Escuche el mensaje “La Biblia y los Evangelios Apócrifos”


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Escuche el mensaje "La Biblia y los Evangelios Apócrifos."

            Por: Dr. CF Jara.

Leer: Deuteronomio 4:2; Apocalipsis 21:5
«Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad, y de las cosas que están escritas en este libro.» (Apocalipsis 22:19)

Uno de los temas más polémicos relacionados con la Biblia, es su procedencia divina, la cual es cuestionada principalmente por los agnósticos, ateos y por la comunidad científica. El argumento principal es que fue escrita por humanos, en unos casos por los propios profetas, en otros por escribas y testigos. Sostienen que eso, en lugar de añadirle credibilidad, le confiere características de imperfección y error, a pesar de que admiten que la misma Biblia dice que es nacida de la auténtica inspiración de Espíritu Santo sobre todos aquellos que escribieron la historia de amor entre Dios y Su Pueblo.

En este estudio, no trataremos de contradecir a los que niegan la Biblia porque ese no es el propósito del mensaje, y, sobre todo, porque aquellos, aunque vean y palpen cientos de pruebas veraces y contundentes, siempre buscarán cualquier otro pretexto para negar la divinidad del Libro de Dios. Tampoco es un estudio extenso, porque para ello se necesitarían miles de páginas. Sin embargo, queremos aportar con una pequeña luz para el conocimiento de aquellos que buscan en espíritu y en verdad, los secretos de Dios.

Acompáñenos en este fascinante recorrido acerca de cómo nació la Biblia, el Libro de Dios.

Dios le bendiga.
Dr. César F. Jara

El Paraíso y el Infierno, de acuerdo al Evangelio de Pedro

 


📖🖊  Estudio Bíblico para hoy, Lunes 22 de Noviembre, 2021.
         “El Paraíso y el Infierno, de acuerdo al Evangelio de Pedro”
          Por: CF Jara.

Leer: Lucas 16:19-31
«Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.» (Lucas 16:24)

Cientos de miles y quizá millones de páginas se han escrito acerca de lo que sucede con los seres humanos luego de que dejan de existir. Este debate se ha mantenido vigente desde el comienzo de la civilización humana. Y no solo la literatura ha sido la que ha disertado acerca del tema sino también las diferentes manifestaciones del arte y las ciencias. Así mismo, decenas de doctrinas han surgido en las diferentes religiones e incluso en el ateísmo, unas para confirmar la existencia de estos lugares y otras para negarlos. Aunque algunas doctrinas negacionista han desaparecido con el tiempo, otras prevalecen hasta hoy. Sin embargo, lo que el libro de Dios dice al respecto, sigue vigente por los milenios.

La Biblia es la principal fuente de consulta para conocer acerca de lo que Dios, Su Hijo Jesucristo, los apóstoles y profetas escribieron acerca de estos dos lugares. Mientras el “paraíso” es el lugar con características celestiales donde morarán aquellos que fueron redimidos por Jesûs, el Seol es descrito como el lugar del tormento terrible donde todos los transgresores de las leyes de Dios irán a pagar sus faltas por toda la eternidad. La Biblia menciona la palabra “Seol’ 13 veces y tiene más de 47 versículos que hablan acerca de este terrible lugar, por ejemplo, en Mateo 8:12 se lee, «más los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.»

Pero a pesar de estas advertencias, millones han decidido, por su propio albedrío, llevar una vida de pecado y maldad, contrario a lo que los mandamientos del Creador piden a cada ser humano. Pero hoy no estudiaremos estos dos lugares de acuerdo a los versículos bíblicos sino lo que está escrito en el evangelio apócrifo de Pedro, el cual, junto con otros, fueron retirados de la Biblia original en forma unilateral por la Sociedad Bíblica Americana en 1960. Acompáñenos en este estudio acerca de los dos sitios donde las personas irán a morar por la eternidad.

EL PARAÍSO Y EL SEOL
Varios de los apóstoles de Jesûs y los profetas bíblicos como Juan, Daniel, Ezequiel, Mateo, Lucas, y hasta el mismo Pablo, escribieron que este mundo pasará, que los injustos serán destruidos, que toda la maldad será removida de la tierra, que Dios hará justicia y vengará a los suyos, que el mismísimo Inicuo será arrojado al lago de azufre y fuego y junto con la muerte y el falso profeta. Mientras los redimidos por el Señor Jesucristo que guardaron su santidad, vendremos a la tierra a gobernar junto con el Hijo de Dios por mil años, todos los hacedores de maldad serán enviados a sufrir por la eternidad en el fuego perpetuo de los infiernos. A pesar de las advertencias bíblicas, muchos sostienen que después de la vida no hay nada más y niegan la existencia del paraíso celestial y del infierno, para seguir pecando y transgrediendo las leyes del Creador con rebeldia abierta, como si preguntaran al Señor en forma desafiante, ¿Y qué vas a hacer, ah?

En el libro apócrifo del evangelio de Pedro (fragmento griego de Akhmin), escrito probablemente alrededor del año 135 d.C. y atribuido pseudoepigráficamente al apóstol, Pedro escribe acerca de su viaje al cielo y al infierno llevado por el Señor Jesús después de Su resurrección. Comparto parte de este texto, para que entendamos al cielo como el lugar inmensamente bello e inefablemente hermoso donde iremos los justos del Señor. Mas abajo está también la descripción de Pedro acerca del Hades, el lugar terrible para el sufrimiento horrendo de los que fueron enviados a allí por causa de su rebelión a las advertencias dadas por el Señor.

EL PARAISO TERRENAL (Transcripción Literal)
A continuación, los versículos del evangelio “apócrifo” del apóstol Pedro que describen al paraíso terrenal:

5 Y yendo con Él, nosotros los doce apóstoles, le suplicamos que nos mostrara a uno de nuestros hermanos justos, que había muerto, para que pudiéramos ver qué clase de forma tenía; y tomando valor, también pudiéramos animar a los hombres que nos oyesen.

6 Y cuando oramos, repentinamente aparecieron dos hombres parados hacia el Este ante el Señor, a quienes no podíamos ver.

7 Emitían un rayo como del sol de sus semblantes, y sus vestiduras brillaban de un modo jamás visto por ojos humanos. No hay boca capaz de expresar, ni corazón que pueda concebir, la gloria con que estaban dotados, ni la belleza de su aspecto.

8 Y cuando los miramos, quedamos maravillados, porque sus cuerpos eran más blancos que la nieve y más rojos que las rosas;

9 y el rojo se unía al blanco con tal belleza que no puedo expresarla con palabras.

10 Sus cabellos eran rizados y brillantes y caían elegantemente por sus rostros y por sus hombros como una guirnalda tejida con plantas aromáticas y flores de colores variados, o como un arco iris en el cielo. Tal era su apariencia.

11 Y viendo su belleza, quedamos maravillados de ellos, por su repentina aparición.

12Y me acerqué al Señor y le dije: ¿Quiénes son éstos?

13 Me respondió: Éstos son los hermanos de ustedes, los justos, cuyo aspecto deseaban ver.

14 Y le dije: ¿Y dónde están todos los justos, y de qué clase es el mundo (eón) en el que están y tienen esta gloria?

15 Y el Señor me mostró una región muy grande fuera de este mundo, con luz extremadamente brillante, donde los rayos del sol iluminaban el ambiente; y la tierra era feraz, con brotes que nunca se marchitaban; y llena de especias y plantas siempre florecientes e incorruptibles, produciendo frutos benditos.

16 Y había tanto perfume que el aroma llegaba incluso hasta nosotros.

17 Y los habitantes de ese lugar vestían como ángeles resplandecientes, y sus vestiduras eran acordes a su tierra.

18 Y había ángeles revoloteando alrededor de ellos.

19 Y la gloria de los lugareños era la misma, y con una sola voz alababan al Señor, regocijándose en ese lugar.

20 El Señor nos dijo: Éste es el lugar de los líderes (sacerdotes principales) de ustedes, los hombres justos.

EL INFIERNO (Transcripción Literal)
Los siguientes son los versículos del evangelio apócrifo del apóstol Pedro y que describen al Hades o infierno:

21 Vi también otro lugar frente a éste (el Paraíso), terriblemente triste, y era un lugar de castigo, y los que eran castigados y los ángeles que los castigaban vestían de negro, en consonancia con el ambiente del lugar.

De los blasfemos:
22 Y algunos de los que estaban allí estaban colgados por la lengua: éstos eran los que habían blasfemado del camino de la justicia; debajo de ellos había un fuego llameante y los atormentaba.

De los injustos
23 Y había un gran lago, lleno de cieno ardiente, donde se encontraban algunos hombres que se habían apartado de la justicia; y los ángeles encargados de atormentarles estaban encima de ellos.

De los adúlteros
24 También había otros, mujeres, que colgaban de sus cabellos por encima de este cieno incandescente; éstas eran las que se habían adornado para el adulterio.

Y los hombres que se habían unido a ellas en la impureza del adulterio pendían de los pies y tenían sus cabezas suspendidas encima del fango, y decían: No creíamos que tendríamos que venir a parar a este lugar.

De los asesinos
25 Y vi a los asesinos y a sus cómplices echados en un lugar estrecho, lleno de ponzoñosos reptiles, y eran mordidos por estas bestias, y se revolvían en aquel tormento.

Y encima de ellos había gusanos que semejaban nubes negras.

Y las almas de los que habían sido asesinados estaban allí y miraban al tormento de aquellos asesinos y decían: ¡Oh Dios!, rectos son tus juicios.

De las que abortaron
26 Muy cerca de allí vi otro lugar angosto, donde iban a parar el desagüe y la hediondez de los que allí sufrían tormento, y se formaba allí como un lago.

Y allí había mujeres sentadas, sumergidas en aquel albañal hasta la garganta; y frente a ellas, sentados y llorando, muchos niños que habían nacido antes de tiempo; y de ellos salían unos rayos como de fuego que herían los ojos de las mujeres; éstas eran las que habían concebido fuera del matrimonio y se habían procurado aborto.

De los que persiguieron al pueblo de Dios
27 Y otros hombres y mujeres eran quemados hasta su mitad, y arrojados a un lugar oscuro y golpeados por espíritus malvados; y sus entrañas eran devoradas por gusanos que nunca acababan.

Y éstos eran los que habían perseguido a los justos, y los habían entregado [a la muerte].

De los blasfemos de Dios
28 Y cerca de aquellos, había nuevamente hombres y mujeres que se mordían sus propios labios en tormentos, y eran heridos por un hierro candente en sus ojos.

Y éstos eran los que habían blasfemado y difamado el camino de la justicia.

De los mentirosos
29. Y enfrente a éstos, otros hombres y mujeres se mordían sus lenguas, y tenían fuego ardiente en sus bocas.

Y éstos eran los que habían sido testigos falsos.

De los ricos
30. Y en otro lugar había guijarros más puntiagudos que espadas o que pinchos candentes; y unos hombres y mujeres andrajosos, con harapos inmundos, rodaban sobre ellos en tormento.

Y éstos eran los que habían sido ricos y confiaban en sus riquezas, y no se compadecían de los orfanatos y las viudas, y desdeñaban los mandamientos de Dios.

De los banqueros usureros
31 Y en otro gran lago, lleno de materia hedionda (pus) y sangre y cieno ardiente, se encontraban unos hombres y mujeres sobre sus rodillas.

Y éstos eran los que habían sido usureros, y demandaban interés sobre interés.

De los homosexuales y lesbianas
32 Y otros hombres y mujeres eran arrojados desde un gran abismo, y cuando llegaban al fondo, eran conducidos nuevamente hasta la cima por aquellos que estaban sobre ellos, y volvían a ser arrojados, y su tormento no tenía fin.

Y éstos eran los que habían profanado sus cuerpos comportándose como mujeres, y las mujeres que estaban con ellos eran las que se habían acostado entre ellas, como si fueran hombres con mujeres.

De los idólatras y ególatras
33 Y junto al abismo estaba un lugar lleno de fuego, y allí se encontraban los hombres que habían tallado con sus propias manos imágenes para sí mismos suplantando a Dios. Y junto a éstos estaban otros hombres y mujeres con varas de fuego, y se golpeaban unos a otros, y no cesaban de atormentarse de esta manera.

De los que se apartaron de Dios
34 Y, cerca de ellos, otros hombres y mujeres se quemaban, revolvían, y asaban.

Y éstos eran los que habían abandonado el camino de Dios.

QUÉ VAS A HACER CON TU VIDA
La sensación después de leer esta horrenda descripción gráfica de lo que sucede en el infierno es la misma que se siente después de leer u oír las terribles noticias sobre matanzas, desastres naturales, muertes en las calles provocadas por el virus infernal, etc. Hermano, hermana, la Biblia dice que el tiempo para entrar en una profunda reflexión en el espíritu y pedirle al Señor que escudriñe su corazón y que descubra cualquier maldad que se haya insertado allí se está acabando. 

No esperes hasta mañana para buscar la revelación y entender el mensaje de DIOS. Recuerde la advertencia del Espíritu Santo dada en este estudio porque, aunque usted crea que es un santo o santa en toda la dimensión de la Palabra, pero no entendió las advertencias, podría ser que en el día de la Parusía -que a propósito está bien cerca- usted le clame desesperadamente al Señor, “Señor, Señor, yo te recibí, tuyo soy, leí tu Palabra y guardé tus mandatos,” y el Señor le responda, «Apártate de Mí, hacedor de maldad, no te conozco.»

El cielo, el lugar donde Dios habita; el paraíso, el lugar preparado por Jesucristo para los redimidos por Su sangre, y el infierno, el lugar del castigo eterno para aquellos que no se arrepintieron de sus pecados, son lugares más reales que las cosas que vemos, incluidos nosotros mismos. No espere a mañana, el Rapto puede ser esta noche, vaya a los brazos de Su Creador, y Êl lo hará blanco como la nieve, digno de ser recogido por Sus ángeles y llevado a la gran fiesta de los milenios, a la Boda del Cordero Santo con Su Iglesia.

Μαρανάθα, Ιησούς έρχεται σύντομα.
Maranatha, Jesûs viene pronto.


ORACIÓN

«Aleluya, Padre santo, misericordioso y Todopoderoso, gracias por darnos a Tu Hijo amado como el puente para nuestra salvación. Gracias por enviarlo a recoger a los que se habían perdido por causa de la maldad del Inicuo. Tal como dice Tu Palabra, las señales de los cielos confirman que el tiempo se acabó y que solo estamos a la espera de Tu santa voluntad para que todo lo que ha sido anunciado desde el principio, comience, a la hora escrita, ni un segundo antes, ni un segundo después. Escudriña mi corazón, Padre santo, y déjame saber de mis transgresiones, entonces que pueda postrarme a Tus pies para recibir Tu bienaventurado perdón, te lo ruego en el santo Nombre de Tu Hijo amado Yeshûa HaMashiah, amén y amén.»»

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