La Presencia de DIOS


Devocional para hoy, Viernes 27 de Diciembre, 2019.
Por: CF Jara

Lectura: Jeremías 29:12-14
«Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Y seré hallado por vosotros, dice Jehová…»

Mas de setenta Millones, si, son más de setenta millones de habitantes en los Estados Unidos, los adictos al consumo de drogas en el país considerado el líder de todos los países del mundo en todos los campos. Y ahora, tristemente, también en el campo de las adicciones a drogas y todo tipo de vicios. Y lo más triste del tema es que los mismos gobiernos, en contubernio con los carteles de la droga productores y exportadores, son los que proveen al mercado local de toda esta marea infernal de proporciones apocalípticas. Y en la iglesia, pocos líderes valientes y conscientes hablan del tema. El resto hace mutis por el foro, aún sabiendo las consecuencias de este caos social mundial.

Según las estadísticas médicas, uno de cada cuatro y medio habitantes consume droga por lo menos tres veces por semana. ¿Y la razón para ello? Según muchos especialistas reconocidos, la causa principal son los vacíos existenciales en la vida de estos millones de hombres y mujeres de todas las edades, estratos sociales, creencias, profesiones, etc.

Los vacíos existenciales son vacíos espirituales que los seres humanos buscan llenar con rutinas y costumbres que el mundo -léase “enemigo”- ha creado para mantener a la humanidad esclava de la pornografía, las drogas, el alcohol, la comida, el dinero, el sexo, los juegos de azar, el consumismo compulsivo, el ego, la hechicería, la maldad, el chisme, etc.

El enemigo del mundo ha inducido a la humanidad a través de los milenios, a la ceguera espiritual principalmente a través de tres corrientes religiosas: la ramera apóstata, cuyo trono central se asienta en el vaticano; la religión plagiaria asentada en La Meca; y el ateísmo anarquista, diseminado por todas las naciones. Cada una de estas tres se relaciona con los tres personajes de la Gran Tribulación: el Anticristo, el Falso Profeta y Satanás, respectivamente.

El libro de 2 Samuel capítulo 6 de la Biblia, relata la historia cuando el rey David sintió de parte de Dios, ir al rescate del Arca del Pacto que había estado en manos de los Filisteos por más de 20 años. El profeta Samuel describe con detalle lo ocurrido alrededor de aquella jornada. Pero el fin que tenía David era traer el Arca a Jerusalén porque “allí habitaba la presencia de Dios” (Jueces 20:26-28). David sentía el “vacío espiritual” no solo de él sino de todo el pueblo de Israel. Ellos sabían que la Presencia de Dios traería para todo el pueblo salud, plenitud de gozo y abundancia. En el libro de Hebreos 9:4 se describe lo que estaba en el interior del Arca:
1) La vara reverdecida de Aarón, que representa la autoridad de Dios en nosotros, necesaria para nuestro llamado;
2) El maná del cielo en una urna de oro, que representa la provisión diaria de Dios; y
3) las Tablas de los Mandamientos, que representan a la presencia de Dios en nuestras vidas.

Para la generación de los Tiempos del Fin, Cristo Jesûs es el Arca del Pacto. De hecho, Él es la Tercera y final Arca, después del Arca del Pacto, de Moisés y el Arca del Diluvio, de Noé. En Jesûs encontramos el perdón para nuestros pecados, el amor infinito y maravilloso del Padre hacia nosotros y la vida eterna allá, donde no hay más dolor, enfermedad o muerte. No necesitamos de un ejército numeroso para que nos ayude a traer a Jesûs a nuestras vidas, sino que Jesûs viene a nosotros cuando lo buscamos; tampoco seremos muertos si Dios nos toca con Su mano santa. Al contrario, necesitamos del Mesías Redentor para llenar el vacío espiritual en nuestras vidas, lo cual nos permitirá ser libres de TODOS los vicios posibles, y así vivir una vida plena de gozo y paz.

Yo mismo traté por 37 años de llenar ese vacío espiritual con el alcohol, cigarrillo, la fornicación y una vida licenciosa que incluyó la brujería y el adulterio. Pero nada ni nadie pudo llenar mi vida de la libertad verdadera y plenitud restauradora hasta que conocí y me entregué a Jesûs. De no ser por esa decisión, estoy seguro de que, a la fecha de hoy, pude estar preso en alguna cárcel despiadada, loco en algún manicomio cruel, o muerto en algún cementerio olvidado.

Busca hoy mismo a Jesús para que sustituyas el vicio al que estás esclavizado. Llénate con la Presencia sempiterna de la fuente del perdón y amor mas puro e inagotables que solo están en el Cristo que murió y resucitó por ti, por mi y por toda la humanidad. Hazlo hoy mismo, porque quizá mañana sea demasiado tarde. La gloria sea por siempre para el Santo de Israel.

Oración
«Señor Jesús, te daré gracias de rodillas hoy y siempre, hasta el último segundo de vida. Si no fuera por Ti, yo no estaría aquí hoy, disfrutando de las delicias de la vida aún en medio de grandes tribulaciones. Tu salvación me libró de terminar mi vida recluido en algún sanatorio mental, preso en alguna cárcel despiadada, o tal vez inerte en algún cementerio olvidado. Si no fuera por Ti, por Tu gran amor por mí, por Tu sacrificio en la cruz, no podría ver las mañanas soleadas o los atardeceres de pintura que Tú pintas para mí. Si no fuera por Ti, yo no soñaría mirando a las estrellas, ni podría abrir mi boca para cantar las maravillas de Tu Nombre en las madrugadas. Por eso y por mil cosas más, te daré gracias de rodillas, hoy siempre, hasta el último aliento de vida que me permitas, en el nombre de Tu Hijo amado, Yeshua HaMashiaj, amén.»

התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: 2 Samuel 6

Historias de Navidad: Loco de remate


Devocional No.1095 para hoy, Lunes 2 Diciembre, 2019.
“Historias de Navidad: Loco de remate”
Por: CF Jara
Lectura: Deuteronomio 28:1-2
«
Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios.»

-César, César, levántate y vete a casa.” Eran las 6 de la mañana de aquel Sábado 15 de Diciembre del año 2001. La voz del Señor sonó tan clara y audible en mi interior que me despertó. Me encontraba en una de las habitaciones del Northwestern Memorial Hospital de Chicago, conectado a todas las máquinas médicas de señales vitales, sueros, electrodos, etc., listo para la cirugía de la columna vertebral que el médico especialista español, Dr. Carlos Gutiérrez, había programado para las 9 de la mañana de aquel día.
Diez días atrás, yo había sufrido una caída mientras me encontraba trabajando en el turno de la noche como “valet-parking” en un hotel del centro de esta ciudad. La noche anterior había nevado. Usualmente y con el pasar de las horas, la nieve se convierte en hielo resbaladizo (black ice) y hace muy peligrosas a las calles. Después de la caída empecé a sentir un inmenso dolor en el área de la cervical y con el pasar de los días, mi mano y brazo derechos perdían la fuerza poco a poco a tal punto que no podía sostener un vaso de agua o abrir la pasta dental. Asistí a la oficina de un ortopedista, pero el tratamiento empeoró el dolor.
La tarde del Miércoles 12 me dirigía a mi segundo trabajo cuando alcancé a divisar el rótulo de emergencia del hospital, y entré. Luego de alrededor de cinco horas y varios exámenes, llamaron al especialista, Dr. Gutiérrez, quien me explicó que tenía que operar de urgencia, pues había una fisura entre las vértebras cervicales 4 y 5. El galeno también me detalló los posibles resultados negativos que aquella operación provocaría en mi vida, como el hecho de que la recuperación podría tomar entre 6 meses a un año, tiempo por el cual estaría deshabilitado para caminar, y lo peor, que no podría volver a practicar ningún deporte por el resto de mi vida. Nuevamente sentía que una espada filuda pendía a pocas pulgadas de mi cuello. Aquella noche hice una multi conferencia con mi familia y pastor, oramos y en la oración puse mi vida y la de mi hogar en las manos del Señor.
Esta historia-testimonio es larga por la gran cantidad de detalles maravillosos que sucedieron alrededor, pero por motivos de espacio debo resumirla. Volviendo a la historia, aquel Sábado, tan pronto oí la voz del Señor, abrí los ojos, me senté en la cama y empecé a quitarme todas aquellas sondas, alambres, etc., y me dirigí a mi locker a buscar mi ropa. Se armó un alboroto, pues cuando las enfermeras me vieron, empezaron a gritar -en inglés- “¿qué haces?”, “¿estás loco?”, “llamaremos a seguridad”.
“Si”, -pensaba yo- “estoy loco, pero he de obedecer al Señor.” Y contesté a las enfermeras: “Pueden llamar a la policía, pero me tengo que ir. Dios me habló y me dijo que me fuera a casa.” Hoy, mientras escribo este mensaje, me rio al recordar las caras que aquellas buenas mujeres pusieron. Esos rostros reflejaban un solo pensamiento: “Este hombre se volvió loco de remate.”
Después de firmar el documento que liberaba al hospital y doctor de cualquier responsabilidad futura, me fui. Aquella mañana estaba nublada y no hacía mucho frio a pesar de la espesa capa de nieve que cubría las calles. Al llegar al apartamento que compartía con un familiar muy estimado, éste se sorprendió al verme entrar. Entonces le dije que Dios me había hablado y que yo solo obedecía. Mi primo entonces solo asintió con su cabeza y dijo: “Pues vamos a dejar todo en las manos de Dios.”
Los tres días siguientes pasé postrado por el dolor y la morfina que calmaba mi dolor pero que no me dejaba trabajar, peor tener una vida normal. La noche del Martes 18 de Diciembre del 2001, como a las 11:15 pm, mientras yacía boca abajo en mi cama, escuché que se abrió levemente la puerta de mi cuarto. Entonces una sensación de paz infinita me invadió. Mi espíritu reconoció a un ángel, quizá el Señor Jesucristo. Luego sentí cómo ese alguien se sentó en el filo de la cama y puso sus dos manos con los dedos entrelazados sobre el área de la lesión y empezó a presionar hacia abajo. Después de la segunda presión me quedé profundamente dormido.
Me desperté un cuarto para las 5am. Salté de la cama a la ducha. Mientras me enjabonaba, me di cuenta de que lo hacía con mi mano derecha, que se movía como si nada hubiera pasado. Entonces me toqué la cervical buscando aquella gran hinchazón, pero había desaparecido. Al terminar la ducha, llamé al supervisor y le dije que estaba listo para trabajar. Omar era su nombre. Cuando oyó mi petición, hizo una larga pausa y dijo: “¿estás seguro? ¿qué pasó con la operación? Feliz y lleno de gozo le contesté: “Estoy bien, Dios me sanó.”
Hermanos, desde aquel día hasta el sol de hoy, he trabajado, caminado, corrido muchas millas. He subido montañas, he nadado, levantado pesas, corrido bicicleta. He jugado muchos, muchos partidos de fútbol, y he marcado muchos, muchos goles. Pero, sobre todo, he salido en muchos viajes misioneros alrededor del mundo entero que han requerido de gran derroche físico. Lo he podido hacer solo por la gracia de Dios. Y aquí estoy, en victoria, por la misericordia del Señor, listo para las próximas misiones que Él me muestre. La fotografía de este mensaje es el Templo Kinkaku-ji (Pabellón Dorado) en Kyoto, y la tomé yo, en mi viaje misionero al Japón.
El libro de Números capítulos 13 y 14 nos relata la historia que se desarrolla después de que Dios le dijera a Moisés que envíe doce espías a las tierras de Canaán. Aquellos hombres comprobaron que eran las tierras donde fluían leche y miel, pero también, el territorio de ciudades fortificadas, ejércitos poderosos y de hombres gigantes que “se tragaban a los pueblos como si fueran langostas.” Al regresar de la misión después de cuarenta días, los doce espías dieron su reporte a Moisés, Aarón y al pueblo. Entonces los israelitas vieron una muerte segura, por lo que, lógicamente, desearon con todas sus fuerzas regresar a Egipto. Solo Caleb y Josué pudieron ver la bendición más allá de semejante peligro. Ellos confiaron en que “si Dios prometió, poderoso es para cumplirlo. Solo hay que creer y obedecer.” (Efesios 3:20) Su fe permitió que Israel llegara un día a ocupar las tierras que el Señor les había prometido. Y ambos se inmortalizaron en la historia bíblica como hombres que basaron su valentía en lo que Dios les prometió.
Hermano, no sé cuál es tu lucha o dolor por el que estás pasando, o el milagro que estás esperando. No soy tampoco ni como Aarón ni como Josué. Pero creo firmemente que la lógica de Dios es completamente diferente a la lógica del hombre; y cuando éste dice “NO”, el Señor viene al medio como Poderoso Gigante y te dice “SI”, si puedes creer. Porque si crees, obedecerás lo que Dios te mande a hacer, aun cuando la lógica del mundo te diga que te has vuelto un “loco de remate”. Y verás los portentosos milagros y maravillas que solo nuestro amado Dios puede hacer.
En lo que a mi concierne, como dijo Josué, si por mi fe y obediencia a Cristo me persiguen, me desprecian, me humillan, me llaman loco, pues que me llamen como quieran, porque yo prefiero ser “un loco en Cristo Jesús” que un cuerdo en un mundo sin esperanza. Gloria al Dios del universo.
Oración
«Amado Padre celestial, gracias por Tu Palabra en este día. Te ruego que llegue a donde tiene que llegar y toque los corazones y las vidas de aquellos que Tú has destinado. Que nada ni nadie nos robe la esperanza de que las promesas que Tú nos diste, se cumplan en el tiempo que Tú ya determinaste. Y que podamos, con un corazón sincero y agradecido, darte las gracias siempre por Tu amor y Tu misericordia, en el nombre de Tu Hijo amado, Yeshua HaMashiaj, amén.»

 היא רק של ישוע המשיח 

Jesucristo es el dueño de toda la gloria.
"Îshu-nejar, Jesús, la Luz del mundo"
Ministerios Cristianos Online



Bajar el Mensaje de hoy:                                    Bajar el Libro del Mes:
Jesucristo, el Rey del Universo
y de Nuestra Vida
                               
Los Protocolos de los Sabios de Sion


                                                     Síganos en:      Facebook  ----   Twitter
                                    
                                       Ministerios Apostólicos “Îshu-nejar” son una división de 
                                                 los Ministerios Cristianos Online “Îshu-nejar”

El Amor Todo lo Sufre


Devocional No.1096 para hoy, 
Miércoles 11 Diciembre, 2019.
“El Amor Todo lo Sufre”
Por: CF Jara
(Tomado del Devocional del 9 de Julio, 2018)

Lectura: 1 Corintios 13:4-8
«El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser;»

Hoy compartimos un mensaje acerca del amor, en el capítulo 13 de la primera carta a los Corintios, llamado también, el capítulo del amor. En la película “Pablo, Apóstol de Cristo”, los actores James Faulkner y Jim Caviezel hacen los papeles de Pablo y Lucas respectivamente, de una manera excelente para recrear los eventos que sucedieron en los últimos momentos de la vida de Pablo, alrededor del año 67 d.C. La película en general, muy bien dirigida y apegada a los hechos que relata la Biblia en un 90%, debe ser vista por los cristianos seguidores de Jesús por dos razones:
1) relata la decisión de Pablo de volver a escribir sus cartas luego de que había dejado de hacerlo cinco años atrás y después de ser convencido por Lucas para ello; y
2) nos enseña que el principio que debe reinar en nuestras vidas es el amor, especialmente por nuestros enemigos.

Pablo escribe en su primera carta a los Corintios, que la Biblia nos MANDA a respetar, obedecer y orar por las autoridades de todo tipo, sean estas gubernamentales, policiales, eclesiales, militares, judiciales, etc., aun en el caso de que estas autoridades, según nuestra opinión, sean injustas, corruptas, etc., porque YHWH es quien pone y saca gobiernos, reyes y príncipes (Daniel 2:21) conforme a Sus planes y sabiduría.

Así mismo, Pablo nos recuerda que Jesucristo nos “MANDA” a amar y a orar por nuestros enemigos, aquellos que nos hacen o nos han hecho daño, nunca a buscar venganza o a desearles el mal. Este es quizá, el principio espiritual más poderoso de la Biblia, pues aun siendo pecadores, culpables y condenados a la muerte eterna por nuestra maldad, Jesús, el Dios Todopoderoso, se hizo hombre y se entregó para morir por nosotros en una muerte espantosa. Sin embargo, la mayor parte de los cristianos y no se diga la gente del mundo, fallamos y hasta nos rebelamos en obedecer este mandato poniendo como justificación el dolor y las humillaciones que hemos sufrido.

En los tiempos de Moisés se establecieron más de 600 leyes entre ellas, la Ley de Talión o la del ojo por ojo y diente por diente, donde “si me matas un hijo, te mato dos.” Pero la Biblia dice «Mia es la venganza, yo pagaré.» (Romanos 12:19). La venganza es la obra cumbre de Satanás. Su odio por la creación de Dios se traduce en odio por la humanidad para mentir, robar, destruir y matar todo lo que nuestro Padre Eterno nos da (Juan 10:10). Mientras que el amor es la obra cumbre de Jesucristo, que nos enseña a amar y perdonar a todos los seres humanos, sean hermanos de la fe o no, conocidos o desconocidos, del país, creencia, afiliación política que sean, etc., básicamente porque, como imperfectos que somos, hemos también ofendido, ofendemos y ofenderemos a otros y causaremos dolor a otros, por lo que necesitamos ser perdonados por nuestros pecados por parte del Juez Justo y Supremo, quien, para darnos Su perdón, desea que en nuestro corazón no exista rencor por ninguna persona en la más mínima expresión.

Hermano, recuerda, si la ofensa viene y te golpean en la una mejilla, no respondas ni te defiendas, sino ofrece la otra mejilla. Si el ofensor nunca te pidió perdón, perdónalo y ora por aquel e intercede ante Dios por bendiciones para su vida. Entonces, te lo digo por mi ministerio, llegarás a ver milagros portentosos en tu vida. La verdad nos hace libres; el amor nos da el gozo; el perdón nos llena de la paz que sobrepasa todo entendimiento; y la esperanza de la vida eterna se renueva en cada amanecer. Pruébale a Dios y verás Su gloria en tu vida.

Oración
«Padre Eterno, gracias Señor por Tus bendiciones para mí y para los míos.
Gracias también por Tu Palabra que nos recuerda cada momento, el camino correcto por donde debemos caminar.
Hoy nos recuerdas de que, si estamos vivos, es por Tu amor, sublime e inconmensurable.
Y si recibimos este interminable amor aun por encima de nuestros pecados y transgresiones, así mismo debemos amar a todo ser humano, sea de donde sea, crea en lo que crea y trabaje donde trabaje, porque Tú no haces acepción de ningún ser humano.
Siendo entonces Tus seguidores, tenemos que honrar Tu mandato de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos y amar aun a aquellos que nos hacen mal.
El amor que nace de Ti es sufrido y benigno; no tiene envidia de nada ni de nadie. Este amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. El amor que nace de Ti todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. Tu amor nunca deja de ser.
Lléname de Tu amor Padre Santo hasta que me desborde, Señor, para que yo pueda amar a todos los seres humanos con los que interactúo día a día y pueda perdonar a todos mis deudores, te lo ruego, Señor, en el nombre Todopoderoso de Tu Hijo amado Yeshûa HaMashiaj, amén.»
התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Gálatas 5:19