Controla la lengua

Devocional para hoy,
Miércoles 9 de Mayo, 2018.

“Controla la lengua”
Por: Bill Crowder
Edición: CF Jara

Leer: Santiago 3:1-12
«Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. […] está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo…» (Santiago 3:6)

Corría el año 49 a.C. cuando el emperador romano Julio César cruzó el río Rubicón con su Legión xiii para entrar en Italia, en un acto que fue considerado como traición por otros generales, senadores, pensadores y pueblo en general de Roma. El caso era que, por la ley del imperio, ningún general romano podía introducir sus tropas armadas en Roma. El impacto de esa decisión fue irreversible, pues a ese incidente no bien pensado por el emperador, le siguieron años de guerra civil, con mucha sangre derramada y costos grandísimos por los recursos usados y por las destrucciones causadas. Por ello en los días actuales, la frase «cruzar el Rubicón» es una metáfora de «llegar a un punto donde no hay retorno», con consecuencias terribles no deseadas, producto de decisiones mal tomadas.

Algún sabio dijo alguna vez que hay tres cosas que los seres humanos no podremos recuperar jamás, una vez que se fueron: el tiempo, la vida y las palabras que salen de nuestra boca. A lo largo de nuestra existencia, todos podemos cruzar un ‘Rubicón’ cuando no pensamos las palabras que vamos a decir, pues una vez dichas, no podrán volver atrás. O brindan ayuda y consuelo, o producen un daño tan irreversible como el que produjo la marcha del César a Roma. El apóstol Santiago ofrece otra descripción acerca de este tema, cuando dice: «la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno» (Santiago 3:6).

Santiago fue probablemente, la persona que más conoció al Jesús humano, pues como medio hermano del Señor compartió su infancia y juventud al lado del Hijo del Hombre. Y si bien es cierto que, en los primeros años del ministerio del Maestro, tanto Santiago como el resto de Su familia no creían en el Señor ni lo apoyaban, cuando el discípulo atestiguó todo el evento majestuoso de la resurrección, se declaró él mismo siervo y propiedad de Jesucristo, y escribió esta epístola donde el comparte la sabiduría que aprendió del Maestro, incluida la teología franca, sencilla y poderosa acerca del poder de vida o muerte que reposa en la lengua de hombres y mujeres.

Si tememos haber cruzado el Rubicón contra alguien, podemos pedirle perdón a esa persona… y a Dios (Mateo 5:23-24; 1 Juan 1:9). Y para evitar cometer el terrible error de dejar nuestra lengua suelta, aprendamos a depender cada día del Espíritu Santo que nos dice: «Sea vuestra palabra siempre con gracia.» (Colosenses 4:6) no solo para honrar al Señor, sino también para edificar y alentar a quienes nos rodean, con palabras llenas de amor, bondad y paciencia, en lugar de chismes, críticas y escarnio. La gloria sea para el Altísimo.

Oración
«Señor Padre Eterno, mi oración para hoy es pedirte ayuda para poder medir mis palabras hoy y por siempre, en todas las conversaciones que sostenga, con conocidos, pero también con aquellos que no conozco. Que esta lección se quede grabada en mi cerebro para recordar siempre que es mejor decir palabras amables en lugar de respuestas amargas, aun cuando aquellos que fabrican escarnios en contra nuestra, sigan caminando campantes como si nada hubieran hecho. Te ruego mi Señor, que, si aquellos quieren ofender, hablar mal a mis espaldas, levantar falsos en mi contra, que lo hagan Señor, porque no sé ellos, pero yo y mi casa, serviremos al Señor, y de mi boca, no saldrá palabra negativa contra nadie jamás. Que la luz de Cristo pueda reflejarse a través mío en todo momento, y que esa sea mi mejor respuesta a los que buscan mi mal, te lo ruego en el Todopoderoso nombre de Tu Hijo amado Yeshûa HaMashiaj, amén.»


התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: 2 Reyes 7 - 9; Juan 1:1-28

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