La Navidad No es una Fiesta Cristiana


📖🖊 La Navidad es una Fiesta Cristiana
Serie: Las Falsas Doctrinas, Parte 6
Estudio Bíblico para hoy, Lunes 5 de Diciembre, 2022.
Por: CF Jara

Leer: Mateo 2
«¿Dónde está el rey de los judeanos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.» (Mateo 2:2)

CONOCER LA VERDAD
Bendiciones amados hermanos. Gracias por acompañarnos en este nuevo estudio de la serie “Las Falsas Doctrinas.” La humanidad se encuentra a las puertas de la celebración universal de las fiestas conocidas como “Navidad,” que implican un tiempo de celebración, gozo, amor y sobre todo, la entrega de regalos y presentes.

En este estudio hablaremos acerca de la Navidad, otra falsedad que se ha instalado tanto en el mundo como en la iglesia cristiana evangélica, y todo lo que esta falacia representa, no solo para los creyentes de la fe nacida en el ministerio de Jesûs en la tierra, sino para todo el mundo en general.

Para sustentar esta declaración de que la celebración de la Navidad no es bíblica, por lo tanto, no debe ser celebrada por los Cristianos bíblicos, nos basaremos en dos argumentos principales:

  • La Navidad nació en el siglo 4 de nuestra era, como la continuación de una fiesta católica pagana llamada las Saturnalias, y
  • La Biblia no establece en ninguna parte que Jesûs nació el 24 de Diciembre del año 0 (cero).
Acompáñenos en este estudio, que esperamos que sea de gran edificación para su vida y la de los suyos.

6. LA NAVIDAD NO ES UNA FIESTA CRISTIANA

Queridos hermanos, hermanas en Cristo Jesûs, la Navidad NO es una fiesta Cristiana o bíblica, sino al contrario, es una festividad pagana inventada por los líderes de la iglesia católica en el siglo 3 d.C., no para celebrar el nacimiento de Jesûs en la tierra, sino para extender la celebración de otras fiestas paganas llamadas "Saturnalias." Pero DIOS está usando las obras malvadas del enemigo para llamar en estos tiempos a la gente del mundo a buscar a Dios, a arrepentirse de sus malos caminos y entregar sus vidas al único que les puede dar acceso a la vida eterna, Jesûs, el verdadero motivo de estas festividades.

LAS SATURNALIAS
Amados hermanos, de entre todos los elementos que son parte de la Navidad, sean religiosos, sociales, tradicionales, festivos, etc., el elemento predominante no es la celebración del advenimiento del Salvador del mundo a la tierra, sino el deseo de demostrar amor y cariño de unos para los otros a través de la entrega de regalos y presentes, lo que en muchos casos termina provocando un endeudamiento innecesario de la mayoría de los seres humanos, y que a los únicos que beneficia, y grandemente, es a los bancos y tarjetas de crédito, los supuestos “dueños del dinero.”

Tampoco es cierta la afirmación de que debido a que el consumismo y materialismo feroz se han apoderado de la Navidad, su verdadero sentido se ha corrompido con el pasar del tiempo. La verdad es que la Navidad nació corrupta, pues los inventores de esta festividad, que son los papas y la iglesia católica de los primeros siglos, instituyeron esta celebración para culminar otra celebración romana pagana llena de pecado y depravación llamada “las Saturnalias,” y cuyo propósito era la entrega de regalos entre los participantes en medio de terribles bacanales. Entonces, ya de por sí, la Navidad NO debe ser celebrada por quienes creemos que Jesucristo es nuestro Señor y Salvador.

Las Saturnalias eran unas fiestas celebradas por los romanos para adorar, venerar y exaltar a la gran mancha en forma de hexágono que está en el polo norte del planeta Saturno, que era el principal dios de los romanos. (La sonda Voyager descubrió un segundo hexágono en 2018). Esta extraña formación gigantesca en forma de hexágono ya había sido visualizada por los astrólogos de la antigüedad. Para los efectos del mensaje, es necesario decir que el hexágono tiene la fórmula geométrica 666: 6 lados iguales, 6 ángulos rectos, 6 triángulos perfectos:

Mil años antes, los sumerios ya habían visualizado al hexágono en Saturno y de allí salió la estrella de 6 puntas, conocida equivocadamente como la estrella de “David,” que aquellos usaron para sus ritos satánicos de brujería y hechicería. Esta estrella es llevada siglos más tarde a Judea tanto por los judeanos que volvieron del exilio como por los kházaros que llegaron a Palestina en el siglo 1 d.C. Es en 1895 cuando la tal estrella de David que nunca fue de David se adopta como símbolo del judaísmo y luego se la inserta en la bandera del estado de Israel en 1948.

Como nota aclaratoria debemos mencionar que el término hebreo “Shabbat,” que significa “Sábado” en español, viene de la palabra “Saturno.” Por ello, la celebración de los judíos actuales del Sabat como su día de descanso, no es bíblico sino al contrario, satánico, pues celebran a Saturno y no a Jesûs, quien declaró que Êl es “el Señor del Sabat.”

Volviendo a las Saturnalias, estas fiestas eran celebradas en el imperio romano desde antes del nacimiento de Jesûs, en las primeras semanas del mes que más tarde se llamó Diciembre. La razón para ello es que el 21 de este mes empieza el solsticio de invierno del sol que provoca la reducción de las horas de luz en el día, y eso se interpretaba como la muerte de la creación. Entonces, los romanos querían iluminar al mundo, llenaban sus hogares con ramas y arbustos, encendían muchas velas y antorchas e intercambiaban regalos, pero, sobre todo, intercambiaban los roles entre los integrantes de la sociedad: los hombres se vestían de mujeres, los amos se vestían de esclavos, y a los niños les vestían como adultos. Parecería un juego inocente, sin embargo, el intercambio de roles también incluía la parte sexual. Entonces ya se puede imaginar a la depravación.

En el siglo IV de nuestra era, la recién nacida iglesia católica adoptó esta tradición para promover la conversión de los romanos al catolicismo. Como estas celebraciones sucedían en las tres primeras semanas de Diciembre con libaciones, comelonas y fornicación, la iglesia católica inventó la Navidad en la cuarta semana de Diciembre para celebrar la venida de Jesucristo a la tierra, a manera de expiación de los pecados, tal y cual sucede con el carnaval y el miércoles de ceniza.

Varios documentos de la época romana, como el almanaque del siglo IV, señalan que, además del festival de las saturnales, los romanos tenían otra celebración: la del “nacimiento del sol invicto o no conquistado,” que se celebraba cada 25 de diciembre, de acuerdo con el Calendario de Filocalus. Y es en ese documento donde se hace la primera mención a que el 25 de diciembre es el nacimiento de Jesús.

Entre los años 320 y 353 de nuestra era, el papa Julio I fijó la celebración de la Navidad como solemnidad, en cada 25 de diciembre. En el siglo V, el papa León I confirmó la fecha del 25 de diciembre como la fecha de conmemoración del nacimiento de Cristo y como una de las principales fiestas de la iglesia católica. Finalmente, el emperador Justiniano declaró en el 529 a la Navidad como la fiesta oficial del imperio.

Años más tarde, en el siglo XV, el historiador italiano Polidoro Virgilio hizo notar las similitudes entre varios ritos paganos y la celebración de la Navidad, por ejemplo, a la celebración inglesa conocida como “el señor del desgobierno,” que ocurría el día de Navidad, cuyas actividades eran muy parecidas a lo que se hacía durante las saturnales.

CUÁNDO NACIÓ JESÛS
Acerca del 25 de Diciembre como el día y el mes del advenimiento del Señor al mundo, la Biblia no dice absolutamente nada, y en el relato del catolicismo existen muchas discrepancias, más bien los datos que nos han hecho creer están muy alejados de la verdad. De acuerdo con investigaciones serias, es más sensato pensar que el nacimiento pudo haberse darse en los primeros días del mes de Nisán, el séptimo mes del calendario hebreo, que equivale al mes de Marzo del calendario gregoriano, en lugar de Diciembre, como se nos ha hecho creer.

El bebé Iesûs (Jesûs, en griego) no pudo haber nacido en Diciembre porque en Israel, al igual que en los países del hemisferio norte, comienza el invierno y las temperaturas exteriores alcanzan los cero grados centígrados, por lo que, si un bebé recién nacido es expuesto a la intemperie, morirá a las pocas horas. En cambio, Nisán o Marzo, es el comienzo de la primavera. Y de acuerdo a las revelaciones escatológicas de la Biblia, la segunda alternativa para el nacimiento de Jesûs es Septiembre.

Acerca del año de nacimiento de Jesûs, tampoco hay certeza pues la Biblia tampoco dice algo al respecto. Cada cierto tiempo aparecen nuevas conjeturas mientras otras se van descartando. Sin embargo, se puede determinar una fecha cercana estudiando algunos eventos históricos y astronómicos que sucedieron en los cielos, que sí están registrados en la Biblia y que coincidieron con la profecía del nacimiento del Mesías de Israel.

Algunas teorías ponen el nacimiento de Jesûs entre los años 6 a.C. y 3 d.C., por la aparición en los cielos de dos fenómenos astronómicos:
  • La descripción bíblica de Mateo 2:2 donde se habla de la estrella de Belén, que pudo ser la estrella Aries, o
  • La conjunción de algunos planetas que, de acuerdo a la NASA, se dio en ese tiempo.
Pero ya se está manejando otra teoría que podría ser más exacta y que está basada también en estudios de la NASA y en los registros históricos, que posicionan el advenimiento del niño Jesûs en el 12 a.C., pues en ese año apareció en los cielos del Medio Oriente, una estrella más brillante que las otras y que se acerca más al relato bíblico. Esta “estrella” era el cometa Halley:
  1. Los registros científicos-históricos sobre la aparición del cometa Halley comienzan en el año 466 a.C. y continúan en el 239 a.C., 164 a.C., 87 a.C. y 12 a.C. Si usted quiere hacer el cálculo, recuerde que el cometa Halley aparece cada 75, 77 o 79 años;
  2. Entonces, si los registros de la NASA están exactos, el cometa Haley apareció en los cielos de Oriente Medio a comienzos del año 12 a.C. Esto quiere decir que Jesûs nació a comienzos de aquel año 12 a.C.;
  3. Si los sabios de Oriente, que conocían la profecía de la llegada del Salvador de Israel, ven por primera vez al cometa en las mismas fechas, es decir, al comienzo del 12 a.C., cuando llegaron a Jerusalén primero y luego a Belén, dicho viaje por camello les tomó dos años, es decir, llegaron en el año 10 a.C. cuando Jesûs ya tenía dos años de edad;
  4. Según la Biblia, luego de que los sabios visitaran a Herodes y que le comentaran que van a visitar al Mesías de Israel que había nacido como cumplimiento de la profecía, el emperador ordena matar a todos los niños menores de dos años de toda la región. La historia reporta esa matanza en el año 10 a.C.;
  5. La Biblia dice que la noche anterior a que Herodes emitiera dicho edicto, el arcángel Gabriel se presenta a José y le da instrucciones que tome a María y al niño Jesûs y huyan esa misma noche a Egipto, donde se quedan a vivir por 6 años;
  6. En el año 4 a.C. fallece Herodes y le sucede su hijo, Herodes Arquelao;
  7. Entonces, el arcángel Gabriel se presenta otra vez a José y le dice que regrese a Israel pero que no vaya a Belén sino directo a Nazareth. Jesûs tenía 8 años cuando regresó, que es la edad que el evangelio apócrifo de Tomás registra y que relata eventos de la infancia de Jesûs desde su retorno a Galilea, a sus ocho años de edad.
Si se aceptan los registros de la NASA acerca de la opción de la conexión divina entre la aparición del cometa Halley y el nacimiento de Jesûs el Mesías de Israel en el año 12 a.C., y si el año de Su crucifixión, muerte y resurrección se dio entre los años 30 y 33 d.C., la posible edad que pudo haber tenido Jesûs en ese momento habría sido 42 años en el primer caso, o 45 años en el segundo caso, y no 33 años como nos han hecho creer.

LA NAVIDAD HOY

El hecho más importante acerca del nacimiento de Jesucristo en la tierra es que el Señor partió la historia de la humanidad en el tiempo antes de Êl y después de Êl. Aunque la navidad es, según la Biblia, el evento del advenimiento de Dios a la tierra como hombre en la figura de Su Hijo Jesûs, la humanidad usa esta fecha para llevar adelante la festividad sin duda más celebrada en el planeta. Pero no lo hace basada en el evento bíblico, sino en muchas otras razones y en medio de muchos elementos paganos.

Personas de todas las razas, religiones, países, idiomas, afiliación política, profesión, edad, condición social y económica, sexo, etc., aprovechan este tiempo para manifestar a sus familiares, amigos y desconocidos su aprecio y deseos de bienestar. Pero, inducida por la mercadotecnia, la humanidad ha caído en la costumbre de que la mejor forma de manifestar ese cariño es a través de regalos o presentes, lo cual desata un frenético y feroz consumismo. Y por falta de conocimiento, delegan la entrega de esos presentes a varios personajes irreales y hasta demoniacos, como el papá Noel o santa Claus, y la serie interminables de duendes, gnomos, muñecos de nieve y otros que se mueven, etc.

En cuanto a los árboles luminosos, los pastores y predicadores Cristianos que denuncian la relación de la celebración navideña con cosas y ritos satánicos citan a las historias bíblicas del Antiguo Pacto que relatan las costumbres y tradiciones paganas tanto del pueblo de Israel como de otros, donde aquellos solían, para celebrar ciertos eventos, iluminar árboles con lámparas, velas, candelabros y varios objetos y luego practicaban orgías debajo de esos árboles. No es una historia sino varias, las que están disponibles para su investigación.

Sobre papá Noel, hay varias leyendas que hablan acerca del acomodado obispo católico de origen griego, Nicolás de Bari, quien solía hacer regalos a la gente pobre especialmente niños. Esta historia transcurre en el siglo IV, al mismo tiempo de la orden del papa acerca de celebrar el nacimiento de Jesûs en la fiesta pagana en honor a Mitra. Al final de dicha celebración, los adultos solían dar regalos a sus hijos.

El pesebre, el musgo, las imágenes talladas o esculpidas de los personajes relacionados con el evento, incluido Jesûs niño, sus padres, los sabios, los animales de establo, etc., son adiciones que se fueron haciendo con el pasar del tiempo. Sin embargo de que estas adiciones fueron naciendo en la tradición popular, algunas de ellas han degenerado en idolatría y paganismo. Por ejemplo, en Hispanoamérica, la gente adora a las estatuillas del “divino niño” ante el cual se arrodillan, le rinden pleitesía y su fanatismo les hace creer que la estatuilla es el “niño milagroso” que incluso camina cuando todos duermen en la casa.

Finalmente, en cuanto a la entrega de regalos, presentes, obsequios, etc., tal como se lee más arriba y según los registros históricos, esta costumbre se practicaba también en las Saturnalias, hace más de mil seiscientos años.

EL CRISTIANISMO BIBLICO Y LA NAVIDAD
Es una verdad lamentable y del tamaño del universo, el hecho de que la iglesia no entró al mundo como Jesûs nos mandó a hacer, sino al revés. En lugar de que la iglesia estuviera actualmente influenciando todo lo que sucede en el mundo, éste ha ganado la batalla, ha penetrado hasta el mismo fondo de la Cristiandad. Hoy en día observamos atónitos, como los shows mediáticos al puro estilo Hollywoodense se despliegan sobre los altares de los templos, con cantores y danzores que ni siquiera oran, peor ayunan antes de cada culto, profanando el espacio donde reina el Espíritu Santo.

Y claro, en tiempos de Navidad, los árboles navideños, las luces, velas, las figuras relacionadas, etc., son parte de la decoración de los altares sin que a nadie le mueva siquiera a orar por el asunto. Y en cuanto a las predicas y enseñanzas, no hay una doctrina unificada al respecto y en la misma denominación, unos pastores hacen unas cosas que otros no las aceptan. Lo mismo sucede con los creyentes, dentro de la misma iglesia, la polémica es frecuente pues unos están a favor y otros en contra.

Jesûs nos dijo a Sus discípulos que “a pesar de que estemos en el mundo, no somos del mundo.” El Cristianismo ha podido evitar involucrarse en la mayoría de las costumbres y tradiciones de la humanidad, pero en otras, como la Navidad, los conejos pone-huevos de la Pascua, San Valentín, etc., no ha podido cerrar filas en contra de la apostasía. Sin embargo, si analizamos objetivamente el tema sin fanatismo ni extremismo, ¿podemos todavía los cristianos desconectarnos del mundo y de las cosas del mundo, que están tan arraigadas en la iglesia Cristiana, como la Navidad?

Para contestar esta pregunta reflexionemos en lo que Jesûs haría al respecto. Leyendo Su Palabra encontramos que Jesûs nos enseñó a que todas las cosas que hagamos, lo hagamos con amor a DIOS y a los hombres. Cuando el amor está envuelto en todo lo que hacemos, entonces toda maldad es vencida, porque el amor cubre multitud de fallas, errores, pecados, malos entendidos, ignorancia, etc.

QUÉ PODEMOS HACER
La Biblia declara que TODOS los nombres y TODAS las cosas están sometidas debajo del nombre de Jesûs: las que están en los cielos, en la tierra, debajo de la tierra, en los mares, debajo de los mares; las que se mueven y las inanimadas; las que se ven y las que no se ven; las que habitan en el mundo material como en el mundo espiritual. Basados en esta poderosa ley espiritual, podemos entonces convivir con celebraciones como la Navidad recordando y teniendo en cuenta siempre sus orígenes y sus objetivos para luego poner todo lo que hagamos debajo del nombre de Jesûs, al pie de la cruz, de tal forma que estemos conscientes de que cualquier cosa que hagamos lo hacemos como para el Señor, para darle toda la gloria a Su bendito Nombre.

Por ejemplo, si ponemos el árbol, las luces, el pesebre, y todo lo demás, debemos hacerlo dedicando TODO al Señor, declarando que Su sangre bendita cubre todos los objetos, y que nuestro propósito para celebrar la Navidad es recordar el regalo sublime, excelso y eterno, que Dios Padre hizo a la humanidad, cuando entregó a Su Hijo amado para que muriese en nuestro lugar por causa de nuestras transgresiones. Todos estuvimos condenados a morir, más Jesucristo revirtió esa condena con Su sacrificio sin par.

Y cuando demos un regalo, un presente, recordemos lo que hizo nuestro Salvador quien se dio a la muerte más vil en una cruz para que pudiésemos tener acceso a la vida eterna. Recordemos Sus enseñanzas que nos mandan a compartir TODO lo que tenemos con las viudas, los huérfanos, los ancianos, los pobres y desposeídos.

Si mantenemos la celebración de la Navidad sometida debajo del nombre de Jesûs y de todo lo que nuestro Rey y Señor representa, entonces habremos vencido al mundo, y el reino de Dios se habrá acercado a todos aquellos que no conocen el mensaje de amor y perdón de Jesûs. Y el nombre de DIOS será exaltado en todos los rincones de la tierra, por los siglos de los siglos, amén.

Dios te bendiga.
Μαρανάθα, Ιησούς έρχεται σύντομα
Maranatha, sí Señor Jesús, ven pronto, no tardes.

*Si necesita oración, consejería, hablar con alguien, escríbanos a: 
maiishunejar@gmail.com


ORACIÓN
«Amado Padre Todopoderoso, bendigo Tu santo Nombre y te doy las gracias por todas Tus bendiciones que me permiten vivir y servirte cada día. Te pido a esta hora, Padre santo, que bendigas a este mensaje y a todo aquel que lo lea, donde quiera que esté y cuando quiera que accese a este estudio bíblico. Que el mensaje que Tû quieres entregar llegue a donde tiene que llegar, de tal forma que el lector pueda, primero, entender las cosas que Tû quieres que haga, y segundo, que la Luz bendita de Jesûs lo ilumine para siempre, que pueda despertar del sueño inducido por el enemigo, y que empiece a buscarte con todas las fuerzas de sus corazón, para la gloria de Tu santo Nombre, te lo pido humildemente en el Nombre de nuestro Señor y Salvador, Yeshûa HaMashiaj, amén y amén.»

התהילה היא רק של ישוע המשיח
La gloria es solo de Cristo Jesûs.

BIBLIOGRAFIA
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Devocional:
Libros Prohibidos:

El Israel y los Judíos actuales son la Nación y el Pueblo de DIOS


 📖🖊  Arzareth y los Indígenas Americanos son la Nación y el Pueblo de DIOS
Serie: Las Falsas Doctrinas, Parte 5
Estudio Bíblico para hoy, Miércoles 23 de Noviembre, 2022.
Por: CF Jara

Leer: Salmo 33
«Bienaventurada la nación cuyo Dios es Yahvê, el pueblo que Êl escogió como heredad para sí. Desde los cielos miró Yahvê; vio a todos los hijos de los hombres; desde el lugar de Su morada miró sobre todos los moradores de la tierra. Êl formó el corazón de todos ellos; atento está a todas sus obras.» (Salmo 33:12-15)

CONOCER LA VERDAD
Saludos y bendiciones, amados hermanos. Gracias por acompañarnos en otro estudio de la serie “Las Falsas Doctrinas,” falsos dogmas que contaminan la fe Cristiana bíblica. En el estudio de hoy expondremos la falsedad acerca de la creencia de que los judíos de hoy son el pueblo de Dios y que el Israel de hoy es la nación del Señor.

Pero, debido a que en este caso particular, esta creencia no solo que es de la iglesia evangélica sino de toda la humanidad en general, por lo tanto, está profundamente arraigada en todos los aspectos de la civilización humana, la tarea de demostrar dicha falsedad es más difícil pues como alguien dijo en algún momento, “es más fácil que la gente acepte una mentira como verdad, que rectifique dicha mentira cuando se le presenta la verdadera verdad.”

El estado de Israel y los judíos de hoy han logrado consolidar un apoyo internacional masivo y hasta lleno de fanatismo en contra de aquellos que se atreven a cuestionar tanto a Israel, como a su ejército por los abusos, violaciones a las leyes e impunidad por sus crímenes en contra del pueblo Palestino.

Los llaman “antisemitas,” adjetivo despectivo que se aplica a quienes supuestamente odian al pueblo judío, a la nación de Israel y a todo lo que eso representa. Sin embargo, lo que millones de hombres y mujeres del mundo no saben es que los judíos actuales NO son semitas porque no descienden de ninguna de las 12 Tribus bíblicas de Israel, sino de la etnia de los kházaros. Por lo tanto, la tal acusación de antisemitismo se cae por la falsedad de la razón.

Pero lo más grave para alguien que es acusado de “antisemita” son los ataques personales de odio a tal grado que muchos de los acusados, no solo pierden sus trabajos, profesiones, amigos, familia, etc., sino hasta sus vidas.

Más la acusación de “antisemitismo” se cae por la verdad que está escrita en la Biblia, la cual permite levantar la contra doctrina que denuncia la “apropiación o usurpación de la identidad del pueblo bíblico de Dios” que los judíos-kházaros han cometido al apropiarse de la identidad de las 12 Tribus del Israel bíblico. Así, plano, sencillo, contundente, pero, sobre todo, bíblico.

Las bases para la negación de esta creencia son, en primer lugar, el hecho de que la Biblia no contiene en ninguno de sus más de 31 mil versículos, ninguna orden de Dios a alguno de Sus profetas del Antiguo o Nuevo Pacto acerca de que los creyentes deberán fundar en los Tiempos del Fin el estado de Israel. Y, en segundo lugar, la Biblia tampoco sostiene, por ninguna parte, que los descendientes de las 12 Tribus de Israel serán los habitantes de la Palestina de los Tiempos Finales.

Pero lo que la Biblia si dice al respecto es que, en primer lugar, la nación de Dios de los tiempos del fin estará compuesta por aquellos que aceptaron ser redimidos por la sangre bendita de Jesûs, los cuales serán hechos “Hijos del Dios Altísimo,” por lo tanto serán el Israel de los tiempos finales. Y en cuanto al pueblo de Dios, lo que dice la Biblia a través del profeta Esdras es que los descendientes de las 10 Tribus del reino del Norte o Israel, están en una tierra llamada “Arzareth,” (libro 4 de Esdras 13:39-46) que, según los eruditos bíblicos, es todo el continente americano.

Así que hermano, hermana, admírese, pero también gócese porque usted puede ser uno de los auténticos descendientes de una de las Tribus del pueblo bíblico de Dios.

Basados en estas pruebas bíblicas contundentes, en este ministerio no tememos que nos acusen de antisemitas y que por ello nos aíslen, o nos nieguen como amigos y hasta como hermanos en la fe. Al contrario, y por encima de todas las amenazas y peligros, nos es menester cumplir con lo que el Espíritu Santo nos ha mostrado, es decir, predicar la verdad bíblica recibida a través de Sus poderosas revelaciones. Y eso es lo que vamos a hacer.

Dicho esto, comenzamos.

5. EL ISRAEL Y LOS JUDIOS ACTUALES 
SON LA NACIÓN Y EL PUEBLO DE DIOS

NO,  queridos hermanos, el estado de Israel actual y los Judíos de hoy NO son la Nación NI el Pueblo de DIOS. Los descendientes de las 10 Tribus del reino del Norte llegaron al continente llamado "Arzareth" por el profeta Esdras. Y Arzareth es América. Por lo tanto, los Indígenas aborígenes de las tres Américas y el Caribe son la verdadera Nación y el Pueblo de DIOS bíblicos, porque son Semitas que descienden de Abraham.

REVELACIONES PODEROSAS
De acuerdo a lo que el Espíritu Santo nos ha mostrado, los Estados Unidos de América es la nación de los tiempos del fin fundada por Dios para alojar a Su pueblo (los descendientes de las 10 Tribus de Israel que viajaron a Arzareth) y son este país y sus habitantes quienes sufrirán los ataques mortales de los enemigos de Dios, y no Israel, como se cree y enseña erróneamente. La clave para esta afirmación la encontramos en el nombre de ciudad bíblica de David, Jerusalén, donde están insertadas las iniciales del nombre en inglés de Estados Unidos de América ¿o de Arzareth?:
United States of Arzareth’ ð Jer – USA – lem.

Es posible que para algunos sea una simple casualidad, pero para los que creemos en el Dios Todopoderoso, sabemos que en Êl no hay casualidades sino causalidades. Así mismo, en este punto muchos creerán que el autor del estudio se volvió loco, o dirán que es un fanático de los EU, o que, ciertamente conoce poco o nada de la Biblia y de las profecías escatológicas. Pero no se preocupe hermano, porque vamos a probar todo, tanto desde la Biblia como de la ciencia, y para ello citaremos 5 fuentes.

FUENTE 1: TODA LA BIBLIA
El partido Sionista Israelí, el Consejo Mundial Judío, y los miembros de las sectas secretas Iluminatis y francmasones, manipularon en 1948 a las potencias del mundo de manera maquiavélica para fundar el estado de Israel en el territorio del pueblo Palestino, Esta conspiración había empezado en 1895 cuando el judío kházaro Teodoro Herzl lideró la creación del partido sionista Israelí con dos objetivos principales:

1. Apropiarse del oro y la riqueza de todos los países del mundo para someterlos bajo el completo dominio de los judíos kházaros, y
2. Fundar el estado de Israel para reconstruir el Tercer Templo para recibir a su mesías (Anticristo).

Estas organizaciones crearon todo un relato para convencer a la humanidad que la Biblia respalda la fundación del estado de Israel en los tiempos modernos, y que los judíos actuales descienden del pueblo bíblico. Sin embargo, y con toda la autoridad de los estudios de maestría y doctorado en Biblia quiero afirmar, con toda responsabilidad, pero también con toda convicción, de que:
“NO HAY EN LA BIBLA NI UN SOLO VERSICULO BIBLICO, NI EN EL ANTIGUO PACTO NI EN EL NUEVO PACTO, QUE REGISTRE LA ORDEN ESPECIFICA DE DIOS A ALGUNO DE LOS PROFETAS PARA QUE SE FUNDE EL ESTADO DE ISRAEL.”

Y acerca de los judíos de los dos últimos milenios, de todas las etnias y de todos los países, a quienes Jesûs llamó “falsos judíos, hijos de su padre el diablo, de la sinagoga de Satanás, que dicen ser judíos pero no lo son,” simplemente son eso, impostores que se apropiaron de la identidad del pueblo bíblico hebreo israelí que desciende de Abraham, Isaac y Jacob.
“Y ESTO PORQUE LA BIBLIA NO REGISTRA NINGUN VERSICULO, NI EN EL ANTIGUO PACTO NI EN EL NUEVO PACTO QUE DIGA QUE LOS JUDIOS DEL TIEMPO DE JESÛS EN ADELANTE SON DESCENDIENTES DEL ISRAEL BIBLICO. AL CONTRARIO, EL LIBRO 4 DE ESDRAS DICE QUE EL REMANENTE DE LAS DIEZ TRIBUS EMIGRÓ A LAS TIERRAS LLAMADAS ‘ARZARETH’DONDE ESPERARÁN SER REDIMIDAS POR DIOS EN LOS TIEMPOS DEL FIN.”

FUENTE 2: LIBRO 4 DE  ESDRAS 13:39-45
La primera fuente es el libro 4 de Esdras que relata el viaje del remanente del reino de Israel que emprendió en el siglo 7 a.C. poco después de ser llevados cautivos a Babilonia, luego de que los ejércitos del rey Salmanasar V destruyera al reino de norte. Los israelitas suplicaron al rey que los dejara ir 

«a una tierra llamada “Arzareth” donde nadie había habitado antes y que se encuentra al otro lado del mar.» (4 Esdras 13:39-45). 

Y Salmanasar accedió.

La razón para este pedido fue que los Israelitas no querían que su fe bíblica se contagiara con la religión babilónica asiria, por lo que se entiende que fueron movidos por el Espíritu de Dios, a pesar de que la invasión y desaparición de Israel fue producto de su rebeldía en contra del Señor.

Entonces emprendieron el viaje que les tomó alrededor de dos años, saliendo desde Babilonia, ubicada en la Mesopotamia, hoy Irak, hacia el norte, llegando hasta Tartaria, hoy Rusia. Luego giraron hacia el Oeste, pasaron por lo que hoy son las repúblicas escandinavas, Europa Central e Inglaterra, y terminaron en Norte América, donde dieron origen a las tribus nativas que poblaron Canadá, Estados Unidos, México, Centro y Sud América.

Aunque el relato de Esdras acerca de este viaje comparte algunos detalles de la jornada, no incluye detalles acerca de los territorios que se cruzaron ni de la llegada a ‘Arzareth’ que estaba al otro lado del mar. Sin embargo, los peritos y científicos bíblicos, historiadores, geólogos, sociólogos, antropólogos, lingüistas, etc., concluyen que fue así debido a los hallazgos encontrados en dicha ruta, tanto en las etnias de Europa como en las comunidades nativas americanas.

Por ejemplo, el nombre de la región de “Sajonia” y de la etnia de los “Sajones” (Saxons en inglés) proviene de la abreviación idiomática en inglés “Isaac’s sons,” que en español significa, “los hijos de Isaac.” E Isaac, como todos sabemos, es el hijo de Abraham y padre de Jacob,

«Entonces dijo Dios a Abraham: No te parezca grave a causa del muchacho y de tu sierva; en todo lo que te dijere Sara, oye su voz, porque en Isaac te será llamada descendencia.» (Génesis 21:12)


Y si hablamos de los “Anglos,” este término en latín significa “ángeles.” ¿Es otra coincidencia que a los primeros habitantes de la raza blanca que llegaron a EU en 1619 se los conozca como “Anglosajones” que significa “ángeles de los hijos de Isaac?

Por increíble que parezca, el relato del libro 4 de Esdras se conoció y enseñó por siglos en las iglesias y seminarios bíblicos, hasta que, en 1960, apenas 60 años atrás, la Sociedad Bíblica Americana lo declaró apócrifo sin mayor explicación y lo retiró de la Biblia protestante, por lo que esta información vital dejó de enseñarse y se perdió hasta el día de hoy.

FUENTE 3: DEUTERONOMIO 28:15-68
La segunda fuente que respalda nuestra aseveración se encuentra en el capítulo 28 y versículos del 15 al 68 del libro de Deuteronomio. Esta perícopa contiene las terribles maldiciones que Dios advierte dejará caer sobre aquellos que se rebelen contra Sus edictos, a diferencia de la primera parte de este capítulo, es decir, del versículo 1 al 14, donde en cambio, se registran grandes y maravillosas promesas de bendición y prosperidad de Dios para Su pueblo, siempre y cuando hagan Su voluntad.

Por motivos de espacio, incluimos en este estudio solo algunos de los versículos más representativos. Sin embargo, le motivamos a que, si no conoce este pasaje, lo lea las veces que sean necesarias hasta que usted entienda el porqué del genocidio, esclavismo, abuso, racismo, sufrimiento, segregación, odio, explotación, humillación, pobreza, enfermedad, y hasta muerte, que todos los aborígenes de las tres Américas y el Caribe han sufrido desde la invasión española, pasando por los trecientos años de la colonia y los tiempos del nacimiento de las repúblicas hasta los días de hoy,

«64Y Jehová te esparcirá por todos los pueblos, desde un extremo de la tierra hasta el otro extremo; y allí servirás a dioses ajenos que no conociste tú ni tus padres, al leño y a la piedra.

65Y ni aun entre estas naciones descansarás, ni la planta de tu pie tendrá reposo; pues allí te dará Jehová corazón temeroso, y desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma;

66Y tendrás tu vida como algo que pende delante de ti, y estarás temeroso de noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida.

67Por la mañana dirás: ¡Quién diera que fuese la tarde! y a la tarde dirás: ¡Quién diera que fuese la mañana! por el miedo de tu corazón con que estarás amedrentado, y por lo que verán tus ojos.»

Las terribles maldiciones que Dios vertió en Deuteronomio 28:15-68 para todos aquellos que se rebelarían en contra de Sus edictos alcanzaron en el año 70 d.C. a los sobrevivientes de la tribu de Judea que habitaban en Jerusalén, y que fueron sitiados por tres años por el ejército romano hasta que éste entró en la ciudad y mató a hombres y mujeres adultos, porque no había niños ni bebés pues ya habían sido comidos por sus propios padres por causa de la gran hambruna que produjo el mencionado sitio de tres años,

«52Pondrá sitio a todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y fortificados en que tú confías, en toda tu tierra; sitiará, pues, todas tus ciudades y toda la tierra que Jehová tu Dios te hubiere dado.

53Y comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que Jehová tu Dios te dio, en el sitio y en el apuro con que te angustiará tu enemigo.

54El hombre tierno en medio de ti, y el muy delicado, mirará con malos ojos a su hermano, y a la mujer de su seno, y al resto de sus hijos que le quedaren;

55para no dar a alguno de ellos de la carne de sus hijos, que él comiere, por no haberle quedado nada, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades.

56La tierna y la delicada entre vosotros, que nunca la planta de su pie intentaría sentar sobre la tierra, de pura delicadeza y ternura, mirará con malos ojos al marido de su seno, a su hijo, a su hija,

57al recién nacido que sale de entre sus pies, y a sus hijos que diere a luz; pues los comerá ocultamente, por la carencia de todo, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en tus ciudades.»

Estas terribles maldiciones fueron dirigidas para el remanente de los judíos verdaderos del siglo 1, los nacidos en Judea y descendientes de la tribu de Judá, Benjamín y Leví. Sin embargo, nos han hecho creer que estaban dirigidas a los judíos - kházaros de los tiempos modernos, para justificar la apropiación del Holocausto, otro engaño gigantesco, no en el número de muertos desgraciadamente, sino en quienes fueron en realidad.

Según los datos de los censos de la población judía de los años 1938 y 1948, de los seis millones de muertos en los campos de concentración, más de 5 millones cuatrocientos mil fueron Cristianos evangélicos y católicos, y solo los seiscientos mil restantes fueron judíos kházaros. Los datos están disponibles, solo hay que buscarlos.

FUENTE 4: EL DESCUBRIMIENTO DE AMERICA
La fuente 3 que respalda nuestra aseveración está en los eventos históricos pero reales que rodean a los viajes de Cristóbal Colón. Los libros de historia convenientemente escritos para ocultarnos la verdad, nos cuentean con que Colón promovió los viajes para encontrar una ruta más cercana a la India de donde se traían las diferentes especias como la canela; y como los reyes de España no tenían dinero para pagar ni el viaje, ni los barcos, ni marineros de verdad, sacaron de las cárceles a los presos que eran borrachos, pendencieros, ladrones, irresponsables y vagos, por lo cual, como los latinoamericanos descendemos de ellos, somos también así.

Sin embargo, los cronistas que estuvieron presentes y cuyos escritos reposan en las bibliotecas privadas de España y por supuesto, del Vaticano, relatan otra historia. La verdad de lo sucedido es que Colón, un judío kházaro nacido en Italia, había leído el libro 4 de Esdras, por lo que se enteró de Arzareth y del viaje del remanente de las 10 tribus de Israel hacia esas tierras localizadas al otro lado del mar, más de dos mil años atrás.

Colón convenció a los reyes de España, Fernando e Isabel, que debían ir a esas tierras a verificar esa hipótesis y de ser así, a evangelizar a aquellos inconversos. Como los reyes no tenían dinero para financiar la expedición, entonces aparecieron los banqueros negros de Venecia, judíos kházaros, para variar, pero también la iglesia católica.

Pero la verdadera razón de Colón y sus auspiciantes los judíos sefardíes españoles para organizar dicha expedición, fue que, como los judíos kházaros desarrollaron un antagonismo mortal contra los Samaritanos desde antes de los tiempos de Jesûs, y como eran sus enemigos naturales pues eran los verdaderos descendientes del pueblo bíblico mientras que ellos eran una etnia impostora, debían llegar a esas tierras para aniquilar, si era verdad, a todos aquellos que descendían del remanente de Abraham, Isaac y Jacob.

Por esa razón, Colón pidió como marineros y tripulación a los judíos sefardíes que estaban encarcelados porque se habían negado a convertirse al catolicismo, pero que eran todo menos borrachos, pendencieros, ladrones, irresponsables y vagos. Y para no alargar la historia, cuando Colón, los sefardíes kházaros, los ejércitos reales españoles y los curas católicos llegaron a Arzareth osea, al Caribe primero, y luego a la América continental, su misión era reducir y acabar con esos pueblos, si es que era verdad aquella teoría.

Y casi lo logran. Los “conquistadores españoles” fueron los kházaros sefardíes que se apropiaron de los territorios y las riquezas de los nativos, los diezmaron en las guerras de la invasión y conquista, y casi terminan de aniquilarlos con el esclavismo del trabajo en las minas de oro y plata, en las factorías y en los sembradíos. En Norteamérica, los principales invasores fueron los británicos, franceses y holandeses, y así mismo, diezmaron hasta casi aniquilarlos por completo a la población de esas regiones.

De los 60 millones de indígenas que se supone habitaban en todo el continente antes de la llegada de Colón, la población aborigen se redujo a menos de 3 millones luego del genocidio español-kházaro. Sin embargo, al día de hoy, la población indígena de las tres Américas y el Caribe ha vuelto a sus números originales de los tiempos de Colón, es decir, entre 50 y 60 millones. Dios no permitió que el genocidio de Su pueblo se consumara, pues aunque los había condenado al sufrimiento hasta los tiempos del fin, los ama con Su amor infinito y eterno.

FUENTE 5: LIBROS Y TESTIMONIOS
La siguiente fuente donde respaldamos nuestra afirmación acerca de la falsedad de la doctrina de que los judíos de hoy son el pueblo de Dios y que el Israel de hoy es la nación del Señor, está en una serie de libros que contienen los resultados de las investigaciones y conclusiones de sus autores que sostienen que la “Tierra Prometida” para el remanente del pueblo bíblico de Dios de los tiempos del fin es Arzareth o América, y que los descendientes bíblicos de las 10 Tribus de Israel son las tribus aborígenes de las tres Américas y el Caribe.

Para los hermanos que deseen profundizar su investigación, compartimos una pequeña lista de los autores y libros que respaldan nuestra aseveración:
  1. Antonio de Montezinos: “Origen de los Americanos, esto es, Esperanza de Israel.”
  2. Jonathan Schorsch: “Vidas ocultas de judíos y africanos: sociedades clandestinas en el mundo atlántico ibérico.”
  3. Timothy R. Jenkins: “Las Diez Tribus De Israel: O La Verdadera Historia De Los Indios Norteamericanos.”
  4. Theophili Spizeli: “Elevación del informe de Montezinos sobre las tribus israelitas descubiertas en América; y una discusión de los argumentos a favor del origen israelita de las naciones americanas por Menasseh ben Israel.”
  5. Ronald Sanders: “Tribus perdidas y tierras prometidas: los orígenes del racismo estadounidense.”
  6. Canal en Youtube, “Los Indios Somos Israelitas” https://www.youtube.com/@losindiossomosisraelitas3772
ESTADOS UNIDOS DE ARZARETH
La Biblia dice que Dios guardará silencio con Su pueblo hasta el fin de los tiempos por causa de su rebeldía, y que, hasta entonces, los tendrá desperdigados por el mundo. Y de acuerdo con la misma Biblia, a lo escrito por el profeta Esdras, y a los resultados de las investigaciones de diferentes científicos, las tribus aborígenes americanas como los Apaches, Comanches, Navajos, Pieles Rojas, Siux, etc., etc., que son los primeros habitantes de los territorios de lo que hoy son los Estados Unidos y Canadá, son los legítimos descendientes del remanente de las 10 Tribus de Israel.

Y como los tiempos finales comenzaron con la resurrección de Jesucristo, y otra vez de acuerdo a lo que dice la Biblia, la venida de Jesûs a la tierra fue, primero para rescatar al linaje de Dios que se había “perdido” (estaba en Arzareth o las Américas) y luego a los gentiles de la Samaria, Judea y del resto del mundo. La descendencia de los Israelitas debía reconciliarse con su Padre eterno a través de conocer y aceptar el mensaje de salvación de Jesucristo, para lo cual, Dios movió a los “peregrinos,” que eran cristianos bíblicos anglo sajones que llegaron a las Américas en 1620 huyendo de la persecución religiosa en su país, pero que terminaron evangelizando a los nativos (los descendientes de las 10 Tribus) y fundando la iglesia protestante en Norte America.

El plan de Dios continua con el nacimiento de Jer-USA-lén, como un grupo de colonias nativas subyugadas a Inglaterra; años más tarde, su independencia en 1776 y su fundación como una nación Cristiana que se convertiría, a la vuelta de pocos años, en el país más rico y poderoso del mundo. ¿Cómo pudo hacerlo y cuáles fueron los factores primordiales y los elementos fundamentales para esta hazaña?

Y la verdad es que, por dondequiera que buscamos, encontramos que el factor más recurrente fue que la mayoría de sus fundadores, presidentes, dirigentes y líderes fueron Cristianos bíblicos e hicieron todo para la gloria de Dios, el Padre Eterno creador de todo el universo y Padre de Su Hijo Jesucristo, tal como vemos en todos y cada uno de los eventos más representativos que ocurrieron en todas las etapas iniciales de la vida de esta nación.

Empezando por la Constitución, todos los símbolos patrios, los fundamentos morales y éticos, la moneda, las leyes, la educación, la libertad religiosa, los edificios gubernamentales, los monumentos, etc., todo fue diseñado para decirle al mundo que esta nación es la nación de Dios. Y Dios la ha honrado desde su inicio hasta los días de hoy, a pesar de que entre los gobernantes se han infiltrado los descendientes de los enemigos de Dios que han querido acabar con este país y con sus habitantes.

Hoy haremos una pequeña reseña de cómo nació el himno de los Estados Unidos de Arzareth.

LA BANDERA DE LAS BARRAS Y LAS ESTRELLAS
Para muchas personas, inclusive para quienes viven en este país es desconocida la historia de cómo, cuándo y dónde nació el himno nacional de los Estados Unidos. Si bien es cierto que la música pertenece a otra canción que entonaban los ejércitos independentistas de EU en sus guerras libertarias contra Inglaterra, la letra, escrita por el abogado Francis Scott Key, recoge la historia que inspira a mantener nuestra fe en Dios aún en medio de las más terribles batallas.

La letra relata cómo la bandera del naciente país se mantuvo erguida durante toda la noche del 14 de septiembre de 1814, a pesar de los cruentos ataques de la artillería de la armada inglesa que habían llegado al acuerdo con el ejército patriota de que, si la bandera se mantenía erguida hasta el amanecer, ellos pararían el ataque y se marcharían.

Esta historia sucedió en el fuerte militar McHenry ubicado a la entrada del puerto de Baltimore. En la tarde de aquel día, un joven abogado llamado Francis Scott Key comenzó la negociación para el intercambio de prisioneros, que, en el caso de los americanos, se encontraban encarcelados en los buques británicos anclados casi 1 kilómetro de la costa. Los ingleses acceden, Key sube a los barcos y lo que encuentra son muchos prisioneros americanos apiñados en mazmorras pequeñas de los sótanos de aquellos barcos.

Entonces Key les da la noticia del acuerdo a los prisioneros y les pide que se preparen para el intercambio, mientras que afuera, los ingleses habían reunido a toda su flota de guerra frente a la bahía y se disponían a arrasar con el pueblo y el fuerte militar, donde residían, a parte de los militares americanos, muchos hombres civiles, mujeres y niños. Key trata de impedir la masacre, pero los ingleses le dicen que la única opción es que la gente del fuerte baje de su asta a la bandera gigante a la que la gente llamaba “de las estrellas y las franjas” pero los patriotas se habían negado.

Entonces Key baja a las celdas y les comenta a los prisioneros lo que está por suceder, y los oficiales ingleses, aduciendo que Key y los otros conocían de sus planes, ya no los dejan salir. Como Key no estaba encerrado y tenía acceso a una pequeña escotilla que daba a la bahía, los otros prisioneros le piden que les relate la batalla y si la bandera se sostenía en pie.

Tan pronto oscureció, los ingleses empiezan el terrible bombardeo que provocaba una luz ámbar que iluminaba la bahía, el fuerte y la bandera. Y mientras los cañoneos escupían fuego, los prisioneros seguían atentos al relato de Key. Así llegaron a la medianoche, la bandera milagrosamente seguía en pie. Entonces el almirante inglés baja a la cárcel y le dice a Key que sus compatriotas están locos por querer morir solo por mantener su bandera izada, y le pregunta, ¿es que acaso no comprenden la situación?

Entonces Key le dice que los americanos harán como dijo el presidente fundador de este país del Dios cristiano, el general George Washington, que “lo que diferencia a los cristianos americanos de todos los otros habitantes del mundo es que prefieren morir luchando de pie que vivir de rodillas ante nadie.”

Entonces el almirante le responde a Key que ha ordenado que, por las próximas 4 horas, los 11 barcos ingleses disparen con toda su artillería contra el fuerte y especialmente contra el mástil y la bandera hasta derribarla, porque a pesar de que ha recibido varios impactos, se mantenía de pie. Mientras Key miraba el terrible bombardeo, escuchaba a los prisioneros orando:
“Señor, mantén esa bandera ondeando en el mismo sitio donde la vimos por última vez.”

El amanecer llegó y una densa neblina cubría el área mezclada con el fuerte olor a pólvora. El bombardeo había cesado y los barcos de la armada inglesa se alejaban hacia altamar. Y la bandera, aunque deshilachada, pendía todavía de su asta, que estaba inclinada a punto de caer al piso.

Entonces Key salió del barco y se dirigió al fuerte, y allí encontró que lo que sostenía el asta de pie eran los muchos cadáveres de los patriotas que habían muerto sosteniéndola, pues cuando unos fallecían víctimas de los morteros y cohetes ingleses, rápidamente otros tomaban su lugar hasta que morían en los próximos explosiones y así, hasta que los ingleses pararon el ataque.

Muchos militares y civiles dieron sus vidas para mantener la bandera izada, mientras los presos de los barcos oraban a Dios para que no la dejara caer. Los ingleses no pudieron tumbar al piso aquella bandera, y tuvieron que retirarse vencidos. En la tarde de aquel mismo día, Francis Scott Key, escribió en forma de poema la historia que había atestiguado, todo ese acto de patriotismo, pero también de fe en Dios, y lo tituló “La Defensa del Fuerte McHenry”. Años más tarde empezó a conocerse como “la canción de la bandera de las barras y las estrellas.”

En 1916 se puso a este poema la música de una canción popular inglesa y poco después, el presidente Wilson decretó que aquella canción con aquella letra sea tocada en todos los actos públicos del gobierno. Y en 1931 se adoptó oficialmente como el himno de los Estados Unidos de Arzareth, una canción que cuenta la historia de una victoria por la fe en Dios y el patriotismo de la gente, sin importar lo terrible de la batalla ni lo poderoso del enemigo.

COMENTARIO FINAL
Los relatos genuinos y las investigaciones serias de autores respetados acerca del gran viaje que el remanente de las 10 Tribus de Israel hizo hacia las Américas han sido publicados desde los comienzos del siglo 1 de nuestra era, y por ello, blindan de certeza y convicción a esta verdad bien escondida por los que se apropiaron de la identidad del pueblo Hebreo: los falsos judíos o judío kházaros del falso Israel de hoy.

Estas son las tres declaraciones que contiene este mensaje:
  1. Que el estado actual de Israel no es la nación bíblica de Dios;
  2. Que la población judía de estos tiempos, tampoco es el pueblo bíblico porque no desciende de ninguna de las 12 Tribus del Israel bíblico; y
  3. Que los Estados Unidos de América (Arzareth) es la Nación de DIOS de los tiempos del fin, y los Indígenas de todo el continente Americano son el Pueblo de DIOS.
Estas declaraciones en primer lugar, no son anti bíblicas, temerarias, inventadas, anatemas, antisemitas, o carecen de lógica y/o del respaldo de las ciencias seculares correspondientes. Al contrario y como hemos visto, estos enunciados se basan completamente en la Biblia y el relato del profeta Esdras, aunque el libro 4 haya sido declarado apócrifo de manera sospechosa casi dos mil años después de que fuera aceptado como genuino por los rabinos judíos que lo incluyeron en la Biblia Hebrea en el siglo 2 a.C.

En segundo lugar, las tres declaraciones confirman el por qué los enemigos de DIOS quieren destruir a los Estados Unidos, y luego a la humanidad. Las profecías de los tiempos del fin tendrán como protagonista a Estados Unidos y no a Israel, y el pueblo que se levantará a predicar a Jesucristo en los tiempos de la Tribulación serán los indígenas de los tres continentes y el Caribe. 

Llámeme loco o lo que le parezca, pero es necesario que conozca la verdad porque solo así será libre. Y para conocer la verdadera verdad, estudie la Biblia, escudriñe las Escrituras, pero antes, ore al Espíritu Santo para que le dé de Su sabiduría. Entonces DIOS le mostrará la revelación frente a sus ojos, para la gloria de Su Todopoderoso nombre. Amén.

Dios te bendiga.
Μαρανάθα, Ιησούς έρχεται σύντομα
Maranatha, sí Señor Jesús, ven pronto, no tardes.

*Si necesita oración, consejería, hablar con alguien, escríbanos a: 
maiishunejar@gmail.com


ORACIÓN
«Amado Padre Todopoderoso, bendigo Tu santo Nombre y te doy las gracias por todas Tus bendiciones que me permiten vivir y servirte cada día. Te pido a esta hora, Padre santo, que bendigas a este mensaje y a todo aquel que lo lea, donde quiera que esté y cuando quiera que accese a este estudio bíblico. Que el mensaje que Tû quieres entregar llegue a donde tiene que llegar, de tal forma que el lector pueda, primero, entender las cosas que Tû quieres que haga, y segundo, que la Luz bendita de Jesûs lo ilumine para siempre, que pueda despertar del sueño inducido por el enemigo, y que empiece a buscarte con todas las fuerzas de sus corazón, para la gloria de Tu santo Nombre, te lo pido humildemente en el Nombre de nuestro Señor y Salvador, Yeshûa HaMashiaj, amén y amén.»

התהילה היא רק של ישוע המשיח
La gloria es solo de Cristo Jesûs.

BIBLIOGRAFIA
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