Nuestro Pan Diario
“La muerte de los justos”
(Por CF Jara)
Versículo para hoy: Juan 15:18-27
«Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece.» Juan 15:19
Lea la Biblia en un año: 2 Corintios 9
Las muertes de los apóstoles de Jesús y de Él mismo son los hechos más tristes y dolorosos junto con el sacrificio del divino Rabino que relata la Biblia. Mateo muere en Etiopía, después de ser martirizado y herido con espada; Marcos muere en Alejandría, después de haber sido arrastrado por caballos por las calles; Lucas muere ahorcado en Grecia, después de una tremenda predicación a los inconversos; Pedro muere crucificado de cabeza; Santiago, el hermano menor de Jesús, muere después de ser apedreado, luego de sobrevivir el ser arrojado desde el pináculo sureste del templo, a más de 100 m de altura; Santiago hijo de Zebedeo, muere decapitado en Jerusalén, luego de defender su fe fervorosamente; Bartolomé -o Natanahel- muere en Armenia, Asia, desollado vivo; Andrés muere en Patras, Grecia, luego de ser crucificado en una cruz en forma de X, desde donde estuvo predicando la Palabra a sus verdugos por dos días hasta que murió; Tomás muere en la India atravesado por una lanza mientras predicaba la Palabra; Judas muere a flechazos luego de negarse a renegar de su fe; Esteban muere apedreado luego de hacer una defensa brillante de la fe; Matías muere apedreado y luego decapitado; Pablo muere apedreado y decapitado por Nerón; Juan es el único de los 12 apóstoles que muere de muerte natural pero con las secuelas de aquella terrible tortura de haber sido sumergido en una olla de aceite hirviente, pero sobrevive y se cura, luego es confinado a Patmos y finalmente muere de muerte natural por vejez en Edesa, Turquía.
La Biblia dice que una vez que recibimos a Jesús como nuestro Señor y Salvador, somos justificados por Su sangre bendita, resultante del sacrificio de muerte que por amor a toda la humanidad, Cristo consumó en la cruz. (Romanos 4:5; Lucas 18:14, RVI 1960). Luego, si hemos sido justificados hemos sido hechos justos conjuntamente con Cristo Jesús. Entonces, ¿debemos esperar muertes parecidas o peores que la de los primeros justos?
La respuesta es que debemos estar conscientes y preparados para muertes como éstas, eso no significa que vaya a pasar, solo Dios lo sabe; sin embargo, lo que sí es seguro es que enfrentaremos toda clase de artimañas que el enemigo levantará en nuestra contra a lo largo de nuestra pasantía por esta vida, incluidos intentos de asesinatos tanto físicos como espirituales. Más sin embargo y como lo dijo Pablo, cualquier sufrimiento, pesar, dolor, enfermedad o muerte es para mi ganancia, pues Cristo Jesús es mi vida y yo vivo por Él, pero si muero, quiero morir en Él.
Oración: Señor, gracias te doy en este día por hombres como Tus discípulos y los primeros seguidores tuyos, pues en ellos has sembrado los ejemplos y la esperanza de que servirte es un honor, vivir por ti nos llena de honra y morir por Ti nos dará el acceso a la gloria eterna.
La gloria es de Cristo Jesús, por siempre y para siempre.
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