El Israel y los Judíos actuales son la Nación y el Pueblo de DIOS


 📖🖊  Arzareth y los Indígenas Americanos son la Nación y el Pueblo de DIOS
Serie: Las Falsas Doctrinas, Parte 5
Estudio Bíblico para hoy, Miércoles 23 de Noviembre, 2022.
Por: CF Jara

Leer: Salmo 33
«Bienaventurada la nación cuyo Dios es Yahvê, el pueblo que Êl escogió como heredad para sí. Desde los cielos miró Yahvê; vio a todos los hijos de los hombres; desde el lugar de Su morada miró sobre todos los moradores de la tierra. Êl formó el corazón de todos ellos; atento está a todas sus obras.» (Salmo 33:12-15)

CONOCER LA VERDAD
Saludos y bendiciones, amados hermanos. Gracias por acompañarnos en otro estudio de la serie “Las Falsas Doctrinas,” falsos dogmas que contaminan la fe Cristiana bíblica. En el estudio de hoy expondremos la falsedad acerca de la creencia de que los judíos de hoy son el pueblo de Dios y que el Israel de hoy es la nación del Señor.

Pero, debido a que en este caso particular, esta creencia no solo que es de la iglesia evangélica sino de toda la humanidad en general, por lo tanto, está profundamente arraigada en todos los aspectos de la civilización humana, la tarea de demostrar dicha falsedad es más difícil pues como alguien dijo en algún momento, “es más fácil que la gente acepte una mentira como verdad, que rectifique dicha mentira cuando se le presenta la verdadera verdad.”

El estado de Israel y los judíos de hoy han logrado consolidar un apoyo internacional masivo y hasta lleno de fanatismo en contra de aquellos que se atreven a cuestionar tanto a Israel, como a su ejército por los abusos, violaciones a las leyes e impunidad por sus crímenes en contra del pueblo Palestino.

Los llaman “antisemitas,” adjetivo despectivo que se aplica a quienes supuestamente odian al pueblo judío, a la nación de Israel y a todo lo que eso representa. Sin embargo, lo que millones de hombres y mujeres del mundo no saben es que los judíos actuales NO son semitas porque no descienden de ninguna de las 12 Tribus bíblicas de Israel, sino de la etnia de los kházaros. Por lo tanto, la tal acusación de antisemitismo se cae por la falsedad de la razón.

Pero lo más grave para alguien que es acusado de “antisemita” son los ataques personales de odio a tal grado que muchos de los acusados, no solo pierden sus trabajos, profesiones, amigos, familia, etc., sino hasta sus vidas.

Más la acusación de “antisemitismo” se cae por la verdad que está escrita en la Biblia, la cual permite levantar la contra doctrina que denuncia la “apropiación o usurpación de la identidad del pueblo bíblico de Dios” que los judíos-kházaros han cometido al apropiarse de la identidad de las 12 Tribus del Israel bíblico. Así, plano, sencillo, contundente, pero, sobre todo, bíblico.

Las bases para la negación de esta creencia son, en primer lugar, el hecho de que la Biblia no contiene en ninguno de sus más de 31 mil versículos, ninguna orden de Dios a alguno de Sus profetas del Antiguo o Nuevo Pacto acerca de que los creyentes deberán fundar en los Tiempos del Fin el estado de Israel. Y, en segundo lugar, la Biblia tampoco sostiene, por ninguna parte, que los descendientes de las 12 Tribus de Israel serán los habitantes de la Palestina de los Tiempos Finales.

Pero lo que la Biblia si dice al respecto es que, en primer lugar, la nación de Dios de los tiempos del fin estará compuesta por aquellos que aceptaron ser redimidos por la sangre bendita de Jesûs, los cuales serán hechos “Hijos del Dios Altísimo,” por lo tanto serán el Israel de los tiempos finales. Y en cuanto al pueblo de Dios, lo que dice la Biblia a través del profeta Esdras es que los descendientes de las 10 Tribus del reino del Norte o Israel, están en una tierra llamada “Arzareth,” (libro 4 de Esdras 13:39-46) que, según los eruditos bíblicos, es todo el continente americano.

Así que hermano, hermana, admírese, pero también gócese porque usted puede ser uno de los auténticos descendientes de una de las Tribus del pueblo bíblico de Dios.

Basados en estas pruebas bíblicas contundentes, en este ministerio no tememos que nos acusen de antisemitas y que por ello nos aíslen, o nos nieguen como amigos y hasta como hermanos en la fe. Al contrario, y por encima de todas las amenazas y peligros, nos es menester cumplir con lo que el Espíritu Santo nos ha mostrado, es decir, predicar la verdad bíblica recibida a través de Sus poderosas revelaciones. Y eso es lo que vamos a hacer.

Dicho esto, comenzamos.

5. EL ISRAEL Y LOS JUDIOS ACTUALES 
SON LA NACIÓN Y EL PUEBLO DE DIOS

NO,  queridos hermanos, el estado de Israel actual y los Judíos de hoy NO son la Nación NI el Pueblo de DIOS. Los descendientes de las 10 Tribus del reino del Norte llegaron al continente llamado "Arzareth" por el profeta Esdras. Y Arzareth es América. Por lo tanto, los Indígenas aborígenes de las tres Américas y el Caribe son la verdadera Nación y el Pueblo de DIOS bíblicos, porque son Semitas que descienden de Abraham.

REVELACIONES PODEROSAS
De acuerdo a lo que el Espíritu Santo nos ha mostrado, los Estados Unidos de América es la nación de los tiempos del fin fundada por Dios para alojar a Su pueblo (los descendientes de las 10 Tribus de Israel que viajaron a Arzareth) y son este país y sus habitantes quienes sufrirán los ataques mortales de los enemigos de Dios, y no Israel, como se cree y enseña erróneamente. La clave para esta afirmación la encontramos en el nombre de ciudad bíblica de David, Jerusalén, donde están insertadas las iniciales del nombre en inglés de Estados Unidos de América ¿o de Arzareth?:
United States of Arzareth’ ð Jer – USA – lem.

Es posible que para algunos sea una simple casualidad, pero para los que creemos en el Dios Todopoderoso, sabemos que en Êl no hay casualidades sino causalidades. Así mismo, en este punto muchos creerán que el autor del estudio se volvió loco, o dirán que es un fanático de los EU, o que, ciertamente conoce poco o nada de la Biblia y de las profecías escatológicas. Pero no se preocupe hermano, porque vamos a probar todo, tanto desde la Biblia como de la ciencia, y para ello citaremos 5 fuentes.

FUENTE 1: TODA LA BIBLIA
El partido Sionista Israelí, el Consejo Mundial Judío, y los miembros de las sectas secretas Iluminatis y francmasones, manipularon en 1948 a las potencias del mundo de manera maquiavélica para fundar el estado de Israel en el territorio del pueblo Palestino, Esta conspiración había empezado en 1895 cuando el judío kházaro Teodoro Herzl lideró la creación del partido sionista Israelí con dos objetivos principales:

1. Apropiarse del oro y la riqueza de todos los países del mundo para someterlos bajo el completo dominio de los judíos kházaros, y
2. Fundar el estado de Israel para reconstruir el Tercer Templo para recibir a su mesías (Anticristo).

Estas organizaciones crearon todo un relato para convencer a la humanidad que la Biblia respalda la fundación del estado de Israel en los tiempos modernos, y que los judíos actuales descienden del pueblo bíblico. Sin embargo, y con toda la autoridad de los estudios de maestría y doctorado en Biblia quiero afirmar, con toda responsabilidad, pero también con toda convicción, de que:
“NO HAY EN LA BIBLA NI UN SOLO VERSICULO BIBLICO, NI EN EL ANTIGUO PACTO NI EN EL NUEVO PACTO, QUE REGISTRE LA ORDEN ESPECIFICA DE DIOS A ALGUNO DE LOS PROFETAS PARA QUE SE FUNDE EL ESTADO DE ISRAEL.”

Y acerca de los judíos de los dos últimos milenios, de todas las etnias y de todos los países, a quienes Jesûs llamó “falsos judíos, hijos de su padre el diablo, de la sinagoga de Satanás, que dicen ser judíos pero no lo son,” simplemente son eso, impostores que se apropiaron de la identidad del pueblo bíblico hebreo israelí que desciende de Abraham, Isaac y Jacob.
“Y ESTO PORQUE LA BIBLIA NO REGISTRA NINGUN VERSICULO, NI EN EL ANTIGUO PACTO NI EN EL NUEVO PACTO QUE DIGA QUE LOS JUDIOS DEL TIEMPO DE JESÛS EN ADELANTE SON DESCENDIENTES DEL ISRAEL BIBLICO. AL CONTRARIO, EL LIBRO 4 DE ESDRAS DICE QUE EL REMANENTE DE LAS DIEZ TRIBUS EMIGRÓ A LAS TIERRAS LLAMADAS ‘ARZARETH’DONDE ESPERARÁN SER REDIMIDAS POR DIOS EN LOS TIEMPOS DEL FIN.”

FUENTE 2: LIBRO 4 DE  ESDRAS 13:39-45
La primera fuente es el libro 4 de Esdras que relata el viaje del remanente del reino de Israel que emprendió en el siglo 7 a.C. poco después de ser llevados cautivos a Babilonia, luego de que los ejércitos del rey Salmanasar V destruyera al reino de norte. Los israelitas suplicaron al rey que los dejara ir 

«a una tierra llamada “Arzareth” donde nadie había habitado antes y que se encuentra al otro lado del mar.» (4 Esdras 13:39-45). 

Y Salmanasar accedió.

La razón para este pedido fue que los Israelitas no querían que su fe bíblica se contagiara con la religión babilónica asiria, por lo que se entiende que fueron movidos por el Espíritu de Dios, a pesar de que la invasión y desaparición de Israel fue producto de su rebeldía en contra del Señor.

Entonces emprendieron el viaje que les tomó alrededor de dos años, saliendo desde Babilonia, ubicada en la Mesopotamia, hoy Irak, hacia el norte, llegando hasta Tartaria, hoy Rusia. Luego giraron hacia el Oeste, pasaron por lo que hoy son las repúblicas escandinavas, Europa Central e Inglaterra, y terminaron en Norte América, donde dieron origen a las tribus nativas que poblaron Canadá, Estados Unidos, México, Centro y Sud América.

Aunque el relato de Esdras acerca de este viaje comparte algunos detalles de la jornada, no incluye detalles acerca de los territorios que se cruzaron ni de la llegada a ‘Arzareth’ que estaba al otro lado del mar. Sin embargo, los peritos y científicos bíblicos, historiadores, geólogos, sociólogos, antropólogos, lingüistas, etc., concluyen que fue así debido a los hallazgos encontrados en dicha ruta, tanto en las etnias de Europa como en las comunidades nativas americanas.

Por ejemplo, el nombre de la región de “Sajonia” y de la etnia de los “Sajones” (Saxons en inglés) proviene de la abreviación idiomática en inglés “Isaac’s sons,” que en español significa, “los hijos de Isaac.” E Isaac, como todos sabemos, es el hijo de Abraham y padre de Jacob,

«Entonces dijo Dios a Abraham: No te parezca grave a causa del muchacho y de tu sierva; en todo lo que te dijere Sara, oye su voz, porque en Isaac te será llamada descendencia.» (Génesis 21:12)


Y si hablamos de los “Anglos,” este término en latín significa “ángeles.” ¿Es otra coincidencia que a los primeros habitantes de la raza blanca que llegaron a EU en 1619 se los conozca como “Anglosajones” que significa “ángeles de los hijos de Isaac?

Por increíble que parezca, el relato del libro 4 de Esdras se conoció y enseñó por siglos en las iglesias y seminarios bíblicos, hasta que, en 1960, apenas 60 años atrás, la Sociedad Bíblica Americana lo declaró apócrifo sin mayor explicación y lo retiró de la Biblia protestante, por lo que esta información vital dejó de enseñarse y se perdió hasta el día de hoy.

FUENTE 3: DEUTERONOMIO 28:15-68
La segunda fuente que respalda nuestra aseveración se encuentra en el capítulo 28 y versículos del 15 al 68 del libro de Deuteronomio. Esta perícopa contiene las terribles maldiciones que Dios advierte dejará caer sobre aquellos que se rebelen contra Sus edictos, a diferencia de la primera parte de este capítulo, es decir, del versículo 1 al 14, donde en cambio, se registran grandes y maravillosas promesas de bendición y prosperidad de Dios para Su pueblo, siempre y cuando hagan Su voluntad.

Por motivos de espacio, incluimos en este estudio solo algunos de los versículos más representativos. Sin embargo, le motivamos a que, si no conoce este pasaje, lo lea las veces que sean necesarias hasta que usted entienda el porqué del genocidio, esclavismo, abuso, racismo, sufrimiento, segregación, odio, explotación, humillación, pobreza, enfermedad, y hasta muerte, que todos los aborígenes de las tres Américas y el Caribe han sufrido desde la invasión española, pasando por los trecientos años de la colonia y los tiempos del nacimiento de las repúblicas hasta los días de hoy,

«64Y Jehová te esparcirá por todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo; y allí servirás a dioses ajenos que no conociste tú ni tus padres, al leño y a la piedra.

65Y ni aun entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo; pues allí te dará Jehová corazón temeroso, y desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma;

66Y tendrás tu vida como algo que pende delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida.

67Por la mañana dirás: ¡Quién diera que fuese la tarde! y a la tarde dirás: ¡Quién diera que fuese la mañana! por el miedo de tu corazón con que estarás amedrentado, y por lo que verán tus ojos.»

Las terribles maldiciones que Dios vertió en Deuteronomio 28:15-68 para todos aquellos que se rebelarían en contra de Sus edictos alcanzaron en el año 70 d.C. a los sobrevivientes de la tribu de Judea que habitaban en Jerusalén, y que fueron sitiados por tres años por el ejército romano hasta que éste entró en la ciudad y mató a hombres y mujeres adultos, porque no había niños ni bebés pues ya habían sido comidos por sus propios padres por causa de la gran hambruna que produjo el mencionado sitio de tres años,

«52Pondrá sitio a todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y fortificados en que tú confías, en toda tu tierra; sitiará, pues, todas tus ciudades y toda la tierra que Jehová tu Dios te hubiere dado.

53Y comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que Jehová tu Dios te dio, en el sitio y en el apuro con que te angustiará tu enemigo.

54El hombre tierno en medio de ti, y el muy delicado, mirará con malos ojos a su hermano, y a la mujer de su seno, y al resto de sus hijos que le quedaren;

55para no dar a alguno de ellos de la carne de sus hijos, que él comiere, por no haberle quedado nada, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades.

56La tierna y la delicada entre vosotros, que nunca la planta de su pie intentaría sentar sobre la tierra, de pura delicadeza y ternura, mirará con malos ojos al marido de su seno, a su hijo, a su hija,

57al recién nacido que sale de entre sus pies, y a sus hijos que diere a luz; pues los comerá ocultamente, por la carencia de todo, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en tus ciudades.»

Estas terribles maldiciones fueron dirigidas para el remanente de los judíos verdaderos del siglo 1, los nacidos en Judea y descendientes de la tribu de Judá, Benjamín y Leví. Sin embargo, nos han hecho creer que estaban dirigidas a los judíos - kházaros de los tiempos modernos, para justificar la apropiación del Holocausto, otro engaño gigantesco, no en el número de muertos desgraciadamente, sino en quienes fueron en realidad.

Según los datos de los censos de la población judía de los años 1938 y 1948, de los seis millones de muertos en los campos de concentración, más de 5 millones cuatrocientos mil fueron Cristianos evangélicos y católicos, y solo los seiscientos mil restantes fueron judíos kházaros. Los datos están disponibles, solo hay que buscarlos.

FUENTE 4: EL DESCUBRIMIENTO DE AMERICA
La fuente 3 que respalda nuestra aseveración está en los eventos históricos pero reales que rodean a los viajes de Cristóbal Colón. Los libros de historia convenientemente escritos para ocultarnos la verdad, nos cuentean con que Colón promovió los viajes para encontrar una ruta más cercana a la India de donde se traían las diferentes especias como la canela; y como los reyes de España no tenían dinero para pagar ni el viaje, ni los barcos, ni marineros de verdad, sacaron de las cárceles a los presos que eran borrachos, pendencieros, ladrones, irresponsables y vagos, por lo cual, como los latinoamericanos descendemos de ellos, somos también así.

Sin embargo, los cronistas que estuvieron presentes y cuyos escritos reposan en las bibliotecas privadas de España y por supuesto, del Vaticano, relatan otra historia. La verdad de lo sucedido es que Colón, un judío kházaro nacido en Italia, había leído el libro 4 de Esdras, por lo que se enteró de Arzareth y del viaje del remanente de las 10 tribus de Israel hacia esas tierras localizadas al otro lado del mar, más de dos mil años atrás.

Colón convenció a los reyes de España, Fernando e Isabel, que debían ir a esas tierras a verificar esa hipótesis y de ser así, a evangelizar a aquellos inconversos. Como los reyes no tenían dinero para financiar la expedición, entonces aparecieron los banqueros negros de Venecia, judíos kházaros, para variar, pero también la iglesia católica.

Pero la verdadera razón de Colón y sus auspiciantes los judíos sefardíes españoles para organizar dicha expedición, fue que, como los judíos kházaros desarrollaron un antagonismo mortal contra los Samaritanos desde antes de los tiempos de Jesûs, y como eran sus enemigos naturales pues eran los verdaderos descendientes del pueblo bíblico mientras que ellos eran una etnia impostora, debían llegar a esas tierras para aniquilar, si era verdad, a todos aquellos que descendían del remanente de Abraham, Isaac y Jacob.

Por esa razón, Colón pidió como marineros y tripulación a los judíos sefardíes que estaban encarcelados porque se habían negado a convertirse al catolicismo, pero que eran todo menos borrachos, pendencieros, ladrones, irresponsables y vagos. Y para no alargar la historia, cuando Colón, los sefardíes kházaros, los ejércitos reales españoles y los curas católicos llegaron a Arzareth osea, al Caribe primero, y luego a la América continental, su misión era reducir y acabar con esos pueblos, si es que era verdad aquella teoría.

Y casi lo logran. Los “conquistadores españoles” fueron los kházaros sefardíes que se apropiaron de los territorios y las riquezas de los nativos, los diezmaron en las guerras de la invasión y conquista, y casi terminan de aniquilarlos con el esclavismo del trabajo en las minas de oro y plata, en las factorías y en los sembradíos. En Norteamérica, los principales invasores fueron los británicos, franceses y holandeses, y así mismo, diezmaron hasta casi aniquilarlos por completo a la población de esas regiones.

De los 60 millones de indígenas que se supone habitaban en todo el continente antes de la llegada de Colón, la población aborigen se redujo a menos de 3 millones luego del genocidio español-kházaro. Sin embargo, al día de hoy, la población indígena de las tres Américas y el Caribe ha vuelto a sus números originales de los tiempos de Colón, es decir, entre 50 y 60 millones. Dios no permitió que el genocidio de Su pueblo se consumara, pues aunque los había condenado al sufrimiento hasta los tiempos del fin, los ama con Su amor infinito y eterno.

FUENTE 5: LIBROS Y TESTIMONIOS
La siguiente fuente donde respaldamos nuestra afirmación acerca de la falsedad de la doctrina de que los judíos de hoy son el pueblo de Dios y que el Israel de hoy es la nación del Señor, está en una serie de libros que contienen los resultados de las investigaciones y conclusiones de sus autores que sostienen que la “Tierra Prometida” para el remanente del pueblo bíblico de Dios de los tiempos del fin es Arzareth o América, y que los descendientes bíblicos de las 10 Tribus de Israel son las tribus aborígenes de las tres Américas y el Caribe.

Para los hermanos que deseen profundizar su investigación, compartimos una pequeña lista de los autores y libros que respaldan nuestra aseveración:
  1. Antonio de Montezinos: “Origen de los Americanos, esto es, Esperanza de Israel.”
  2. Jonathan Schorsch: “Vidas ocultas de judíos y africanos: sociedades clandestinas en el mundo atlántico ibérico.”
  3. Timothy R. Jenkins: “Las Diez Tribus De Israel: O La Verdadera Historia De Los Indios Norteamericanos.”
  4. Theophili Spizeli: “Elevación del informe de Montezinos sobre las tribus israelitas descubiertas en América; y una discusión de los argumentos a favor del origen israelita de las naciones americanas por Menasseh ben Israel.”
  5. Ronald Sanders: “Tribus perdidas y tierras prometidas: los orígenes del racismo estadounidense.”
  6. Canal en Youtube, “Los Indios Somos Israelitas” https://www.youtube.com/@losindiossomosisraelitas3772
ESTADOS UNIDOS DE ARZARETH
La Biblia dice que Dios guardará silencio con Su pueblo hasta el fin de los tiempos por causa de su rebeldía, y que, hasta entonces, los tendrá desperdigados por el mundo. Y de acuerdo con la misma Biblia, a lo escrito por el profeta Esdras, y a los resultados de las investigaciones de diferentes científicos, las tribus aborígenes americanas como los Apaches, Comanches, Navajos, Pieles Rojas, Siux, etc., etc., que son los primeros habitantes de los territorios de lo que hoy son los Estados Unidos y Canadá, son los legítimos descendientes del remanente de las 10 Tribus de Israel.

Y como los tiempos finales comenzaron con la resurrección de Jesucristo, y otra vez de acuerdo a lo que dice la Biblia, la venida de Jesûs a la tierra fue, primero para rescatar al linaje de Dios que se había “perdido” (estaba en Arzareth o las Américas) y luego a los gentiles de la Samaria, Judea y del resto del mundo. La descendencia de los Israelitas debía reconciliarse con su Padre eterno a través de conocer y aceptar el mensaje de salvación de Jesucristo, para lo cual, Dios movió a los “peregrinos,” que eran cristianos bíblicos anglo sajones que llegaron a las Américas en 1620 huyendo de la persecución religiosa en su país, pero que terminaron evangelizando a los nativos (los descendientes de las 10 Tribus) y fundando la iglesia protestante en Norte America.

El plan de Dios continua con el nacimiento de Jer-USA-lén, como un grupo de colonias nativas subyugadas a Inglaterra; años más tarde, su independencia en 1776 y su fundación como una nación Cristiana que se convertiría, a la vuelta de pocos años, en el país más rico y poderoso del mundo. ¿Cómo pudo hacerlo y cuáles fueron los factores primordiales y los elementos fundamentales para esta hazaña?

Y la verdad es que, por dondequiera que buscamos, encontramos que el factor más recurrente fue que la mayoría de sus fundadores, presidentes, dirigentes y líderes fueron Cristianos bíblicos e hicieron todo para la gloria de Dios, el Padre Eterno creador de todo el universo y Padre de Su Hijo Jesucristo, tal como vemos en todos y cada uno de los eventos más representativos que ocurrieron en todas las etapas iniciales de la vida de esta nación.

Empezando por la Constitución, todos los símbolos patrios, los fundamentos morales y éticos, la moneda, las leyes, la educación, la libertad religiosa, los edificios gubernamentales, los monumentos, etc., todo fue diseñado para decirle al mundo que esta nación es la nación de Dios. Y Dios la ha honrado desde su inicio hasta los días de hoy, a pesar de que entre los gobernantes se han infiltrado los descendientes de los enemigos de Dios que han querido acabar con este país y con sus habitantes.

Hoy haremos una pequeña reseña de cómo nació el himno de los Estados Unidos de Arzareth.

LA BANDERA DE LAS BARRAS Y LAS ESTRELLAS
Para muchas personas, inclusive para quienes viven en este país es desconocida la historia de cómo, cuándo y dónde nació el himno nacional de los Estados Unidos. Si bien es cierto que la música pertenece a otra canción que entonaban los ejércitos independentistas de EU en sus guerras libertarias contra Inglaterra, la letra, escrita por el abogado Francis Scott Key, recoge la historia que inspira a mantener nuestra fe en Dios aún en medio de las más terribles batallas.

La letra relata cómo la bandera del naciente país se mantuvo erguida durante toda la noche del 14 de septiembre de 1814, a pesar de los cruentos ataques de la artillería de la armada inglesa que habían llegado al acuerdo con el ejército patriota de que, si la bandera se mantenía erguida hasta el amanecer, ellos pararían el ataque y se marcharían.

Esta historia sucedió en el fuerte militar McHenry ubicado a la entrada del puerto de Baltimore. En la tarde de aquel día, un joven abogado llamado Francis Scott Key comenzó la negociación para el intercambio de prisioneros, que, en el caso de los americanos, se encontraban encarcelados en los buques británicos anclados casi 1 kilómetro de la costa. Los ingleses acceden, Key sube a los barcos y lo que encuentra son muchos prisioneros americanos apiñados en mazmorras pequeñas de los sótanos de aquellos barcos.

Entonces Key les da la noticia del acuerdo a los prisioneros y les pide que se preparen para el intercambio, mientras que afuera, los ingleses habían reunido a toda su flota de guerra frente a la bahía y se disponían a arrasar con el pueblo y el fuerte militar, donde residían, a parte de los militares americanos, muchos hombres civiles, mujeres y niños. Key trata de impedir la masacre, pero los ingleses le dicen que la única opción es que la gente del fuerte baje de su asta a la bandera gigante a la que la gente llamaba “de las estrellas y las franjas” pero los patriotas se habían negado.

Entonces Key baja a las celdas y les comenta a los prisioneros lo que está por suceder, y los oficiales ingleses, aduciendo que Key y los otros conocían de sus planes, ya no los dejan salir. Como Key no estaba encerrado y tenía acceso a una pequeña escotilla que daba a la bahía, los otros prisioneros le piden que les relate la batalla y si la bandera se sostenía en pie.

Tan pronto oscureció, los ingleses empiezan el terrible bombardeo que provocaba una luz ámbar que iluminaba la bahía, el fuerte y la bandera. Y mientras los cañoneos escupían fuego, los prisioneros seguían atentos al relato de Key. Así llegaron a la medianoche, la bandera milagrosamente seguía en pie. Entonces el almirante inglés baja a la cárcel y le dice a Key que sus compatriotas están locos por querer morir solo por mantener su bandera izada, y le pregunta, ¿es que acaso no comprenden la situación?

Entonces Key le dice que los americanos harán como dijo el presidente fundador de este país del Dios cristiano, el general George Washington, que “lo que diferencia a los cristianos americanos de todos los otros habitantes del mundo es que prefieren morir luchando de pie que vivir de rodillas ante nadie.”

Entonces el almirante le responde a Key que ha ordenado que, por las próximas 4 horas, los 11 barcos ingleses disparen con toda su artillería contra el fuerte y especialmente contra el mástil y la bandera hasta derribarla, porque a pesar de que ha recibido varios impactos, se mantenía de pie. Mientras Key miraba el terrible bombardeo, escuchaba a los prisioneros orando:
“Señor, mantén esa bandera ondeando en el mismo sitio donde la vimos por última vez.”

El amanecer llegó y una densa neblina cubría el área mezclada con el fuerte olor a pólvora. El bombardeo había cesado y los barcos de la armada inglesa se alejaban hacia altamar. Y la bandera, aunque deshilachada, pendía todavía de su asta, que estaba inclinada a punto de caer al piso.

Entonces Key salió del barco y se dirigió al fuerte, y allí encontró que lo que sostenía el asta de pie eran los muchos cadáveres de los patriotas que habían muerto sosteniéndola, pues cuando unos fallecían víctimas de los morteros y cohetes ingleses, rápidamente otros tomaban su lugar hasta que morían en los próximos explosiones y así, hasta que los ingleses pararon el ataque.

Muchos militares y civiles dieron sus vidas para mantener la bandera izada, mientras los presos de los barcos oraban a Dios para que no la dejara caer. Los ingleses no pudieron tumbar al piso aquella bandera, y tuvieron que retirarse vencidos. En la tarde de aquel mismo día, Francis Scott Key, escribió en forma de poema la historia que había atestiguado, todo ese acto de patriotismo, pero también de fe en Dios, y lo tituló “La Defensa del Fuerte McHenry”. Años más tarde empezó a conocerse como “la canción de la bandera de las barras y las estrellas.”

En 1916 se puso a este poema la música de una canción popular inglesa y poco después, el presidente Wilson decretó que aquella canción con aquella letra sea tocada en todos los actos públicos del gobierno. Y en 1931 se adoptó oficialmente como el himno de los Estados Unidos de Arzareth, una canción que cuenta la historia de una victoria por la fe en Dios y el patriotismo de la gente, sin importar lo terrible de la batalla ni lo poderoso del enemigo.

COMENTARIO FINAL
Los relatos genuinos y las investigaciones serias de autores respetados acerca del gran viaje que el remanente de las 10 Tribus de Israel hizo hacia las Américas han sido publicados desde los comienzos del siglo 1 de nuestra era, y por ello, blindan de certeza y convicción a esta verdad bien escondida por los que se apropiaron de la identidad del pueblo Hebreo: los falsos judíos o judío kházaros del falso Israel de hoy.

Estas son las tres declaraciones que contiene este mensaje:
  1. Que el estado actual de Israel no es la nación bíblica de Dios;
  2. Que la población judía de estos tiempos, tampoco es el pueblo bíblico porque no desciende de ninguna de las 12 Tribus del Israel bíblico; y
  3. Que los Estados Unidos de América (Arzareth) es la Nación de DIOS de los tiempos del fin, y los Indígenas de todo el continente Americano son el Pueblo de DIOS.
Estas declaraciones en primer lugar, no son anti bíblicas, temerarias, inventadas, anatemas, antisemitas, o carecen de lógica y/o del respaldo de las ciencias seculares correspondientes. Al contrario y como hemos visto, estos enunciados se basan completamente en la Biblia y el relato del profeta Esdras, aunque el libro 4 haya sido declarado apócrifo de manera sospechosa casi dos mil años después de que fuera aceptado como genuino por los rabinos judíos que lo incluyeron en la Biblia Hebrea en el siglo 2 a.C.

En segundo lugar, las tres declaraciones confirman el por qué los enemigos de DIOS quieren destruir a los Estados Unidos, y luego a la humanidad. Las profecías de los tiempos del fin tendrán como protagonista a Estados Unidos y no a Israel, y el pueblo que se levantará a predicar a Jesucristo en los tiempos de la Tribulación serán los indígenas de los tres continentes y el Caribe. 

Llámeme loco o lo que le parezca, pero es necesario que conozca la verdad porque solo así será libre. Y para conocer la verdadera verdad, estudie la Biblia, escudriñe las Escrituras, pero antes, ore al Espíritu Santo para que le dé de Su sabiduría. Entonces DIOS le mostrará la revelación frente a sus ojos, para la gloria de Su Todopoderoso nombre. Amén.

Dios te bendiga.
Μαρανάθα, Ιησούς έρχεται σύντομα
Maranatha, sí Señor Jesús, ven pronto, no tardes.

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ORACIÓN
«Amado Padre Todopoderoso, bendigo Tu santo Nombre y te doy las gracias por todas Tus bendiciones que me permiten vivir y servirte cada día. Te pido a esta hora, Padre santo, que bendigas a este mensaje y a todo aquel que lo lea, donde quiera que esté y cuando quiera que accese a este estudio bíblico. Que el mensaje que Tû quieres entregar llegue a donde tiene que llegar, de tal forma que el lector pueda, primero, entender las cosas que Tû quieres que haga, y segundo, que la Luz bendita de Jesûs lo ilumine para siempre, que pueda despertar del sueño inducido por el enemigo, y que empiece a buscarte con todas las fuerzas de sus corazón, para la gloria de Tu santo Nombre, te lo pido humildemente en el Nombre de nuestro Señor y Salvador, Yeshûa HaMashiaj, amén y amén.»

התהילה היא רק של ישוע המשיח
La gloria es solo de Cristo Jesûs.

BIBLIOGRAFIA
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