Arrodillarse ante Dios


Nuestro Pan Diario
“Una vida coherente”
(Por David C. McCasland)
Leer: Daniel 6:1-10

«… [Daniel] se arrodillaba […], y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes.» Daniel 6:10
La Biblia en un año: Números 17–19; Marcos 6:30-56

Mientras estudiaba el libro de Daniel, me llamó la atención la facilidad con que él podría haber evitado que los arrojaran al foso de los leones. Los celosos rivales de Daniel, que trabajaban para el gobierno de Babilonia, le tendieron una trampa relacionada con su costumbre de orar diariamente a Dios (Daniel 6:1-9). Daniel era plenamente consciente del complot, y podría haber decidido orar en forma privada durante un mes, hasta que todo se tranquilizara. Pero él no era esa clase de persona.

«Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes» (v. 10). Daniel no tuvo miedo ni negoció con el Señor, sino que continuó «como acostumbraba hacerlo» (v. 10 rvc). La presión de la persecución no lo intimidó.

Aprendí que el poder de la vida de Daniel estaba en su constante devoción al Señor. Su fortaleza venía de Dios, a quien Daniel quería agradar todos los días. Cuando surgía una crisis, no necesitaba cambiar su práctica diaria para superarla, sino que, simplemente, seguía comprometido con su Señor.

Padre, quiero permanecer firme como Daniel cuando surjan persecuciones. Dame ese mismo compromiso con la oración, y que no me avergüence de conocerte. Ayúdame a dar a conocer públicamente mi fe.

Dios nos da el poder para defender su causa cuando nos arrodillamos a orar.

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Y le llamarás Jesús!!

Nuestro Pan Diario
“Anhelar ser rescatado”
(Por Bill Crowder)
Leer: Mateo1:18-25

«Y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.» Mateo 1:21
La Biblia en un año: Números 9–11; Marcos 5:1-20

La película El hombre de acero, estrenada en 2013, es una versión actualizada de la historia de Superman. Repleta de efectos especiales asombrosos y de acción ininterrumpida, atrae multitudes a los cines en todo el mundo. Algunos dijeron que tanta atracción se debía a su espectacular tecnología. Otros la atribuyeron a la «mitología del supermán».

Amy Adams, la actriz que representa en la película el papel de Luisa Lane, tiene una perspectiva diferente del atractivo de la historia y dice que tiene que ver con un anhelo básico de la condición humana: «¿Quién no quiere creer que hay una persona que puede venir a salvarnos de nuestra propia maldad?».

Es una gran pregunta. Y la respuesta es que ciertamente hubo alguien que ya vino para salvarnos de nuestra propia maldad; esa persona es Jesús. Se hicieron varios anuncios sobre su nacimiento. Uno de ellos se lo hizo el ángel Gabriel a José: «Y [María] dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados» (Mateo 1:21).

Jesús vino, y lo hizo para salvarnos de nuestros pecados y de nuestra propia maldad. Su nombre significa «el Señor salva», y su misión fue nuestra salvación. El anhelo de ser rescatado que inunda el corazón humano encuentra total satisfacción en Cristo.

El nombre y la misión de Jesús son lo mismo: Él vino para salvarnos.

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La mente de Cristo

Nuestro Pan Diario
“Pregúntale al autor”
(Por Julie Ackerman Link)
Leer: 1 Corintios 2:9-16

«… nosotros tenemos la mente de Cristo.» 1 Corintios 2:16
La Biblia en un año: Números 4–6; Marcos 4:1-20

Por años, he formado parte de diversos grupos de lectores. Por lo general, varios amigos leen un libro y, después, se reúnen para comentar las ideas expuestas por el autor. Casi siempre, alguien formula una pregunta que nadie puede contestar. Entonces, otro dirá: «Si tan solo pudiéramos preguntarle al autor». Una tendencia popular en diversas ciudades es hacer esto posible: algunos autores, por una tarifa mínima, se ponen a disposición para encontrarse con los miembros del club.

¡Qué diferente es esto para los que nos reunimos a estudiar la Biblia! Jesús se reúne con nosotros siempre: sin cobrar una tarifa, sin conflicto de horarios, sin viáticos. Además, tenemos el Espíritu Santo que nos guía para que entendamos. Una de las últimas promesas de Jesús a sus discípulos fue que Dios enviaría el Espíritu Santo para enseñarles (Juan 14:26).

El Autor de la Biblia no está limitado al tiempo ni al espacio; puede reunirse con nosotros en cualquier momento y lugar. Por eso, cuando tenemos una duda, podemos preguntarle, con la certeza de que nos contestará… aunque tal vez no sea según nuestro cronograma.

Dios quiere que tengamos la mente del Autor (1 Corintios 2:16), para que, mediante la enseñanza del Espíritu, comprendamos la grandeza del regalo que gratuitamente nos ha dado (v. 12).
Señor, gracias por reunirte conmigo en este momento. Enséñame a conocerte en lo profundo de mi corazón.

Cuando abras tu Biblia, pídele al Autor que abra tu mente y tu corazón.

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Gracias Señor!!!

VERSÍCULO PARA HOY;

«A TI, OH DIOS DE MIS PADRES, TE DOY GRACIAS Y TE ALABO, PORQUE ME HAS DADO SABIDURÍA Y FUERZA...» Daniel 2:23

El ángel del Señor

Nuestro Pan Diario
“El mundo invisible”
(Por Jennifer Benson Schuldt)
Leer: Números 22:21-31

«… el ángel del Señor estaba en el camino…» Números 22:23
La Biblia en un año: Números 7–8; Marcos 4:21-41

¿Sabías que los microbios que tienes en una mano superan la cantidad de personas que habitan la Tierra? ¿O que millones de ellos pueden encontrarse en el ojo de una aguja? Estos organismos vivientes unicelulares son demasiado pequeños para verlos sin un microscopio; aun así, viven en el aire, la tierra, el agua e, incluso, nuestro cuerpo. Interactuamos constantemente con ellos, aunque su mundo está completamente fuera de nuestra percepción.

Las realidades del mundo espiritual también suelen ser invisibles para los seres humanos, tal como lo descubrió el profeta Balaam. Mientras viajaba por el camino junto con sus dos siervos, su asna «vio que el ángel del Señor estaba en el camino, y que en la mano tenía desenvainada la espada» (Números 22:23 rvc). Para no toparse con el ángel, el animal se desvió hacia un campo, aplastó el pie de Balaam contra una pared y se echó con el profeta aún sobre su lomo. Balaam se enojó y azotó el asna. No se dio cuenta de que estaba ocurriendo algo sobrenatural… hasta que Dios le abrió los ojos (v. 31).

La Biblia nos enseña que existe un mundo espiritual, y es posible que, a veces, nos encontremos con realidades de esa esfera, tanto buenas como malas (Hebreos 13:2; Efesios 6:12). Por esta razón, se nos exhorta a estar alertas, preparados y en oración. Tal como Dios gobierna el mundo que vemos, también lo hace en el invisible.

Todo lo visible y lo invisible está bajo el poder soberano de Dios.

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