Cristo rompe las cadenas

Devocional para hoy,
Miércoles 2 de Mayo, 2018.

“Cristo rompe las cadenas”
Por: Amy Boucher Pye
Edición: CF Jara

Leer: Efesios 1:3-14
«En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados…» (Efesios 1:7)

Los Evangelios de Marcos, Mateo y Lucas relatan la historia del endemoniado Gadareno. Para este estudio estaremos usando Marcos 5:1-20. Empezaba el último año del Ministerio de Jesús. Aquel día, el Maestro acababa de compartir Sus enseñanzas maravillosas conocidas como las “Bienaventuranzas”. Cuando caía la tarde, les pidió a Sus discípulos que lo acompañaran a pasar al otro lado del mar de Galilea. Y estando en medio, una furiosa tempestad amenazaba con hundir la barca donde iban el divino Rabino y Sus discípulos, pero fue calmada por Jesús. El enemigo quiso entorpecer Su noble misión del divino Rabino, pero no pudo. Aquella noche fue especialmente agitada y quizá única entre todas las experiencias que vivieron los discípulos. Jesús había planificado con antelación dirigirse hacia la orilla oriental del lago de Galilea, hacia la región conocida como Gadara. Su objetivo era liberar al hombre endemoniado cuyas acciones sembraban el terror por toda esa zona.

El Maestro llegó a la orilla, bajó de la barca y a pesar de que ya era de noche y estaba oscuro, se dirigió al lugar donde habitaba aquel desdichado; lo encontró desnudo, con pedazos de cadenas rotas colgándole por el cuerpo y con una apariencia lamentable. Jesús entonces ordenó a los demonios salir del hombre y dejarlo libre, y éstos, que eran miles, lo obedecieron y dejaron al hombre en libertad. Horas después, cuando el amanecer se anunciaba, aquel hombre estaba sano, limpio, vestido, cuerdo, consciente y agradecido con Jesús por lo que había hecho por él, de tal forma que pidió al Maestro dejarle ser parte de los seguidores, pero Jesús le pidió que regresara donde los suyos y les contara lo que el Mesías había hecho por él. Y así fue, el ex endemoniado, ahora redimido, era el símbolo de la obra de liberación de Jesús; predicó y compartió su testimonio por muchos lugares y por muchos años, como agradecimiento por la misericordia del Señor.

La iglesia “Christ Church Cathedral”, en Stone Town, Zanzibar, está ubicada donde se encontraba antiguamente el mayor mercado de esclavos de África Oriental. Los diseñadores del edificio quisieron mostrar con un símbolo palpable cómo el evangelio rompe las cadenas de la esclavitud. Ese lugar ya no sería un sitio de actos malvados y atrocidades horrendas, sino de la gracia manifestada de Dios. La intención de los constructores era dar testimonio de que la muerte de Jesús en la cruz rompe todas las cadenas del pecado. Pablo menciona en su carta a la iglesia de Éfeso: «en quien tenemos redención por Su sangre» (Efesios 1:7). En el Antiguo Testamento, cuando alguien compraba y sacaba del mercado a una persona o un artículo, hacía una ‘redención’ de aquello. En el Nuevo Testamento, Jesús compra con Su sangre a los pecadores para sacarlos de sus vidas de esclavitud al pecado y de muerte eterna.

Ya no tenemos que ser esclavos; hemos sido liberados para vivir para Dios y glorificarlo. Como Pablo al principio de esta carta (vv. 3-14), podemos rebosar de gozo al pensar en nuestra libertad en Cristo Jesús.

Oración
«Padre Eterno, gracias una vez más por el sacrificio de Jesús en la cruz que nos redime de la esclavitud del pecado; gracias por Tu amor eterno y maravilloso que rompió para siempre las cadenas que nos tenían atados a la maldad del enemigo de las almas. Cuántos de nosotros los redimidos de hoy, vivíamos como el endemoniado de esta historia, habitando en cuevas, maldiciendo, asustando y haciendo daño a la gente, haciéndonos daño a nosotros mismos, enloquecidos oyendo las voces de las legiones que habitaban dentro de nuestra alma, hasta que llegaste Tú, y con Tu poder sempiterno, con Tu sangre Todopoderosa y con Tu inmortal sacrificio de vida que hiciste en la cruz, mandaste a salir a cuanto demonio nos había sometido. Y nos diste libertad y vida eterna. Gracias Señor, no me alcanzará la vida para darte las gracias por tanto amor que no me merezco, en el nombre de Tu Hijo amado Yeshûa HaMashiaj, amén.»


התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: 1 Reyes 8 - 9; Lucas 21:1-19 

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Piensa en Jesús

Devocional para Hoy,
Lunes 30 de Abril, 2018.

“Piensa en Jesûs”
Por: Arthur Jackson
Edición: CF Jara

Leer: Hebreos 3
«… Cristo fue fiel como Hijo sobre la casa de Dios, cuya casa somos nosotros.» (Hebreos 3:6)

Si he conocido a algún cristiano fiel, ese fue el hermano Justino, quien dedicó toda su vida a su familia y a su trabajo en el correo postal. Y a pesar del poco tiempo que le quedaba, todos los domingos cumplía con su liderazgo en nuestra iglesia. Hace poco, visité mi iglesia de la niñez, y sobre el piano pude ver la misma campanilla que Justino usaba para avisarnos que el tiempo de estudio bíblico estaba por terminar. Aquella campana había soportado el paso del tiempo, y, aunque son varios años desde que el hermano Justino pasó a morar con el Señor, su legado y ejemplo de fidelidad también perdura en la congregación.

El libro de Hebreos, cuya autoría se atribuye al doctor Lucas, (aunque hay otras corrientes que dicen que el autor pudo ser Pablo, Clemente de Roma, Orígenes, etc.), exalta a Jesús y muestra que Él es superior a todos los sacrificios que en ese tiempo practicaba el pueblo judío y lo muestra como el “Siervo” de excelsa fidelidad a la misión de redención dada por DIOS. Es muy claro el objetivo del autor de vincular el Antiguo y el Nuevo Testamento mejor que ningún otro escritor y de comunicar la preeminencia de Jesucristo sobre todas las tradiciones y costumbres de la fe judía, para corregir la desviación de los judíos hacia la imagen de Moisés y las leyes que se fueron originando desde la salida del pueblo hebreo de Egipto, los cuarenta años en el desierto y en los tiempos posteriores.

El autor califica a Jesús a lo largo de todo el libro con el término griego “kreitton” que significa “más excelente” o “mejor”, y dirige la atención del lector a un siervo y a un Hijo fiel. No se puede negar la fidelidad de Moisés para con el llamado del Señor. Pero hay Uno que es el Siervo de siervos. Y como Moisés, la Biblia también menciona a muchos otros personajes que los creyentes los toman como ejemplo a seguir. Si eso pasa en la iglesia del Señor, imagínese en el mundo, desde las “luminarias” del cine, la música y los espectáculos, hasta las “estrellas” del deporte, políticos, empresarios, filósofos, etc., cuentan con inmensos clubes de ‘fans’, fieles devotos de aquellos. Esta tendencia ha sido así desde el principio de los tiempos, el hombre se inventa ídolos de carne y hueso, pero también de madera, yeso, piedra, arcilla, etc. Pero según el libro de Apocalipsis, cuatro son los tipos de pecadores que no serán admitidos en los cielos: los asesinos, los fornicarios, los hechiceros y los idólatras.

Cuando los vientos de la tentación giran a tu alrededor; cuando estás cansado y agotado, y quieres rendirte; cuando las cosas no salen como esperabas; cuando las malas noticias quieren hundir tu fe, piensa en Jesús, el Hijo fiel, Aquel en quien los creyentes y los no creyentes deben enfocarse: «Por tanto, hermanos santos, […] considerad [a] Cristo Jesús» (v. 1). Piensa en Él una vez más… y otra, y otra, hasta que escuches la voz del Espíritu Santo recordándote que Jesucristo es el camino verdadero, el confiable Hijo de Dios que nos da ánimo, pelea las batallas por nosotros y nos socorre en todos los tiempos de tribulación.

Oración
«Padre Eterno, ayúdanos a recordar y a honrar siempre a nuestro Salvador Jesucristo, porque Êl es el autor y consumador de todo, por quien todo fue hecho y todo lo que ha sido creado se somete debajo de Su nombre, sea en los cielos, en la tierra, debajo de ella, en los mares y debajo de ellos; todo lo que se ve y lo que no se ve, todo lo que se mueve y lo que no se mueve. Que podamos mirar a Jesús en cada momento de nuestra vida, especialmente en aquellos momentos donde la tribulación llega a nuestra casa, porque solo Êl nos da valor para continuar nuestro camino en medio de los desafíos de la vida. Que nuestra búsqueda de esperanza no se pose jamás ni en hombre o hijo de hombre; ni en imágenes, ni tradiciones ni supersticiones, ni ídolos de barro, de piedra, de madera o yeso, sino solo en el Santo Nombre de Jesucristo, el Hijo de Dios, el Cordero Santo, el Señor y Rey de Israel, te lo ruego en el nombre de Tu Hijo amado Yeshûa HaMashiaj, amén.»


התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: 1 Reyes 6 - 7; Lucas 20:27-47 

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Comprensión y Discernimiento

Devocional para hoy,
Viernes 27 de Abril, 2018.

“Comprensión y Discernimiento”
Por: CF Jara

Leer: Proverbios 8:10-21
«Mejor es mi fruto que el oro, y que el oro refinado; y mi rédito mejor que la plata escogida. Por vereda de justicia guiaré, por en medio de sendas de juicio, para hacer que los que me aman tengan su heredad, y que Yo llene sus tesoros» (Proverbios 8:19-21)

Veinticinco BILLONES, esa es la cantidad que algunos expertos dicen que valdría al tiempo actual la fortuna que el rey Salomón llegó a tener durante su reinado, convirtiéndolo en el hombre más rico que jamás haya existido. Algunos dirán que hay hombres con fortunas más grandes; es probable, pero mientras las riquezas de Salomón se basaron en oro, plata y piedras preciosas y en la mina de oro de la cual era dueño, las fortunas actuales se basan en posesiones e inversiones cuyo valor está en papeles financieros, lo cual no significa en forma real que se puedan cambiar por el mismo valor en oro constante y sonante. Muchos saben que al igual que la economía actual, las riquezas también están infladas. Pero, ¿por qué estamos hablando de oro, riquezas y economía en un devocional? Y antes de continuar, debo anticipar que no vamos a hablar, para nada, de prosperidad, gracias al Señor, sino de lo que resulta de pedir comprensión y discernimiento a DIOS, el Dueño de todo el oro, la plata y las riquezas de este mundo.

Salomón (970 a 930 a.C.), hijo de David, fue el último rey por cuarenta años del Israel unificado. Su sabiduría condujo a Israel al mejor tiempo de toda su existencia, pero también, su falta de sabiduría en sus tiempos postreros dividió a la nación y la condujo al padecimiento que ha sufrido hasta los días de hoy. El libro primero de Reyes nos narra la historia de este rey, su fe y amor por YHWH y las obras que hacía para honrar el nombre del Santísimo. Precisamente en medio de una de esas demostraciones, Dios se presenta en sueños al rey y le dice textualmente: «Pide lo que quisieres que Yo te dé.» Y Salomón contestó: «Da pues a tu siervo un corazón magnánimo para juzgar a tu pueblo, para discernir entre lo bueno y lo malo…» (1 Reyes 3:5, 9, Biblia Casiodoro de Reina; Cipriano de Valera, 1909). Y YHWH se agradó del pedido de su siervo, le concedió aquello más todo lo que puede emanar del corazón de Dios para Sus siervos cuando éstos oyen Su voz, hacen Su voluntad y lo aman incondicionalmente. DIOS convirtió a Salomón en el hombre más sabio, rico y poderoso que haya existido jamás.

La mayoría de las traducciones bíblicas al español dicen que las dos cosas que Salomón pidió al Señor fueron sabiduría e inteligencia. Sin embargo, en la versión de la Biblia en Hebreo encontramos las palabras “comprensión” y “discernimiento”:
1. Corazón: “lêḇ”—-לֵ֤ב
2. Comprensivo: “šōmêa”—- שֹׁמֵ֙ע
3. Juzgar: “lišpōṭ”— לִשְׁפֹּ֣ט
4. Discernir: “ləhāḇîn” —- לְהָבִ֖ין
6. Entre el bien: “ṭōwḇ” —- ט֣וֹב
7. El mal: “lərā” —- לְרָ֑ע


Ahora, “comprensión” significa empatía, magnanimidad, solidaridad, benevolencia, generosidad, etc., que Salomón quería tener para con su pueblo. Y “discernimiento” significa sensatez, juicio, cordura, discreción, etc., que Salomón pidió para poder decidir entre lo bueno y lo malo, de tal forma que su relación con Dios fuera perfecta. Esto implica que el rey quería cuidarse de hacer algo que no agradara a YHWH por “temor” a Êl. Según la versión en español Reina Valera 1960, Salomón llama a este temor “sabiduría” y lo escribe en el proverbio 1:7 «el principio de la sabiduría es el temor a Dios.» Pero en la traducción al hebreo, no se menciona la palabra “sabiduría” sino la palabra “conocimiento” [“dā‘aṯ" דָּ֑עַת]

El temor a Dios provoca inteligencia divina (el conocimiento tanto de lo expuesto para todos, pero también de aquellas revelaciones que están disponibles solo para aquellos que amen al Señor y hagan conforme a Su voluntad). Por lo tanto, si alguien teme a Dios, va a recibir Su conocimiento y va a poder caminar por el camino del bien. Eso, más la convivencia solidaria, comprensiva y pacífica con los otros seres humanos lo harán un hombre sabio, una mujer sabia; y verá abundantes bendiciones en su vida porque la sabiduría es la llave que abre las puertas de todos los tesoros del cielo.

Por esta razón bíblica es que la teología de la prosperidad está equivocada, pues ésta enseña la falsa doctrina de la “siembra” de casas, autos, joyas y dinero en lugar de enseñar lo que la doctrina de las “Bienaventuranzas” de Jesús nos manda a hacer, y que es amar y temer a DIOS y amar y perdonar a todos aquellos con quienes compartimos el camino de la vida. El que haga como el Señor dice, a él le sean enviadas las bendiciones más generosas y abundantes del Eterno, en el nombre de Jesús.

Oración
«Amado Señor Jesús, que hermosas enseñanzas nos compartes en Tu Palabra cada día; son como el rocío de la mañana que refresca los prados y alegra a Tus aves; o como los manjares más preciados que sacian el alma y el espíritu y motivan a hacer como Tú nos pides hacer. Conocer el camino que nos conduce a vivir en los tiempos de gozo y paz verdaderos, es como tener polvo de oro, perlas finas y piedras preciosas en las manos. Aleluyah!! Ayúdame te ruego hoy, mi Señor, a temer Tu nombre, a amarte más cada día y a saber amar y perdonar a los que me rodean. Ese es el camino de la vida abundante, no de dinero ni propiedades, sino de las glorias y de las victorias que nos das aquí en la tierra y de las coronas de los galardones que nos darás en los cielos cuando estemos contigo. Alabado sea Tu santo Nombre, por siempre y para siempre mi Señor, y oro en el nombre de Tu Hijo Yeshûa HaMashiaj, amén.»


התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: 1 Reyes 1 - 2; Lucas 19:28-48

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Amnesia

Devocional para Hoy,
Miércoles 25 de Abril, 2018.

“Amnesia”
Por: Mart De Haan
Edición: CF Jara

Leer: Daniel 4:28-37
«… mi razón me fue devuelta; y bendije al Altísimo…» (Daniel 4:34)

Nabucodonosor, el rey de Babilonia, olvidó quién era y de dónde venía. Sin embargo, su «amnesia» era espiritual. Al atribuirse el mérito de haber obtenido por sí mismo el reino que se le había otorgado, olvidó que Dios es el Rey de reyes, y que todo lo que tenía le pertenecía a Êl (Daniel 4:17, 28-30). Dios escenificó el estado mental del rey, llevándolo al campo para que viviera con los animales salvajes y pastara como las vacas (vv. 32-33). Finalmente, después de siete años, Nabucodonosor miró a los cielos, y le volvió a la memoria quién era y quién le había dado el reino. De vuelta en sus cabales, declaró: «Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo» (v. 37).

Los servicios de emergencia en Carlsbad, California, rescataron a una mujer con acento australiano, que no podía recordar quién era, pues sufría de amnesia temporal. Ella no tenía identificación, no podía dar su nombre ni decir de dónde venía. Se requirió de ayuda médica y de los medios de comunicación para que recuperara la salud, contara su historia y se reuniera con su familia. La amnesia es la condición médica por la cual, el paciente está incapacitado de recordar la información relacionada con su vida, de manera temporal o permanente. Ventajosamente esta mujer, al igual que el rey Nabucodonosor, pudo recordar quien era, gracias a la misericordia de DIOS.

Cuando nosotros, los redimidos por la sangre de Jesús, no hacemos conforme a como Êl nos pide, estamos tácitamente declarándonos amnésicos de nuestra experiencia de redención. Pero la diferencia entre la mujer de nuestra historia y el rey Nabucodonosor con los que pecan con premeditación y alevosía, es que éstos se podrán olvidar de sus actos pecaminosos más Dios no; si los pecadores no se arrepienten y vuelven de sus caminos de perdición, serán arrojados al lago del fuego eterno (Apocalipsis 21:8).

El apóstol Pablo escribió que la salvación la recibimos por la gracia de Dios y no por las obras de los hombres por más BUENAS que estas sean (Romanos 5:1-2) Los redimidos por la sangre de Jesús tenemos que recordar permanentemente que, gracias al sacrificio del Señor en la cruz es que recibimos el perdón y el derecho a la vida eterna aun sin merecernos. DIOS espera de nosotros nuestro agradecimiento a través de alabar Su santo Nombre y observar Sus edictos cada día, tal como leemos en Deuteronomio 8: “Mas acuérdate del SEÑOR tu Dios, porque Êl es el que te da poder para hacer riquezas, a fin de confirmar su pacto, el cual juró a tus padres como en este día. Cuando hayas comido y te hayas saciado, bendecirás al SEÑOR tu Dios por la buena tierra que Êl te ha dado.”

El Autor (Moisés) insiste: “Cuídate de no olvidar al SEÑOR tu Dios dejando de guardar sus mandamientos, sus ordenanzas y sus estatutos que yo te ordeno hoy; no sea que cuando hayas comido y te hayas saciado, y hayas construido buenas casas y habitado en ellas, y cuando tus vacas y tus ovejas se multipliquen, y tu plata y oro se multipliquen, y todo lo que tengas se multiplique, entonces tu corazón se enorgullezca, y te olvides del SEÑOR tu Dios que te sacó de la tierra de Egipto de la casa de servidumbre.”

“El Señor te condujo a través del inmenso y terrible desierto, con sus serpientes abrasadoras y escorpiones, tierra sedienta donde no había agua; Êl sacó para ti agua de la roca de pedernal. En el desierto te alimentó con el maná que tus padres no habían conocido, para humillarte y probarte, y para finalmente hacerte bien. No sea que digas en tu corazón: ``Mi poder y la fuerza de mi mano me han producido esta riqueza.” (Deuteronomio 10-18)

Oración
«Amado Señor Jesús, te pido mi Señor, perdón por todos los pecados que he cometido desde mi última confesión en oración; me declaro culpable y te ruego tengas misericordia de mí. Te ruego también, Padre eterno, que no permitas que me olvide nunca del sacrificio que hiciste por mí en la cruz. No quiero volver a mi vida pasada jamás, no quiero ser el hombre que fui. Te ruego mi Señor, que sigas trabajando en mí, que, como el alfarero, me quiebres cuantas veces sean necesarias hasta que logres hacer de mí el ser humano que Tú deseas. Declaro que Tú eres el Señor de señores y el Rey de reyes, que moriste en la cruz y resucitaste de entre los muertos al tercer día. Alabo Tu santo Nombre y te bendigo con todo mi corazón, Todopoderoso Dios eterno, porque solo eres Tú eres santo, el Santo de los santos, por los siglos de los siglos, oro en el nombre de Yeshûa HaMashiaj, amén.


התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: 2 Samuel 21-22; Lucas 18:24-43 

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Sed Integros

Devocional para Hoy,
Lunes 23 de Abril, 2018.

“Sed Íntegros”
Por: CF Jara

Leer: Hechos 5:1-11
«Al oír Ananías estas palabras, cayó y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron.» (Hechos 5:5)
En los primeros días de la iglesia Cristiana, los discípulos y los creyentes habían conformado una comunidad donde vivían todos juntos. Para sostener la obra misionera, pero también para alimentar y proveer de lo necesario para todos, Pedro y los discípulos acordaron que todos los miembros vendieran lo que tuvieran como posesiones y donaran el dinero a un fondo común. Todos fueron haciendo así, entre ellos Bernabé quien hizo una enorme y generosa contribución, siendo reconocido y agradecido públicamente por los demás. Ananías y Safira eran parte de ese grupo. Ellos eran una pareja de esposos que posiblemente estuvieron entre los 120 que recibieron al Espíritu Santo en el Aposento Alto, 40 días después de la ascensión del Señor Jesucristo a los cielos. Y también probablemente predicaban la Palabra del Señor junto con el resto. Decimos probablemente porque no está especificado en la Biblia. Pero lo que si se especifica es la muerte de ellos por causa de su falta de integridad para con Dios. Todos conocemos esta triste historia. Por vanidad, quisieron ser aplaudidos y reconocidos públicamente por la donación del valor de la venta de su propiedad. Sin embrago, entregaron solo una parte y se quedaron con el resto. El caso era que, al donar, tenían el derecho de recibir ayuda del fondo común, lo cual, con el tiempo, les habría dado la posibilidad de recuperar todo su dinero. Mas Pedro tenia la unción del Espíritu Santo, descubrió el contubernio, y los dos, Ananías y Safira murieron.

Anita es la hermana más anciana de la iglesia, tiene cerca de 94 años, muy querida y apreciada por todos. Un día el aire acondicionado de su carro se dañó. Luego de preguntar por ayuda, alguien le refirió a otro hermano que aseguró saber del tema. La anciana llegó a un acuerdo con el hombre y éste hizo el trabajo. Luego de unos días, entregó el carro a Anita y ella lo bendijo, pagó el arreglo y él se retiró con el dinero. Mas tarde, Anita salió al supermercado; el día estaba muy caliente y ella se acordó del aire y lo prendió, pero nunca enfrió. La ancianita tuvo dificultad en volver a casa, pero cuando llegó, llamó al hermano que había hecho el trabajo; y éste le ofreció volver para revisar y arreglar el problema. Pasó el tiempo y a pesar de que Anita lo llamó por dos oportunidades más, el hombre se desentendió por completo. Pero lo más triste es lo que sucedió meses después, cuando la anciana había podido ahorrar para llevar su carro a un taller especializado: la gente de aquel lugar le dijo que el compresor nunca fue cambiado y que se podía notar que nadie había trabajado en esa área por mucho tiempo. Finalmente, el aire acondicionado trabaja, Anita está contenta y a pesar de que se sintió estafada y pensó en denunciar a aquel hombre, solo oró por él y lo dejó todo en manos del Señor.

La Biblia dice que «no nos ha sido dado el poder de criticar y/o juzgar a nadie» (Mateo 7:1-5) pues bajo los cielos, nadie es perfecto y todos pecamos. Sin embrago, es necesario recalcar la necesidad de que todos los que nos identificamos como “Cristianos”, seamos íntegros en todos nuestros caminos, en todo lugar, en todo tiempo y con todos, porque el único tesoro que tenemos es el testimonio personal. Perdido el testimonio, no hay nada más, hemos perdido todo.

La Palabra dice también «Ay de aquel que toque a mi ungido.» (Salmo 105:5) y «Mia es la venganza, Yo pagaré» (Romanos 12:19) No me quiero imaginar lo que le podría suceder al hombre de la historia o a aquellos que estafan, roban o abusan de quienes sirven al Señor, a los cuales Êl mismo los ha hecho justos, por lo tanto, Sus ungidos. Pero lo que sí sé que a pesar de que Anita intercedió por aquel hermano, Dios hará justicia.

Hermano, hermana, no importa el trabajo o la profesión que tengas, pero en algún momento vas a tener frente a ti una decisión que hacer, relacionada con dinero o con algún bien, que no te pertenece, pero que parece fácil apropiarte de aquello. Sea que eres un mecánico, pintor, cajero, constructor, gerente, profesional o eres dueño de tu propio negocio, cuida tu testimonio con gran celo; sé integro sin importar que tan fácil sea apropiarte de algo que no te pertenece por más grande que se trate. Recuerda que lo que lo que no es tuyo, le pertenece a Dios, al estado o a otro ser humano, probablemente tu hermano en la fe.

«Sed santos, porque Yo soy santo.» (1 Pedro 1:16). Gloria a Dios por siempre y para siempre.

Oración
«Amado Señor Jesús, gracias te doy Señor por todas y cada una de las cosas materiales con que me has bendecido. Gracias Señor porque me das justo lo que necesito, ni más, ni menos, con medida remecida y justa, que alcanza y abunda para aquellos que han de venir a pedir ayuda. Hoy te pido mi Señor, que me des un corazón generoso, desprendido, íntegro. Ayúdame a cuidar mi testimonio personal; que nunca la ambición se anide en mi corazón y que, en la interacción con otras personas, jamás trate de tomar ventaja, apropiarme de algo ajeno o peor aún, estafar a quien entre en negocios conmigo. No tengo mucho Padre y Tú lo sabes, y todo lo que tengo te pertenece. Si he de donarlo para alguien que lo necesite, que así sea Señor. Te ruego Señor, que pueda recordar siempre que Tú diste todo, hasta Tu vida por la humanidad, te lo ruego mi Señor amado, en el nombre de Tu Hijo Yahshua HaMashiaj, amén y amén.»


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DIOS te bendiga.

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El Arte de Perdonar

Devocional para Hoy,
Viernes 20 de Abril, 2018.

“El Arte de Perdonar”
Por: David C. McCasland
Edición: CF Jara

Leer: Lucas 15:11-24
«Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia…» Lucas 15:20

En la pintura ‘El hijo pródigo’, su autor, el pintor Edward Rojas retrata de una manera real e impactante, al hijo descarriado volviendo a casa, con sus ropas desgastadas y la cabeza gacha. Dejando atrás una tierra de muerte, entra al sendero donde su padre ya está corriendo hacia él. Al pie de la pintura, aparecen las palabras de Jesús: «Cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia» (v. 20).

Esta parábola de Jesús acerca del hijo pródigo (Lucas 15:11-31) es una de las historias bíblicas más hermosas, más conocidas y más predicadas en la iglesia del Señor. La historia triste de un hijo insensato se transforma en historia de gozo y plenitud cuando éste se arrepiente y decide volver a casa a pedir perdón a su padre, quien, sin siquiera dejarlo terminar de hablar, lo recibe con los brazos abiertos y ordena preparar una fiesta para festejar el retorno del hijo que se había ido.

Me conmoví profundamente al volver a recordar de cómo había cambiado mi vida el amor inalterable de Dios. En mi testimonio personal, la primera vez que Jesús me pidió entrar a mi corazón fue cuando tenía 20 años. Y me negué, pero Êl no me dio las espaldas, sino que siguió buscándome, cuidándome y esperando por 17 años, hasta cuando en medio de mi desventura, pude ver en lo que me había convertido y me acordé de Êl. Cuando decidí buscarlo, ni siquiera me dejó terminar mi letanía de arrepentimiento. Y por Su inmenso e inmutable amor estoy aquí, vivo, redimido, gozoso y lleno de esperanza en Sus promesas.

Todos somos culpables; aun así, nuestro Padre celestial nos da la bienvenida, tal como el padre en esta historia abrazó a su hijo descarriado. Luego, dijo a sus sirvientes: «hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado» (vv. 23-24). Las bendiciones abundantes que el Señor deposita en la vida de cada uno de nosotros todas las mañanas son inmerecidas y ni aun vivamos de rodillas toda la vida, nos mereceríamos ni siquiera un minuto de perdón. Mas es por Su gracia infinita e imperecedera que respiramos, recordamos nuestros nombres, nos levantamos cada mañana, amamos y somos amados y hacemos lo que hacemos, solo por el amor de Cristo Jesús, el Cordero inmolado, la fuente del amor más sublime y eterno. Gloria al Dios Eterno y maravilloso, por los siglos de los siglos, ¡¡¡Aleluyah!!!

Oración
«Padre eterno, al recibir cada mañana Tu amor y Tu perdón, que podamos también extenderlos a otros en Tu nombre. Aunque no merecemos Tu misericordia, Tú nunca cambias, Tu amor es inmutable, interminable, eterno, sanador, liberador, restaurador, renovador. Establece Tu reino, Señor, en cada uno de todos los hombres y mujeres que creemos en Ti y te amamos, en toda Tu iglesia, alrededor del mundo entero. Haznos conforme a Tu voluntad, luz en las tinieblas, la sal de la tierra; mensajeros de Tus buenas nuevas, pacificadores, caminantes de los caminos de la paz, amor, concordia, buena voluntad, solidaridad, desprendimiento, agradecimiento. Que nunca nuestro día sea vano y nuestro vivir, en vano, sino que podamos ser verdaderos agentes de cambio en la vida de aquellos que Tú pones en nuestros caminos; porque ¿de qué me sirve vivir y tener éxito y dinero si no te predico ni comparto lo que me das? Haz de mí, Señor Dios de la eternidad, un hijo digno de Tu amor, te lo ruego mi Señor amado, en el nombre de Tu Hijo Yahshua HaMashiaj, amén y amén.»


התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: 2 Samuel 9-11; Lucas 15:11-32 
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No importa el origen

Devocional para hoy,
Miércoles 18 de Abril, 2018.

“No importa el origen”
Por: Tim Gustafson
Edición: CF Jara

Leer: Jueces 11:1-8, 29
«Y el Espíritu del Señor vino sobre Jefté…» (Jueces 11:29)

«¿De dónde eres?». A menudo, usamos esta pregunta para conocer a alguien. Pero, para muchos, la respuesta es complicada. A veces, no queremos dar todos los detalles. En el libro de Jueces, es probable que Jefté no haya querido responder esa pregunta. Sus medio hermanos lo habían echado de su pueblo natal, por sus orígenes «cuestionables». «Eres hijo de otra mujer», le dijeron (Jueces 11:2), y el texto declara de manera sorprendente que «era hijo de una mujer ramera» (v. 1). Pero Jefté era un líder natural, y, cuando una tribu hostil empezó una pelea contra Galaad, el pueblo que lo había echado quiso de repente que volviera. Le dijeron que fuera su «jefe» (v. 6). Jefté preguntó: «¿No me aborrecisteis vosotros, y me echasteis de la casa de mi padre?» (v. 7). Después de asegurarse de que las cosas cambiarían, aceptó ser su líder. La Escritura nos dice: «el Espíritu del Señor vino sobre Jefté» (v. 29). Por fe, los llevó a una gran victoria.

Historias parecidas a éstas, donde la envidia, el chisme y la calumnia ofenden a otros creyentes, son, desgraciadamente, muy comunes en la iglesia del Señor, el día de hoy. Al acudir a los pastores por respuestas, la justificación favorita es: “ninguna iglesia es perfecta”, dando largas y a veces procrastinando en tomar acciones ante las quejas que por estas causas y por otras de la misma clase, miles de creyentes elevan a sus pastores en la iglesia mundial. La desidia de los líderes lleva al alejamiento de la iglesia, muchas veces de por vida, de cientos de miles de hermanos y hermanas en la fe que se van heridos, resultado de haber recibido ofensas, injurias, calumnias, etc., de sus mismos hermanos de la fe. El profesor del seminario Fuller, Daniel White confronta esta realidad ampliamente en su libro: “Iglesias que hieren”. Lo recomiendo.

Sin embargo, en la misma historia bíblica, Dios restaura a Jefté en la posición de liderato, le da la victoria en aquella batalla y lo convierte en uno de los héroes de la Biblia para la posteridad, (Hebreos 11:32). A menudo, Dios parece escoger a las personas más improbables y menos calificadas para hacer su obra. El Señor no se fija ni en el origen humilde, ni se deja llevar de las habladurías o por el pasado conflictivo de la gente que Êl escoge, pues como dice la Escritura, «Antes, lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a lo fuerte.» (1 Corintios 1:27 RVI 1960). Y para aquellos que siembran el mal, la Palabra les tiene también un mensaje: «muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros.» (Mateo 19:30, RVI 1960)

Cuando Jefté aceptó volver a liderar al pueblo, el Espíritu del Señor vino a él y llevó a tiempos de victoria. Hermano, hermana, no importa de dónde seamos, cómo llegamos hasta aquí ni qué haya pasado en nuestro caminar. Pero lo que importa es que respondamos con fe y prontitud al llamado de Dios. Entonces Êl nos llevará de gloria en gloria y de victoria en victoria.

Oración
«Señor Padre eterno, Tú eres el Dios justo e inmutable, que todo lo ve, todo lo conoce y está en todas partes al mismo tiempo. Aquel que saca en cada atardecer las estrellas y las llama por su nombre; el Todopoderoso que sostiene al universo con una mano. Y así, tan grande, eterno e infinito, así nos amas con Tu amor inconmensurable. Padre te pido hoy que, si hay alguien entre los lectores de este mensaje que haya sufrido alguna experiencia parecida a la de Tu siervo Jefté, sanes su corazón Señor, hoy mismo, libéralo de cualquier dolor que se haya inconado en su alma; y entonces en el alivio sanador pueda perdonar a aquellos que lo ofendieron. Y si se ha apartado de Tu iglesia, que en el poder del perdón sienta la necesidad de volver Señor, para no alejarse nunca más. Que entienda que es Tu casa, el refugio más seguro y que no hay lugar más alto, que estar postrado a Tus pies, te lo ruego mi Señor amado, en el nombre de Tu Hijo Yahshua HaMashiaj, amén y amén.»


התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: 2 Samuel 3-5; Lucas 14:25-35 

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Amén

Devocional para hoy,
Lunes 16 de Abril, 2018.

“Amén”
Por: CF Jara

Leer: 1 Crónicas 15 y 16
«Bendito sea Jehová Dios de Israel, de eternidad a eternidad. Y dijo todo el pueblo, Amén, y alabó a YHWH.» (1 Crónicas 16:36)

Saúl gobernó Israel como su primer rey por cuarenta años, y a pesar de ello, nunca demostró interés alguno por recuperar el Arca de Dios que estaba en manos de los Filisteos por mucho tiempo. Pero cuando David fue ungido como rey, su primer objetivo fue recuperarla. Entonces, el rey oró y pidió la ayuda del Señor, y junto con su ejército enfrentó y derrotó a los Filisteos y recuperó el símbolo del pacto de Dios con la nación israelita. Luego, David hizo preparar un lugar especial en Jerusalén y junto con escogidos del pueblo, condujo el Arca a la ciudad. Una vez en ella, David bailaba y cantaba de alegría en medio de su pueblo, sin importarle las miradas llenas de crítica de Mical, su primera esposa. Y cuando el rey del corazón conforme al corazón de YHWH exclamó lo que hoy conocemos como los Salmos 118 y 136, el pueblo respondió, en medio de gran júbilo y regocijo: “Amén”.

Mientras preparaba la entrega semanal del trabajo de medio semestre de la universidad, revisaba los comentarios de una investigación relacionada con los retos más grandes de pastores, líderes, ministros, misioneros y evangelistas que predican la Palabra de Dios ya sea en los templos, en las calles o a través de las páginas sociales. El reto número 1 para la gran mayoría de ellos, es el poder impactar grandemente a la comunidad con el mensaje predicado. Pero el reto número 2 es seguir predicando a pesar de la poca respuesta de los predicados. La pregunta planteada al respecto fue cómo saber si el mensaje estaba siendo de edificación, y la respuesta unísona: a través de la cantidad de amenes que salen de la audiencia. La mayoría de los predicadores consultados sostienen que no hay cosa más grande que los motive que los amenes y aleluyas provenientes de los presentes. Pero la mayor parte del tiempo, los oyentes o lectores se guardan los amenes para si mismos, en lugar de decirlo o escribirlo, como si decirlo o escribirlo fuera a enriquecer o engrandecer al predicador. Sin embargo, la Biblia dice que cuando el pueblo responde “Amén” ante la proclamación de la Palabra de Dios, al único que se exalta es al Nombre que es sobre todo nombre, el único Nombre que se merece todo el honor, toda la gloria y toda la honra, el nombre de Cristo Jesús. (2 Samuel 6; 1 Crónicas 16).

En el caso de este ministerio iglesia-online, debo confesar que la realidad es la misma, pues a pesar de que el número de recipientes, sumados todos los frentes, sobrepasan el medio millón de personas, los “amén”, “gloria a Dios”, “aleluya”, o peor todavía, la respuesta-testimonio personal acerca del efecto del mensaje, son bien pocos. En una prueba hecha en una página de facebook, se publicaron videos, comentarios, pensamientos y fotografías acerca de política, temas vacíos y sencillos que están en los “trends” de las redes sociales y hasta comentarios llenos de odio. Para sorpresa del grupo investigador, la respuesta fue masiva, cientos y hasta miles de reacciones y reproducciones de aquellas publicaciones en cuestión de minutos. Este experimento reveló tres tristes realidades: una, que entre aquellos lectores había cristianos-cristianos, de cepa y trayectoria; dos, que, en la mayor parte de las veces, los mensajes ni siquiera se abren peormente se comparten; y tres, que cuando el texto, el video o la fotografía hablan de Jesús, de Dios o de la Palabra de Dios, las reacciones bajan de cientos a dos o tres, y en algunos casos llegan a quince o veinte. Ya escucho a alguien diciendo que eso es inexacto pues tal o cual ministerio, iglesia o ministro alcanzan un número importante de respuestas. Pero esos casos son solo excepciones.

Hermano, hermana, servir al Señor en cualquier llamado no es fácil, nunca lo ha sido, nunca lo será, pero puede ser más llevadero si practicamos la virtud del agradecimiento con aquellos que han dejado a un lado sus planes, metas y sueños personales para dedicar todo el tiempo de su día, semana, mes, año, y año tras año, a compartir la palabra de amor, perdón, consuelo, aliento, esperanza, sanidad, solidaridad, edificación, motivación, liberación, respaldo, protección, etc., sea en el templo, en las calles, o a través del internet. El mensaje que usted escucha en la iglesia o el que le llega cada día a través de su teléfono celular o computador, no se construye en diez minutos o en una hora. La mayor parte de las veces, detrás de los 45 minutos de prédica o de los cinco o diez minutos de lectura del mensaje, están horas enteras dedicadas al bienestar espiritual suyo. Un “amén” es lo menos que se espera, como una confirmación de que todo el sacrificio hecho ha valido la pena, para la gloria del Dios Todopoderoso.

Oración
«Señor mi Dios, hoy te oramos Padre, por todos aquellos que te sirven en todas y cada una de las ciudades, países o regiones del mundo, de todas y cada una de las iglesias, denominaciones, ministerios, organizaciones, etc., que predican Tu Palabra, sea en los templos, en las calles y plazas, en las cárceles, en el internet y redes sociales, etc. Tú sabes quienes son, Tú conoces sus nombres, sus historias, sus anhelos, pero también sus luchas, sus dudas y necesidades. Sé con ellos, Dios Todopoderoso, con cada uno de ellos; pon Tus ángeles alrededor para que los protejan de toda trafasía que el enemigo esté intentando levantar en su contra. Blinda sus corazones y almas, para que no fijen sus miradas en los amenes, las gracias o bendiciones que reciban, sino que pongan sus miradas en Cristo Jesús y en Su sacrificio sublime y puedan recordar así que nuestro llamado vive y se ejecuta solo por Tu gracia, en el nombre de Tu Hijo Yahshua HaMashiaj te lo pedimos, amén y amén.»


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DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: 1 Samuel 27-29; Lucas 13:1-22 

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La Santidad

Devocional para Hoy,
Miércoles 11 de Abril, 2018.

“La Santidad”
Por: CF Jara

Leer: Hebreos 12
«Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.» (Hebreos 12:14)

Hermanos buenos días, hoy continuamos el mensaje del Lunes pasado sobre los Tiempos Finales, reflexionando acerca de la ‘Santidad’ la condición sin la cual no podremos ser levantados en los aires el día de la Parusía. La Biblia dice que: «Sin santidad NADIE verá a Dios.» Es decir, si para el día del Rapto, un creyente no está en estado de santidad, entonces no será recogido, se quedará. El Espíritu Santo es claro, preciso y conciso acerca de esta condición. Ahora, el Diccionario de la RALE define a la palabra “santidad” como “una condición propia de uno que es santo”. Por su parte, la Biblia afirma que YHWH es el único Santo, y entre los santos, YHWH es el Santo de los santos, por lo tanto, la santidad le pertenece solo a Êl, es decir, la santidad está intrínseca en la esencia de Dios.

Entonces surge la pregunta del millón pues NADIE querrá quedarse para sufrir la Tribulación: ¿cómo hemos de cumplir el mandato de Dios de ser santos como Êl lo es, si la santidad no es una cualidad propia de nosotros los seres humanos? ¿Qué hemos de hacer? ¿Somos los creyentes humanos, por más creyentes que seamos, capaces de ser santos y vivir en santidad?

El camino a la santidad empieza desde que fuimos escogidos en el vientre de nuestra madre, pues –escribe Pablo- «A los que nos conoció, también nos predestinó a ser conformes a la imagen del Hijo.» Y el Hijo, aunque era Dios, era también hombre, y como tal, debía santificarse para el cumplimiento de Su ministerio en la tierra, a través de sufrir y padecer como humano, las experiencias de su niñez y juventud, pero, sobre todo, el terrible suplicio que empezó en el Huerto de los Olivos y terminó con Su muerte en la cruz, tras largas horas de agonía y dolor terribles, fruto de la tortura cruel e inhumana que provocaron el colapso de Su corazón y de Sus órganos. Cristo murió como humano, pero resucitó como Dios, más debía primero presentarse al Padre para recibir la gloria eterna, es decir, la santidad del Santo. Por ello cuando el Señor se presentó a la Magdalena y ésta se acercaba a abrazarlo, Jesucristo le dijo «No me toques, aún no he subido a mi Padre.»

Ese es el punto mis queridos hermanos, los que hemos sido escogidos para ser salvos y vivir en la eternidad, también necesitamos pasar por el proceso de santificación, el mismo que empieza desde el inicio de nuestras edades y continúa en la adultez y va hasta la muerte; incluye dolores y sufrimientos que se originan en las tribulaciones, enfermedades, malas noticias, traiciones, soledades, muertes, divorcios, etc. El dolor es propio del calvario que tenemos que pasar como fase previa pero impostergable para alcanzar la santidad. Pero me dirán que tanto creyentes como los que no lo son, sufren a lo largo de sus vidas, dolores, tragedias y tribulaciones” lo cual es muy cierto, sin embargo, la presencia de Jesús en nuestro corazón, es la clave para que el padecimiento de una persona no sea en vano sino al contrario, la encamine a la santidad.

Mientras estemos en la tierra en este cuerpo mortal, no podremos ser santos, más si podemos caminar en ese camino estando en Jesucristo y en Sus mandatos, empezando con aceptar a Cristo en nuestra vida como nuestro Señor y Salvador, luego dar nuestro testimonio público de Jesús a través del bautismo en las aguas, entonces buscar con denuedo el bautismo del Espíritu Santo y finalmente pasar por el proceso de sanidad y liberación de nuestra alma, sea a través de la lectura constante y permanente de la Palabra de Dios o a través de los procesos guiados de liberación. Una vez que estemos limpios por completo de todo lo que el mundo depositó en nuestra mente y corazón, podremos entonces entender lo que es “caminar en Santidad” para esperar confiados el día en que el Señor nos recogerá para damos Su gloria, por lo tanto, Su santificación y así podamos ver a Dios en la eternidad.

Oración
«Señor mi Dios, gracias te doy por haberme conocido en el vientre de mi madre y por haberme predestinado para ser salvo. Gracias por revelarme que sin Tu santidad no podré ver al Padre y gracias también por la enseñanza de Tu Hijo Amado de que es necesario sufrir las tribulaciones para morir al viejo hombre, al orgulloso, al vanidoso, al mentiroso, al fornicario al ladrón, al borracho, al blasfemo, para que Tú puedas darle vida al nuevo hombre, aquel que pueda bendecirte en medio de las angustias y los dolores de la vida. Porque esa es la esencia del santo, bendecir Tu nombre aun cuando no hay esperanza, cuando los diagnósticos dicen que no, cuando el hijo no vuelve de su vicio a pesar de que los ojos han envejecido en la espera, a pesar de la enfermedad que no cede, de la soledad que carcome, a pesar del molino de piedra que tritura los huesos. Darte la gloria y las gracias en todo tiempo y en todo lugar, y bendecir Tu nombre Señor, ese es el camino a la santidad. Declaro que Tú eres el Santo de los santos, por siempre y para siempre, en el nombre de Tu Hijo Yahshua HaMashiaj, amén y amén.»


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DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: 1 Samuel 17-18; Lucas 11:1-28 

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Jesucristo, Rey del Universo

Devocional para hoy,
Lunes 9 de Abril, 2018.

“Jesucristo, Rey del Universo”
Por: CF Jara

Leer: Lucas 19:28-44
«…y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación...» (Lucas 19:44)

El versículo más corto de la Biblia está en Juan 11:35 «Y Jesús lloró.» Todos conocemos que este momento sucedió luego de la muerte de Lázaro, el amigo de Jesús. La siguiente ocasión donde el Señor derrama lágrimas es antes de Su arresto, en el Huerto de los Olivos. La tercera ocurre en la cruz, cuando en medio de sollozos exclama Su «Padre mío ¿por qué me has desamparado?» Pero hay una cuarta ocasión, muy poco conocida y mencionada, a pesar de que sucede inmediatamente antes de entrar en Jerusalén en aquel Domingo de ramos. Jesús llora al profetizar la destrucción de Jerusalén debido al pecado y rebeldía a los edictos de Dios en que sus habitantes vivían. La Biblia de esa manera retrata al divino Maestro derramando lágrimas por la muerte de Su amigo, por Su propia muerte y también por la destrucción de Jerusalén y la muerte de miles de israelitas (Lucas 19:41), lo cual se cumplió 37 años después Su resurrección. Pero ¿cómo es posible que Jesús profetizará ese evento tan terrible sobre “el pueblo escogido” por el Eterno?

Revisamos ya en lecciones pasadas, que quienes urgieron y conspiraron para la muerte de Jesús fueron el Sanedrín y los miembros de la oligarquía judía, por un lado, y el ejército y oficiales romanos, azuzados por el griterío y la cuasi rebelión de los habitantes de Jerusalén, por el otro. Después de ser apresado, el divino Rabino fue llevado al Pretorio en cuyos patios fue torturado, golpeado, vejado y humillado por los centuriones romanos, a vista y paciencia de los sacerdotes judíos, los mismos que proclamaban a YHWH como el Dios eterno. Jesús vino al mundo a salvar a Su pueblo, pero Su pueblo lo rechazó, lo humilló, lo condenó por haber sanado y traído libertad a miles y lo crucificó para muerte, a pesar de que por tres años les anunció que Êl era el Mesías esperado, pero ellos no le creyeron porque tenían su corazón duro, pues se habían apartado de las enseñanzas y de los edictos que Moisés les había dado.

Sacerdotes, pueblo y centuriones se burlaron de Jesús, pusieron sobre Su cabeza una corona hecha de espinas, le quitaron su túnica de lino fino y le pusieron un manto sucio, y le dieron una vara como el cetro de rey, la misma que después usaron para golpearlo. Ya en la cruz, colocaron en ésta un rótulo llamándolo burlonamente «Rey de los judíos» (Mateo 27:29). Pero si los hombres lo coronaron con burlas y desprecio, Su Padre, el Dios Todopoderoso, lo recibió en los cielos y le restituyó Su gloria y poder eternos y lo sentó a Su diestra, desde donde viene pronto a juzgar a vivos y muertos.

Los sacerdotes y judíos de aquel entonces profetizaron sin querer lo que se ha de cumplir cuando Jesucristo venga con Sus ejércitos. Jesús es el Rey del Universo incluyendo a Israel, y será reconocido y coronado como tal cuando se consuma el engaño del Anticristo y el Tercer Templo. Jerusalén crucificó para muerte a Jesús, el Hijo de Dios, el Cordero santo. Y Dios la destruyó y desbandó al pueblo por el mundo por dos mil años, hasta que el tiempo de los gentiles se cumpliera. Por lo tanto, los redimidos por la sangre de Jesús somos la Nueva Jerusalén, el pueblo escogido, la nación santa. Cuando la Biblia dice “orad por la paz de Israel, significa que debemos orad por los redimidos por el Cordero de Dios, el pueblo cristiano de cualquier denominación que sea y de cualquier país o iglesia alrededor del mundo.

El Señor Jesús decretó que el fin de los tiempos de la dispensación, gracia, o el tiempo de los gentiles, sería cuando floreciera la higuera que Êl maldijo. Este “florecimiento” sucedió el 14 de Mayo de 1948, cuando Israel fue reconocida en la ONU como nación. Los tiempos del fin comenzaron en ese mismo día, y pronto, muy pronto, la humanidad atestiguará los terribles eventos del “Harpaguesómeza” (ἁρπαγησόμεθα, arrebatamiento); la “Parusía” (παρουσία, segunda venida de Cristo); la “Thlipsis” (θλῖψις, tribulación, aflicción); el fin del mundo, los juicios finales y el gobierno eterno de Jesucristo sobre la tierra.

En estos tiempos de tanta falsa doctrina, apostasía y anatema que se dice y predica en el nombre de Dios, es importante que nosotros, el pueblo redimido por la sangre de Jesús, escudriñemos la Palabra todos los días, que meditemos en ella y que nos mantengamos en comunicación con nuestro Creador a través de la oración. Solo así conoceremos la verdad, y la verdad nos hará libres. Maranatha!!

Oración
«Señor Jesús, gracias por Tu amor, Tu guía y Tus enseñanzas, pero, sobre todo, gracias por Tu salvación, porque sin ella estaría perdido, encarcelado o muerto. Mas a Ti te plugo traernos de la oscuridad a Tu luz admirable, y darnos una nueva identidad, un nuevo pensamiento, una nueva vida. En Tu Palabra dices que Tu pueblo perece por falta de conocimiento; pues Señor, yo no quiero perecer, enséñame más cada día, pon en mi un hambre insaciable por leer y estudiar Tu Palabra, quiero vivir completamente consagrado a Ti, aprendiendo cada día a caminar en la santidad, porque quiero un día, ver Tu rostro y caminar junto a Ti, te lo pido humildemente en el santo nombre de Tu Hijo amado Yeshûa HaMashiaj, amén y amén.»


התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: 1 Samuel 10 - 12; Lucas 9:37 - 62 

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