Lunes 27 de Febrero, 2017.
Nuestro Pan Diario
“! Fe inquebrantable!”
(Por: David C. McCasland;
Editado por: CF Jara)
Versículos para hoy: Números 13:26-32; 14:20-24
«Pero a mi siervo Caleb, por cuanto […] decidió ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró…» Números 14:24
Guía para leer la Biblia en un año, lectura para hoy: Marcos 5:21-43
Caleb era una persona «de fe inquebrantable». Con Josué, formaron parte del equipo de doce espías que exploraron la tierra prometida. Dijo: «Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos» (Números 13:30). Sin embargo, los otros diez afirmaron que era imposible conquistarla. A pesar de las promesas de Dios, solo vieron obstáculos (vv. 31-33). Diez hombres hicieron que el pueblo se desanimara y se quejara contra Dios, y peregrinaron 40 años por el desierto. Pero Caleb nunca se rindió. El Señor declaró: «Pero a mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su descendencia la tendrá en posesión» (14:24). Después de 45 años, Dios cumplió su promesa, cuando Caleb, de 85 años, recibió Hebrón «por cuanto había seguido cumplidamente al Señor Dios de Israel» (Josué 14:14).
La duración de los tiempos en el Antiguo Testamento fue más larga que en los tiempos que empezaron a regir la tierra desde la noche en que nació Jesús en Belén, debido a que estos tiempos finales o los tiempos de la gracia comenzaron a regir a la humanidad desde aquella misma noche; por ello, la duración de los días se ha ido acortando paulatinamente, el tiempo apremia y “ya no hay tiempo” o “el tiempo vuela” en los días actuales.
Caleb esperó por 45 años para recibir la promesa del Señor, un largo período al igual que muchos otros casos que la Biblia menciona. Pero hoy, en los tiempos de la gracia, donde “ya no hay tiempo”, Dios está acelerando precisamente el tiempo para que se dé el cumplimiento de todas las cosas que están escritas. Por ello, las promesas que Él nos ha hecho llegar a nuestras vidas se están cumpliendo en períodos mucho más cortos.
Entonces y con la autoridad del Espíritu Santo y en el nombre de Jesús, queremos decirte hoy que, que si hay promesa del Señor sobre tu vida, confía, con una fe inquebrantable que no dé lugar a ninguna duda, así como lo hicieron Caleb, Abraham, Moisés, David, Ruth, Esther, etc., sin importar los obstáculos que estés enfrentando en este momento o los que puedan venir. Recuerda que el tiempo ya no es un obstáculo porque así le ha placido al Dios que servimos. Finalmente, si estás esperando el cumplimiento de una promesa de Dios por algunos años, confía, confía y confía, porque tu milagro podría darse en cualquier momento.
Oración: Señor, te ruego con todo mi corazón que me des una fe inquebrantable, a prueba de fuegos, inundaciones, desiertos, terremotos, sequías, enfermedades, dolores, desprecios, traiciones, y toda obra del enemigo, incluyendo la muerte. Lléname con Tu fortaleza en los momentos en que mi fe esté desfalleciendo, no me dejes abandonar mis sueños, mi promesa, mi milagro. Te doy las gracias por esta hermosa y poderosa Palabra, en el nombre de tu Hijo amado Jesucristo, amén.
Nuestro Pan Diario
“! Fe inquebrantable!”
(Por: David C. McCasland;
Editado por: CF Jara)
Versículos para hoy: Números 13:26-32; 14:20-24
«Pero a mi siervo Caleb, por cuanto […] decidió ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró…» Números 14:24
Guía para leer la Biblia en un año, lectura para hoy: Marcos 5:21-43
Caleb era una persona «de fe inquebrantable». Con Josué, formaron parte del equipo de doce espías que exploraron la tierra prometida. Dijo: «Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos» (Números 13:30). Sin embargo, los otros diez afirmaron que era imposible conquistarla. A pesar de las promesas de Dios, solo vieron obstáculos (vv. 31-33). Diez hombres hicieron que el pueblo se desanimara y se quejara contra Dios, y peregrinaron 40 años por el desierto. Pero Caleb nunca se rindió. El Señor declaró: «Pero a mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su descendencia la tendrá en posesión» (14:24). Después de 45 años, Dios cumplió su promesa, cuando Caleb, de 85 años, recibió Hebrón «por cuanto había seguido cumplidamente al Señor Dios de Israel» (Josué 14:14).
La duración de los tiempos en el Antiguo Testamento fue más larga que en los tiempos que empezaron a regir la tierra desde la noche en que nació Jesús en Belén, debido a que estos tiempos finales o los tiempos de la gracia comenzaron a regir a la humanidad desde aquella misma noche; por ello, la duración de los días se ha ido acortando paulatinamente, el tiempo apremia y “ya no hay tiempo” o “el tiempo vuela” en los días actuales.
Caleb esperó por 45 años para recibir la promesa del Señor, un largo período al igual que muchos otros casos que la Biblia menciona. Pero hoy, en los tiempos de la gracia, donde “ya no hay tiempo”, Dios está acelerando precisamente el tiempo para que se dé el cumplimiento de todas las cosas que están escritas. Por ello, las promesas que Él nos ha hecho llegar a nuestras vidas se están cumpliendo en períodos mucho más cortos.
Entonces y con la autoridad del Espíritu Santo y en el nombre de Jesús, queremos decirte hoy que, que si hay promesa del Señor sobre tu vida, confía, con una fe inquebrantable que no dé lugar a ninguna duda, así como lo hicieron Caleb, Abraham, Moisés, David, Ruth, Esther, etc., sin importar los obstáculos que estés enfrentando en este momento o los que puedan venir. Recuerda que el tiempo ya no es un obstáculo porque así le ha placido al Dios que servimos. Finalmente, si estás esperando el cumplimiento de una promesa de Dios por algunos años, confía, confía y confía, porque tu milagro podría darse en cualquier momento.
Oración: Señor, te ruego con todo mi corazón que me des una fe inquebrantable, a prueba de fuegos, inundaciones, desiertos, terremotos, sequías, enfermedades, dolores, desprecios, traiciones, y toda obra del enemigo, incluyendo la muerte. Lléname con Tu fortaleza en los momentos en que mi fe esté desfalleciendo, no me dejes abandonar mis sueños, mi promesa, mi milagro. Te doy las gracias por esta hermosa y poderosa Palabra, en el nombre de tu Hijo amado Jesucristo, amén.
-CF Jara-
La gloria es solo de Cristo Jesús.
DIOS te bendiga.
Encuentre más lecturas edificantes en Nuestro Pan Diario
http://www.ministeriosishunejar.com
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