Cuida tu Testimonio

Devocional para hoy, Lunes 17 de Febrero, 2020.
“Cuida tu Testimonio”
Por: CF Jara

Lectura: Hechos 5:5
«Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron.» (RV 1995)

Anita es la hermana más anciana de la iglesia, tiene cerca de 94 años, muy querida y apreciada por todos. Un día el aire acondicionado de su carro se dañó. Luego de preguntar por ayuda, alguien le refirió a otro hermano que aseguró saber del tema. La anciana llegó a un acuerdo con el hombre y éste hizo el trabajo. Luego de unos días, entregó el carro a Anita y ella lo bendijo, pagó el arreglo y él se retiró con el dinero. Mas tarde, Anita salió al supermercado; el día estaba muy caliente y ella se acordó del aire y lo prendió, pero nunca enfrió. La ancianita tuvo dificultad en volver a casa, pero cuando llegó, llamó al hermano que había hecho el trabajo; y éste le ofreció volver para revisar y arreglar el problema. Pasó el tiempo y a pesar de que Anita lo llamó por dos oportunidades más, el hombre se desentendió por completo. Pero lo más triste es lo que sucedió meses después, cuando la anciana había podido ahorrar para llevar su carro a un taller especializado: la gente de aquel lugar le dijo que el compresor nunca fue cambiado y que se podía notar que nadie había trabajado en esa área por mucho tiempo. Finalmente, el aire acondicionado trabaja, Anita está contenta y a pesar de que se sintió estafada y pensó en denunciar a aquel hombre, solo oró por él y lo dejó todo en manos del Señor.

La Biblia dice que «no nos ha sido dado el poder de criticar y/o juzgar a nadie» (Mateo 7:1-5) pues bajo los cielos, nadie es perfecto y todos pecamos. Sin embargo, es necesario recalcar la necesidad de que todos los que nos identificamos como “Cristianos”, seamos íntegros en todos nuestros caminos, en todo lugar, en todo tiempo y con todos, porque el único tesoro que tenemos es el testimonio personal. Perdido el testimonio, no hay nada más, hemos perdido todo.

La Palabra dice también «Ay de aquel que toque a mi ungido» (Salmo 105:5) y «Mia es la venganza, Yo pagaré» (Romanos 12:19) No me quiero imaginar lo que le podría suceder al hombre de la historia o a aquellos que estafan, roban o abusan de quienes sirven al Señor, a los cuales Êl mismo los ha hecho justos, por lo tanto, Sus ungidos. Pero lo que sí sé que a pesar de que Anita intercedió por aquel hermano, Dios hará justicia.

En los primeros días de la iglesia Cristiana, los discípulos y los creyentes habían conformado una comunidad donde vivían todos juntos. Para sostener la los misioneros y alimentar y proveer de lo necesario para todos, Pedro y los discípulos acordaron que todos los miembros vendieran lo que tuvieran como posesiones y donaran el dinero a un fondo común. Todos fueron haciendo así, entre ellos Bernabé, quien hizo una enorme y generosa contribución, siendo reconocido y agradecido públicamente por los demás. Ananías y Safira eran parte de ese grupo. Ellos eran una pareja de esposos que posiblemente estuvieron entre los 120 que recibieron al Espíritu Santo en el Aposento Alto, 40 días después de la ascensión del Señor Jesucristo a los cielos. Y también probablemente predicaban la Palabra del Señor junto con el resto. Decimos probablemente porque no está especificado en la Biblia. Pero lo que si se especifica es la muerte de ellos por causa de su falta de integridad para con Dios. Todos conocemos esta triste historia. Por vanidad, quisieron ser aplaudidos y reconocidos públicamente por la donación del valor de la venta de su propiedad. Sin embargo, entregaron solo una parte y se quedaron con el resto. El caso era que, al donar, tenían el derecho de recibir ayuda del fondo común, lo cual, con el tiempo, les habría dado la posibilidad de recuperar todo su dinero. Mas Pedro tenía la unción del Espíritu Santo, descubrió el contubernio, y los dos, Ananías y Safira murieron.

Hermano, hermana, no importa el trabajo o la profesión que tengas, pero en algún momento vas a tener frente a ti una decisión que hacer, relacionada con dinero o con algún bien, que no te pertenece, pero que parece fácil apropiarte de aquello. Sea que eres un mecánico, pintor, cajero, constructor, gerente, profesional o eres dueño de tu propio negocio, cuida tu testimonio con gran celo; sé íntegro sin importar que tan fácil sea apropiarte de algo que no te pertenece por más grande que se trate. Recuerda que lo que no es tuyo, le pertenece a Dios, al estado o a otro ser humano, probablemente tu hermano en la fe. «Sed santos, porque Yo soy santo.» (1 Pedro 1:16). Gloria a Dios por siempre y para siempre.

Oración
«Amado Señor Jesús, gracias te doy Señor por todas y cada una de las cosas materiales con que me has bendecido, que pueda recordar siempre que Tú diste todo, hasta Tu vida por la humanidad. Gracias Señor porque me das justo lo que necesito, ni más, ni menos, con medida remecida y justa, que alcanza y abunda para aquellos que han de venir a pedir ayuda. Hoy te pido mi Señor, que me des un corazón generoso, desprendido, íntegro. Ayúdame a cuidar mi testimonio personal; que nunca la ambición se anide en mi corazón y que, en la interacción con otras personas, jamás trate de tomar ventaja, apropiarme de algo ajeno o peor aún, estafar a quien entre en negocios conmigo. No tengo mucho Padre y Tú lo sabes, y todo lo que tengo te pertenece. Y si he de darlo todo, que así sea, en el nombre de Tu Hijo amado, Yeshua HaMashiaj, nuestro Rey y Salvador.»


התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Hechos 5


Niégate a ti mismo

Devocional para hoy, Lunes 10 de Febrero, 2020.
“Niégate a ti mismo”
Por: CF Jara

Lectura: Marcos 10:21
«…Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz…» (RV 1995)

Mi amigo Martín viajó a su país de origen con la intención de celebrar con sus familiares y amigos, el logro académico más importante de su vida, especialmente por dos razones: la primera por su edad, había pasado los 50 años, y la segunda, por las innumerables dificultades que tuvo que enfrentar a lo largo de toda su vida. Veinte años atrás había tenido que dejar su patria, familia y amigos, pero a pesar de ello, mantenía un contacto frecuente con todos. Así que, la expectativa por esta celebración era muy grande. Sin embargo, el día de la reunión, muy pocos familiares y solo dos de más de doce amigos muy “cercanos” llegaron para compartir su alegría. El resto ni siquiera llamaron. Como es obvio, el corazón de Martín se compungió especialmente porque consideraba a aquellos amigos como sus hermanos “de toda la vida”. En medio de esa tristeza, quiso buscar explicaciones y la primera idea que le vino a la mente fue que sus amigos habían cambiado, ya no eran los mismos de la juventud. Entonces clamó a Dios, y el Espíritu Santo le mostró la verdad: “Martín, tú cambiaste, ya no eres igual.” Martin había entregado su vida a Dios veinte años atrás, y el Señor lo había transformado, las cosas viejas habían pasado, ahora todas las cosas eran hechas nuevas.

En una de las caminatas evangelísticas de Jesús, un joven rico se le acercó y le dijo: «Señor, toda la ley he guardado, ¿Qué debo hacer para tener vida eterna?» Y el Señor le respondió: «Niégate a ti mismo, ve y vende todas tus posesiones y dáselas a los pobres, y sígueme.» Pero el joven rico se puso muy triste y se alejó. Jesús entonces dijo: «¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!»

El Salvador se refería al dinero, los títulos, la fama, las posesiones, las joyas, etc., pero también a muchas cosas inmateriales a las cuales nos llegamos a aferrar con todas las fuerzas y hacemos de ellas “nuestros tesoros”, entre ellas, las amistades, costumbres, moda, música, etc., que tuvimos y practicábamos antes de conocer a Jesucristo. En cuanto a nuestros amigos y familiares, si éstos no han querido recibir al Redentor, nunca comprenderán la vida nueva que Dios nos ha dado. Por ello es necesario que, una vez que les hayamos predicado el mensaje de amor, perdón, esperanza de salvación, si no hay la respuesta esperada, debemos negarnos a nosotros mismos, entregar a Dios todas aquellas amistades, sacudir nuestras sandalias y continuar nuestro camino siguiendo y sirviendo al Salvador. Nunca estaremos solos, pues Jesús es nuestro más fiel amigo, y Sus ángeles nos guardarán en todos nuestros caminos.

Oración
«Señor Padre Santo, te ruego que me des sabiduría para descubrir todas aquellas cosas que me quitan de Tu Presencia. Ayúdame a liberarme y entregarte todas y cada una de ellas, porque no quiero que nada, ni nadie, me desvíe del camino que me lleva a Ti. Que pueda ver las adicciones que parecen ser de beneficio para mi vida pero que en realidad son altares de idolatría, que me atan poco a poco y me hacen esclavo de la iniquidad. Tú que eres el Dios omnisciente, omnipresente y omnipotente, que todo lo sabes y todo lo conoces, no permitas Señor, que me separe de Tu presencia ni un minuto, te lo ruego en el nombre de Tu Hijo amado, Yeshua HaMashiaj, nuestro Rey y Salvador.»

התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Marcos 10

Oh Noche Santa

Devocional para hoy, Lunes 3 de Febrero, 2020.
“Oh Noche Santa”
Por: CF Jara

Lectura: Lucas 2:9-11
«Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.» (RV 1995)

En la noche de Navidad del año 1847, los habitantes de la pequeña aldea de Roquemaure, localizada cerca de Marsella, al Sur de Francia, fueron los testigos de honor de la primera ocasión que la canción navideña “O Holy Night”, “Oh Noche Santa” en español, fue entonada en público, en la misa de medianoche. 

Pero los presentes, en lugar de reaccionar con aplausos cuando la cantante, Madame Laurey terminó la canción, se quedaron perplejos ante la majestuosidad, tanto de la letra como de la música de esta melodía que exaltaba la gloria de Dios como nunca antes habían oído. Y todos, en medio de un asombro infinito, guardaron silencio sacrosanto como si el Creador del Universo hubiese venido en persona a escuchar este hermoso himno en Su honor.

Sin embargo, es necesario recalcar que tanto el autor de la letra como el compositor de la música, eran de todo, menos creyentes. En el caso de Placide Cappeau, el escritor, era un judío que, por su religión, tendía no solo a no adorar a Jesús sino a rechazarlo. Por un accidente en su niñez mientras jugaba con un amigo, su mano derecha fue amputada, pero el padre del amigo le pagó la educación. 

Después de estudiar leyes, Cappeau regresó al pueblo a cuidar a sus padres envejecientes. Abrió un negocio próspero de vinos y escribía poemas. En los primeros días de Diciembre de ese año, Eugene Nicolas, el párroco del pueblo, pidió a Cappeau que escribiese la letra de una canción sobre el nacimiento de Jesûs para ser cantada en la misa de la Navidad. En realidad, el párroco quería estrenar el viejo órgano que había sido reparado.

Cappeau pensó que la mejor fuente para encontrar datos para su canción era la historia del nacimiento del Mesías relatada en la Biblia, capítulo 2 de Lucas, así que tuvo que leer la Biblia Cristiana. La tarde del 3 de Diciembre de 1847, mientras iba a Paris, la letra le vino como un torrente. 

Impresionado él mismo con la portentosa partitura, fue en busca de su amigo compositor Adolphe Adam para que pusiera la música, pero éste se negó porque tenía mucho trabajo. Adam era también judío y no celebraba la Navidad. Sin embargo, cuando supo que quien cantaría era Emily Laurey, accedió, pues tenían una amistad de muchos años. Y el resultado fue una majestuosa melodía acorde a la letra.

En cuanto a Emily Laurey, cantante conocida como Madame Laurey, ella y su esposo Pierre se habían mudado al pueblo por esos días, pues él era un ingeniero civil que había sido enviado a supervisar la construcción de un puente. El párroco supo de Emily y le pidió que cantara la canción que había encomendado a Cappeau quien volvió de Paris con la melodía lista. 

En la medianoche de esa Navidad de 1847, la canción fue cantada por primera vez, causando un gran asombro y un sentimiento de gratitud hacia Dios en todos los asistentes. Pronto se hizo famosa y fue cantada en Paris, en toda Francia, en Europa y se extendió por el mundo.

En 1850 llegó a Estados Unidos, y el activista por los derechos de los esclavos, Sullivan Dwight la tradujo al inglés, impresionado por la potencia de la declaración de libertad y paz que la letra original en francés transmitía. Al mismo tiempo, en Francia, la canción fue prohibida por la iglesia católica debido a que el autor y compositor eran judíos. 

Pero no importó porque la canción empezó a ser cantada en cada esquina, casa, iglesia, plaza, pueblo y ciudad de Francia, Europa y en poco, en el mundo entero.

Hay muchas historias impresionantes alrededor de esta canción, especialmente aquellas que relatan eventos que sucedieron en medio de guerras. Cuando los soldados la entonaron en la víspera de la Navidad, treguas de paz cubrieron aquellos campos de batalla.

Esta poderosa historia de esta hermosa canción navideña nos recuerda la declaración divina de que Dios usará a las piedras si es necesario para transmitir su mensaje a la humanidad; de que el Señor no hace acepción de personas; de que todos los seres humanos, creyentes o no, somos hechura del Dios Altísimo, y de que no importan nuestras debilidades y defectos, si el Señor nos llama a servirle, poderoso es para usarnos por el poder de Su Espíritu Santo, pues sabe que ni un solo humano, ni uno solo, es capaz de hacer algo bueno por sí mismo. 

Así que, hermano, hermana, si el Señor te está llamando a servirle, no te detengas, obedece y Él escribirá hermosas historias y melodías con tus manos.

Oración
«Santo, Santo, Santo eres Señor, Dios de todo el universo. El salmista escribió: «Cuán dulces son a mi paladar Tus palabras! Más que la miel a mi boca.» Solo Tú puedes escribir estas hermosas historias que inspiran hasta a aquellos que sufren violencia, que luchan en medio de tinieblas de muerte. Solo Tú pintas los cielos más hermosos aún en los atardeceres de invierno. Las obras de Tus manos traen paz a las almas atribuladas, salud a los cuerpos enfermos, esperanza a los corazones sufridos. Úsame, te ruego, Señor, úsame aunque sea menos que las piedras, te lo ruego, para llevar el mensaje de amor, perdón y esperanza de mi amado Redentor a todos aquellos que deambulan perdidos en los valles de muerte, te lo ruego en el nombre de Tu Hijo amado, Yeshua HaMashiaj, nuestro Rey y Salvador.»
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DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Lucas 2

Doctrina Apóstatas

Devocional para hoy, Lunes 27 de Enero, 2020.
“Doctrina Apóstatas”
Por: CF Jara

Lectura: Apocalipsis 2:16-17
«Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.;» (RV 1995)

Hace unas semanas atrás tuvimos la visita a casa de una linda pareja de esposos que trabajan en el mismo lugar que mi esposa. Los dos son jóvenes y sobre todo, creyentes. Y mientras conversábamos animadamente luego de la comida, les preguntamos a que iglesia estaban yendo. Y la respuesta me produjo un dolor conocido: dejaron de congregarse debido a las experiencias negativas que tuvieron, no solo en una, sino en varias iglesias. Entre estas experiencias me comentaron, el haber sido ignorados a pesar de su gran deseo de servir. Creen que la razón para ello fue que los dos conocen muy bien la Palabra. Desde hace dos años pasan sus Domingos en casa o van a caminar a algún parque, porque piensan que no hay necesidad en congregarse.

Casos como estos hay millones alrededor del mundo. Creyentes deciden alejarse de las iglesias por causa de lo que sucede dentro de ellas, bajo la responsabilidad de pastores y líderes que han dejado que la anatema del mundo tuerza su fe, y terminan destruyendo poco a poco las congregaciones que les fueron confiadas por el Señor.

En el libro de Apocalipsis, el libro de las Revelaciones o el Evangelio del Señor Jesucristo, leemos en los capítulos 2 y 3, el mensaje que el Señor dio a los pastores y líderes de siete iglesias ubicadas en el territorio de lo que ahora se conoce como Turquía. Estas iglesias vienen a ser, en los tiempos actuales, los siete modelos o tipos de iglesias Cristo céntricas que existen alrededor del mundo.

Este es el mensaje del Señor para la iglesia de Pérgamo: v.13 «Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto: Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás.» El mensaje es claro: Jesucristo llama la atención al pastor de la iglesia por permitir la muerte de Antipas, un siervo fiel del Señor, a quien la congregación vio morir y no hizo nada al respecto.

Cuando dentro de los pasillos y oficinas de la iglesia, lo que circula no es el Espíritu Santo sino chismes, injurias, escarnios en contra de uno o varios hermanos en la fe, y los pastores no solo se hacen de la vista gorda, sino que aceptan esos chismes, el resultado es el asesinato espiritual de la persona en contra de quien sus “hermanos” se han confabulado. Los pastores serán responsables en forma total y absoluta por todas y cada una de las ovejas que se perdieron. Y el Señor les demandará a la hora establecida y no les salvarán las cientos o miles de ovejas que hayan salvado. El Señor Jesûs lo dijo: «Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.»

En la segunda parte de este mensaje al pastor de Pérgamo, Jesucristo le dice: v.14 «Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco.” No hay que ser doctos para entender claro que la anatema había entrado allí y se había sentado en medio del altar, y los que se hacen llamar pastores y líderes, profanan el lugar Santo del Señor, paseando sus execrables actos carnales a vista y paciencia del “ángel de la iglesia”.

Finalmente, el Señor llama al arrepentimiento al responsable de todo aquello, v.16 y 17: «Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.»

Y si entre vosotros hay alguien que esté permitiendo un “Pérgamo” en su congregación o en su casa, haga lo que el Señor le manda a hacer, arrepiéntase y enmiende sus obras y vaya en busca de aquellos que se han alejado.

Oración
«Señor Dios Todopoderoso, gracias te doy por este mensaje. Escudriña mi corazón, te ruego, para que, si encuentras maldad en mí, en las obras de mis manos, en los pensamientos de mi alma, o en los dichos de mi boca, me llames al arrepentimiento y pueda alcanzar Tu misericordia. Te pido por esta pareja de esposos siervos Tuyos a quienes los conoces bien y sabes su historia. Derrama Tu unción de paz sobre sus corazones para que puedan volver a congregarse, sabiendo que no lo hacen ni por el hombre ni por la organización humana, sino por Ti, porque todo se trata solo de Ti, amado Señor, te lo pido en el nombre de Tu Hijo amado, Yeshua HaMashiaj, nuestro Rey y Salvador.»
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DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Apocalipsis 2 y 3

El Don de la Cruz

Devocional para hoy, Viernes 24 de Enero, 2020.
“El Don de la Cruz”
Por: CF Jara

Lectura: 2 Corintios 6:8
«…y Dios puede hacer que toda gracia abunde para vosotros, a fin de que teniendo siempre todo lo suficiente en todas las cosas, abundéis para toda buena obra;» (RV 1995)

Después de mi conversión al Señor Jesucristo en 1999, tuvimos en mi hogar un tiempo extremadamente difícil. Era Noviembre de aquel año y necesitábamos con mi esposa, dinero para comprar unos útiles escolares para nuestro hijo menor. Un mes atrás, un accidente de tránsito me había dejado sin automóvil y por ende imposibilitado para trabajar, pues en esta ciudad, el sistema de transporte público es muy deficiente. Sin embargo, descansábamos en las promesas del Señor, las mismas que íbamos aprendiendo en medio de la crisis. Y cada vez que necesitábamos algo, simplemente orábamos y pedíamos, y Él proveyó siempre. Aquel día en particular, queríamos comprar los útiles escolares, pero no teníamos ni un centavo. Entonces oramos y después de orar, mi esposa me pide que vayamos al cajero (ATM). Le recordé que unos días atrás habíamos retirado los últimos $20 y en el recibo se leía que el saldo era cero. Pero ella insistió. Entonces fuimos, y de manera milagrosa, por tres ocasiones, el cajero nos dio un billete de $20 en cada ocasión, aun cuando cada vez se leía que el balance era $0. El banco nunca reclamó ningún faltante.

Cuando vas en el nombre de Jesús y no en el nombre de ningún hombre, todas las puertas se te abren conforme a Sus riquezas en gloria. Y esto lo comprendí a través de una visión apostólica que el Señor me dio hace unos años acerca de los signos de las operaciones aritméticas, su origen y lo que hacen. Pero primero que todo, debemos entender que TODO gira alrededor de Jesús, porque Él es el autor y consumador de TODAS las cosas y por Él TODAS las cosas fueron hechas.

En cuanto a los signos aritméticos, los humanos, como vivimos en la carne, sumamos, restamos y dividimos; el enemigo de la humanidad solo resta y divide. Mas la multiplicación es un don solo del Espíritu Santo en la victoria de Jesús en la cruz sobre la muerte. El Espíritu de Dios es quien multiplica TODO según la fe de Sus hijos: al treinta, sesenta y al ciento por uno.

Esta verdad la podemos ver en la representación gráfica de los signos aritméticos donde la cruz erguida es el signo de la suma ( ┼ ); separados el parante vertical que representa a Dios nos da el signo de restar (-); los dos parantes paralelos nos da el signo de igual (=); el parante vertical inclinado nos da el signo de dividir ( / ); y la cruz inclinada es el signo de la multiplicación (X).

Ahí está la revelación, pues por causa de la victoria de Jesús en la cruz, ésta se inclina reverente ante el sempiterno e inmortal Cristo de la gloria, el Cordero Santo, nuestro Salvador. Y en ese triunfo de Jesús, el Espíritu Santo multiplicará para los que creen, tanto los peces y los panes [la provisión], el vino y el aceite [la unción] y el agua de vida [vida en Jesûs y ministerio].

Partiendo de la verdad bíblica de que los creyentes somos la iglesia y por cuanto los creyentes heredamos el don de la multiplicación ya que Jesucristo nos hizo juntamente con Él, coherederos de Sus riquezas en gloria, entonces recibiremos la provisión, la unción y la vida plena en todo tiempo. Pero necesitamos convertirnos en hombres y mujeres portadores de una fe extraordinaria, a prueba de todas las leyes lógicas del mundo secular. Y mientras más alto se erijan esas leyes, edictos y veredictos, nosotros pondremos más fe para declarar que todo lo podemos en Cristo Jesús que nos fortalece y porque con Él somos más que vencedores.

Entonces el Espíritu Santo nos llevará debajo de Sus alas, de gloria en gloria y de victoria en victoria.

Oración
«Señor mi Dios, te doy gracias, Señor por este día maravilloso y por los días y los años con que me has bendecido, y aunque he tenido pocas fuerzas, he guardado Tu Palabra y he honrado Tu Nombre solo por Tu misericordia; y por ello creo que me has dado la vida, porque Tú declaras que el justo por la fe vivirá. Auméntame la fe mi Señor, al 30, al 60, al ciento por uno, te lo ruego, que ni el más poderoso ventarrón ni el más grande y feo espiritillo puedan hacerme dudar de Tu amor por mí, te lo pido en el nombre de Tu Hijo amado, Yeshua HaMashiaj, nuestro Rey y Salvador.»
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DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Filemón 1

La Potencia Vivificadora

Devocional para hoy, Lunes 20 de Enero, 2020.
“La Potencia Vivificadora”
Por: CF Jara

Lectura: Mateo 27:53
«….Y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de Él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos.» (RV 1995)

El Sábado 11 de Enero de este año, la tierra tembló en la región sur de la isla de Puerto Rico con una intensidad pocas veces vista; el resultado de ello fueron cientos de casas y edificios destruidos, cientos de millones de dólares en pérdidas, y, sobre todo, una histeria colectiva por el temor a la muerte. Sin embargo, al preguntar al pueblo cristiano, todos declaran que su fe y su confianza están en Jesús. Esto se puede explicar, entre otras cosas, porque mientras la potencia demoledora de un terremoto causa destrucción, terror y muerte, la potencia vivificadora de Jesús provoca paz, gozo, pero, sobre todo, la esperanza de la vida eterna.

La Biblia registra cientos de milagros llevados a cabo por Jesús durante los tres años de Su ministerio terrenal: ciegos vieron, paralíticos caminaron, sordos oyeron, hambrientos se saciaron, mudos hablaron, endemoniados fueron libres y muertos revivieron. ¿Qué tenía Jesús que trastornaba las leyes naturales y alteraba los veredictos biológicos? Pero por, sobre todo, ¿qué había en Él para que con solo Su voz, Su toque o Su presencia, las personas resucitaran de entre los muertos?

El apóstol Marcos relata en el capítulo 5:41-42, que, a la muerte de la hija de Jairo, Jesús tomó su mano y le habló: «Niña levántate.» (RVI 1960). Y la niña resucitó. El apóstol Juan nos relata en el capítulo 11:43 acerca de Lázaro, que estando muerto hacían ya cuatro días, al llamado de su nombre por parte del divino Rabino «Lázaro, sal fuera», Lázaro salió de su tumba aún con las mortajas alrededor de su cuerpo (RVI 1960).

Y Mateo escribe unos de los pasajes poco conocidos y más controversiales de la Biblia en todos los tiempos: 27:50-53 «Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron; y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de Él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos.» (RVI 1960).

En otras palabras, la resurrección de Jesús provocó que se abrieran otros sepulcros y muchos cuerpos de los santos que habían fallecido se levantaran. Aquellos muertos salieron de sus tumbas y vinieron a la santa ciudad (Jerusalén) y se aparecieron a muchos…

La autoridad de Jesús sobre la muerte se manifiesta de una manera evidente y omnipotente en medio de este evento, al igual que en la resurrección de Lázaro. El Mesías usó a propósito, un tono de voz fuerte, claro y preciso cuando pronunció el nombre de Lázaro, pues todos aquellos que estaban enterrados alrededor hubieran también resucitado. Por ello, cuando el Cordero santo resucitó, aquellos que despertaron de la muerte junto con Él, lo hicieron porque fueron también tocados por el poder vivificador de vida eterna que llenó la tumba del Hijo santísimo. El mismo Espíritu que levantó a Jesús de los muertos, levantó a aquellos de sus tumbas y nos levantará a los creyentes de las nuestras. Escrito está, y por ello se cumplirá.

Ante los desastres naturales, guerras, conflictos, problemas, enfermedades, fallecimientos de un ser querido, etc., el solo hecho de creer y declarar que Jesús tiene el dominio sobre la vida y la muerte nos debe llenar de la paz y el gozo divinos, para recordar que, ante cualquier circunstancia, Jesûs ya nos dio la vida eterna y que no importa cuándo o cómo muramos, la hora y el día de nuestra reunión final con Él ya está escrita en el Libro de la Vida del reino los cielos. Jesûs derrotó a la muerte, por lo tanto, nosotros también lo hicimos. Jesûs vive y reina en la eternidad, y nosotros también lo haremos. Gloria al sempiterno y omnipoderoso Dios de la vida eterna.

Oración
«Señor mi Dios, gracias te doy porque en tu salvación me diste el derecho a vivir la vida eterna. Quiero vivir cada día pensando en el momento que me reunirás contigo en Tu reino, allá donde no hay más penas, ni llanto, ni dolor ni muerte, sino una vida eterna pletórica de paz y felicidad. Y te ruego a esta hora por aquellos de los míos que no te conocen o que se han alejado; ten misericordia de todos y cada uno de ellos y déjales saber sobre Tu potencia vivificadora, que es la única esperanza para vivir por la eternidad, te lo pido humildemente en el nombre de Tu Hijo amado, Yeshua HaMashiaj, nuestro Rey y Salvador.»

התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Mateo 27

El Rey ya viene

Devocional para hoy, Lunes 13 de Enero, 2020.
“El Rey ya viene”
Por: CF Jara

Lectura: Lucas 23:28
«Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca.» (RV 1995)

Pocos días después de que Jesûs había entrado a Jerusalén por última vez, en aquel “Domingo de Ramos”, fue al templo con Sus discípulos. Lucas relata en los capítulos 19, 20 y 21, uno de los más intensos encuentros que el Señor tuvo durante Su ministerio terrenal con los representantes de la religiosidad, que ya veían en Él un peligro para su “status quo’. Aquel incidente cuando Jesûs echó del templo a los mercaderes, ladrones, infieles, y hasta prostitutas, había convencido al Sanedrín que era un enemigo poderoso a quien había que eliminar.

Hoy queremos compartir la transcripción fiel del capítulo 21 de Lucas de la versión Reina Valera, texto profético que por sí solo entrega un mensaje que es ignorado por los creyentes. Sentimos en el Espíritu, compartirlo para edificación de aquellos que leerán este mensaje. Empezamos en el capítulo 21, versículo 6:

«Y le preguntaron, diciendo: Maestro, ¿cuándo será esto? ¿y qué señal habrá cuando estas cosas estén para suceder? Él entonces dijo: Mirad que no seáis engañados; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo, y: El tiempo está cerca. Mas no vayáis en pos de ellos. Y cuando oigáis de guerras y de sediciones, no os alarméis; porque es necesario que estas cosas acontezcan primero.

Pero el fin no será inmediatamente. Entonces les dijo: Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá grandes terremotos, y en diferentes lugares hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo. Pero antes de todas estas cosas os echarán mano, y os perseguirán, y os entregarán a las sinagogas y a las cárceles, y seréis llevados ante reyes y ante gobernadores por causa de mi nombre.

Y esto os será ocasión para dar testimonio. Proponed en vuestros corazones no pensar antes cómo habéis de responder en vuestra defensa; porque yo os daré palabra y sabiduría, la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se opongan. Mas seréis entregados aun por vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos; y matarán a algunos de vosotros; y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre. Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá. Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas.

Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado. Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que, en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no entren en ella. Porque estos son días de retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas. Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! porque habrá gran calamidad en la tierra, e ira sobre este pueblo. Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan.

Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca.»

Hermanos, no es muy difícil darnos cuenta que estos son los tiempos de los que habló el Señor en aquel día. Hoy vemos iglesias llenas de shows al estilo hollywoodense, solo para llenar las arcas de diezmos y ofrendas que paguen los salarios caros de los pastores y sus guardaespaldas; mega iglesias donde los ujieres, líderes, pastores y ministros actúan, se visten, ríen y caminan como si estuviesen en la calle; altares profanados por predicadores, músicos, “adoradores” y danzantes que viven en pecado y practican bestialidades; falsas doctrinas y falsas enseñanzas de falsos profetas y falsos predicadores; apóstoles del enriquecimiento ilícito que conducen a sus hipnotizados miembros a los precipicios del Hades; doctrinas extrañas, cantos extraños, bailes extraños. Iglesias que no hacen el llamado al arrepentimiento, no ofrecen la Santa Cena, no bautizan, no evangelizan, no envían misioneros y ni siquiera responden ‘amén’ a las enseñanzas de la Biblia o levantan sus manos para adorar a quien redimió sus vidas.

El Eterno Creador al enviar al sacrificio a Su Hijo, quiso que toda la humanidad tuviera la opción para acceder a la vida eterna. Mas Su pueblo lo rechazó y lo crucificó; y los gentiles de la tierra desde entonces se casan y se dan en casamiento, bailan, brindan y festejan sin importarles las advertencias del Señor, como si la Palabra de Dios fuera como el rocío matutino que se seca al salir el sol. Dios ha hablado y ha confirmado que el tiempo de la gracia se acabó. Por ello, los que hemos creído, debemos guardar con temor y temblor nuestra santidad, porque aquel que no esté justificado, se quedará en el día en que el Señor vendrá como ladrón en la noche y que está ya a la puerta. Dios tenga misericordia. El que tenga oídos…

Oración
«Padre santo y Todopoderoso, hoy te ruego Señor, que Tu Espíritu Santo me recuerde cada noche de lo que me resta de vida, y antes de cerrar mis ojos al sueño, que busque mi santidad a través de pedirte perdón por mis faltas y transgresiones; que la sangre bendita de Jesûs me haga blanco como la nieve, de tal forma que si envías por mí o vienes por Tu pueblo, yo sea digno de presentarme ante Ti; y si Tu voluntad es añadirme otro día de vida, que no me olvide de Ti en ningún momento del día, te lo pido en el nombre de Tu Hijo amado, Yeshua HaMashiaj, nuestro Rey y Salvador.»


התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Lucas 19-20-21

DIOS de Pactos

Devocional para hoy, Miércoles 8 de Enero, 2020.
“DIOS de Pactos"
Por: CF Jara

Lectura: Salmos 103:17-18
«Pero el amor de YHWH es por la eternidad para los que lo respetan, y Su beneficencia es para los hijos de los hijos de los que cumplen Su alianza y se acuerdan de observar Sus preceptos.» (Versión Israelita Nazarena)

La siguiente historia es un homenaje a la fe de la persona que me compartió lo que yo creo, es una de las victorias en Cristo Jesús más maravillosas que he escuchado en toda mi vida. Los nombres de las protagonistas están cambiados por razones de privacidad. Pero donde quiera que estén estas siervas del Señor, reciban mis bendiciones y oraciones al Señor para que las guarde y las cuide en todos sus caminos.

Corría el verano del año 2012 cuando Nancy recibe una llamada de su segunda hija, Camila, quien le dice que se va de la casa con su novia. Nancy recuerda que un torbellino de pensamientos, temores, reflexiones, enojo, preguntas, incredulidad y frustración por poco le hacen perder la conciencia. Su amada hija, mimada, bella y tan querida por ella, pronunciaba la frase que miles de madres temen oír al día de hoy: “Mamá, soy lesbiana”.

A los pocos días, la joven pasó recogiendo su ropa y algunas pertenencias. Nancy estaba sumida en una tristeza infinita e inconsolable. Es que la tormenta perfecta estaba azotando su vida: días atrás, su esposo había dejado la casa, su familia y sus pastores le dieron la espalda y como si fuera poco, su amada hija dejaba la casa en circunstancias jamás esperadas. En medio de todo eso, sin trabajo y dinero, tuvo que salir del apartamento cómodo donde vivía a uno tan pequeño, que tenía un orificio en la pared en lugar de ventana, y en lugar de cristal, una malla metálica. En los días calurosos era tan difícil respirar y en los lluviosos el agua se filtraba mojando el piso de la cocina y el pequeño comedor. Nancy, quien había entregado su vida a Jesûs unos pocos años atrás y aunque no había perseverado, mantenía su fe en el Señor. Meses antes de la noticia de su hija, alguien le había compartido un cd con la canción “Dios de Pactos” de Marcos Witt, cuya letra la impactó grandemente.

Y en aquel apartamento, en medio del dolor, la necesidad y la soledad, Nancy decidió hacer la lucha por su hija. Cada día y en muchas madrugadas donde no podía conciliar el sueño, durante dos años seguidos, ella se tiró al piso para, en medio de un llanto y dolor inconsolables, orar al Señor, alabar Su nombre y clamar por el milagro de la liberación de Camila. Nancy llenó las paredes de aquel apartamento con las promesas bíblicas. No le importó usar un marcador permanente y posiblemente tener un problema con el dueño de casa, pero escribió aquellas frases con tinta mezclada con sus lágrimas Y mientras escribía, cantaba el himno de Witt: «Dios de Pactos, que guardas Tus promesas, que cumples Tu Palabra, que guías mi destino. Dios de Pactos, confío en tus promesas, descanso en tu Palabra, por Tu gracia estoy aquí…» Qué poderoso testimonio, gloria al Dios Santo.

Dos años y algunos meses más tarde, Nancy recibe la llamada de Camila, quería regresar a casa. Arrepentida y pidiendo perdón a su madre, la joven rectificó su vida y juntas volvieron a empezar de nuevo. Nancy no cabía en su dicha, su preciosa había regresado. Dos años después, Camila se enamora de Carlos, y ambos tienen un precioso niño. Y en este pasado Diciembre, Camila y Carlos contrajeron matrimonio y ahora viven juntos con su pequeño hijo. Dios no solo restauró la vida de esta madre y la de su hija, sino que les ha bendecido grandemente con el matrimonio y un pequeño retoño.

Este poderoso testimonio nos confirma la promesa divina de que Dios luchará junto a nosotros cuando le clamemos por ayuda. Él no se demorará, llegará a tiempo para darnos la victoria anhelada. Nancy peleó la batalla, terminó la carrera, guardó la fe. Y el Señor misericordioso le dijo: «Sierva buena y fiel, en lo poco me fuiste fiel, en lo mucho te pondré. Entra pues y goza de las delicias de tu Señor.»

Hermano, hermana, si estás pasando por un momento difícil en tu vida, si recibiste una noticia inesperada, si aquello que estás esperando por largo tiempo no llega, no se resuelve, no te desanimes, no pierdas la fe. Al contrario, vístete de tu armadura espiritual y levántate a hacer la pelea. No la perderás, porque el Poderoso Gigante la peleará a tu lado. Y al mismo tiempo de la lucha, póstrate ante el Dios misericordioso y declara en tus alabanzas la grandeza del Señor. Y tú verás Sus milagros y maravillas en tu vida. Te lo aseguro con mi vida, porque Dios no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta. Entonces oirás la voz del Altísimo que te dirá: «Siervo bueno y fiel, en lo poco me fuiste fiel…….»

Oración
«Padre eterno, gracias Señor te doy por este hermoso testimonio. Tú sabes quienes son esta madre y su hija, dónde están ahora y el gozo que tienen por causa de Tu amor inconmensurable. Te pido mi Señor que las bendigas y las guardes donde quiera que estén y que su hermosa historia pueda tocar otras vidas que la lean; que a través de estas vivencias, aquellos que hoy necesiten de Ti puedan ver que solo Tú eres Dios y que solo en Ti hay salvación, esperanza y victoria, te lo ruego en el nombre de Tu Hijo amado, Yeshua HaMashiaj, amén.»
התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Deuteronomio 31

Siete veces al día te alabo

Devocional No.1099 para hoy, Miércoles 1 de Enero, 2020.
“Siete veces al día te alabo”
Por: CF Jara

Lectura: Salmo 119:164
«Siete veces al día te alabo a causa de tus justos juicios.»

El Salmo 119, que es el capítulo-salmo de la Biblia más largo (176 versículos) es conocido en la Toráh como el Salmo de las Leyes de Dios. El autor Cristiano CS Lewis, que vivió en el siglo 19, dijo que este salmo «no es, y no pretende ser, un repentino derramamiento del corazón, sino un patrón, una cosa hecha como bordado, puntada a puntada, a través de largas y tranquilas horas, para el amor del sujeto y el deleite de la artesanía tranquila y disciplinada". Acerca del autor de este salmo, que se cree fue el rey David, Lewis dijo que «el autor sentía algo acerca de la ley como si fuera una poesía, en una exacta y amorosa conformidad con un patrón intrincado. La orden de la mente divina, encarnada en la Ley Divina, es hermosa, ¿qué debe hacer un hombre, sino tratar de reproducirlo en la medida de lo posible en su vida cotidiana?" En otras palabras, CS Lewis quiso decir que, para los redimidos en Cristo, debería ser hermoso vivir en obediencia en medio de las leyes y mandamientos que Dios nos ha dado.

Hay una leyenda que dice que David enseñó a su hijo Salomón el alfabeto Hebreo a través de este Salmo, pues por la forma cómo está escrito, sus versículos empiezan con la primera letra hebrea (Alef) y termina con la última (Tau). Y quizá por ello, de tanto repetirlo y estudiarlo, David pudo ejercer su reinado en torno a Dios y ser ejemplo de humildad y virtud. A pesar de sus errores, nunca trató de ocultarlos, sino que supo reconocerlos y así pudo reconciliarse con Señor después de esas terribles caídas. Pero ¿cómo David llegó a ese conocimiento? Pues fue a través de orar, siete veces al día, como podemos leer en el versículo 164: «Siete veces al día Te alabo a causa de Tus justos juicios»; y en el versículo 62: «A la medianoche me levanto para darte gracias por Tus justas leyes».

En la carta a los Efesios 6:18 leemos «Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;» Y el llamado, la ordenanza, el mandamiento de Dios para que llevemos una vida plena de oración se repita lo largo y ancho de toda la Biblia. David aprendió a través de la oración constante y a toda hora, a humillarse ante Dios; a reconocer sus errores; a aceptar la corrección de Dios; a ser manso ante aquellos que se oponían a sus criterios; y a ser humilde y jamás creerse perfecto o un modelo de virtud.

El rey David, por su oración constante y llena de gratitud en el triunfo, pero también en la aflicción y la derrota, pudo guiar a Israel por tiempos de plenitud. Y aunque no fue tan sabio como Salomón, sí fue un hombre fiel y profundamente justo y temeroso de Dios, por lo que hoy es recordado como el eterno rey de Israel.

Y el mensaje para el día de hoy que empezamos este nuevo año, es recordarte hermano amado, la necesidad vital de que empieces a desarrollar una vida diaria de oración constante, pues, como dice la Biblia, los tiempos que se avecinan van a ser peores de los actuales y necesitamos estar firmes en nuestra fe en Jesûs. Y esa firmeza sólo la obtendremos de la comunicación diaria que entablamos con nuestro Creador.

Nuestra recomendación es que empieces a practicar una sencilla rutina de siete tiempos de oración. Esta rutina está ligada a nuestra rutina diaria, pero estamos seguros que te llenará de la gracia de Dios, suficiente para avanzar en tu jornada diaria:

1. Eleva tu oración de agradecimiento apenas abras los ojos en la mañana. Alaba el nombre del Señor por regalarte un día más de vida.
2. Eleva una oración de agradecimiento al tomar el desayuno. Alaba el nombre del Señor por todas las cosas que te da cada día.
3. Eleva tu oración de agradecimiento al mediodía, cuando vayas a comer tu lunch/almuerzo. Alaba el nombre del Señor por la provisión del trabajo, la salud y la sabiduría.
4. Eleva una oración de agradecimiento a la media tarde, cuando estés de regreso a casa. Alaba el santo nombre de Dios y pide por todos los tuyos, para que el Señor los traiga con bien.
5. Eleva una oración de agradecimiento al Señor antes de tomar tu merienda o la última comida del día. Alaba el santo nombre de Dios y pide por aquellos que están en necesidad, tanto conocidos como desconocidos.
6. Eleva una oración de agradecimiento mientras haces las varias tareas antes de irte a acostar. Alaba el santo nombre del Señor y pon en las manos del Señor aquellas cosas que necesitan resolverse.
7. Eleva una oración de agradecimiento al acostarte, tan pronto tu cabeza toque la almohada. Alaba el santo nombre de Dios; pide el perdón de los pecados cometidos ese día y agradece al Señor por la gracia para que te conceda un nuevo día de vida, y si no, pide por Su misericordia, si es que te recogerán esa noche.

Y toda oración que hagas, hazla en el santo nombre de Jesûs, porque Él es el principio y el fin de todo. Y porque de Su mano viene toda la gracia, e perdón y la misericordia para nuestras vidas.

Oración
«Padre eterno, gracias por Tu preciosa Palabra y por Tus enseñanzas. Que este mandato que nos das hoy se instale en nuestra alma y en nuestro corazón, para que podamos hacer y obedecerte conforme a Tu santa voluntad. Bendice a cada uno de aquellos que leerán este mensaje, y que Tu Espíritu Santo les permita comprender Tu plan para sus vidas, te lo rogamos en el nombre que es sobre todo nombre, en el nombre de Tu Hijo amado, Yeshua HaMashiaj, amén.»
התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Romanos 8

La Presencia de DIOS


Devocional para hoy, Viernes 27 de Diciembre, 2019.
Por: CF Jara

Lectura: Jeremías 29:12-14
«Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Y seré hallado por vosotros, dice Jehová…»

Mas de setenta Millones, si, son más de setenta millones de habitantes en los Estados Unidos, los adictos al consumo de drogas en el país considerado el líder de todos los países del mundo en todos los campos. Y ahora, tristemente, también en el campo de las adicciones a drogas y todo tipo de vicios. Y lo más triste del tema es que los mismos gobiernos, en contubernio con los carteles de la droga productores y exportadores, son los que proveen al mercado local de toda esta marea infernal de proporciones apocalípticas. Y en la iglesia, pocos líderes valientes y conscientes hablan del tema. El resto hace mutis por el foro, aún sabiendo las consecuencias de este caos social mundial.

Según las estadísticas médicas, uno de cada cuatro y medio habitantes consume droga por lo menos tres veces por semana. ¿Y la razón para ello? Según muchos especialistas reconocidos, la causa principal son los vacíos existenciales en la vida de estos millones de hombres y mujeres de todas las edades, estratos sociales, creencias, profesiones, etc.

Los vacíos existenciales son vacíos espirituales que los seres humanos buscan llenar con rutinas y costumbres que el mundo -léase “enemigo”- ha creado para mantener a la humanidad esclava de la pornografía, las drogas, el alcohol, la comida, el dinero, el sexo, los juegos de azar, el consumismo compulsivo, el ego, la hechicería, la maldad, el chisme, etc.

El enemigo del mundo ha inducido a la humanidad a través de los milenios, a la ceguera espiritual principalmente a través de tres corrientes religiosas: la ramera apóstata, cuyo trono central se asienta en el vaticano; la religión plagiaria asentada en La Meca; y el ateísmo anarquista, diseminado por todas las naciones. Cada una de estas tres se relaciona con los tres personajes de la Gran Tribulación: el Anticristo, el Falso Profeta y Satanás, respectivamente.

El libro de 2 Samuel capítulo 6 de la Biblia, relata la historia cuando el rey David sintió de parte de Dios, ir al rescate del Arca del Pacto que había estado en manos de los Filisteos por más de 20 años. El profeta Samuel describe con detalle lo ocurrido alrededor de aquella jornada. Pero el fin que tenía David era traer el Arca a Jerusalén porque “allí habitaba la presencia de Dios” (Jueces 20:26-28). David sentía el “vacío espiritual” no solo de él sino de todo el pueblo de Israel. Ellos sabían que la Presencia de Dios traería para todo el pueblo salud, plenitud de gozo y abundancia. En el libro de Hebreos 9:4 se describe lo que estaba en el interior del Arca:
1) La vara reverdecida de Aarón, que representa la autoridad de Dios en nosotros, necesaria para nuestro llamado;
2) El maná del cielo en una urna de oro, que representa la provisión diaria de Dios; y
3) las Tablas de los Mandamientos, que representan a la presencia de Dios en nuestras vidas.

Para la generación de los Tiempos del Fin, Cristo Jesûs es el Arca del Pacto. De hecho, Él es la Tercera y final Arca, después del Arca del Pacto, de Moisés y el Arca del Diluvio, de Noé. En Jesûs encontramos el perdón para nuestros pecados, el amor infinito y maravilloso del Padre hacia nosotros y la vida eterna allá, donde no hay más dolor, enfermedad o muerte. No necesitamos de un ejército numeroso para que nos ayude a traer a Jesûs a nuestras vidas, sino que Jesûs viene a nosotros cuando lo buscamos; tampoco seremos muertos si Dios nos toca con Su mano santa. Al contrario, necesitamos del Mesías Redentor para llenar el vacío espiritual en nuestras vidas, lo cual nos permitirá ser libres de TODOS los vicios posibles, y así vivir una vida plena de gozo y paz.

Yo mismo traté por 37 años de llenar ese vacío espiritual con el alcohol, cigarrillo, la fornicación y una vida licenciosa que incluyó la brujería y el adulterio. Pero nada ni nadie pudo llenar mi vida de la libertad verdadera y plenitud restauradora hasta que conocí y me entregué a Jesûs. De no ser por esa decisión, estoy seguro de que, a la fecha de hoy, pude estar preso en alguna cárcel despiadada, loco en algún manicomio cruel, o muerto en algún cementerio olvidado.

Busca hoy mismo a Jesús para que sustituyas el vicio al que estás esclavizado. Llénate con la Presencia sempiterna de la fuente del perdón y amor mas puro e inagotables que solo están en el Cristo que murió y resucitó por ti, por mi y por toda la humanidad. Hazlo hoy mismo, porque quizá mañana sea demasiado tarde. La gloria sea por siempre para el Santo de Israel.

Oración
«Señor Jesús, te daré gracias de rodillas hoy y siempre, hasta el último segundo de vida. Si no fuera por Ti, yo no estaría aquí hoy, disfrutando de las delicias de la vida aún en medio de grandes tribulaciones. Tu salvación me libró de terminar mi vida recluido en algún sanatorio mental, preso en alguna cárcel despiadada, o tal vez inerte en algún cementerio olvidado. Si no fuera por Ti, por Tu gran amor por mí, por Tu sacrificio en la cruz, no podría ver las mañanas soleadas o los atardeceres de pintura que Tú pintas para mí. Si no fuera por Ti, yo no soñaría mirando a las estrellas, ni podría abrir mi boca para cantar las maravillas de Tu Nombre en las madrugadas. Por eso y por mil cosas más, te daré gracias de rodillas, hoy siempre, hasta el último aliento de vida que me permitas, en el nombre de Tu Hijo amado, Yeshua HaMashiaj, amén.»

התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: 2 Samuel 6