Lea: Juan 10:1-18
<<El ladrón no viene sino solo para mentir, hurtar, matar y destruir>> Juan 10:10
La situación mundial actual tiene varios factores comunes en casi todos los países y entre las diversas etnias de la tierra: falta de empleo y por ende de dinero, colapso en los sistemas de salud, crisis en el sector de la vivienda, violencia social y una delincuencia cada más extendida, osada y cruel, corrupción política, bancaria y empresarial empujada por la ambición y la avaricia desmedida de los grupos de poder económico, degeneración sexual descarada, contaminación ambiental abusiva e indolente, incremento del consumo mundial de drogas en todos los segmentos sociales, de género y por edades etc, etc., y podríamos seguir añadiendo ilimitadamente situaciones que nos confirman el estado decadente de la civilización humana.
Para nosotros los cristianos, esta situación mundial nos afecta indudablemente, sin embargo, podemos declarar que nosotros descansamos en las promesas de nuestro DIOS que cuidará de todos sus hijos. Es decir, podemos afirmar que aunque no tengamos trabajo, la provisión llegará, que si la enfermedad nos invade, podemos estar seguros de Su misericordia, que si nuestros hijos están pisando terrenos de rebeldía, nosotros podemos consagrarlos para el Reino y profetizar que llegarán a postrarse delante del DIOS viviente. <<Y todas estas cosas serán hechas si las declaramos en el nombre de Jesús>>…pero…..hay un requisito que cumplir.
Hay uno que anda como león rugiente (1Pedro5:8) listo para mentir, robar, engañar, arranchar, desvanecer, desaparecer, devorar, destruir, matar, acabar, asesinar, descuartizar, desmembrar, a todo hombre que vive sobre la tierra. Tal es el odio que el príncipe de este mundo tiene sobre nosotros que no desperdicia ni una sola oportunidad para ejercer la potestad que le damos cuando pecamos, para entrar en nuestras vidas y apropiarse de todo lo nuestro. Yo le firmo con mi propio puño y letra, una potestad, que es un poder, cuando peco, es decir, si: fornico, adultero, miento, blasfemo, robo, engaño, insulto, envidio, estafo, uso drogas o alcohol, visito lugares de pecado, practico la pornografía, no pago impuestos, no diezmo a DIOS de mis ingresos, etc etc.
Cuando andamos en obediencia, hay una cobertura especial de DIOS sobre nosotros y los nuestros y nada de lo que es nuestro, podrá el enemigo tocar siquiera, nada, porque el diablo no tiene sustento legal para hacerlo y aunque es el gobernante de este mundo, lo hace con reglas y los límites que Jehová, nuestro Padre, le ha puesto. Si vivimos en obediencia y santidad y la tribulación toca nuestras vidas, la provisión, la salud, el gozo, la paz y todo lo que necesitemos, no faltarán, pero cuando enfrentamos situaciones inesperadas, y no hay paz sino desesperación, angustia, blasfemia, buscamos culpables o echamos la culpa a DIOS, es el tiempo de reflexionar y buscar en lo íntimo de nosotros, si hemos pecado y no lo hemos confesado o si aún estamos transgrediendo las leyes de DIOS de una manera desobediente y desafiante. Si es así, tenga por seguro que el mismo Satanás se ha instalado en su casa y no es precisamente un huésped agradable. Ese, si usted le deja, quemará su hogar y lo matará a Usted y a los suyos.
Que DIOS lo bendiga.
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