Nuestro Pan Diario
2 Octubre 2014
En la tormenta
(Poh Fang Chia)
Lea: Marcos 4:35-41
«… [Jesús] dijo al mar: Calla, enmudece…» Marcos 4:39
Biblia en un año: Isaías 14–16; Efesios 5:1-16
La tormenta estaba gestándose… no solo en el horizonte, sino en
la casa de mi amiga. «Cuando estaba en Hong Kong —contó ella—, el servicio
meteorológico local anunció que se acercaba una gran tormenta. Pero, más allá
de lo que sucedía fuera de mi ventana, en casa se anticipaba un temporal. Mi
papá estaba internado y toda la familia intentaba equilibrar las
responsabilidades del hogar y del trabajo con las visitas al hospital. Todos
estábamos cansados y perdiendo la paciencia, y la situación en casa era tensa».
La vida puede asemejarse a una tormenta; nos lleva de un lado a
otro con vientos de adversidades, aflicción o estrés. ¿Adónde podemos recurrir?
Cuando los discípulos de Jesús quedaron atrapados en un gran temporal y se
preguntaban si a Él le importaba, de todos modos supieron a quién acudir. El
Señor demostró su poder al calmar la rugiente tempestad (Marcos 4:38-39).
Sin embargo, muchas veces Él no calma la tormenta de inmediato.
Entonces, como los discípulos, tal vez pensamos que no le importa. Para aplacar
nuestros miedos, podemos aferrarnos a la fe en lo que Dios es y puede hacer.
Podemos refugiarnos en Él (Salmo 91:1); obtener su ayuda para relacionarnos
bien con los demás; descansar en sus atributos de poder, sabiduría y amor
ilimitados.
El Señor está con nosotros en la tormenta y nos sostiene con
amor a través de ella.
«No hace falta que gritemos a viva voz; Dios está más cerca de
lo que suponemos». —Hermano Lorenzo
Encuentre más lecturas
edificantes en Nuestro Pan Diario
Ministerios Mundiales
“Îshu-nejar”®
maiishunejar@cogm.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario