Lunes 24 de Julio, 2017.
Devocional para Hoy
“Pensamientos Buenos”
(Por: CF Jara)
«Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.» Filipenses 4:8
Bendiciones amados hermanos y hermanas. La reflexión para hoy se origina en este versículo del apóstol Pablo y trata acerca de que es en la mente del hombre donde empieza todo. Ahí es donde se libran las batallas entre el bien o el mal. Ahí es donde la concupiscencia, si logra echar raíces, parirá a su hijo el pecado, en todas sus manifestaciones. Por ello es importante que no demos lugar a pensamientos de odio, rencor, amargura, lascivia, lujuria, maldad, mentira, malicia, perversidad, infamia, picardía, etc., etc.
Teológicamente se afirma que la mente es el alma, y la Biblia dice que la batalla entre Dios y el mal es por el alma, pues aquellos con almas consagradas, serán los que habiten por la eternidad con el Eterno, mientras que aquellos de mentes corruptas, serán condenados al fuego eterno. ¿Es que acaso un hombre puede ir al infierno sólo por sus malos pensamientos? El asunto es que los malos pensamientos no se quedan en el estado de ser solo malos pensamientos, sino que se transmutan en las horrendas obras de la carne: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, pleitos, hechicerías, enemistades, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas, (Gálatas 5:20-21, RVI 1960).
Los pensamientos inmundos llegan sutilmente a nuestra mente, y si en lugar de desecharlos les damos cabida, éstos empiezan rápidamente a crecer poco a poco. Se alimentan con el tiempo que dedicamos para pensar en ellos. Mientras más tiempo les damos, más grandes, fuertes y feos se ponen. Hágase la idea de que esos pensamientos son como unos pequeños engendros, seres espirituales deformes y horripilantes que crecen y se fortifican hasta apropiarse de nuestra voluntad. Y en un momento, sin darnos cuenta ni de cuándo ni de cómo, estaremos consumando el pecado y pariendo la concupiscencia, cuyo fin es crear las más terribles consecuencias que se quedan suspendidas sobre nuestros cuellos, esperando cortarlo en cualquier momento.
El apóstol Pablo nos insta a tener ocupada nuestra mente en las cosas buenas, honradas, nobles, justas, limpias. Es fácil darnos cuenta que tipo de pensamiento estamos teniendo porque el Espíritu Santo nos lo deja saber, así que no hay excusas. No caigas en la trampa del enemigo y tan pronto el pensamiento malo llegue, deséchalo en el nombre de Jesús y llévalo cautivo a la cruz de Cristo. Entonces verás cómo tu alma se llena de abundante paz y gozo.
Oración:
Señor mi Dios, ayúdame a resistir los pensamientos malos, ociosos, inoficiosos, sucios, innobles, rencorosos, etc. Que tan pronto uno de estos se alleguen a mi mente, yo pueda actuar con prontitud y en el nombre de Jesús los reprenda y los rechace. Que mi alma esté limpia todo el tiempo Señor para que Tu Espíritu Santo more en ella permanentemente de tal forma que yo camine en santidad con mi objetivo de alcanzar la estatura del Varón perfecto y que yo pueda alabarte hasta con el más pequeño de mis pensamientos, en el nombre de Tu Hijo Yahshua HaMashiaj te lo pido, amén y amén. -CF Jara-
La gloria es solo de Cristo Jesús.
DIOS te bendiga.
Lea la Biblia en un año: Salmos 13-15; Hechos 19:21-41
Encuentre más mensajes edificantes en: https://maiishunejar.blogspot.com
Devocional para Hoy
“Pensamientos Buenos”
(Por: CF Jara)
«Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.» Filipenses 4:8
Bendiciones amados hermanos y hermanas. La reflexión para hoy se origina en este versículo del apóstol Pablo y trata acerca de que es en la mente del hombre donde empieza todo. Ahí es donde se libran las batallas entre el bien o el mal. Ahí es donde la concupiscencia, si logra echar raíces, parirá a su hijo el pecado, en todas sus manifestaciones. Por ello es importante que no demos lugar a pensamientos de odio, rencor, amargura, lascivia, lujuria, maldad, mentira, malicia, perversidad, infamia, picardía, etc., etc.
Teológicamente se afirma que la mente es el alma, y la Biblia dice que la batalla entre Dios y el mal es por el alma, pues aquellos con almas consagradas, serán los que habiten por la eternidad con el Eterno, mientras que aquellos de mentes corruptas, serán condenados al fuego eterno. ¿Es que acaso un hombre puede ir al infierno sólo por sus malos pensamientos? El asunto es que los malos pensamientos no se quedan en el estado de ser solo malos pensamientos, sino que se transmutan en las horrendas obras de la carne: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, pleitos, hechicerías, enemistades, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas, (Gálatas 5:20-21, RVI 1960).
Los pensamientos inmundos llegan sutilmente a nuestra mente, y si en lugar de desecharlos les damos cabida, éstos empiezan rápidamente a crecer poco a poco. Se alimentan con el tiempo que dedicamos para pensar en ellos. Mientras más tiempo les damos, más grandes, fuertes y feos se ponen. Hágase la idea de que esos pensamientos son como unos pequeños engendros, seres espirituales deformes y horripilantes que crecen y se fortifican hasta apropiarse de nuestra voluntad. Y en un momento, sin darnos cuenta ni de cuándo ni de cómo, estaremos consumando el pecado y pariendo la concupiscencia, cuyo fin es crear las más terribles consecuencias que se quedan suspendidas sobre nuestros cuellos, esperando cortarlo en cualquier momento.
El apóstol Pablo nos insta a tener ocupada nuestra mente en las cosas buenas, honradas, nobles, justas, limpias. Es fácil darnos cuenta que tipo de pensamiento estamos teniendo porque el Espíritu Santo nos lo deja saber, así que no hay excusas. No caigas en la trampa del enemigo y tan pronto el pensamiento malo llegue, deséchalo en el nombre de Jesús y llévalo cautivo a la cruz de Cristo. Entonces verás cómo tu alma se llena de abundante paz y gozo.
Oración:
Señor mi Dios, ayúdame a resistir los pensamientos malos, ociosos, inoficiosos, sucios, innobles, rencorosos, etc. Que tan pronto uno de estos se alleguen a mi mente, yo pueda actuar con prontitud y en el nombre de Jesús los reprenda y los rechace. Que mi alma esté limpia todo el tiempo Señor para que Tu Espíritu Santo more en ella permanentemente de tal forma que yo camine en santidad con mi objetivo de alcanzar la estatura del Varón perfecto y que yo pueda alabarte hasta con el más pequeño de mis pensamientos, en el nombre de Tu Hijo Yahshua HaMashiaj te lo pido, amén y amén. -CF Jara-
La gloria es solo de Cristo Jesús.
DIOS te bendiga.
Lea la Biblia en un año: Salmos 13-15; Hechos 19:21-41
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