Mis Ojos Verán

Lunes 3 de Julio, 2017.

Nuestro Pan Diario
“Mis Ojos Verán”
(Por: CF Jara)

Leer: Isaías 61
«… Respondió Jesús: Tráiganme al muchacho.» Marcos 9:19

La Biblia en un año: Job 22-24; Hechos 11

Estando de compras en un supermercado cercano a casa, tuve un grato encuentro con Carlos, un amigo de muchos años, a quien no había visto por algún tiempo. Sus dos hijos eran muy queridos para mí. Luego de la salutación inicial, empezaron las preguntas de rigor. Él se había divorciado hace doce años. «Fred está muy bien -me dijo-, estudiando y trabajando. Pero Maxi aún no se ha estabilizado, más bien su adicción a la marihuana ha empeorado. Sin embargo -añadió-, yo declaro en mis oraciones de todos los días, que aunque mis ojos envejezcan, yo veré a mi hijo libre de la adicción y postrado a los pies del altar de Dios, cantando y alabando el nombre de Cristo Jesús.» Maximiliano era un joven muy inteligente con un futuro muy promisorio pero aquel suceso infausto y terrible había truncado sus sueños. Sin embargo de ello, su padre mantenía viva la esperanza de ver a su hijo libre y viviendo una vida de plenitud.

El Dr. Peter Scazzero dice que los vicios son “el resultado de los chantajes de culpabilidad que el enemigo hace sobre los seres humanos, aprovechándose de nuestra imperfecta naturaleza.” En mi práctica ministerial, he podido ver que los vicios se originan en los seres humanos por causa de dolores espirituales intensos que resultan de las experiencias existenciales traumáticas que no se han podido superar. Como creyentes y en casos como estos, volvemos nuestros ojos al cielo y pensamos ¿qué dice la Palabra de Dios respecto a estas conductas auto-destructivas?

Entre los innumerables milagros que el Señor Jesús hizo en Su ministerio terrenal, la Biblia no registra liberaciones de vicios, pero sí liberaciones y restituciones espirituales. La palabra dice en Isaías 10:27 que «Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción.» Y la unción a la que se refiere el profeta Isaías es a la unción de Cristo, la todopoderosa autoridad que provocará la ruptura de las cadenas de la adicción y que tiene su basamento en el sacrificio de Jesús en la cruz.

Oración: Amado Padre eterno, Tu Palabra nos habla del poder inmensísimo de la sangre de Cristo sobre la obra del mal, pero nos hemos olvidado de ello. Por eso te pido hoy mi Señor, que me recuerdes siempre que para que se active Tu unción, debo hacer dos cosas: mantener mi fe en Tus promesas, Señor, reclamándolas para mi favor cada día, y sobre todo, mantener mi amor sobre el cautivo, de tal forma que aquel pueda sentir en algún momento, el deseo de ser completamente libre de semejante atadura. Con mi fe en el Tí y mi amor sobre mi hijo atrapado en el vicio, declararé todos los días que “aunque mis ojos envejezcan, yo veré a mi hijo libre y postrado a los pies del altar de Dios, cantando y alabando a Dios, en el nombre de Tu Hijo Yahshua HaMashiaj, amén y amén. -CF Jara-

La gloria es solo de Cristo Jesús.
DIOS te bendiga.

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