Libro, "LOS LINAJES DE LA TIERRA"

📖🖊 Libro "LOS LINAJES DE LA TIERRA"
La Raza de Dios y la Gran Conspiración para Robar la Identidad del Pueblo Bíblico Israelita

Jueves 11 Enero, 2024. No. 1242
Por: Dr. CF Jara

«He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.» (Apocalipsis 1:7)

Para todos o casi todos los Cristianos evangélicos del mundo, así como para el resto de la humanidad es conocida y aceptada la doctrina que sostiene que el estado actual de Israel es la nación de Dios y los judíos de hoy son el pueblo escogido por el Señor. Sin embargo, la verdad es completamente lo opuesto porque:

1. El estado de Israel NO es una nación bíblica porque NO hay NI UN SOLO versículo en la Biblia que pruebe, en forma indiscutible, alguna orden específica del Dios Creador del universo a alguno de los profetas israelitas de fundar la nación de Israel en los tiempos del fin; y

2. Los judíos de hoy NO descienden de NINGUNA de las 12 Tribus del Israel bíblico, que a su vez descienden de Sem. La mayoría de los judíos de hoy descienden de la etnia de los Kházaros, que se originó de la mezcla de Turcos, Persas y Armenios, y una pequeña parte, de los Edomitas, que se originan en el hermano mayor de Jacob. Por lo tanto, los judíos de hoy NO son semitas. 

El propósito de este libro es precisamente, denunciar públicamente la falsedad de esta doctrina: los judíos de hoy y el estado de Israel NO son ni el pueblo ni la nación de Dios, sino que se han adueñado de la identidad del verdadero Israel bíblico, en una gigantesca conspiración de los siglos.

Esta conspiración comenzó en el huerto del Edén cuando la serpiente embaraza a Eva; ésta da a luz a Caín, el hijo de la serpiente; continúa en el año cero de nuestra era, cuando los descendientes de la serpiente crucifican y matan a Jesûs en la cruz; entonces fue perfilándose con el pasar de los dos últimos milenios; empezó a tomar forma en 1895 cuando se fundó el Partido Sionista Israelí;  entró en su etapa final en 1948 cuando se fundó el estado sionista de Israel, y se consumará antes del 2030, cuando Israel y los judíos entronen al Anticristo en el Tercer Templo.

Los resultados de la investigación de los hechos que tomó más de ocho años y cuyo propósito original era otro completamente distinto, respaldan esta declaración. El Espíritu Santo de Dios fue dirigiendo y corrigiendo el rumbo de este trabajo hasta llevarnos al punto donde Dios nos mostró el grandísimo engaño en el que la Cristiandad y humanidad viven sumidas.

Las pruebas encontradas tanto bíblicas como científicas despejan cualquier duda de que el judaísmo sionista presenta a la nación actual de Israel y a sus ciudadanos de hoy, tanto judíos como israelíes, con una identidad que no les pertenece, lo que los convierte en impostores. Para proteger este delito han creado un aparataje gigantesco y poderoso a su alrededor gracias a que se han adueñado de más del 80% de la riqueza mundial, lo cual les permite controlar gran parte del sistema político-social-militar del mundo. Amparados en esto han cometido y cometen una inmensa lista de crímenes contra sus vecinos y la humanidad pues son prácticamente intocables ante las cortes de justicia del mundo.

El estado sionista de Israel y los judíos afines a la doctrina sionista son agentes ejecutores del plan de Satanás para destruir a la humanidad. Para esto han desarrollado estrategias encaminadas a someter al mundo bajo su dominio, como paso previo antes de recibir y entronar al Anticristo en el Tercer Templo, en los albores de los tiempos de la Tribulación, que, según la Biblia, ya están aquí.

Los judíos kházaros edomitas se han apropiado de los puestos ejecutivos y gerenciales más altos de casi todas las compañías públicas y privadas mas importantes del mundo occidental, desde los bancos, petroleras, alimentos, comunicaciones, armamento, etc., pasando por todos los puestos de mando de las organizaciones sociales mundiales, hasta las presidencias y los poderes legislativos y judiciales de la mayor parte de los países del mundo, con la excepción de Rusia, China y los países árabes. Desde esos puestos de mando, los judíos edomitas cumplen con tareas específicas asignadas por el comando central sionista,

Pero también existe alrededor del mundo, otro gigantesco ejército ultra secreto de israelíes reclutados por el sionismo pero que esconden sus orígenes. Ciudadanos comunes, profesionales, artesanos, dirigentes y hasta pastores cristianos, que operan en todo el mundo a modo de espías, agentes de inteligencia y contrainteligencia en todos los niveles de todas las esferas del quehacer humano: gubernamental, político, científico, social, religioso, deportivo, industrial, agrícola, empresarial, obrero, periodístico, artístico, académico, militar, policial, etc. Estos individuos llevan a cabo misiones específicas asignadas por el consejo super secreto sionista que buscan demoler la civilización cristiana occidental como la conocemos actualmente.

Es posible que tanto este escrito como el autor sean acusados de antisemitas y se quiera bloquear, cancelar, perseguir o desparecer esta investigación. Por eso, queremos afirmar que este es un documento serio y con suficientes evidencias, argumentos y pruebas que sustentan el propósito de este mensaje que no es desperdigar odio en contra de los nativos del estado de Israel y de aquellos que se identifican como judíos por nacimiento, religión, etnia, etc., o de cualquier otra persona, ente u organización, sino de declarar la verdad bíblica que sostiene clara y tajantemente que fue DIOS mismo quien permitió la desaparición del reino de Israel y los Israelitas de la faz de la tierra hasta el fin de los tiempos, esto es, hasta la instalación del Juicio Final. 

Para los Jesucristianos, las verdades contenidas en la Biblia son más grandes que el sol que alumbra la tierra. Por ello podemos llevar adelante y sin ningún temor, el llamado que nuestro Padre Eterno ponga en nuestras vidas. 

El engaño perpetrado por el estado de Israel y los judíos sionistas kházaros edomitas, falsos semitas, es quizá el más grande al que está sometida la humanidad a través de los últimos ciento veintiocho años, desde 1895. Miles de millones de hombres y mujeres de todas las etnias, pueblos, países, banderas, lenguajes, religiones, etc., incluida la mayoría sino todos los Jesucristianos o Cristianos Evangélicos, viven a diario en esa mentira. Pero como dice la Palabra en Lucas 8:17,

«Nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz.”

El tiempo para revelar al mundo la falacia llamada Israel y sus habitantes, los judíos kházaros edomitas ha llegado, para la gloria de Dios, y en el nombre de Jesûs.

EVIDENCIAS BIBLICAS

Es una realidad que, en este punto, muchos lectores sin darse siquiera el trabajo de terminar la lectura para poder contrastar, dirán que estas son afirmaciones graves, falsas, atrevidas, necias, osadas, inventadas, etc., y por supuesto, antisemitas. Sin embargo, las evidencias -que son abundantes- se encuentran tanto en la Biblia como en la Ciencia.

La Biblia, por ejemplo, no contiene ni un solo versículo donde el Señor haya dado una orden específica a algún profeta judío de fundar el país de Israel en algún punto de los tiempos posteriores a Jesûs. La Ciencia, por otro lado, prueba que los judíos de hoy NO descienden de ninguna de las 12 Tribus de Israel, sino de una etnia originada en el reino de Khazaria que proviene de la mezcla de los pueblos persas, turcos y armenios, por lo que, y para rematar, los judíos de hoy tampoco son semitas.

La Biblia sostiene además que Dios, por causa de que Su pueblo escogido, el Israel bíblico, fracasó en cumplir la misión que les fue encomendada, decretó su desaparición de la faz de la tierra a través de permitir:

  1. Que el reino de Israel fuera dividido por Salomón en dos: el reino del norte o Israel y el reino del sur o Judá;
  2. Que ambos reinos fueran invadidos varias veces por sus enemigos que diezmaron la población hasta casi su desaparición;
  3. Que en la primera invasión del siglo 7 a.C., los ejércitos Babilónicos se llevaran cautivos a Babilonia a todos los sobrevivientes;
  4. Que de entre estos sobrevivientes hubiera dos grupos: el remanente de las cortes reales de Israel y el remanente del pueblo;
  5. Que los Israelitas del pueblo se arrepintieran por haber fallado al Señor y que, para guardar su fe pura en el Dios Todopoderoso, rogaran al rey Babilonio les deje emprender un viaje a unas tierras llamadas Arzareth, que resultaron ser las Américas;
  6. Que el remanente de las cortes reales y sus descendientes se quedaran a vivir en Babilonia por varias generaciones y terminaran asimiladas a la cultura, tradiciones y religiones de Babilonia;
  7. Que algunos descendientes de ese remanente volvieran a Jerusalén doscientos años más tarde, en el siglo 5 a.C. a reconstruir la ciudad y el templo;
  8. Que estos descendientes trajesen consigo al judaísmo, la religión corrompida resultado de la mezcla de la fe bíblica con la fe apóstata babilónica;
  9. Que la religión judía se basara en dos libros satánicos que fueron usados previamente en Sumeria y Caldea, miles de años atrás: el Talmud y la Khábala;
  10. Que las tres tribus del reino de Judá, Levitas, Benjamitas y Judaitas -mal llamados judíos- desaparecieran por completo luego de la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C.;
  11. Que los verdaderos descendientes de las nueve tribus de Israel estén desperdigados por muchas regiones del mundo y en Arzareth, donde dieron origen a los pueblos aborígenes de las tres Américas;
  12. Que el verdadero pueblo de Israel de los tiempos del fin sean los redimidos por el sacrificio de Jesûs, los Jesucristianos o Cristianos evangélicos;
  13. Que la verdadera nación de Dios de los tiempos del fin sean los Estados Unidos de América;
  14. Que el Israel bíblico no existe más, pues Dios su creador lo borró de la faz de la tierra por causa de su gran rebeldía;
  15. Que tampoco existen ni Jerusalén ni la “tierra santa” pues ese pueblo no solo rechazó a Jesûs, sino que las calles y colinas de aquella ciudad se mancharon con la sangre inocente del Justo de los justos. Y fue allí también donde fueron inmolados los discípulos del Hijo de Dios, y los primeros hijos adoptados del Dios Altísimo;
  16. Que la ciudad actual de Jerusalén y el territorio actual de Israel son la Sodoma y Gomorra de los tiempos del fin donde reinan la perversión, paganismo, idolatría satanismo y rebelión en contra de los Mandamientos que Dios ordenó;
  17. Que Israel NO es el verdadero contexto tanto militar, político y geográfico donde se desarrollarán los eventos de los Tiempos del Fin, sino los Estados Unidos de América, tal como lo describe el apóstol Juan en el libro de las Revelaciones de Jesucristo y en las profecías de los profetas Daniel y Ezequiel;
  18. Que la Nueva Jerusalén es la ciudad de oro que tendrá forma de un cubo de mil kilómetros de largo, por mil km de alto y por mil km de ancho, que estará flotando en los aires, y será donde habiten los justos de la Tribulación y el Rapto junto con Jesucristo, y juntos gobernarán el mundo por un milenio hasta la Segunda Venida del Señor;
  19. Que, de acuerdo al libro del Apocalipsis, el verdadero Israel de los tiempos del fin es el pueblo redimido por la sangre bendita de Jesûs, que habitará junto con el Señor en la Nueva Jerusalén;
  20. Y que entonces y solo entonces, los verdaderos descendientes de los Israelitas bíblicos que están desperdigados por el mundo serán llamados por Dios para la reconciliación final, pero solamente aquellos que aceptaron a Jesûs como Su Señor y Salvador. Entonces Dios hará desparecer para siempre la maldad y la muerte, hará cielos nuevos y una nueva tierra y habitará allí junto con Su Hijo y Su pueblo por la eternidad.

ADVERTENCIA

A pesar de que las evidencias expuestas en esta investigación prueban la falsedad acerca de que Israel y los judíos son el estado y la nación de Dios, queremos pedir al lector que luego de leer este documento, no crea ciegamente lo que aquí está escrito, sino que proceda a hacer su propia y seria investigación buscando en todas las fuentes posibles, empezando por la Biblia, para que pueda sacar sus propias conclusiones, de tal forma que la verdad que encuentre sea la verdad de Dios y nadie se la pueda arrebatar pero tampoco alterar de ninguna manera.

A sabiendas de que estamos a las puertas del cumplimiento de los tiempos proféticos del fin, es necesario que dejemos de vivir en esta mentira, para que el conocimiento de nuestro Salvador Jesucristo esté limpio de todo obstáculo, y podamos anunciarlo al mundo de manera diáfana, sin arrugas ni manchas. Jesucristo es el único camino, la única verdad y el único acceso a la vida eterna.

Si usted tiene a Jesûs en su corazón, entonces conoce la verdad que lo librará de morir para siempre en la próxima destrucción de la tierra. Y en lugar de morir por la eternidad, será levantado por los ángeles del Señor a los cielos donde morará por siempre. Pero recuerde, siempre sólo a través de Jesucristo y Su verdad.

Se debe advertir que por instrucciones especificas del Espíritu Santo no se han incluido sino solo unas pocas citas y versículos bíblicos. Esto con el objetivo de que, si usted quiere verificar la veracidad de lo aquí escrito, se dé el trabajo de buscar esas citas, de tal forma que no siga como hasta ahora, es decir, comiendo de lo previamente masticado por su pastor o predicador, creyendo y repitiendo ciega e irresponsablemente muchas doctrinas falsas. Queda en sus manos.

Para accesar al libro y bajar una copia en PDF, por favor de un click  en la portada del libro. Muchas gracias y que Dios le bendiga.


ORACIÓN

«Padre Santísimo y Dios Todopoderoso, Señor mío y Dios mío, mi Guía y mi Liberador, mi Proveedor y mi Protector, mi Inspiración y mi Fortaleza, Santo por siempre santo, por los siglos de los siglos, Dios Eterno y Justísimo, Tuyas son todas las glorias, toda la honra y todo el honor por la eternidad eterna. Santo por siempre Justo, te pido Padre amado que me bendigas con Tu gracia, Tu unción, Tu sabiduría, Tu protección, Tu fortaleza y Tu provisión; que nunca me faltes Tû, Dios supremo y Portentoso, para poder seguir el camino que has puesto delante de mí, y que pueda cumplir la misión que me has encomendado con honor, para Tu gloria Dios de mi vida. Te lo ruego en el precioso Nombre que es sobre todo nombre, en el Nombre de Tu Hijo amado Ιησούς ο Μεσσίας, amén y amén.»

Μαρανάθα, Ιησούς έρχεται σύντομα
Maranatha, sí Señor Jesús, ven pronto, no tardes.

*Si necesita oración, consejería, hablar con alguien, escríbanos a:
maiishunejar@gmail.com.

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EL ESPIRITU SANTO, Explicación de la Trinidad de DIOS

📖🖊 EL ESPIRITU SANTO
Explicación de la Trinidad de DIOS, No. 1241

Lunes 8 de Enero, 2024
Por: César F. Jara

«Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;(1 Timoteo 4:1)

Amados hermanos, por la importancia del tema, comparto este mensaje acerca del Espíritu Santo que fue escrito durante el tiempo de mis estudios de Maestría, en Julio 2013. Le ruego al Señor nuestro Dios que sea de gran bendición para todo aquel que pueda leer este mensaje. Dicho eso empezamos.


INDICE

1. INTRODUCCION
2. EL PARACLETO
i. Origen
ii. Su Omnipresencia
3. LOS TRES ESTADOS
i. Una sencilla explicación
ii. ¿Quién es quién?
4. ESPIRITU DE VIDA Y VERDAD
i. Bendita sanación
ii. ¿Quién nos da el discernimiento?
iii. Ven, te Necesito
5. SED SANTOS
i. Llenura del Espíritu
ii. La Copa de la Santidad
CONCLUSIONES
REFERENCIAS

INTRODUCCIÓN

Para este trabajo he escogido el tema del Espíritu Santo y por falta de espacio, solo algunos de los temas que están a Su alrededor, Su definición, Su importancia, Su papel, Su esencia, Su figura, Su rol, etc. Escogí esta Doctrina principalmente porque está dentro de los temas “tabú” que la iglesia contemporánea de una manera desafortunada, aun mantiene bajo el “velo de lo intocable”. Es necesario aclarar, sin embargo, que esto ha sido así desde el principio del cristianismo, por los pasados dos mil años, habiendo apenas pequeños intervalos de tiempo donde el Espíritu Santo ha sido considerado realmente como lo que es, la Supereminente Presencia de Dios entre los hombres; pero la mayor parte de los siglos, la iglesia y su liderato han escogido ignorarlo por completo.

Entre algunos de estos temas de características “prohibidas” que nadie quiere tocar ni exponer para su análisis e investigación, peor como prédica o mensaje de Domingo, podemos mencionar también a los dones espirituales como la Profecía, las Lenguas, la sujeción de la mujer a la Autoridad del hombre, lo que realmente pasó en el Edén, los Libros Apócrifos, el libro del Apocalipsis, la Sanidad Interior y Liberación de espíritus demoniacos, la Gran Conspiración de los judíos y el Israel de hoy para adueñarse de la identidad del pueblo bíblico Israelita, la crucifixión, muerte, resurrección y Segunda Venida de Jesucristo, que es un tema casi exclusivo de la Semana Santa.

Los pastores, ministros, líderes, presbíteros, superintendentes, obispos, etc., de las diferentes denominaciones cristianas guardan con tanto celo sus propias interpretaciones respecto a los temas antes mencionados, sin darse cuenta (o quizá lo que es peor si se dan cuenta) del gran daño que causan en los creyentes, tanto a corto como a largo plazo, porque debido a esa negligencia indolente, los convertidos que les han sido confiados, empiezan el camino de la Santidad tarde, o en muchos casos desgraciadamente nunca y perecen como dice la Palabra “por falta de conocimiento.”

Esa es la razón porque escogí como tema al Espíritu Santo, pero más bien debo corregir: yo había seleccionado el tema acerca del Señor Jesucristo, pero después del penoso incidente en el último día de clases oyendo a pastores cristianos burlarse de aquellos que testificamos al Espíritu Santo, aquella noche, el mismo Espíritu del Dios Todopoderoso que habita en todos aquellos que hemos recibido al Señor Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, me mostró la necesidad de escribir acerca de Êl, para ayudar a muchos que sirven al Señor, pero que están caminando en semi oscuridad, a que puedan ver la luz de la verdad y luego lo puedan testimoniar a otros.

El cambio de tema trajo el riesgo de obtener una nota baja porque el presente trabajo, aunque resume la numerosa bibliografía consultada, podría no reunir los requisitos básicos para un trabajo de Maestría. Pero alguien tenía que hacerlo. Y me tocó a mí. Mi oración para que el santo Nombre de Jesûs sea glorificado por todos aquellos que accedan a este documento.

EL PARACLETO

Origen

La primera vez que escuché esta palabra fue cuando siendo un chiquitín, vivía en casa de mi abuela, que usualmente me llamaba “paracleto” dándome a entender yo que era un incapaz. Luego de muchos años, volví a escuchar este término en una prédica. El Pastor llamó así al Espíritu Santo, pero obviamente se refería a exactamente lo contrario a lo que mi abuela me había hecho creer. “Paracleto” viene del griego “Paraclete” (παράκλητος) y del latín “Paracletus,” y ambos significan “Ayudante, Abogado, Consolador,” que son precisamente las 3 funciones del Espíritu Santo: Consolar, Guiar y Redargüir.

El Espíritu Santo no es nada más y ni nada menos que una persona, solamente que no es de carne y hueso como lo fue el Mesías, sino una persona cuya esencia es el aire y el viento divinos; con un ministerio diferente al que tuvo el Señor Jesús. Por esa razón no lo podemos ver, pero si escuchar y sentir, de la misma forma como sentimos el aire, el viento, el vapor de agua. Cuando las copas de los árboles, las flores del jardín y las yerbas del campo se mecen graciosamente ante sus ojos, no dude que es el Espíritu de Dios pasando por ahí. Alabe Su santo Nombre.

Su Omnipresencia

El Espíritu Santo, como parte y testigo de este Cuerpo perfecto y eterno que es Dios, caminó desde el principio de los tiempos, junto con Dios Padre y Dios Hijo, diseñando la monumental obra y luego llevándola a ejecución. La creación estaba lista, el mundo estaba hecho, el hombre estaba vivo. Su presencia se vuelve a manifestar con supremo poder por los dos mil últimos años, comenzando en el tiempo que el Señor Jesucristo ejerció Su ministerio, pero es necesario aclarar, para efectos de reforzar mi Hipótesis, que Jesús primero llegó al río Jordán para ser bautizado por inmersión en las aguas por su primo Juan “El Bautista,” y después de que emergió de las aguas y solo después, la presencia del Espíritu Santo se hace manifiesta y visible sobre el Jesús bautizado, lo que incluso da lugar a una declaración personal de Dios acerca de Su Hijo.

Si queremos establecer un orden en la iglesia de la tierra, vamos a basarnos en el orden de los eventos alrededor da la vida y llamado de Jesús y no alrededor de ninguna doctrina de hombre, por más “santo y puro” que se lo quiera considerar, lo cual ya es un error, pues TODOS fuimos destituidos de antemano y no hay ni uno solo que no haya pecado.

Después de los bautizos en las aguas y en el fuego del Espíritu, Jesús se encontraba en Jerusalén cuando es tomado por el Espíritu Santo y llevado al desierto de Judá, donde es tentado por tres ocasiones por el enemigo, pruebas que superó dando testimonio de lo que está escrito en los Evangelios, debido obviamente a estar con la llenura del Espíritu. Entonces, con esa misma llenura, va a buscar a los discípulos previamente elegidos desde su nacimiento para ser parte de este selecto grupo de primeros ministros de Su iglesia.

Jesûs continúa Su jornada con el primer milagro en Canaá, y luego con todos los cientos de milagros grandiosos de multiplicación de pan y peces, sanaciones, resurrecciones y liberaciones. Con el poder del Espíritu, Jesús llega a la Sinagoga de Cesarea de Filipo y lee Isaías 61:1-3 que viene a ser Su declaración personal de la misión que estaba cumpliendo en la tierra. Debemos mencionar también todas las revelaciones que el Mesías recibió por parte del Espíritu, como por ejemplo en la última cena, donde dijo que alguien (Judas) lo había traicionado, que esa era la última reunión como hombre con Sus apóstoles, así como las tres negaciones de Pedro; Su encarcelamiento, la tortura, las vejaciones, el juicio; Su condenación, el vía crucis y Su muerte en medio de los dolores más espantosos.

Jesûs también profetizó muchísimos eventos, como Su resurrección al tercer día, la visitación del Espíritu Santo en el aposento alto, la destrucción del templo, la destrucción de Jerusalén y la dispersión de los Israelitas por el mundo, la caída del imperio romano, el nacimiento de Su iglesia en las primeras prédicas y conversiones masivas de Pedro, etc., etc. Es más, Jesús resucitó por obra y gracia del Espíritu Santo, ya no como el Hijo de Dios en cuerpo humano, sino en un cuerpo espiritual incorruptible, produciéndose en ese momento, la separación en la tierra entre Jesús y el Espíritu Santo, pues era necesario que el Hijo del hombre volviera a estar a la derecha del Dios Padre y que el Espíritu Santo, el Consolador, se quedara aquí en la tierra, entre los redimidos por Jesûs, hasta la segunda y final venida del Cordero Santo, luego de lo cual, Dios Padre, Jesucristo y el Espíritu Santo volverán a ser Uno.

El Espíritu Santo continúa Su presencia omnisciente a lo largo de todo el Libro de los Hechos, pues los milagros, maravillas, crecimiento y expansión de la Iglesia fueron gracias a Su intercesión. Continúa Su presencia en las vidas de aquellos que recibieron las revelaciones para escribir los Evangelios, en los escribas anónimos, en los nuevos convertidos, en Pablo y sus misiones, en Juan y su revelación escatológica; en Esteban y en todos los mártires de todos los tiempos, a lo largo de sus vidas, pero más en los momentos donde eran asesinados; en aquellos que guardaron celosamente los hechos de Jesûs en sus cabezas y/o en los papiros escritos.

La obra maravillosa del Paracleto continúa en los precursores de las primeras reuniones; en los posteriores líderes y ungidos Suyos como Plinio, Trajano, Policarpo, Agustín, Constantino, Tomas de Aquino, Sta. Catalina de Siena, Wyclif, Huss, Isabel la Católica, Lutero, Calvino, los puritanos de América, los grandes pastores, apóstoles, profetas, evangelistas, maestros Bíblicos de los siglos XIX y XX, etc., y en todos los grandes y portentosos eventos de Avivamiento Espiritual humanos que han sucedido alrededor de todo el mundo desde la resurrección de Jesús hasta los días actuales. Nada de esto habría pasado si no fuera por la presencia, guía, dones, frutos y la inspiración del Espíritu Santo de Dios a Sus escogidos.

LOS TRES ESTADOS

Una Sencilla Explicación

Elías, el cuñado menor de Miguelina, tenía 23 años; había entregado su vida al Señor unos años antes y tenía un profundo amor por Jesús. Pero los vicios de la vida anterior lo martirizaban, y de vez en cuando tenía sus recaídas, aunque como él mismo decía: “con Cristo soy más que vencedor”. Elías se había incorporado al filo de la hamaca; es que los jalapeños le quedaban un poco lejos y no quiso pedir ayuda, de todas maneras fue como si ya él necesitaba cambiar de posición corporal; y sentado haciendo equilibrio al borde de aquella hamaca de yute y fibra, se acomodó como alineándose para el festín: sus ojos estaban fijos en el guacamole, los jalapeños y las tortillas “soft” además de la bandeja de carne de borrego, condimentada con especies que impregnaron el ambiente de sabrosos y provocadores olores, de un brillante color dorado que invitaba a “meterle el diente”.

Mientras Elías preparaba un taco a su gusto, yo meditaba extasiado aquella interpretación que acababa de oír, la visión que según él, se la dio el Señor. Mi cerebro trabajaba, a gran velocidad, tratando de poner aquellas piezas fabulosas en su lugar. Me parecía grandiosa esa explicación tan sencilla, tan elemental, pero a la misma vez tan poderosa.

“Mira César, -Elías comenzó-

“Dios me dijo que para interpretar a Su Trinidad solo había que posar los ojos en el agua, una de Sus infinitas creaciones. Las tres personas de Dios son Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Así mismo Dios hizo el agua en tres estados: líquido, osea el agua corriente; sólido, osea el hielo, y gaseoso, osea el vapor de aire. La Biblia dice Dios es el principio de todo, que Jesûs es el agua de Vida, y que el Espíritu Santo es como un silbido apacible, como el viento, que nadie sabe de dónde viene ni a dónde va. Acerca del agua, si tienes un vaso con agua y pones dentro un cubo de hielo, pronto se habrá desleído y se habrá hecho agua; si toda esa agua metes en un congelador, toda el agua corriente original más el agua que provino del hielo, se harán una sola, pues tienen la misma naturaleza y se congelarán uniformemente, sin poder nosotros ni con un microscopio láser distinguir aquellos átomos de hidrógeno que pertenecían al agua líquida de aquellos que vinieron del cubo de hielo, pues se fundieron y son ahora una sola esencia.”

Entonces Elías hizo la pausa, le dio un mordisco con todo el gusto a su taco “al pastor” y continuó,

“Por otro lado, si a ese mismo vaso lo ponemos al calor a hervir, cuando el agua alcance el punto de ebullición, su condición de sólido-líquido cambiará y se volverá vapor de agua, que se elevará por los aires y se mezclará con ellos y nos será imposible seguir la pista de aquellos átomos. Entonces, el ciclo continuará cuando ese vapor se junte con más vapor, se eleven por los aires, formen las nubes que viajarán hacia otras corrientes o montañas frías, lo cual producirá lluvia en forma de agua líquida que llenará los ríos, los mismos que serán conducidos a las plantas de tratamiento para finalmente entregar el agua líquida a todos los grifos incluyendo aquel de donde llenamos nuestro vaso de prueba. El hielo resulta de la fusión de agua y aire frio, y contiene a los dos. El agua líquida no se puede juntar con el vapor, pues el vapor es el resultado del calentamiento del agua y en lugar de compactarse se aleja. Pero cuando el vapor se enfría en un pedazo de hielo, se condensa y vuelve a su estado anterior, que era agua líquida. El hielo está hecho de agua y aire, de ahí es que podemos ver en los cubos de hielo burbujas de aire, así como agua líquida en su mismo centro. Poderoso, ¿verdad?”

Quién es Quién

- “Pues vaya que si” atiné a responder. Pero tengo una pregunta.
- “Adelante…”- me respondió, con tanta seguridad que casi me ofusca.
Dije - “Estoy de acuerdo con el proceso del agua, pues lo estudié en la escuela, pero, qué tiene que ver con la Trinidad, ¿donde…?

Elías no me dejó terminar la pregunta, levantó su mano e hizo un gesto como “espérame,” alcanzó una servilleta, y mientras saboreaba el resto del bocado, alzó el jarro de horchata y se lo bebió casi todo. Se limpió la boca, retiró el plato de delante suyo, hizo una pequeña pelota con la servilleta, y gesticulando como si fuera un basquetbolista, se semi incorporó de su asiento y lanzó la servilleta hecho bola a un tarro oxidado de galletas saltinas que estaba junto a la puerta del tráiler.

Mientras tanto, yo miraba alrededor, como queriendo salir de mi ofuscación. Los niños y muchachos hijos de los invitados se habían sentado en diferentes sitios. Cada uno sostenía con una mano el plato mientras con la otra le daban forma al taco a medida que lo iban mordiendo; y mientras comían, seguían los juegos y las risas. El sol había bajado bastante y empezaba el ocaso, miré de reojo la hora, pensando en mi viaje de retorno largo, pero esa idea se me desvaneció rápidamente cuando Elías, ya acomodado de nuevo en la hamaca, continuó:

“Dios es el Todo, Él contiene al Hijo y a Su Espíritu Santo. Los Tres son Uno y Uno son los Tres. Uno sin el otro, no existirían.

El Hijo viene del Padre, y da origen al Espíritu Santo, que a Su vez es parte y origen de los dos.

El Espíritu necesita del Padre para tener Su esencia y es el resultado del calor del Hijo.

Una vez juntos no tienen diferencia, aunque cada cual tiene su propia naturaleza y una misión única, pero necesitan de los otros y son parte de los otros a la misma vez.

El Padre es el sólido, el compacto, como el hielo, que perpetúa, el que juzga y define las leyes.

El Hijo es el agua líquida, las corrientes de agua viva, el agua que da vida; derrite al Padre con Su sacrificio, envuelve al Padre mientras Su esencia dura.

Del Hijo mana el Espíritu Santo, que camina como el viento, que viene y va, lo envuelve todo, lo cubre todo, lo transforma todo; pero son diferentes y no pueden estar al mismo tiempo, porque primero es uno y después el otro y viceversa.

El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se juntan y vuelven a ser uno, Tres diferentes en Uno, así como el cubo, el agua corriente y el vapor se juntan y vuelven a ser uno, Tres diferentes en uno.

Así mismo es el hombre, un ser tripartito, compuesto por el cuerpo, el alma y el espíritu; En este caso, el Padre es el hielo, lo sólido, es el alma;

El Hijo es el agua líquida, el cuerpo, y

El Espíritu Santo es el vapor, el viento, es también el Espíritu de este Ser tripartito.

Y así podemos seguir, pues Dios nos dejó todas las respuestas en su maravillosa creación. Fíjate, son 3 dimensiones, ¿verdad?:

El Padre es el hielo, lo sólido, el alma, es lo alto, lo divino;

El Hijo es el agua viva, lo líquido, el cuerpo, es lo largo, lo terrenal; y

El Espíritu Santo es el vapor, lo gaseoso, espíritu, es lo profundo, lo tridimensional.

Habitan y cohabitan, viven y conviven, juntos en la armonía celestial de la majestuosa perfección infinita, la morada del amor más puro, más sublime e inmedible.”

ESPIRITU DE VIDA Y VERDAD

Bendita Sanación

Elías se balanceaba en aquella hamaca mientras tenía la mirada fija en los naranjales que se extendían hacia el horizonte. Aquella tarde de Agosto del 2008 se sentía fresca y seca, increíblemente; una ligera brisa corría y movía graciosamente los cargados naranjos. Este joven de origen mexicano sostenía un jarro casi vacío de horchata que no era precisamente su bebida preferida. Sin dejar de mirar a la lejanía, seguía con su relato; tomando un sorbo, subió primero el gaznate y luego lo relajó; y asumiendo un aire de misterio. Como si se tratara de un secreto importante revelado solo a él, me dijo acentuando la voz y al mismo tiempo apagándola como si estuviera dando el mensaje de que terminó su historia:

“Así mismo es, hermano César, como el Señor me explicó lo de la Trinidad, para que yo lo entendiera mejor y para que otros también lo hicieran”.

La conversación fue interrumpida de pronto por Miguelina, su cuñada, la dueña de aquel trailecito donde nos encontrábamos. Ella traía otros sabrosos taquitos al “pastor” y con diligencia me los ofreció:

“César, coma que ya mismo vienen los chamacos y se lo comen todito”.

Un año antes yo había conocido a Miguelina, una inmigrante mexicana, en el viaje de la iglesia a Israel; esa tarde la estaba visitando, pues quería comprobar con mis propios ojos el milagro de sanación de la elefantiasis que ella tenía en su pierna izquierda y que la había aquejado por 14 años. A un lado de Elías se encontraba el esposo de Miguelina, mientras unos ocho niños jugaban y correteaban en medio de carcajadas, todos ellos rebosantes de felicidad infantil pero también de polvo.

La Familia Hernández vivía a las afueras de Apopka, un pueblo distante de Orlando, donde abundan los naranjos y por supuesto, las comunidades nómadas mexicanas. Nos encontrábamos en el porche adaptado al costado del tráiler, con un techo de zinc cubriéndonos del sol. Yo estaba sentado en una silla de niño, un poco incómoda, frente a una mesita que también parecía ser parte del “set”. Debía ser de los “chamacos”, pensaba yo. Pero lo apacible de aquella tarde, la vista de aquellos campos y la hospitalidad de Miguelina y su familia, anularon cualquier incomodidad. Ahí estaba yo, dando un mordisco al taco, mientras sin querer, mi mirada se encontró con la pierna ya sana de Miguelina, la misma pierna que un año atrás, mientras tomaba fotos frente al valle del Armagedón, me impresionó tanto, que casi pierdo el autobús, y una vez adentro, por poco fui enviado a disciplina por “alterar la paz del grupo” como me lo reclamó mi Pastor.

¿Qué fue lo que pasó? Pues que mientras tomaba las fotos, el Espíritu Santo me hace desviar la cámara del paisaje de aquel valle inmenso y enfocarla en los hermanos del grupo y seguí hasta que pude ver lo que el Señor quería que viera, a esta hermana, que tenía una pierna sana y la otra como si tuviese una bota de yeso, de esas que ponen los doctores cuando la gente se rompe los huesos, solo que ésta no era de yeso, sino de carne y hueso, pero de grotesca apariencia, incluso con manchas y puntos infectados como inconados. Debo decir que una fuerza extraña me llevó hasta donde Miguelina para preguntarle acerca de esa pierna. Ella, visiblemente incómoda, pues nos conocíamos de 3 o 4 días atrás, me comentó que eran 14 años de visitar varios doctores en varios hospitales y ninguno pudo encontrar la causa para aquella inflamación que la había puesto al borde de una amputación. Incluso su pie y los dedos parecían como de un número 50 y lo que ella usaba era una sandalia especial.

Dejamos de conversar porque alguien del grupo nos llamó a gritos desde el autobús que estaba ya en marcha. Corrimos entonces alcanzándolo, y cuando nos subimos, me dirigí a la última fila donde estaba mi asiento. Al voltear y sentarme, pude ver que Miguelina se venía también para atrás y se sentó como a dos filas de donde yo me encontraba. Nuevamente, la misma fuerza de momentos atrás, me hizo levantarme, acercarme a Miguelina y llamar quedamente a mi grupo para pedirles que oren en intercesión por Miguelina y llevarla en oración por una liberación, pero yo no sabía de qué o qué. Solo obedecí. Y luego de unos cinco minutos de oración, Miguelina empezó a llorar y aunque al principio se resistía a hablar, terminó dando su testimonio, en medio de un dolor que los que la rodeábamos en oración pudimos sentir muy adentro nuestro.

Miguelina tenía 45 años de edad, y desde pequeña había guardado un resentimiento grandísimo con su madre, pues la había tratado muy mal con insultos, vejaciones de todo tipo y hasta maldiciones. Y cuando finalmente Miguelina declaró perdón para su madre en medio de sollozos esta vez llenos de alivio y hasta alegría, mi pastor se acercó. Tocando mi hombro y con el ceño fruncido, me llamó la atención y disolvió el momento. Pero la sanación ya había empezado, para la gloria de Dios.

Un mes más tarde luego de que volvimos de Israel, recibí la llamada de Miguelina, comentándome entre risas y llantos de felicidad, que su pierna se había desinflamado hasta la normalidad y que incluso su matrimonio de 25 años, era como nunca había sido, lleno de paz y amor. Me rogó que la fuera a visitarla, a atestiguar de aquel milagro. Pero por una u otra razón, que el Señor sabe, no pude sino hasta un año después. Y he aquí, que vive Jehová de los ejércitos, que la pierna estaba completamente sana, bendito sea nuestro Dios Todopoderoso.

¿Quién Nos Da el Discernimiento?

Varias veces me he preguntado cómo sucedió que yo pude visualizar, primero, la enfermedad, y luego, sentir el deseo de orar por aquella hermana. Pero siempre termino respondiéndome que no soy yo, ni nosotros ni ningún humano que pueda hacer los milagros y las maravillas que hace Dios. ¿Quién nos da fuerzas cuando nos sentimos cansados, débiles o enfermos? ¿Quién nos protege de las contaminaciones del medio ambiente, de las enfermedades que pululan en los aires? ¿Quién nos da paz y nos ayuda a superar las tensiones nerviosas de los problemas diarios? ¿Quién puede quebrantar el poder de la adicción a las drogas o al alcohol? ¿Quién puede hacer que los sordos oigan, que los ciegos vean y que los paralíticos vuelvan a caminar? ¿Quién puede curar el cáncer, la lepra, las enfermedades del corazón y cualquier otra enfermedad en la tierra? ¿Quién puede aun resucitar a un muerto? Mi Amigo, su Amigo, nuestro Amigo, el Espíritu de Vida. El que creó nuestros cuerpos, Êl sabe cómo hacerlos funcionar de nuevo.

El Espíritu Santo opera de diferentes maneras para sanar, sea en la aceptación al Señor Jesucristo, o en los bautizos en el agua o en el fuego del Espíritu; o en las oraciones de intercesión, o gradualmente. Algunos son sanados mientras leen la Biblia, otros cuando toman la Santa Cena, otros en el culto, otros cuando se dirigen a trabajo. Cuando los Hijos de DIOS oran con fe, el Espíritu de vida derrama Su vida y fortaleza en aquel por quién se están haciendo las oraciones. El Espíritu de vida da salud tanto a la mente y a los nervios como a todo el cuerpo. Libera a las personas de la depresión, temores y toda clase de enfermedades mentales. Libera también de los poderes del demonio, así como lo hizo el Señor Jesús cuando estuvo en la tierra. El Espíritu Santo obró a través de Jesucristo para dar sanidad y salud a todos aquellos que la necesitaban,

«Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con Êl.» (Hechos 10:38)

Ven, Te Necesito

La concesión más grande que hizo el Altísimo a Satanás cuando vino la caída de Adán, fue darle al hombre el libre albedrío, porque de esa manera siendo Dios la justicia misma, no podrá ser recriminado por el enemigo de influenciar de alguna manera en el hombre, en el momento en que éste fuera a tomar las distintas decisiones a lo largo de su vida. Dios es el Caballero de caballeros y nunca entrará en la vida de nadie si no es por expreso pedido de esa persona. Como ya dijimos, al ser el Dios Padre, Jesucristo y el Espíritu Santo la misma deidad, el Dios infinito en sus tres dimensiones, todos ellos en uno, pero con distintas representaciones o funciones, van a ser exactamente como lo son desde el origen de todo, es decir, si Dios es un Caballero, luego Jesucristo y el Espíritu Santo también lo son. Y es precisamente aquí donde partimos para explicar cómo hacer para encontrarme con el Espíritu Santo.

Sabemos que una persona para ser salva, necesita venir a Jesús por su propia decisión y voluntad, por sus propios pies, sin presión de nadie, para rendir su libre albedrio al pie de la cruz. En esa declaración, debe incluir la petición al Espíritu Santo para que lo selle herméticamente, para que nada ni nadie que habita en el mundo vuelva a entrar en su corazón. Pero ese paso para ser salvo, que es aceptar a Jesús como Señor y Salvador, no garantiza la permanente presencia del Espíritu Santo en mi, por lo que, una vez consciente de la necesidad de Su presencia constante y permanente en la vida de los creyentes, a menos que se busque la presencia del Espíritu Santo a diario, cada día, todos los días.

La esencia volátil del Espíritu Santo, como el aire, lo hará estar hoy aquí, y quizá más tarde ya no esté. Tengo que asegurarme de que habite en mi corazón, con el fin de poder cumplir con mis responsabilidades de un hombre salvado de la muerte por el sacrificio de Jesûs: Lealtad para Dios, Compromiso con Jesucristo, y Servicio y Obediencia al Espíritu Santo. Êl me dará entonces, Su llenura para poder usar los dones y talentos con los que me ha bendecido para poder llevar adelante Su encargo.

El Espíritu Santo no me hablará si no lo llamo, sino lo busco. Por eso debo invocar Su Nombre en cada oración, antes de empezar el día a día: “Espíritu Santo del Dios Todopoderoso, dador de la vida, de sabiduría, de obediencia, de fortaleza, te invoco Dios amado mío para que vengas, tomes control de mi vida, mis pensamientos, los deseos más profundos de mi corazón; guíame, Espíritu de Dios, alértame de los peligros y tentaciones; quebranta mi alma si he pecado y pueda doblar mis rodillas buscando Tu perdón, muéstrame el camino según Tu plan, que se haga Tu voluntad, no la mía”.

Aunque todo esto parecería muy “místico” aún para muchos ministros de la iglesia, trata, amado lector, invoca al Espíritu Santo de Dios en tu vida. Dios te mostrará Su inmenso y maravilloso poder, y te va a sorprender, como nunca antes. Gloria a Dios.

SED SANTOS

Llenura del Espíritu

El que quiera andar por la vida como un hombre sabio, que llene su cerebro de las ciencias y de las letras; aquel que quiere andar como un hombre rico, que llene sus bolsillos y sus cuentas del banco con dinero, joyas, oro y propiedades; aquel que quiera vivir esta vida como un hombre saludable, de aspecto atlético, que llene su estómago con alimentación nutritiva y acuda al gimnasio a llenar sus músculos de esos nutrientes. Pero el que quiere caminar en el mundo como un Cristiano Verdadero, que se llene del Paracleto, del Ayudador, del Guiador, porque aquel que dice ser Cristiano, pero no tiene la llenura del Espíritu Santo, es solo como el címbalo vacío del que Pablo habla, triste, hueco y vacío, cuya melodía suena inerte, sin vida, sin esperanza.

La misión del Espíritu Santo es entrar en nosotros, rellenarnos todo, como cuando se rellena un globo, con una llenura que cope cada rincón, cada espacio, cada célula; desde las puntas de los cabellos, pasando por sus raíces, hasta el último dedo más pequeño del pie. Y al estar lleno del Espíritu Santo, el Cristiano va a transpirar santidad; la unción, la gracia y el perdón de Dios abundará en sus manos y en su lengua para sanar, para liberar, para resucitar, para sembrar paz y perdón y para ver los milagros y las maravillas como resultado de haber entrado en conversación directa con Dios, quién le dará revelaciones poderosas y lo transportará a lugares desconocidos e impresionantes, pero sobre todo, para predicar Su Palabra con la autoridad y el poder de Cristo Jesús que romperán las cadenas en las vidas de sus oyentes

La Copa de la Santidad

La Iglesia Cristiana y sus decenas de denominaciones, fruto de las diferencias doctrinales humanas que resultan de prestar mayor atención al raciocinio de hombre en lugar de al Espíritu Santo, han diseñado cada una de ellas, doctrinas, liturgias, sacramentos, credos, procesos, sistemas, métodos, etc., tanto para enseñar como para predicar la Palabra de Dios. De todo eso, unos estarán más cercanos a la Palabra en unos puntos, pero alejados en otros y viceversa. Lo que una tiene, la otra no. Pero nadie quiere dar su brazo a torcer, y en este punto de la historia, todas se declaran como las iglesias con la doctrina correcta, el resto deben hacer lo que yo hago. Y levantan muros de egocentrismo, barreras, tapiales de divisiones dañinas que al único que han beneficiado es al enemigo de las almas.

Más el Señor Jesucristo dijo: «Sed santos porque yo soy Santo.» ¿Cómo lograr esto? Según lo que el Señor me ha mostrado, que me permito humildemente compartir, son necesarios 4 pasos para alcanzar el umbral de la santidad, y de ahí poder vivir a plenitud en esa santidad, a través de la manifestación constante y permanente del fruto del Espíritu Santo en nuestro diario vivir. Estos 4 pasos son:
  1. Recibir al Señor Jesucristo como el Señor y Salvador de su vida, para ser sellado por el Espíritu Santo;
  2. Dar testimonio público de su salvación a través del bautizo en las aguas;
  3. Buscar el bautizo del fuego del Espíritu Santo para recibir las lenguas angelicales; y
  4. Liberarse del o los espíritus malignos que habitaban en usted antes de entregar su corazón al Señor Jesús, a través del estudio y lectura constante de la Santa Palabra y/o a través de un proceso de liberación guiado por el Ministerio de Liberación de la Iglesia.
Si el nuevo convertido solo da el primer paso, irá a vivir la vida eterna, pero no podrá irse en el arrebatamiento, pues su estancia en los caminos de luz será intermitente; si llega a bautizarse, su fe será más resistente, pues ha honrado a Dios públicamente, aunque tendrá luchas constantes para no abandonar. Si ha sido bautizado en fuego, será dotado de una lengua que solo Dios conoce y podrá comunicarse directamente con el Creador sin que el enemigo sepa los detalles y levante oposición. Esto hará que afiance su cristiandad en la roca y sea llevado a dimensiones de poder espiritual, donde su llamado sea potenciado, sus armas sean las mismas del Espíritu Santo, y las revelaciones que reciba lo vuelvan un soldado vencedor en Cristo Jesûs.

Y si llega a ser liberado totalmente a través del estudio constante de las Escrituras o si pasó por el Ministerio de Liberación, o quizá fue liberado totalmente el día de su conversión, entonces comprenderá el verdadero concepto de santidad, y en su diario caminar dará el fruto del Espíritu que es: amor, gozo, paz, paciencia, bondad, misericordia, fe, humildad e integridad. Sus obras en el Espíritu serán inminentes, permanentes, elocuentes, poderosas y evidentes, dejando de una vez y para siempre de vivir bajo la ley humana para vivir bajo las leyes del Espíritu, ante las cuales toda ley humana se inclina. En otras palabras, alcanzado la estatura del Varón Perfecto, que es Cristo Jesûs Señor nuestro.

CUIDADO CON DOCTRINAS APÓSTATAS

El Cristianismo Evangélico se basa en la doctrina enseñada por Jesûs a Sus redimidos y contenida en todo el Nuevo Pacto de la Biblia. Sin embargo, y por múltiples “razones,” desde el principio de la iglesia primera, sus precursores, líderes, padres o como quiera llamarse, crearon doctrinas humanas que llevaron al Cristianismo a la separación y posterior creación de la iglesia del Anticristo, cuya primera obra fue esconder los Evangelios en las catacumbas de las iglesias donde también hacían sus ritos satánicos y sacrificios humanos.

El catolicismo no solo NO adora a Jesûs sino a Su madre, así como a un montón de hombres y mujeres que han muerto, a quienes los feligreses veneran, encienden velas y les piden milagros (santería). Una iglesia donde los “papas” son dioses que se han arrogado los títulos y honores de Cristo, y que ha levantado la organización más rica del mundo, que vive por los siglos en medio de insultante opulencia, corrupción y pedofilia, etc. Con todo esto, quién podría sorprenderse que TODOS los países donde se practica el catolicismo y sus millones de sus habitantes se hunden sin esperanza en la más terrible miseria, pecado, depravación y muerte.

Pero Dios no olvidó a los suyos y desde el comienzo del segundo milenio levantó a los Reformadores, los rebeldes que se opusieron a las falsedades doctrinales del Vaticano que, rápidamente, levantó brazo represor de la Inquisición, manejado por los curas que se apropiaron del nombre del Señor, pero son más infernales que los mismos demonios.

Entonces apareció Martin y Lutero y continuó con el nacimiento de la iglesia “Protestante” cuya doctrina principal fue “volver a la doctrina enseñada por Jesûs a Sus redimidos y leer y estudiar la Biblia porque ella es la Palabra de Dios.” Renació la fe verdadera de los tiempos de Jesûs, y la luz de Cristo sacó de la oscuridad terrible a la humanidad que entró en un tiempo de prosperidad y bonanza, sin importar si eran creyentes o no. Nació el país fundado en los Mandamientos bíblicos que, en menos de ciento cincuenta años, llegó a ser la nación más poderosa de la tierra desde donde se predicaron los Evangelios por todo el mundo. Pero las doctrinas nefastas de los hombres seguían levantándose hasta que se instalaron en el corazón de la iglesia del Señor Jesucristo.

Estas doctrinas, al igual que en los primeros tiempos, prohíben en forma tajante el siquiera mencionar ciertos temas bíblicos porque denuncian su carácter satánico. Entre estas doctrinas “prohibidas” está el Espíritu Santo y Sus obras, a la que muchas denominaciones que vienen de los Tiempos de la Reforma han refundido en una esquina del altar con un letrero que dice “Prohibido tocar.”

LOS FALSOS PASTORES Y PREDICADORES

El hombre suma y resta, mientras que el enemigo divide. Pero solo el Espíritu Santo puede multiplicar las obras de las manos de los creyentes. Una iglesia que avanza, crece y se multiplica, es una iglesia cuyos líderes y miembros buscan constantemente la presencia del Espíritu Santo, enfocándose en el estudio permanente de la Palabra y en el escudriñar constante y permanente de las Escrituras, de tal manera que la doctrina que rija la vida de la comunidad y el llamado de DIOS a sus líderes, no sea ninguna doctrina de hombres sino la sana, santa y verdadera Doctrina del Espíritu Santo. En los tiempos actuales tenemos a dos tipos de predicadores – pastores: los que creen que la doctrina del espíritu Santo no es bíblica, y los que sí predican al Espíritu de Dios pero lo hacen para sus protervos y mezquinos fines.

En el primer caso, como consecuencia del vacío espiritual, muchos pastores y predicadores de algunas de las denominaciones más antiguas del Cristianismo opinan en contra de aquellos que damos testimonio de la presencia real del Espíritu Santo en nuestras vidas. Para ellos, las experiencias espirituales de muchos que han sido tomados por el Espíritu de Dios para llevarlos a lugares fuera de las dimensiones humanas, así como la práctica del don espiritual de las lenguas, son apostasías producto del fanatismo religioso y nos califican como locos, ignorantes, manipuladores, estúpidos, rebeldes, etc.

Estos pastores que nunca predican al Espíritu Santo, tampoco creen en las sanaciones y curaciones milagrosas; y si las hay, no permiten los testimonios. La mayor parte del tiempo predican y hablan solo acerca de las doctrinas del fundador de su denominación, quien es su héroe y la figura donde los congregantes deben retratarse. Pertenecen a denominaciones que les ofrecen estilos de vida con salarios seguros que al año pueden ser de hasta 5 cifras altas, conducen autos del año, viajan con los gastos pagados en primera clase, presumen de sus economías, visten trajes y relojes costosos, etc. Mientras tanto, mantienen encerrado al Espíritu Santo en una urna de cristal muy reluciente, por cierto, y dicen que creen y veneran Su nombre, pero por sus obras, evidentemente nunca lo han recibido.

Pero también están los otros, los que sí predican al Espíritu de Dios, pero tergiversan la Palabra para satisfacer su ego y sus instintos humanos más banales. No pertenecen a ninguna de las denominaciones tradicionales, pero han fundado sectas de carácter apostólico y profético a través de las cuales se declaran “el padre espiritual” de otros pastores que deben entregarles sus diezmos y ofrendas con cual que mantienen sus estilos de vida con ingresos millonarios, conducen autos más costosos que los otros, viajan en sus jets privados, viven en mansiones millonarias y visten trajes y relojes más costosos que los otros. Estos tampoco predican al Espíritu Santo porque lo tienen secuestrado para predicar doctrinas satánicas que engañan y fascinan a sus seguidores haciéndolos ofrendar y diezmar hasta sus sueldos, casas, propiedades, etc.

Pero como dice la Palabra, «por sus obras los conoceréis.» En el primer caso, las iglesias donde no se predica al Espíritu Santo no han crecido ni se han multiplicado, están semi vacías, con los mismos miembros de los últimos 15-20-25 años, porque como no creen en el poder del Espíritu Santo, no pueden provocar los avivamientos poderosos que resulten en crecimientos espectaculares tanto de miembros como de ministerios, misioneros, iglesias hijas, o de cientos o miles de nuevos convertidos cada año. En el segundo caso, los apóstatas de la Prosperidad tarde o temprano son desenmascarados, sucumben en escándalos mundanos, o Dios mismo los castiga con muertes trágicas, porque las congregaciones numerosas que levantaron de gentes que al principio buscaban a Dios, se encuentran de pronto con la triste realidad de haber sido engañadas.

Por estas razones, para que no te engañen y te hundas en doctrinas de hombre o del enemigo de Dios, busca al Espíritu Santo, Señor y dador de vida, y Él te guiará a toda revelación y a todo entendimiento. Que la falsa doctrina que el príncipe de las mentiras, destrucción y muerte ha incrustado en el seno mismo de la iglesia de Cristo, sea descubierta, se derrumbe hasta el polvo y no quede piedra sobre piedra, en el nombre de Jesûs. El que tenga oído, que oiga.

CIERRE

Aunque los Discípulos anduvieron con su Maestro por tres y medio años, ninguno pudo hacer las cosas que Jesûs hizo, sino solo después que recibieron la llenura del Espíritu Santo, y con ello, pudieron hacer los mismos milagros que Jesûs hizo, excepto el de resucitar, pues eso está reservado para el día de la coronación a los santos con las coronas de los galardones. Los que niegan la obra del Espíritu Santo sostienen que Dios no es un muñeco inerte, un animalito mascota, un anciano débil, un árbol, etc., al cual podemos “manipular” a nuestra voluntad, lo cual es completamente cierto. Pero también es cierto que el Dios Todopoderoso creador de todo lo que se ve y lo que no se ve, y que es capaz de sostener al sol y los planetas con uno solo de Sus brazos, también se conmueve por el llanto y dolor de los sufridos, responde las peticiones de Sus justos, se derrite de amor cuando lo alabamos, y envía a Su Santo Espíritu para que nos abrace y consuele en nuestros momentos de dolor.

Busca cada día la llenura del Espíritu Santo, de Aquel que todo lo sabe, todo lo conoce y está en todas partes. Êl te mostrará el camino. Debemos vivir para servir, pues el que no sirve, no sirve. ¿De qué vale una vida llena de riquezas, éxitos, prosperidad, viajes continuos, lujos sin límites, si al final de mi día no le hablé a nadie acerca de Jesûs y de lo que Êl hizo en mi vida?

Cuando tenemos la llenura del Espíritu Santo vivimos cada día pensando en sembrar la semilla del mensaje de amor y perdón de Jesûs por todo lado donde vayamos. Y esa semilla crecerá y dará sus frutos en las vidas de muchos, aun cuando el sembrador y el cosechador mueran en el proyecto. Hay que menguar mi yo para que Cristo Jesûs crezca y resplandezca en mí. Y si es necesario, dar mi vida para que el Señor resplandezca en las vidas de otros. Morir por Cristo es el más grande honor para Sus redimidos, porque Êl murió por nosotros para darnos el perdón a todas nuestras iniquidades y llevarnos a vivir con Êl en la Eternidad.

Bendiciones para todos mis queridos compañeros de la Maestría, para mis hermanos en Cristo, mis amigos de la juventud, mis hijos y familiares. Como dice la poeta argentina: “Arrieros somos, en el camino nos encontraremos.” Quiera el Altísimo Dios que podamos guardar la fe y terminar la carrera, para encontrarnos y reunirnos en aquel grandioso día con nuestro amado Salvador y Redentor, en el nombre de Jesûs.

Dios le bendiga.

REFERENCIAS


 ORACIÓN
«Bendito Padre celestial, gracias por todas las bendiciones que depositas en nuestras vidas en cada amanecer, gracias por la vida, la salud, la provisión, la fortaleza y la guía para continuar nuestra jornada hasta cuando nos recojas para el encuentro final. Gracias por Tu Espíritu Santo porque nos trae Tu Palabra, nos recuerda Tu mensaje y nos hace habitar seguros aun en medio de terribles noches y tribulaciones. Tu Palabra es viva y eficaz, mas cortante que espada de dos filos, y cada vez que la leemos y meditamos en ella, nuestro espíritu se reanima y se levanta y resplandece, porque nos recuerda el amor infinito e inconmensurable que tienes por toda Tu creación. Sé con nosotros Padre amado, te pido esta mañana, y ayúdanos a terminar esta carrera y a guardar Tu fe, te lo pido en el santo nombre de Tu Hijo amado Yeshûa HaMashiaj, amén y amén.»

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