Prosigo a la meta

Viernes 6 de Junio, 2015

Nuestro Pan Diario
“Lo que hacemos”
(Por David C. McCasland)

Lea: Filipenses 3:7-17
 

«… prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios…» Filipenses 3:14
Biblia en un año: 2 Crónicas 23–24; Juan 15



Cuando murió Roger Ebert, ganador del premio Pulitzer como crítico de cine, un periodista escribió: «Con toda su fama, honores y celebridad, todas sus entrevistas exclusivas y encuentros con grandes actores, Ebert nunca olvidó la esencia de lo que hacemos: críticas de películas. Él las reseñaba con un celo contagioso y un intelecto inquisitivo» (Dennis King, The Oklahoman).

El apóstol Pablo nunca olvidó la esencia de lo que Dios quería que fuera e hiciera. La convicción y el entusiasmo eran el núcleo de su relación con Cristo. Ya fuera que razonara con filósofos en Atenas, naufragara en el Mediterráneo o estuviera preso y encadenado a un soldado romano, se centraba en su llamado a «conocerle [a Cristo], y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos», y enseñar sobre Él (Filipenses 3:10).

A la iglesia en Filipos, le escribió: «yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús» (3:13-14). En cualquier circunstancia, Pablo continuaba fiel a su llamado.

Que siempre recordemos la esencia de lo que fuimos llamados a ser y hacer como seguidores de Jesús.
El fervor de Pablo se centraba únicamente en su relación con Jesucristo.


Encuentre más lecturas edificantes en Nuestro Pan Diario
 
Ministerios Cristianos Mundiales “Îshu-nejar”
www.ministeriosishunejar.com

Hechura suya

Jueves 4 de Junio

Nuestro Pan Diario
“Algo nuevo”
(Por Tim Gustafson)

Lea: Efesios 2:10-22
 

«Porque somos hechura suya…» Efesios 2:10
Biblia en un año: 2 Crónicas 19–20; Juan 13:21-38


Eran solo trozos de madera, pero Charles Hooper vio mucho más que eso. Tras rescatar unos viejos tablones de un granero abandonado, esbozó unos planos sencillos. Después, taló robles y álamos de su propiedad y, con cuidado, los recortó. Pieza por pieza, empezó a encastrar la madera vieja con la nueva.


Actualmente, esa perfecta cabaña de madera, entre los árboles de las montañas de Tennessee, en Estados Unidos, se levanta como un tributo constante a la visión, talento y paciencia de aquel hombre.


Dirigiéndose a una audiencia gentil, Pablo relata cómo obró Jesús para crear algo nuevo al unir a los creyentes judíos y gentiles, y formar una nueva entidad: «Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo» (Efesios 2:13). Esta nueva estructura fue edificada «sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor» (vv. 20-21).


Aún hoy, Dios toma los trozos de nuestra vida, los encaja artísticamente con otras personas golpeadas y rescatadas, y suaviza con paciencia nuestras asperezas. ¿Sabes algo?… le encanta su obra.

Nuestras asperezas deben limarse para obtener la imagen de Cristo.


Encuentre más lecturas edificantes en Nuestro Pan Diario

 Ministerios Cristianos Mundiales “Îshu-nejar”
www.ministeriosishunejar.com

Te alabaré por siempre

Miércoles 3 de Junio

Nuestro Pan Diario
“Te sientes insignificante”
(Por Dave Branon)

Lea: Salmo 139:7-16

«Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras…» Salmo 139:14
Biblia en un año: 2 Crónicas 17–18; Juan 13:1-20


Estamos entre las más de 7.000 millones de personas que coexisten en un diminuto planeta ubicado en una pequeña sección de un sistema solar relativamente insignificante. En realidad, nuestra Tierra es un minúsculo punto azul entre los millones de cuerpos celestes creados por Dios. En el gigante lienzo de nuestro universo, la majestuosa y extraordinaria Tierra parece una pequeñísima partícula de polvo.

Esto podría hacernos sentir extremadamente insignificantes e intrascendentes. Sin embargo, la Biblia afirma exactamente lo opuesto. Nuestro gran Dios, quien «midió las aguas con el hueco de su mano» (Isaías 40:12), ha distinguido a cada persona que habita este planeta como alguien de suma importancia, porque está hecha a su imagen.

Por ejemplo, creó todo para que lo disfrutemos (1 Timoteo 6:17). También tiene un propósito para todos los que han confiado en Cristo como Salvador (Efesios 2:10). Además, aunque este mundo es tremendamente vasto, Dios se ocupa de cada uno de nosotros en forma especial. El Salmo 139 afirma que el Señor sabe lo que vamos a decir y lo que pensamos. No podemos huir de su presencia; incluso, planeó nuestra existencia terrenal antes de que naciéramos.


¡No hay por qué sentirse insignificante cuando el Dios del universo se interesa en nosotros!
El Dios que creó el universo es el mismo Dios que te ama.

Encuentre más lecturas edificantes en Nuestro Pan Diario

Ministerios Cristianos Mundiales “Îshu-nejar”
www.ministeriosishunejar.com