El Mensaje Correcto

 


📖🖊 Estudio Bíblico, Lunes 31 de Enero, 2022.
        “El Mensaje Correcto”

        Por: Dr. CF Jara

Leer: 2 Corintios 11
«…si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.» (2 Crónicas 7:14)

MI SALVADOR
A la medianoche del 29 de Enero de 1999, en medio de una lucha espiritual terrible y por la intercesión inclaudicable del hermano pastor Chileno Juanito Rojas, de la iglesia Presbiteriana de Flushing, New York, entregué mi alma a Jesucristo. El Señor, por Su infinita misericordia, tomó el despojo de hombre que había quedado de mí sin importarle que lo había rechazado 17 años atrás, cuando me visitó por primera vez. Jesûs no me había olvidado, y pacientemente esperó por Su oveja perdida.

Desde entonces y por los siguientes 23 años, he meditado en lo que hubiese sido de mi si el pastor Rojas no me predicaba el mensaje de arrepentimiento abriendo el camino para que Jesûs me salvara. Pienso que estaría encerrado en algún sanatorio para enfermos mentales, perdido para siempre en la locura de mis culpabilidades; o quizá recluido en alguna cárcel despiadada, esperando el día de mi muerte; o tal vez enterrado en algún cementerio olvidado, donde nadie se acordaría de mí.

Pero a Dios le plació darme una nueva vida, y me enseñó que Êl me escogió desde el vientre de mi madre, que Sus ojos me vieron cuando aún era embrión, y que fue Êl mismo quien me dio mi nombre. Yo no tenía ni riquezas, ni títulos, ni era famoso. Todo lo contrario, no valía nada. Pero Jesucristo me salvó por Su amor por mí, el amor eterno e inefable más grande e infinito que el universo. Y así como el Señor lo hizo conmigo, lo hizo con usted hermano, hermana, que lee este mensaje. Porque Êl nos amó primero.

LOS MERCADERES DE LA FE
La persona de Jesûs se convirtió en mi inspiración. Pronto empecé los estudios bíblicos que no han parado hasta el día de hoy, porque así debe ser, y no por mis méritos, como dice Pablo, porque no tengo ninguno. La Biblia dice que palabra de Dios es el pan espiritual que los redimidos por Jesucristo deben comer cada día. Sin embargo, la mayoría no lo hace y por ello caen en el engaño de muchos falsos “profetas” que, aparte de usufructuar de la fe, predican doctrinas satánicas que conduce a millones por caminos que llevan a la muerte eterna.

Cuando usted lee y estudia la Biblia, encuentra que no dice que cuando cientos y miles se reunían para escuchar a Jesûs, el Mesías enviaba a Su discípulos con cubetas, canastas o sombreros a recoger la limosna, diezmos u ofrendas. Tampoco dice que el Maestro citó una o algunas veces a Sus seguidores y al pueblo para construir un edificio para que los creyentes se reunieran allí. Tampoco existe un solo versículo que reporte que Jesûs predicó en lujosas catedrales, sinagogas o templos.

No he encontrado tampoco un pasaje donde se describa al Señor vistiendo un traje fino de corte francés con zapatos italianos; en Su muñeca un rolex de oro con diamantes incrustados; un secretario personal que le lleve la Biblia y la botella de agua y que le abra las puertas de la iglesia o del carro; que se haya movilizado en un auto europeo del año que parquea en su espacio exclusivo de la iglesia, o que haya viajado en jet privado hacia el gran número de pueblos, ciudades y regiones que fue a predicar; o que haya ido y venido con guardaespaldas personal y para su familia; que haya recibido un cheque gordo cada mes o cada vez que predicaba, mientras en Su iglesia los pobres y hambrientos eran la mayoría; o que se haya retirado a vivir su vejez, a tomar café cómodamente sentado en medio del jardín de su casa, grabando mensajes bíblicos cortos y vacíos porque se volvió tictoquero, sin importarle que todos los días, cientos, miles, millones mueren en la oscuridad más angustiante. Si eso hizo Jesûs, entonces no quiero seguir Su ejemplo.

JESÛS, EL PERFECTO EJEMPLO
Pero en la iglesia del Señor, los predicadores hacedores de iniquidad abundan. Y lo penoso es que tienen muchos seguidores que los defienden a capa y espada, porque han hecho ídolos de estos falsos ministros. Muchos cristianos admiran y hasta adoran a pastores y predicadores que viven y predican en medio de lujos innecesarios, pero al mismo tiempo desprecian a aquellos que escogieron el modelo que Jesûs practicó basado en la sencillez y humildad. El Salvador dijo, «Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.» (Mateo 11:29)

A diferencia del Antiguo Pacto (la voz de Dios) donde una de las principales promesas del Creador para Su pueblo era bendecirlos con toda bendición de prosperidad si es que aquellos observaban Sus preceptos, el Nuevo Pacto (la voz de Jesucristo) no habla ni una sola palabra acerca de prosperidad económica para los creyentes. Al contrario, Jesûs, quien aparte de llevar una vida sencilla sin ningún lujo o propiedad alguna, llamó a Sus redimidos a desprenderse de todos sus bienes materiales y darlos a los pobres como condición previa para ser parte de Su ejército de predicadores. Y para completar, Jesûs nos advirtió que nuestra vida estaría llena de tribulaciones, pero que no tendríamos que preocuparnos porque Êl nos dejaba Sus inmensas riquezas….

Anatema, el Señor mi Dios reprenda al príncipe de toda mentira. Jesucristo nunca nos prometió ni riquezas, ni prosperidad, ni tiempos gloriosos, ni elevarnos a dimensiones estrambóticas, ni hacernos heredar suculentas herencias, ni pagar nuestras deudas de un golpe, ni poner coronas de oro en las muelas o dejar caer sobre nosotros polvos dorados; tampoco nos dijo que nos llenaría de suerte para ganar la lotería o los juegos de azar. Todo eso es mentira del diablo, doctrina de satanás.

EL MANDATO
Lo que Jesûs nos mandó a hacer no es una alternativa sino un mandato. Dentro de la iglesia cristiana hay muchos creyentes empresarios, profesionales o trabajadores exitosos que han logrado acumular riquezas grandes o pequeñas, pero que, cuando viene el momento, actúan como lo hace el mundo, idolatran a sus fortunas. Y niegan la ayuda a aquel que les extiende su mano menesterosa, pagan mal a sus empleados, evaden impuestos, cobran sobreprecios, alteran facturas, reducen la calidad del producto que venden, pagan utilidades falsas o no pagan del todo, niegan derechos laborales a sus empleados, sobornan a jueces, abogados, fiscales, empleados del gobierno, policías, se desentienden de los que necesitan, sean familiares o desconocidos, etc., todo con el ánimo de que su dinero no se reduzca sino al contrario, se aumente. De acuerdo a la palabras de Jesûs en el Sermón del Monte, estos cristianos ya han asegurado su lugar en los infiernos.

La Biblia dice que Dios es el dueño del oro y de la plata, es decir, de todo el dinero y de todas las riquezas que hay en el mundo en sus diferentes formas como los metales preciosos, propiedades, piedras preciosas, joyas, autos lujosos, etc. Dios es quien da a quien Êl quiere de la forma como Êl quiere, con un propósito que cada quien deberá cumplir. Para ello, Jesûs nos enseña en sus parábolas cómo ser buenos administradores del dinero que Dios nos encarga. Pero los codiciosos actúan como si el dinero fuera de ellos. Inclusive, si a muchos de los lectores de este mensaje se les preguntara si serían capaces de vender sus propiedades y repartir el dinero entre los pobres para entonces ir a predicar el mensaje de Jesûs, la mayoría tristemente diría que no.

TIEMPOS DE JUECES
Por todo lado vemos en estos tiempos, a hombres y mujeres cristianos y creyentes que se auto envisten como “profetas” o “apóstoles” sin siquiera haber leído la Biblia completa por lo menos una vez en su vida, o haber dedicado cuatro años para terminar el seminario, o tres años más para la maestría en divinidades, o haberse confinado por cinco o seis años más para completar el doctorado en ministerio. Jesûs dictó una cátedra intensiva de maestría a Sus doce discípulos por tres años y medio. Once de ellos se graduaron cuando atestiguaron la ascensión del Señor a los cielos. Y once de ellos obtuvieron su doctorado cuando fueron recibidos en la eternidad como mártires del Evangelio. Pero ninguno de ellos ni los cientos de pupilos que formaron, enseñaron acerca de la prosperidad, o se autoproclamaron apóstoles, o jugaron a ser profetas. Quienes servimos a Jesûs debemos estar dispuestos a vivir en medio de la necesidad, de la soledad, del odio y la persecución, y hasta morir como mártires, tal cual lo hizo nuestro Salvador.

Hermanos queridos, estos no son los tiempos ni de apóstoles ni de profetas, sino de jueces. El Señor Jesûs dijo que Juan el Bautista era el último profeta. Y con Jesûs, todas las profecías se cumplieron. Ya no hay nada pendiente sobre lo que se deba profetizar. Por lo tanto, aquel que se deje llamar “profeta” por otros o se auto titule como tal, estará cometiendo blasfemia en contra de Dios.

Y en cuanto a los apóstoles, Pablo, después de haber pasado catorce años desde su conversión preparándose en la Palabra, y después de que recibió el visto bueno de Pedro y los otros para salir a predicar, manifestó que, por el conocimiento dado por el Espíritu Santo, él era el último de los apóstoles de Jesûs. Por lo tanto, aquel que se deje llamar “apóstol” por otros o se auto titule como tal, estará cometiendo blasfemia en contra de Dios.

NUESTRA MISIÓN: LLAMAR AL ARREPENTIMIENTO
Los Israelitas -no los judíos, recuerde que son dos cosas completamente diferentes- durante los 420 años que habitaron en Egipto, fueron prosperados por Dios porque lo amaban, a pesar de que la mayor parte de ese tiempo vivieron como esclavos. Cuando salieron de allí guiados por Moisés, se llevaron con ellos todas las riquezas que, según la Biblia, no eran pocas. Pero durante los 40 años que les tomó cruzar el desierto, aquella generación -que murió antes de entrar a la tierra prometida- había olvidado transferir la fe a sus hijos y a los hijos de los hijos. Así, la nueva generación entró en aquella tierra donde fluía abundante leche y miel, pero sin el conocimiento de la fe de su Creador, por lo que poco a poco fueron cayendo en una terrible pobreza que los asoló por 450 años, período conocido como el tiempo de los Jueces.

Durante este espantoso lapso, Dios levantó en Israel a 18 hombres y mujeres a quienes se llamó “Jueces” para impartir justicia entre el pueblo. Pero como estos jueces conocían a Dios y eran temerosos de Sus edictos, trajeron gran bendición para todos los habitantes. Entre estos podemos nombrar a Otoniel, Sansón, Deborah, Gedeón, Samuel, etc. Aquellos hombres y mujeres de Dios llamaron al pueblo al arrepentimiento por haberse olvidado de Dios y de todas las cosas grandes y maravillosas que Êl había hecho por ellos. Y el pueblo de Israel -no los judíos- respondió, se humilló ante Dios, reconoció sus transgresiones y se arrepintió de su conducta. Después de ello, el Eterno envío grandes bendiciones a tal punto que pronto se convirtieron en un reino.

Los tiempos actuales son exactamente iguales a aquellos tiempos bíblicos, pues, a pesar de las grandes bendiciones que Dios ha derramado sobre la tierra, los hombres y mujeres de esta generación incluyendo los cristianos se han olvidado de agradecer al Señor y de enseñarles a sus hijos acerca del amor y la grandeza del Creador. El terrible degradamiento moral, ético y espiritual de los tiempos actuales es el resultado de aquella procrastinación. Por ello, los ministros del Señor, en lugar de predicar anatema o mensajitos que sirven como curitas, deben llamar enérgicamente al arrepentimiento porque el tiempo de la gracia se ha acabado y los terribles tiempos del fin ya han comenzado.

CÓMO HAGO PARA ARREPENTIRME
Arrepentimiento es una palabra que viene del griego “μετανοέω’ “metanoeó” que significa “cambiar de pensamiento en cuanto a un propósito,” “pensar diferente frente a una situación específica,” “cambiar una decisión tomada,” “dar vuelta atrás, en dirección contraria a donde se iba originalmente,” “rectificar.”

En muchas ocasiones y por diversas circunstancias de pronto nos encontramos diciendo o haciendo algo que no queremos, que no estamos de acuerdo y que nos hace sentir mal y hasta avergonzados. El nivel de orgullo en la persona será la clave para que aquel tome la decisión de seguir adelante o no con una conducta o acción que sabe es inapropiada y con la cual no está de acuerdo. Si el orgullo es grande, la persona no rectificará.

Pero la Biblia dice que el orgullo antecede a la caída. Por ello Dios permite en nuestras vidas los momentos terribles para romper nuestro orgullo, de tal manera que podamos reconocer que estamos diciendo o haciendo mal y que necesitamos arrepentirnos, es decir, tomar la decisión de parar nuestra conducta errónea, pedir perdón a los ofendidos y decidir con firmeza no volverlo a hacer. Cuando ofendemos a otros ofendemos a Dios. Jesûs nos ordenó amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo. Si hacemos el mal contra otros, estamos pecando, y necesitamos arrepentirnos.

Sin embargo, es más fácil para la carne llenarse de orgullo y seguir ofendiendo que reconocer que se ha equivocado y peor aún, pedir perdón. Pero el peligro mayor es que, si no reconocemos nuestros errores, iremos por la vida y el mundo ofendiendo cada vez a más gente hasta cuando nuestras propias obras de maldad se vuelvan en contra, y el inicuo pase a cobrar la cuenta. Entonces el llanto y el crujir de dientes serán terribles.

Por esta razón es que Dios envió a Su Hijo Jesucristo a morir por los pecados y transgresiones de todos los humanos, para darnos la oportunidad de arrepentirnos de corazón, recibir el perdón y poder accesar con ello a la vida eterna después de esta vida terrenal. Y aunque hayamos recibido a Jesucristo en nuestro corazón y tengamos al Espíritu Santo viviendo en nosotros, por nuestra condición de imperfección, siempre tendremos la tendencia hacia cometer errores que, sin querer o queriendo, ofenderán a otros.

Por ello necesitamos justificarnos cada noche antes de dormir. Debemos pedir perdón al Señor por nuestras transgresiones cometidas en ese día y que nos vuelva a hacer blancos como la nieve, de tal forma que, si el Rapto es en esa noche, yo no me quede por estar sucio de pecado, sino que los ángeles del Señor puedan verme y me levanten en los aires para encontrarme con Jesucristo en las nubes. Todo porque por Su gracia reconocí mis pecados y pedí perdón.

Gloria a Dios por Jesucristo, Su Hijo amado.
Dios le bendiga.

Μαρανάθα, Ιησούς έρχεται σύντομα.
Maranatha, Jesús viene pronto.


ORACIÓN

«Gracias Señor Dios Todopoderoso, Padre Eterno y misericordioso, por todas Tus bendiciones, Tu provisión, Tu protección, Tu misericordia, Tu sabiduría. Gracias por haberme escogido para servirte, y gracias por recibir mi vida aun cuando no tenía ningún valor y transformarme en lo que soy ahora, un siervo tuyo cuya principal misión es compartir Tu mensaje de esperanza con aquellos que no te conocen, pero también recordar a mis hermanos en Cristo, de las cosas que se han olvidado y de la necesidad de retomar el camino correcto. Te pido Señor que bendigas a aquel que está leyendo esta oración con toda bendición de paz, salud, provisión, protección y sabiduría, para él o ella y para toda su familia, en el santo Nombre de Tu Hijo amado Yeshûa HaMashiah, mi Señor y mi Salvador amén y amén.»

Bienaventurado el Hombre cuya Confianza está en Dios

 


📖🖊  Devocional para hoy, Lunes 24 de Enero, 2022.                                “Bienaventurado el Hombre cuya Confianza está en Dios”
        Por: César F Jara

Leer: Isaías 55
«Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.» (Salmo 40:4)


HUYENDO DEL PECADO
El 6 de Diciembre de 1996, llegaba yo a la ciudad de New York como “inmigrante.” Había sido una decisión dura el dejar atrás a la familia, los amigos, la patria, la comida, las tradiciones, etc., pero no tenía alternativa. A pesar de haber alcanzado varios éxitos profesionales, había fracasado como esposo y padre de familia, por causa de una vida secreta de pecado y depravación. Mi vida espiritual estaba destruida y nada llenaba aquel vacío sino solo el deseo de morir.

Recuerdo que, al salir de migración con dos maletas de ropa usada, metí otra vez mi mano al bolsillo del pantalón para recontar los únicos $2 dólares con los que llegué. Había perdido todo en mi país de origen, pero aún no lo podía creer. Y me gustaría decir que tenía al menos algo de esperanza, pero no fue así, pues ella había muerto hace tiempo. Sin fe ni esperanza, ni dinero ni familia, empecé a planear mi propia muerte. Debo añadir que no conocía a Jesucristo, y aunque de oídas había oído Su nombre, y me consideraba un buen católico, la religión no me enseñó a conocer a Dios de la forma en que necesitamos conocerlo.

Días más tarde, Dios no dejó que consumara mi plan de echarme debajo de las rieles del tren, y a través de un radio despertador que lo conservo hasta ahora, me habló y me dijo que me amaba, que mis pecados habían sido perdonados en la cruz del calvario y que Êl iba a cambiar mi vida para siempre, pero que yo debía creer en Êl. La esperanza renació en mi corazón, y aquí estoy, veinticinco años mas tarde, celebrando el mayor logro académico de mi vida, el título de Doctor en Ministerio. Gloria a Dios.

No sé cuántos de los millones de hermanos que emigraron de sus países antes y después que yo pudieron alcanzar sus sueños; o cuántos tristemente murieron en el intento; o cuántos se dieron por vencidos. Pero lo que si sé es que cuando ponemos nuestra esperanza en Dios, Êl nos llena de la fe que es el combustible para caminar en pos del propósito por el que fuimos hechos y traídos a la vida.

LA NOCHE ARRECIA
Ha sido largo el viaje. No ha sido fácil. He enfrentado muchas tormentas, momentos difíciles, pruebas dolorosas, tragedias terribles, desiertos mortales. Pero hasta aquí, Dios me ha traído y nada me ha faltado. Este logro no significa que las pruebas se acabaron, al contrario, recién empiezan, porque los planes del enemigo cada día son para destruir mi vida, pero los planes del Dios Todopoderoso me llenan de la paz que sobrepasa todo entendimiento, y me llevarán indefectiblemente a la meta que el Señor planeó para mí.

Hermanos, la noche arrecia, los cielos sufren violencia, la tierra gime con dolores de parto, y la humanidad ha sido atrapada en una trampa de terror, zozobra y muerte. Pero el Dueño de todas las cosas y del tiempo tiene el poder para detenerlo, para que aquellos que andan perdidos, se arrepientan y puedan ser salvos. Dios me enseñó que un victorioso en la fe no es aquel que nunca peca o que jamás tropieza, sino aquel que si peca, se arrepiente sinceramente de sus pecados y que si se tropieza y cae, se levanta por la fe en Cristo Jesûs, a seguir su camino, porque confía en que, con Cristo en su vida, nada ni nadie podrá separarlo del amor de Dios que es en Su Hijo amado.

El mundo se despierta cada día con una amenaza nueva que se suma a las existentes. La maldad de los gobernantes del mundo, la violencia social, el hambre, la corrupción, la falta de trabajo, la pandemia con sus imposiciones como el aislamiento, la falta de medicina efectiva, la incertidumbre, la soledad, etc. Y aunque es un tiempo anunciado por los profetas bíblicos, como quiera produce en los seres humanos un sufrimiento impensado, difícil de asimilar.

DÓNDE PONER TU CONFIANZA 
Yen medio de este deplorable estado emocional, físico y espiritual, el terror se levanta como un gigante despiadado que reclama las vidas de los mas débiles, de los incrédulos, de los que aún duermen sin darse cuenta que estamos a las puertas de que todo lo que está escrito se desate en la apocalíptica tribulación.

Pero en medio del feroz ataque, Dios habla a los suyos cada día, cada hora, cada segundo y te dice «No temas, porque Yo soy tu Dios; no desmayes porque como estuve con Moisés, estaré contigo. No te dejaré, ni te desampararé. Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra. Que nunca se aparte de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.»

No pierdas mas el tiempo, hermano, hermana, buscando las noticias que te hacen sufrir, que te llenan de miedo, que te roban la esperanza, que te hacen pensar en la muerte. Eleva tu voz al Señor tu Dios y clama a Su santo nombre, «Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré. Êl te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con Sus plumas te cubrirá, Y debajo de Sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es Su verdad. No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra; más a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos. Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada.»

Confía amado, amada, confía, Jesûs es nuestra esperanza, nuestra roca y nuestro refugio. Deposita en Êl todos tus miedos, tus angustias, tu soledad, tu necesidad, tu salud, tu enfermedad, toda tu vida, y Êl cambiará tu lamento en baile, y nunca más estarás solo porque los ángeles del Señor danzarán junto a ti, y porque el Señor te sanará, te confortará y te levantará para llevarte a la vida eterna que te prometió, allá en los cielos, allá donde no hay mas llanto, ni enfermedad, ni dolor, ni muerte, sino una inimaginable y hermosísima y por siempre eterna vida celestial, amén y amén.

Dios le bendiga.

Μαρανάθα, Ιησούς έρχεται σύντομα.
Maranatha, Jesús viene pronto.

ORACIÓN

«Buscad a Jehová mientras puede ser hallado,
llamadle en tanto que está cercano.
Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos,
y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia,
y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos,
ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos,
y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.
Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve,
y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar
y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come,
así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía,
sino que hará lo que yo quiero,
y será prosperada en aquello para que la envié.
Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos;
los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros,
y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso.
En lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga
crecerá arrayán; y será a Jehová por nombre,
por señal eterna que nunca será raída.
En el nombre de Jesûs, amén y amén.»

¿Son el Judaísmo y el Estado de Israel Bíblicos? Parte IV Final


 📖🖊  Mensaje Bíblico para hoy, Jueves 20 de Enero, 2022.
        “¿Son el Judaísmo y el Estado de Israel Bíblicos? Parte IV Final”
        Por: CF Jara.

Leer: Juan 8
«Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.» (Juan 8:31-32)

En la parte final de este estudio, queremos compartir algunos términos relacionados con Israel y el judaísmo que son mencionados en el día a día de la fe cristiana pero cuyos conceptos, o se conocen equivocadamente o han sido enseñados equivocadamente. Es necesario rectificar lo que está mal de tal forma que podamos adorar al nombre del Señor con toda verdad y con todo entendimiento.

DICCIONARIO BÍBLICO
Si usted le dice “judío” a una persona solo porque ha nacido en Israel, pero que no practica la religión judía, está cometiendo un gran error. Y aunque aquel israelí lo sabe, no le va a corregir, porque ellos prefieren que los gentiles, a quienes llaman “goyim” que significa “ganado”, permanezcamos en la ignorancia y creamos lo que ellos quieren que creamos. Por ello, es de vital importancia que usted conozca e identifique muy bien los términos relacionados con los judíos y el judaísmo:

Deep State
Conocido también como el “Pantano”, el “Estado Profundo,” es como una banda inmensa de criminales, miles de hombres y mujeres que practican la más grande depravación sexual, lesbianismo, homosexualismo, pedofilia, tráfico sexual de menores, canibalismo, satanismo, bestialismo, etc. Gente que ha llegado a apropiarse del 90% de la riqueza del mundo y por ello hacen y deshacen conforme a su antojo, sin temor ni temblor de DIOS.

Hebreo
Se dice del idioma hablado por todas las tribus de Israel y sus descendientes, con muchas variaciones importantes a través de los siglos. Su origen no está claro, e incluso se cree que nació en la región de Canaán. Cuando Josué y el pueblo entraron allí, los habitantes de esa región ya hablaban este dialecto. Entonces empezó una fusión entre el lenguaje local y el que se habría originado en los tiempos de Isaac, dando origen al idioma Hebreo como se conoce hoy.

Hebreos
Se dice de aquellos que hablan el idioma Hebreo que se originó en los tiempos de Isaac, el hijo de la promesa de Dios a Abraham y Sarah, quienes a su vez son descendientes de Sem. Isaac tuvo a su hijo Jacobo, a quien DIOS le cambió el nombre a Israel. Jacobo tuvo doce hijos de los cuales descienden las doce tribus que conformaron la nación israelita, la misma que con el pasar de los años, fue desarrollando su propio idioma.

Israel
Es el nombre del pueblo que Dios escogió como suyo, de entre todas las naciones de la tierra, tal como se lee en Deuteronomio 7:6 «Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra.»

El verdadero significado de Israel
El significado de “Israel” en hebreo es «el que lucha con Dios». El nombre fue dado por el ángel con el que Jacobo, el hijo de Isaac, peleó en el camino a Betel según el relato bíblico (Génesis 32: 22-28). Los eruditos han sembrado la idea de que Jacobo lucha con Dios, es decir, que Dios le acompaña en sus luchas. Sin embargo, si leemos todo el contexto, Jacobo estaba peleando en contra del ángel, no a favor ni junto con él. Entonces el ángel le cambia el nombre para que quede registrado el hecho de la testarudez de Jacobo de no soltar al ángel hasta que le diera lo que él quería, que era la bendición del Señor.

El reino de Israel
Fue conformado por las doce tribus descendientes de Jacobo, y que fueron divididas por Salomón antes de morir. Las diez tribus asentadas al norte, en la región conocida como Samaria y Galilea, mantuvieron el nombre como el reino de Israel. Las restantes dos tribus, Judá y Benjamín, asentadas al sur, en la zona de Jerusalén se llamaron Judea, por el nombre de la tribu de Judá. De ahí viene el término gentilicio “judío”. En el año 700 antes de Jesûs, los ejércitos de Asiria invaden Israel y el reino del norte desaparece de la faz de la tierra como resultado de su desobediencia y rebeldía con Dios. En cuanto al remanente del reino de Judea, también fueron dispersos por el ejército romano en el año 70 d.C. a través de toda Europa, principalmente en España y más tarde, en las Américas.

El estado de Israel
La nación bíblica de Israel (Eretz Yisrael) no existe, pues el pueblo hebreo semita que desciende de Jacobo fue dispersado por el mundo. Tampoco fue mandato de Dios que Su pueblo levantara una nación como lo que sucedió en 1948, porque la Biblia lo dice muy claro, Dios prometió a Israel la Tierra Prometida, que es la Nueva Jerusalén en la eternidad y a la cual el acceso era Jesûs, pero ellos no lo recibieron, sino que lo mataron. ¿Podría haber dejado Dios a los judíos libres y bendecidos después de haber hecho lo que hicieron con Su Hijo y con Dios mismo?

El partido Sionista Israelí
Quienes levantaron el camino para que Israel llegue a ser nación en 1948 y convencieron al mundo para ello, son los judíos sionistas, unos descendientes del reino de Khazaria que llegaron a Palestina en el siglo 17 y que luego se mezclaron con los poquísimos judíos que quedaron de las dos tribus y que sobrevivieron a las diásporas, aprendieron todo, incluido la fe mosaica, y hoy por hoy se hacen pasar como judíos verdaderos, pero no son ni hebreos, ni semitas, sino los fundadores y miembros del partido político Sionista, y que son los causantes de todas las catástrofes que la humanidad ha sufrido y sufre desde que estos seres aparecieron sobre la faz de la tierra.

Israelí
El gentilicio correcto para el hombre o mujer nacido en la nación de Israel.

Israelita
Bíblicamente es el gentilicio para identificar a todos los descendientes de las 12 tribus de Jacob escogidos por Dios, pero proféticamente, los Israelitas son el pueblo redimido por la sangre de Jesûs. Israel no es el territorio ‘per se’ sino el pueblo o nación de Dios, el conjunto de hombres y mujeres que aman, sirven y obedecen al Eterno y que buscan ser perdonados y reunidos por el Mesías Libertador. Por lo tanto, insistimos una vez más que la famosa reunión del pueblo de Israel en el territorio de la Palestina no es bíblica, pues la Tierra Prometida de la cual Dios habló a Israel no es aquel pedazo de territorio, sino la Eternidad, a través de Su Hijo Jesûs. Mas Êl a los suyos vino y los Suyos lo rechazaron.

Judío 500 a.C.
Es el gentilicio para denominar así a los nacidos en la región de Judea, ubicada al centro de lo que hoy es el territorio de Israel. Esta región empezó a ser llamada así luego de que los descendientes de Judá fueran ubicados a vivir allí después del éxodo de Egipto.

Judío Hoy
En los días actuales, “judío” define a los practicantes de la religión judaica, pero los israelís erróneamente se hacen llamar así. Y digo “erróneamente” pues el término “judío” describe a los que creen y practican la religión del judaísmo. Más solo el 18% de la población israelí lo hace, mientras que el resto, se declara o no practicantes o no creyentes y hasta ateos.

Judaísmo:
Es el término que define a los practicantes de la religión judaica que proviene de la fusión de la fe bíblica con la fe politeísta babilónica, y que basan su fe en la Toráh, el Talmud, la Kábala, etc.

Semitas:
Se originan luego del Diluvio. Se dice de los descendientes de Sem, el primer hijo de Noé.

Sionismo:
Se entiende por “sionismo” al movimiento étnico-político que se identifica primariamente como “judío” y "semita" aun sin serlo.

MARANATHA
Los Israelitas se han mantenido en constante rebeldía y desobediencia a los designios del Señor desde el comienzo de su historia. Sabemos el caso de Isaac robando la primogenitura a su hermano Esaú. Luego esta Jacob, que significa “engañador.” Y por allí a través de los milenios tanto los lideres como el pueblo mantuvieron una constante desobediencia. Por ello Dios emitió Su juicio en contra de ellos cuando Jesûs profetizó la destrucción de Jerusalén y la dispersión de los Israelitas, mientras el Maestro entraba a la ciudad una semana antes de su crucifixión. Lucas cita la Palabra del Salvador en el capítulo 21, versículos 20-24:

«Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado. Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que, en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no entren en ella. Porque estos son días de retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas. Mas ¡ay de las que estén encinta, y de las que críen en aquellos días! porque habrá gran calamidad en la tierra, e ira sobre este pueblo. Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan.»

El cumplimiento de los llamados “gentiles” se dará en el Rapto o Arrebatamiento de la nueva Israel, la Iglesia redimida por la sangre del Cordero Santo. Jerusalén fue destruida por el general Tito en el siglo 70 de nuestra era, y terminó de dispersar a los israelitas por el mundo entero. Y así han de estar hasta la segunda venida de Jesucristo el Mesías, después de los siete años de la Tribulación. Así que hermanos, cuando usted lea: “orad por la paz de Israel”, eso quiere decir, orad por el pueblo redimido por Jesûs, la nueva Israel.”

En cuanto a los judíos-kházaros hacedores de maldad, ellos saben que el día de la justicia de Dios se está acercando. Los ángeles y arcángeles de DIOS están peleando en batallas apocalípticas contra las legiones de maldad y el Segundo Cielo se estremece de tanta violencia. El Señor está hablando a través de Sus profetas, ministros y creyentes para que traigan la luz de Cristo sobre la oscuridad. Debemos estar listos para la venida del Justo de los justos, Jesucristo, quien vendrá primero para llevarse a Su iglesia, y luego, a enfrentar Êl mismo al inicuo e impartir las sentencias de condenación a estos seres de oscuridad y a su amo, para siempre.

Y el cielo y la tierra serán hechos nuevos. ¡¡Aleluya!!

Confiemos con todo nuestro corazón que el Señor no nos dejará solos y peleará esta batalla por nosotros hasta el final, hasta vencer a todas las huestes de maldad. Y en el nombre santo y todopoderoso de Jesucristo declaramos que el enemigo y sus huestes de maldad ya han sido derrotados, porque así lo declara Su palabra en el libro de Apocalipsis: “Todo lo que será ya fue.”

Dios le bendiga.

Μαρανάθα, Ιησούς έρχεται σύντομα.
Maranatha, Jesús viene pronto.

ORACIÓN

Señor Dios Todopoderoso, gracias te doy por todas las bendiciones que depositaste en mi vida y en la de los míos a lo largo del año que terminó. Te ruego Padre santo, que Tu amor, misericordia y protección no nos falte en este nuevo año que empezamos, y que yo pueda recordarlo siempre para darte las gracias por lo bueno que eres, te lo pido humildemente n el santo nombre de Tu Hijo amado, Yeshûa HaMashiah, amén y amén.»