Y los Ángeles callaron

Y LOS ÁNGELES CALLARON.

« AQUEL VIERNES DE MARZO DEL AÑO 33, MIENTRAS JESÚS EXPIRABA ENVUELTO EN UN DOLOR Y SUFRIMIENTO INFINITOS, LOS CIELOS DE JERUSALEM SE CUBRIERON CON GIGANTESCAS NUBES QUE SE ARREMOLINABAN AMENAZANTES; LAS GENTES PENSARON QUE ERAN NUBES DE TORMENTA, MAS NO SABÍAN QUE ERAN 9 MILLONES DE ÁNGELES QUE CERCABAN LOS CIELOS DE LA CIUDAD AMADA; Y DESPUÉS DE QUE EL HIJO DEL HOMBRE EXPIRÓ, UNA FURIOSA TORMENTA SE DESATÓ Y LAS GENTES CORRIERON A GUARECERSE; MAS NO SABÍAN QUE ESA LLUVIA ERAN LAS LÁGRIMAS DE LOS ÁNGELES QUE LLORABAN DE DOLOR AL VER AL DIOS HUMANADO MUERTO DESPUÉS DE TAN DESPIADADO SUPLICIO.

Y UN FEROZ TERREMOTO SACUDIÓ LA CIUDAD Y EL TEMPLO; LAS GENTES HUÍAN DESPAVORIDAS, MAS NO SABÍAN QUE ERA EL ALETEO DESESPERADO DE DOLOR DE ESOS 9 MILLONES DE ÁNGELES, ARCÁNGELES Y QUERUBINES QUE PRESENCIABAN IMPOTENTES, EL TORMENTO, EL CALVARIO Y LA MUERTE SIN CULPA ALGUNA DEL CORDERO SANTO. MAS NO INTERVINIERON PARA ACABAR CON LOS CENTURIONES Y LOS ACUSADORES Y LOS BLASFEMADORES, PORQUE ELLOS SABÍAN QUE EL HIJO DEL HOMBRE HABÍA DE RESUCITAR AL TERCER DÍA, PARA LLENAR LOS CIELOS, LA TIERRA Y TODO EL UNIVERSO DE SU GLORIA.

AQUEL VIERNES DE DOLOR FUE EL ÚNICO DÍA QUE LOS LIBROS DE LA ETERNIDAD REGISTRAN QUE LOS ÁNGELES CALLARON…»

(Tomado del Libro: “El Supremo”, César F. Jara)

Dios te bendiga.

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