Navidad

Devocional para Hoy:
Lunes 11 de Diciembre, 2017.

“Navidad”
Por: C.F. Jara

Leer: Mateo 1:18-25
«Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.» Isaías 7:14

Si saliéramos a las calles a hacer una encuesta acerca de lo que significa la palabra “Navidad” obtendríamos una inmensa lista de respuestas. Sin embargo, personalmente nunca había oído la definición que escuché esta mañana al Dr. Charles Stanley y que es el motivo de este mensaje: «Navidad es el preciso instante en que DIOS dejó los cielos para convertirse en hombre y venir así a la tierra a salvar a la humanidad de la muerte eterna.»

Esta verdad infinita contenida en treinta palabras, encierra una teología tan grande que tomarían muchos años y millones de palabras escribirla. Nos enseña que la grandiosidad de la Navidad no está en el intercambio de regalos, en los alimentos especiales y deliciosos, en los encuentros familiares, en las canciones navideñas que cantamos, en las obras caritativas o quizá en los abrazos y buenos deseos, sino en aquel instante cuando se consumó el plan de Dios de enviar a Su único Hijo a morir por la humanidad para salvarla de la muerte eterna. Aquella fría noche de invierno de hace más de dos mil años, el bebé de nombre “DIOS con nosotros” nacía como el resto de seres humanos: con la fecha de muerte marcada en Su frente. Las temperaturas bajas y una alta humedad dieron la bienvenida al Mesías, quien tuvo que ser acomodado en un pesebre de paja, dentro de un incómodo establo y rodeado por animales. Esque al venir como humano, el Hijo del Hombre debía someterse a las necesidades y sufrimientos instaurados para todos los hombres. Jesús debía venir despojado de todo lo divino, de lo celestial, de la deidad inherente a Su condición de Hijo del Eterno. DIOS creó este plan un instante después de la caída en el Edén, le puso fecha y lo llamó “Navidad”.

Hermanos, todos sabemos lo doloroso que es para un padre ver morir a un hijo. Y si Dios nos hizo a Su imagen y semejanza, entonces podemos deducir que Êl también sufrió desde cuando tomó esa decisión, hasta cuando Jesús finalmente expiró en la cruz. Y entre lo uno y lo otro pudo haber pasado muchísimo tiempo, no lo sabemos. El punto es que nosotros a través de la recordación correcta, podamos reconocer el sacrificio inmenso y terrible de Jesucristo pero también el de Su Padre, porque aún siendo los humanos culpables, cómplices y encubridores de la muerte de Jesús, DIOS derrama sobre nosotros cada mañana nuevas y maravillosas bendiciones, para hacernos bien, para favorecernos, pero sobre todo, para decirnos “Aquí estoy, ven a mis brazos, Yo te sostendré.”

DIOS debió haber llorado y mucho por lo que implicaba ese plan. Sin embargo, el Creador no tomó venganza en contra de nosotros por haber enviado al Calvario a Su Hijo sino que siendo Êl la fuente del amor más diáfano, infinito y eterno, nos amó y nos perdonó, y Sus lágrimas que cayeron sobre la tierra se transformaron en el rocío de los amaneceres, en las suaves lloviznas que refrescan nuestras almas pero también en los hijos con los que Êl ha bendecido nuestras vidas. Y como si esto fuera poco, el amor y la misericordia de Dios por nosotros se renuevan en cada amanecer. Jesús vio el ejemplo en Su Padre eterno, y de ese mismo amor y perdón inmensurables, es que vino a predicarnos. Por ello, bendita sea la Navidad.

Oración
«Amado Dios Todopoderoso, cuántas cosas grandes y maravillosas haces por nosotros. Ahora que se acerca la Navidad quiero pedirte Señor, que esta revelación que nos has dado en este día, no se aparte de mi memoria nunca jamás. Que recuerde siempre que la Navidad es la conmemoración del plan de salvación que Tu diseñaste para la humanidad, a través de la venida de Tu Hijo a la tierra como hombre, sin importar lo que eso significaba, el tener que sufrir y sentir dolor, pero también el morir como cualquier mortal, sin haber en Êl ninguna culpa ni pecado. Gracias por Tu plan de salvación Señor, a través del sacrificio de Tu único Hijo, porque si no fuera así, todos quienes hemos sido redimidos por la sangre preciosa de Jesús, y los que ya han partido de esta tierra, estaríamos irremediablemente perdidos para siempre, te doy las gracias nuevamente y oro humildemente en el nombre de Tu Hijo Yeshua HaMashiaj, amén y amén.»


התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Oseas 1- 4; Apocalipsis 1
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