Convertirse a Jesucristo


Mensaje Bíblico para hoy, Lunes 5 de Octubre, 2020. 

“Convertirse a Jesucristo”
Por: CF Jara.

Leer: Romanos 8
«Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.» (Juan 3:3)

Nacer de Nuevo
Tres años antes de Su crucifixión, Jesûs llegaba a Jerusalén junto con Sus discípulos para celebrar la Pascua. Pocos días atrás, el Maestro había convertido el agua de los jarrones en vino fino, durante las bodas a las que fue invitado. Entonces el Rabí se dirigió al Templo y lo encontró lleno de mercaderes. Muy enojado y agarrando un látigo, los echó fuera a todos. En la noche de aquel día, Jesûs recibió la visita de un hombre rico llamado Nicodemo, quien era judío del ala farisea y uno de los líderes del Sanedrín. El hombre quería saber más de Jesûs y Sus “poderes” para hacer los milagros que hacía. Mas el Mesías le respondió: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.” (Vv.3)

Nicodemo no pudo entender lo que Jesûs le dijo, porque es imposible que un hombre nazca de nuevo, es decir, pueda entrar en el vientre de su madre para que ésta le de a luz otra vez. Pero Jesûs se refería al segundo nacimiento, al espiritual, al que se da después del nacimiento natural de la fuente de agua: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo”

La Biblia no relata más acerca de este encuentro, pero lo que si nos dice es que este Nicodemo es el mismo que atestiguó las confabulaciones de los miembros del Sanedrín en contra del Maestro. Y al morir Jesûs, Nicodemo se hace presente para ayudar a los discípulos y familiares a bajarlo de la cruz, presta su tumba para que los del Mesías prepararan Su cuerpo para la sepultura con las hierbas aromáticas de acuerdo a la tradición judaica, y hace una gran ofrenda de dinero para el efecto. Evidentemente, el judío rico fue tocado en la conversación con el Mesías tres años atrás, y estoy seguro de que “nació de nuevo” y lo reconoceremos cuando estemos viviendo la vida eterna con el Señor.

El Paso de Fe
Esta doctrina muy poco predicada por los pastores, es el paso fundamental para toda persona que, reconociendo su naturaleza pecaminosa, reconoce también en Jesûs como la fuente no solo para su perdón, sino para su redención en la tierra y como la puerta para entrar a vivir la vida eterna. Esa es la razón por la cual un Cristiano cuando está evangelizando, pregunta a la otra persona si desea entregar su vida a Jesûs, convertirse a Jesucristo, recibir al Hijo de Dios como su Señor y Salvador.

La teología de esta doctrina se asienta en la conversación entre Jesûs y Nicodemo y en lo que se explica en otros 32 versículos bíblicos, de los cuales citamos a siete:

1) Romanos 10:9-10, «que, si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo; porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación.»

2) 1 Pedro 1:3, «Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien, según Su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos,»

3) 2 Corintios 5:17, «De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas.»

4) 1 Pedro 1:23, «Pues habéis nacido de nuevo, no de una simiente corruptible, sino de una que es incorruptible, es decir, mediante la palabra de Dios que vive y permanece.»

5) Romanos 6:23, «Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.»

6) Gálatas 3:26, «pues todos sois hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús.»

7) 1 Corintios 2:14, «Pero el hombre natural no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no las puede entender, porque se disciernen espiritualmente.»

Convertirse a Jesûs
Cuando recibimos a Jesûs como nuestro Señor y Salvador, nos convertirnos en siervos Suyos. Nacer de nuevo significa entregar nuestra vida a Jesûs para ser de Su propiedad. De acuerdo al diccionario de la Lengua Española, “convertirse” significa:

-Hacer que alguien o algo se transforme en algo distinto de lo que era.
-Transformar.
-Sustituirse por otra de igual significación.

En el antiguo griego ‘Koiné’, conversión ‘μετανοια’ ‘metanoia’ significa “volver,” “regresar,” “echar atrás,” “convertirse.” Entonces, convertirse a Cristo Jesûs es dar un giro de 180° del camino por donde se ha estado andando para regresar al punto donde se empezó ese camino; transformarse en alguien diferente a lo que se era, cambiar la vida actual por otra diferente. Pero para que una persona se convierta en seguidor de Jesûs para que entonces el Mesías transforme su vida, la condición básica es reconocer la necesidad para ese cambio. Si esta condición no está presente, no habrá ni conversión ni transformación.

Toda persona necesita reconocer su condición pecaminosa, imperfecta, mortal, inclinada a hacer el mal. Mientras piense que es buena, que no ofende a nadie, que no hay maldad en su corazón, no podrá traspasar la puerta que separa lo mortal de lo inmortal. Esa puerta se llama Jesûs, el único camino, la única verdad y la única vida.

Para declarar la rendición voluntaria a Cristo Jesûs, se debe repetir absolutamente en forma voluntaria, la oración de conversión, para reconocer dos cosas: a Jesús como el Hijo de Dios, y la escencia pecaminosa del humano; luego, se debe declarar que se cree tanto en el sacrificio de Jesûs en la cruz como en Su resurrección; a continuación, se da las gracias al Señor por haber muerto por los pecados del mundo, y se pide perdón por todos los pecados personales, y se ruega por la transformación total hacia una persona diferente. Entonces se pide al Señor Jesûs que entre a morar en el corazón como el Señor y Salvador de la vida del nuevo creyente. Finalmente, se pide para que DIOS escriba el nombre del nuevo convertido en el Libro de la Vida y ponga el sello del Espíritu Santo en su frente, que significa que es propiedad de Jesucristo.

Cuando alguien hace así, la Biblia dice en Colosenses 2:13, que aquel es nacido de nuevo, «Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados.» Y cuando una persona “ha nacido de nuevo,” en los cielos se declara una fiesta y los ángeles del Señor cantan aleluyas al Sempiterno.

Oración de Conversión
Si no has recibido todavía a Jesucristo en tu corazón, haz esta oración:

«Señor Jesús, declaro que eres el Hijo de DIOS. Reconozco que soy pecador. Creo que Tú moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste de entre los muertos al tercer día. Gracias por pagar el precio de mis pecados con tu Sangre bendita. Perdóname y hazme una nueva criatura. Entra en mi corazón, yo te recibo como mi Señor y mi Salvador, escribe mi nombre en el Libro de la Vida y séllame con tu Santo Espíritu. En el santo nombre de Tu Hijo amado Yeshûa HaMashiah, amén y amén.»

התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

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