Serie, Las Falsas Doctrinas, Parte 2: Los Cristianos deben Judaizarse
Mensaje Bíblico para hoy, Lunes 24 Octubre, 2022. No.1213
Por: CF Jara.
Leer: Hechos 15
«Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo: Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés.» (Hechos 15:5)
Amados hermanos, ni bien Jesucristo, el Hijo de Dios, ascendió a los cielos y ya aparecieron entre los Cristianos de la iglesia primera varias falsas doctrinas debido principalmente a la influencia de los judíos que se habían convertido al Cristianismo y que querían tanto seguir con las prácticas del judaísmo como forzar a los no judíos o gentiles, a cumplir con aquellas tradiciones. Esta situación es relatada en Hechos 15 y otros pasajes del Nuevo Pacto.
Una de estas doctrinas es aquella que pretende que los redimidos por la sangre de Jesûs practiquemos los mismos ritos, fiestas, costumbres y tradiciones de la ley Mosaica. Pero el problema era que los judeanos que volvieron de Babilonia a Jerusalén en el año 523 a.C. trajeron consigo una nueva religión que no se basaba precisamente en la Tanaj sino en la religión babilónica.
A pesar de que los apóstoles como Pablo, Santiago, Pedro, etc., explicaron basados en las enseñanzas del Mesías que los Cristianos bíblicos solo necesitamos obedecer las enseñanzas del Maestro para reunirnos con Êl en el día anunciado, desde ese entonces y hasta los días de hoy, la tendencia de querer ser y parecer como los judíos-kházaros emerge por todas partes como una espuma que contamina la fe pura en Jesucristo.
Y lo más penoso es que esta corriente se dé principalmente en las en las iglesias Pentecostales e Independientes donde supuestamente, el Trono principal lo ocupa el Espíritu Santo. Allí, pastores y ministros predican en forma permanente acerca de las fiestas y costumbres judías y llevan a sus congregaciones a practicar algo que no es parte de las enseñanzas de Jesûs.
En un punto y bajo esta influencia, tanto pastores como creyentes en general asumen las costumbres y tradiciones judías, visten ropas judías, y hasta oran y caminan como aquellos. Todo para parecerse a los judíos kházaros de la actualidad. Pero quizá no habría mayor inconveniente con aquello si no fuera porque todas esas costumbres y tradiciones fueron traídas de Babilonia por el remanente de los judeanos que volvió del cautiverio a reconstruir el templo, pero que NO son bíblicas.
Aunque sea triste y duro admitirlo y se nos acuse de “anti semitas”, es necesario decir la verdad de que tanto el pueblo “judío” de hoy como el estado de Israel no son ni el pueblo bíblico de Dios ni la nación del Señor. Y para respaldar esta “atrevida” afirmación nos remitiremos a las crónicas históricas.
Hermanos, queridos, el objetivo de este mensaje no es desvirtuar de ninguna manera, la necesidad de conocer y estudiar todo lo relacionado a las fiestas, tradiciones y costumbres de los Israelitas de los tiempos bíblicos y descritas en el libro de Levíticos del Antiguo Pacto. Nuestro objetivo es recordar a los Cristianos bíblicos, que, en el Nuevo Pacto, ni Jesûs ni ninguno de Sus apóstoles enseñaron acerca de la necesidad de los creyentes de practicar toda o una parte de la tradición del pueblo bíblico de Israel. Y si Jesûs no lo dijo, entonces no tenemos que hacerlo.
Preste atención, Jesûs y Sus discípulos ignoraron aquellas tradiciones debido a que:
Acompáñenos en este poderoso análisis. Esperamos en Cristo nuestro Señor que sea de edificación para su vida.
2. LOS CRISTIANOS DEBEN JUDAIZARSE
NO, mi querido hermano, hermana. Los Cristianos NO están supuestos a judaizarse. Quien debe Cristianizarse son, no solo los judíos, sino también los católicos, musulmanes, budistas, etc., y todo aquel que no tenga a Jesucristo como su Señor y Salvador.
LOS JUDIOS- KHÁZAROS DE HOY
Los judíos actuales son impostores de los judeanos bíblicos, porque NO descienden del pueblo bíblico de Israel, por lo tanto, NO son semitas. Ellos descienden de la etnia de los kházaros que llegaron a Palestina en el siglo 1 d.C.
Tanto la historia bíblica como la secular relatan que en el siglo 7 a.C., Babilonia invadió y desapareció a las 10 Tribus de Israel o Reino del Norte. De los pocos sobrevivientes, los de las familias reales fueron llevados a Babilonia mientras que, al resto, los Israelitas del pueblo, el rey Artajerjes les permitió emprender un viaje hacia Arzareth, que según el libro 4 del profeta Esdras, es América. Si hay descendientes de las 10 Tribus, éstos son los indígenas regados en las tres Américas y el Caribe. Aunque usted no lo crea.
En el siglo 5 a.C. le tocó el turno al reino de Judá, sus dos tribus fueron invadidas y exterminadas por los Asirios. Los poquísimos sobrevivientes terminaron de desaparecer en la invasión y destrucción de Jerusalén por el general romano Tito, en el año 70 d. C., lo cual fue el cumplimiento de la profecía que Jesûs vertió sobre la ciudad que habría de tomar Su vida, y que se encuentra en Lucas 19:41-44. Entonces, ¿de dónde vienen los judíos de hoy que dicen ser judíos y que llaman antisemita a todo aquel que los cuestiona?
Después de nuestra investigación encontramos las tres corrientes de donde descienden todas las etnias “judías kházaras” de la actualidad:
Entre los Siglos 4 a.C. y 2 a.C.
Los descendientes (tercera generación) de aquellos que fueron llevados cautivos a Babilonia en el siglo 7 a.C., volvieron a Jerusalén en el año 523 a.C. a reconstruir Jerusalén y el Templo. Pero como nacieron y crecieron allá, habían dejado a un lado la Tanaj y aprendieron la cultura, tradición y las enseñanzas de la religión babilónica, pero, sobre todo, los dos libros babilónicos, el Talmud y la Khábala, todo lo cual trajeron consigo. Esta fusión de la fe de los Israelitas en el Dios bíblico con las creencias idólatras babilónicas dio lugar al nacimiento de la fe judía.
Fue entre los siglos 4 y 2 a.C. que se comenzó a llamar “judíos” a quienes practicaban esta nueva religión. Son ellos a quienes el Señor Jesûs confrontó y denunció públicamente, en Juan 8:31-59 y en Apocalipsis 3:9, y los llamó “falsos judeanos,” y son ellos los que lo condenaron a muerte. Recuerde que el término correcto para identificar a los descendientes de la tribu de Judá es “judeanos” y no “judíos.”
Estos “judíos” fueron casi exterminados en la destrucción de Jerusalén en el año 70 d.C., quedando pocos sobrevivientes.
Siglo 1 d.C.
Entonces, a principios del siglo 1 de nuestra era fueron llegando a Palestina diferentes etnias entre ellas, la de los kházaros que procedían de la región europea localizada entre los mares Caspio y Negro. Estos kházaros, por su cercanía a Babilonia, conocían el Talmud y la Khábala y adoraban a Moloch. Y este detalle facilitó su mezcla con los poquísimos sobrevivientes judíos de la hecatombe del año 70 d.C.
Así comenzaron a crecer y prosperar y por causa de las persecuciones y expulsiones fueron desplazándose a diferentes regiones que hoy son los países de Europa como Rusia, Polonia, Alemania, Austria, España, etc., donde dieron origen a etnias como los Sefardíes, Askenazis, etc.
Siglo 18 d.C.
Como se dijo más arriba, los kházaros, que descienden de Canaán, Cam y Caín, aparecieron en la región europea localizada entre los mares Caspio y Negro, al norte de Georgia y al sur de Rusia. Con el pasar de las centurias, tuvieron diferentes etapas de prosperidad y pobreza que dependieron de las alianzas que hicieron con otros reinos como con el bizantino, y de guerras, como las que mantuvo con los rusos del reino llamado Rus en el siglo 9 d.C.
Para comienzos del siglo 18 habían creado el reino de Khazaria, debido a la prosperidad que resultó de ser el paso obligado de las grandes caravanas de comerciantes que iban de Europa a Rusia y viceversa. Pero ellos no se contentaron con el peaje que cobraban y comenzaron a asaltar las caravanas y matar a los comerciantes, hasta que Alejandro II, el zar del imperio ruso, dio la orden a sus poderosos ejércitos de invadir Khazaria y acabar con su maldad. Esto sucedió en el año 1795.
De esta guerra, los kházaros no pudieron refundar su reino nunca más. La mayoría de ellos fueron muertos y el zar perdonó la vida a cien mil con la condición de que se convirtieran al catolicismo o judaísmo.
La mayoría eligió el judaísmo y fueron llevados a la Palestina, donde se encontraron con los pocos sobrevivientes judíos-kházaros, que eran sus hermanos de etnia y que habían quedado después de la destrucción de Jerusalén del primer siglo. Estos factores facilitaron su fusión, además de que tanto los unos como los otros tenían al Talmud y la Khábala como sus libros sagrados. Un dato importante para la historia futura es que los kházaros recién llegados a la Palestina juraron sobre sus vidas vengarse de Rusia y destruirla hasta el polvo.
EL FALSO ISRAEL
Tampoco el estado actual de Israel es la nación de Dios, porque no hay NI UN SOLO versículo ni en el AT o NT donde se registre algún mandato de Dios a algún profeta de la Biblia a fundar la nación de Israel. Los “eruditos” bíblicos basados en las revelaciones de los rabíes talmúdicos nos han hecho creer así a través de interpretaciones falsas y antojadizas de las Escrituras y profecías bíblicas.
Volviendo a los kházaros judíos, en posteriores migraciones desde Palestina a Europa, principalmente a Rusia, Hungría, Austria, España, Portugal, Suiza, etc., y luego a las Américas, donde dieron origen a varios grupos étnicos como los sefardíes y askenazis. Y es de estos que nace Teodoro Herzl, quien en 1895 fundaría el partido político sionista israelí, el cual movería muchos hilos tenebrosos de destrucción y muerte para fundar la nación de Israel en 1948.
La existencia de la nación de Israel es parte del gran complot de estos sionistas kházaros o falsos judíos para apropiarse de TODA la riqueza de los países del mundo para dominarlo por completo y poder finalmente sentar a su “mesías” en el Tercer Templo, el cual, al día que se está escribiendo este mensaje, ya está siendo levantado. Pero aquí aparece otro pequeño problemita: ese mesías, según el Apocalipsis, escrito por Juan, pero revelado por Jesucristo, es el enemigo de Dios, el “Anticristo.”
Los sionistas kházaros o falsos judíos son tan hábiles en el manejo de la narrativa que han convencido al mundo cristiano que sus interpretaciones de las profecías bíblicas son las correctas. Pero cuando se estudia la Biblia de manera responsable, seria, pero, sobre todo, con temor y temblor, el Espíritu Santo muestra siempre la verdad, y la verdad nos hará libres. Y para respaldar nuestra afirmación “osada,” al pie del mensaje usted podrá encontrar varios libros en PDF de autores serios que denuncian este complot.
NOS JUDAIZAMOS O LOS CRISTIANIZAMOS
Si el judaísmo NO es una religión bíblica, tratar de ser o parecer como aquellos que adoran, practican y profesan lo que el Talmud y la Khábala enseñan, no es un detalle insignificante sino un monstruoso anatema, pues esos libros son satánicos porque enseñan brujería y adivinación.
Es anatema que un hombre o mujer, redimidos por la sangre de Jesûs, quieran judaizarse a través de vestirse como los judíos, hablar y actuar como ellos, practicar sus fiestas, dietas, y tradiciones y hasta hablar y leer la Biblia en Hebreo, como si la lengua materna de Jesûs no fuese el Arameo.
El Señor lo enseñó muy claro: son ellos, los que dicen ser judíos y que habitan en Israel y en diferentes partes del mundo, quienes deben venir a los pies de Cristo, no al revés.
Jesûs dijo «Yo soy el Señor del Sábado, el León de Judá, el Cordero Santo de Israel.» Por lo tanto, Jesucristo es la Presencia supereminente sobre todas las fiestas y las tradiciones del pueblo bíblico Israelita, pero no de los impostores de la actualidad. Ojo con eso. Los judíos kházaros de hoy ni descienden del pueblo bíblico Israelita, ni son semitas, por lo tanto, toda su fe, tradiciones, celebraciones, costumbres, etc., tampoco son bíblicas.
A quien debemos buscar y celebrar cada día es a Jesûs, el Rey de reyes y Señor de señores. Y de quien debemos hablar a todos aquellos que no lo conocen y que quieran venir a Sus pies es de Jesucristo, nuestro Señor y Salvador.
LAS OBRAS DE LA FALSA FE
Hermanos, es necesario además que sepan que, alrededor del Israel actual, de los judíos de hoy y del judaísmo, aparte de los ritos y fiestas, hay muchas cosas falsas como, por ejemplo, la menoráh que fue traída de Babilonia, y la “estrella de David,” que nunca fue de David, sino que es un símbolo esotérico de brujería y hechicería que lo usaban los Sumerios hacen 4 mil años.
Pero sobre todas estas cosas está el odio infernal que los judíos kházaros tienen por Jesûs en contra de quien vociferan todo tipo de insultos denigrantes de la más baja calaña, blasfemias y apostasías, que no van con la imagen de santidad y religiosidad que quieren transmitir en sus rezos públicos. Pero ese odio también se extiende contra todos los seres humanos que no son de su etnia, pero principalmente en contra de los creyentes bíblicos. Esto quizá sea porque aquellos quieren mantener alejados a los Jesucristianos que son los únicos que conocen la verdad y los pueden confrontar en cualquier momento, como ahora.
Los judíos kházaros poseen mentes muy siniestras que los hacen hábiles para los negocios y las finanzas pero también para montar grandes falacias históricas como el Holocausto, donde si bien es cierto que murieron mucho de ellos, más la verdad es que la mayoría de los fallecidos, osea más de cuatro millones, fueron cristianos, católicos y gitanos.
Así mismo, han montado un inmenso aparataje turístico explotando el hecho de que en sus territorios se desarrollaron la mayoría de los eventos bíblicos, por lo que han construido la teoría de que son la “tierra santa” logrando que los Cristianos ignoren que en esa tierra mataron a Su Redentor.
A pesar de que nadie puede asegurar con certeza que la mayoría de los “sitios sagrados” donde los creyentes llegan haciendo grandes esfuerzos económicos, sean en realidad los lugares donde pasó la historia bíblica, en los tours para los millones de visitantes, los judíos kházaros ofrecen hábilmente dos y hasta tres opciones que dependen de la religión de los turistas: para católicos, para evangélicos y para los eruditos. Si usted llega a visitar Israel, encontrará que hay dos “tumbas vacías,” dos Gólgotas, etc.
Para adormecer a los creyentes bíblicos se han inventado cosas como el “ora por la paz de Israel,” “el que bendice a Israel es bendecido y el que lo maldice es maldecido,” etc., para hacernos olvidar que las calles de la “ciudad santa” se lavaron con la sangre de Jesûs, a quien ellos torturaron, clavaron en la cruz y mataron.
Y para rematar, y a pesar de que han pasado más de dos mil años después de esos actos terribles en contra de Jesûs, atreverse a pronunciar Su santo Nombre en alguna calle o plaza pública de Jerusalén o Israel, provoca la reacción más rabiosa y colérica y los insultos más despiadados de aquellos a quienes muchos cristianos bíblicos quieren imitar, algo que ni los católicos hacen.
JESÛS ES EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA
Jesûs vino a los Suyos, y ellos lo rechazaron, escupieron torturaron, crucificaron y mataron. Ciertamente que Dios no estará complacido con aquellos.
Nosotros, los redimidos por la sangre bendita de Jesûs, somos los santos del Israel de los Tiempos del Fin, y con
Para acercarnos humildemente cada día al Trono de Dios y arrepentirnos de nuestras transgresiones y pedir perdón, solo necesitamos de Jesûs con quien nos basta y nos sobra. No necesitamos de ningún ritual, ropa, objeto, símbolo, hablar en hebreo o imitar a nadie para ser más santos y justos, sino solo de Jesucristo.
Entonces seremos hechos blancos como la nieve por la sangre bendita de nuestro Rey y Salvador, y podremos caminar cada día en una vida piadosa y digna de nuestro Redentor, en espera del día glorioso de nuestra redención.
Este mensaje está escrito con todo el amor en Cristo Jesûs. Pero a pesar de eso, estoy consciente que me traerá odio y rechazo de muchos hermanos de la fe, no se diga de gente del mundo y de los mismos aludidos. Pero es necesario compartirlo porque ha sido escrito bajo las instrucciones del Espíritu Santo, y yo solo obedezco, porque quiero irme en el rapto con mi Señor.
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