Devocional para hoy, Miércoles 26 de Octubre, 2022.
Por: CF Jara
Leer: Salmo 138
«Porque el Señor es excelso, y atiende al humilde, mas al altivo mira de lejos. Si yo anduviere en medio de la angustia, Tû me vivificarás; contra la ira de mis enemigos extenderás Tu mano, y me salvará Tu diestra. El Señor cumplirá Su propósito en mí; Tu misericordia, oh Señor, es para siempre; no desampares la obra de Tus manos.» (Salmo 138:6-8)
En este pasaje tan hermoso, lleno de poder y de esperanza, David nos recuerda que cuando las fuerzas se nos han acabado, cuando ya no podemos más, cuando lo hemos intentado todo y nada nos ha salido bien, solo nos queda un camino: dejar nuestro orgullo a un lado, rendirnos a los pies de Cristo y clamar por Su misericordia y ayuda. Y Dios hará y tu vida cambiará.
DIOS hizo un Adán perfecto e inmortal, y de Adán hizo a Eva, así mismo, perfecta e inmortal la hizo. Pero el enemigo del Señor metió sus sangrientas garras y su cola maligna para cambiar la perfección e inmortalidad de la humanidad por sufrimiento y muerte. Satanás desarrolló las enfermedades para insertarlas en los humanos a través de los "arcontes," sus agentes nano-plasmáticos. Y por causa del sufrimiento y las enfermedades, los humanos viven vidas llenas de sufrimiento y mueren en la mas absoluta tristeza.
El sufrimiento en las personas es el resultado de las pruebas y tribulaciones que afectan sus vidas, como por ejemplo, la muerte de los seres queridos, el divorcio, la pérdida del trabajo, de sus pertenencias por los desastres naturales, la rebelión de los hijos que caen en los vicios y la miseria, las enfermedades catastróficas, etc., etc., etc.
El sufrimiento produce en el alma dolor; éste produce rabia; ésta, resentimiento; éste, amargura; ésta, orgullo, y el orgullo provoca el deseo de venganza. Entonces, aquellos que sufren buscan al culpable de su sufrimiento, que en la mayoría de los casos resulta ser Dios. Y la gente se resiente en contra de su Creador, y ahí se quedan por los años de los años, muriendo poco a poco antes de la hora porque la amargura corrompe como veneno todo su organismo.
A los que viven llenos de orgullo, el enemigo coloca legiones de demonios a su alrededor para que lo mantengan encadenado a su sufrimiento y al odio contra el "responsable." El odio alimenta al orgullo, y éste alimenta a la auto-pena que degenera en el deseo de la auto-aniquilación, que se manifiesta en unos casos, en vidas desordenadas llenas de vicios y ataduras, y en otros, en el suicidio.
El orgullo impide a los seres humanos perdonar y perdonarse para salir del hoyo terrible de la auto destrucción en el que han caído. El enemigo hará todo a su alcance para evitar que aquellos que han tenido experiencias dolorosas perdonen y se perdonen, pues cuando se perdona, se rompen en mil pedazos y se hacen polvo todas las cadenas y las ataduras espirituales.
Porque aquel que es capaz de abrir la boca y perdonar a los que le hicieron mal, pero también se perdona a sí mismo, habrá vencido al orgullo y podrá postrarse a los pies de Cristo Jesûs clamando por misericordia. Entonces Dios decretará sobre su vida la libertad total; la sanación llegará tanto al alma como al cuerpo; y podrá abrir su boca y levantar sus brazos para buscar a Dios y adorarlo.
Y la paz que sobrepasa todo entendimiento y la esperanza de una vida mejor en la eternidad los llenará por completo Y el Espíritu Santo del Dios Omnipotente los llenará de abundante fe, provisión, protección, fortaleza y sabiduría.
Si tú, amado hermano, hermana, amigo, estás lleno de amargura en tu corazón por causa de un golpe de la vida, por algo que te hicieron, o por algo que hiciste y no has querido ni perdonar ni perdonarte, hoy ha llegado tu día para vencer al orgullo, porque es una cuestión de vida o muerte. Ponte de rodillas hoy mismo y declara en voz alta, perdón para los que te hicieron mal y para tí mismo, y clama el nombre de Jesûs, y Êl vendrá a tí, como Poderoso Gigante, trayendo tu libertad, para siempre. No dudes, solo cree y hazlo, y tu vida nunca más será igual.
Tanto el orgullo como el perdón son leyes espirituales del universo. Pero mientras el perdón bendice al que perdona, el orgullo condena al sufrimiento y muerte de aquel que prefiere odiar, vivir en amargura, maldecir y hasta buscar venganza. Recuerda, Jesûs dio Su vida en la cruz para dar el perdón a todos tus pecados, a los mios, y a los de todo el mundo. Por eso tienes que perdonar, porque a aquel que perdona, le son perdonados todos sus pecados y transgresiones para siempre.
Dios te bendiga.
Μαρανάθα, Ιησούς έρχεται σύντομα
Maranatha, sí Señor Jesús, ven pronto, no tardes.
Μαρανάθα, Ιησούς έρχεται σύντομα
Maranatha, sí Señor Jesús, ven pronto, no tardes.
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ORACIÓN
«Señor Dios Todopoderoso, Padre de toda bondad, de toda bendición, de toda gracia y misericordia, gracias te doy amado Creador, por todas Tus bendiciones. A esta hora quiero, Señor, poner este mensaje a Tus pies para que lo bendigas con toda la potencia de Tu santo Nombre de tal forma que alcance a todos aquellos a quienes Tû has predestinado. Que luego de leer el mensaje sientan en sus corazones el deseo de perdonar a todos aquellos que les hicieron mal, pero también a ellos mismos, Padre santo. Y que el perdón otorgado por el sacrificio de Jesucristo, se instale en sus vidas para que Tus bendiciones abundantes caigan sobre ellos y los suyos, para la honra eterna de Tu santo Nombre.
Te lo pido humildemente en el Nombre de nuestro Señor y Salvador, Yeshûa HaMashiaj, amén y amén.»
התהילה היא רק של ישוע המשיח
La gloria es solo de Cristo Jesûs.
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