Niégate a ti mismo

Devocional para hoy, Lunes 10 de Febrero, 2020.
“Niégate a ti mismo”
Por: CF Jara

Lectura: Marcos 10:21
«…Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz…» (RV 1995)

Mi amigo Martín viajó a su país de origen con la intención de celebrar con sus familiares y amigos, el logro académico más importante de su vida, especialmente por dos razones: la primera por su edad, había pasado los 50 años, y la segunda, por las innumerables dificultades que tuvo que enfrentar a lo largo de toda su vida. Veinte años atrás había tenido que dejar su patria, familia y amigos, pero a pesar de ello, mantenía un contacto frecuente con todos. Así que, la expectativa por esta celebración era muy grande. Sin embargo, el día de la reunión, muy pocos familiares y solo dos de más de doce amigos muy “cercanos” llegaron para compartir su alegría. El resto ni siquiera llamaron. Como es obvio, el corazón de Martín se compungió especialmente porque consideraba a aquellos amigos como sus hermanos “de toda la vida”. En medio de esa tristeza, quiso buscar explicaciones y la primera idea que le vino a la mente fue que sus amigos habían cambiado, ya no eran los mismos de la juventud. Entonces clamó a Dios, y el Espíritu Santo le mostró la verdad: “Martín, tú cambiaste, ya no eres igual.” Martin había entregado su vida a Dios veinte años atrás, y el Señor lo había transformado, las cosas viejas habían pasado, ahora todas las cosas eran hechas nuevas.

En una de las caminatas evangelísticas de Jesús, un joven rico se le acercó y le dijo: «Señor, toda la ley he guardado, ¿Qué debo hacer para tener vida eterna?» Y el Señor le respondió: «Niégate a ti mismo, ve y vende todas tus posesiones y dáselas a los pobres, y sígueme.» Pero el joven rico se puso muy triste y se alejó. Jesús entonces dijo: «¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!»

El Salvador se refería al dinero, los títulos, la fama, las posesiones, las joyas, etc., pero también a muchas cosas inmateriales a las cuales nos llegamos a aferrar con todas las fuerzas y hacemos de ellas “nuestros tesoros”, entre ellas, las amistades, costumbres, moda, música, etc., que tuvimos y practicábamos antes de conocer a Jesucristo. En cuanto a nuestros amigos y familiares, si éstos no han querido recibir al Redentor, nunca comprenderán la vida nueva que Dios nos ha dado. Por ello es necesario que, una vez que les hayamos predicado el mensaje de amor, perdón, esperanza de salvación, si no hay la respuesta esperada, debemos negarnos a nosotros mismos, entregar a Dios todas aquellas amistades, sacudir nuestras sandalias y continuar nuestro camino siguiendo y sirviendo al Salvador. Nunca estaremos solos, pues Jesús es nuestro más fiel amigo, y Sus ángeles nos guardarán en todos nuestros caminos.

Oración
«Señor Padre Santo, te ruego que me des sabiduría para descubrir todas aquellas cosas que me quitan de Tu Presencia. Ayúdame a liberarme y entregarte todas y cada una de ellas, porque no quiero que nada, ni nadie, me desvíe del camino que me lleva a Ti. Que pueda ver las adicciones que parecen ser de beneficio para mi vida pero que en realidad son altares de idolatría, que me atan poco a poco y me hacen esclavo de la iniquidad. Tú que eres el Dios omnisciente, omnipresente y omnipotente, que todo lo sabes y todo lo conoces, no permitas Señor, que me separe de Tu presencia ni un minuto, te lo ruego en el nombre de Tu Hijo amado, Yeshua HaMashiaj, nuestro Rey y Salvador.»

התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Marcos 10

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