Cam y Jafet dan lugar a través de sus hijos a muchas otras etnias que se fueron multiplicando con el tiempo, como resultado de los cruces entre ellas.
Sem
En cuanto a Sem, él es “supuestamente” el primer hijo de Noé y significa “prosperidad, fama.” A su vez, tuvo cinco hijos, Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram, quienes dieron origen a los pueblos de India, China, Corea, Japón, Mongolia, Indonesia y Malasia, así como a los pueblos árabes como los asirios, caldeos, elamitas, arameos, moabitas, amonitas y edomitas. Abraham, el padre de Israel, es la sexta generación que desciende de Heber, hijo de Sem.
De Abraham, Isaac y Jacob descienden las doce tribus del Israel bíblico, al cual Dios hizo desparecer por causa de su rebeldía, luego de las invasiones babilónicas y romanas. De acuerdo a la Biblia, Dios despareció de la faz de la tierra a los descendientes de las 12 Tribus de Israel por su desobediencia, permitiendo las invasiones de Babilonia de tanto del Reino del Norte o Israel como del reino del Sur o de Judá. Y por causa de estas invasiones, todos los miembros de estas doce Tribus desparecieron, excepto un remanente que, de acuerdo al libro 4 del profeta Esdras, viajaron a unos territorios llamados “Arzareth,” ubicados “al otro lado de los mares,” en el siglo 7 a.C.
De acuerdo a las investigaciones y testimonios de decenas de eruditos e historiadores bíblicos, paleontólogos y genealogistas a través de las centurias, Arzareth sería lo que hoy se conoce como las tres Américas, el territorio que se extiende desde la gélida Alaska hasta las regiones australes de las Patagonias Argentina y Chilena, pasando por el Caribe. Entonces, el remanente de Israelitas que arribaron a este territorio habría dado origen a todas las tribus de los nativos americanos que poblaron las Américas y cuyas descendencias son actualmente los mal llamados “indios” o aborígenes.
ARZARETH
Como hemos visto, de Sem hijo de Noé desciende Abraham; de Abraham, Isaac, de éste, Jacob, y de éste, sus doce hijos que dieron origen a la nación de Dios: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zabulón, Gad, Aser, Dan, Neftalí, José y Benjamín. Dios cambió el nombre de Jacob por Israel después de que tuviera a sus doce hijos, esto hace cuatro mil años atrás en la historia. Desde ahí suceden todos los demás eventos que relata el Antiguo Testamento:
- La historia de José cuando niño es abandonado por sus hermanos;
- Luego, José pasando por muchas tribulaciones hasta llegar a ser el segundo en el poder en el imperio egipcio solo después de Faraón;
- Entonces, la mudanza de Jacob y su familia a Egipto por causa de la hambruna;
- Siguen los 430 años de cautiverio de los israelitas en Egipto;
- Luego, la liberación de los Hebreos por parte de Moisés y los 40 años en el desierto;
- Continua con la entrada de los Hebreos (no los judíos) a la tierra prometida;
- Entonces los 340 años del tiempo terrible de los Jueces porque el pueblo Hebreo se olvidó de Dios;
- Finalmente, el Señor permite el nacimiento del reino de Israel con Saúl como el primer rey, luego David, y finalmente Salomón, el tercer y último rey. Recuerde, todos estos personajes fueron Hebreos, Semitas o Israelitas, no fueron judíos,
Corría alrededor del año tres mil cuando Salomón se encontraba agonizando. Entonces procedió a dividir el territorio del reino de Israel entre sus dos hijos:
- El reino del Norte o de Israel que fue entregado a Jeroboam, y estuvo conformado por diez Tribus, y
- El reino del Sur o Judá que fue entregado a Roboam, y estuvo conformado por dos tribus, las de Judá y Benjamín,
Ahora, el propósito de Dios para llamar a Abraham a fundar Su pueblo y luego conceder el deseo de los israelitas de tener un reino, fue que Su pueblo acabara con todos los miembros de las tribus descendientes de Caín. Pero tanto los reyes como el pueblo de Israel procrastinaron las órdenes del Señor, y debido a su desobediencia y rebeldía, los hizo desparecer de la faz de la tierra por completo, al permitir varias invasiones de los babilonios, asirios y romanos desde el siglo 7 a.C. hasta el año 70 d.C.
La desaparición del remanente se consumó en el año 70 d.C., cuando Jerusalén fue destruida por el general romano Tito, donde fueron exterminados la mayoría de Judeanos y Benjamitas que habían sobrevivido, tal como lo profetizó el Señor Jesûs. Es muy posible que a la fecha de hoy no hayan descendientes de estas dos tribus.
En cuanto a los descendientes de las diez tribus del norte, éstos podrían estar regados por el mundo, pues cuando se produjo la invasión babilonia del siglo 7 a.C., el rey babilonio Sargón quiso llevar cautivos a Babilonia a los sobrevivientes, la mayoría de los cuales pertenecían a las familias reales de las diez tribus, y una pequeña parte era de la población humilde. Pero éstos suplicaron al rey que los dejara ir a unas tierras lejanas para guardar su fe en el Dios Todopoderoso. Y Sargón accedió.
De acuerdo al profeta Esdras, estas eran las tierras llamadas “Arzareth,” que significa “las tierras al otro lado de los mares donde nadie había habitado jamás.” Y de acuerdo a Esdras, los Israelitas viajaron por un año y medio, tomando la ruta hacia el norte de Europa, girando hacia el oeste, pasando por los territorios de lo que hoy son Rusia, los países escandinavos, Gran Bretaña, Groenlandia para llegar finalmente a las tres Américas y el Caribe.
Por lo tanto, y según Esdras, los descendientes de los sobrevivientes de las diez tribus que llegaron a lo que hoy es Canadá y Estados Unidos, dieron origen a las tribus nativas y aborígenes que poblaron estos países y luego todos los demás territorios de lo que hoy son México hasta la Patagonia argentina.
JESUCRISTO Y LOS JESUCRISTIANOS
Con la desaparición del pueblo de Dios o Israel de la faz de la tierra, luego de las invasiones entre el siglo 7 a.C. y el año 70 d.C., el sacrificio de muerte del Hijo del Hombre en la cruz dio lugar al proceso que la Biblia llama “adopción por la sangre derramada de Jesucristo,” lo cual dio lugar al nacimiento del pueblo de Dios de los tiempos del fin, los Jesucristianos, el pueblo conformado por hombres y mujeres de todas las razas y etnias del mundo, hermanados por el sacrificio de sangre de Jesûs en la cruz, y hechos herederos de todas Sus promesas, entre ellas, el de llevarnos a vivir la vida eterna junto con nuestro Salvador Jesucristo, con Dios Padre y Todopoderoso, y con nuestro guiador y consolador, el Espíritu Santo.
Los Jesucristianos son aquellos que entregaron su corazón al Hijo de Dios y que confiesan que Jesucristo es su Señor y su Salvador, el Rey de reyes y Señor de señores. Este pueblo es, de acuerdo a las propias palabras de Jesûs y de Sus discípulos, la nación santa, linaje escogido, real sacerdocio, el pueblo adquirido, adoptado e insertado en la genética divina por la sangre bendita de Jesûs.
Pero este también es el pueblo que ha sufrido la persecución cruel y terrible por parte del gobernador mundial enemigo del Dios Altísimo. Y cuando estemos en medio de los siete años de la Tribulación, la policía mundial conformada por los adoradores del falso profeta, impondrán la Sharía como ley universal y vendrán a las casas de cada uno de los Cristianos evangélicos a exigir que repudien a Jesûs, a Dios, la Biblia y la fe, y que se postren ante la imagen de Moloch, y a dejarse poner la marca de la bestia en la mano o frente. Y todos aquellos que se nieguen a hacer todo esto, serán condenados a morir decapitados por la guillotina.
Entonces y solo entonces vendrá el Rapto de los creyentes justos, aquellos que murieron decapitados y los que sobrevivieron, pero que guardaron su fe, serán levantados en los aires, dados un cuerpo incorruptible, perfecto y eterno, y serán llevados a los cielos donde recibirán las coronas de los galardones, y asistirán como invitados especiales a las Bodas del Cordero, luego de lo cual gobernarán la tierra junto con Jesucristo por los mil años del milenio. ¡Gloria a Jesucristo por siempre y para siempre!!
Los Judíos Kházaros, los Falsos Israelitas
La Biblia NO considera descendientes del linaje de Dios a los descendientes de Caín, el hijo de Satanás con Eva. Como hijo de Satán, Caín heredó la semilla de maldad que se fue transmitiendo a toda su descendencia, que, de acuerdo al libro de Génesis capítulo 4, son 10 generaciones: Enoc, Enoc, Irad, Mehujael, Metusael, Lamec, Jabal, Jubal, Tubal-caín, y Nahama, que fue la esposa de Noé.
Al igual que los gigantes Nefilines, los descendientes de Caín y sus descendientes sembraron por mil años la tierra de terror y muerte entre los humanos, contra quienes practicaron sacrificios humanos y canibalismo. Por causa de esta abominación, el Señor inundó la tierra con el Diluvio. Pero como ya se ha dicho en otros estudios, Nahama reactivó la generación luciferina con Canaán, de donde descienden los actuales judíos. Por esta razón, los judíos de los tiempos de hoy no son el pueblo de Dios, pues no son semitas, ni descienden de los Hebreos bíblicos de las 12 Tribus, sino que vienen principalmente de la etnia de los kházaros, los cuales a su vez resultaron de la mezcla de Turcos, Iraníes y Armenios.
A todo esto se suma otra gran verdad acerca de que el estado actual de Israel NO es bíblico. Usted dirá que estas son osadas afirmaciones que pueden desatar reacciones de odio y violencia y calificarnos como “anti semitas.” Pero lo que se comparte en estos mensajes son verdades corroboradas científicamente. Sin embargo, de todo esto hablaremos con más profundidad en la parte IV de este estudio.
Esta verdad más grande que el universo ha estado escondida por los últimos dos mil años por causa del complot de los que se hacen pasar por los judíos bíblicos, los sionistas kházaros o falsos judíos, aquellos que actualmente habitan en el también falso estado de Israel, y que se han apropiado de la identidad del pueblo bíblico Israelita, los verdaderos Semitas. Este gran engaño está siendo revelado a muchos y pronto será conocido por el mundo, lo cual pondría en peligro el plan diabólico de la satánica mafia kházara. Debido a ello es que están apurando las cosas para llevar al mundo a los precipicios de la muerte eterna. Y el llamado de este ministerio es compartir esta verdad, aunque nos cueste la vida, para la gloria del Santo de los santos.
No se pierda la semana siguiente la cuarta y final parte de esta serie con el tema,
EL CUARTO LINAJE:
LOS MEZCLADOS CONDENADOS Y LOS JUDIOS KHÁZAROS
Dios te bendiga.
Μαρανάθα, Ιησούς έρχεται σύντομα
Maranatha, sí Señor Jesús, ven pronto, no tardes.
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