La Redención está Cerca

Atalaya Profética.

“La Redención está Cerca.”
CF Jara.

«Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora.» (Romanos 8:22)

Amados hermanos y hermanas, debido a las circunstancias que todos conocen, este será nuestro último mensaje en estos tiempos. La radio on-line “El Rey Jesús” y el grupo Devocional en el WhatsAp estarán transmitiendo hasta cuando las circunstancias lo permitan. Les bendecimos grandemente y nos despedimos hasta la próxima, si el Señor nuestro Dios así lo permite.

El huracán Irma, el más potente de la historia humana, está dejando muerte y destrucción por donde pasa. A esta hora, enfila sus fuerzas asesinas hacia toda la península de la Florida, donde millones ya han evacuado y otros tantos están haciendo lo mismo debido a esta amenaza inminente de muerte y desolación. Ayer azotó México el terremoto más fuerte en 100 años. Al oeste de EU, 4 estados batallan contra el incendio forestal más grande y poderoso nunca antes visto. Y por doquier, en todos los continentes, todos los días se reciben noticias parecidas. Los ayes y gemidos de dolor, miedo y angustia se escuchan por doquier, como si la tierra estuviera sufriendo los dolores previos al alumbramiento que la Biblia lo ha estado anunciando: «El tiempo ha llegado, ya está aquí,… porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora.» (Romanos 8:22)

El día de ayer fue un día muy extraño y diferente a la rutina normal. Empezamos temprano en la mañana preparando la evacuación, poniendo en una maleta los documentos personales, las medicinas para 2 semanas y algo de ropa. Mientras hacíamos eso, nuestro pensamiento estaba en el hecho de que todas las pertenencias se quedan donde están, en las casas que probablemente se inundarán sin remedio, en los días y noches donde el viento golpeará inmisericordemente por varias horas, casas y edificios, árboles, carreteras, postes de luz, etc. Luego, la luz, el agua, los teléfonos no funcionarán, calles y carreteras estarán anegadas y llenas de escombros, faltará agua, comida y ropa seca, y probablemente el olor a muerte estará en los aires, tal como escribió Lucas en el capítulo 21:11 «Y habrá terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo”.

Pero el apóstol Lucas escribe más adelante “Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca” (Lucas 21:28). La tragedia produce temores y dudas frente al hecho de que nuestras vidas se trastornarán, se perderán bienes materiales y hasta pensamos en resultar heridos o…muertos. Entonces allí mismo, el Espíritu Santo nos redarguye y nos recuerda las promesas de nuestro Creador: «Vivir para mi es vivir en Cristo, hacer y decir lo que Êl me manda a hacer, pero si muero, quiero morir en Êl, porque esa será mi ganancia, el ir a morar con Dios por la eternidad.» Por lo tanto, en medio de esta terrible amenaza y de cualquier otra, alzaré mi ojos al Padre Eterno, con la certeza de que Su venida a recoger a Su iglesia está cerca.

Las profecías de los Tiempos del Fin nos dicen que la iglesia del Señor verá los dolores de parto y el inicio del alumbramiento que estará marcado con tiempos terribles de muerte y destrucción por doquier. Parecería como si los espíritus de los 4 elementos que permiten la existencia de la humanidad se han rebelado. Los aires, las aguas, la tierra y el fuego ya no solo dan vida, sino que la quitan, por doquier, como si estuvieran actuando por influencia del maligno. Por ello, debemos recordar que nuestros ojos verán lo anunciado, y que cada vez será peor y más terrible.

En la tarde de ayer visitamos a una hermosa familia a quien amamos entrañablemente, como si fueran de nuestra propia sangre. Cerca de la una de la mañana oramos para despedirnos. “Dios te bendiga, te quiero mucho, hasta volvernos a ver, si el Señor lo permite, y si no, nos vemos en el cielo, en el nombre de Jesús.” Esa fue la frase de despedida y esa es la frase que quiero decir a estar hora para todos mis amigos y hermanos. Vamos a tener nuestros ojos puestos en Cristo Jesús, recordando lo que Êl dice: «Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin,…,el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso», (Apocalipsis 1:8).

Estimados hermanos y hermanas que no se encuentran en estas áreas, oren por aquellos que si lo estamos. Recuerden que tenemos un Dios Todopoderoso que vela por nosotros y que nos ha prometido que estará con nosotros hasta el fin, por lo tanto, todo va a estar bien. Un abrazo fraterno y entrañable para todos en el amor de Jesucristo. Hasta volvernos a ver, si el Señor lo permite, y si no, nos vemos en el cielo, en el nombre de Jesús, amén y amén.

DIOS te bendiga.
La gloria es solo de Cristo Jesús.
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