No importa el origen

Devocional para hoy,
Miércoles 18 de Abril, 2018.

“No importa el origen”
Por: Tim Gustafson
Edición: CF Jara

Leer: Jueces 11:1-8, 29
«Y el Espíritu del Señor vino sobre Jefté…» (Jueces 11:29)

«¿De dónde eres?». A menudo, usamos esta pregunta para conocer a alguien. Pero, para muchos, la respuesta es complicada. A veces, no queremos dar todos los detalles. En el libro de Jueces, es probable que Jefté no haya querido responder esa pregunta. Sus medio hermanos lo habían echado de su pueblo natal, por sus orígenes «cuestionables». «Eres hijo de otra mujer», le dijeron (Jueces 11:2), y el texto declara de manera sorprendente que «era hijo de una mujer ramera» (v. 1). Pero Jefté era un líder natural, y, cuando una tribu hostil empezó una pelea contra Galaad, el pueblo que lo había echado quiso de repente que volviera. Le dijeron que fuera su «jefe» (v. 6). Jefté preguntó: «¿No me aborrecisteis vosotros, y me echasteis de la casa de mi padre?» (v. 7). Después de asegurarse de que las cosas cambiarían, aceptó ser su líder. La Escritura nos dice: «el Espíritu del Señor vino sobre Jefté» (v. 29). Por fe, los llevó a una gran victoria.

Historias parecidas a éstas, donde la envidia, el chisme y la calumnia ofenden a otros creyentes, son, desgraciadamente, muy comunes en la iglesia del Señor, el día de hoy. Al acudir a los pastores por respuestas, la justificación favorita es: “ninguna iglesia es perfecta”, dando largas y a veces procrastinando en tomar acciones ante las quejas que por estas causas y por otras de la misma clase, miles de creyentes elevan a sus pastores en la iglesia mundial. La desidia de los líderes lleva al alejamiento de la iglesia, muchas veces de por vida, de cientos de miles de hermanos y hermanas en la fe que se van heridos, resultado de haber recibido ofensas, injurias, calumnias, etc., de sus mismos hermanos de la fe. El profesor del seminario Fuller, Daniel White confronta esta realidad ampliamente en su libro: “Iglesias que hieren”. Lo recomiendo.

Sin embargo, en la misma historia bíblica, Dios restaura a Jefté en la posición de liderato, le da la victoria en aquella batalla y lo convierte en uno de los héroes de la Biblia para la posteridad, (Hebreos 11:32). A menudo, Dios parece escoger a las personas más improbables y menos calificadas para hacer su obra. El Señor no se fija ni en el origen humilde, ni se deja llevar de las habladurías o por el pasado conflictivo de la gente que Êl escoge, pues como dice la Escritura, «Antes, lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a lo fuerte.» (1 Corintios 1:27 RVI 1960). Y para aquellos que siembran el mal, la Palabra les tiene también un mensaje: «muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros.» (Mateo 19:30, RVI 1960)

Cuando Jefté aceptó volver a liderar al pueblo, el Espíritu del Señor vino a él y llevó a tiempos de victoria. Hermano, hermana, no importa de dónde seamos, cómo llegamos hasta aquí ni qué haya pasado en nuestro caminar. Pero lo que importa es que respondamos con fe y prontitud al llamado de Dios. Entonces Êl nos llevará de gloria en gloria y de victoria en victoria.

Oración
«Señor Padre eterno, Tú eres el Dios justo e inmutable, que todo lo ve, todo lo conoce y está en todas partes al mismo tiempo. Aquel que saca en cada atardecer las estrellas y las llama por su nombre; el Todopoderoso que sostiene al universo con una mano. Y así, tan grande, eterno e infinito, así nos amas con Tu amor inconmensurable. Padre te pido hoy que, si hay alguien entre los lectores de este mensaje que haya sufrido alguna experiencia parecida a la de Tu siervo Jefté, sanes su corazón Señor, hoy mismo, libéralo de cualquier dolor que se haya inconado en su alma; y entonces en el alivio sanador pueda perdonar a aquellos que lo ofendieron. Y si se ha apartado de Tu iglesia, que en el poder del perdón sienta la necesidad de volver Señor, para no alejarse nunca más. Que entienda que es Tu casa, el refugio más seguro y que no hay lugar más alto, que estar postrado a Tus pies, te lo ruego mi Señor amado, en el nombre de Tu Hijo Yahshua HaMashiaj, amén y amén.»


התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: 2 Samuel 3-5; Lucas 14:25-35 

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