Mi primera visita a Israel fue en Noviembre del año
2007, a través de un viaje organizado por el pastor de la iglesia donde asistía
en aquel tiempo. Tuve la oportunidad de recorrer todo su territorio y muchas
ciudades y locaciones bíblicas, desde las fronteras con el Líbano y Siria, al
norte, hasta el mar Rojo, el puerto de Eilat y Petra, al Sur, y desde las
montañas que colindan con Jordania, el este, hasta las orillas del mar
Mediterráneo, al oste. Nuestro grupo fue bendecido grandemente por un guía
judío de origen chileno que conocía muy bien los dos Testamentos, y los lugares
bíblicos e históricos.
Cuando volví a casa le di gracias al Señor por tan
inmensa bendición, pues me permitió conocer los sitios donde Jesûs predicó, caminar
por los caminos por donde nuestro Salvador caminó, pro también visitar los
sitios donde el Hijo de DIOS fue salvajemente torturado, vejado, insultado,
crucificado, y sepultado. Pero la tumba aquella está vacía pues Jesucristo
resucitó de la muerte, para dejarnos Su mensaje de que sólo a través de Êl, la
humanidad puede recibir el perdón para sus pecados y accesar a la vida Eterna.
Por los siguientes años aprendí hebreo, me vestí en
varias ocasiones como judío, oraba en hebreo con el meneo de aquellos, y hasta visité sinagogas mesiánicas, porque
supuestamente “allí practicaban la doctrina original de los tiempos de Jesûs.”
Hasta cuando a finales del 2017 todo cambió de golpe. Estaba mirando en un
video la entrevista a la actriz judía Gael Gadot que hace el papel de Wonder
Woman. La entrevistadora le pregunta “que se siente ser Israelita” ante
lo cual, y con una cara de evidente disgusto, Gadot responde “yo no soy
Israelita sino israelí.” Esa respuesta para mí fue como el despertar de una
pesadilla, en medio de un temor incierto, pero a la vez, como una advertencia
de un peligro al cual yo debía reaccionar ya. Aquella sensación no venía de mi
psiquis sino de mi propia ignorancia, pues yo, creyéndome “judío de judíos,”
no entendía por qué habría de haber una diferencia entre Israelita e israelí.
Entonces decidí leer TODA la Biblia, empezando el 1 de
Enero del 2018, desde Génesis 1:1 hasta Apocalipsis 22:21. Esa misma semana
empezaba las clases del doctorado en Ministerio. Y desde entonces, y por los
siguientes siete años, hasta el día de hoy, el Espíritu Santo del Dios Altísimo
me ha mostrado día a día, la inmensísima diferencia entre Su pueblo, los
Israelitas bíblicos, y el estado sionista de Israel y los judíos de hoy,
quienes no solo que no son los mismos, pues los últimos no descienden de los
primeros, sino que son completamente antagonistas en TODOS los
aspectos. Mientras los Israelitas, a pesar de su desaparición como reino siguen
en espera de la promesa de redención de las profecías, los otros no solo que se
apropiaron de la identidad de los primeros, sino que forman parte de la fuerza
diabólica del enemigo de Cristo Jesûs que quiere destruir la humanidad.
La misericordia de DIOS me sacó, a través de esta revelación, de un error descomunal que me hizo tuerto y cojo espiritual por años, poniendo en peligro mi propia salvación. Y ese es hermano, hermana, el propósito de este escrito, que usted pueda también ver la verdad a la luz de Cristo Jesûs, para que pueda ir a los cielos a morar por la eternidad.
- Israel no es la Nación de DIOS de los Tiempos del Fin
- Los Judíos no son el Pueblo de DIOS de los Tiempo del Fin
- Jesûs Denunció a la Bestia de los Tiempos del Fin
- Corrupción Idiomática y Manipulación de las Historias Bíblicas
- Doctrinas Falsas
► Tribulación: Según el profeta Daniel, lo primero que debe suceder es que la humanidad entre en la Tribulación, es decir, la última semana de siete años antes del Fin. Daniel dividió esta semana en dos períodos de 3 y medio años cada uno, llamados Tribulación y Gran Tribulación respectivamente. Para que usted esté apercibido, la Tribulación ya ha comenzado en Septiembre del 2023, e iría hasta Marzo del 2027. No lo ha oído de nadie, ¿correcto? Pero como usted, cientos de millones lo desconocen, porque en lugar de leer las Escrituras pasan hipnotizados con las cosas del mundo;
► Comienzo de la Gran Tribulación: Cuando se cumplan los tres años y medio (Marzo 2027) comenzará la Gran Tribulación, luego de que el Gran Rabino judío dé inicio al Gobierno Mundial con tres decretos de la Agenda 2030, la Constitución del Anticristo. Estos decretos serán:
- Decreto 1: Entronización en el III Templo del Segundo Anticristo, la Bestia de la Profecías (Israel y el judaísmo), evento llamado por Jesûs como la Abominación Desoladora;
- Decreto 2: Obligar a toda la humanidad a tener una única religión, usar una única moneda, y obedecer a una única policía mundial. La única religión es el “Crislam” que adora al dios “Invictus;” la única moneda es el chip electrónico insertado en la mano derecha o frente, y el único cuerpo de policía del mundo será el Islamismo y la Sharía.
- Decreto 3: Muerte por guillotina a todos aquellos que se nieguen a postrarse y adorar a la Bestia, ponerse su marca en la frente o mano derecha, o rechacen negar que Jesucristo es el Señor, y la Biblia el libro de DIOS.
► Arrebatamiento, Juicio de los Galardones: Entonces se dará el Rapto de la iglesia, cuando sean resucitados primero, los que habían muerto antes en el Señor, luego, los Justos decapitados, y a ellos les seguirán los que sobrevivieron a la persecución. Todos ellos serán dados un cuerpo incorruptible y eterno, y serán arrebatados de la tierra por los ángeles de DIOS hacia los cielos. Y todos estos, los justos del Señor, pasarán por el Juicio de los Galardones, donde Jesucristo reconocerá a los que predicando Su Palabra y ayudaron a otros a lograr su salvación;
► Bodas del Cordero: Luego, Jesucristo y Sus santos asistirán a la gran fiesta, las Bodas del Cordero, las mismas que durará tres años y medio;
► Resto de la Gran Tribulación: Mientras se da la celebración en los cielos, en la tierra, la humanidad pasará por lo que queda de los tres y medio años, por un sufrimiento, terror y muerte como nunca antes ni siquiera se imaginó. Habrá guerras y violencia social terribles, desastres naturales monstruosos, hambrunas, oscuridad total por tiempos extendidos, los cielos se romperán y las estrellas caerán a la tierra, los terribles ángeles Nefilines serán liberados para matar a cientos de millones de humanos, y los que sobrevivan, incluidos los Cristianos que se quedaron del Rapto, desearán no haber nacido;
► Captura de Satanás: Este terrible período terminará en algún momento de Septiembre del 2030, cuando Satanás sea capturado y encarcelado por los ángeles del Señor. Satanás será condenado a mil años de cárcel;
► Gobierno Milenial: Luego de la captura del enemigo comenzará el Gobierno Milenial (mil años) de Jesucristo y Sus santos, quienes irán a vivir juntos en la Nueva Jerusalén, la ciudad de oro y mar de cristal, que estará flotando en los aires. Mientras tanto, en la tierra, aquellos que sobrevivieron de la Tribulación vivirán mil años de paz;
► 144 mil Israelitas: En este período se levantarán los 144 mil ISRAELITAS a predicar a Cristo Jesûs por todo el mundo y por última vez. Pero es necesario aclarar que estos “israelitas” no serán los judíos de hoy, sino el verdadero pueblo bíblico de DIOS que recién aparecerá en este período. Alguien preguntará, “si los Israelitas desparecieron, entonces, de dónde o cómo reaparecerán.” La respuesta resumida es que los verdaderos descendientes de los Israelitas bíblicos son las naciones indígenas que pueblan las tres Américas y el Caribe. Busque la respuesta desarrollada en el punto #2;
► Segunda Venida de Jesucristo: Después de que se cumplan estos mil años, Satanás será liberado por poco tiempo. Y lo primero que hará será instigar a los líderes de varios países para atacar a la Nueva Jerusalén. Entonces se dará la Segunda Venida de Jesucristo a la tierra;
► El Armagedón: Jesucristo viene a pelear la gran batalla del Armagedón contra Satanás y sus ejércitos, a quienes vencerá y echará al Lago de Fuego Eterno, donde ya estarán el Anticristo, la Serpiente Antigua, el Falso Profeta y la muerte;
► El Juicio Final: Es el juicio donde TODOS los seres humanos que nacieron y murieron desde el principio de la Creación y a través de los milenios, incluidos los Israelitas, serán despertados para pasar por el Juicio de DIOS. Todos aquellos que NO se arrepintieron de sus pecados antes de morir (la humanidad antes de Jesucristo) y todos los que no recibieron a Jesûs como su Señor y Salvador (la humanidad luego de la muerte y resurrección de Jesucristo y durante la predicación de los 144 mil en el Milenio) serán condenados a la muerte eterna y echados en aquel lago de Fuego Eterno, que es el Mar Muerto;
► Cielo Nuevo, Tierra Nueva: DIOS hará todas las cosas nuevas, cielo nuevo y tierra nueva.
► Eternidad: Finalmente, el Padre, el Hijo, el Espíritu Santo, los ángeles del Señor, y todos los seres humanos que se arrepintieron y recibieron a Jesucristo como Su Señor y Salvador, pasaremos a vivir juntos por la eternidad, allá donde no hay más dolor, ni enfermedad, ni muerte. Alabado sea el santo Nombre de Jesûs, Rey y Señor nuestro, amén.
Elamitas. Aunque los judíos de hoy descienden de los Elamitas, no son semitas. Los Elamitas descienden de Elam, uno de los cinco hijos de Sem, junto con Arfaxad, Asur, Lud y Aram y se ubicaron al este de Babilonia. Dieron origen a los pueblos Persas y Palestinos, pero ni éstos ni los judíos descienden de Isaac, la condición fundamental para ser parte del Pueblo de DIOS.Edomitas o Idumeos. Una reducida parte de los judíos del primer siglo se originaron en los Idumeos, descendientes de Esaú, el primer hijo de Isaac. Esto podría hacer semitas a los judíos, pero, según la Biblia, DIOS maldijo a los Edomitas y los condenó a su total desaparición de la faz de la tierra. Esaú es el primogénito de Isaac, pero perdió esa condición cuando la cambió a su hermano Jacob por un plato de lentejas. Más tarde, Jacob engañó a Isaac para recibir la bendición profética que le tocaba a Esaú, quien, debido a esto, juró venganza de muerte en contra de Jacob.Esaú cambió su nombre a Edom cuando él y los suyos se mudaron a vivir en la región de Edom, donde hoy está Petra, debido a que las tierras de esa región son rojas, y Esaú también lo era. Sus descendientes también pasaron a llamarse “Edomitas” y conservaron el odio en contra de Jacob y su descendencia. Esto se manifestó cuando los Israelitas volvían de su exilio en Egipto rumbo a Canaán, y tenían que pasar por el territorio de los Edomitas. Mas estos no les dieron permiso y obligaron a aquellos a buscar otra vía a través del desierto de Sinaí, lo cual provocó que se extraviaran demorando más de 40 años un viaje que normalmente debió durar alrededor de siete días.Por esta acción y otros eventos, DIOS maldijo a los Edomitas a su desaparición total. Mas tarde, cuando el reino de Israel se había establecido, aquellos se mantuvieron atacando a Israel hasta que David los sometió. Así se mantuvieron hasta que los judíos que habían llegado de Babilonia los convirtieron al judaísmo en el siglo 2 a.C. En ese tiempo, el idioma griego era el oficial y el nombre de Edom cambió a Idumea. Los Idumeos dan origen a los judíos Edomitas, aunque en el año 70 d.C. son masacrados por el ejército romano y desparecen para siempre. Herodes el Grande, quien gobernó Judea bajo el dominio romano, fue de ascendencia Idumea.Kházaros. Es la corriente étnica de donde desciende la mayor parte de los judíos de hoy. Los kházaros son una mezcla de los pueblos Persas, Turcos y Armenios, y llegaron a Palestina en sucesivas migraciones, empezando en el siglo 7 a.C., luego de la desaparición del reino de Israel. La siguiente gran ola migratoria se dio en el siglo 7 d.C., luego de la conquista de Jerusalén por parte del príncipe califa Omar, y finalmente en el siglo 17, luego de que el zar ruso Alejandro I venciera a Khazaria y enviara al exilio a los sobrevivientes kházaros a Palestina, donde se convirtieron al judaísmo, y con el tiempo se volvieron el origen a la mayoría de los judíos de hoy.
- Contactar a todos y cada uno de los judíos del mundo para hacerlos parte del movimiento sionista;
- Buscar un territorio en Argentina, Uganda o Palestina para fundar ahí el estado sionista;
- Apropiarse de la identidad del Pueblo Israelita bíblico para obtener la solidaridad, pero también el apoyo financiero, tanto de los cristianos como de los seculares del mundo; y
- Someter al mundo bajo su poder a través de apropiarse de todo el oro y la riqueza de todos los países de la tierra.
-Antes de que llegaran los sepulcros blanqueados, Jesûs estaba predicando y muchos de los judíos que oían se convirtieron. Estas dos frases eran el cierre de la prédica que se interrumpió cuando aquellos comenzaron el hostigamiento.
-Aquí, los mismos judíos se delatan a ellos mismos, pues, si bien es cierto que descienden de Abraham, ellos mismos declaran que no fueron parte de los Israelitas que vivieron esclavos por 430 años en Egipto. Por su propia boca confesaron que no son parte del verdadero pueblo de DIOS.
-Jesûs cita la Palabra bíblica que dice que los demonios no soportan al Hijo de Dios porque son del enemigo, y porque una sola palabra Suya los enviaría de vuelta a los infiernos, por ello reaccionan con odio, para evitar que el Señor los destruya.
-Ya acorralados, insisten en reclamar la descendencia del patriarca de Israel, lo cual los haría Israelitas, el argumento falso que han usado desde entonces, por los dos mil años pasados, para engañar a la humanidad.
-El Señor Jesûs vuelve a destruir esta declaración falsa, y los confronta al recordarles que Abraham obedeció a DIOS con toda su vida, dejando a su país, familia, amigos, inclusive su religión idólatra, para convertirse en el padre de la fe, y dar origen al pueblo que DIOS escogió como suyo. Mientras que fariseos, saduceos y el resto de los judíos babilónicos fasos Judaítas, se habían dedicado a explotar a su propio pueblo, y se habían vendido al poder romano, todo para mantener su poder en la falsa sinagoga, que Jesûs también denunció como la “sinagoga de satanás.”
-En este punto, Jesûs los tiene contra la pared, y ellos, llenos de odio, responden con este insulto personal en contra del Señor, con la infamia de que María lo concibió fuera del matrimonio con José. Esta falacia había sido esparcida precisamente por los judíos, los inventores de la frase injuriosa más terrible que se puede lanzar en contra de una persona, y que, por respeto a DIOS no podemos repetir, pero que el lector podrá discernir.
-Nuevamente Jesûs, con Su sabiduría única, no les responde con otro insulto, sino con un sentido común poderoso basado en la verdad de Su propia naturaleza divina. Y los increpa con conclusiones que están vigentes hasta el sol de hoy: Si los judíos fueran el pueblo de DIOS, amarían a Jesûs, pero los judíos rechazan a Jesûs precisamente porque no son de DIOS sino de su padre el diablo, su verdadero dios.
-Luego Jesûs les recuerda que su padre el diablo viene haciendo maldades desde el principio de la creación, cuando en el Edén engañó a Eva y Adán, tumbó el plan inicial del Dios Todo poderoso para Su creación, y mató a Abel, mintiendo y engañando todo el tiempo, hablando solo mentiras y falsedades, porque satanás, el padre de los judíos, es padre de toda mentira.
-En este punto, los judíos ya no responden, parece que se quedaron sin respuestas. Jesûs les pregunta por dos ocasiones que, si Êl habla verdad, por qué no le creen. Pero ellos no reaccionan, lo cual el Señor aprovecha y les da Êl mismo la respuesta, «Yo hablo verdad, pero ustedes no me creen, ¿saben por qué no me creen? Porque no son de mi Padre.»-Todos sabemos que la Palabra dice que, si alguien no es de Jesucristo, entonces de satanás es. Esto confirma sin duda alguna la veracidad de la declaración del Hijo de Dios acerca del origen y la naturaleza de los judíos.
-Totalmente fuera de sí y desacreditados ante la gran cantidad de gente que atestiguaba este debate, a los judíos no les quedó más argumento que acudir a la violencia -como siempre- y buscaron piedras para atacar al Señor;
-Seis meses más tarde, y sin ninguna culpabilidad ni crimen cometido, Jesûs expiraba luego de pasar por la terrible tortura y crucifixión, planeadas en las sombras de la medianoche por los ancestros de los que hoy en día se hacen pasar por Su pueblo.
- Corrupción Idiomática de Términos Bíblicos;
- Tergiversación de Historias Bíblicas; y
- Doctrinas Falsas.
- Los gentilicios “judaíta” y “judeano” se usaron en todas las Biblias antiguas para identificar respectivamente, a los descendientes de la tribu de Judá, y a los nacidos en Judea. Sin embargo, estos términos fueron reemplazados en forma secreta, pero con premeditación y alevosía, por el término “judío.” El reemplazo subliminal de los gentilicios originales ha manipulado el entendimiento de los Jesucristianos hacia aceptar la falsedad de que personajes bíblicos como David, Moisés, Abraham, Isaías, Jeremías, Ezequiel, etc., y hasta el Señor Jesûs, fueron “judíos.”
Pero como se ha repetido varias veces, todos ellos, incluido Jesûs, y todos los demás personajes de la Biblia desde Abraham hasta Juan, fueron Israelitas, Hebreos, Judaítas y/o Judeanos. Algunos podrían preguntar por qué es un problema llamar judíos a los Israelitas, Hebreos, Judaítas o Judeanos. Y la respuesta es que los significados de cada uno de estos términos no solo que no significan lo mismo, sino que son completamente antagónicos en toda su escencia.Para entender mejor, es necesario encontrar las definiciones correctas tanto del término “judío” como “judaísmo,” para lo cual se ha consultado Biblias antiguas. Por ejemplo, en la Biblia Políglota de 1756, el término “judío-judía” es citado para identificar “al habitante de Judea que practica la religión judía, propia del judaísmo.” Esto es opuesto a lo que se lee a lo largo de la propia Biblia, de que los Israelitas, Hebreos, Judaítas y Judeanos practicaron la fe en el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, el Padre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Si los personajes bíblicos antes mencionados no practicaron el judaísmo, ¿por qué habría que llamarlos judíos?
- En cuanto a los términos “judaísmo - judío” la Biblia nos dice que es “la religión nacida en Babilonia durante el cautiverio de Israelitas y Judaitas.” Este cautiverio resultó de las invasiones tanto del reino de norte o Israel, en el año 722 a.C., como del reino de Judá, en el año 586 a.C. La mayoría de Israelitas y Judaítas fueron llevados a Babilonia donde fueron absorbidos por completo por la cultura, tradiciones y religión babilónicas, lo cual produjo dos efectos:
- La desaparición para siempre del reino de Israel de la faz de la tierra; y
- El nacimiento del judaísmo, el culto religioso que resultó de la mezcla de la fe bíblica en el Dios de Abraham, Isaac y Jacob con la religión idólatra babilónica.
Los descendientes del cautiverio volvieron a Jerusalén para reconstruir el templo y la ciudad después de toda una generación (cuarenta y nueve años), en el año 538 a.C., y trajeron consigo el culto nuevo. Entonces, los habitantes de Iudá (Judá) que eran en su mayoría kházaros, asirios, persas, árabes, etc., al ver que los ritos religiosos que los recién llegados practicaban eran diferentes al de los antiguos Israelitas, comenzaron a llamarlos “Iu - Ius” que es el diminutivo tanto para “Iu-daitas” como para “Iu-deanos.” Cuando la letra ‘jota’ fue añadida al griego, latín y hebreo en los primeros siglos, “Iu” cambió a “Ju” que traducido al inglés se hizo “jew” y luego al español, donde metieron mano los traductores y lo relacionaron con Judea, y se hizo “judío.”Otro dato importante es que los recién llegados o “Iudios” tampoco seguían la Toráh sino dos libros que trajeron de Babilonia: el Talmud y la Khábala. Pero tampoco adoraban al Dios de Abraham, Isaac y Jacob, sino a Moloch y otros dioses. Y para completar el panorama, trajeron consigo varias fiestas y tradiciones que implementaron a pesar de no ser bíblicas, y varios artefactos extraños como la estrella de seis puntas, el candelabro de nueve brazos, la shekinah, etc. con los que practicaban brujería y ritos satánicos.Tristemente, al día de hoy, la Biblia, el libro de DIOS, en todas sus versiones modernas posteriores a 1960, incluida la Reina Valera, ha sido corrompida, y por ende, todos los diccionarios bíblicos. El término “judío” ha reemplazado en todas partes a los verdaderos términos “Iudaitas” y “Iudeanos.” Lo mismo sucede con todas las máquinas y robots de IA de búsqueda como Google, Grok, etc., y enciclopedias bíblicas, sitios web académicos y de consulta como Wikipedia, Academia, y por supuesto, la gran mayoría de páginas web de iglesias y ministerios Cristianos que presentan a Israel y los judíos como la nación y el pueblo de DIOS de estos tiempos.La sustitución inicua de estos términos bíblicos originales “judaíta” y “judeano” por “judío” ha llevado a generaciones enteras de cristianos a malinterpretar pasajes bíblicos cuyo significado original está a 180 grados de distancia de la interpretación actual. Un claro ejemplo de esto es la palabra “INRI” que Pilatos mandó a pintar en tres idiomas, griego, hebreo y latín, y ponerlo en la cruz del Señor. El significado original de las iniciales “INRI” es “Iêsus Nazarenus Rex Iudeanos” cuya traducción es “Jesûs de Nazareth, Rey de los Judeanos” es decir, “Jesûs de Nazareth, Rey de los habitantes de Judea,” una verdad bíblica. Pero en los textos actuales leemos la tergiversación “Jesûs de Nazareth, Rey de los Judíos,” que es una completa blasfemia pues implica que Jesûs está relacionado con la maldad de los mismos a quienes llamó “hijos de su padre el diablo.” ¿Entiende la aberración?Entre los Judaitas que fueron llevados a Babilonia en el año 586 a.C. hubo un reducido grupo que se mantuvo fiel al Dios bíblico, resistiendo la presión del rey babilonio, y que murieron en la gracia del Dios Todopoderoso. Entre ellos están los profetas Daniel, Ezequiel, Nehemías, Abdías, Hageo, Zacarias y Malaquías. El profeta Jeremías, que profetizó la invasión y desaparición de Judea, fue testigo presencial de su propia profecía, pero junto a un número reducido de Judaítas, pudo escapar a Egipto, donde murió poco después.Alguien podría preguntar en este punto, cuál es el problema de llamar judíos a los Israelitas, Hebreos, Judaítas o Judeanos. Y la respuesta es que, basados en el estudio etimológico que se acaba de hacer, la definición de cada uno de estos términos nos muestra que, no solo que no significan lo mismo, sino que son completamente antagónicos en toda su escencia. Por lo tanto, todos los personajes de la Biblia, desde Abraham hasta Juan, incluido Jesûs, deben llamarse siempre como Israelitas, Hebreos, Judaítas o Judeanos.
- DIOS pelea junto a Israel;
- El libro de la “reina” Esther;
- Jesûs fue judío; y
- La declaración de la mujer Samaritana.
- DIOS pelea junto a Israel
La historia de la confrontación de Jacob con DIOS relatada en Génesis 32 es un claro ejemplo de la manipulación interpretativa de los judíos. Según ellos, el Señor le cambia el nombre a Jacob por Israel, por “haberse atrevido a luchar contra DIOS y haberlo vencido, y que, por ello, peleará junto a Israel contra sus enemigos.” Sin embargo, y en primer lugar, estas afirmaciones son simplemente blasfemias porque DIOS es invencible, nada ni nadie lo puede vencer. Y, en segundo lugar, si DIOS dijo que pelearía junto a Israel contra sus enemigos, ¿por qué permitió las invasiones babilónicas y derrotas de Israel en todas ellas, lo cual provocó su desaparición? Si se acepta este facto hacemos a DIOS mentiroso, porque la Biblia dice que, si DIOS prometió algo, Êl lo hará, porque DIOS no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta. Por lo tanto, el reino bíblico de Israel existiría hasta hoy.La verdadera interpretación al significado del término “Israel” no es “uno que lucha con DIOS” en el sentido de que el Señor le da Su apoyo, sino “el que se enfrenta con Êl, lo desobedece, procrastina Sus mandatos.” Y la Biblia nos muestra que, desde el comienzo de la historia de las doce tribus de Israel, este pueblo, si por algo se caracterizó fue por su gran rebeldía, necedad y desobediencia a los edictos divinos lo cual provocó la ira de DIOS a tal grado que decretó su desaparición hasta el Juicio Final.
- El libro de la “reina” Esther
La Biblia nos advierte en 2 Timoteo 4:1-4 acerca de las “fábulas” que serán predicadas como si fueran historias bíblicas verdaderas, y el libro de Esther es un ejemplo de ello. En el Antiguo Testamento encontramos la historia de una mujer llamada la “reina” Esther y de su pueblo cautivo en Persia, alrededor del siglo 5 a.C. Pero aunque presenta un contexto histórico que incluye al rey persa Artajerjes o Asuero, esta historia es completamente falsa, pues no se ha encontrado ni una sola evidencia arqueológica o histórica que respalde la existencia de los personajes y eventos narrados en este libro.
Consultada la Historia Oficial de los Judíos, se encuentra a una niña Benjamita de nombre Hadassa cuyos padres murieron durante la invasión babilonia del año 583 a.C., y que fue llevada cautiva a Babilonia. Pero según los mismos registros judíos, Hadassa regresa a Judea alrededor de 50 años más tarde, es decir, ya anciana. Hasta allí están los datos verificables. Entonces aparece la historia ficticia de una mujer judía llamada Esther que fascinó al rey Asuero, conocido por su implacabilidad; se casó con él y llegó a ser la reina del poderoso imperio Persa, salvando de la muerte con este acto a cientos de miles de judíos cautivos en ese reino.Esta fábula fue añadida durante la recopilación de los escritos del Antiguo Testamento en el siglo 2 a.C. por los primeros traductores judíos. Sí, ellos otra vez. Un mito fue incluido junto con los cinco libros sagrados del Pentateuco, los proféticos, históricos, etc. Así pasó el libro de Esther a ser parte de la tradición bíblica, a pesar de que, en ninguna parte del contenido, ni Esther, ni Mardoqueo, ni nadie más hace una sola referencia al Dios Santísimo de Abraham, Isaac y Jacob. Y como cereza al pastel del fraude, los judíos crearon las fiestas del Purim que se celebran hasta ahora, justamente para recordar a Esther y su “acto heroico.”Pero la razón por la que los judíos de los primeros siglos d.C. incluyeran esta historia ficticia de un personaje no judío sino descendiente de la casa de Benjamín, fue para suplir la falta de un documento histórico-bíblico dedicado exclusivamente a ellos, osea, a los judíos. Aunque en el Antiguo Pacto no hay libros o cartas dedicados a ningún pueblo o etnia, en el Nuevo Pacto se encuentra toda una serie de cartas dedicadas a los Hebreos, Romanos, Colosenses, Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses y Tesalonicenses, pero ninguna carta a los Judíos. Así mismo, en el Apocalipsis encontramos mensajes para las iglesias de Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia y Laodicea, pero ninguna hace mención de la sinagoga de Jerusalén. Si el pueblo judío es el pueblo de DIOS, y Jerusalén la “ciudad santa,” ¿por qué no hay ni una sola epístola o mención para alguno de ellos en alguno de los Pactos?
- Jesûs fue judío
Todos los Jesucristianos, es decir, todos los redimidos por Su sangre bendita deben saber que esta frase-declaración no solo es absolutamente falsa sino también una blasfemia en contra del Señor Jesucristo, posible solo por la maldad y temeridad de los judíos. Es decir, si usted, como cristiano, apoya al estado sionista de Israel y los judíos, entonces usted es un cristiano sionista, lo cual es una aberración bíblica, pues no se puede apoyar a quienes mataron, niegan y maldicen a Aquel que dio Su vida por usted.Entre las sinrazones que los pastores cristianos sionistas usan para respaldar la blasfemia de que Jesûs es judío, y para efectos de este mensaje, se han escogido las siguientes cinco que sostienen que Jesûs es judío porque supuestamente:
- Desciende de la tribu de Judá;
- Cumplió con las tradiciones y leyes judías;
- “INRI” significa “Jesûs rey de los judíos”;
- Juan 1:11 dice que “Jesûs vino a Su pueblo; y
- Juan 4:1-30 dice que la mujer samaritana llama 'judío' a Jesûs.
Sin embargo, todas estas y todas las demás falsas y antojadizas interpretaciones del contenido de la Biblia, tienen su correspondiente corrección:
- Cierto que Jesûs desciende de la tribu de Judá, pero eso lo hace “Judaíta,” no judío, dos cosas completamente diferentes;
- Falso que Jesûs haya practicado las tradiciones y leyes judías. Al contrario, el Señor criticó y denunció a la sinagoga de Satán y la ley judía. Por ejemplo, el Sabat, Jesûs no solo que no lo observó, sino que se declaró Señor del Sabat y lo abolió. Las tradiciones y leyes que Jesûs observó como Israelita son las que están en la Toráh, y honró a Su Abba, el Dios de Abraham, Isaac y Jacob;
- “INRI,” como se explicó más arriba, no significa “Jesûs Rey de los judíos” sino Rey de los Judaitas, dos términos con significados completamente diferentes;
- El pasaje de Juan 1:11 no se refiere a los judíos, sino al verdadero pueblo de Jesûs, el remanente de los Judaítas (Israelitas) que había quedado luego de las invasiones de los Asirios quinientos años atrás. Todos ellos, junto con el remanente de Benjamitas y Levitas desaparecieron por completo en la toma de Jerusalén por parte del general romano Tito y su ejército, en el año 70 de nuestra era, evento que fue profetizado por el mismo Señor Jesûs; y
- La declaración de la mujer samaritana de Juan 4:1-30 no se refiere a que Jesûs es judío sino Judaíta, descendiente de la casa de Judá, por la referencia histórica que hace la Samaritana. y que se explica a continuación:
- La declaración de la mujer Samaritana
Esta es otra de las tantas falacias con las que los traductores judíos contaminaron todas las Biblias publicadas desde 1960 hasta los días actuales. En este caso, nos han hecho creer que en esta conversación de Juan 4:1-30, la mujer Samaritana confirma que Jesûs es judío:
«¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.»
Pero esta afirmación se cae por el peso de los argumentos históricos y bíblicos. En primer lugar, la Samaritana hace esta declaración basada en la ropa que Jesûs traía puesta, que no era judía. Preguntamos, la Biblia, ¿describe en alguna parte a Jesûs vistiendo ropas o prendas judías como la kipá o el talit? Al contrario, la Biblia describe a Jesûs vistiendo las mismas ropas que vestían los Judaítas de ese tiempo. Segundo, cuando la mujer hace esta declaración, no se refiere en ningún caso a algún conflicto entre los judíos y los habitantes de Samaria, la región donde habían habitado las diez tribus del reino de Israel, sino al status histórico que los habitantes de esa región -que no eran Israelitas-debían observar con los Judaitas. Y para probar esto tenemos que retroceder en el tiempo hasta Salomón, el último rey de Israel.Como todos sabemos, Salomón dividió el reino de Israel en el año 923 a.C. en dos reino: el del norte o Israel, asentado en la región de Samaria, y el del sur o Judá, asentado en Jerusalén y sus alrededores. Con el pasar de los años, una gran enemistad surgió entre Israelitas y Judaítas debido a que éstos últimos acusaban a los Israelitas de haberse apartado de los edictos del Dios de Israel para adorar a dioses falsos. De hecho, cuando los asirios invaden el reino del norte o Israel en el año 723 a.C. y lo desaparecen para siempre, el reino del sur, es decir Judaitas, Benjamitas y Levitas no ayudaron a sus hermanos.
Luego de estas invasiones asirias, los territorios de Samaria y Galilea quedaron vacíos por causa de que la mayoría de los Israelitas murieron, y el reducido número de sobrevivientes fue llevado cautivo a Babilonia. Entonces llega a Samaria la primera ola de inmigrantes kházaros, asirios, persas, turcos, egipcios, etc. La mujer Samaritana desciende de una de esas etnias que se consideraban extranjeras en las tierras donde antes habitaron los Israelitas. Por esa razón, a los Samaritanos no les estaba permitido hablar o peor, entablar diálogo con el remanente de los Judaitas. En resumen, el conflicto al que hace referencia la Samaritana se dió 300 años antes de que aparecieran los judíos en la historia humana.Por lo tanto, la verdadera traducción de este pasaje se lee así,
«¿Cómo tú, siendo JUDAITA, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque Judaítas y Samaritanos no se tratan entre sí.» (Juan 4:9)
- El Holocausto Judío;
- Los Templos como mandato de DIOS;
- Israel y los judíos son la nación y el pueblo de DIOS;
- Bendice a Israel para que no seas maldecido;
- Semitismo y Antisemitismo;
- Sionismo Cristiano, y
- Dispensacionalismo.
- Castigar a todo aquel que sea encontrado culpable de antisemitismo, con penas de cárcel de hasta 20 años y multas millonarias, y
- Decretar la prohibición del uso público de la Biblia y ordenar su incautación, pues según los sufridos judíos, el libro de DIOS es un libro con contenido antisemita que inspira el odio contra ellos.
«Entonces dijo DIOS a Abraham: ... en todo lo que te dijere Sara, oye su voz, porque en Isaac te será llamada descendencia.»
«Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.»
- Historia de la Dispensación
Según los libros de historia, la doctrina de la Dispensación se originó en dos fases: la primera fue en 1830, en Irlanda, cuando un pastor llamado John Nelson Darby adopta una eclesiología que “exculpa” a los judíos de la comunión de los creyentes y del estudio bíblico devocional, personal y comunitario. A pesar de sus pocos estudios en Teología, Darby llevó a cabo una sistematización teológica casi perfecta de la Biblia, que facilitaba en grado sumo su estudio, de tal forma que cuando llegó a EEUU, su impacto en la iglesia Cristiana Evangélica fue inmediato siendo adoptada rápidamente por ministros cristianos de la talla de Dwight Moody, Lewis Sperry Chafer, John Walvoord, etc., y uno de no tan buen testimonio, pero vital en esta historia, llamado Cyrus Scofield.Sin embargo, John Darby, cuyo testimonio personal y ministerial era polémico, no es el autor original de esta doctrina. Todo comenzó cuando Darby fue contactado, por instrucciones del Barón de Rothschild, por miembros del sionismo, para entregarle una copia de unos misteriosos manuscritos antiguos escritos en el siglo 11 de nuestra era por unos rabinos judíos de nombre Maimónides y Rashi. Derby se fascinó con la teología de los manuscritos y basó en ella la doctrina que publicó ese mismo año bajo su nombre y con el título de “Teología del Arrebatamiento Pretribulacional,” conocida también como la Doctrina de la Dispensación o Dispensacionalismo.La segunda fase se da setenta años más tarde, en el año 1906, cuando miembros del recién fundado partido sionista israelí contactan al pastor estadounidense Cyrus Scofield para entregarle, así mismo, una copia de los manuscritos antiguos. Para entonces, Scofield conocía poco acerca de la doctrina de la Dispensación de Darby, pero cuando encontró que aquella doctrina se originó en esos manuscritos, decidió escribir un comentario exegético de la Biblia Septuaginta adaptado a la Doctrina de Darby, dando origen a la Biblia de estudio Scofield.Scofield, al igual que Darby, tenía cuestionables antecedentes personales y ministeriales. Pero para los sionistas, era el agente perfecto para completar la segunda parte de su agenda, para lo cual le proveyeron de abundantes fondos, tanto para la producción de la Biblia como para su difusión masiva entre pastores y ministros, denominaciones, escuelas bíblicas e institutos teológicos. Para 1916 la Biblia de estudio Scofield se había convertido en el texto oficial de estudio y consulta en varios seminarios cristianos de EEUU. Entonces, Scofield recibió una recompensa económica de parte de la editorial Oxford, -de propietarios judíos, por supuesto- equivalentes en moneda actual, a un cuarto de millón de dólares.El Dispensacionalismo inundó el mundo evangélico desde comienzos del siglo 20, llegando a ser la postura más popular en la mayoría de las denominaciones cristianas en Latinoamérica. Sus proponentes más importantes surgieron primero en el Seminario Teológico de Dallas con figuras como John F. Walwoord, Dwight Pentecost, y Charles Ryrie, y entre las denominaciones que adoptaron al Dispensacionalismo como su doctrina oficial tenemos la Pentecostal, Asambleas de DIOS, Bautistas, Evangélicos, y los Misioneros protestantes.
- Maimónides y Rashi
Según los libros antiguos de la historia judía, la monumental sistematización teológica tanto del AT como del NT nació en el siglo 11 d.C. de nuestra era, como resultado de una vieja conspiración para convertir a los judíos en los descendientes del pueblo bíblico Israelita, aprovechando la desaparición de los Judaitas, Benjamitas y Levitas en la destrucción de Jerusalén del año 70 d.C. Los kházaros, etnia que desciende de Sem, llegó a Palestina después de ese evento terrible, y vieron la oportunidad de apoderarse de la identidad de las doce tribus del Israel bíblico como una forma de supervivencia, al comienzo, pero más tarde, como la vía para dominar al mundo, cuando se fundó el Partido Sionista Israelí, en 1895.Los autores de esta sistematización teológica fueron dos rabinos eruditos judíos muy conocidos: Maimónides (Rabí Moshé hijo de Maimón) y Rashi (Rabí Shlomo Itzjaki, Maestro de Israel). Ambos fueron expertos en los dos libros del judaísmo, el Talmud y la Khábala, pero también la Toráh o Biblia Hebrea, y la doctrina católica. Los dos rabinos sabían en ese tiempo que ni ellos ni ninguna de las etnias judías del mundo descendían del Israel bíblico. Tampoco siquiera soñaban en buscar un territorio para fundar su estado. Sin embargo, se habían propuesto dominar al mundo a través de controlar las ciencias, la economía, la religión y la política, para lo cual necesitaban adueñarse de la identidad del verdadero pueblo bíblico de Israel.Pero Maimónides y Rashi sabían que el Cristianismo era un obstáculo formidable para esos planes, y en ese contexto, previeron que la persecución que ya sufrían los judíos desde el comienzo de la nueva era se podía volver permanente, lo cual podría provocar su extinción, por lo que había que poner al Cristianismo de su lado. Así fue como decidieron estudiar a fondo la Biblia Cristiana y el Nuevo Testamento, lo cual les permitió conocer acerca de la doctrina de la Piedra Angular donde se asienta el Cristianismo, que sostiene que la salvación del alma de un ser humano para la vida eterna es posible sólo a través de Jesûs y Su sacrificio.Maimónides y Rashi se dieron cuenta de que esta ley espiritual deja por fuera automáticamente a todo ser humano que no haya recibido a Jesucristo como su Señor y Salvador, incluyendo a todos los judíos. Entonces deciden preparar una estrategia teológica para lo cual se convierten en expertos de la Biblia incluyendo el NT, con lo cual la pudieron organizar de una brillante forma metodológica de tal forma que pudiera ayudar a los creyentes a desarrollar su conocimiento bíblico y fortalecer su fe, y a la misma vez, que aceptaran de manera positiva y sin cuestionamientos la auto exclusión de los judíos de ser parte del pueblo de Jesucristo sin ningún perjuicio para ningún para ellos.Maimónides y Rashi decidieron ocultar los manuscritos para esperar el momento oportuno para su uso, pero también, por las poderosas leyes espirituales que encontraron en la Biblia Cristiana, especialmente en el Nuevo Testamento. Sin duda, se puede afirmar que ambos rabinos son los verdaderos precursores de la doctrina de la Dispensación, cuyos fundamentos teológicos aparecieron cuando Darby y Scofield hicieron su parte. Entonces pudo ser enseñada y predicada como una doctrina bíblica por los últimos cien años, ayudando indirectamente en la materialización de la vieja conspiración sionista para convertir a los judíos en los descendientes del pueblo bíblico Israelita.
- Sistematología de la Dispensación
Como ya se explicó más arriba, la teología de la Dispensación sostiene que el Israel bíblico sigue vivo, y que sus pobladores, los judíos, son el pueblo de DIOS. Es decir, la Dispensación es una posición teológica que respalda el credo judío, que, como todos sabemos, niega que Jesucristo es el Hijo de DIOS, que fue crucificado y que resucitó al tercer día, y que Su sacrificio de amor le dio a la humanidad la oportunidad de accesar a la vida eterna.La impresionante sistematización teológica de los libros de la Biblia en módulos de estudio bien definidos provocó la aceptación de las doctrinas falsas que tanto Darby como de Scofield empujaron, logrando posicionar la creencia de que los judíos son los descendientes de los Israelitas bíblicos, a los cuales eventualmente reemplazaron en la teología Cristiana y en las leyes y ciencias del mundo.La Dispensación se basa en cuatro puntos principales:
- La interpretación literal de las Profecías de los Tiempos del Fin;
- La independencia entre la iglesia Jesucristiana y el Israel de estos tiempos;
- El "Rapto secreto" de la iglesia antes de la Tribulación, y
- El Reino Milenial de Cristo en la tierra.
La Biblia de Estudio de Scofield enseña que la Dispensación divide a la historia de la humanidad en siete eventos bíblicos o "dispensaciones," periodos únicos en los que DIOS se relaciona con la humanidad:
- Inocencia, desde la Creación hasta la caída de Adán y Eva en el Edén;
- Conciencia, desde la Caída hasta el Diluvio;
- Gobierno Humano, desde Noé hasta Abraham;
- Promesa, desde Abraham hasta Moisés;
- Ley, desde Moisés hasta Juan el Bautista;
- Gracia, desde la Primera Venida de Jesûs y Su pasión, hasta Su segunda venida;
- Milenio, desde la Segunda Venida hasta el juicio del Gran Trono Blanco.
Finalmente, el dispensacionalismo sostiene “un dualismo radical y eterno entre el estado sionista de Israel como el pueblo terrenal de DIOS, y la Iglesia de los redimidos por Cristo Jesûs, como Su pueblo celestial. De aquí surge el propósito redentor, que, según esta doctrina, es distinto para ambos. Mientras que el propósito y el futuro de Israel son terrenales, los propósitos para la Iglesia son celestiales. A diferencia de los gentiles, Israel y los judíos no necesitan de Jesûs para ser salvos y acceder a la vida eterna.”Este último enunciado debe motivar a todo Jesucristiano del mundo a desechar por completo tanto la doctrina dispensacionalista de Darby como la Biblia de estudio Scofield, sin importar la calidad de la sistematización teológica o de las supuestas buenas intenciones que pudiera haber para comprender mejor la Biblia. Esque, si en el vaso de agua que bebemos se infiltra una sola bacteria, todo nuestro cuerpo se enfermará.
¡Señor, Señor, mírame, yo te serví, nunca falté ni a la iglesia ni al diezmo, no me dejes acá te lo ruego, te lo suplico, ten misericordia de mí !
maiishunejar@gmail.com
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