Lunes 5 de Febrero, 2017.
Nuestro Pan Diario
“Empieza donde estés”
(Por: David H. Roper)
Versículos para hoy: Salmo 136:1-9
«Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos.» Salmo 19:1
Guía para leer la Biblia en un año, lectura para hoy: Mateo 23:1-22
Hoy me crucé con una pequeña flor púrpura que crecía solitaria en una pradera, la cual, citando la maravillosa frase del poeta Thomas Gray, «desperdiciaba su dulzura en el aire del desierto». Estoy seguro de que nadie la había visto antes y que quizá nadie la vuelva a ver. Pensé: ¿Por qué esta belleza en este lugar?
La naturaleza nunca está de más, ya que exhibe diariamente la verdad, la bondad y la hermosura de Aquel que la creó. Cada día, nos declara de forma novedosa y renovada la gloria de Dios. ¿Veo al Señor a través de esa belleza o simplemente la miro y sigo indiferente mi camino?
Nuestra respuesta puede ser alabanza, adoración y gratitud ante el brillo de un aciano, el esplendor de un amanecer, la simetría de un cierto árbol.
El escritor C. S. Lewis describe una caminata por el bosque durante un cálido día de verano. Acababa de preguntarle a su amigo cómo cultivar un corazón agradecido a Dios. Su compañero de excursión se dirigió a un arroyo cercano, se mojó la cara y las manos, y preguntó: «¿Por qué no empezar con esto?». Lewis dijo que allí aprendió un gran principio: «Empieza donde estés».
Una pequeña cascada, el viento en las hojas, un pequeño ruiseñor, una flor diminuta. ¿Qué tal si empezamos a dar gracias por estas cosas? Dios es la belleza detrás de todo lo bello. (Steve DeWitt)
Oración: Señor mi Dios, en los albores del día te busqué, y me respondiste llenaste mi corazón con tu dulcísima voz; oh Santo Dios de los cielos cuánto mi alma te ama, cuánto te necesito. Mi corazón te añora en cada amanecer, como las aves al firmamento, como las nubes a las montañas; la hermosura de Tu nombre pinta el horizonte con colores celestiales que se depositan en los cielos nacientes. Santo, Santo, Santo, Santo, Santo, Santo, Santo eres Tú, amado YHWH, los cielos y la tierra despiertan temprano para exaltar Tu santidad pura, diáfana, inefable, infinita y eterna. Bendito seas por la eternidad de las eternidades, en el nombre de tu Hijo amado Jesucristo, amén. -CF Jara-
La gloria es solo de Cristo Jesús.
DIOS te bendiga.
Encuentre más lecturas edificantes en Nuestro Pan Diario
http://www.ministeriosishunejar.com
Nuestro Pan Diario
“Empieza donde estés”
(Por: David H. Roper)
Versículos para hoy: Salmo 136:1-9
«Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos.» Salmo 19:1
Guía para leer la Biblia en un año, lectura para hoy: Mateo 23:1-22
Hoy me crucé con una pequeña flor púrpura que crecía solitaria en una pradera, la cual, citando la maravillosa frase del poeta Thomas Gray, «desperdiciaba su dulzura en el aire del desierto». Estoy seguro de que nadie la había visto antes y que quizá nadie la vuelva a ver. Pensé: ¿Por qué esta belleza en este lugar?
La naturaleza nunca está de más, ya que exhibe diariamente la verdad, la bondad y la hermosura de Aquel que la creó. Cada día, nos declara de forma novedosa y renovada la gloria de Dios. ¿Veo al Señor a través de esa belleza o simplemente la miro y sigo indiferente mi camino?
Nuestra respuesta puede ser alabanza, adoración y gratitud ante el brillo de un aciano, el esplendor de un amanecer, la simetría de un cierto árbol.
El escritor C. S. Lewis describe una caminata por el bosque durante un cálido día de verano. Acababa de preguntarle a su amigo cómo cultivar un corazón agradecido a Dios. Su compañero de excursión se dirigió a un arroyo cercano, se mojó la cara y las manos, y preguntó: «¿Por qué no empezar con esto?». Lewis dijo que allí aprendió un gran principio: «Empieza donde estés».
Una pequeña cascada, el viento en las hojas, un pequeño ruiseñor, una flor diminuta. ¿Qué tal si empezamos a dar gracias por estas cosas? Dios es la belleza detrás de todo lo bello. (Steve DeWitt)
Oración: Señor mi Dios, en los albores del día te busqué, y me respondiste llenaste mi corazón con tu dulcísima voz; oh Santo Dios de los cielos cuánto mi alma te ama, cuánto te necesito. Mi corazón te añora en cada amanecer, como las aves al firmamento, como las nubes a las montañas; la hermosura de Tu nombre pinta el horizonte con colores celestiales que se depositan en los cielos nacientes. Santo, Santo, Santo, Santo, Santo, Santo, Santo eres Tú, amado YHWH, los cielos y la tierra despiertan temprano para exaltar Tu santidad pura, diáfana, inefable, infinita y eterna. Bendito seas por la eternidad de las eternidades, en el nombre de tu Hijo amado Jesucristo, amén. -CF Jara-
La gloria es solo de Cristo Jesús.
DIOS te bendiga.
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