📖🖊 Cuídales que te Cuidaré
Devocional para hoy, Viernes 29 Julio, 2016. Por: CF Jara.
Leer Juan 21
«Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Êl le dijo: Apacienta mis corderos.» (Juan 21:15)
CONTEXTO
Mientras me hundía en el mundo de oscuridad y pecado, en la iglesia católica donde asistía, escuché varias veces a los oficiantes de turno que citaban una frase que aseguraban estaba en la Biblia:
-"Dios dice: cuídate que te cuidaré."
Sin embargo, algunos años después, y luego de haber sido salvado y redimido por Cristo Jesûs y haber empezado a leer y estudiar la Biblia cada día, no pude encontrar esta frase en ningún lugar del Libro de Dios. Pero lo que sí aprendí fue que, pensar que el Todopoderoso nos cuidará siempre y cuando nosotros nos cuidemos primero, contradice todo lo que la Biblia enseña. Dios, por Su infinito e incondicional amor por toda Su creación, cuidará de nosotros siempre y donde quiera que estemos, no importa qué.
Por ejemplo, durante todos los años que viví en el lodo del pecado, nunca el sol dejó de salir para mí, ni el aire me fue quitado, ni la esperanza que habitaba en algún lugar de mi alma desapareció. Y nada de eso pasó por mis fuerzas, o por mi sabiduría, o por el dinero que pude tener, NADA. Todo lo bueno que pasa en la vida de los seres humanos, sucede porque Dios así lo quiere, por Su inmenso amor por nosotros, aunque no lo merezcamos.
Por lo tanto, el “cuídate que te cuidaré” es solo una frase inventada por alguien. Gracias al Señor por ello.
EL MENSAJE
Esta mañana, mientras leía el devocional en Juan 21:15-17, pensé que, si pudo haber habido una frase dicha por Dios parecida al "cuídate que te cuidaré," dicha frase sería «cuídales que te cuidaré,» como el mandato que el divino Maestro dejó para Pedro. En estos versículos, Jesucristo le pregunta tres veces a Pedro si lo ama, y el discípulo le contesta las tres veces que sí.
El contexto de esta hermosa historia se da varios días después de que Jesucristo había abandonado el sepulcro luego de resucitar. Recordar que los discípulos sólo habían visto la tumba vacía y el sudario del Maestro cuidadosamente doblado sobre el lecho de piedra donde habían recostado Su cuerpo inerte. La persecución contra los seguidores de Jesûs se desató por lo que el miedo se apoderó de ellos. Entonces Pedro junto con Juan y un grupo de ellos, regresaron a la Galilea a retomar su antigua profesión de pescadores.
Habían estado pescando toda la noche y amanecía cuando las luces del alba les permitió ver a un hombre que caminaba por la orilla mientras levantaba los brazos y les decía que salieran del agua y se acercaran, porque les había preparado desayuno. Entonces, Pedro se miró con Juan porque el recuerdo de un evento parecido que les sucedió tres años atrás les cruzó el cerebro como un rayo. ¿Será aquel el Maestro? se preguntaron sin decirse ni una palabra solo mirándose a los ojos.
Y Juan no pudo más y despojándose de la camisa, se tiró al agua y nadó hasta llegar a la orilla donde se abrazó con Jesûs. Entonces Pedro se tiró al agua con ropa y todo y así mismo, nadó hasta llegar a la orilla donde abrazó al Señor.
El resto de los discípulos llegaron y entre todos, sentados alrededor de la hoguera y en medio de un gozo único, disfrutaban del pescado y las tortillas que Jesûs les había preparado. Pero Pedro se había apartado y silencioso comía, hasta que el Señor se le acercó. Pedro temía que Jesûs le reclamase por haberle negado por tres veces la noche que fue arrestado y torturado. De hecho, Pedro no tenía paz desde aquella noche, no podía dormir y muchas veces se encontraba sollozando por haberle fallado a su amado Rabí.
Y Jesûs no le increpó nada, pero sabía del dolor y sufrimiento que Su discípulo padecía. Entonces le preguntó,
-"Pedro, ¿me amas?"
a lo que él le contestó,
-"Si, Señor, te amo."
Entonces el Señor le dijo,
-"Apacienta mis ovejas."
Y ante el silencio de Pedro que no entendía la respuesta, Jesûs le hizo la misma pregunta por dos ocasiones más, y Pedro respondió la misma respuesta en las dos ocasiones hasta que en la tercera ya entendió el mensaje del Señor:
"Olvida lo que has hecho porque ya está perdonado. Ahora, procura dar testimonio de mi a todos aquellos que estén a tu lado pero también a aquellos que no conoces."
Jesucristo no tomó en cuenta las tres veces que el apóstol negó Su nombre, sino que, en base al amor que Pedro confesó por el Señor en este pasaje, le encomendó el rebaño de los creyentes que estaba naciendo, la grey de los Jesucristianos, los seguidores del Hijo de Dios, el ejército de redimidos por el sacrificio de Jesûs en la cruz que se convertirían en la sal de la tierra y la luz del mundo.
Amados hermanos, hermanas, todos nuestros pecados ya fueron perdonados en la cruz, por ello, el mandato de Jesûs a Pedro “CUIDALES QUE TE CUIDARÉ” debe retumbar en nuestros corazones y mentes para cuidar de los nuestros, pero también de los que no conocemos, a través de predicarles el mensaje de perdón y amor de Jesûs, para que se arrepientan de sus pecados y entreguen sus vidas al Único que puede perdonarnos y llevarnos a vivir con Êl en la vida eterna.
Si hacemos eso, si compartimos el testimonio de Jesûs a aquellos que sufren y lloran porque andan en la oscuridad por causa de una vida de pecado y desesperanza; o a aquellos que sufren y lloran los dolores de las tragedias de la vida; o a aquellos que tienen el alma desgarrada por causa de la maldad de otros, entonces Dios, no solo cuidará de nosotros sino que tocará la vida de aquellos y la transformará para bien, y para siempre. !!Gloria a Dios!!
Dios le bendiga.
Μαρανάθα, Ιησούς έρχεται σύντομα
Maranatha, sí Señor Jesús, ven pronto
ORACIÓN
«Señor, gracias por enseñarme que yo no debo preocuparme por mí pues Tû me cuidarás y me proveerás de todo lo que necesito. Gracias por mostrarme que si Tû me redimiste, fue para que ayude a otros a encontrar la luz de Cristo. Ayúdame Señor a cuidar a quienes me has encargado, pero también a aquellos que se crucen por mi caminar diario. Que tenga la suficiente valentía para hablarles de Ti, y de advertirles que, si no se arrepienten, no tendrán lugar en el reino milenial que Tû preparaste para aquellos que te hemos entregado nuestro corazón. Te lo pido humildemente en el nombre de Tu Hijo amado, Yeshûa HaMashiaj.»
התהילה היא רק של ישוע המשיחLa gloria es solo de Cristo Jesûs.
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