"Regalar ánimo"

Viernes 9 de Diciembre, 2016.

Nuestro Pan Diario
“Regalar ánimo”
(Por: David C. McCasland )

Versículo para hoy: Hechos 4:32-37; 9:26-27
«Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación)…..como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles.» Hechos 4:36-37

La Biblia en un año, lectura para hoy: Judas

Hay una antigua canción que relata la historia de un hombre que fue despedido de su trabajo y no tenía dinero para comprar un regalo de Navidad para su hijita. Aunque se supone que diciembre es una época feliz del año, su vida parecía oscura y fría. El desánimo no es algo exclusivo de diciembre, pero puede aumentar en esta época. Las expectativas podrían incrementarse y la tristeza hacerse más profunda. Un poco de ánimo puede ayudar mucho.

José, oriundo de Chipre, fue uno de los primeros seguidores de Jesús. Los apóstoles lo llamaron Bernabé, que significa «hijo de consolación». También lo vemos en Hechos 4:36-37, cuando vendió una propiedad y donó el dinero para ayudar a otros creyentes necesitados. También en 9:26, cuando llevó a Saulo —conocido después como Pablo— ante los apóstoles, quienes le tenían miedo, y lo defendió por ser un hombre al que Cristo había transformado.

La generosidad y el apoyo de Bernabé demuestran qué significa ser un hijo de consolación. Si miramos a nuestro alrededor, nos daremos cuenta que estamos rodeados de personas que necesitan recibir ánimo. Una palabra oportuna, una llamada telefónica o una oración con ellas pueden fortalecer su fe en Jesús. El consuelo puede ser el mejor regalo que podamos dar a alguien en esta Navidad.

Oración: Señor mi Dios, te quiero dar gracias por el regalo del ánimo y consolación que recibimos cada vez que acudimos a Ti en medio de nuestras tribulaciones. Que pueda yo por agradecimiento hacia Ti, compartir con gracia lo que por gracia me has dado: alentar y consolar a aquellos que están pasando por momentos de dolor. Que pueda yo ser un agente efectivo de cambio en la vida de aquellos que deambulan por el mundo en medio de la oscuridad, en el nombre de tu Hijo amado Jesucristo te lo pido humildemente amén. -CF Jara-

La gloria es de Cristo Jesús, por siempre y para siempre.

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"Los lugares excelsos"

Miércoles 7 de Diciembre, 2016.

Nuestro Pan Diario
“Los lugares excelsos”
(Por: CF Jara )

Versículo para hoy: Génesis 50:15-26
«Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. » Génesis 50:20

La Biblia en un año: 1 Juan 3

En la mañana del Sábado 6 de Diciembre de 1996, cerca de las 9am, salía de la terminal del aeropuerto JFK de New York. Mi equipaje eran dos maletas de ropa usada, y en mis bolsillos, el equivalente a cinco dólares. Eran todas mis pertenencias con las que arribaba a esta ciudad luego de salir prácticamente huyendo y dejando atrás a mi hogar, mi familia, mi país, pero también una vida de pecado y perdición. Hoy se cumplen veinte años de aquel día, y a pesar de tiempos de terribles pruebas y tribulaciones y de acciones llenas de maldad de algunos familiares, hoy puedo decir lleno de paz y agradecimiento: «Hasta aquí Dios me ha traído y nada me ha faltado, sea el nombre de YHWH bendito.»

La Biblia relata desde el capítulo 37 al 50 del libro de Génesis, la vida de José, una de las historias más extraordinarias de fe, obediencia y perseverancia. El nombre ‘José’ tiene en hebreo dos significados: “Yahvé ha borrado”, y “que Yahvé añada” que provienen de lo expresado por Raquel cuando dio a luz al primero de sus hijos con Jacob: “Dios ha borrado mi afrenta” y “que me añada Yahvé otro hijo”.

Sin embargo de estas expresiones de agradecimiento, José sufrió a lo largo de su vida terribles experiencias como fruto del hecho de que sus propios hermanos lo odiaban, le tenían envidia y terminaron deshaciéndose de él cuando lo vendieron a unos mercaderes luego de haberlo echado en un pozo, para más tarde mentir al padre que había muerto destrozado por los leones. Debido a estas acciones de sus propios hermanos, José sufrió destierro, esclavitud, cárcel, acusaciones infundadas y terribles injusticias. Pero por causa de su fe y amor por Dios que nunca decayeron, pero sobre todo por su decisión de perdonar a quienes le hicieron mal en el mismo momento y no guardar en su corazón el más mínimo rencor, fue honrado por su Creador quien lo llevó a los lugares excelsos.

Muchos de nosotros somos también los “Josés” de los tiempos actuales, aún cuando nuestro nombre no es tal, además de que nosotros cometimos pecados terribles que el personaje bíblico no lo hizo. El factor coincidente es el perdón: José perdonó a los suyos, y en nuestro caso, Dios nos perdonó, honró en nosotros el sacrificio de Jesús, borró toda culpa de nuestra vida y añadió días de solaz, de refrigerios magníficos y de un amor sublime, celestial y único que nos mantiene vivos hasta ahora y que nos lleva también a Sus lugares excelsos, aún en medio de las más terribles tribulaciones.

Cuando perdonamos de corazón, Dios transforma la maldad en poderosas bendiciones que alegrarán nuestros días.

Oración: Señor mi Dios, hoy te oro Padre Santo, para que añadas en mi, abundantes e inacabables virtudes de perdón; que yo pueda perdonar al instante mismo en que reciba una ofensa, sea esta grande o pequeña, voluntaria o involuntaria, de un desconocido, pero sobre todo de alguien que conozco. Que recuerde siempre que Tú me perdonaste de terribles pecados y me salvaste de la condenación a muerte que tenía mi alma, para que a través de perdonar a aquellos que me ofenden, Tú hagas mis pies como los de cierva y me lleves a los lugares excelsos donde yo pueda habitar en Tu presencia. Te lo pido humildemente en el nombre de tu Hijo amado Jesucristo, amén. -CF Jara-

La gloria es de Cristo Jesús, por siempre y para siempre.

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"Oidores y hacedores"

Lunes 5 de Diciembre, 2016.

Nuestro Pan Diario
“Oidores y hacedores”
(Por: Amy Boucher Pye)
Editado por: CF Jara )

Versículo para hoy: Santiago 1:2-27
«… Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones…» Santiago 1:27

La Biblia en un año: 1 Juan 2

El teléfono sonó en medio de la noche. Buscaban a mi esposo, el pastor. Estaban llevando al hospital a una de nuestras guerreras de oración de la congregación, una mujer de unos 70 años, que vivía sola. Estaba tan enferma que ya no comía ni bebía; tampoco podía ver ni caminar. Le pedimos a Dios que la ayudara y tuviera misericordia de ella, ya que nos interesaba mucho su bienestar. La iglesia se puso en acción, organizando una campaña de visitas que no solo la ayudaron a ella, sino que demostraron el amor cristiano a pacientes, visitas y personal médico.

En su carta a los primeros creyentes judíos, Santiago alentaba a la iglesia a ocuparse de los necesitados. Quería que fueran más allá de simplemente escuchar la Palabra de Dios y que pusieran en práctica su fe (1:22-25). Mencionó la necesidad de ocuparse de los huérfanos y de las viudas (v. 27), un grupo vulnerable, ya que, en el mundo antiguo, los familiares tenían la responsabilidad de cuidarlos.

En la forma cómo la sociedad actual está organizada, las viudas y los huérfanos están protegidos por las leyes sociales de los países donde habitamos, sin embargo de las excepciones tristes de los países pobres. Por ello, “las viudas y los huérfanos” de los tiempos actuales son nuestros mismos hermanos de la fe, vecinos, familiares, amigos y desconocidos. La pregunta para hoy es ¿cómo reaccionamos ante aquellos de nuestra iglesia o de la comunidad que están en situaciones de riesgo? ¿Consideramos que ser solidarios con las necesidades de aquellos es parte vital del ejercicio de nuestra fe? ¿Cómo respondemos ante las necesidades planteadas a nosotros por parte de la iglesia, ministerios, ministros y misioneros?

Oración: Señor mi Dios, mi oración este día es que yo pueda sentir lo mismo que Tú por los necesitados. Que el ejemplo de Jesús me mantenga abiertos los ojos espirituales para aprovechar las oportunidades de servir a aquellos que necesitan, porque la Biblia dice que la fe auténtica no solo requiere palabras, sino acciones. Que yo honre la fe que has puesto en mi obedeciendo tus preceptos, de tal manera que cuando una mano necesitada se extienda frente a mí, yo no me atreva a ignorarla, te lo pido humildemente en el nombre de tu Hijo amado Jesucristo, amén. 
-CF Jara-

La gloria es de Cristo Jesús, por siempre y para siempre.

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