📖🖊 Devocional para hoy, Lunes 24 de Enero, 2022. “Bienaventurado el Hombre cuya Confianza está en Dios”
Por: César F Jara
Leer: Isaías 55
«Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.» (Salmo 40:4)
HUYENDO DEL PECADO
El 6 de Diciembre de 1996, llegaba yo a la ciudad de New York como “inmigrante.” Había sido una decisión dura el dejar atrás a la familia, los amigos, la patria, la comida, las tradiciones, etc., pero no tenía alternativa. A pesar de haber alcanzado varios éxitos profesionales, había fracasado como esposo y padre de familia, por causa de una vida secreta de pecado y depravación. Mi vida espiritual estaba destruida y nada llenaba aquel vacío sino solo el deseo de morir.
Recuerdo que, al salir de migración con dos maletas de ropa usada, metí otra vez mi mano al bolsillo del pantalón para recontar los únicos $2 dólares con los que llegué. Había perdido todo en mi país de origen, pero aún no lo podía creer. Y me gustaría decir que tenía al menos algo de esperanza, pero no fue así, pues ella había muerto hace tiempo. Sin fe ni esperanza, ni dinero ni familia, empecé a planear mi propia muerte. Debo añadir que no conocía a Jesucristo, y aunque de oídas había oído Su nombre, y me consideraba un buen católico, la religión no me enseñó a conocer a Dios de la forma en que necesitamos conocerlo.
Días más tarde, Dios no dejó que consumara mi plan de echarme debajo de las rieles del tren, y a través de un radio despertador que lo conservo hasta ahora, me habló y me dijo que me amaba, que mis pecados habían sido perdonados en la cruz del calvario y que Êl iba a cambiar mi vida para siempre, pero que yo debía creer en Êl. La esperanza renació en mi corazón, y aquí estoy, veinticinco años mas tarde, celebrando el mayor logro académico de mi vida, el título de Doctor en Ministerio. Gloria a Dios.
No sé cuántos de los millones de hermanos que emigraron de sus países antes y después que yo pudieron alcanzar sus sueños; o cuántos tristemente murieron en el intento; o cuántos se dieron por vencidos. Pero lo que si sé es que cuando ponemos nuestra esperanza en Dios, Êl nos llena de la fe que es el combustible para caminar en pos del propósito por el que fuimos hechos y traídos a la vida.
LA NOCHE ARRECIA
Ha sido largo el viaje. No ha sido fácil. He enfrentado muchas tormentas, momentos difíciles, pruebas dolorosas, tragedias terribles, desiertos mortales. Pero hasta aquí, Dios me ha traído y nada me ha faltado. Este logro no significa que las pruebas se acabaron, al contrario, recién empiezan, porque los planes del enemigo cada día son para destruir mi vida, pero los planes del Dios Todopoderoso me llenan de la paz que sobrepasa todo entendimiento, y me llevarán indefectiblemente a la meta que el Señor planeó para mí.
Hermanos, la noche arrecia, los cielos sufren violencia, la tierra gime con dolores de parto, y la humanidad ha sido atrapada en una trampa de terror, zozobra y muerte. Pero el Dueño de todas las cosas y del tiempo tiene el poder para detenerlo, para que aquellos que andan perdidos, se arrepientan y puedan ser salvos. Dios me enseñó que un victorioso en la fe no es aquel que nunca peca o que jamás tropieza, sino aquel que si peca, se arrepiente sinceramente de sus pecados y que si se tropieza y cae, se levanta por la fe en Cristo Jesûs, a seguir su camino, porque confía en que, con Cristo en su vida, nada ni nadie podrá separarlo del amor de Dios que es en Su Hijo amado.
El mundo se despierta cada día con una amenaza nueva que se suma a las existentes. La maldad de los gobernantes del mundo, la violencia social, el hambre, la corrupción, la falta de trabajo, la pandemia con sus imposiciones como el aislamiento, la falta de medicina efectiva, la incertidumbre, la soledad, etc. Y aunque es un tiempo anunciado por los profetas bíblicos, como quiera produce en los seres humanos un sufrimiento impensado, difícil de asimilar.
DÓNDE PONER TU CONFIANZA
Yen medio de este deplorable estado emocional, físico y espiritual, el terror se levanta como un gigante despiadado que reclama las vidas de los mas débiles, de los incrédulos, de los que aún duermen sin darse cuenta que estamos a las puertas de que todo lo que está escrito se desate en la apocalíptica tribulación.
Pero en medio del feroz ataque, Dios habla a los suyos cada día, cada hora, cada segundo y te dice «No temas, porque Yo soy tu Dios; no desmayes porque como estuve con Moisés, estaré contigo. No te dejaré, ni te desampararé. Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra. Que nunca se aparte de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.»
No pierdas mas el tiempo, hermano, hermana, buscando las noticias que te hacen sufrir, que te llenan de miedo, que te roban la esperanza, que te hacen pensar en la muerte. Eleva tu voz al Señor tu Dios y clama a Su santo nombre, «Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré. Êl te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con Sus plumas te cubrirá, Y debajo de Sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es Su verdad. No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; más a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos. Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada.»
Confía amado, amada, confía, Jesûs es nuestra esperanza, nuestra roca y nuestro refugio. Deposita en Êl todos tus miedos, tus angustias, tu soledad, tu necesidad, tu salud, tu enfermedad, toda tu vida, y Êl cambiará tu lamento en baile, y nunca más estarás solo porque los ángeles del Señor danzarán junto a ti, y porque el Señor te sanará, te confortará y te levantará para llevarte a la vida eterna que te prometió, allá en los cielos, allá donde no hay mas llanto, ni enfermedad, ni dolor, ni muerte, sino una inimaginable y hermosísima y por siempre eterna vida celestial, amén y amén.
Dios le bendiga.
Μαρανάθα, Ιησούς έρχεται σύντομα.
Maranatha, Jesús viene pronto.
ORACIÓN
«Buscad a Jehová mientras puede ser hallado,
llamadle en tanto que está cercano.
Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos,
y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia,
y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos,
ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos,
y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve,
y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar
y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come,
así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía,
sino que hará lo que yo quiero,
y será prosperada en aquello para que la envié.
Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos;
los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros,
y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso.
En lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga
crecerá arrayán; y será a Jehová por nombre,
por señal eterna que nunca será raída.
En el nombre de Jesûs, amén y amén.»
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