Un ángel


Un ángel

Lectura Diaria para hoy, Miércoles 27: “Los momentos más oscuros”
(Randy Kilgore)
Lea: 1 Reyes 19:1-8
«… un ángel le tocó [a Elías], y le dijo: Levántate, come.» 1 Reyes 19:5

Biblia en un año: Salmos 120–122; 1 Corintios 9

Carlos Whittlesey fue héroe de héroes. Líder del denominado «Batallón perdido», durante la Primera Guerra Mundial, lo premiaron con la medalla de honor por su valentía cuando su unidad quedó atrapada detrás de las líneas enemigas. Cuando se inauguró en su país la tumba al soldado desconocido, lo eligieron para que fuera el portador del féretro del primer soldado colocado en ese sitio. Dos semanas después, se presume que terminó con su vida lanzándose de un crucero en el medio del océano.

Como Elías (1 Reyes 19:1-7), Carlos era fuerte en público; sin embargo, en los momentos de quietud y privacidad, experimentaba sentimientos de desesperación. Hoy las personas suelen enfrentar situaciones más tremendas de lo que pueden manejar. A veces, es una desesperación temporal producida por la fatiga, como en el caso de Elías. Este había logrado una gran victoria sobre los profetas de Baal (18:20-40), pero después, temió perder la vida y huyó al desierto (19:1-3). Sin embargo, a menudo, es más que algo desesperante y temporal. Por eso, es imprescindible que hablemos abierta y compasivamente sobre la depresión.

Dios ofrece estar con nosotros en los momentos más oscuros de la vida, lo cual nos permite, a su vez, acompañar en su nombre a los angustiados. Pedir ayuda (a los demás y a Dios) quizá sea el momento más fuerte de nuestra vida.

La esperanza llega con la ayuda de Dios y de los demás.

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Lumbrera


Lumbrera

Lectura Diaria para hoy, Martes 26: “Navegación espiritual”
(David C. McCasland)
Lea: Salmo 119:97-106
«Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.» Salmo 119:105

Biblia en un año: Salmo 119:89-176; 1 Corintios 8

En su premiado libro titulado Longitud, Dava Sobel describe un dilema que enfrentaban los antiguos marineros. Podían determinar la latitud norte o sur en que se encontraban por la duración de la luz del día o la altura del sol. Pero calcular la longitud este u oeste seguía siendo un tema complejo, hasta que el relojero John Harrison inventó el cronómetro marino. Era «un reloj que podía mantener la hora correcta desde el puerto de salida […] hasta cualquier rincón del mundo», mediante lo cual permitía que los marineros supieran en qué longitud estaban.

Mientras navegamos por los mares de la vida, nosotros también tenemos una guía espiritual confiable: la Biblia. El salmista escribió: «¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación» (Salmo 119:97). No estaba hablando de echar un vistazo ocasional a la Palabra de Dios, sino de reflexionar en las instrucciones del Señor todos los días: «… tus testimonios son mi meditación» (v. 99). Esto iba acompañado de un compromiso a obedecer al Autor: «Juré y ratifiqué que guardaré tus justos juicios» (v. 106).

Como los marineros de antaño, hoy necesitamos una guía constante para ayudarnos a encontrar nuestro camino y mantener el curso. Esto es lo que sucede cuando buscamos al Señor todos los días con un corazón abierto y un espíritu dispuesto que declara: «Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino» (v. 105).

Con Dios como piloto, vas en la dirección correcta.

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Un poco más


Un poco más

Lectura Diaria para hoy, Lunes 25: “Más que una espera”
(Anne Cetas)
Lea: Hechos 1:1-11
«Todavía un poco, y no me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis; porque yo voy al Padre.» Juan 16:16

Biblia en un año: Salmo 119:1-88; 1 Corintios 7:20-40

No sé cómo será donde tú vives, pero, en mi caso, cuando tengo que llamar para que reparen un artefacto en mi casa, la empresa dice algo así: «El técnico estará allí entre la una y las cinco de la tarde». Como no sé cuándo va a llegar exactamente, lo único que puedo hacer es esperar.

Jesús les dijo a sus seguidores que pronto los dejaría y que tendrían que esperar «un poco» (Juan 16:16). Después de resucitar, volvieron a verlo y ellos esperaban que estableciera su reino en la Tierra en ese momento. Pero Él les dijo: «No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad» (Hechos 1:7). Deberían esperar un poco más.

Sin embargo, tenían que hacer algo más que esperar. Jesús también les indicó a sus seguidores que debían ser «testigos [de Él] en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra» (v. 8). Entonces, les dio el Espíritu Santo para capacitarlos para hacer esa tarea.

Seguimos esperando que Jesús vuelva. Mientras tanto, en el poder del Espíritu Santo, nos deleitamos en decirles y mostrarles a otros quién es Él, qué ha hecho por todos nosotros a través de su muerte y resurrección, y también su promesa de volver.

Espera y testifica hasta que Jesús vuelva.

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LA GLORIA ES SOLO PARA CRISTO

«PORQUE LO LOCO DE DIOS ES MAS SABIO QUE LA SABIDURÍA DE TODOS LOS SABIOS HUMANOS JUNTOS; Y LO DÉBIL DE DIOS ES MAS FUERTE QUE LA FORTALEZA DE TODOS LOS HOMBRES JUNTOS. DIOS EN SI NO PUEDE SER NI LOCO NI DÉBIL, SINO QUE NOSOTROS, SUS HIJOS LOCOS Y DÉBILES, FUIMOS HECHOS SABIOS Y FUERTES POR DIOS EN CRISTO JESÚS.

PUES DIOS ESCOGIÓ A LOS NECIOS PARA AVERGONZAR A LOS SABIOS; Y A LOS DÉBILES PARA AVERGONZAR A LOS FUERTES; Y ESCOGIÓ LO VIL DEL MUNDO Y LO MENOSPRECIADO Y LO QUE NO ES, PARA DESHACER LO QUE ES. PARA QUE NADIE SE JACTE EN SU PRESENCIA.

EL QUE SE LLAMA PENTECOSTAL, DIGA DE CRISTO SOY; EL QUE DICE SOY BAUTISTA EXCLAME CRISTO ES MI SEÑOR; Y EL QUE SE IDENTIFICA COMO WESLEYANO, PRESBITERIANO, METODISTA, ANGLICANO, INDEPENDIENTE, MENONITA, ADVENTISTA, CATÓLICO, ETC., NO DIGA SOY TAL SINO QUE DIGA DE CRISTO SOY Y A ÉL Y SOLO A ÉL SEA TODA LA GLORIA, TODA LA HONRA Y TODO EL HONOR, POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS, AMÉN.» (1 Corintios 1:1-25)

Resplandeció


Resplandeció

Lectura Diaria para hoy, Viernes 22: “Vivir en amor”
(Dave Branon)
Lea: Salmo 112
«Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos; es clemente, misericordioso y justo.» Salmo 112:4

Biblia en un año: Salmos 110–112; 1 Corintios 5

En el país africano donde vive una amiga mía, el agua es un elemento valiosísimo. A menudo, la gente tiene que recorrer largas distancias para recoger agua en arroyos pequeños y contaminados, lo que genera enfermedades y muertes. A las organizaciones como orfanatos e iglesias les resulta difícil servir a las personas que no tienen agua. Pero eso está empezando a cambiar.

Con el liderazgo de mi amiga y las donaciones generosas de algunas personas que son miembros de iglesias establecidas, están comenzando a cavarse pozos de agua. En este momento, al menos seis pozos nuevos están funcionando, lo que permite que esas iglesias sean centros de esperanza y aliento. Gracias a este suministro de agua, también se podrán abrir un centro de salud y un hogar para 700 huérfanos.

Esta es la clase de amor que puede fluir de los creyentes en Cristo, tras haber experimentado el amor y la generosidad de Dios. Pablo afirma en 1 Corintios 13 que, si no tenemos amor, nuestras voces solo hacen ruido en los oídos de la gente y nuestra fe no significa nada. Y el apóstol Juan declara que, si tenemos posesiones materiales y hacemos algo cuando vemos que otros tienen necesidades, eso demuestra que el amor de Dios mora en nosotros (1 Juan 3:16).

El Señor desea que seamos «compasivos» (Salmo 112:5 rvc) con los necesitados, porque su corazón es misericordioso con nosotros.

La bondad es el cristianismo con ropa de trabajo.

                                                
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Galardón


Galardón

Lectura para hoy, Jueves 21: “Ánimo para el luchador”
(David C. McCasland)
Lea: Hebreos 10:32-39
«No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón.» Hebreos 10:35

Biblia en un año: Salmos 107–109; 1 Corintios 4

Un antiguo adagio señala: «El que mucho abarca poco aprieta». Es sabio no asumir más responsabilidades de las que uno puede manejar. Sin embargo, a veces, es muy probable que nos sintamos abrumados por el tamaño y la dificultad de la tarea que hemos aceptado realizar.

Esto puede suceder también en nuestro andar en Cristo por la fe, cuando nuestro compromiso con Dios parece demasiado pesado para sobrellevar. Pero Él tiene una palabra de aliento para darnos cuando nuestra confianza titubea.

El escritor de Hebreos exhortó a sus lectores a recordar la valentía que habían demostrado durante los primeros días de su fe (10:32-33). A pesar de los insultos en público y la persecución, ayudaron a los creyentes presos y aceptaron gozosos la confiscación de sus bienes (vv. 33-34). Con eso en mente, dice: «No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa» (vv. 35-36).

Nuestra confianza no depende de nosotros, sino que está fundamentada en Jesús y en su promesa de regresar en el momento exacto (v. 37).

Es el poder de Dios lo que nos capacita para seguir en nuestro sendero de fe. Recordar la fidelidad del Señor en el pasado estimula nuestra confianza en Él en el presente.

Confiar en la fidelidad de Dios estimula nuestra confianza.


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El Fundamento


El Fundamento

Lectura Diaria para hoy, Miércoles 20: “Nuestro fundamento”
(Dennis Fisher)
Lea: 1 Corintios 3:1-11
«Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.» 1 Corintios 3:11

Biblia en un año: Salmos 105–106; 1 Corintios 3

La ciudad de Nördlingen, en Baviera, es única. Está ubicada en el medio del cráter Ries, una gran depresión circular causada hace muchos años por el impacto de un meteorito. La tremenda presión que produjo ese impacto dio como resultado una roca inusualmente cristalizada y millones de diamantes microscópicos. En el siglo xiii, estas piedras moteadas se usaron para construir la Iglesia de San Jorge. Los visitantes pueden ver los hermosos depósitos de cristal en su cimiento y en sus paredes. Podría decirse que tiene un fundamento celestial.

La Biblia habla de una clase distinta de fundamento. El Señor Jesús vino a este mundo desde el cielo (Juan 3:13). Cuando regresó allí, después de su muerte y resurrección, dejó a sus seguidores, quienes se convirtieron en el «templo viviente» de Dios, del cual Él es el cimiento. El apóstol Pablo afirma: «Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo» (1 Corintios 3:11).

El edificio de esa iglesia en Baviera está construido sobre un cimiento de trozos de roca del cielo físico, pero la Iglesia espiritual (todos los creyentes en Cristo) está cimentada en el supremo fundamento celestial: Jesucristo (Isaías 28:16; 1 Corintios 10:3-4). 

Alabemos a Dios porque, debido a lo que Jesús hizo, nuestra salvación es segura.

Cristo, la Roca, es nuestra esperanza segura. 


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Total Obediencia


Total Obediencia

Lectura Diaria para hoy, Mates 19: “Seguir al dueño”
(Jennifer Benson Schuldt)
Lea: Números 9:15-23
«Al mandato del Señor acampaban, y al mandato del Señor partían, guardando la ordenanza del Señor…» Números 9:23

Biblia en un año: Salmos 103–104; 1 Corintios 2

En una exhibición canina cerca de mi casa, vimos la presentación de un lebrel escocés. Tras la orden de su dueño, el animal se alejaba corriendo varios metros y regresaba de inmediato, saltaba cercas e identificaba objetos usando su sentido del olfato. Después de terminar cada ejercicio, se sentaba a los pies de su amo y esperaba más indicaciones.

La atención cuidadosa de este perro a la instrucción de su dueño me recordó la devoción que Dios deseaba que su pueblo tuviera hacia Él mientras lo seguía en el desierto. El Señor lo guiaba de una manera singular: su presencia aparecía en forma de una columna o nube. Si la nube subía, quería que su pueblo se trasladara a otra zona. Si descendía, debían quedarse donde estaban. «Al mandato del Señor acampaban, y al mandato del Señor partían, guardando la ordenanza del Señor…» (Números 9:23). Los israelitas cumplían con esta práctica día y noche, independientemente del tiempo que tuvieran que permanecer en un mismo lugar.

Dios no solo estaba probándolos, sino que los guiaba hacia la tierra prometida (10:29). Quería llevarlos a un lugar mejor. Lo mismo sucede con nosotros cuando nos pide que lo sigamos: desea guiarnos a un sitio donde nuestra comunión con Él se profundice.

Su Palabra nos asegura que el Señor es amoroso y fiel al guiar a aquellos que le siguen humildemente.

Dios les pide a sus hijos que sigan al Líder.
                                                
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Ven, no tardes


Ven, no tardes

Lectura Diaria para hoy, Lunes 18: “Creer de antemano”
(Philip Yancey)
Lea: Apocalipsis 22:12-21
«Ciertamente vengo en breve…» Apocalipsis 22:20

Biblia en un año: Salmos 100–102; 1 Corintios 1

En un campo de concentración alemán, durante la Segunda Guerra Mundial, algunos presos norteamericanos elaboraron una radio casera sin ser descubiertos por los guardias. Un día, llegó la noticia de que los alemanes se habían rendido, lo cual puso fin a la guerra. Sin embargo, por problemas de comunicaciones, los guardias todavía no lo sabían. Una gran celebración estalló cuando corrió la noticia entre los prisioneros. Durante tres días, cantaron, saludaron con la mano a los guardias e hicieron bromas sobre la comida. Al cuarto día, cuando se despertaron, descubrieron que todos los alemanes habían huido. La espera había terminado.

Varias historias bíblicas se centran en esperar: Abraham espera un hijo (Génesis 12–21); los israelitas esperan ser librados de Egipto; los profetas esperan el cumplimiento de sus predicciones; los discípulos esperan que Jesús actúe como el poderoso Mesías que aguardaban. Las últimas palabras del Señor al final de Apocalipsis son: «vengo en breve», seguidas de una oración resonante e inmediata: «Amén; sí, ven, Señor Jesús» (22:20). Por esta razón, seguimos esperando.

Ahora bien, me pregunto: Mientras esperamos, ¿por qué solemos estar temerosos y angustiados? Como los prisioneros aliados, podemos actuar en función de la buena noticia que decimos que creemos. Después de todo, tener fe en Dios es creer de antemano lo que solamente tiene sentido al revés.

La espera prueba nuestra fe; por eso, aguardamos esperanzados.
                                                
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