Testigos Fieles

Devocional para Hoy:
Viernes 23 de Febrero, 2018.

“Testigos Fieles”
Por: Keila Ochoa
Edición: CF Jara

Leer: Filipenses 1:1-30
«Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.» (Filipenses 1:21)

En su libro “Una voz en el viento”, la escritora Francine Rivers escribió una hermosa historia acerca de Hadassa, una pequeña niña huérfana israelita cristiana del siglo I, quien, por circunstancias tristes de la vida, se convierte en esclava de una familia romana. Hadassa teme que la persigan por su fe en Cristo. Sabe que los cristianos son despreciados y que muchos son ejecutados o arrojados a los leones. ¿Tendrá valor para defender la verdad cuando venga la prueba? Cuando su peor miedo se hace realidad, su ama y otros funcionarios romanos que odian el cristianismo la confrontan. Tiene dos opciones: retractarse de su fe en Cristo o ser llevada a la palestra. Entonces, mientras proclama a Jesús como el Cristo, su temor desaparece y cobra valor aun frente a la muerte. La mayor batalla de Hadassa la libró en su corazón y cuando finalmente decidió elegir a Jesús, halló la valentía para ser fiel. Independientemente de si la pequeña sobrevivió o no a aquel odio, esta historia, aun siendo una fábula, ha inspirado a miles a través de los años.

La Biblia en cambio, nos comparte historias de testimonios reales de creyentes y seguidores de Jesús que enfrentaron el odio de las turbas fanáticas e incluso la muerte en mano de ellas. Esteban, por ejemplo, fue apedreado hasta la muerte, pero en lugar de asustarse y gritar desesperadamente por su vida, rogó a Dios por perdón para aquellos que se la quitaban. Y Dios no se demoró en concederle el alivio más preciado al dolor terrible que el mártir estaba experimentando por causa de los golpes de las piedras. Dios le abrió los cielos al Apóstol y Se mostró a Su siervo que lo había honrado incluso en los últimos momentos de vida. Y Esteban entró en la presencia de Su Creador.

La Biblia también nos recuerda que sufriremos por hacer lo correcto; ya sea por compartir los Evangelios o por vivir vidas contrarias a los estándares del mundo. Dios nos dice que no temamos (1 Pedro 3:14), sino que lo santifiquemos al Êl en nuestros corazones (v.15). Creer en Jesucristo nos da el perdón y acceso a la vida eterna; servirlo a través de predicar Su Palabra nos hace valientes; y alabarlo siempre y en todo lugar, nos dará la santidad para poder vivir junto a Êl.

Alabado sea el nombre del Rey de reyes y Señor de señores por siempre y para siempre.

Oración
«Señor, que hermosa historia la de esta pequeña, pero más hermosa la historia de Tu siervo Esteban. Y qué tristes también las historias de todos y cada uno de los hombres, mujeres y niños que aceptaron a Jesús en sus corazones y que han muerto desde el principio de los tiempos por causa del odio religioso. Sabemos de muchos testimonios de aquellos hermanos en la fe a quienes les fue dado la oportunidad de vivir si negaban a Jesús, pero ellos prefirieron sufrir las torturas terribles de ser quemados vivos, apedreados, golpeados inmisericordemente e incluso cercenados sus cuerpos y luego morir a negar a su Salvador. Esque cuando decidimos honrar a Cristo, Él nos ayuda a ser valientes, a vencer nuestros miedos en medio de las amenazas más terribles y a recordar Tu Palabra dicha por Pablo, que la vida para nosotros es Cristo, y morir en Êl es nuestra ganancia. Hoy te pido Señor que me des valor para permanecer firme en los momentos difíciles, y no negar Tu nombre nunca, bajo ninguna circunstancia, te lo pido humildemente en el nombre de tu Hijo amado Yeshua HaMashiaj, amén y amén.»

התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Números 7-8; Marcos 4:21-41

De Oídas te Había Oído

Devocional para hoy:
Miércoles 21 de Febrero, 2018.

“De Oídas te Había Oído”
Por: CF Jara

Leer: Lucas 24:13-33
«Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; más Êl se desapareció de su vista.» Lucas 24:31

Horas después que las Marías anunciaron a los discípulos que Jesús había resucitado, dos de los seguidores del Maestro de dirigían a Emaús, un pueblo localizado como a 10 kilómetros de Jerusalén. Y mientras ellos iban sumidos en su conversación, Jesús resucitado se les juntó de repente y se incluyó en aquella plática, pero ellos no lo reconocieron; y a pesar de que, por el resto del camino el Maestro les citó lo que las Escrituras dicen acerca de Êl, ellos no se dieron cuenta de que era el divino Rabino quien caminaba a su lado. Aquellos seguidores no lo reconocieron sino hasta después de haber llegado a la casa en Emaús y de sentarse a cenar, cuando Jesús bendijo el pan, lo partió y les dio de comer; entonces recién ellos lo reconocieron, pero fue tarde porque para ese momento, Jesús se había ido.

La lectura de dicho pasaje en el libro de Lucas nos deja saber que aquel extraño que caminaba con Sus seguidores era Jesucristo, el Hijo de Dios resucitado. Y muchos se atreverán a criticar a aquellos, más creo sin temor a equivocarme que, si el Señor caminara a nuestro lado en estos dias, muchos de nosotros no lo reconoceríamos. Y para cuando nuestro espíritu reconoce -por alguna razón- la presencia de Dios a nuestro lado, Êl quizá ya pasó.

Recuerdo que cuando tenía 20 años de edad, me dirigía a visitar a alguien cuando debido a un torrencial aguacero, aquella carretera se inundó y tuvimos que bajarnos del autobús y emprender el regreso a pie. Eran como las 6pm y empezaba a oscurecer; mientras caminaba de regreso, de pronto un hombre barbado, un poco mayor que yo, me preguntó si podíamos caminar juntos. Yo asentí. A lo poco de ello me preguntó si creía en Dios. Era el tiempo donde la crisis de mi vida estaba empezando y tenía ya mis preguntas sin respuestas, y mi concepto de Dios se sustentaba en el dogmatismo, empirismo, y hasta la metafísica. Entonces me presentó el plan de salvación de Jesucristo, pero lo rechacé. Para despedirnos, aquel hombre me dio su número de teléfono. Su nombre era Juan Carlos y me dijo que lo llamara si quería saber más de Jesús. Un año mas tarde la crisis se había acentuado, busqué el numero y marqué, pero la línea estaba desconectada. Fui incluso al sitio donde me dijo que se reunían para estudiar la Biblia, pero estaba vacío y nadie me dio razón. De esa fecha al día en que entregué mi corazón al Señor Jesús, pasaron 17 años, los más terribles, violentos, sufridos y penosos años de mi vida. No lo reconocí cuando caminó junto a mí, no lo pude ver cuando estuvo en frente mío, y cuando me di cuenta de quien era, Êl ya se había ido.

Hoy en día, cuando estoy en mi caminata diurna o vespertina, en algunas ocasiones siento la presencia de Dios sea a través de las aves, de los árboles, de los cielos, y mi corazón salta de gozo, mi alma se llena de las más hermosas alabanzas, y mi boca dice: «De oídas te había oído, mas hoy mis ojos te ven.» Sea el nombre de YHWH bendito por la eternidad.

Oración
«Señor, gracias por haberme dado una segunda oportunidad. Muchas veces me he preguntado por que no te reconocí en aquella tarde, por qué no te recibí en mi vida; cuánto sufrimiento habría evitado, cuántos errores, pecados y transgresiones hubiera dejado de cometer. Pero Tú eres el Dios soberano que sostienes con Tu mano al sol, a las estrellas y a los planetas. ¿Quién soy yo para cuestionarte? ¿Dónde estaba yo cuando Tú fundaste el mundo? Y a pesar de haberte rechazado y de toda la maldad que cometí, me buscaste de nuevo, y me diste una segunda oportunidad. Gracias mi Dios amado por la salvación, por haberme cuidado aún en el tiempo de perdición, porque si no fuera por Ti, estaría en algún manicomio infrahumano, en alguna cárcel despiadada o quizá muerto en algún cementerio olvidado. Mas te ha placido darme una vida nueva, abundante y llena de esperanza. Te ruego mi Señor, que pueda alabarte todos los días que me quedan y que me concedas la misericordia de servirte Señor, hasta el último latido de mi corazón, te lo pido humildemente en el nombre de tu Hijo amado Yeshua HaMashiaj, amén y amén.»


התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Levítico 26-27; Marcos 2 

Descargue el Mensaje de hoy en PDF: De Oídas te Había Oído

Servir en el Reino

Devocional para hoy:
Lunes 19 de Febrero, 2018.

"Servir en el Reino”
Por: CF Jara

Leer: Salmos 119:17-24
«… Después se levantó [Eliseo] y fue tras Elías, y le servía.» 1 Reyes 19:21
Aquel 21 de Abril del 2007 era un día particularmente único en mi vida, estaba entregando mi renuncia al trabajo secular en la compañía hotelera donde ejercía una posición gerencial que me había tomado 9 años alcanzar. Y de acuerdo a la posición era la remuneración, pero el deseo de consagrar mi vida a tiempo completo para servir en el reino de Dios estaba en mi corazón desde hace varios años atrás. Y no lo digo de ninguna manera para ufanarme o darme unos minutitos de fama, no es mi estilo, pero creo que es necesario que compartamos las grandes y maravillosas cosas que Dios hace en nuestras vidas cuando somos obedientes a Su llamado. En Octubre del 1999 sufrimos un accidente de tránsito, y mi esposa de ese entonces tuvo que ser llevada al hospital. Una mañana mientras oraba, pude oír la voz de Dios muy claramente cuando me habló por primera vez: «Quiero que vengas a trabajar para Mi» -me dijo- Cada vez que comparto este testimonio siento una emoción única en mi alma. En este próximo Abril serán 11 años desde aquella mañana cuando entregué mi carta. El dueño de la compañía me ofreció incrementar el salario, pero yo ya había decidido cambiar de jefe y de empresa, quería trabajar a tiempo completo en las cosas del Señor. Y aunque el camino ha estado sembrado de espinas, lágrimas y soledades, hasta aquí DIOS me ha traído y nada me ha faltado. Nunca me he ido a la cama con el estómago vacío; tampoco me ha faltado un techo para mi descanso y todo lo que he necesitado, el Señor ha provisto, siempre, a tiempo y con generosidad abundante tal, que incluso me alcanza para diezmar y ayudar a otros. ¡Gloria al Dios Fiel y Verdadero, Jesucristo es Su Nombre!!!

Eliseo dejó muchas cosas para seguir a Dios (1 Reyes 19:19-21). La Biblia no dice mucho acerca del profeta, excepto que era granjero. Cuando Elías lo encontró arando en el campo, le arrojó su manto (el símbolo de su rol de sacerdote) sobre los hombros y lo invitó a seguirlo. Tras pedir solamente despedirse de sus padres, Eliseo sacrificó inmediatamente su buey, quemó su arado, dijo adiós a su familia… y siguió a Elías. Aunque no muchos somos llamados a dejar familia y amigos para servir a Dios como misioneros a tiempo completo, Êl quiere que todos colaboremos en el reino y para el reino, sea como los obreros que siembran o cosechan, o como aquellos que riegan con sus ofrendas y bendiciones el camino de los misioneros, iglesias y ministerios, dando conforme a como el Señor nos repartió y haciendo conforme a Su llamado (1 Corintios 7:17).

Servir a Dios es una experiencia emocionante pero exigente, independientemente de dónde estemos. Pero debemos servir cada día, sea que nunca dejemos nuestro hogar o que tengamos la disposición a dejar familia y amigos y a veces, casas, posesiones y profesiones, para ir a lugares extraños, desconocidos y en ocasiones, hasta peligrosos. Debemos entender que, si la vida nos es añadida cada mañana, es para que hagamos dos cosas: alabar el Santo nombre de Dios y para servir en Su reino. El resto de actividades como el trabajo, la casa, la crianza de los hijos, etc., son las responsabilidades como personas.

Oración
«Señor, gracias por haberme encontrado en el camino perdido en que andaba, como un muerto viviente; más a Ti te plació sacarme de esa oscuridad a Tu luz admirable. Y me honraste con Tu llamado, porque ser llamado por Ti es el honor más grande que cualquier honor que el mundo pueda ofrecer. Señor, ayúdame a ser el misionero que Tú quieres que sea, dondequiera que esté. Muéstrame cómo servirte dondequiera que vaya, sea con mis diezmos y ofrendas, sea con mi tiempo, sea con mis oraciones o sea yendo a las ciudades, países y regiones donde se necesiten obreros para propagar Tu santo mensaje de amor y esperanza, te lo pido humildemente en el nombre de tu Hijo amado Yeshua HaMashiaj, amén y amén.»


התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Levítico 23-24; Marcos 1:1-22 

Descargue el Mensaje de hoy en PDF: Servir en el Reino