LOS JUDIOS NO SON ISRAELITAS, HEBREOS O JUDAITAS Argumentos Bíblicos Que Sostienen Esta Verdad

 
📖🖊 LOS JUDIOS NO SON ISRAELITAS, HEBREOS O JUDAITAS
Argumentos Bíblicos que Sostienen Esta Verdad

Sábado 12 Julio, 2025. No. 1261
Por: Dr. CF Jara

«Examinadlo todo; retened lo bueno.» (1ª Tesalonicenses 5:21)

El objetivo de este mensaje es probar que el estado sionista de Israel y los judíos de hoy no son ni la nación ni el pueblo de DIOS. Esta afirmación está basada en un estudio serio y profundo de la Biblia que duró más de once años. Aunque para algunos sea atrevida, maliciosa y hasta “antisemita,” pero para la mayoría de nuestros lectores, será de gran bendición. Jesûs dio la orden específica a Sus redimidos, los Jesucristianos, de ser la sal de la tierra, la luz del mundo, a través de buscar la verdad, «porque solo la verdad nos hará libres.» Pero, así como los Israelitas procrastinaron, así mismo están procrastinando la mayoría de los Cristianos evangélicos, al apoyar ciegamente a Israel y al judaísmo, sin siquiera orar al Espíritu Santo pidiendo guianza, o leer la Biblia, o peor, escudriñar las Escrituras en busca de la verdad.

Y precisamente, en cumplimiento del mandato de nuestro Rey y Señor Jesucristo, compartimos cinco puntos basados en la verdad bíblica que echa por tierra la más grande conspiración que la historia de la humanidad tenga memoria, planeada por el mismísimo Satanás en el Edén, hace siete mil años; ejecutada en la crucifixión de Jesûs por los primeros judíos sionistas, hace tres mil años, y materializada en 1948 con la fundación del estado sionista, la casa del Segundo Anticristo, la Bestia de la Profecías de los Tiempos del fin. Esta es la verdad bíblica, le duela a quien le duela, y le ofenda a quien le ofenda.

Si desea estudiar más a fondo este tema, vaya al final de este mensaje y baje una copia en PDF del libro “El Segundo Anticristo, el Sionismo Judío, la Bestia de las Profecías.

Estos son los cinco puntos principales de este estudio:
  1. Israel no es la Nación de DIOS de los Tiempos del Fin
  2. Los Judíos no son el Pueblo de DIOS de los Tiempo del Fin
  3. Jesûs Denunció a la Bestia de los Tiempos del Fin
  4. Corrupción Idiomática y Manipulación de las Historias Bíblicas
  5. Doctrinas Falsas
1. ISRAEL NO ES LA NACIÓN DE DIOS DE LOS TIEMPOS DEL FIN

En la Biblia, el libro del Creador del universo, NO existe NI UN SOLO versículo bíblico que muestre una orden de DIOS, clara, contundente y entendible a la simple lectura, dada a alguno de Sus profetas o Apóstoles para fundar un estado en los Tiempos del Fin con el mismo nombre del Israel bíblico. Lo que en verdad ha pasado es que el sionismo judío ha levantado una grandísima conspiración basada en la tergiversación de las profecías de varios profetas, entre ellos Ezequiel, para justificar la fundación del estado sionista de Israel. Esta conspiración comenzó en 1895, con la aparición del Partido Sionista Israelí, y se intensificó a comienzos de los años 60’s. Ciento treinta años más tarde, el plan de los judíos sionistas ha triunfado, tal como muestran las encuestas a nivel mundial, donde el 80% de la población de la tierra está convencida que Israel es la nación de DIOS y que los judíos son semitas, por lo tanto, descendientes de la nación del Creador. Reiteramos, sin embargo, que ésta es una falsedad más grande que el sol, tal como lo exponen las Escrituras.

Las exégesis de las profecías de Daniel y el Apocalipsis muestran claramente que DIOS borró de la faz de la tierra al reino de Israel y a los Israelitas hasta los tiempos del Juicio Final, como castigo a su temeraria desobediencia, la cual los llevó a fracasar con la misión para la cual el Señor los escogió. El terrible castigo para el remanente de los Israelitas esta descrito en Deuteronomio 28:15-63. Los descendientes de Caín, el hijo de la Serpiente Antigua con Eva, son seres Reptilianos, mitad serpiente mitad humanos, que se habían reproducido en gran manera y contaminado a los otros linajes humanos, entre ellos, las nueve tribus enemigas de DIOS, como resultado de la prevaricación de Israel y sus reyes.

Si Israel y los Israelitas fueron borrados por la mano de DIOS, la fundación de Israel por un grupo de fanáticos religiosos en 1948 es una grandísima apostasía, otro desafío hereje de esta etnia en contra del Creador. La redención del Israel bíblico profetizada en el Libro de las Revelaciones se dará DESPUÉS de los Tiempos de Fin, luego de que se lleve a cabo el Juicio del Gran Trono Blanco.

Esta es la cronología de las profecías bíblicas acerca de los eventos que tienen que suceder ANTES de la redención de los verdaderos Israelitas. Prestad atención.

Cronología Eventos de la Tribulación y Gran Tribulación

Tribulación: Según el profeta Daniel, lo primero que debe suceder es que la humanidad entre en la Tribulación, es decir, la última semana de siete años antes del Fin. Daniel dividió esta semana en dos períodos de 3 y medio años cada uno, llamados Tribulación y Gran Tribulación respectivamente. Para que usted esté apercibido, la Tribulación ya ha comenzado en Septiembre del 2023, e iría hasta Marzo del 2027. No lo ha oído de nadie, ¿correcto? Pero como usted, cientos de millones lo desconocen, porque en lugar de leer las Escrituras pasan hipnotizados con las cosas del mundo; 
 
Comienzo de la Gran Tribulación: Cuando se cumplan los tres años y medio (Marzo 2027) comenzará la Gran Tribulación, luego de que el Gran Rabino judío dé inicio al Gobierno Mundial con tres decretos de la Agenda 2030, la Constitución del Anticristo. Estos decretos serán:
  • Decreto 1: Entronización en el III Templo del Segundo Anticristo, la Bestia de la Profecías (Israel y el judaísmo), evento llamado por Jesûs como la Abominación Desoladora;
  • Decreto 2: Obligar a toda la humanidad a tener una única religión, usar una única moneda, y obedecer a una única policía mundial. La única religión es el “Crislam” que adora al dios “Invictus;” la única moneda es el chip electrónico insertado en la mano derecha o frente, y el único cuerpo de policía del mundo será el Islamismo y la Sharía.
  • Decreto 3: Muerte por guillotina a todos aquellos que se nieguen a postrarse y adorar a la Bestia, ponerse su marca en la frente o mano derecha, o rechacen negar que Jesucristo es el Señor, y la Biblia el libro de DIOS.
Arrebatamiento, Juicio de los Galardones: Entonces se dará el Rapto de la iglesia, cuando sean resucitados primero, los que habían muerto antes en el Señor, luego, los Justos decapitados, y a ellos les seguirán los que sobrevivieron a la persecución. Todos ellos serán dados un cuerpo incorruptible y eterno, y serán arrebatados de la tierra por los ángeles de DIOS hacia los cielos. Y todos estos, los justos del Señor, pasarán por el Juicio de los Galardones, donde Jesucristo reconocerá a los que predicando Su Palabra y ayudaron a otros a lograr su salvación;
 
Bodas del Cordero: Luego, Jesucristo y Sus santos asistirán a la gran fiesta, las Bodas del Cordero, las mismas que durará tres años y medio;
 
Resto de la Gran Tribulación: Mientras se da la celebración en los cielos, en la tierra, la humanidad pasará por lo que queda de los tres y medio años, por un sufrimiento, terror y muerte como nunca antes ni siquiera se imaginó. Habrá guerras y violencia social terribles, desastres naturales monstruosos, hambrunas, oscuridad total por tiempos extendidos, los cielos se romperán y las estrellas caerán a la tierra, los terribles ángeles Nefilines serán liberados para matar a cientos de millones de humanos, y los que sobrevivan, incluidos los Cristianos que se quedaron del Rapto, desearán no haber nacido;
 
Captura de Satanás: Este terrible período terminará en algún momento de Septiembre del 2030, cuando Satanás sea capturado y encarcelado por los ángeles del Señor. Satanás será condenado a mil años de cárcel;
 
Gobierno Milenial: Luego de la captura del enemigo comenzará el Gobierno Milenial (mil años) de Jesucristo y Sus santos, quienes irán a vivir juntos en la Nueva Jerusalén, la ciudad de oro y mar de cristal, que estará flotando en los aires. Mientras tanto, en la tierra, aquellos que sobrevivieron de la Tribulación vivirán mil años de paz;
 
144 mil Israelitas: En este período se levantarán los 144 mil ISRAELITAS a predicar a Cristo Jesûs por todo el mundo y por última vez. Pero es necesario aclarar que estos “israelitas” no serán los judíos de hoy, sino el verdadero pueblo bíblico de DIOS que recién aparecerá en este período. Alguien preguntará, “si los Israelitas desparecieron, entonces, de dónde o cómo reaparecerán.” La respuesta resumida es que los verdaderos descendientes de los Israelitas bíblicos son las naciones indígenas que pueblan las tres Américas y el Caribe. Busque la respuesta desarrollada en el punto #2;
 
Segunda Venida de Jesucristo: Después de que se cumplan estos mil años, Satanás será liberado por poco tiempo. Y lo primero que hará será instigar a los líderes de varios países para atacar a la Nueva Jerusalén. Entonces se dará la Segunda Venida de Jesucristo a la tierra;
 
El Armagedón: Jesucristo viene a pelear la gran batalla del Armagedón contra Satanás y sus ejércitos, a quienes vencerá y echará al Lago de Fuego Eterno, donde ya estarán el Anticristo, la Serpiente Antigua, el Falso Profeta y la muerte;
 
El Juicio Final: Es el juicio donde TODOS los seres humanos que nacieron y murieron desde el principio de la Creación y a través de los milenios, incluidos los Israelitas, serán despertados para pasar por el Juicio de DIOS. Todos aquellos que NO se arrepintieron de sus pecados antes de morir (la humanidad antes de Jesucristo) y todos los que no recibieron a Jesûs como su Señor y Salvador (la humanidad luego de la muerte y resurrección de Jesucristo y durante la predicación de los 144 mil en el Milenio) serán condenados a la muerte eterna y echados en aquel lago de Fuego Eterno, que es el Mar Muerto;
 
Cielo Nuevo, Tierra Nueva: DIOS hará todas las cosas nuevas, cielo nuevo y tierra nueva.
 
Eternidad: Finalmente, el Padre, el Hijo, el Espíritu Santo, los ángeles del Señor, y todos los seres humanos que se arrepintieron y recibieron a Jesucristo como Su Señor y Salvador, pasaremos a vivir juntos por la eternidad, allá donde no hay más dolor, ni enfermedad, ni muerte. Alabado sea el santo Nombre de Jesûs, Rey y Señor nuestro, amén.

2. LOS JUDIOS NO SON EL PUEBLO DE DIOS DEL TIEMPO DEL FIN

La afirmación de que los judíos no descienden de ninguna de las doce tribus del pueblo bíblico Israelita, por lo tanto, NO son el pueblo de DIOS, radica principalmente en el pasaje escrito por Moisés en Génesis 21:12 (confirmado en Mateo 1:1-17 y Lucas 3:23-38) que dice que,

«…Entonces dijo Dios a Abraham:.. en todo lo que te dijere Sara, 
oye su voz, porque en Isaac te será llamada descendencia.»

Esta última frase enfatiza claramente que el Pueblo de DIOS no debía venir de Abraham, como nos han hecho creer, sino de su hijo Isaac. En otras palabras, SOLO aquellos que descienden de Isaac deben ser considerados como el pueblo de DIOS, simple y sencillo. Los judíos, por su parte, y aunque nieguen, refuten, desacrediten, lloren, griten, amenacen, escondan o alteren innumerables estudios científicos, históricos, académicos, bíblicos, biológicos, antropológicos, etc., descienden de tres linajes diferentes al de Isaac: Edomitas, Elamitas, y sobre todo, los Kházaros.

Origen de los Judíos de Hoy

Estos son los verdaderos orígenes étnicos de los judíos de hoy que prueban que no son ni Israelitas ni Hebreos ni Semitas.

Elamitas. Aunque los judíos de hoy descienden de los Elamitas, no son semitas. Los Elamitas descienden de Elam, uno de los cinco hijos de Sem, junto con Arfaxad, Asur, Lud y Aram y se ubicaron al este de Babilonia. Dieron origen a los pueblos Persas y Palestinos, pero ni éstos ni los judíos descienden de Isaac, la condición fundamental para ser parte del Pueblo de DIOS.

Edomitas o Idumeos. Una reducida parte de los judíos del primer siglo se originaron en los Idumeos, descendientes de Esaú, el primer hijo de Isaac. Esto podría hacer semitas a los judíos, pero, según la Biblia, DIOS maldijo a los Edomitas y los condenó a su total desaparición de la faz de la tierra. Esaú es el primogénito de Isaac, pero perdió esa condición cuando la cambió a su hermano Jacob por un plato de lentejas. Más tarde, Jacob engañó a Isaac para recibir la bendición profética que le tocaba a Esaú, quien, debido a esto, juró venganza de muerte en contra de Jacob.

Esaú cambió su nombre a Edom cuando él y los suyos se mudaron a vivir en la región de Edom, donde hoy está Petra, debido a que las tierras de esa región son rojas, y Esaú también lo era. Sus descendientes también pasaron a llamarse “Edomitas” y conservaron el odio en contra de Jacob y su descendencia. Esto se manifestó cuando los Israelitas volvían de su exilio en Egipto rumbo a Canaán, y tenían que pasar por el territorio de los Edomitas. Mas estos no les dieron permiso y obligaron a aquellos a buscar otra vía a través del desierto de Sinaí, lo cual provocó que se extraviaran demorando más de 40 años un viaje que normalmente debió durar alrededor de siete días.

Por esta acción y otros eventos, DIOS maldijo a los Edomitas a su desaparición total. Mas tarde, cuando el reino de Israel se había establecido, aquellos se mantuvieron atacando a Israel hasta que David los sometió. Así se mantuvieron hasta que los judíos que habían llegado de Babilonia los convirtieron al judaísmo en el siglo 2 a.C. En ese tiempo, el idioma griego era el oficial y el nombre de Edom cambió a Idumea. Los Idumeos dan origen a los judíos Edomitas, aunque en el año 70 d.C. son masacrados por el ejército romano y desparecen para siempre. Herodes el Grande, quien gobernó Judea bajo el dominio romano, fue de ascendencia Idumea.

Kházaros. Es la corriente étnica de donde desciende la mayor parte de los judíos de hoy. Los kházaros son una mezcla de los pueblos Persas, Turcos y Armenios, y llegaron a Palestina en sucesivas migraciones, empezando en el siglo 7 a.C., luego de la desaparición del reino de Israel. La siguiente gran ola migratoria se dio en el siglo 7 d.C., luego de la conquista de Jerusalén por parte del príncipe califa Omar, y finalmente en el siglo 17, luego de que el zar ruso Alejandro I venciera a Khazaria y enviara al exilio a los sobrevivientes kházaros a Palestina, donde se convirtieron al judaísmo, y con el tiempo se volvieron el origen a la mayoría de los judíos de hoy.

La Conspiración Judeo-Sionista

Desde el tiempo de la crucifixión del Señor hasta los días de hoy, los Anás y Caifás han trabajado con toda diligencia y paciencia en pos de la meta de su existencia que es el entronamiento del Segundo Anticristo, la Bestia de las Profecías, antes del año 2030. Este evento es llamado por el Señor Jesûs como la “Abominación Desoladora,” es denunciado en el libro de las Revelaciones de Jesucristo.

Pero, ¿por qué esto tiene que darse hasta el año 2030? Pues porque los adoradores de Moloch quieren impedir que la humanidad celebre los dos mil años de la resurrección de Jesûs, ocurrida en el año 30 d.C. Para entonces, el Gobierno Mundial deberá estar gobernando la tierra, que, de acuerdo al estudio exegético de las profecías de Daniel, será a partir del 2027.

El primer paso de esta conspiración para darle vida a un muerto a través de declarar que los judíos e Israel son el Pueblo de DIOS empezó en 1895, cuando el judío Thomas Herzl funda en Suiza el Partido Sionista Israelí con cuatro objetivos principales:
  1. Contactar a todos y cada uno de los judíos del mundo para hacerlos parte del movimiento sionista;
  2. Buscar un territorio en Argentina, Uganda o Palestina para fundar ahí el estado sionista;
  3. Apropiarse de la identidad del Pueblo Israelita bíblico para obtener la solidaridad, pero también el apoyo financiero, tanto de los cristianos como de los seculares del mundo; y
  4. Someter al mundo bajo su poder a través de apropiarse de todo el oro y la riqueza de todos los países de la tierra.
Nota: Si desea investigar a fondo este tema, vaya al pie de este mensaje y baje una copia en PDF del libro “Los Protocolos de los Sabios de Sión.

3. JESÛS DENUNCIÓ A LA BESTIA DE LOS TIEMPOS DEL FIN

En adición a las pruebas expuestas arriba que provienen del AT, el siguiente argumento que prueba en forma contundente que Israel y los judíos de hoy no son ni la nación ni el pueblo del Dios bíblico, son las declaraciones del mismísimo Jesûs contenidas en el pasaje de Juan capítulo 8:31-59, donde el Hijo de DIOS lanza a los vientos de la historia la declaración impresionante en contra de los judíos, acusándolos de ser, entre otras cosas, “hijos de su padre el diablo.” 

Este es el pasaje de Juan 8:31-19 y su exégesis:

«31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en Êl: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;
32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

33 Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú, Seréis libres?

34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.
35 Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre.
36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
37 Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros.
38 Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre.

39 Respondieron y le dijeron: Nuestro padre es Abraham.
Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais.
40 Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual he oído de Dios; no hizo esto Abraham.
41 Vosotros hacéis las obras de vuestro padre.

Entonces le dijeron: Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios.

42 Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió.
43 ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra.
44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
45 Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis.
46 ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?
47 El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.

59 Tomaron entonces piedras para arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue.»

Contexto

Millones de Cristianos -entre los que me incluyo- hemos leído este pasaje, pero lo entendimos como una frase dicha quizá en un contexto de frustración de Jesûs. Hasta que nuestro entendimiento fue activado por el Espíritu Santo. Y para que el lector pueda comprender en toda su magnitud esta declaración-denuncia de nuestro Redentor, compartimos un pequeño análisis exegético del antes mencionado pasaje de Juan 8:31-59.

El contexto geográfico es la ciudad de Jerusalén, seis meses antes de la crucifixión de Jesûs, durante la celebración de las Fiestas de los Tabernáculos, en el mes judío de Tishréi, o Septiembre del año 29 d.C. Corría el tercer año del ministerio del Mesías y para entonces, la fama del Señor se había extendido por toda Samaria, Galilea, Judá, hasta los territorios vecinos de lo que hoy son Siria, Líbano, Jordania, Egipto, Grecia y Chipre. Precisamente por esa razón, los sacerdotes judíos del Sanedrín buscaban matarlo, porque Jesûs estaba exponiendo su falsedad y obras de maldad, y el pueblo estaba despertando.

Tal como se lee en el capítulo 7 de Juan, Jesûs no había bajado a Jerusalén para el comienzo de las celebraciones porque conocía de las intenciones asesinas de aquellos. Pero fue a la mitad de la semana, y entró a la ciudad secretamente. Al caer la tarde se dirigió al Monte de los Olivos a orar. A la mañana siguiente se dirigió al Templo “La Hermosa” a predicar, y se encontró con la mujer adúltera a quién perdonó.

Ese fue el día en que Jesûs declaró: «Yo soy la Luz del mundo,» y «Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.» Y mientras predicaba, aparecieron los hostigadores de siempre, los “sepulcros blanqueados,” los judíos Saduceos y Fariseos, cuya misión era hostigar, provocar e interrumpir a Jesûs lanzándole todas las acusaciones posibles.

No es difícil imaginar el grado de estrés del Maestro, y hasta justificar Su terrible declaración registrada en Juan 8:31-59 en contra de los judíos, que pudo ser dicha en un momento de coraje donde el Señor explotó y sacó todos los sentimientos retenidos, originados precisamente en la actitud hostil y arrogante de aquellos.

Sin embargo, esta declaración no fue ni estrés ni sentimientos retenidos sino una verdad alojada en el pecho de nuestro Salvador que tenía que ser expuesta, porque obviamente, como Hijo de DIOS, y como DIOS mismo, conocía de la conspiración satánica que se estaba fraguando para aplastar al mundo. Compartimos entonces, el resumen del análisis exegético de la discusión entre Jesûs y los judíos, registrado en el pasaje de Juan 8:31-59.

Exégesis de Juan 8:31-59

Habló Jesûs:
«31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en Êl: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 
32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.»
-Antes de que llegaran los sepulcros blanqueados, Jesûs estaba predicando y muchos de los judíos que oían se convirtieron. Estas dos frases eran el cierre de la prédica que se interrumpió cuando aquellos comenzaron el hostigamiento.

Respondieron los judíos:
«33 Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie.»
-Aquí, los mismos judíos se delatan a ellos mismos, pues, si bien es cierto que descienden de Abraham, ellos mismos declaran que no fueron parte de los Israelitas que vivieron esclavos por 430 años en Egipto. Por su propia boca confesaron que no son parte del verdadero pueblo de DIOS.

Jesûs:
«37 Sé que sois descendientes de Abraham; pero procuráis matarme, porque mi palabra no halla cabida en vosotros.»
-Jesûs cita la Palabra bíblica que dice que los demonios no soportan al Hijo de Dios porque son del enemigo, y porque una sola palabra Suya los enviaría de vuelta a los infiernos, por ello reaccionan con odio, para evitar que el Señor los destruya.

Los judíos:
«39 Nuestro padre es Abraham.»
-Ya acorralados, insisten en reclamar la descendencia del patriarca de Israel, lo cual los haría Israelitas, el argumento falso que han usado desde entonces, por los dos mil años pasados, para engañar a la humanidad.

Jesús:
«39 Si fueseis hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais.»
-El Señor Jesûs vuelve a destruir esta declaración falsa, y los confronta al recordarles que Abraham obedeció a DIOS con toda su vida, dejando a su país, familia, amigos, inclusive su religión idólatra, para convertirse en el padre de la fe, y dar origen al pueblo que DIOS escogió como suyo. Mientras que fariseos, saduceos y el resto de los judíos babilónicos fasos Judaítas, se habían dedicado a explotar a su propio pueblo, y se habían vendido al poder romano, todo para mantener su poder en la falsa sinagoga, que Jesûs también denunció como la “sinagoga de satanás.”

Los judíos:
«41 Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios.»
-En este punto, Jesûs los tiene contra la pared, y ellos, llenos de odio, responden con este insulto personal en contra del Señor, con la infamia de que María lo concibió fuera del matrimonio con José. Esta falacia había sido esparcida precisamente por los judíos, los inventores de la frase injuriosa más terrible que se puede lanzar en contra de una persona, y que, por respeto a DIOS no podemos repetir, pero que el lector podrá discernir.

Jesûs:
«42 Si vuestro padre fuese DIOS, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que Êl me envió.»
-Nuevamente Jesûs, con Su sabiduría única, no les responde con otro insulto, sino con un sentido común poderoso basado en la verdad de Su propia naturaleza divina. Y los increpa con conclusiones que están vigentes hasta el sol de hoy: Si los judíos fueran el pueblo de DIOS, amarían a Jesûs, pero los judíos rechazan a Jesûs precisamente porque no son de DIOS sino de su padre el diablo, su verdadero dios.

«44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira
-Luego Jesûs les recuerda que su padre el diablo viene haciendo maldades desde el principio de la creación, cuando en el Edén engañó a Eva y Adán, tumbó el plan inicial del Dios Todo poderoso para Su creación, y mató a Abel, mintiendo y engañando todo el tiempo, hablando solo mentiras y falsedades, porque satanás, el padre de los judíos, es padre de toda mentira.

«45 Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?
46 ¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Pues si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?
47 El que es de Dios, las palabras de DIOS oye; por esto no las oís vosotros, porque no sóis de DIOS.»
-En este punto, los judíos ya no responden, parece que se quedaron sin respuestas. Jesûs les pregunta por dos ocasiones que, si Êl habla verdad, por qué no le creen. Pero ellos no reaccionan, lo cual el Señor aprovecha y les da Êl mismo la respuesta, «Yo hablo verdad, pero ustedes no me creen, ¿saben por qué no me creen? Porque no son de mi Padre.»
-Todos sabemos que la Palabra dice que, si alguien no es de Jesucristo, entonces de satanás es. Esto confirma sin duda alguna la veracidad de la declaración del Hijo de Dios acerca del origen y la naturaleza de los judíos.

Los judíos:
«59 Tomaron entonces piedras para arrojárselas;
-Totalmente fuera de sí y desacreditados ante la gran cantidad de gente que atestiguaba este debate, a los judíos no les quedó más argumento que acudir a la violencia -como siempre- y buscaron piedras para atacar al Señor;

Jesûs:
«59 Pero Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en medio de ellos, se fue.»
-Seis meses más tarde, y sin ninguna culpabilidad ni crimen cometido, Jesûs expiraba luego de pasar por la terrible tortura y crucifixión, planeadas en las sombras de la medianoche por los ancestros de los que hoy en día se hacen pasar por Su pueblo.

4. CORRUPCIÓN IDIOMÁTICA Y TERGIVERSACIÓN DE HISTORIAS BÍBLICAS

En este numeral compartimos tres argumentos que respaldan la afirmación de que los traductores de la Biblia de todos los tiempos, especialmente desde 1960 a la fecha, han cometido una lista extensa de delitos en la traducción e interpretación bíblicas. La estratagema de estos traductores ha sido insertar en la Biblia a Israel y los judíos como la nación y el pueblo de DIOS. Y lo han conseguido, aunque no lo sean. Compartimos un pequeño análisis al respecto, enfocado en tres puntos principales:
  • Corrupción Idiomática de Términos Bíblicos;
  • Tergiversación de Historias Bíblicas; y
  • Doctrinas Falsas.
Corrupción Idiomática de Términos Bíblicos

La historia de la Biblia nos muestra que las primeras traducciones de los manuscritos originales fueron hechas por traductores judíos, entre el siglo 2 a.C. y los primeros siglos de la nueva era. Así mismo, estos documentos, escritos en hebreo antiguo para el caso de AT, y en griego koiné, para el caso del NT, fueron recopilados para ser estudiados y aprobados en los diferentes concilios previos a la fundación oficial del catolicismo en el año 380 d.C. Luego de esto, los papas de ese tiempo dieron la orden de incautar todos los manuscritos originales y las traducciones para ser escondidos en las catacumbas del Vaticano, donde permanecieron en la oscuridad por los siguientes mil doscientos años. El que a este período se haya llamado “Oscurantismo” tiene que ver con el tiempo terrible de oscuridad que la humanidad sufrió.

Tuvo que darse la Reforma de Lutero del año 1519 d.C., para que la Biblia sea rescatada de aquel cautiverio. Para entonces, el alemán Johan Gutenberg había inventado la imprenta, lo que dio paso a la masiva impresión de cientos de miles de Biblias, lo que, a su vez, desató la segunda ola de las traducciones del hebreo antiguo y griego koiné al español, alemán, inglés, ruso, francés, etc. Pero, así como al principio, los traductores han sido judíos hasta los tiempos actuales. Alguien se preguntará, qué es esto, ¿racismo, antisemitismo?

La respuesta es que los judíos sionistas, así como se infiltraron en la iglesia evangélica, así también lo hicieron en la Sociedad Bíblica Americana en 1960, desde donde han cometido una flagrante corrupción idiomática al contaminar todas las nuevas ediciones incluida la Reina Valera. Esta denuncia es fácil de verificar cuando se confronta el contenido de los Escritos originales con las ediciones nuevas. Por lo tanto, si la mayoría -sino todos- los traductores fueron judíos, luego, ellos son los responsables de la abominación perpetrada en contra del libro de DIOS.

Estos traductores han manipulado, corrompido y reemplazado en forma abierta y sin ningún pudor, muchas palabras, términos, y frases claves de la Biblia para acomodar las interpretaciones que ayudaran a meter el judaísmo y al estado de Israel como protagonistas de la historia bíblica, robando ese derecho al verdadero pueblo Israelita que no es el Israel de hoy. Para efectos de este estudio, compartimos el caso de los gentilicios “judaíta” y “judeano” y los términos “judío” y “judaísmo.
  • Los gentilicios “judaíta” y “judeano” se usaron en todas las Biblias antiguas para identificar respectivamente, a los descendientes de la tribu de Judá, y a los nacidos en Judea. Sin embargo, estos términos fueron reemplazados en forma secreta, pero con premeditación y alevosía, por el término “judío.” El reemplazo subliminal de los gentilicios originales ha manipulado el entendimiento de los Jesucristianos hacia aceptar la falsedad de que personajes bíblicos como David, Moisés, Abraham, Isaías, Jeremías, Ezequiel, etc., y hasta el Señor Jesûs, fueron “judíos.”
Pero como se ha repetido varias veces, todos ellos, incluido Jesûs, y todos los demás personajes de la Biblia desde Abraham hasta Juan, fueron Israelitas, Hebreos, Judaítas y/o Judeanos. Algunos podrían preguntar por qué es un problema llamar judíos a los Israelitas, Hebreos, Judaítas o Judeanos. Y la respuesta es que los significados de cada uno de estos términos no solo que no significan lo mismo, sino que son completamente antagónicos en toda su escencia.

Para entender mejor, es necesario encontrar las definiciones correctas tanto del término “judío” como “judaísmo,” para lo cual se ha consultado Biblias antiguas. Por ejemplo, en la Biblia Políglota de 1756, el término “judío-judía” es citado para identificar “al habitante de Judea que practica la religión judía, propia del judaísmo.” Esto es opuesto a lo que se lee a lo largo de la propia Biblia, de que los Israelitas, Hebreos, Judaítas y Judeanos practicaron la fe en el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, el Padre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Si los personajes bíblicos antes mencionados no practicaron el judaísmo, ¿por qué habría que llamarlos judíos?
  • En cuanto a los términos “judaísmo - judío” la Biblia nos dice que es “la religión nacida en Babilonia durante el cautiverio de Israelitas y Judaitas.” Este cautiverio resultó de las invasiones tanto del reino de norte o Israel, en el año 722 a.C., como del reino de Judá, en el año 586 a.C. La mayoría de Israelitas y Judaítas fueron llevados a Babilonia donde fueron absorbidos por completo por la cultura, tradiciones y religión babilónicas, lo cual produjo dos efectos:
    1. La desaparición para siempre del reino de Israel de la faz de la tierra; y
    2. El nacimiento del judaísmo, el culto religioso que resultó de la mezcla de la fe bíblica en el Dios de Abraham, Isaac y Jacob con la religión idólatra babilónica.
Los descendientes del cautiverio volvieron a Jerusalén para reconstruir el templo y la ciudad después de toda una generación (cuarenta y nueve años), en el año 538 a.C., y trajeron consigo el culto nuevo. Entonces, los habitantes de Iudá (Judá) que eran en su mayoría kházaros, asirios, persas, árabes, etc., al ver que los ritos religiosos que los recién llegados practicaban eran diferentes al de los antiguos Israelitas, comenzaron a llamarlos “Iu - Ius” que es el diminutivo tanto para “Iu-daitas” como para “Iu-deanos.” Cuando la letra ‘jota’ fue añadida al griego, latín y hebreo en los primeros siglos, “Iu” cambió a “Ju” que traducido al inglés se hizo “jew” y luego al español, donde metieron mano los traductores y lo relacionaron con Judea, y se hizo “judío.”

Otro dato importante es que los recién llegados o “Iudios” tampoco seguían la Toráh sino dos libros que trajeron de Babilonia: el Talmud y la Khábala. Pero tampoco adoraban al Dios de Abraham, Isaac y Jacob, sino a Moloch y otros dioses. Y para completar el panorama, trajeron consigo varias fiestas y tradiciones que implementaron a pesar de no ser bíblicas, y varios artefactos extraños como la estrella de seis puntas, el candelabro de nueve brazos, la shekinah, etc. con los que practicaban brujería y ritos satánicos.

Tristemente, al día de hoy, la Biblia, el libro de DIOS, en todas sus versiones modernas posteriores a 1960, incluida la Reina Valera, ha sido corrompida, y por ende, todos los diccionarios bíblicos. El término “judío” ha reemplazado en todas partes a los verdaderos términos “Iudaitas” y “Iudeanos.” Lo mismo sucede con todas las máquinas y robots de IA de búsqueda como Google, Grok, etc., y enciclopedias bíblicas, sitios web académicos y de consulta como Wikipedia, Academia, y por supuesto, la gran mayoría de páginas web de iglesias y ministerios Cristianos que presentan a Israel y los judíos como la nación y el pueblo de DIOS de estos tiempos.

La sustitución inicua de estos términos bíblicos originales “judaíta” y “judeano” por “judío” ha llevado a generaciones enteras de cristianos a malinterpretar pasajes bíblicos cuyo significado original está a 180 grados de distancia de la interpretación actual. Un claro ejemplo de esto es la palabra “INRI” que Pilatos mandó a pintar en tres idiomas, griego, hebreo y latín, y ponerlo en la cruz del Señor. El significado original de las iniciales “INRI” es “Iêsus Nazarenus Rex Iudeanos” cuya traducción es “Jesûs de Nazareth, Rey de los Judeanos” es decir, “Jesûs de Nazareth, Rey de los habitantes de Judea,” una verdad bíblica. Pero en los textos actuales leemos la tergiversación “Jesûs de Nazareth, Rey de los Judíos,” que es una completa blasfemia pues implica que Jesûs está relacionado con la maldad de los mismos a quienes llamó “hijos de su padre el diablo.” ¿Entiende la aberración?

Entre los Judaitas que fueron llevados a Babilonia en el año 586 a.C. hubo un reducido grupo que se mantuvo fiel al Dios bíblico, resistiendo la presión del rey babilonio, y que murieron en la gracia del Dios Todopoderoso. Entre ellos están los profetas Daniel, Ezequiel, Nehemías, Abdías, Hageo, Zacarias y Malaquías. El profeta Jeremías, que profetizó la invasión y desaparición de Judea, fue testigo presencial de su propia profecía, pero junto a un número reducido de Judaítas, pudo escapar a Egipto, donde murió poco después.

Alguien podría preguntar en este punto, cuál es el problema de llamar judíos a los Israelitas, Hebreos, Judaítas o Judeanos. Y la respuesta es que, basados en el estudio etimológico que se acaba de hacer, la definición de cada uno de estos términos nos muestra que, no solo que no significan lo mismo, sino que son completamente antagónicos en toda su escencia. Por lo tanto, todos los personajes de la Biblia, desde Abraham hasta Juan, incluido Jesûs, deben llamarse siempre como Israelitas, Hebreos, Judaítas o Judeanos.

Tergiversación de Historias Bíblicas

Así como los traductores manipularon, corrompieron y reemplazaron muchas palabras, términos, y frases claves de la Biblia, así también manipularon varias historias de la Biblia para, como se dijo más arriba, meter el judaísmo y al estado de Israel como protagonistas de la historia bíblica, apropiándose de ese derecho que le pertenece al verdadero pueblo Israelita que no son ellos, precisamente. Entre las innumerables historias bíblicas cuya interpretación ha sido alterada se comparten cuatro,
    1. DIOS pelea junto a Israel;
    2. El libro de la “reina” Esther;
    3. Jesûs fue judío; y
    4. La declaración de la mujer Samaritana.
  • DIOS pelea junto a Israel
La historia de la confrontación de Jacob con DIOS relatada en Génesis 32 es un claro ejemplo de la manipulación interpretativa de los judíos. Según ellos, el Señor le cambia el nombre a Jacob por Israel, por “haberse atrevido a luchar contra DIOS y haberlo vencido, y que, por ello, peleará junto a Israel contra sus enemigos.” Sin embargo, y en primer lugar, estas afirmaciones son simplemente blasfemias porque DIOS es invencible, nada ni nadie lo puede vencer. Y, en segundo lugar, si DIOS dijo que pelearía junto a Israel contra sus enemigos, ¿por qué permitió las invasiones babilónicas y derrotas de Israel en todas ellas, lo cual provocó su desaparición? Si se acepta este facto hacemos a DIOS mentiroso, porque la Biblia dice que, si DIOS prometió algo, Êl lo hará, porque DIOS no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta. Por lo tanto, el reino bíblico de Israel existiría hasta hoy.

La verdadera interpretación al significado del término “Israel” no es “uno que lucha con DIOS” en el sentido de que el Señor le da Su apoyo, sino “el que se enfrenta con Êl, lo desobedece, procrastina Sus mandatos.” Y la Biblia nos muestra que, desde el comienzo de la historia de las doce tribus de Israel, este pueblo, si por algo se caracterizó fue por su gran rebeldía, necedad y desobediencia a los edictos divinos lo cual provocó la ira de DIOS a tal grado que decretó su desaparición hasta el Juicio Final.
  • El libro de la “reina” Esther
La Biblia nos advierte en 2 Timoteo 4:1-4 acerca de las “fábulas” que serán predicadas como si fueran historias bíblicas verdaderas, y el libro de Esther es un ejemplo de ello. En el Antiguo Testamento encontramos la historia de una mujer llamada la “reina” Esther y de su pueblo cautivo en Persia, alrededor del siglo 5 a.C. Pero aunque presenta un contexto histórico que incluye al rey persa Artajerjes o Asuero, esta historia es completamente falsa, pues no se ha encontrado ni una sola evidencia arqueológica o histórica que respalde la existencia de los personajes y eventos narrados en este libro.

Consultada la Historia Oficial de los Judíos, se encuentra a una niña Benjamita de nombre Hadassa cuyos padres murieron durante la invasión babilonia del año 583 a.C., y que fue llevada cautiva a Babilonia. Pero según los mismos registros judíos, Hadassa regresa a Judea alrededor de 50 años más tarde, es decir, ya anciana. Hasta allí están los datos verificables. Entonces aparece la historia ficticia de una mujer judía llamada Esther que fascinó al rey Asuero, conocido por su implacabilidad; se casó con él y llegó a ser la reina del poderoso imperio Persa, salvando de la muerte con este acto a cientos de miles de judíos cautivos en ese reino.

Esta fábula fue añadida durante la recopilación de los escritos del Antiguo Testamento en el siglo 2 a.C. por los primeros traductores judíos. Sí, ellos otra vez. Un mito fue incluido junto con los cinco libros sagrados del Pentateuco, los proféticos, históricos, etc. Así pasó el libro de Esther a ser parte de la tradición bíblica, a pesar de que, en ninguna parte del contenido, ni Esther, ni Mardoqueo, ni nadie más hace una sola referencia al Dios Santísimo de Abraham, Isaac y Jacob. Y como cereza al pastel del fraude, los judíos crearon las fiestas del Purim que se celebran hasta ahora, justamente para recordar a Esther y su “acto heroico.”

Pero la razón por la que los judíos de los primeros siglos d.C. incluyeran esta historia ficticia de un personaje no judío sino descendiente de la casa de Benjamín, fue para suplir la falta de un documento histórico-bíblico dedicado exclusivamente a ellos, osea, a los judíos. Aunque en el Antiguo Pacto no hay libros o cartas dedicados a ningún pueblo o etnia, en el Nuevo Pacto se encuentra toda una serie de cartas dedicadas a los Hebreos, Romanos, Colosenses, Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses y Tesalonicenses, pero ninguna carta a los Judíos. Así mismo, en el Apocalipsis encontramos mensajes para las iglesias de Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea, pero ninguna hace mención de la sinagoga de Jerusalén. Si el pueblo judío es el pueblo de DIOS, y Jerusalén la “ciudad santa,” ¿por qué no hay ni una sola epístola o mención para alguno de ellos en alguno de los Pactos?
  • Jesûs fue judío
Todos los Jesucristianos, es decir, todos los redimidos por Su sangre bendita deben saber que esta frase-declaración no solo es absolutamente falsa sino también una blasfemia en contra del Señor Jesucristo, posible solo por la maldad y temeridad de los judíos. Es decir, si usted, como cristiano, apoya al estado sionista de Israel y los judíos, entonces usted es un cristiano sionista, lo cual es una aberración bíblica, pues no se puede apoyar a quienes mataron, niegan y maldicen a Aquel que dio Su vida por usted.

Entre las sinrazones que los pastores cristianos sionistas usan para respaldar la blasfemia de que Jesûs es judío, y para efectos de este mensaje, se han escogido las siguientes cinco que sostienen que Jesûs es judío porque supuestamente:
  • Desciende de la tribu de Judá;
  • Cumplió con las tradiciones y leyes judías;
  • “INRI” significa “Jesûs rey de los judíos”;
  • Juan 1:11 dice que “Jesûs vino a Su pueblo; y
  • Juan 4:1-30 dice que la mujer samaritana llama 'judío' a Jesûs.
Sin embargo, todas estas y todas las demás falsas y antojadizas interpretaciones del contenido de la Biblia, tienen su correspondiente corrección:
    • Cierto que Jesûs desciende de la tribu de Judá, pero eso lo hace “Judaíta,” no judío, dos cosas completamente diferentes;
    • Falso que Jesûs haya practicado las tradiciones y leyes judías. Al contrario, el Señor criticó y denunció a la sinagoga de Satán y la ley judía. Por ejemplo, el Sabat, Jesûs no solo que no lo observó, sino que se declaró Señor del Sabat y lo abolió. Las tradiciones y leyes que Jesûs observó como Israelita son las que están en la Toráh, y honró a Su Abba, el Dios de Abraham, Isaac y Jacob;
    • “INRI,” como se explicó más arriba, no significa “Jesûs Rey de los judíos” sino Rey de los Judaitas, dos términos con significados completamente diferentes;
    • El pasaje de Juan 1:11 no se refiere a los judíos, sino al verdadero pueblo de Jesûs, el remanente de los Judaítas (Israelitas) que había quedado luego de las invasiones de los Asirios quinientos años atrás. Todos ellos, junto con el remanente de Benjamitas y Levitas desaparecieron por completo en la toma de Jerusalén por parte del general romano Tito y su ejército, en el año 70 de nuestra era, evento que fue profetizado por el mismo Señor Jesûs; y
    • La declaración de la mujer samaritana de Juan 4:1-30 no se refiere a que Jesûs es judío sino Judaíta, descendiente de la casa de Judá, por la referencia histórica que hace la Samaritana. y que se explica a continuación:
  • La declaración de la mujer Samaritana
Esta es otra de las tantas falacias con las que los traductores judíos contaminaron todas las Biblias publicadas desde 1960 hasta los días actuales. En este caso, nos han hecho creer que en esta conversación de Juan 4:1-30, la mujer Samaritana confirma que Jesûs es judío:

«¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.»

Pero esta afirmación se cae por el peso de los argumentos históricos y bíblicos. En primer lugar, la Samaritana hace esta declaración basada en la ropa que Jesûs traía puesta, que no era judía. Preguntamos, la Biblia, ¿describe en alguna parte a Jesûs vistiendo ropas o prendas judías como la kipá o el talit? Al contrario, la Biblia describe a Jesûs vistiendo las mismas ropas que vestían los Judaítas de ese tiempo. Segundo, cuando la mujer hace esta declaración, no se refiere en ningún caso a algún conflicto entre los judíos y los habitantes de Samaria, la región donde habían habitado las diez tribus del reino de Israel, sino al status histórico que los habitantes de esa región -que no eran Israelitas-debían observar con los Judaitas. Y para probar esto tenemos que retroceder en el tiempo hasta Salomón, el último rey de Israel.

Como todos sabemos, Salomón dividió el reino de Israel en el año 923 a.C. en dos reino: el del norte o Israel, asentado en la región de Samaria, y el del sur o Judá, asentado en Jerusalén y sus alrededores. Con el pasar de los años, una gran enemistad surgió entre Israelitas y Judaítas debido a que éstos últimos acusaban a los Israelitas de haberse apartado de los edictos del Dios de Israel para adorar a dioses falsos. De hecho, cuando los asirios invaden el reino del norte o Israel en el año 723 a.C. y lo desaparecen para siempre, el reino del sur, es decir Judaitas, Benjamitas y Levitas no ayudaron a sus hermanos. 

Luego de estas invasiones asirias, los territorios de Samaria y Galilea quedaron vacíos por causa de que la mayoría de los Israelitas murieron, y el reducido número de sobrevivientes fue llevado cautivo a Babilonia. Entonces llega a Samaria la primera ola de inmigrantes kházaros, asirios, persas, turcos, egipcios, etc. La mujer Samaritana desciende de una de esas etnias que se consideraban extranjeras en las tierras donde antes habitaron los Israelitas. Por esa razón, a los Samaritanos no les estaba permitido hablar o peor, entablar diálogo con el remanente de los Judaitas. En resumen, el conflicto al que hace referencia la Samaritana se dió 300 años antes de que aparecieran los judíos en la historia humana.

Por lo tanto, la verdadera traducción de este pasaje se lee así,

«¿Cómo tú, siendo JUDAITA, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque Judaítas y Samaritanos no se tratan entre sí.» (Juan 4:9)

5. DOCTRINAS FALSAS

La invención, difusión y posicionamiento de incontables doctrinas e historias falsas, tanto bíblicas como seculares, es otra estratagema que los judíos sionistas han utilizado a través de la historia para conseguir sus fines macabros. Los conspiracionistas llaman a esto “Primado Negativo,” una táctica del programa de la CIA llamado MK Ultra que sirve para manipular el pensamiento social, o lo que se conoce también como “lavar el cerebro” de la sociedad para manipular su voluntad y confianza a favor de los manipuladores. Lo diabólico de esto es que, con esta estrategia, posicionan falsedades como verdades absolutas, o derrumban como mentiras verdades debidamente comprobadas, sumiendo a la humanidad en un tiempo de ignorancia, barbarie, oscuridad espiritual, y por supuesto, en la negación de la existencia de DIOS, algo que no le afecta al Creador pero sí al humano.

El secretismo es parte de la existencia de los judíos del mundo, pero es más estricto cuando el judío es parte del sionismo. Así, los habitantes de los países del mundo no sabrán quiénes son los judíos que viven entre ellos, peor si son sionistas. Amparados en esa oscuridad llevan adelante las misiones macabras ordenadas por la casa del sionismo, el “Consejo Mundial Israelí de los 300.” Por ejemplo, cuando necesitan posicionar una falsedad como verdad, un brazo de ellos difunde y hace campaña masiva por esa falsedad. Una vez que surge el debate social con grupos a favor y en contra, aparece otro grupo de ellos mismos haciendo el papel de “antagonistas” que usan insultos, injurias y ofensas para “denostar” a los auspiciadores de la falsedad, para provocar la solidaridad en la mayoría de la colectividad con el simple raciocinio de que una verdad no necesita de la violencia. Y por simpatía con los “ofendidos” terminan aceptando como verdad aquella falsedad, que, con el tiempo y repetida mil veces, pasará a ser la verdad absoluta. Pero el mundo, sin saberlo, se hunde en otra mentira.

Esta estrategia funciona también en el sentido opuesto, es decir, cuando los sionistas quieren tumbar una verdad probada, operan de la misma manera: un grupo de ellos denuncia aquella verdad como una falsedad, aunque haya sido debidamente comprobada. Cuando la sociedad se ha dividido a favor y en contra, aparece el grupo que se opone a los “denunciantes” usando la vieja táctica de agresión verbal, violencia física, acosamiento legal, y hasta costosas campañas en los medios, los que, a propósito, son controlados en su gran mayoría por los sionistas. Así una vez más consiguen el efecto esperado, la mayoría de la sociedad decide respaldar a los “ofendidos” y rechaza una verdad que fue debidamente comprobada. Si hay que dar algún crédito al sionismo, es su gran dominio y conocimiento de las ciencias sociales, la psicología, antropología, etc.

De esta manera es cómo los judíos sionistas posicionan doctrinas falsas que provocan macro niveles de odio social. Entre las más conocidas y dañinas están: 
  • El Holocausto Judío; 
  • Los Templos como mandato de DIOS; 
  • Israel y los judíos son la nación y el pueblo de DIOS; 
  • Bendice a Israel para que no seas maldecido; 
  • Semitismo y Antisemitismo; 
  • Sionismo Cristiano, y 
  • Dispensacionalismo.
Debido a que en otros estudios se han tratado los primeros cuatro temas, a continuación, compartimos los tres últimos.

Semitismo-Antisemitismo

Aunque usted no lo crea, la palabra semita no se encuentra en ninguna parte de la Biblia. La trazabilidad lingüística de este término nos lleva recién a comienzos de los años 60’s, probablemente a principios de 1964, cuando las AIPAC se activaron para llevar adelante su agenda macabra. Por si alguien pregunta qué es AIPAC, son organizaciones secretas judeo-sionistas que controlan el poder político y económico de EEUU, y que desarrollan todo tipo de estrategias para posicionar a la judería como el pueblo sufrido y sufriente, necesitado de protección e ingentes recursos económicos, así como para usar el amedrentamiento, aislamiento social, violencia y hasta la muerte en contra de todo aquel que se atreva a criticar las obras de maldad de Israel y el sionismo.

Aparte de la corta existencia de estos dos términos, otro argumento que echa por tierra esta teoría es que, si el semitismo fuera bíblico, deberían existir también los términos “camitas-camismo,” para llamar así a los descendientes de Cam, y “jafetitas-jafetismo” para identificar a los descendientes de Jafet. Pero a pesar de la búsqueda, no se pudo hallar en ninguna parte, ni siquiera una sola referencia al respecto, ni en los libros bíblicos, peor en los científicos, antropológicos o históricos.

El libro de Génesis 10:21-31 describe la descendencia de cada uno de los tres hijos de Noé: Cam, Sem y Jafet, después del Diluvio. Consultados los diccionarios bíblicos modernos se encuentra que “semita es la etnia judía que desciende de Sem, el segundo hijo de Noé.” Sin embargo, lo que no se predica o se oculta es que, entre los descendientes de Sem está una larguísima lista de linajes que incluyen varias etnias como los árabes, acadios, asirios, babilonios, fenicios, persas, turcos, kházaros, etc., y hasta sus enemigos, los mismísimos Palestinos. Es decir, si alguien critica a los árabes, persas, asirios o palestinos debería ser también acusado de anti-semitismo.

En cuanto a este término, “antisemita,” se usa para identificar así a “toda persona que odia a los judíos a través de manifestar comentarios u opiniones críticas a las obras y acciones del estado de Israel y sus pobladores.” Por ejemplo, usted no puede manifestar su crítica al genocidio de Israel en Gaza, o su oposición a las agresiones, invasiones y matanzas de Israel en contra de sus vecinos sin correr el riesgo de que lo acusen de antisemita. Pero lo más aberrante de todo esto es que, por la protección de EEUU, no hay ni una sola corte internacional de justicia que se atreva a enjuiciar al estado sionista, peor a sus dirigentes.

Alguien podría preguntar, ¿en qué nos afecta el semitismo-antisemitismo? Aquí la respuesta. El Congreso de EEUU, amparado en esta doctrina, tiene listos dos proyectos de ley temibles que están próximos a implementarse como ley para:
  • Castigar a todo aquel que sea encontrado culpable de antisemitismo, con penas de cárcel de hasta 20 años y multas millonarias, y
  • Decretar la prohibición del uso público de la Biblia y ordenar su incautación, pues según los sufridos judíos, el libro de DIOS es un libro con contenido antisemita que inspira el odio contra ellos.
¿Entiende la gravedad del asunto?

El Eslabón Perdido que Todo Mundo Ignora

Todo esto sucede por la inmensa ignorancia del pueblo que se identifica como Jesucristiano, porque si leyéramos la Biblia, no seriamos engañados tan fácil y vilmente. Preste atención, hermano, hermana, este es el Eslabón Perdido que todo mundo ignora incluidos los redimidos por Jesucristo:

DIOS mismo, el Gran Yo Soy, el Padre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, el Creador de todo el universo, estableció la regla que esclarece de manera contundente quién o quiénes son la verdadera descendencia de Su pueblo.

Esto está escrito en el pasaje de Génesis 21:12, donde el Señor declara, no a través de uno de Sus ángeles o profetas, sino Êl mismo, en primera persona, que Su descendencia NO viene de Abraham sino de Su hijo Isaac:

«Entonces dijo DIOS a Abraham: ... en todo lo que te dijere Sara, oye su voz, porque en Isaac te será llamada descendencia

¿Y sabe qué? Todos los judíos descienden de Abraham, pero solo las verdaderas doce tribus del Israel bíblico descienden de Isaac. Dicho esto, TODA discusión futura al respecto es vana. La mayoría de los judíos de hoy descienden de la etnia de los Kházaros, que son la mezcla de Persas, Turcos y Armenios, quienes a su vez vienen de Elam y éste de Sem, pero NO son semitas porque ni Elam ni los Kházaros descienden de Isaac.

Y si por ahí alguien cita a los Edomitas como antepasados de los judíos, el hecho es que, aunque éstos vinieron de Isaac, no podrían ser “semitas” por la siguiente razón: los Edomitas vienen de Esaú, el hijo mayor de Isaac, pero fueron destituidos de su condición de pueblo de DIOS por el Señor mismo, por causa de su gran maldad en contra de los Israelitas, sus primos hermanos, cuando éstos volvían con Moisés de su cautiverio de 430 años en Egipto.

Los Edomitas (Idumeos en griego) se convirtieron al judaísmo en el siglo 2 a.C., pero fueron exterminados en la destrucción de Jerusalén por parte de Tito y el ejército romano, en el año 70 d.C. Ahí se acabó esa vertiente que podría traer disputa sobre quiénes son los descendientes del verdadero pueblo Israelita bíblico. Y basados en Génesis 21:12, podemos declarar con toda autoridad que ningún pueblo "semita" desciende de Isaac, sólo las Doce Tribus que nacieron de Jacob, los verdaderos Israelitas bíblicos.

Pero, ¿cómo nació la doctrina de que los judíos y el estado sionista de Israel son el pueblo y la nación de DIOS? ¿Qué o quiénes la propiciaron? Hermano querido, si ya está sorprendido, sorpréndase más. Fueron los mismos Cristianos quienes ayudaron a que estas anatemas se posicionaran en el tiempo y espacio, a través del movimiento no declarado conocido como Sionismo Cristiano. Aquí su historia.

Sionismo Cristiano

El Sionismo Cristiano es un movimiento cristiano no registrado que nació en los EEUU a comienzos del siglo 20, originado en los estudios y publicaciones teológicas de dos personajes: John Darby, padre de la doctrina de la Dispensación, y Cyrus Scofield, autor de la Biblia de estudio Scofield. El sionismo cristiano agrupa a millones de Cristianos Evangélicos que apoyan de manera fanática, tanto financiera como políticamente, al estado sionista de Israel, porque creen en el Dispensacionalismo, cuyo enunciado principal es que DIOS “bendecirá a aquellos que ayuden a Israel y los judíos, y maldecirá a todos aquellos que no los apoyen.” 

Sin embargo, esta es una aberración teológica que se apoya en la interpretación malintencionada del versículo de Genesis 12:3, simple y sencillamente porque DIOS, a quién le dio esta promesa fue a los Israelitas bíblicos, Su pueblo verdadero, y no a los judíos o a cualquier otro pueblo,

«Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.»

Aunque el Sionismo Cristiano es una de las fuerzas más poderosas de la política estadounidense, la mayoría de sus miembros desconocen que las bases bíblicas en las que se asienta esta doctrina son interpretaciones antojadizas que responden a una agenda oscura. Y quienes empujaron esta doctrina fueron precisamente pastores y ministros de la iglesia Cristiana Protestante, especialmente los de raíces pentecostales, y un ala de la iglesia Bautista del Sur, quienes, a comienzo del año 1909, aceptaron como verdaderos los comentarios de Cyrus Scofield en su Biblia de estudio, la misma que a su vez se apoya en la doctrina enunciada por John Darby en 1830, conocida como “Dispensacionalismo.”

El Cristianismo Sionista o Sionismo Cristiano es una posición teológica que, por causa de su falsedad, ha hecho mucho daño entre los Jesucristianos del mundo, porque de ser la sal de la tierra, la luz del mundo, los redimidos por la sangre bendita de Jesucristo han pasado a ser alcahuetes insensibles de una larga lista de crímenes terribles contra la humanidad cometidos por la etnia que se hace pasar por el pueblo y la nación bíblica del Creador. Insignes y respetados pastores, predicadores, ministros, evangelistas, autores bíblicos, académicos, y creyentes en general han caído en las redes del engaño más grande que haya registrado la historia humana.

El nivel de la ceguera espiritual en la mayor parte de ellos ha llegado a tal punto que su reacción cuando se les confronta con la verdad bíblica es exactamente igual a reacción visceral de católicos, judíos, musulmanes, etc. y hasta de los no creyentes. Llenos de enojo responden con insultos, amenazas y hasta con violencia mientras invocan el nombre de DIOS, como si estuvieran posesionados por algún demonio. Pero la Palabra lo anticipa bien claro, estos son los tiempos donde aún hasta los escogidos serán engañados. Por esta razón mis hermanos, y en obediencia a los mandatos de Jesûs, debemos buscar la verdad bíblica y predicarla para echar por tierra todas estas anatemas, para salvación de muchos, y para que los que ya lo eran y se han alejado, regresen a los caminos de la salvación.

Dispensacionalismo

El término “dispensacionalismo” se deriva de la palabra “dispensación” que, según el Diccionario Bíblico de la Lengua Española significa, “exculpación, exención, disculpa, justificación, apología, descargo, excusa, coartada.” Luego, “dispensacionalismo” es “la exculpación que la Biblia ofrece a los judíos para eximirlos de la ley bíblica que sostiene que todo ser humano que quiera ir a vivir por la eternidad necesita venir antes a Cristo Jesûs.” Pero como demuestra este estudio, la “dispensación” resultó ser más que una exculpación, una “coartada” o estratagema del enemigo de las almas para engañar a los santos de Jesucristo.

A través de la Dispensación, los judíos sostienen que, como “pueblo escogido” tienen la venia de DIOS para salvarse ellos mismos y accesar a la vida eterna. En otras palabras, ellos no necesitan, como el resto de la humanidad, arrepentirse de sus maldades y reconocer que Jesûs es el Hijo de DIOS, que fue crucificado, murió y resucitó al tercer día, y que sólo por Su sacrificio, los seres humanos pueden obtener el perdón y acceder a la vida eterna. Increíblemente, millones de Jesucristianos a través de los últimos cien años han aceptado como válida esta herejía sin cuestionar nada en absoluto, aceptando que aquellos que crucificaron y mataron al Señor Jesucristo no necesitan de Êl para ser salvos.

Y no solo que los redimidos por la sangre bendita de Jesûs alrededor del mundo entero han aceptado esta apostasía, sino que la han estado predicando y hasta apoyando y adorando a los perpetradores. ¿Entiende por qué el “dispensacionalismo” es no solo anti bíblico sino hasta satánico? ¿Qué tipo de espíritu se ha infiltrado en la iglesia de nuestro Señor y Salvador Jesucristo que ha llevado a la ceguera espiritual a la mayoría de Sus redimidos?
  • Historia de la Dispensación
Según los libros de historia, la doctrina de la Dispensación se originó en dos fases: la primera fue en 1830, en Irlanda, cuando un pastor llamado John Nelson Darby adopta una eclesiología que “exculpa” a los judíos de la comunión de los creyentes y del estudio bíblico devocional, personal y comunitario. A pesar de sus pocos estudios en Teología, Darby llevó a cabo una sistematización teológica casi perfecta de la Biblia, que facilitaba en grado sumo su estudio, de tal forma que cuando llegó a EEUU, su impacto en la iglesia Cristiana Evangélica fue inmediato siendo adoptada rápidamente por ministros cristianos de la talla de Dwight Moody, Lewis Sperry Chafer, John Walvoord, etc., y uno de no tan buen testimonio, pero vital en esta historia, llamado Cyrus Scofield.

Sin embargo, John Darby, cuyo testimonio personal y ministerial era polémico, no es el autor original de esta doctrina. Todo comenzó cuando Darby fue contactado, por instrucciones del Barón de Rothschild, por miembros del sionismo, para entregarle una copia de unos misteriosos manuscritos antiguos escritos en el siglo 11 de nuestra era por unos rabinos judíos de nombre Maimónides y Rashi. Derby se fascinó con la teología de los manuscritos y basó en ella la doctrina que publicó ese mismo año bajo su nombre y con el título de “Teología del Arrebatamiento Pretribulacional,” conocida también como la Doctrina de la Dispensación o Dispensacionalismo.

La segunda fase se da setenta años más tarde, en el año 1906, cuando miembros del recién fundado partido sionista israelí contactan al pastor estadounidense Cyrus Scofield para entregarle, así mismo, una copia de los manuscritos antiguos. Para entonces, Scofield conocía poco acerca de la doctrina de la Dispensación de Darby, pero cuando encontró que aquella doctrina se originó en esos manuscritos, decidió escribir un comentario exegético de la Biblia Septuaginta adaptado a la Doctrina de Darby, dando origen a la Biblia de estudio Scofield.

Scofield, al igual que Darby, tenía cuestionables antecedentes personales y ministeriales. Pero para los sionistas, era el agente perfecto para completar la segunda parte de su agenda, para lo cual le proveyeron de abundantes fondos, tanto para la producción de la Biblia como para su difusión masiva entre pastores y ministros, denominaciones, escuelas bíblicas e institutos teológicos. Para 1916 la Biblia de estudio Scofield se había convertido en el texto oficial de estudio y consulta en varios seminarios cristianos de EEUU. Entonces, Scofield recibió una recompensa económica de parte de la editorial Oxford, -de propietarios judíos, por supuesto- equivalentes en moneda actual, a un cuarto de millón de dólares.

El Dispensacionalismo inundó el mundo evangélico desde comienzos del siglo 20, llegando a ser la postura más popular en la mayoría de las denominaciones cristianas en Latinoamérica. Sus proponentes más importantes surgieron primero en el Seminario Teológico de Dallas con figuras como John F. Walwoord, Dwight Pentecost, y Charles Ryrie, y entre las denominaciones que adoptaron al Dispensacionalismo como su doctrina oficial tenemos la Pentecostal, Asambleas de DIOS, Bautistas, Evangélicos, y los Misioneros protestantes.
  • Maimónides y Rashi
Según los libros antiguos de la historia judía, la monumental sistematización teológica tanto del AT como del NT nació en el siglo 11 d.C. de nuestra era, como resultado de una vieja conspiración para convertir a los judíos en los descendientes del pueblo bíblico Israelita, aprovechando la desaparición de los Judaitas, Benjamitas y Levitas en la destrucción de Jerusalén del año 70 d.C. Los kházaros, etnia que desciende de Sem, llegó a Palestina después de ese evento terrible, y vieron la oportunidad de apoderarse de la identidad de las doce tribus del Israel bíblico como una forma de supervivencia, al comienzo, pero más tarde, como la vía para dominar al mundo, cuando se fundó el Partido Sionista Israelí, en 1895.

Los autores de esta sistematización teológica fueron dos rabinos eruditos judíos muy conocidos: Maimónides (Rabí Moshé hijo de Maimón) y Rashi (Rabí Shlomo Itzjaki, Maestro de Israel). Ambos fueron expertos en los dos libros del judaísmo, el Talmud y la Khábala, pero también la Toráh o Biblia Hebrea, y la doctrina católica. Los dos rabinos sabían en ese tiempo que ni ellos ni ninguna de las etnias judías del mundo descendían del Israel bíblico. Tampoco siquiera soñaban en buscar un territorio para fundar su estado. Sin embargo, se habían propuesto dominar al mundo a través de controlar las ciencias, la economía, la religión y la política, para lo cual necesitaban adueñarse de la identidad del verdadero pueblo bíblico de Israel.

Pero Maimónides y Rashi sabían que el Cristianismo era un obstáculo formidable para esos planes, y en ese contexto, previeron que la persecución que ya sufrían los judíos desde el comienzo de la nueva era se podía volver permanente, lo cual podría provocar su extinción, por lo que había que poner al Cristianismo de su lado. Así fue como decidieron estudiar a fondo la Biblia Cristiana y el Nuevo Testamento, lo cual les permitió conocer acerca de la doctrina de la Piedra Angular donde se asienta el Cristianismo, que sostiene que la salvación del alma de un ser humano para la vida eterna es posible sólo a través de Jesûs y Su sacrificio.

Maimónides y Rashi se dieron cuenta de que esta ley espiritual deja por fuera automáticamente a todo ser humano que no haya recibido a Jesucristo como su Señor y Salvador, incluyendo a todos los judíos. Entonces deciden preparar una estrategia teológica para lo cual se convierten en expertos de la Biblia incluyendo el NT, con lo cual la pudieron organizar de una brillante forma metodológica de tal forma que pudiera ayudar a los creyentes a desarrollar su conocimiento bíblico y fortalecer su fe, y a la misma vez, que aceptaran de manera positiva y sin cuestionamientos la auto exclusión de los judíos de ser parte del pueblo de Jesucristo sin ningún perjuicio para ningún para ellos.

Maimónides y Rashi decidieron ocultar los manuscritos para esperar el momento oportuno para su uso, pero también, por las poderosas leyes espirituales que encontraron en la Biblia Cristiana, especialmente en el Nuevo Testamento. Sin duda, se puede afirmar que ambos rabinos son los verdaderos precursores de la doctrina de la Dispensación, cuyos fundamentos teológicos aparecieron cuando Darby y Scofield hicieron su parte. Entonces pudo ser enseñada y predicada como una doctrina bíblica por los últimos cien años, ayudando indirectamente en la materialización de la vieja conspiración sionista para convertir a los judíos en los descendientes del pueblo bíblico Israelita.
  • Sistematología de la Dispensación
Como ya se explicó más arriba, la teología de la Dispensación sostiene que el Israel bíblico sigue vivo, y que sus pobladores, los judíos, son el pueblo de DIOS. Es decir, la Dispensación es una posición teológica que respalda el credo judío, que, como todos sabemos, niega que Jesucristo es el Hijo de DIOS, que fue crucificado y que resucitó al tercer día, y que Su sacrificio de amor le dio a la humanidad la oportunidad de accesar a la vida eterna.

La impresionante sistematización teológica de los libros de la Biblia en módulos de estudio bien definidos provocó la aceptación de las doctrinas falsas que tanto Darby como de Scofield empujaron, logrando posicionar la creencia de que los judíos son los descendientes de los Israelitas bíblicos, a los cuales eventualmente reemplazaron en la teología Cristiana y en las leyes y ciencias del mundo.

La Dispensación se basa en cuatro puntos principales:
    1. La interpretación literal de las Profecías de los Tiempos del Fin;
    2. La independencia entre la iglesia Jesucristiana y el Israel de estos tiempos;
    3. El "Rapto secreto" de la iglesia antes de la Tribulación, y
    4. El Reino Milenial de Cristo en la tierra.
La Biblia de Estudio de Scofield enseña que la Dispensación divide a la historia de la humanidad en siete eventos bíblicos o "dispensaciones," periodos únicos en los que DIOS se relaciona con la humanidad:
    1. Inocencia, desde la Creación hasta la caída de Adán y Eva en el Edén;
    2. Conciencia, desde la Caída hasta el Diluvio;
    3. Gobierno Humano, desde Noé hasta Abraham;
    4. Promesa, desde Abraham hasta Moisés;
    5. Ley, desde Moisés hasta Juan el Bautista;
    6. Gracia, desde la Primera Venida de Jesûs y Su pasión, hasta Su segunda venida;
    7. Milenio, desde la Segunda Venida hasta el juicio del Gran Trono Blanco.
Finalmente, el dispensacionalismo sostiene “un dualismo radical y eterno entre el estado sionista de Israel como el pueblo terrenal de DIOS, y la Iglesia de los redimidos por Cristo Jesûs, como Su pueblo celestial. De aquí surge el propósito redentor, que, según esta doctrina, es distinto para ambos. Mientras que el propósito y el futuro de Israel son terrenales, los propósitos para la Iglesia son celestiales. A diferencia de los gentiles, Israel y los judíos no necesitan de Jesûs para ser salvos y acceder a la vida eterna.”

Este último enunciado debe motivar a todo Jesucristiano del mundo a desechar por completo tanto la doctrina dispensacionalista de Darby como la Biblia de estudio Scofield, sin importar la calidad de la sistematización teológica o de las supuestas buenas intenciones que pudiera haber para comprender mejor la Biblia. Esque, si en el vaso de agua que bebemos se infiltra una sola bacteria, todo nuestro cuerpo se enfermará.

CONCLUSIONES

El objetivo de este mensaje es probar a través de varios argumentos bíblicos que los judíos no son Judaitas, Hebreos, o peor, Israelitas. Si los judíos no son ni Israelitas, Hebreos, o Judaitas, entonces el estado sionista de Israel y los judíos no son ni la nación ni el pueblo de DIOS de los Tiempos del Fin. Esta verdad plana, clara y sencilla, es un contundente enunciado que tumba hasta el polvo la falacia impulsada por el Cristianismo Sionista que sostienen que el estado sionista de Israel y los judíos son bíblicos, amparado en dos instrumentos satánicos, la doctrina de la “Dispensación,” y la Biblia de estudio Scofield. Prestad atención.

Este estudio empieza compartiendo la Cronología de los eventos bíblicos que tienen que suceder ANTES de la redención del verdadero pueblo Israelita. Así mismo, la información que prueba que, aunque los judíos desciendan de Abraham, no vienen de Isaac, el único requisito fundamental para ser considerados como pueblo de DIOS, lo cual expone el verdadero origen de los judíos, que son los Edomitas, Elamitas, y Kházaros. Luego se comparte las declaraciones del mismísimo Jesûs contenidas en el pasaje de Juan capítulo 8:31-59, donde el Hijo de DIOS lanza a los vientos de la historia la denuncia impresionante en contra de los judíos, acusándolos de ser, entre otras cosas, “hijos de su padre el diablo,” declaración verificada en la exégesis de dicho pasaje.

El estudio continúa con la exposición de la grandísima corrupción idiomática de muchos términos bíblicos llevada a cabo por los traductores judíos de la Biblia desde el comienzo de los tiempos hasta los días actuales. Entre los términos alterados tenemos los gentilicios “judaíta” y “judeano,” y las palabras “judío” y “judaísmo.” Pero estos traductores también tergiversaron varias historias bíblicas para torcerlas a favor del judaísmo como la que sostiene que DIOS pelea junto a Israel, que Jesûs fue judío, y la declaración de la mujer Samaritana. Y como si no fuera suficiente, los traductores judíos de los primeros siglos incluyeron subrepticiamente en la Biblia la historia de Esther, que no tiene nada que ver con la Biblia, pues ni siquiera se encuentra una sola mención, oración o agradecimiento al Dios Todopoderoso.

Entonces viene la denuncia acerca de las doctrinas falsas creadas por el judaísmo sionista a través de los últimos ciento treinta años para impulsar la conspiración para apropiarse de la identidad del pueblo bíblico Israelita. Entre estas falsas doctrinas están el Semitismo-Antisemitismo, el Sionismo Cristiano, y el Dispensacionalismo, que apoya la declaración diaria de los judíos del mundo por los pasados dos mil años, que sostiene que nuestro Salvador y Redentor Jesucristo, fue un judío pecador que está en los infiernos dentro de una olla quemante llena de excrementos. El Señor nuestro DIOS reprenda a todos estos demonios.

Pero, ¿cómo llegó el Cristianismo a respaldar y defender estas falsas doctrinas con tal obstinación y fanatismo que raya con la locura? Por el efecto terrible que han causado en la iglesia Jesucristiana, parecería ser que la inmensa conspiración del judaísmo sionista para confundir a los Cristianos del mundo ha triunfado. Sin embargo, amado lector, nadie, ni el enemigo ni sus huestes demoniacas deben menospreciar NUNCA el poder de Cristo Jesûs, el Dueño de todas las victorias.

Queridos hermanos, a esta hora y fecha, Julio 12 de 2025, las redes sociales como YouTube, Rumble, TikTok, etc., están siendo inundadas con cientos de videos que denuncian la terrible verdad escondida por siglos, que el estado sionista de Israel y los judíos no son ni la nación ni el pueblo de DIOS. La verdad bíblica que ha sido manipulada especialmente en los últimos ciento treinta años está saliendo a la luz por la obra y gracia del Espíritu Santo. Bendito sea DIOS.

Pero, aunque nuestra reacción debe ser de alegría y gozo, porque la maldad está siendo finalmente expuesta, este evento no es para que exhalemos un suspiro de alivio, sino al contrario, lejos de confiarnos, debemos recordar todas las palabras de Jesûs al respecto. El Señor nos advirtió que Su venida está pronta, que no pasará esta generación, es decir la nuestra, y que seremos testigos de todas estas cosas. Por lo tanto, el llamado de este mensaje es para que estemos apercibidos, porque la hora se acerca.

Jesucristo, como protagonista principal, nos da señales claras en parábolas como la de las diez vírgenes. Debemos tener llenas nuestras lámparas con el aceite de la oración permanente, para alumbrar el camino a nuestro Rey, cuando venga en medio de las sombras de la noche por Su novia. Y serán solo la mitad de las vírgenes las que serán recogidas, aquellas que velaron, porque la otra mitad no oyeron, y en lugar de orar, se fueron a dormir. Y cuando el Señor vino en medio de los estruendos espantosos de las trompetas celestiales, las lámparas de aquellas estaban apagadas. Entonces vino el llanto y crujir de dientes. Aunque aquellas lloraron, clamaron y suplicaron,

¡Señor, Señor, mírame, yo te serví, nunca falté ni a la iglesia ni al diezmo, no me dejes acá te lo ruego, te lo suplico, ten misericordia de mí !

Mas el Señor cerrará las puertas y te dirá «NO te conozco. Apártate de mí, hacedor de maldad.»

Hermanos míos, no ignoréis al Espíritu Santo que está hablando a través de cada uno de estos videos, prédicas, estudios bíblicos, etc., porque, aunque muchos no crean, disputen, nieguen y desechen, estos mensajes son producidos en base a pruebas y evidencias de todo tipo, tanto bíblicas como científicas y académicas, provistas por el Espíritu de DIOS. Y si tú, hermano, eres uno de los que dudan, no ataques al mensajero, ni minimices el mensaje. Ve en humildad y arrodíllate en oración de súplica, y pídele al Espíritu Santo que te abra los ojos espirituales para que puedas ver y entender las señales por ti mismo. Y el Espíritu de DIOS lo hará, no lo dudes.

Para terminar, recuerde amigo, hermano lector, creyente o no, usted debe realizar su propia investigación para comprobar si este mensaje, y cualquier otro mensaje escrito, video, de voz, etc., que usted reciba, viene de DIOS, y por lo tanto, es una verdad Bíblica. La salvación de su alma es solo su responsabilidad, y la Palabra de DIOS es la luz de la verdad que lo ayudará a cumplir con esa responsabilidad.

Que el Señor nuestro Dios tenga misericordia de la humanidad.

Si le interesa profundizar la investigación, le dejo el link del libro que denuncia todas las maldades de la gran conspiración judía a través de los milenios: https://drive.google.com/file/d/1syU2LiTO86iT2a9rgofarmkCQiPRUq7y/view

No olvide compartir estos estudios con todos sus amigos y familiares. Es necesario que el mundo se entere del engaño más grande al que ha sido sometido por las huestes del enemigo de DIOS. Que el Señor nuestro DIOS lo bendiga y lo guarde.

ORACIÓN
 
«Padre Santísimo, Dios Todopoderoso, Señor mío y Dios mío. 
Gracias por ayudarme a completar este que es Tu libro, de Tu autoría. Gracias por Tu Espíritu Santo que trajo todas y cada una de las revelaciones. Gracias por la sabiduría para entender todo el conocimiento que pusiste delante de mí. Gracias por la fortaleza y la salud que me ayudaron a perseverar a pesar de todas las luchas, las batallas, las oposiciones, y los deseos de abandonar. Gracias por ser mi Guía y mi Liberador, mi Proveedor y mi Protector, mi Inspiración y mi Fortaleza. Declaro que eres Santo por siempre Santo, por los siglos de los siglos, Dios Eterno y Justísimo. Tuyas son todas las glorias, toda la honra y todo el honor por la eternidad eterna, Santo por siempre Justo. Bendice, te pido Padre amado, a cada lector de este libro y de esta oración final; dale una doble porción de Tu gracia, unción, sabiduría, protección, fortaleza y provisión. Que nunca le faltes Tû, Dios supremo y Portentoso, para que el lector pueda seguir el camino que has puesto en su delante. Y que pueda cumplir con la misión que le has encomendado, para Tu gloria, Dios de la vida. Todo esto te lo ruego en el precioso Nombre que es sobre todo nombre, en el Nombre de Tu Hijo amado Ιησούς ο Μεσσίας, amén y amén.»
 
Μαρανάθα, Ιησούς έρχεται σύντομα
Maranatha, sí Señor Jesús, ven pronto, no tardes.

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BIBLIOGRAFÍA
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Estudios Bíblicos

EL RAPTO ESTÁ CERCA PERO ANTES… Todas Las Cosas Deben Cumplirse
LA IDENTIDAD DEL ANTICRISTO, Exégesis de Daniel y Juan, Parte I, Introducción
EL ANTICRISTO, Revelaciones Poderosas para los Últimos Tiempos
Evangelio de Nicodemo, Partes 2 y 3 
Evangelio de Nicodemo, Parte 1
LOS GIGANTES NEFILINES, los Intra y Extraterrestres
LOS JESUCRISTIANOS, el Linaje Adquirido
LOS REPTILIANOS, los Seres Mitad Serpiente, Mitad Humanos
LA GRAN CONSPIRACIÓN, el Robo de Identidad del Pueblo Bíblico Israelita

Libros Imprescindibles

EL SEGUNDO ANTICRISTO, El Sionismo Judío, la Bestia de las Profecías
LOS LINAJES DE LA TIERRA, La Raza de DIOS y la Gran Conspiración para Robar la Identidad del Pueblo Bíblico Israelita
LOS PROTOCOLOS DE LOS SABIOS DE SION, El Plan Maestro para Dominar al Mundo
USING THE CHURCH  ONLINE TO FULFILL THE GREAT COMMISSION, Doctoral Dissertation
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ISRAEL, UNA CREACIÓN DE LA CASA ROTHSCHILD
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