📖🖊 El Rapto no Sucederá
Serie: Las Falsas Doctrinas, Parte 4
Estudio Bíblico para hoy, Miércoles 16 de Noviembre, 2022.
Por: CF Jara
Leer: Apocalipsis 20
«Y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.» (Apocalipsis 20:4)
Ayer visité a mi vecino Joe, un simpático veterano ex combatiente de Vietnam y demócrata empedernido que odia a Donald Trump con todas las fuerzas de su corazón, pues vio un reportaje en uno de los canales opositores al expresidente donde los reporteros afirman que Trump ha dicho, literalmente, más de ¡doscientas cincuenta mil mentiras…!!!
El problema en realidad no es que Joe sea demócrata, ni tampoco que crea que es verdad lo de los cientos de miles de mentiras, sino el odio alojado en su corazón en contra de otro ser humano, en este caso, Trump, por causa de las falsedades que otros seres humanos riegan sin miedo ni vergüenza. Aunque este odio resulta de creer ciegamente en noticias falsas regadas por canales que son parte del gobierno satánico mundial -lo cual Joe tampoco acepta- la responsabilidad recae sobre Joe porque no se da el trabajo de contrastar ni las noticias ni las fuentes. Y al final del día, al único que afectará aquel odio será a él mismo.
Tristemente, la misma realidad gobierna en muchas iglesias y a un gran número de Cristianos evangélicos o Jesucristianos, quienes creen ciegamente en lo que sus pastores o predicadores les comparten sin darse el trabajo de contrastar si está o no en la Biblia siquiera al menos lo que escuchan en el culto del Domingo. Lo que resulta es un inmenso ejército de redimidos por la sangre bendita de Jesûs que creen y defienden “a muerte” una gran cantidad de interpretaciones erróneas, anatemas, doctrinas extrañas, falsedades, tergiversaciones, verdades mitad verdad mitad mentira, etc., que afectan la fe Cristiana.
El día malo, anunciado en las profecías de hace más de dos mil años ya está aquí. El Rapto de la iglesia puede ser esta misma noche. Por ello, cada Cristiano, osea, cada ser humano redimido por la sangre bendita de Jesûs, de la edad, denominación, posición dentro de la iglesia, nacionalidad, etc., que sea, tiene el deber y la obligación de leer y estudiar la Palabra de Dios cada día, todos los días, al amanecer, al atardecer y al anochecer, en todo tiempo y en todo lugar, para estar listo para no ser engañado, para ser luz al mundo, y para ser levantado en los aires cuando aquel hermoso evento suceda.
En este mensaje hablaremos acerca de otra doctrina falsa que corre por los templos de la fe bíblica, la creencia de millones de Jesucristianos en la doctrina que niega el Rapto de la Iglesia que sostiene que el Rapto y la Segunda Venida de Jesucristo a la tierra son el mismo evento. Si estos Cristianos no rectifican, se quedarán y lo lamentarán, porque con la autoridad del conocimiento de la Palabra de Dios, podemos afirmar con toda seguridad que la iglesia de los redimidos por Jesûs SI será Raptada o Arrebatada en el día marcado por el Señor y tal como dice la Palabra de Dios.
Pero es necesario aclarar que el Arrebatamiento de la iglesia de Jesûs sucederá luego de que la Tribulación haya empezado y no antes como millones creen, lo cual implicará mucho sufrimiento y persecución para los creyentes, y no como muchos creen equivocadamente, que nos iremos en medio de muchas flores, luces de colores y canciones alegres. ¿Quiénes somos nosotros que creemos que nos iremos sin sufrir siquiera un latigazo, mientras Jesûs nuestro Salvador, sufrió una muerte terrible?
De acuerdo con lo que escribe Juan en Apocalipsis 20:4, hay dos requisitos para ser levantados por los ángeles el día o la noche del Arrebatamiento:
1. Que nos justifiquemos en la sangre bendita de Jesûs cada día, todos los días, reconociendo y arrepintiéndonos de nuestros pecados y pidiendo perdón por ellos; y2. Estar dispuestos a morir por Cristo Jesûs. Los arrebatados serán aquellos que murieron decapitados por guillotina o espada porque no negaron su fe en Jesucristo, se negaron a postrarse ante la bestia y no se dejaron poner la marca del enemigo de Dios.
Dicho esto, comenzamos:
4. EL RAPTO NO SUCEDERÁ
FALSO, hermano amado, hermana, el "Rapto" o "Arrebatamiento" de la iglesia SI va a suceder, es más, estamos a las puertas. Pero lo que también pasará es que, si usted no guardó su santidad, es decir, no vivió su vida honrando a Dios, o si usted llegara a negar su fe en Cristo Jesûs, entonces, no habrá Rapto para usted y los creyentes que hicieron como usted. La Salvación del alma NO se pierde, pero el Rapto SI.
CONTEXTO
En nuestro estudio anterior comprobamos bíblicamente que la Salvación dada por Dios a través de entregar tu corazón a Jesûs, no se perderá NUNCA. Pero lo que sí pueden perder los creyentes es la oportunidad de ser arrebatados por los ángeles del Señor, porque el Rapto SI sucederá. Pero hay requisitos para los creyentes.
Hermanos, no solo que no perderemos nuestra salvación, sino que seremos honrados como testigos de honor en la Gran Boda entre Jesucristo y Su iglesia, lo cual sucederá inmediatamente después del Rapto. Y luego, gobernaremos el mundo junto con Jesucristo por mil años, tal como se lee en Apocalipsis 20:6
«Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con Êl mil años.»
Aquellos que recibieron a Jesûs como su Señor y Salvador, son salvos por siempre. Pero preste atención, lo que sí pueden perder los Cristianos bíblicos es la oportunidad de ser llevados en el Rapto de la iglesia para celebrar junto con Jesucristo y Sus santos las Bodas del Cordero de Dios en los cielos. La consecuencia de no ser arrebatado es quedarse en la tierra a pasar por la terrible Tribulación y los aterradores eventos que describe el libro de Apocalipsis.
EL RAPTO O ARREBATAMIENTO
La Resurrección de Jesûs es el evento cumbre más representativo de la fe Cristiana evangélica. Sin resurrección no habría Cristianismo, y sin Cristianismo el mundo se habría destruido así mismo hace tiempo. Aunque el hombre puede quitarse la vida a sí mismo o a otro ser humano, no puede resucitarse ni a sí mismo ni a otro, no importa lo “poderoso” que sea ni la fortuna que tenga. En cuanto a las máquinas médicas resucitadoras, éstas pueden resucitar a un humano que ha fallecido bajo ciertas circunstancias, pero no siempre. Por lo tanto, ninguno de los humanos que han resucitado a través de la historia del mundo, lo pudieron hacer por su propia voluntad.
En cambio, Jesucristo fue, es, y será el único ser humano que pudo salir de Su tumba por Su propia voluntad y caminando por Sus propios pies después de tres días de morir. Y no solo que resucitó Êl mismo, sino que más de 500 muertos que estaban enterrados alrededor de Su tumba, resucitaron cuando Êl lo hizo. Al haber vencido a la muerte, Cristo Jesûs puede también resucitar a aquellos que morirán por causa de guardar su fe en Êl, en el evento que la Biblia llama el “Rapto o Arrebatamiento” de la iglesia.
El término “Rapto” viene del griego “ἁρπαγησόμεθα” “ἁρπάζω” (har-pad'-zo) que significa:
"apoderarse, alcanzar; agarro, arrebato, obtengo por robo; propiamente, apoderarse por la fuerza; arrebatar, de repente y con decisión, como alguien que se apodera de una recompensa (botín, un premio); tomar mediante una demostración abierta de fuerza (es decir, no de forma encubierta o secreta); llevarse, atrapar, arrebatar, arrebatar lejos."
Al igual que Sus discípulos Pablo, Juan, Pedro, etc., Jesûs también profetizó el Rapto de los justos, tal como leemos en el pasaje de Mateo 24:31,
«Y enviará Sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a Sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.» (Mateo 24:31)
Según la Biblia, los Cristianos bíblicos que hayan muerto desde la ascensión de Jesûs a los cielos hasta los que murieron decapitados al final de la primera fase de la Tribulación por no haber negado a su Salvador, por no haberse se postrado ante la bestia y no dejarse poner su marca, resucitarán en el momento que suenen las trompetas tocadas por los ángeles del Apocalipsis y que anunciarán el Rapto.
Entonces Dios les dará un cuerpo inmortal perfecto a todos los resucitados y serán llevados por los ángeles del Señor hacia las nubes, donde se reunirán con Jesucristo, quien los llevará hacia los cielos a las Bodas del Cordero de Dios con Su iglesia. En el cielo se les dará la potestad de sentarse en tronos para emitir juicios, y gobernarán la tierra junto con Jesucristo por mil años, tal como se lee en Apocalipsis 20:4
4 Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.
Pero los creyentes que no fueron arrebatados porque no anduvieron en los caminos de santidad, y peor, negaron a Jesûs, se postraron ante Moloch y se dejaron poner la marca de la bestia, morirán en los terribles desastres naturales, en la tercera guerra mundial, o en las matanzas que provocarán los demonios que serán sueltos en la Gran Tribulación. Sin embargo, y debido a que las almas de aquellos son salvas para siempre, resucitarán después del gobierno milenial de Jesucristo, para el juicio final, pero tristemente se perderán tanto las Bodas del Cordero como la oportunidad de cogobernar al mundo con Jesucristo.
CUÁNDO SUCEDERÁ
La Biblia dice que el día y la hora en que se dará la segunda venida de Jesûs es conocido sólo por Dios. Pero lo que la Biblia sí nos revela son, tanto los eventos y señales en los cielos como en la tierra que se darán como preludio, así como las profecías acerca de que la Segunda Venida de nuestro Salvador será al finalizar la Gran Tribulación (Mateo 24, Apocalipsis, Daniel, Ezequiel), lo cual confirma que el Rapto de la iglesia y la Segunda Venida del Señor son dos acontecimientos separados.
Para que se produzca el Rapto de la iglesia, la Biblia nos dice que es necesario que previamente sucedan varios eventos, pero principalmente dos:
1) La llegada del Anticristo y el inicio del gobierno del Nuevo Orden Mundial, y2) La sangrienta persecución mundial a la iglesia bíblica y a los redimidos por Jesucristo, los cuales serán condenados a muerte por guillotina o espada si no niegan su fe en Jesûs, no se postran ante Baal y no se ponen la marca de la Bestia.
1. La llegada del Anticristo y el Nuevo Orden Mundial
Acerca del Anticristo, la Biblia dice que éste será un ser mitad serpiente mitad hombre, pues, o es hijo de Satanás o desciende del mismo a través de Caín, Nimrod, Canaán y el linaje de la serpiente; proviene de la etnia sirio-judía, es homosexual declarado, y tendrá poder satánico para seducir a los gobernantes del mundo para hacerse con el control total de la humanidad a través de pactos mundiales de paz (Apocalipsis 13:1; Daniel 9:27).
Como todos sabemos, Satanás ha imitado desde el comienzo a Dios porque quiere ser como el Todopoderoso, por lo que también levantará su trinidad con la ayuda de las tres falsas principales religiones del mundo: catolicismo (Anticristo), judaísmo (la Serpiente Antigua) e islamismo (el Falso Profeta):
1. Satanás es el Gran Dragón o la Serpiente Antigua (enemigo de Dios). Encarnado en el Judaísmo, manejará la economía mundial e implementará el dinero digital como única moneda mundial. Será dirigida por los banqueros sionistas kházaros, falsos judíos, o hijos de su padre el diablo;2. El Anticristo es la gran Bestia, (enemigo de Cristo Jesûs), hijo o descendiente de Satanás. Encarnado en el Catolicismo, dirigirá la liga de las falsas religiones mundiales e implementará una sola religión (adoración a Baal). Será dirigida por el papa católico y diez anticristos, reptilianos descendientes de Caín, miembros de la realeza mundial, incluido el rey William de Inglaterra, billonarios y líderes políticos, sociales, militares y religiosos;3. El Falso Profeta es Mahoma, (enemigo del Espíritu Santo de Dios). Encarnado en el Islamismo, implementará una sola policía mundial con sus adoradores y se basará en su ley infernal llamada “Sharía.” Los musulmanes estarán a cargo de la sangrienta persecución mundial en contra de los Cristianos bíblicos redimidos por la sangre de Jesûs. Aquellos que se resistan al Anticristo, serán decapitados por espada o por guillotina.
2. La Persecución de la Iglesia
La razón por la que los ejércitos del enemigo no usarán ninguna otra arma para matar a los cristianos bíblicos, a parte de la espada y guillotina, es porque el alma se aloja en la cabeza, en la glándula pituitaria. Ellos pretenden con el descabezamiento, apropiarse del alma de los mártires e impedir que se reúna con el cuerpo en el día del arrebatamiento, porque ellos saben que el Rapto de Jesûs por Su iglesia va a suceder.
Es necesario que dicha masacre se cumpla como la última prueba para los Cristianos que serán decapitados por mantenerse fieles a Jesucristo, esto es, no negar a su Salvador, no postrarse ante Baal y no dejarse poner la marca de la bestia. Los que así lo hagan, se quedarán a la Tribulación. Entonces y luego de la masacre brutal de millones en todo el mundo, cuatro ángeles del abismo ubicados uno en cada punto cardinal alrededor de la tierra, soplarán con potencia inmensa las trompetas anunciando la venida de Cristo Jesûs en las nubes para “arrebatar” de las fauces de la muerte a Sus mártires de la fe, los que fueron decapitados porque guardaron la Palabra de Dios y no se postraron delante de la bestia, y no se dejaron marcar ni la frente ni la mano derecha y no negaron Su nombre. (Apocalipsis 20:4);
Junto con los mártires de Jesûs resucitarán los que habían fallecido antes en el Señor, y todos ellos recibirán un cuerpo inmortal mientras son arrebatados por los ángeles hacia los cielos. Y luego, los sobrevivientes, los que hayan quedado vivos después de la persecución, pero que guardaron su santidad conservando sus vestiduras blancas, también recibirán un cuerpo inmortal y serán arrebatados por los ángeles del Señor (1 Tesalonicenses 13:17).
Otros Eventos Previos
Hermanos, el Rapto de los santos y justos del Señor es inminente, pero recuerde, la iglesia de Cristo SI pasará por algunas angustias y tribulaciones. Aquellas doctrinas que dicen que NO veremos o peor, sufriremos las cosas terribles que están por pasar, simplemente son apostasías a la Palabra de Dios.
La siguiente es una lista de algunos de eventos terribles que los redimidos por la sangre de Jesûs ya estamos pasando o tendremos que pasar antes de ser raptados por los ángeles de Jesucristo:
- El gobierno satánico mundial contamina la tierra con el virus mortal y envía al encierro a toda la humanidad;
- Después de dos años de encierro y opresión, los siervos de Lucifer ponen en marcha, la segunda parte del plan, la guerra entre Rusia y Ucrania y la amenaza de una guerra mundial nuclear;
- Debido a esto, el mundo entero entra en una hiperinflación que quiebra todas las economías del mundo y provoca guerras internas civiles en los países y contra otros países;
- El gobierno luciferino anuncia el Reseteo Mundial de la economía;
- El gobierno mundial luciferino anuncia la existencia de la vida extraterrestre y éstos son recibidos en la tierra e insertados en la civilización humana;
- Entonces se anuncia el Nuevo Orden Mundial que será dirigido por un solo líder, que será el “mesías” judío, pero que, según las revelaciones de Juan, será el Anticristo, quien lo primero que hará será abolir todas las religiones pero obligará a toda la humanidad a la adoración a Baal; eliminará las fronteras de todos los países; obligará al uso de una sola moneda digital; todos los ejércitos del mundo serán uno solo y se decretará el comunismo total como único sistema político mundial: Nadie será dueño de nada y todo será propiedad del gobierno mundial;
- Como señal de obediencia, la población mundial será obligada a insertarse un chip en su frente o mano derecha, y todos los que se nieguen serán muertos por espada o guillotina;
- Se ordenará la sangrienta persecución mundial de la iglesia bíblica y los redimidos por Jesucristo, los cuales serán condenados a muerte por guillotina si no se postran ante Baal y se ponen la marca de la Bestia.
QUÉ HACER PARA SER ARREBATADO
Antes de continuar es necesario que usted tome en cuenta que, cuando la Biblia habla de un “Espíritu” con “E” mayúscula, se refiere al Espíritu Santo de Dios. Y cuando habla de un “espíritu” con “e” minúscula se refiere a dos casos:
- Al espíritu de vida que mora en nosotros desde que nacimos, y que es como la corriente eléctrica de Dios que nos mantiene con vida, osea que, cuando el Señor desconecta al “espíritu de vida,” la persona muere; y
- A cualquier otro espíritu que mora en las cosas creadas por Dios, sea benigno o maligno.
Si usted quiere irse en el Arrebatamiento, estar presente en las Bodas del Cordero y ser contado entre los sacerdotes del Señor para el Gobierno milenial, la Biblia menciona tres requisitos:
1. Haber entregado el corazón a Jesucristo;2. Guardar la santidad; y3. Estar dispuestos a no negar a Jesûs, aunque eso le cause la muerte.
1. ¿Entregaste tu corazón a Jesûs?
Hermano querido, el requisito “sin et qua non” no solo para para ser arrebatado, sino para ser salvo por la eternidad, es haber aceptado a Jesûs como tu Señor y Salvador, quien nos compró con Su sangre bendita derramada en el sacrificio de cruz terrible, despiadado e injusto. Y por el amor de Jesûs por nosotros debemos obedecer a Dios creyendo en Sus promesas, agradeciendo por todas Sus bendiciones, leyendo y escudriñando Su Libro Santo, practicando y predicando todo lo que ahí dice, cada día y todos los días que Dios nos dé vida.
La Biblia dice que:
- Sobre aquellos que han entregado su vida a Cristo no hay NINGUNA condenación, por lo tanto, su Salvación es eterna;
- El Espíritu Santo nos libra del pecado, por lo tanto, de la muerte;
- Que la carne es débil, por eso muere por la ley, pero el alma vivirá por la eternidad;
- Jesûs condenó al pecado en la carne, y
- Que DIOS hace justicia al dar vida eterna a los que andan en Su Espíritu.
Hermanos, aquellos que no son salvos piensan y viven en la carne que los conduce a las cosas del mundo, y por ello, su alma perecerá por la eternidad; pero los redimidos por Jesûs, pensamos y vivimos en el Espíritu Santo quien nos guía a vivir en las cosas espirituales, y así alcanzaremos la vida eterna para nuestra alma.
Si alguien dice que es “Cristiano” pero anda en las cosas de la carne, el Espíritu Santo no mora en él, por lo tanto, nunca se rindió sinceramente a Jesucristo. Y hay muchos de ellos en los bancos de las iglesias del Señor. Al entregar nuestra vida a Jesucristo, no recibimos otro espíritu de esclavitud como el que vivía en nosotros, pero tampoco recibimos un espíritu de libertinaje, para que andemos haciendo lo que queramos. Somos propiedad de Jesucristo y debemos tomar las cosas del Señor con seriedad y absoluta responsabilidad.
Así mismo, al entregar nuestra vida a Jesucristo, recibimos el Espíritu de adopción como “hijos de DIOS” lo cual nos hace herederos del Dios Todopoderoso Creador del universo y coherederos con nuestro Señor y Salvador Cristo Jesûs, si es que padecemos juntamente con Êl, para que juntamente con Êl seamos glorificados.
Y esa es la clave para irnos en el Rapto, vivir desde este momento y de hoy en adelante, cada día de vida que el Señor nos añada, mentalizados en que la persecución a los redimidos por la sangre bendita de Jesûs está por comenzar, que recibiremos la visita en nuestras casas de gentes que vendrán a pedirnos que nos arrodillemos ante Baal y que nos pongamos la marca de la bestia.
Entonces sabremos que ha llegado el momento, porque la única alternativa para ser arrebatados es estar dispuestos a morir por Cristo, porque si usted hermano, hermana, no muere por Cristo, se quedará a sufrir la terrible persecución, se perderá la Gran Boda de nuestro amado Salvador, y dormirá por mil años, por lo tanto, tampoco será parte del gobierno milenial de Jesucristo y Sus santos sobre el mundo.
Si aún no has entregado tu corazón al Señor, ponte de rodillas, repite en voz alta y con todo tu corazón la siguiente oración, y tan pronto puedas, busca una iglesia Cristiana evangélica, ve al altar y preséntate ante el Señor. Êl te está esperando:
"Señor Jesús, reconozco que soy pecador.
Declaro que Tû eres el Hijo de DIOS.
Creo que Tû moriste en la cruz por mis pecados
y que resucitaste de entre los muertos al tercer día.
Me arrepiento de todo mi corazón por todas
las transgresiones que he cometido.
Perdóname y hazme una nueva criatura.
Entra en mi corazón, yo te recibo como mi Señor y mi Salvador.
Escribe mi nombre en el Libro de la Vida Eterna,
y séllame con tu Santo Espíritu, amén.”
2. Guardar la Santidad
Los que tenemos al Espíritu Santo viviendo dentro de nosotros, recibimos Su guía, consejo, llamado de atención, pero también la revelación acerca de las cosas espirituales que nos es menester saber para caminar en santidad y obediencia a los mandamientos de Dios. Solo así podremos irnos en el Rapto de la iglesia que puede ser esta misma noche. Cuando Jesucristo venga en las nubes a llevar a Sus santos, sólo los que obedecieron y guardaron Su nombre, se irán con el Señor.
Pero hermano querido, el primer requisito “sin et qua non” para ser arrebatado es haber aceptado a Jesûs como su Señor y Salvador, quien nos compró con Su sangre bendita derramada en el sacrificio de cruz terrible, despiadado e injusto. Y por el amor de Jesûs por nosotros debemos obedecer a Dios creyendo en Sus promesas, agradeciendo por todas Sus bendiciones, leyendo y escudriñando Su Libro Santo, practicando y predicando todo lo que ahí dice, cada día y todos los días que Dios nos dé vida.
El apóstol Pablo nos comparte las poderosas revelaciones que recibió del Espíritu Santo acerca de cómo debe ser la vida de un creyente para tener esos maravillosos privilegios. Y como lo escrito por Pablo es absolutamente claro, transcribimos literalmente de la Biblia Reina Valera 1960, el capítulo 8 de Romanos desde el versículo 1 al 27, donde están todas las directrices para guardar la santidad, de tal forma que ningún redimido por Jesucristo se pierda el Rapto:
V.v 1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a Su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Êl.10 Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, más el espíritu vive a causa de la justicia.11 Y si el Espíritu de Aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios.15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.19 Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.20 Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza;21 porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.22 Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora;23 y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo?25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.
26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.27 Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
Qué hago si he pecado
La Biblia dice que:
- Sobre aquellos que han entregado su vida a Cristo no hay NINGUNA condenación, por lo tanto, su Salvación es eterna;
- El Espíritu Santo nos libra del pecado, por lo tanto, de la muerte;
- Que la carne es débil, por eso muere por la ley, pero el alma vivirá por la eternidad;
- Jesûs condenó al pecado en la carne, y
- Que DIOS hace justicia al dar vida eterna a los que andan en Su Espíritu.
Basado en la declaración-pista de Jesûs de que vendrá “como ladrón en la noche,” es decir, cuando todo mundo esté durmiendo o descansando, todos los creyentes deben, cada noche, antes de irse a dormir, arrepentirse de los pecados y transgresiones cometidos en ese día y que no han sido confesados y no se pidió perdón al Señor. Asegúrese que, tan pronto ponga su cabeza en la almohada y antes de quedarse dormido, usted le pida al Señor, con una sencilla oración, que le perdone por sus faltas cometidas en ese día, y que lo vuelva blanco como la nieve con Su sangre bendita, y que si el Rapto es esa noche, que Dios no se olvide usted.
Hermano, ¿sabe por qué debe estar blanco como la nieve? Porque la tierra está sumida en la oscuridad del pecado y la maldad, pero los justificados por la sangre bendita del Cordero brillan en esa oscuridad. Y cuando los ángeles bajen a la tierra a recoger a los santos de la Tribulación, reconocerán a los que brillan en las sombras y los traerán al encuentro con su Salvador.
Hermanos, aquellos que no son salvos piensan y viven en la carne que los conduce a las cosas del mundo, y por ello, su alma perecerá por la eternidad; pero los redimidos por Jesûs, pensamos y vivimos en el Espíritu Santo quien nos guía a vivir en las cosas espirituales, y así alcanzaremos la vida eterna para nuestra alma.
Si alguien dice que es “Cristiano” pero anda en las cosas de la carne, el Espíritu Santo no mora en él, por lo tanto, nunca se rindió sinceramente a Jesucristo. Y hay muchos de ellos en los bancos de las iglesias del Señor. Al entregar nuestra vida a Jesucristo, no recibimos otro espíritu de esclavitud como el que vivía en nosotros, pero tampoco recibimos un espíritu de libertinaje, para que andemos haciendo lo que queramos. Somos propiedad de Jesucristo y debemos tomar las cosas del Señor con absoluta seriedad y responsabilidad.
Así mismo, al entregar nuestra vida a Jesucristo, recibimos el Espíritu de adopción como “hijos de DIOS” lo cual nos hace herederos del Dios Todopoderoso Creador del universo y coherederos con nuestro Señor y Salvador Cristo Jesûs, si es que padecemos juntamente con Êl, para que juntamente con Êl seamos glorificados.
Y esa es la clave para irnos en el Rapto, vivir desde este momento y de hoy en adelante, cada día de vida que el Señor nos añada, mentalizados en que la persecución a los redimidos por la sangre bendita de Jesûs está por comenzar, que recibiremos la visita en nuestras casas de gentes que vendrán a pedirnos que nos arrodillemos ante Baal y que nos pongamos la marca de la bestia.
Entonces sabremos que ha llegado el momento, porque la única alternativa para ser arrebatados es estar dispuestos a morir por Cristo, porque si usted hermano, hermana, no muere por Cristo, se quedará a sufrir la terrible persecución, se perderá la Gran Boda de nuestro amado Salvador, y dormirá por mil años, por lo tanto, tampoco será parte del gobierno milenial de Jesucristo y Sus santos sobre el mundo.
3. Estar Dispuesto a Morir por Jesucristo
Los que tenemos al Espíritu Santo viviendo dentro de nosotros, recibimos Su guía, consejo, llamado de atención, pero también la revelación acerca de las cosas espirituales que nos es menester saber para caminar en santidad y obediencia a los mandamientos de Dios. Solo así podremos irnos en el Rapto de la iglesia que puede ser esta misma noche. Cuando Jesucristo venga en las nubes a llevar a Sus santos, sólo los que obedecieron y guardaron Su nombre, se irán con el Señor.
De acuerdo a lo revelado por el Espíritu Santo de Dios, los eventos escatológicos descritos en el libro de las Revelaciones, Apocalipsis, o las Profecías de Jesucristo, no se encuentran en orden cronológico, debido a que Juan, el escritor de este libro, no lo afirma en ninguna parte, pero también porque para establecer el orden cronológico divino es necesario comparar lo que dicen las otras profecías de los libros de Ezequiel, Daniel, Lucas, Mateo, Marcos, Juan, Pablo, etc. Y al hacer dicha confrontación, lo que surgen son más dudas que confirmaciones.
Debido al gran número de profecías no cumplidas, teorías no comprobadas y muchas confusiones, se puede pensar que el orden actual de los eventos fue construido por los “eruditos” bíblicos de manera desprolija, quizá sin hacer investigaciones completas en el idioma original y/o sin verificar los significados de los términos de acuerdo al contexto original, es decir, la época, cultura, historia y la sociología de cuando fueron escritos. Pero también se puede pensar que fue el Señor mismo quien permitió todo esto de tal forma que aquellos que tuviéramos el privilegio de vivir en los tiempos del fin, pudiésemos recibir la verdadera revelación, como la oportunidad para alcanzar el privilegio de ser incluidos, no solo en el grupo de aquellos que serán levantados en los aires, el día del Arrebatamiento, sino de los que serán hechos Sacerdotes de Dios para la eternidad. Pero para alcanzar esto, hay un precio que pagar.
Jesûs, el Hijo de Dios, Dios mismo, se humanó para venir a encontrar a todos aquellos descendientes del linaje de אֶֽהְיֶ֑ה אֲשֶׁ֣ר אֶֽהְיֶ֖ה YHWH o “Yo Soy el que Soy.” Aquellos se habían extraviado por causa del maligno. Pero también vino a encontrar a aquellos que descienden de los linajes mezclados para que, si se arrepienten de sus malos caminos, puedan ir a vivir con Jesûs la vida eterna. Y para ello, el Mesías tuvo que entregar Su vida en un sacrificio que demandó las más terribles torturas y muerte en la infame cruz. Cuando Jesûs pagó este precio, demostró Su infinito y por siempre-eterno amor por la creación de Dios, derrotó a la muerte para siempre y fue resucitado recibiendo toda la gloria creada y por crearse jamás.
Si Jesûs dijo «Sed imitadores de mí,» (Juan 13:15) ¿Cómo podríamos atrevernos a pensar siquiera que, aún guardando nuestra santidad podremos ir a los cielos indemnes, en una sola pieza, impunes, sin un solo latigazo en nuestra espalda? ¿Es que acaso hemos llegado a asumir que somos mejores que nuestro Salvador?
Cierto que la sangre bendita de Jesûs nos limpió de todo pecado, y gloria a Dios por ello. Cierto también que el arrepentimiento de nuestras constantes transgresiones mantiene la blancura de Jesûs sobre nosotros, pero ¿Por qué solo Jesucristo había de pagar tan terrible precio, pero nosotros Sus redimidos, no? ¿Es que acaso ya tenemos alguna corona sobre nosotros?
Uno de los más grandes errores en la traducción bíblica lo encontramos en el versículo 4 del capítulo 20 del Apocalipsis donde todas las Biblias Reina-Valera dicen que
«…las almas de los decapitados fueron sentadas en tronos y se les dio facultad de juzgar...» (Parafraseado)
Sin embargo, según la transliteración del griego original de la Biblia Apostólica para Políglotas de 1609, se puede leer que
«a estas almas, que pertenecen a los que fueron decapitados por causa de no negar a Jesûs, se les hizo sentar en tronos para recibir el juicio de los galardones por parte de Jesucristo, por causa de no que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca del enemigo de Dios ni en sus frentes ni en sus manos, y por causa de ello vivieron y reinaron con Cristo mil años y fueron hechos Sacerdotes del Señor.»
Ponga atención, hermano, lo que dice este versículo es muy claro: “que, durante los terribles tiempos de la Tribulación, los creyentes redimidos por la sangre del Cordero sufrirán una terrible persecución y serán obligados a negar a Jesûs y a la Palabra de Dios, a postrarse en adoración delante del Anticristo, y a ponerse la marca de la bestia en la frente o mano derecha. Y si no lo hacen, serán decapitados en la guillotina. Ese, queridos hermanos, será el precio que tendremos que pagar si queremos ser parte de los que recibirán las coronas de los galardones y que serán los Sacerdotes de Dios que reinarán junto con Jesucristo por la eternidad. Aleluyah!!
Mientras tanto, los justos que sobrevivieron a la Tribulación pero que no fueron decapitados por causa de Jesucristo, serán también levantados en los aires el día del Rapto, pero no participarán el juicio de los galardones, aunque si lo harán en las Bodas del Cordero.
Y aquellos hombres y mujeres que no creen en Dios, que rechazaron a Jesûs en vida, que se postraron ante Baal y se pusieron la marca de la bestia, morirán pero serán resucitados en el día del juicio del Trono Blanco, donde serán juzgados y como condena serán echados al lago de fuego por la eternidad.
COMENTARIO FINAL
Hermanos, la Palabra de Dios dice que no todos los que dicen ser de Jesûs serán dignos de alcanzar aquel mérito, ni tampoco todos los que murieron en Êl serán resucitados de entre los muertos. Tampoco tenemos algún derecho para querer ser arrebatados sin sufrir ningún dolor o recibir un galardón por nada. Por ello debemos preguntarnos cada día que Dios nos añada, qué debo hacer para ser merecedor de la misericordia del Señor y que por ello, Sus ángeles me levanten de este mundo en el día anunciado.
El tiempo se ha acabado, el Rapto puede suceder esta misma noche. Asegúrate de tener a Jesûs en tu vida, y examina tu corazón y pídele al Espíritu Santo que te guíe a toda la verdad y al entendimiento de las profecías bíblicas, de tal forma que puedas estar listo para cuando el tiempo terrible toque a tu puerta.
Te pregunto hermano, hermana, ¿está dispuesto a morir por su Salvador?
Dios te bendiga.
Μαρανάθα, Ιησούς έρχεται σύντομα
Maranatha, sí Señor Jesús, ven pronto, no tardes.
התהילה היא רק של ישוע המשיח
Μαρανάθα, Ιησούς έρχεται σύντομα
Maranatha, sí Señor Jesús, ven pronto, no tardes.
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ORACIÓN
«Amado Padre Todopoderoso, bendigo Tu santo Nombre y te doy las gracias por todas Tus bendiciones que me permiten vivir y servirte cada día. Te pido a esta hora, Padre santo, que bendigas a este mensaje y a todo aquel que lo lea, donde quiera que esté y cuando quiera que accese a este estudio bíblico. Que el mensaje que Tû quieres entregar llegue a donde tiene que llegar, de tal forma que el lector pueda, primero, entender las cosas que Tû quieres que haga, y segundo, que la Luz bendita de Jesûs lo ilumine para siempre, que pueda despertar del sueño inducido por el enemigo, y que empiece a buscarte con todas las fuerzas de sus corazón, para la gloria de Tu santo Nombre, te lo pido humildemente en el Nombre de nuestro Señor y Salvador, Yeshûa HaMashiaj, amén y amén.»
La gloria es solo de Cristo Jesûs.
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1 comentario:
Amén. Muchas gracias por este magnífico estudio - devocional
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