Sobre la Iglesia Católica

 


📖🖊 Estudio Bíblico para hoy, Lunes 7 de Febrero, 2022.
       “Sobre la Iglesia Católica

       Por: Dr. CF Jara.
       (Mensaje original publicado el Viernes 6 de Noviembre, 2020.)

Leer: 1 Juan
«Jesús le dice: YO SOY el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.» (Juan 14:6, Biblia del Oso, 1569)

Estimado hermano católico, quiero decirle que, si su reacción después de leer este mensaje es proferir insultos o condenas en mi contra, recuerde que eso no le agrada a DIOS. En lugar de eso, pida al Espíritu Santo de Dios que le revele la verdad que es una sola. Y la verdad le será revelada, y usted será libre para siempre.

CONTEXTO
La iglesia católica, palabra que en griego significa “universal” pero también “catalizadora,” fue fundada en el año 313 de nuestra era, es decir, 280 años después de la resurrección de Jesucristo. Recalco en esto porque los líderes de esta iglesia, es decir, los papas, han regado la creencia de que la iglesia católica fue fundada por Jesûs, lo cual es absolutamente falso. Su fundador fue el emperador Constantino, no Jesûs ni el Apóstol Pedro como sostiene el Vaticano. Constantino, al fundar la iglesia católica, interrumpe la tradición litúrgica llamada "Didajé" que seguían los apóstolos y la primera iglesia, e instituye el Credo Niceno, lo que termina de corromper la liturgia santa.

Una de las características del imperio romano era el culto a la personalidad. Las estatuas, bustos y efigies de sus dioses, incluyendo los césares, se levantaban en los edificios públicos como los palacios reales, templos, el anfiteatro, el senado, los coliseos, el areópago, etc.  Entonces Constantino ordena pintar sobre aquellas estatuas de los innumerables falsos dioses romanos, las imágenes que representan a los personajes bíblicos que rodearon a Jesûs. Por ejemplo, encima de la estatua de la diosa Venus, pintan a María, la madre de Jesûs; sobre la estatua de Júpiter, pintan a Pedro, y así sucesivamente.

En los tiempos actuales, facebook y las redes sociales han vuelto a renacer ese culto al ego, la auto idolatría. La mayoría de las personas que han abierto una página o perfil para satisfacer su ego a través del reconocimiento de sus seguidores, se han convertido en su propio dios. La tierra se ha llenado de billones de "dioses."

La historia dice que Constantino se vio obligado a fundar esta iglesia porque los descendientes de los primeros Cristianos, aquellos que caminaron con Jesûs, eran perseguidos y asesinados (a pesar de ello, nunca renegaron de su fe). La madre del emperador se había bautizado Cristiana y le había hablado a su hijo acerca de Jesucristo. Entonces, el emperador decide que, para parar la persecución, debe legalizar al Cristianismo. Y para no molestar a los ciudadanos del imperio, fusiona la fe en Jesucristo con la religión politeísta romana. De esa manera logra contentar a los dos segmentos de la población. Entonces, los Cristianos son aceptados en la sociedad y pasan a ser parte de ella.

Sin embargo, la doctrina litúrgica es distinta a las enseñanzas de Jesûs sobre todo porque la figura central para ellos pasa a ser la “santa madre iglesia católica, apostólica y romana”, y escogen como su dios principal a María, la madre de Jesûs, a quien llaman "virgen madre de Dios" y la elevan a la categoría de "emperatriz del universo." Pero esos dos enunciados son parte de las apostasías en contra del Señor sobre las cuales se asienta la doctrina de esta iglesia. La Biblia dice que Dios no tuvo ni madre ni origen porque Êl es el principio y el fin de todas las cosas. Jesucristo es el Emperador del universo, el Rey de reyes y Señor de señores.

Tan pronto esta iglesia empezó su vida, una parte de los Cristianos de la primera iglesia se negaron a aceptar la fusión porque se dieron cuenta que la doctrina, la liturgia e incluso la persona a quien iban a adorar no era Jesucristo ni Sus enseñanzas. Entonces se alejaron a regiones distantes donde conservaron intactas las enseñanzas del Señor. Pero de ellos hablaremos más adelante.

Actualmente, la iglesia católica tiene alrededor de mil trescientos millones de miembros alrededor del mundo, y es en el continente americano donde están la mitad de estos miembros.

DATOS HISTÓRICOS
- Año 313 d.C. Constantino funda la iglesia católica;
- 380 El emperador romano, Teodosio "el Grande", instituye el catolicismo como la religión oficial del imperio;
- 380 La iglesia católica se convierte en la extensión del imperio romano;
- 431 Se inventa el culto a la virgen;
- 594 Se inventa el purgatorio;
- 610 Se inventa el título del papa;
- 995 Se cambia el significado de ‘kadosh’ (apartado) por el de santo.
- 1079 Se impone el celibato a los sacerdotes católicos;
- 1090 Se impone el uso del rosario;
- 1184 Se funda el ente satánico llamado "Inquisición";
- 1190 Se venden las indulgencias como perdón para los pecados;
- 1215 Se otorga la potestad de la confesión a los sacerdotes;
- 1311 Se impone el bautismo de niños como dogma de salvación y expansión del catolicismo.
- 1456 Johan Gutenberg inventa la imprenta y comienza la publicación masiva de la Biblia.
- 1517 El monje católico Martin Lutero publica las 95 tesis denunciando la perversión de los líderes de la iglesia católica;
- 1519 La fe primera despierta con el nombre de Protestantismo;
- 1854 Se inventa el culto a una nueva forma de María bajo el nombre de la inmaculada Concepción, que realmente es Israel como lo revela el capítulo 12 del libro del Apocalipsis.
- 1870 Se impone el dogma de que el Papa es perfecto, no comete errores.
- 1965 El papa Juan 23 sostiene que el catolicismo necesita un “avivamiento” para adaptarse a las necesidades modernas;
- 1999 La iglesia católica afronta escándalos y denuncias mundiales por la práctica masiva de pedofilia en contra de niños;
- 2020 El papa Francisco declara que la Biblia es la historia del fracaso de Dios y del sacrificio de Jesûs en la cruz.

JESÛS NO ES UNA RELIGIÓN SINO UNA RELACIÓN
Antes que nada es necesario aclarar que el Señor Jesucristo no vino a fundar ninguna religión ni a construir iglesias de ladrillos o peor, a pedir dinero a los creyentes. Jesûs vino a enseñar Su mensaje de perdón, esperanza y redención. Por otro lado, y de acuerdo a la palabra griega ‘ekklesía’ que se hablaba en aquellos días, el término “iglesia” no se refiere a los templos, catedrales, capillas, etc., sino a “la reunión o asamblea de los creyentes.” El concepto empieza a tergiversarse cuando Constantino ordena que los templos paganos se adecuen para recibir a los miembros del recién fundado catolicismo. Al principio, los creyentes decían “vamos a la iglesia” es decir, a la "asamblea de los hermanos," pero con el tiempo, dicho significado fue cambiando para identificar al edificio.

El catolicismo sostiene que la conversación entre Jesûs y Pedro registrada en Mateo 16:18 es la confirmación para la fundación del catolicismo y que Pedro fue el primer papa y que Jesûs le entregó al apóstol las llaves de Su iglesia. Las tres cosas no tienen ni sentido ni soporte bíblico, teológico o histórico. Lo que Jesûs hizo fue profetizar lo que va a pasar al fin de los tiempos. El Señor estaba predicando en la sinagoga de Cesarea de Filipo, ubicada frente al templo pagano de Pan, que estaba al pie de la colina del mismo nombre, donde los adoradores de satanás hacían sacrificios matando niños para su dios Moloch, y donde en los días actuales, el Vaticano mandó a construir uno de los observatorios astronómicos mas potentes del mundo, al cual pusieron el nombre "Lucifer."

En esa ocasión, Jesûs dijo: «Sobre esta roca fundaré mi reino» (Mateo 16:18) señalando a la colina. Y esta es una profecía acerca de Su segunda venida. Jesûs asentará uno de Sus pies sobre aquel monte cuando arribe a la tierra por segunda ocasión para luchar y vencer al Anticristo y establecer así su Reino Milenial. El otro pie lo asentará sobre el monte Sión, otro lugar donde se ha asentado la apostasía de los últimos tiempos. Pero lo más impresionante es que la distancia entre las dos colinas es de 230 kilómetros (160 millas). Eso quiere decir que el tamaño y la estatura de Jesucristo serán portentosos.

El Señor Jesûs nos vino a ofrecer una relación de amistad, confianza, esperanza, compañía, amor entrañable, pero, sobre todo, enseñarnos que Êl es el camino, la verdad y la vida, y que sin Êl en nuestras vidas, no podremos accesar a la vida eterna para vivir junto a Êl en los cielos eternos. Y para comprobarnos que todo lo que nos ofrece es verdad, entregó Su vida en la cruz para morir en lugar de cada uno de nosotros, porque los que merecemos morir somos usted, yo y toda la humanidad, pues todos hemos pecado y no merecemos vivir. El Señor primero buscó a Sus discípulos, luego se fueron juntando cientos y miles que creyeron en Êl. Cincuenta días después de resucitar, ascendió a los cielos y encargó a los Apóstoles y a los primeros creyentes, a continuar con la enseñanza de Su mensaje por Samaria, Jerusalén, Judea y hasta los confines del mundo.

LA PRIMERA IGLESIA
Así mismo hicieron los seguidores del Mesías, a quienes se les conocía como “los del camino” pues anunciaban las buenas nuevas por los caminos de Samaria y Judea evangelizando a los viajeros. Un poco después, en la ciudad de Antioquia, les empezaron a llamar en forma despectiva “Cristianos” por ser seguidores del Cristo. La primera iglesia empezó a reunirse en las casas de los creyentes y llegaron a formar una comunidad inmensa, a pesar de la persecución del Sanedrín y de los Romanos. El primer líder de esta congregación fue Jacobo (Thiago), el hermano menor del Señor. Todos los demás apóstoles salieron en viajes evangelísticos por Grecia, Turquía, Italia, India, Rusia, China Japón, España y Europa y otros países, donde todos murieron como mártires, excepto Juan, que fue el único que murió de anciano. El Señor lo necesitaba para que escribiera las profecías del fin.

Las generaciones siguientes tomaron la posta, en medio de una persecución inmisericorde, pero sobrevivieron, reuniéndose secretamente en catacumbas (cuevas). Para hacer sus cultos usaban el documento escrito por los Apóstoles llamado 'Didajé' donde se reconoce a Jesucristo como el centro de toda la fe y la adoración, y sobre todo, la super Eminente Presencia del Nombre de Jesûs sobre todas las cosas creadas: las que se mueven y las que no; las que se ven y las que no; las que viven en la tierra, debajo de la tierra; en los cielos y debajo de ellos; en los mares y debajo de ellos.

Así llegaron los “primeros Cristianos” al siglo IV, al tiempo de Constantino. Cuando el emperador les propone mezclarse con la iglesia romana pagana, una parte de ellos accede, pero el resto decide alejarse y mantener las tradiciones que fueron enseñadas por el Señor. Este remanente fundó las iglesias ortodoxa, copta, egipcia, etíope, armenia y otras. Algunas de ellas veneran a María, pero el personaje central de su doctrina es Jesucristo.

EL VATICANO ANTES DE LA MASIFICACIÓN DE LA BIBLIA
Cuando hablamos del Vaticano, hablamos de la corporación eclesial que controla el catolicismo del mundo entero a través del Papa como cabeza de la organización, la cual es dueña del banco más rico del mundo. El Vaticano ha cometido a lo largo de los siglos de su existencia, una larga lista de actos inmorales, ilegales, inhumanos, e inauditos, contrarios a lo que el Dios que ellos dicen servir, enseña. Para conquistar el poder, los papas autorizaron incestos, divorcios, asesinatos, abortos, conspiraciones, saqueos, robos, genocidios, etc. Así mismo, permitieron la práctica masiva de la pederastia por parte de varios de sus sacerdotes. Las miles de violaciones de niños mantiene viva a la cadena de depravación sexual y homosexualismo dentro de los seminarios y la sociedad mundial. Así mismo, el aborto en los conventos de monjas es otro escándalo, ocultado por las mismas élites.

Los papas posesionaron reyes bastardos, presidentes asesinos, y apoyaron a dictadores que provocaron millones de muertos a lo largo de esta triste historia, por ejemplo, Hitler. De hecho, la iglesia católica nunca se pronunció cuando los nazis estaban asesinando a millones de cristianos, católicos y judíos en los campos de concentración.

Nota: 
Los sionistas, falsos judíos de descendencia kházara torcieron esta trágica historia para aparecer ellos como la mayoría de los muertos en los campos de concentración, con el fin de inspirar la lástima del mundo. Pero de los seis millones de muertos, 5.2 millones fueron Cristianos protestantes y católicos.

Pero quizá la obra más criticada del Vaticano es que escondió la Biblia y centenas de documentos, cartas y escritos originales de los Apóstoles y testigos de los tiempos de Jesûs por más de mil doscientos años, porque podían tumbar sus planes siniestros para gobernar el mundo. Y como resultado, la humanidad vivió durante esos mil doscientos años en la edad conocida como la Edad Media o el “Oscurantismo,” tiempos de gran pobreza, depravación, epidemias, injusticia, y de la “santa inquisición,” que de santa no tiene nada, sino más bien, persiguió y quemó vivos en las hogueras, no a brujas o hechiceros contrario a lo que se cree, sino a mujeres y hombres Cristianos que se habían negado a ser parte de la iglesia apóstata.

EL VATICANO POST REFORMA
Hasta que, en 1456, Johan Gutenberg inventa la imprenta, y se empiezan a imprimir masivamente miles de Biblias. La luz de Cristo Jesús vuelve a alumbrar la tierra. Sesenta años más tarde aparece Martin Lutero que denuncia la depravación papal y la fe primera despierta del largo sueño en la forma del Protestantismo. La verdadera fe resurge mil doscientos años después de que Constantino la escondiera. El planeta entero entra en el "Renacimiento", conocido así porque en esta era se desarrolló la industrialización mundial que trajo gran prosperidad especialmente a Europa y que llevó a la fundación de los EEUU, el Nuevo Israel => Jer-USA-lem.

En este tiempo del desarrollo industrial, el Vaticano se involucró en todo y con todo, llegando a amasar una inmensa fortuna y poder en todos los campos del quehacer humano, especialmente en el área educativa a través de los Jesuitas, el brazo armado ejecutor del papado, descendiente de los Templarios, con estrechos lazos con la francmasonería, los clubes Bilderberg y la casa Rothschild, los personajes sombríos que tienen el destino del mundo en sus manos. Los jesuitas fueron los encargados de moldear el pensamiento y la conducta (lavar el cerebro) de la humanidad, y de sembrar utopías, mitos, falsa historias y falsas ciencias. Pero como la verdad está escrita en la Biblia, con ella podemos confrontar estas doctrinas y enseñanzas falsas que el enemigo ha impuesto sobre la humanidad.

En los tiempos actuales, el Vaticano no ha corregido sus errores y horrores pasados, sino que, al contrario, ha venido apoyando sistemáticamente conductas amorales y leyes que buscan destruir las instituciones fundadas por Dios desde el principio de la creación y que son los pilares morales de la sociedad humana, como el matrimonio, la familia y la sociedad. Por ejemplo, el mismo Papa ha hablado a favor del matrimonio gay, la ordenación homosexual, la legalización del aborto, y no ha dicho una palabra acerca del tráfico sexual de niños y adolescentes, de las actividades pedófilas de políticos, artistas de cine, o sacerdotes de su iglesia. Y acerca de la crisis mundial, ha hecho poco o nada por ayudar para compartir su inmensa riqueza entre los pobres que viven alrededor de catedrales fastuosas adornadas con altares llenos de oro, mientras miles mueren de hambre todos los días.

Y para poner la guinda en la copa, el papa Francisco es quien comanda el plan del globalismo, la antesala al Nuevo Orden Mundial, siendo la cabeza de la agenda satánica 2030, que quiere imponer un estado totalitario comunista en lo político, económico, social, policial, militar y religioso, y que, como culminación de la obra del inicuo, será quien dé la bienvenida al Anticristo. Si, hermanos, el “santo” papa, el infalible, resulta que está trabajando en contubernio con las sectas secretas satánicas Iluminatis, los masones grado 33, el partido comunista chino y los judíos sionistas o kházaros para someter a la humanidad a los pies del enemigo de DIOS. El papa Francisco, el líder de la iglesia católica, es quien lidera el fin de la humanidad.

MARIA
María fue la madre de Jesûs, no de DIOS. Los papas son quienes fomentaron desde el principio, la adoración a María, una adolescente virgen descendiente de la casa de David, a quien DIOS escogió para que llevara en su vientre al Salvador. Después de la partida de Jesucristo a los cielos, María fue parte de la primera iglesia, pero no tuvo ninguna posición en el liderato. Fue venerada y amada por los Apóstoles y los miembros de la primera iglesia. El Apóstol Lucas la visitó en su vejez para recibir el recuento de la historia de la Anunciación y nacimiento del Señor. Lucas, que además de galeno era pintor, pintó a María sosteniendo a Jesûs de niño, pintura conocida como la primera del cristianismo, pero nunca lo hizo para que esa pintura se convirtiera en un objeto de adoración. María murió de anciana, no hay tal ascensión a los cielos, no fue coronada por nadie, nadie le dio el título de “emperatriz del universo.” Todo esto es invención del Vaticano.

La adoración a María es idolatría y la idolatría es impulsada por satanás para robar la gloria a Dios. Por ello, todo aquel que adora a María, no recibe bendiciones a cambio, sino maldiciones, una vida triste, pobreza, enfermedades, vicios, sufrimientos, etc. Y ojo que la idolatría está en todas partes, incluso en la iglesia protestante, donde muchos creyentes idolatran a sus pastores. Pero DIOS hace justicia siempre y lo satánico y falso será expuesto a la luz de Cristo Jesûs en el tiempo del Señor.

MARIANOS
Los católicos no deben llamarse a sí mismos “Cristianos” pues su primer Dios no es Jesucristo sino María, por lo tanto, deberían llamarse “Marianos.” En segundo lugar, la iglesia católica lleva a cabo sus “rezos”, adoración, liturgia y predicación al nombre de María y a los cientos de “santos y santas”, mientras que a Jesûs lo mantienen crucificado en el altar, sufriente, impotente, inútil. De hecho, Jesûs es el nombre menos usado por el catolicismo.

DIFERENCIAS DOCTRINALES
Compartimos algunas de las principales diferencias doctrinales entre el Catolicismo y el Protestantismo:

Catolicismo

1. La razón y el centro de la Fe: María

2. El Libro que rige la Fe: Las doctrinas papales

3. La Confesión de pecados: Sacerdotes

4. El camino a DIOS: María

5. La Santidad: María y miles de santos, y santas

6. La Santa Cena: Jesús se encarna, en la ostia.

7. La enseñanza de las Escrituras No enseña el Viejo Testamento. Del Nuevo Testamento, enseña la versión de la Biblia católica que intercala enseñanzas posteriores al Canon bíblico.

8. Quién guía la vida del hombre en la tierra: María en los cientos de presentaciones, los santos, los ángeles, el papa, el padrecito, el cuadro, el amuleto, la imagen, la estatua, la cadenita, el hilito rojo, la estampita, el rosario, etc. El Espíritu Santo.

Protestantismo

1. La razón y el centro de la Fe: Jesûs

2. El Libro que rige la Fe: La Biblia

3. La Confesión de pecados: Jesûs

4. El camino a DIOS: Jesûs

5. La Santidad: DIOS, el Espíritu Santo y Jesucristo.

6. La Santa Cena: Recuerda el sacrificio de Jesûs.

7. La enseñanza de las Escrituras: Enseña toda la Biblia.

8. Quién guía la vida del hombre en la tierra: El Espíritu Santo.        


SANTIDAD
La Biblia dice que santo es solo DIOS. El Vaticano nombra santos a hombres y mujeres que si bien es cierto tuvieron vidas pías, una fe verdadera, y se separaron del mundo por amor al Señor, pero eso no significa que sean elevados a los altares, porque el altar es solo para DIOS. Todos los santos y santas del catolicismo han muerto, por lo tanto, cada vez que un católico enciende una vela a tal o cual santo o virgencita, está prendiendo velas a muertos y eso es santería, idolatría, brujería. Y el Vaticano lo ha apoyado por miles de años.

RECUERDE QUE
La Biblia es el libro que debe guiar la vida de los humanos a través de la presencia del Espíritu Santo, no las doctrinas de hombres, papas, pastores, “apóstoles”, etc., porque la Palabra de DIOS dice que TODOS los humanos pecaron. Y aquí entran los iluminados, de cualquier religión o secta que sean, todos somos pecadores ante los ojos de DIOS y solo Jesûs es el camino para el perdón de esos pecados.

Ningún ser humano, de la raza o religión que sea, del poder o dinero que tenga, puede accesar a la vida eterna sino tiene a Jesûs en su corazón, y está condenado a quemarse en el lago de fuego por los siglos de los siglos.

Hermano mío, ninguna religión es de DIOS, ninguna. Las religiones fueron creadas por el enemigo a través de los hombres para desviar la fe de donde realmente tienen que estar.

DIOS envió a Su Hijo único Jesûs, a morir para que los humanos pecadores tengamos acceso a la vida eterna. Por lo tanto, Jesûs no es una religión sino una relación personal, una necesidad vital.

El guiador de nuestras vidas no debe ser el horóscopo, las cartas, la adivinación, el papa, el sacerdote, el pastor, el consejero, sino el Espíritu Santo del Dios Altísimo.

Ninguna iglesia es perfecta, ni necesaria. La iglesia no son los edificios. Nosotros los creyentes hacemos iglesia cuando dos o más de nosotros hablamos de DIOS.

Los sacerdotes católicos han fallado, pero también lo hacen los pastores protestantes, porque son humanos. Pero Jesucristo NUNCA falla, Êl siempre llega a tiempo, nos ama con un amor incondicional que supera todo el entendimiento humano. Por ello, nuestro pastor y sacerdote insigne es Jesucristo.

Jesucristo es lo único cierto y verdadero, nadie más, nada más.
Hermano mío, ven a los pies de Cristo, no esperes más, mañana puede ser demasiado tarde. Jesûs te está esperando con los brazos abiertos para ofrecerte perdón, redención, una nueva vida en la tierra y la vida eterna, allá, en la la tierra donde no habrá más llanto, ni dolor, ni muerte.

Gloria a Dios por Jesucristo, Su Hijo amado.
Dios le bendiga
.

Μαρανάθα, Ιησούς έρχεται σύντομα.
Maranatha, Jesús viene pronto.


ORACIÓN

«Amado Abba, eterno y maravilloso Hacedor del universo, hoy elevamos nuestra oración por todos los inconversos del mundo. Que alguien les lleve Tu mensaje Señor, te lo imploramos, y que cuando escuchen o lean Tu mensaje, su espíritu lo entienda y guie a aquel que no cree al arrepentimiento. Que sepan que Jesûs es el camino, la verdad y la vida hacia el perdón de los pecados y transgresiones, no importa cuán terribles sean, y de allí a la restauración de sus vidas. Sabemos que los tiempos del Fin ya están aquí, pero Tú estás deteniendo las trompetas para que la mayor parte posible de inconversos se salve de morir en el juicio final. En Ti está nuestra esperanza. Te lo pedimos humildemente en el santo Nombre de Tu Hijo amado Yeshûa HaMashiah, amén y amén.»

El Mensaje Correcto

 


📖🖊 Estudio Bíblico, Lunes 31 de Enero, 2022.
        “El Mensaje Correcto”

        Por: Dr. CF Jara

Leer: 2 Corintios 11
«…si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.» (2 Crónicas 7:14)

MI SALVADOR
A la medianoche del 29 de Enero de 1999, en medio de una lucha espiritual terrible y por la intercesión inclaudicable del hermano pastor Chileno Juanito Rojas, de la iglesia Presbiteriana de Flushing, New York, entregué mi alma a Jesucristo. El Señor, por Su infinita misericordia, tomó el despojo de hombre que había quedado de mí sin importarle que lo había rechazado 17 años atrás, cuando me visitó por primera vez. Jesûs no me había olvidado, y pacientemente esperó por Su oveja perdida.

Desde entonces y por los siguientes 23 años, he meditado en lo que hubiese sido de mi si el pastor Rojas no me predicaba el mensaje de arrepentimiento abriendo el camino para que Jesûs me salvara. Pienso que estaría encerrado en algún sanatorio para enfermos mentales, perdido para siempre en la locura de mis culpabilidades; o quizá recluido en alguna cárcel despiadada, esperando el día de mi muerte; o tal vez enterrado en algún cementerio olvidado, donde nadie se acordaría de mí.

Pero a Dios le plació darme una nueva vida, y me enseñó que Êl me escogió desde el vientre de mi madre, que Sus ojos me vieron cuando aún era embrión, y que fue Êl mismo quien me dio mi nombre. Yo no tenía ni riquezas, ni títulos, ni era famoso. Todo lo contrario, no valía nada. Pero Jesucristo me salvó por Su amor por mí, el amor eterno e inefable más grande e infinito que el universo. Y así como el Señor lo hizo conmigo, lo hizo con usted hermano, hermana, que lee este mensaje. Porque Êl nos amó primero.

LOS MERCADERES DE LA FE
La persona de Jesûs se convirtió en mi inspiración. Pronto empecé los estudios bíblicos que no han parado hasta el día de hoy, porque así debe ser, y no por mis méritos, como dice Pablo, porque no tengo ninguno. La Biblia dice que palabra de Dios es el pan espiritual que los redimidos por Jesucristo deben comer cada día. Sin embargo, la mayoría no lo hace y por ello caen en el engaño de muchos falsos “profetas” que, aparte de usufructuar de la fe, predican doctrinas satánicas que conduce a millones por caminos que llevan a la muerte eterna.

Cuando usted lee y estudia la Biblia, encuentra que no dice que cuando cientos y miles se reunían para escuchar a Jesûs, el Mesías enviaba a Su discípulos con cubetas, canastas o sombreros a recoger la limosna, diezmos u ofrendas. Tampoco dice que el Maestro citó una o algunas veces a Sus seguidores y al pueblo para construir un edificio para que los creyentes se reunieran allí. Tampoco existe un solo versículo que reporte que Jesûs predicó en lujosas catedrales, sinagogas o templos.

No he encontrado tampoco un pasaje donde se describa al Señor vistiendo un traje fino de corte francés con zapatos italianos; en Su muñeca un rolex de oro con diamantes incrustados; un secretario personal que le lleve la Biblia y la botella de agua y que le abra las puertas de la iglesia o del carro; que se haya movilizado en un auto europeo del año que parquea en su espacio exclusivo de la iglesia, o que haya viajado en jet privado hacia el gran número de pueblos, ciudades y regiones que fue a predicar; o que haya ido y venido con guardaespaldas personal y para su familia; que haya recibido un cheque gordo cada mes o cada vez que predicaba, mientras en Su iglesia los pobres y hambrientos eran la mayoría; o que se haya retirado a vivir su vejez, a tomar café cómodamente sentado en medio del jardín de su casa, grabando mensajes bíblicos cortos y vacíos porque se volvió tictoquero, sin importarle que todos los días, cientos, miles, millones mueren en la oscuridad más angustiante. Si eso hizo Jesûs, entonces no quiero seguir Su ejemplo.

JESÛS, EL PERFECTO EJEMPLO
Pero en la iglesia del Señor, los predicadores hacedores de iniquidad abundan. Y lo penoso es que tienen muchos seguidores que los defienden a capa y espada, porque han hecho ídolos de estos falsos ministros. Muchos cristianos admiran y hasta adoran a pastores y predicadores que viven y predican en medio de lujos innecesarios, pero al mismo tiempo desprecian a aquellos que escogieron el modelo que Jesûs practicó basado en la sencillez y humildad. El Salvador dijo, «Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.» (Mateo 11:29)

A diferencia del Antiguo Pacto (la voz de Dios) donde una de las principales promesas del Creador para Su pueblo era bendecirlos con toda bendición de prosperidad si es que aquellos observaban Sus preceptos, el Nuevo Pacto (la voz de Jesucristo) no habla ni una sola palabra acerca de prosperidad económica para los creyentes. Al contrario, Jesûs, quien aparte de llevar una vida sencilla sin ningún lujo o propiedad alguna, llamó a Sus redimidos a desprenderse de todos sus bienes materiales y darlos a los pobres como condición previa para ser parte de Su ejército de predicadores. Y para completar, Jesûs nos advirtió que nuestra vida estaría llena de tribulaciones, pero que no tendríamos que preocuparnos porque Êl nos dejaba Sus inmensas riquezas….

Anatema, el Señor mi Dios reprenda al príncipe de toda mentira. Jesucristo nunca nos prometió ni riquezas, ni prosperidad, ni tiempos gloriosos, ni elevarnos a dimensiones estrambóticas, ni hacernos heredar suculentas herencias, ni pagar nuestras deudas de un golpe, ni poner coronas de oro en las muelas o dejar caer sobre nosotros polvos dorados; tampoco nos dijo que nos llenaría de suerte para ganar la lotería o los juegos de azar. Todo eso es mentira del diablo, doctrina de satanás.

EL MANDATO
Lo que Jesûs nos mandó a hacer no es una alternativa sino un mandato. Dentro de la iglesia cristiana hay muchos creyentes empresarios, profesionales o trabajadores exitosos que han logrado acumular riquezas grandes o pequeñas, pero que, cuando viene el momento, actúan como lo hace el mundo, idolatran a sus fortunas. Y niegan la ayuda a aquel que les extiende su mano menesterosa, pagan mal a sus empleados, evaden impuestos, cobran sobreprecios, alteran facturas, reducen la calidad del producto que venden, pagan utilidades falsas o no pagan del todo, niegan derechos laborales a sus empleados, sobornan a jueces, abogados, fiscales, empleados del gobierno, policías, se desentienden de los que necesitan, sean familiares o desconocidos, etc., todo con el ánimo de que su dinero no se reduzca sino al contrario, se aumente. De acuerdo a la palabras de Jesûs en el Sermón del Monte, estos cristianos ya han asegurado su lugar en los infiernos.

La Biblia dice que Dios es el dueño del oro y de la plata, es decir, de todo el dinero y de todas las riquezas que hay en el mundo en sus diferentes formas como los metales preciosos, propiedades, piedras preciosas, joyas, autos lujosos, etc. Dios es quien da a quien Êl quiere de la forma como Êl quiere, con un propósito que cada quien deberá cumplir. Para ello, Jesûs nos enseña en sus parábolas cómo ser buenos administradores del dinero que Dios nos encarga. Pero los codiciosos actúan como si el dinero fuera de ellos. Inclusive, si a muchos de los lectores de este mensaje se les preguntara si serían capaces de vender sus propiedades y repartir el dinero entre los pobres para entonces ir a predicar el mensaje de Jesûs, la mayoría tristemente diría que no.

TIEMPOS DE JUECES
Por todo lado vemos en estos tiempos, a hombres y mujeres cristianos y creyentes que se auto envisten como “profetas” o “apóstoles” sin siquiera haber leído la Biblia completa por lo menos una vez en su vida, o haber dedicado cuatro años para terminar el seminario, o tres años más para la maestría en divinidades, o haberse confinado por cinco o seis años más para completar el doctorado en ministerio. Jesûs dictó una cátedra intensiva de maestría a Sus doce discípulos por tres años y medio. Once de ellos se graduaron cuando atestiguaron la ascensión del Señor a los cielos. Y once de ellos obtuvieron su doctorado cuando fueron recibidos en la eternidad como mártires del Evangelio. Pero ninguno de ellos ni los cientos de pupilos que formaron, enseñaron acerca de la prosperidad, o se autoproclamaron apóstoles, o jugaron a ser profetas. Quienes servimos a Jesûs debemos estar dispuestos a vivir en medio de la necesidad, de la soledad, del odio y la persecución, y hasta morir como mártires, tal cual lo hizo nuestro Salvador.

Hermanos queridos, estos no son los tiempos ni de apóstoles ni de profetas, sino de jueces. El Señor Jesûs dijo que Juan el Bautista era el último profeta. Y con Jesûs, todas las profecías se cumplieron. Ya no hay nada pendiente sobre lo que se deba profetizar. Por lo tanto, aquel que se deje llamar “profeta” por otros o se auto titule como tal, estará cometiendo blasfemia en contra de Dios.

Y en cuanto a los apóstoles, Pablo, después de haber pasado catorce años desde su conversión preparándose en la Palabra, y después de que recibió el visto bueno de Pedro y los otros para salir a predicar, manifestó que, por el conocimiento dado por el Espíritu Santo, él era el último de los apóstoles de Jesûs. Por lo tanto, aquel que se deje llamar “apóstol” por otros o se auto titule como tal, estará cometiendo blasfemia en contra de Dios.

NUESTRA MISIÓN: LLAMAR AL ARREPENTIMIENTO
Los Israelitas -no los judíos, recuerde que son dos cosas completamente diferentes- durante los 420 años que habitaron en Egipto, fueron prosperados por Dios porque lo amaban, a pesar de que la mayor parte de ese tiempo vivieron como esclavos. Cuando salieron de allí guiados por Moisés, se llevaron con ellos todas las riquezas que, según la Biblia, no eran pocas. Pero durante los 40 años que les tomó cruzar el desierto, aquella generación -que murió antes de entrar a la tierra prometida- había olvidado transferir la fe a sus hijos y a los hijos de los hijos. Así, la nueva generación entró en aquella tierra donde fluía abundante leche y miel, pero sin el conocimiento de la fe de su Creador, por lo que poco a poco fueron cayendo en una terrible pobreza que los asoló por 450 años, período conocido como el tiempo de los Jueces.

Durante este espantoso lapso, Dios levantó en Israel a 18 hombres y mujeres a quienes se llamó “Jueces” para impartir justicia entre el pueblo. Pero como estos jueces conocían a Dios y eran temerosos de Sus edictos, trajeron gran bendición para todos los habitantes. Entre estos podemos nombrar a Otoniel, Sansón, Deborah, Gedeón, Samuel, etc. Aquellos hombres y mujeres de Dios llamaron al pueblo al arrepentimiento por haberse olvidado de Dios y de todas las cosas grandes y maravillosas que Êl había hecho por ellos. Y el pueblo de Israel -no los judíos- respondió, se humilló ante Dios, reconoció sus transgresiones y se arrepintió de su conducta. Después de ello, el Eterno envío grandes bendiciones a tal punto que pronto se convirtieron en un reino.

Los tiempos actuales son exactamente iguales a aquellos tiempos bíblicos, pues, a pesar de las grandes bendiciones que Dios ha derramado sobre la tierra, los hombres y mujeres de esta generación incluyendo los cristianos se han olvidado de agradecer al Señor y de enseñarles a sus hijos acerca del amor y la grandeza del Creador. El terrible degradamiento moral, ético y espiritual de los tiempos actuales es el resultado de aquella procrastinación. Por ello, los ministros del Señor, en lugar de predicar anatema o mensajitos que sirven como curitas, deben llamar enérgicamente al arrepentimiento porque el tiempo de la gracia se ha acabado y los terribles tiempos del fin ya han comenzado.

CÓMO HAGO PARA ARREPENTIRME
Arrepentimiento es una palabra que viene del griego “μετανοέω’ “metanoeó” que significa “cambiar de pensamiento en cuanto a un propósito,” “pensar diferente frente a una situación específica,” “cambiar una decisión tomada,” “dar vuelta atrás, en dirección contraria a donde se iba originalmente,” “rectificar.”

En muchas ocasiones y por diversas circunstancias de pronto nos encontramos diciendo o haciendo algo que no queremos, que no estamos de acuerdo y que nos hace sentir mal y hasta avergonzados. El nivel de orgullo en la persona será la clave para que aquel tome la decisión de seguir adelante o no con una conducta o acción que sabe es inapropiada y con la cual no está de acuerdo. Si el orgullo es grande, la persona no rectificará.

Pero la Biblia dice que el orgullo antecede a la caída. Por ello Dios permite en nuestras vidas los momentos terribles para romper nuestro orgullo, de tal manera que podamos reconocer que estamos diciendo o haciendo mal y que necesitamos arrepentirnos, es decir, tomar la decisión de parar nuestra conducta errónea, pedir perdón a los ofendidos y decidir con firmeza no volverlo a hacer. Cuando ofendemos a otros ofendemos a Dios. Jesûs nos ordenó amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo. Si hacemos el mal contra otros, estamos pecando, y necesitamos arrepentirnos.

Sin embargo, es más fácil para la carne llenarse de orgullo y seguir ofendiendo que reconocer que se ha equivocado y peor aún, pedir perdón. Pero el peligro mayor es que, si no reconocemos nuestros errores, iremos por la vida y el mundo ofendiendo cada vez a más gente hasta cuando nuestras propias obras de maldad se vuelvan en contra, y el inicuo pase a cobrar la cuenta. Entonces el llanto y el crujir de dientes serán terribles.

Por esta razón es que Dios envió a Su Hijo Jesucristo a morir por los pecados y transgresiones de todos los humanos, para darnos la oportunidad de arrepentirnos de corazón, recibir el perdón y poder accesar con ello a la vida eterna después de esta vida terrenal. Y aunque hayamos recibido a Jesucristo en nuestro corazón y tengamos al Espíritu Santo viviendo en nosotros, por nuestra condición de imperfección, siempre tendremos la tendencia hacia cometer errores que, sin querer o queriendo, ofenderán a otros.

Por ello necesitamos justificarnos cada noche antes de dormir. Debemos pedir perdón al Señor por nuestras transgresiones cometidas en ese día y que nos vuelva a hacer blancos como la nieve, de tal forma que, si el Rapto es en esa noche, yo no me quede por estar sucio de pecado, sino que los ángeles del Señor puedan verme y me levanten en los aires para encontrarme con Jesucristo en las nubes. Todo porque por Su gracia reconocí mis pecados y pedí perdón.

Gloria a Dios por Jesucristo, Su Hijo amado.
Dios le bendiga.

Μαρανάθα, Ιησούς έρχεται σύντομα.
Maranatha, Jesús viene pronto.


ORACIÓN

«Gracias Señor Dios Todopoderoso, Padre Eterno y misericordioso, por todas Tus bendiciones, Tu provisión, Tu protección, Tu misericordia, Tu sabiduría. Gracias por haberme escogido para servirte, y gracias por recibir mi vida aun cuando no tenía ningún valor y transformarme en lo que soy ahora, un siervo tuyo cuya principal misión es compartir Tu mensaje de esperanza con aquellos que no te conocen, pero también recordar a mis hermanos en Cristo, de las cosas que se han olvidado y de la necesidad de retomar el camino correcto. Te pido Señor que bendigas a aquel que está leyendo esta oración con toda bendición de paz, salud, provisión, protección y sabiduría, para él o ella y para toda su familia, en el santo Nombre de Tu Hijo amado Yeshûa HaMashiah, mi Señor y mi Salvador amén y amén.»