los pies de una nación pecadora donde solo el 17% de la población es creyente en el Dios bíblico mientras un ejército inmenso de homosexuales, lesbianas y depravados desfilan libremente por las calles de Tel Aviv tres veces al año, mientras el ejército no solo reprime y mata palestinos desarmados sino que les roba sus tierras, mientras subliminalmente se conduce a los creyentes del mundo a adorar a Jerusalén, ciudad llena de sitios “santos” pero que son falsedades, llena de muros y casas que no son de los tiempos bíblicos, calles manchadas con la sangre de Jesûs, y rodeada de colinas que vieron morir sin culpa alguna del Cordero Santo, y para rematar, llena de habitantes que blasfeman, escupen y maldicen hasta el día de hoy a Jesucristo y Sus creyentes.
La Biblia no contiene NI UN SOLO VERSÍCULO BÍBLICO que soporte las teorías sionistas para la fundación del estado sionista de Israel. Al contrario, luego del fracaso de Israel en la misión dada por Dios, el reino de Israel y el pueblo de Israel fueron barridos de la historia. Estos son los argumentos bíblicos principales:
- El Señor permitió las invasiones y destrucción de los reinos del norte y Judá, de lo cual quedaron pocos sobrevivientes que fueron llevados en cautiverio, como lo escribe Jeremías en el Salmo 137,
«Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos, y aun llorábamos, acordándonos de Sion. Sobre los sauces en medio de ella colgamos nuestras arpas. Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían que cantásemos, y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo: Cantadnos algunos de los cánticos de Sion.
¿Cómo cantaremos cántico de Jehová en tierra de extraños? Si me olvidare de ti, oh Jerusalén, pierda mi diestra su destreza. Mi lengua se pegue a mi paladar, si de ti no me acordare; si no enalteciere a Jerusalén como preferente asunto de mi alegría.
Oh Jehová, recuerda contra los hijos de Edom el día de Jerusalén, cuando decían: Arrasadla, arrasadla hasta los cimientos. Hija de Babilonia la desolada, bienaventurado el que te diere el pago de lo que tú nos hiciste. Dichoso el que tomare y estrellare tus niños contra la peña.»
- De acuerdo a la Biblia, Dios habló siempre a Sus profetas desde Abraham durante y después de la división del reino e incluso durante y después de las invasiones babilónicas. Incluso algunos profetas sobrevivientes fueron llevados cautivos a Babilonia, mientras que otros nacieron allí, y algunos de ellos regresaron para reconstruir el Templo y Jerusalén, esto es entre los siglos 7 a.C. y 4 a.C.
Esta es la lista de los profetas del pre cautiverio y post cautiverio junto con los años aproximados de su ministerio profético:
Ezequías (726-697)
Sofonías (639-608)
Nahum (630-610)
Jeremías (626-586)
Habacuc (606-586)
Daniel (606-534)
Ezequiel (592-570)
Abdías (586-¿?)
Hageo (520-516)
Zacarías (520-516)
Esdras (457-430)
Nehemías (444-432)
Malaquías (450-400), el último profeta del Antiguo Testamento.
- Aunque los judíos no creen ni aceptan el Nuevo Testamento (la causa de su ceguera y cojera espiritual), la Biblia dice que la última vez que Dios habló a los sobrevivientes del Israel bíblico fue a través del profeta Malaquías, alrededor del año 450 a.C. Después de esto, el Señor guardó silencio que se extendió por 400 años hasta cuando en el desierto de Judá apareció Juan el Bautista, llamado por Jesûs el último de los profetas, y que profetizó la llegada del Mesías. Aquí la última profecía de la Toráh o Nuevo Testamento,
«He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día del Señor, grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.» (Malaquías 4:5-6)
En toda la Biblia, sea el Antiguo o Nuevo Testamentos, no hay ni un solo versículo donde DIOS, YHWH, o Jesucristo ordenen explícita y claramente a algún profeta bíblico fundar el estado de Israel;
- Tampoco existe alguna profecía clara y contundente de algún profeta de Dios que especifique que antes de los tiempos del fin, Israel resurgirá en la Palestina como un estado-hogar para los judíos regados por el mundo. Las profecías al respecto han sido manipuladas pues la reunión de la diáspora será al final de los tiempos, luego del Rapto y al final de la Gran Tribulación;
- Por otro lado, la Biblia lo dice muy claro y en varios versículos que Israel, el pueblo bíblico de Dios, es decir, los reinos del norte y del sur, es decir, las 12 tribus, fueron borrados del mapa de la tierra por Dios mismo por causa de su flagrante desobediencia;
- Todas las profecías, versículos bíblicos e historias de la Biblia en la que los judíos de hoy se basan para sostener su hipótesis de ser el pueblo y el estado de Dios están malinterpretadas, manipuladas y mal enseñadas a propósito para convencer al mundo y especialmente a los cristianos evangélicos de esta patraña. Y la iglesia evangélica ha caído en la trampa;
- A pesar de que los judíos no creen ni aceptan el Nuevo Testamento, Dios por Su infinito amor por Su creación envió a Jesûs para redimir a los judíos, pero éstos no lo recibieron. Entonces Jesûs tornó Su ministerio hacia los gentiles, impuros, rechazados, infieles, viles, inmerecedores de la misericordia del Señor, y fundó Su inmenso pueblo de los redimidos por Su sangre bendita; este pueblo incluye a hombres y mujeres de todos los países, razas y etnias del mundo, como el verdadero cumplimiento de la profecía dada por Dios a Abraham en el Génesis 22:17-19,
«De cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos.»
¿No dijo acaso Jesûs que,
- Otro punto adicional para esta profecía es que la población mundial de todos los judíos al 2023 alcanza los 18 millones, mientras que la población mundial de Jesucristianos sobrepasa los mil doscientos millones de cristianos evangélicos. Entonces, ¿cuál es verdaderamente el pueblo tan numeroso como las estrellas del cielo y como la arena de las orillas del mar?
PRUEBAS CIENTÍFICAS
Las pruebas científicas para esta aseveración se basan en el análisis de la estructura genética de los judíos asquenazíes, sefardíes, y mizrajíes de la actualidad. Desde el punto de vista científico, las evidencias prueban que los hombres y mujeres de estas etnias NO tienen los genes de los descendientes de Sem, como los árabes, por ejemplo, sino que el 98% de ellos descienden de una etnia conocida como kházara o jázara, que a su vez resulta de la mezcla entre persas, turcos y armenios. Por lo tanto, los judíos actuales NO SON SEMITAS.
Los Israelitas de la Biblia descendieron de Abraham, Isaac y Jacob, pero los ancestros de los judíos actuales vienen de los “jázaros o kházaros” que llegaron en sucesivas migraciones que comenzaron en el siglo 1 d.C. a los territorios de la Palestina, donde hoy se asienta el estado de Israel. Esta primera ola migratoria de jázaros llegó a Palestina luego de la destrucción de Jerusalén del año 70 d.C. Más tarde, en el siglo 10 d.C. hubo una nueva ola y posteriormente, a finales del siglo 17 d.C., alrededor de cien mil de ellos fueron enviados allí por el zar ruso Alejandro II.
Los orígenes genéticos de los judíos actuales se localizan tanto en Irán como en la Turquía actual pues se descubrió que eran genéticamente más cercanos a las poblaciones turca, del sur del Cáucaso, y a los iraníes. Esto sugiere un origen común en la antigua Persia, hoy Irán. Estos hallazgos fueron más compatibles con un origen iraní-turco-eslavo. Los hallazgos también han resaltado los fuertes lazos socioculturales y genéticos del judaísmo asquenazí e iraní y sus orígenes iraníes compartidos.
Hasta el momento, todos los análisis destinados a geolocalizar los judíos identificaron a Turquía como el origen predominante, aunque utilizó diferentes enfoques y conjuntos de datos, en apoyo de la hipótesis iraní-turco-eslava. La existencia de ascendencias importantes del sur de Europa y del Cercano Oriente en los genomas de los judíos también son fuertes indicadores de la hipótesis iraní-turco-eslava proporcionada por la historia grecorromana de la región al sur del Mar Negro
El perfil de ascendencia inferido para los judíos fue 5% de Europa Occidental, 10% de Europa del Este, 30% de Levante y 55% del Sur de Europa (los autores no consideraron una ascendencia del Cercano Oriente). El escritor Elhaik (2013) retrató un perfil similar para los judíos europeos, que consisten en 25 a 30% de ascendencia de Medio Oriente y gran parte del Cercano Orient-Cáucaso (32 a 38%) y Europa occidental (30%).
Entre los años 960–1416 d.C. (24–40 generaciones), los judíos kházaros residentes de la Palestina experimentaron cambios geográficos importantes a medida que el reino jázaro judaizado disminuía y sus redes comerciales colapsaban, obligándolos a trasladarse a Europa, principalmente a España, Alemania, Suiza, Austria, Hungría y Rusia, y más tarde a Estados Unidos y algunos países de Sudamérica.
El judaísmo de los tiempos actuales es una creación de las mentes macabras que fundaron el partido sionista israelí en 1895. Y los judíos israelíes son aquellos hombres barbados que hoy en día se ven vestidos con sus trajes y sombreros negros de donde les cuelgan los rulos de sus cabellos, y que se visten estrambóticamente los sábados para ir a adorar a la pared occidental del falso segundo templo levantado por Herodes, mientras hacen genuflexiones y leen pasajes del Talmud y la Khábala, dos libros satánicos traídos de Babilonia.
Todo esto ante las miradas de miles de turistas, entre ellos cristianos evangélicos, quienes se han creído el cuento de que aquellos están leyendo la Biblia, y los bendicen, juran defenderlos, donar dinero y orar por ellos, y se van de Israel con el secreto deseo en su interior a ser como aquellos, porque pocos de ellos saben que estos personajes insultan, odian y blasfeman el Nombre que es sobre todo nombre, a quien mataron en la cruz dos mil años atrás.
Ahora, al igual que las 12 tribus que fueron casi exterminados en las sucesivas invasiones babilónicas y de otros reinos, los pocos sobrevivientes que en los tiempos de Jesûs eran parte de los Saduceos, Fariseos o Esenios, también fueron reducidos al exterminio luego de que el general romano Tito destruyera Jerusalén en el año 70 d.C.
Entonces Palestina quedó casi deshabitada por lo que muchas etnias de otras naciones y regiones inmigraron, entre ellos, los kházaros, quienes se fusionan con los pocos sobrevivientes judíos y asumen sus costumbres, tradiciones y religión, sobre todo porque los kházaros también practicaban la idolatría y sus libros religiosos eran el Talmud y la Khábala, libros de brujería y hechicería que se originaron en Sumeria.
- FIN DEL CAPITULO III, parte 2 -
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