Lunes 12 de Marzo, 2018.
“Declara tu Lealtad a Êl”
Por: Dave Branon
Edición: CF Jara
Leer: Salmo 34:1-4
«Engrandeced al Señor conmigo, y exaltemos a una su nombre.» Salmo 34:3
El rey David declara su lealtad a YHWH en el Salmo 34, donde dirige la atención del lector a Alguien ilimitadamente más vital que cualquier otra cosa en el mundo. David expresa allí: «Bendeciré al Señor en todo tiempo» (v. 1), y esto nos lleva a pensar en los tiempos en que vivimos como si Dios no fuera nuestra fuente de verdad, luz y salvación. Y agrega: «Su alabanza estará de continuo en mi boca» (v. 1), y pensamos en cuántas veces elogiamos cosas de este mundo más de lo que alabamos al Señor. Luego, expresa: «En el Señor se gloriará mi alma» (v. 2), y nos damos cuenta de que nos jactamos de nuestros pequeños logros más que en lo que Cristo ha hecho por nosotros.
En el mundo en el que vivimos, a los fanáticos del deporte les encanta alentar a sus equipos con todo medio posible, cantan canciones, llevan banderas, logotipos, publican notas, fotos y videos en las páginas sociales sobre sus amados equipos y hablan con sus amigos en todo tiempo. Todo esto para que nadie dude dónde está su lealtad. Las gorras, camisetas y conversaciones sobre los equipos favoritos en el ambiente cristiano, revelan que los seguidores de Cristo también están entre los que practican estas rutinas que en muchas ocasiones sobrepasan la delgada línea entre el disfrute sano de las cosas del mundo y la idolatría.
Tanto los no creyentes como los creyentes demostramos nuestra lealtad a cosas o personas del mundo, ya sea a los equipos deportivos, a la nación donde nacimos o vivimos, al partido político de nuestro agrado, a los personajes públicos, religiosos, políticos, artísticos, deportivos, etc., e incluso a los restaurantes, marcas de auto, zapatos, ropa, alimentos, etc. Pero la lectura de este Salmo de David nos recuerda que nuestra lealtad más genuina y profunda no debe estar, sino que TIENE que ser y estar en nuestro Señor Jesucristo, como agradecimiento a Su sacrificio eterno.
Los cristianos debemos regirnos a los que dice la Biblia respecto a las cosas de mundo y a las cosas de Dios, y sin ningún temor, disfrutar de las cosas terrenales, pero cuidando de ofrecer alguna conducta idolatra a nada ni a nadie que nos Jesucristo.
Los redimidos en Cristo Jesús podemos declarar con confianza que nuestra ciudadanía es la ciudadanía de los Cielos; que nuestra bandera es la bandera del Cordero Santo; que nuestro escudo es El León de Judá; que nuestro himno son los Himnos de alabanza a la gloria del Eterno; que nuestro lenguaje son las Lenguas Angelicales; que nuestro país es La Nueva Jerusalén; que nuestros ejércitos son los Ejércitos del Santo de Israel; que nuestra doctrina es la Santa Biblia; que nuestra inspiración Doctrinal es Yeshûa HaMashiaj; que nuestra denominación es la Jesucristiana; que nuestro credo es el Espíritu Santo; que nuestra visión son los milagros y las maravillas de Su nombre; que nuestra meta es ser arrebatados el día marcado para encontrarnos con Jesucristo en los aires; que nuestra misión es rescatar las almas cautivas para Cristo y que nuestro lema es vivir de rodillas ante la cruz para recibir de pie los galardones de la vida eterna.
Después de que creamos y confesemos esto, entonces está bien disfrutar de nuestros equipos, intereses, logros, etc., sin olvidar jamás que nuestra mayor alabanza es para nuestro Padre Eterno.
Oración
«Padre amado, exaltado sea Tu Nombre hoy, por siempre y para siempre; mi alma te alaba, poderoso Hacedor de maravillas; en Ti esta mi esperanza, porque Tú eres el único Dios verdadero; Tú vives, Tú caminas y Tú te glorías en medio de Tu pueblo que abre su boca para cantar de Tu amor sempiterno e infinito. Engrandeced conmigo al Señor, hermanos, hermanas, y exaltemos a una Su santo Nombre. Señor, hoy te rogamos que nuestro enfoque esté en Ti, que nuestra lealtad sea la prueba de Tu amor verdadero, te lo rogamos humildemente en el nombre de tu Hijo amado Yeshûa HaMashiaj, amén y amén.»
התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.
Lea la Biblia en un año: Deuteronomio 14-16; Marcos 12:28-44
Descargue el Mensaje de hoy en PDF: Declara tu Lealtad a Êl
«Engrandeced al Señor conmigo, y exaltemos a una su nombre.» Salmo 34:3
El rey David declara su lealtad a YHWH en el Salmo 34, donde dirige la atención del lector a Alguien ilimitadamente más vital que cualquier otra cosa en el mundo. David expresa allí: «Bendeciré al Señor en todo tiempo» (v. 1), y esto nos lleva a pensar en los tiempos en que vivimos como si Dios no fuera nuestra fuente de verdad, luz y salvación. Y agrega: «Su alabanza estará de continuo en mi boca» (v. 1), y pensamos en cuántas veces elogiamos cosas de este mundo más de lo que alabamos al Señor. Luego, expresa: «En el Señor se gloriará mi alma» (v. 2), y nos damos cuenta de que nos jactamos de nuestros pequeños logros más que en lo que Cristo ha hecho por nosotros.
En el mundo en el que vivimos, a los fanáticos del deporte les encanta alentar a sus equipos con todo medio posible, cantan canciones, llevan banderas, logotipos, publican notas, fotos y videos en las páginas sociales sobre sus amados equipos y hablan con sus amigos en todo tiempo. Todo esto para que nadie dude dónde está su lealtad. Las gorras, camisetas y conversaciones sobre los equipos favoritos en el ambiente cristiano, revelan que los seguidores de Cristo también están entre los que practican estas rutinas que en muchas ocasiones sobrepasan la delgada línea entre el disfrute sano de las cosas del mundo y la idolatría.
Tanto los no creyentes como los creyentes demostramos nuestra lealtad a cosas o personas del mundo, ya sea a los equipos deportivos, a la nación donde nacimos o vivimos, al partido político de nuestro agrado, a los personajes públicos, religiosos, políticos, artísticos, deportivos, etc., e incluso a los restaurantes, marcas de auto, zapatos, ropa, alimentos, etc. Pero la lectura de este Salmo de David nos recuerda que nuestra lealtad más genuina y profunda no debe estar, sino que TIENE que ser y estar en nuestro Señor Jesucristo, como agradecimiento a Su sacrificio eterno.
Los cristianos debemos regirnos a los que dice la Biblia respecto a las cosas de mundo y a las cosas de Dios, y sin ningún temor, disfrutar de las cosas terrenales, pero cuidando de ofrecer alguna conducta idolatra a nada ni a nadie que nos Jesucristo.
Los redimidos en Cristo Jesús podemos declarar con confianza que nuestra ciudadanía es la ciudadanía de los Cielos; que nuestra bandera es la bandera del Cordero Santo; que nuestro escudo es El León de Judá; que nuestro himno son los Himnos de alabanza a la gloria del Eterno; que nuestro lenguaje son las Lenguas Angelicales; que nuestro país es La Nueva Jerusalén; que nuestros ejércitos son los Ejércitos del Santo de Israel; que nuestra doctrina es la Santa Biblia; que nuestra inspiración Doctrinal es Yeshûa HaMashiaj; que nuestra denominación es la Jesucristiana; que nuestro credo es el Espíritu Santo; que nuestra visión son los milagros y las maravillas de Su nombre; que nuestra meta es ser arrebatados el día marcado para encontrarnos con Jesucristo en los aires; que nuestra misión es rescatar las almas cautivas para Cristo y que nuestro lema es vivir de rodillas ante la cruz para recibir de pie los galardones de la vida eterna.
Después de que creamos y confesemos esto, entonces está bien disfrutar de nuestros equipos, intereses, logros, etc., sin olvidar jamás que nuestra mayor alabanza es para nuestro Padre Eterno.
Oración
«Padre amado, exaltado sea Tu Nombre hoy, por siempre y para siempre; mi alma te alaba, poderoso Hacedor de maravillas; en Ti esta mi esperanza, porque Tú eres el único Dios verdadero; Tú vives, Tú caminas y Tú te glorías en medio de Tu pueblo que abre su boca para cantar de Tu amor sempiterno e infinito. Engrandeced conmigo al Señor, hermanos, hermanas, y exaltemos a una Su santo Nombre. Señor, hoy te rogamos que nuestro enfoque esté en Ti, que nuestra lealtad sea la prueba de Tu amor verdadero, te lo rogamos humildemente en el nombre de tu Hijo amado Yeshûa HaMashiaj, amén y amén.»
התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.
Lea la Biblia en un año: Deuteronomio 14-16; Marcos 12:28-44
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