Nuestro Pan Diario
16 Octubre 2014
Desvíos misteriosos
(Dave Branon)
Lea: Génesis 12:1-10; 13:1
« En ti esperaron nuestros padres; esperaron,
y tú los libraste.» Salmo 22:4
Biblia en un año: Isaías 47–49; 1
Tesalonicenses 4
Antes de que mi esposa y yo nos embarcáramos
en un viaje de 640 kilómetros hasta la casa de nuestra hija, programé el GPS.
Mientras viajábamos, el sistema nos indicó que saliéramos de la autopista y
tomáramos un desvío por una ciudad. Poco después, nos mandó de regreso a la
misma carretera. Ese misterioso desvío me desconcertó. ¿Por qué tuvimos que
salir de una ruta perfectamente transitable?
Nunca sabré el porqué. Seguimos camino y
confiamos en que el GPS nos llevaría hasta nuestro destino y nos traería de
regreso.
Esto me hizo pensar en los desvíos de la vida.
Quizá parezca que andamos por un sendero sin inconvenientes. Entonces, por
alguna razón, Dios nos redirige hacia una zona desconocida. Puede ser una
enfermedad, una crisis en el trabajo o en la escuela, o una tragedia
inesperada. No entendemos qué está haciendo.
Abraham enfrentó un desvío misterioso cuando
Dios le dijo: «Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre»
(Génesis 12:1). Sin duda, el patriarca se habrá preguntado por qué el Señor lo
guiaba hacia el desierto del Neguev, pero confió en Él y en sus buenos
propósitos.
Un GPS puede equivocarse, pero podemos confiar
en un Dios que no falla (Salmo 22:4). Él nos guiará por todos los desvíos
misteriosos y nos llevará donde desea que vayamos.
No necesitamos ver el camino si estamos cerca
de Aquel que lo conoce.
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