La Biblia establece claramente que Dios creó una sola raza o linaje, la humana, de la cual se derivan todas las etnias. Sin embargo, hasta el día de hoy, los científicos mantienen tercamente que sobre la tierra coexisten varias razas como la blanca, negra, cobriza, roja y amarilla, ignorando a propósito que hay una gran diferencia entre raza y etnias.
Mientras la “raza” humana es una sola, la que desciende de Adán, las “etnias” son cientos, y se clasifican de acuerdo a los efectos que las condiciones externas e internas producen sobre humanos que viven en un sector geográfico específico. Estos efectos dependen de muchos elementos naturales como el agua, aire, alimentos, la naturaleza circundante, las tareas o trabajos, etc., que influyen sobre los seres humanos alterando toda su apariencia física, desde el color de la piel, ojos, cabello, el tipo de pelo y piel, la altura corporal, la estructura osea-muscular, etc., etc. Etnia entonces encasilla a los seres humanos de acuerdo a esas características especiales.
Esta confusión provocada a propósito por los científicos ha sido aprovechada por los judíos para declararse como raza, cuando en realidad son, como dijimos más arriba, una etnia que desciende de la mezcla de tres pueblos, los persas o iraníes, los turcos y los armenios, que, para los efectos de este estudio, descienden de Jafet y no de Sem. Quienes si son semitas son los pueblos árabes y los descendientes de las nueve Tribus del Israel bíblico que habitan tanto en Arzareth (América) como en el resto del mundo.
Ahora, lo que sí existen sobre la tierra son tres razas o linajes que no se originaron en las manos de Dios sino en el odio de Satanás: los Reptilianos, que son el primer linaje que pobló la tierra, los Nefilines, el tercer linaje, y el linaje de los humanos híbridos que descienden de las mezclas de humanos con los dos linajes de Satanás.
Por esta razón, estudiar e investigar cuáles son las razas o linajes que pueblan la tierra se ha vuelto absolutamente indispensable en estos tiempos escatológicos donde el mundo pareciera que cada día se empeorara más y más. Académicos y científicos de todas las ciencias llevan a cabo una constante e incesante búsqueda de la verdad. Historiadores, genealogistas, arqueólogos, biólogos, sociólogos, así como exégetas bíblicos, etc., incluso algunos agnósticos buscan el punto común en cuanto a cuáles son las razas de hombres y mujeres que pueblan la tierra, perdiendo de vista lo que la Biblia dice claramente que Dios hizo una sola raza, y desconociendo la verdad bíblica -voluntaria o involuntariamente -acerca de las otras razas o linajes de Satanás.
La ignorancia acerca de esta verdad se debe a que la humanidad ignora a la Biblia y busca las respuestas en la ciencia, la cual se basa en muchas teorías que no han podido ser comprobadas, pero que oculta aquellas verdades que sí se han comprobado, dejando que rijan el conocimiento humano muchas teorías confusas y hasta descabelladas como la Evolución de las Especies de Charles Darwin.
Pero los cristianos tenemos a la Biblia como la fuente de toda verdad, pues allí está escrito TODO. Usted quizá se pregunte por qué solo los creyentes en Jesucristo podrían ver/recibir la revelación divina mientras que los inconversos no pueden. La Biblia dice que la verdad de Dios le es oculta a todo ser humano, excepto a quienes tienen al Espíritu Santo viviendo en su interior.
Por ello, si usted no tiene a Jesûs en su corazón, pero quiere recibir la revelación de la Palabra de Dios, necesita primero entregar su corazón a Jesucristo. Entonces podrá buscar, recibir y entender la revelación divina en Espíritu y en Verdad a través de invocar al Espíritu Santo de Dios y en el Nombre de Jesûs. Inclusive, muchos creyentes, ministros y estudiosos bíblicos cristianos no reciben la revelación porque se han apartado de Dios o porque se olvidan de hacer esta invocación antes de estudiar el libro bendito.
Y luego de que la verdad le sea confirmada o revelada, compártala con todos quienes pueda, no se guarde la verdad de Cristo Jesûs, porque, así como usted y yo necesitamos algún día de esta maravillosa Luz, así también hay muchos que para ser rescatados del mundo de oscuridad y muerte donde yacen dormidos, necesitan de la Luz admirable que es Cristo Jesûs Señor nuestro.
LOS CUATRO LINAJES QUE PUEBLAN LA TIERRA
Obedientes al mandato de Dios de compartir con gracia lo que por gracia recibimos, hacemos públicos estos mensajes del Espíritu Santo del Dios Todopoderoso y por siempre Eterno. Mucha e impresionante revelación acerca de muchas cosas ocultas que el Espíritu Santo nos ha mostrado, y que es necesario publicar a través de estos escritos bíblicos. Pero repito otra vez más, hermano, hermana, no me crea a mí, sino que vaya y estudie por su cuenta, pídale al Santo Espíritu que le dé la revelación, que le confirme si lo que usted lee en estos mensajes es verdad o no.
Aquí en orden cronológico, es decir, en orden de aparición sobre la tierra, los CUATRO linajes que la Biblia dice habitan en este planeta desde el principio de los tiempos:
- El primer linaje son los Reptilianos que descienden de la serpiente antigua a través del linaje de Caín-Naama-Canaán. Los Reptilianos son seres híbridos mitad serpiente mitad humanos, portadores de la semilla de Satanás practicantes entre otras cosas, del canibalismo, como Caín y la serpiente;
- El segundo linaje son los Humanos que descienden de Adán a través de Set; de éste desciende Noé; de éste sus tres hijos Cam, Sem y Jafet; y de estos todos los seres humanos. Ahora, de entre los humanos hay dos linajes Adoptados por Dios como Suyos: el Israel bíblico que desciende de Sem, y luego de su desaparición, Dios adoptó como pueblo Suyo a los redimidos por Jesucristo;
- El tercer linaje son los Nefilines o Extraterrestres que descienden de los hijos de los ángeles caídos y las mujeres humanas. Los Nefilines en realidad son los demonios intra y extraterrestres que habitan dentro de la tierra, en su superficie y en la luna y los planetas del sistema solar; y
- El cuarto linaje son los Humanos Mezclados, que descienden de Noé pero que se han mezclado con los Reptilianos y Nefilines por lo que portan la semilla del mal de Satanás. Estos son el Poder Omnímodo, los hacedores de maldad que sirven a dioses maléficos como Moloch, Baal, Satán, etc., que odian con todas sus fuerzas a la humanidad y que por los siglos de los siglos la vienen atacando provocando mentiras, odio, guerras, asesinatos, genocidios, hambre, pobreza, miseria, todas las enfermedades, epidemias, depravaciones, etc.
Para desenmascarar en forma total a estos seres humanos mezclados con el linaje de Caín, había que investigar todo, desde el principio de la Creación. Y en el camino, Dios nos reveló muchas otras verdades como, por ejemplo, que el Señor creó una sola raza, de la que descienden todas las etnias; que el enemigo dio origen a sus linajes que se mezclaron con los humanos, linajes que habitan actualmente tanto en el interior como en la superficie del planeta tierra, así como en la luna y los planetas del sistema solar, y muchas otras revelaciones fascinantes que estamos seguros, reventarán muchas falsedades que se han instalado en la iglesia del Señor Jesucristo como verdades bíblicas.
Que todo sea para la gloria del Dios Todopoderoso.
SÍNTESIS DE LOS CAPITULOS
Los tres primeros capítulos informan acerca de los tres linajes que aparecieron en el Edén, en orden cronológico: Reptilianos, Linaje de Dios y Nefilines. El primer y tercer linaje se originaron en la serpiente antigua (Satanás) mientras que el linaje de Set desciende de Dios.
El capítulo IV por su parte, denuncia en forma cronológica y detallada las maldades del enemigo de Dios desde el principio de los tiempos, para destruir a la raza humana, lo más preciado de la creación del Señor. Y para llevar adelante su plan fue que el Opositor generó sus propios linajes y provocó la mezcla con los humanos del linaje de Dios resultando los Humanos Mezclados.
Estos son los humanos que cometen toda clase de maldades, perversidades, aberraciones, depravaciones, asesinatos, etc., porque odian al Creador del Universo y a Su Creación. De esta mezcla se han originado varias etnias que el príncipe de este mundo usa para sus crueles objetivos. Y entre estas etnias están los judíos sionistas edomitas kházaros falsos semitas, quienes han ejecutado el plan del enemigo en contra del mundo y la civilización humana desde su aparición en el primer siglo hasta las fechas actuales, a través de apoderarse de la identidad del verdadero pueblo Israelita bíblico. A continuación, un pequeño resumen de cada capítulo:
El capítulo I, “Los Reptilianos” trata acerca de la primera raza o linaje que apareció sobre la tierra como resultado de la rebeldía de Eva y Adán. Eva concibió a su primer hijo Caín con la serpiente, y Caín es el padre de los “Reptilianos,” seres mitad serpiente mitad humanos, que gobiernan la tierra desde los diferentes gobiernos y organismos, y cuya misión es someter a la humanidad para recibir al Anticristo, el hijo de satanás, a quien harán tomar asiento en el trono del Tercer Templo, que es el Trono de Dios, lo cual dará lugar a la Abominación Desoladora.
Los Reptilianos, al igual que los Nefilines o ángeles de Satanás, NO son inmortales por lo que tienen cuerpo físico al igual que alma y espíritu. A pesar de que tienen órganos sexuales, no pueden reproducirse directamente, pero lo han hecho a través de la inseminación artificial. Por ello abducen a mujeres desde los comienzos de los tiempos para inocularles la semilla satánica para que engendren seres mitad humanos mitad demonios.
Ahora, estos demonios habitan en otra dimensión diferente a la terrena, y para entrar, necesitan de algunas puertas dimensionales que se abren a través de varios eventos como las ceremonias de brujería y hechicería, los sacrificios de niños en las misas de medianoche, en los abortos provocados, y a través de máquinas científicas infernales como el colisionador de drones CERN. En la antigüedad, todas las civilizaciones que los humanos admiran, construyeron pirámides para hacer gigantescos sacrificios de niños, hombres y mujeres, para ver a sus dioses, en realidad, demonios.
El capítulo II, “Arzareth y los Jesucristianos” tiene dos objetivos: primero, demostrar que Dios creó una sola raza que desciende directamente de Set, el segundo hijo de Adán y Eva; y segundo, que el Señor escogió a dos pueblos como Suyos, los Israelitas y los Jesucristianos. La descendencia de Dios es así: de Set desciende Noé; de éste sus tres hijos Cam, Sem y Jafet; de éstos descienden a todas las etnias que poblaron la tierra después del Diluvio, excepto Canaán y su descendencia, que originaron a los Reptilianos.
Sobre los dos pueblos escogidos por Dios, están los Israelitas del Antiguo Testamento que fueron la etnia que desciende de Sem. Dios llamó a Abraham para dar origen tanto a las doce tribus del Israel bíblico, como también a los pueblos árabes. Pero Israel, el pueblo bíblico fue esparcido por el mundo por causa de su rebeldía. Entonces el Señor envía a la tierra a Su Hijo para dar origen a los Jesucristianos o redimidos por la sangre de Jesûs., que, según la Biblia, fueron adoptados como pueblo de Dios a través del sacrificio de Jesûs.
Ahora, el
propósito de Dios para dar origen a Israel no fue por vanidad o porque quería
hacerlos ricos y poderosos sino para que eliminaran de la faz de la tierra
tanto a la descendencia de Canaán, que son los Reptilianos, como a los demonios
Nefilines, pues ambos habían sobrevivido al Diluvio. Y debido a que los
Israelitas fallaron con la misión, el Señor dispersó al remanente por el mundo,
donde estarán hasta el final de los tiempos.
En este capítulo también se analiza la casi extinción tanto de las diez tribus del reino del norte como de las dos tribus de Judá, debido a las invasiones de los enemigos de Israel entre los siglos 7 a.C. y el año 70 d.C.
Así mismo se comenta sobre el viaje de los pocos sobrevivientes del reino del norte después de la primera invasión de Asiria en el siglo 7 a.C. Este remanente se exilió, según el profeta Esdras, en unas tierras lejanas llamadas “Arzareth” que hoy se sabe que es el continente americano, pero también, que Arzareth es donde están los descendientes de los Israelitas bíblicos que serán redimidos en los tiempos finales de la Gran Tribulación.
Esto probaría que los antiguos Israelitas bíblicos dieron origen a los aborígenes o indígenas que pueblan las Américas desde Alaska hasta la Patagonia, pero que, según la Biblia, no saben de su origen semita porque todavía deben esperar para su redención.
En cuanto al segundo pueblo que Dios adoptó, los Jesucristianos, el escrito se centra en probar porqué los conocidos actualmente como Cristianos Evangélicos son el Israel de los tiempos del fin, la sal de la tierra, la luz del mundo. Y por esa razón, nuestra responsabilidad es cumplir con la misión dada por Jesucristo de ir y predicar Su mensaje por los confines de la tierra, no sea que nos suceda como a los Israelitas, quienes, por procrastinar con la misión dada por Dios, fueron alejados en el olvido de los tiempos.
El capítulo III, “Los Nefilines” por su parte trata acerca de la tercera raza o linaje que apareció sobre la tierra como resultado de otra rebeldía, la de los ángeles caídos, que dio lugar al aparecimiento de los Gigantes Nefilines, los entes hijos y descendientes de los ángeles caídos y las mujeres humanas. Estos seres son los “Intraterrestres” que viven en el inframundo (subsuelo) y “Extraterrestres,” que viven en los planetas del sistema solar, pero que son demonios mitad ángeles mitad humanos.
La historia ha hecho creer a la humanidad como un hecho de ficción la existencia en la antigüedad de los titanes, entes semi-hombres semi-dioses con poderes extraordinarios, capaces de realizar epopeyas tan asombrosas que ningún hombre común nunca podría hacerlo por más fuerte que sea. La ciencia, como siempre, ha dejado esta creencia en el limbo de la “utopía” y la llama “mitología” evadiendo reconocer la veracidad de la existencia de estos seres.
Sin embargo, la Biblia no solo lo confirma, sino que identifica a estos seres como los gigantes o “Nefilines” a quienes los habitantes, gobernantes y ejércitos de los imperios más poderosos que habitaron la tierra hace más de tres mil años, adoraron como sus dioses. Estos personajes asombrosos son parte de las mitologías de los imperios Sumerio, Egipcio, Asirio, Babilonio, Griego y Romano, y son los responsables de la construcción tanto de las pirámides como de todos los grandes monumentos y civilizaciones antiguas incluyendo Lemuria, la Atlántida, la Antártica, etc., pero también de las ciudades subterráneas y las civilizaciones en los planetas del sistema solar.
Los Nefilines que, como dijimos antes, son el producto de la abominación sexual entre un grupo de ángeles caídos con las mujeres humanas en los tiempos previos al Diluvio, son seres que por su maldad fueron mutando hasta convertirse en demonios poderosos que han sobrevivido hasta los días de hoy, y que han desarrollado tecnologías nunca vistas por los humanos, capaces de llevarlos en minutos al otro lado del sistema solar. En otras palabras, aquellos seres conocidos como “extraterrestres,” son demonios de satanás que viven dentro de la tierra, dentro de los volcanes, debajo de los mares y en los planetas del sistema solar.
El capítulo IV, “Los Mezclados,” trata acerca de los humanos que portan la semilla del mal, que rechazan a Jesucristo y que adoran al príncipe de este mundo. Esto es debido a que resultaron de la mezcla entre humanos del linaje de Dios con otros humanos descendientes del linaje de la serpiente, Reptilianos o Nefilines. Los humanos mezclados son parte del Poder Omnímodo, los enemigos del Dios Creador, grandes hacedores de maldad que por los siglos de los siglos vienen atacando a la humanidad para destruirla, y que incluso se atrevieron a crucificar y dar muerte al Hijo de Dios en la cruz, y en lugar de arrepentirse, guerrean con paciencia desde el comienzo de los tiempos y lo harán hasta el final.
La Biblia identifica a algunos de estos pueblos y los llama “enemigos de Dios,” entre los cuales tenemos los descendientes de Canaán, que dieron origen a varias etnias y pueblos como los edomitas, ismaelitas, moabitas, agarenos; gebalitas, amonitas, amalecitas, filisteos, libaneses, asirios, madianitas; a los descendientes de Sísara, Jabín, Oreb, Zeeb, Zeba, Zalmuna, etc.
Muchos de estos mezclados son parte de varios círculos secretos como los Iluminatis, Rosa Cruces, Francmasones, Club Bilderberg, Bohemia, Davos, Calaveras y Huesos, Opus Dei, Jesuitas, Caballeros de Malta, Templarios, Priorato de Sión, Orden del Templo, Orden de los Druidas, Ku Klux Klan, Caballeros de Colón, etc., Consejo Mundial Judío, etc., de familias como algunos reyes y príncipes de Europa, los Rothschild, Rockefeller, Bush, Soros, Silverstein, Solomon, Schwab, Gates, Zuckerberg, etc.
Y para dominar al mundo han fundado organizaciones satánicas como el Banco Mundial, Reserva Federal, Wall Street, ONU, OEA, OTAN, FMI, OMS, etc., y por supuesto, su nación bandera, Israel, para lo cual se apoderaron de la identidad del Israel bíblico.
Los mezclados han alcanzado posiciones de líderes políticos, presidentes, gobernantes, militares, académicos, científicos, periodistas, personajes públicos, etc., pero que debido a que portan la semilla de satanás, practican todas las depravaciones y aberraciones posibles en contra de Dios, como el canibalismo y sacrificio de niños, y adoran y sirven a dioses satánicos como Moloch, Baal, satán, etc.
Muchos líderes de los judíos sionistas kházaros son mezclados, por ello desde su aparición en el siglo 4 a.C. han ido sembrando mentiras y falacias entre la humanidad hasta los tiempos actuales con el fin de provocar odio, asesinatos, guerras, genocidios, pandemias y enfermedades, pobreza, miseria, depravación, etc.
A propósito
de los mezclados, existe una única manera de saber si un ser humano tiene la
semilla de satán:
"Cuando un hijo de Dios (cristiano) presenta el plan de salvación a un no creyente, invitándole a aceptar a Jesûs como su Señor y Salvador, si la respuesta es enojo, blasfemias, rechazo, violencia, maldiciones, etc., en contra del Hijo de Dios, esto significa que es un mezclado y posee la semilla de Satanás, pues solo el enemigo de Dios y sus demonios se atreven a blasfemar en contra del santo Nombre de Jesucristo."
Finalmente, El Tiempo ha Llegado, son las conclusiones de la investigación acerca de los eventos de odio, maldad, depravación, corrupción, miedo, hambre, injusticia, idolatría, etc., que asolan a la humanidad en estos días y que confirman las profecías bíblicas de que estos son los tiempos del fin. Se puede afirmar que la civilización humana que empezó con Adán, está cerca a experimentar los tiempos más terribles nunca antes vistos de guerras, destrucción y muerte brutales, pero todo permitido por Dios para llevar a la tierra y a los santos a los tiempos de la Eternidad.
Esta investigación fue llevada a cabo gracias a la misericordia y guía del Espíritu Santo de Dios. Le rogamos al Señor que sea para edificación de las vidas de todos cuantos lean este mensaje y hacemos un llamado a los lectores para que, si tiene algo de que arrepentirse, lo haga sin demoras, y busque el perdón y la redención que solo Jesucristo ofrece, pues si no lo hace, terminará sin ninguna duda, literalmente en medio de las llamas del infierno eterno.
Y hermano, si usted encuentra en este escrito algo bueno, honesto, justo, puro, amable, de buen nombre, virtuoso, digno, positivo, edificante, etc., no olvide de compartir y darle toda la gloria, toda la honra y todo el honor al único merecedor de toda nuestra alabanza, a Jesucristo, el Rey de reyes y Señor de señores, por los siglos de los siglos, amén.
«Padre Santísimo y Dios Todopoderoso, Señor mío y Dios mío, mi Guía y mi Liberador, mi Proveedor y mi Protector, mi Inspiración y mi Fortaleza, Santo por siempre santo, por los siglos de los siglos, Dios Eterno y Justísimo, Tuyas son todas las glorias, toda la honra y todo el honor por la eternidad eterna. Santo por siempre Justo, te pido Padre amado que me bendigas con Tu gracia, Tu unción, Tu sabiduría, Tu protección, Tu fortaleza y Tu provisión; que nunca me faltes Tû, Dios supremo y Portentoso, para poder seguir el camino que has puesto delante de mí, y que pueda cumplir la misión que me has encomendado con honor, para Tu gloria Dios de mi vida. Te lo ruego en el precioso Nombre que es sobre todo nombre, en el Nombre de Tu Hijo amado Ιησούς ο Μεσσίας, amén y amén.»
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