De la Oración

Devocional para Hoy,
Lunes 15 de Enero, 2018.

“De la Oración”
Por: CF Jara

Leer: Lucas 18:1-8
«En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios.» Lucas 6:12

Eran los días posteriores a cuando Jesús hiciera el milagro de sanación en el hombre de la mano seca. El Maestro necesitaba elegir al grupo de hombres que le acompañarían durante los tres años de ministerio. Y se retiró al monte donde pasó la noche entera orando. Entonces al día siguiente –según nos relata Lucas- el divino Rabino escogió a los doce que, excepto uno, serían los que dieran lugar al nacimiento de la iglesia cristiana universal, en todas sus presentaciones y denominaciones como la conocemos al día de hoy. La elección de Sus discípulos era sin duda, una de las decisiones más trascendentales que tuvo que tomar Jesús. Y lo hizo después de «orar toda la noche.» (Lucas 6:12).

El Nuevo Testamento reporta 54 versículos acerca de la oración, entre los cuales están todas las ocasiones cuando Jesús se retiró a orar, a pasar mucho tiempo en ese estado de postración del alma y rendición espiritual. Ese solo conocimiento nos debe dar la certeza de que la oración diaria es la actividad más importante de nuestra vida. Incluir un tiempo privado de oración en nuestro día a día viene a ser una decisión de absoluta responsabilidad para beneficio nuestro y el de todos los que nos rodean, sea en nuestro hogar, trabajo, estudios, familia, vecindad, iglesia, etc.

Contrario a lo que el mundo enseña, la parte espiritual del hombre es lo primero antes que lo material. Si estamos bien espiritualmente, entonces estaremos bien materialmente. Incluyo algunos de los beneficios de llevar una vida diaria de oración:

1. En la oración encontramos el perdón para nuestras faltas.
2. La oración nos da la paz duradera y verdadera.
3. En la oración encontramos respuestas y sabiduría.
4. La oración es el instante en que DIOS nos puede oír claramente, así como nosotros a Êl.
5. La oración renueva nuestras fuerzas y nos motiva a seguir adelante.
6. La oración abre las puertas para los milagros.
7. De la oración nace la obediencia a la voluntad de Dios.
8. La oración potencia nuestra fe, la cercanía a Dios nos inunda de Su amor, misericordia y verdad.
9. En la oración somos transformados por el Espíritu Santo.
10. En la oración recibimos revelaciones, mismas que traen como consecuencia, abundantes bendiciones para nuestras vidas y la de los nuestros.

Hermano, haz de la oración diaria, el momento más importante de tu día a día, de tal manera que cuando no ores, sientas que te falta el aire, que no puedes empezar nada, sin antes orar primero. Pueda ser que tu vida dependa de ello.

Oración
«Mi amado Jesús, cuántas bellas experiencias podemos testimoniar de los tiempos donde nos separamos de todo y de todos para entregarnos en Tus brazos amorosos, fuertes y sanadores. Es que no hay dinero en el mundo que pueda comprar el placer divino y eterno de ser abrazados por Ti, de sentir Tu presencia que llena nuestra alma de la paz incomparable y única, de ser inundados por Tu luz diáfana, sublime y eterna. Cuántas cosas maravillosas nos has mostrado y hemos podido ver aún con los ojos cerrados. Cómo no mencionar la sensación maravillosa de ser arrullados por el rocío sanador que se esparce de los manantiales puros y cristalinos de Tu eternidad inefable. Te ruego mi Señor, que me ayudes a tener una vida de oración fiel y constante, que pueda rendirme a Tus pies todos los días, para ser vivificado con la fe, el amor y la esperanza verdaderos que vienen solo de Ti, te lo pido en el nombre precioso de tu Hijo amado Yeshua HaMashiaj, amén y amén.»


התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Génesis 33-35; Mateo 10:1-20
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Y Jesús lloró


Devocional para Hoy,
Viernes 12 de Enero, 2018.

“Y Jesús lloró”
Por: CF Jara

Leer: 1 Juan 2:3-11
« Y Jesús lloró.» Juan 11:35

Después de que Jesús escapara de ser apedreado en el templo de Salomón, se había refugiado junto con Sus discípulos al otro lado de las orillas del río Jordán, en el mismo lugar donde había sido bautizado por Juan. Y estando allí recibió la noticia de que Su amigo Lázaro se encontraba enfermo. El Maestro no fue a ver a Su amigo de inmediato sino que se quedó dos días más hasta cuando emprendió el viaje de retorno a Jerusalén junto con Sus discípulos. Y cuando ellos le preguntaron la razón para retardar la visita, Jesús les contestó: «Lázaro está durmiendo». Esta afirmación nos hace suponer que el Señor ya sabía que Su amigo había fallecido aunque no lo dijo así, seguramente porque conocía de antemano que Él lo iba a resucitar. Sin embargo de ello, cuando Jesús y el resto arribaron, sintieron el dolor y el llanto del resto de familiares y amigos de Lázaro. Y Jesús lloró.

La muerte de un ser querido o un conocido nos sumirá siempre en un tiempo de profundas tristezas, llantos y melancolías. Si Dios mismo lloró, cómo no habríamos de hacerlo nosotros los humanos mortales. Para nosotros los creyentes, el tratar de dar una palabra de confort y aliento en esos momentos, es quizá una de las tareas más difíciles en el ejercicio de nuestra fe, ciertamente porque no hay palabras que puedan explicar a la muerte, aun cuando todos sabemos que la desaparición física es una circunstancia hacia la cual nos encaminamos todos y cada uno de los seres humanos, no importa la raza, credo, idioma, etc., todos moriremos en el día marcado, ni un segundo antes, ni un segundo después.

Sin embargo, cuando recordamos la Palabra que Jesús le dio a Marta, la hermana de Lázaro, la esperanza se instala en nuestra existencia. El Señor Jesús dijo: «Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá jamás….» (Juan 11:26 RVI 1960). Esa es la palabra apropiada, la promesa maravillosa, la esperanza poderosa, de que todo aquel que ha recibido a Jesús como su Señor y Salvador, aunque muera físicamente, vivirá por la eternidad.

Por lo tanto, en los momentos de dolor causados por la muerte, recordemos la promesa de la esperanza de que nos encontraremos algún día en los cielos con nuestros seres amados. La condición es una sola y solo una: tener a Cristo viviendo en nuestros corazones.

Oración
«Señor mi Dios, hoy te pido que pueda ser yo un agente digno y efectivo en la tarea de llevar Tu mensaje de salvación a todos mis familiares y amigos. Lléname con Tu gracia y favor para que ellos puedan oírte a través mío. Te ruego mi Señor que aquellos que han sido renuentes, que no han escuchado, o que caminan como tibios, vuelvan sus vidas hacia Ti de una vez y para siempre, porque nuestra partida de este mundo puede ser el momento menos pensado, y quizá allí ya no haya ninguna esperanza y podría ser demasiado tarde, oro en el nombre precioso de tu Hijo amado Yeshua HaMashiaj, amén y amén.»

התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Mateo 7; Génesis 23-25
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Amar y No Odiar

Devocional para Hoy,
Miércoles 10 de Enero, 2018.

“Amar y No Odiar”
Por: Jennifer Benson Schuldt
Editado por: CF Jara

Leer: 1 Juan 2:3-11
«… las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra.» 1 Juan 2:8

Era una mañana oscura. El cielo estaba cubierto de nubes bajas y grises, y la atmósfera estaba tan sombría que tuve que encender las luces para leer. Acababa de sentarme, cuando, de repente, la habitación se iluminó. Levanté la mirada y vi que el viento se estaba llevando las nubes, y el cielo se había limpiado y aparecido el sol. Mientras iba hacia la ventana para contemplar la escena, me vino a la mente un pensamiento: «las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra» (1 Juan 2:8).

El apóstol Juan escribió estas palabras a los creyentes para transmitirles ánimo. Y agregó: «El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay tropiezo» (v. 10). Por contraposición, equiparó el odiar a las personas con deambular en la oscuridad. El odio desorienta; nos quita el sentido de rumbo moral. No siempre es fácil amar a las personas, sin embargo, mientras miraba por la ventana, recordé que, tanto la frustración como el perdón y la fidelidad, forman parte del proceso de mantenerse en comunión plena con el amor y la luz de Dios y por ende, con todos aquellos que nos rodean.

Juan escribió acerca de lo que se considera la revelación teológica de que el Hijo de Dios es la luz verdadera, por lo tanto, quien tiene al Hijo, tiene Su luz, y si el Hijo es en esencia el amor y perdón ilimitados y por siempre eternos, entonces los que tenemos a Jesucristo en nuestras vidas debemos emitir esa misma luz, materializada en prodigar amor y perdón en todo tiempo. Cuando decidimos amar en vez de odiar, demostramos que nuestra relación con el Señor es verdadera y así podremos reflejar Su fulgor ante quienes nos rodean. «Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él» (1 Juan 1:5). Cuando decidimos amar a las personas que nos rodean, mostramos al mundo cómo es Dios. Y esa es la evangelización más poderosa.

Oración
«Señor mi Dios, Señor, ayúdame a reflejar Tu luz de gracia y misericordia para con todos los seres humanos con los que interactúo cada día, sean estos mis familiares, amigos, vecinos y más que nada con los desconocidos. Tu Palabra dice que Tú no haces acepción de ninguna persona, no importa su raza, credo, color de piel, lenguaje, edad, etc., y aun mas debemos amar a aquellos que no te conocen, que tienen otros dioses o que no creen en nada. Ellos son nuestro objetivo y las armas para conquistarlos para Ti, son amarlos y apreciarlos de la misma manera que lo hacemos con nuestros hermanos en Cristo, te lo pido en el nombre precioso de tu Hijo amado Yeshua HaMashiaj, amén y amén.»


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DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Mateo 7; Génesis 23-25
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El Borrador de Deudas

Devocional para Hoy,
Lunes 8 de Enero, 2018.

“El Borrador de Deudas”
Por: Xochitl Dixon
Editado por: CF Jara

Leer: Salmo 103:1-12
«Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.» Salmo 103:12

Retuve las lágrimas mientras revisaba la factura del médico. Debido a la enorme reducción del salario de mi esposo, después de un extenso período de desempleo, solo pagar la mitad de la deuda requeriría años de pequeñas cuotas mensuales. Oré antes de llamar al consultorio del médico para explicarle nuestra situación y pedirle un plan de pago. Después de esperar unos minutos, la recepcionista me informó que el doctor había dejado en cero nuestra cuenta. Entre sollozos, le agradecí. El generoso regalo me inundó de gratitud. Tras colgar el teléfono, alabé a Dios. Pensé en guardar la factura, pero no como un recordatorio de lo que debía, sino de lo que Dios había hecho.

La decisión de mi médico de perdonar mi deuda me trajo a la mente la decisión de Dios de perdonar la exorbitante deuda de mis pecados. La Escritura nos asegura que Dios es «clemente y compasivo, […] y grande en amor» (SALMO 103:8 NVI). Él «no ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades» (v. 10). Además, cuando nos arrepentimos y aceptamos a Cristo como nuestro Salvador, Él aleja nuestros pecados «cuanto está lejos el oriente del occidente» (v. 12). Su sacrificio anula la deuda que teníamos… en su totalidad.

Creo que la mayoría de nosotros –sino todos- podemos dar al menos un testimonio de la profunda misericordia de Dios en diferentes circunstancias de nuestras vidas. Deudas que se cancelan milagrosamente, dineros que nos llegan inesperadamente, regalos de cosas que nos eran necesarias y que no podíamos adquirir, etc. Regalos, ayudas, dádivas que salieron directamente del corazón del Señor. Pero el mayor regalo que hemos recibido de parte de nuestro Creador, es el pago total de la deuda causada por el pecado, la cual fue borrada de los registros del Hades por nuestro Gran Dios a través del sacrificio de Su Hijo.

Es imposible vivir bajo el peso del cargo de conciencia por los pecados cometidos. Con el pasar del tiempo, esos pesos terminan hundiendo en depresiones terribles a los seres humanos, que los conlleva a cometer más pecados, cada vez más terribles. Mas cuando la gente se arrepiente genuinamente de sus transgresiones y busca la gracia de Dios a través de Jesucristo, todo ese peso desaparece dando libertad y vida nueva a quien era reo, y reo de muerte. Gracias a ese sacrificio podemos cantar libres de toda deuda, por el amor del Omnipotente santo de Israel.

Oración
«Amado Padre celestial, gracias por Tu perdón. Gracias por borrar la larguísima lista de pecados y transgresiones que pendían sobre mi vida, que ya me habían condenado a la muerte eterna, sin esperanza alguna. Mas a Ti te plació venir en mi rescate, sin merecerme ni tener ninguna virtud que pueda halagarte. Sin embargo, con precio de la sangre más preciosa anulaste completamente mi deuda y me diste una vida nueva y la oportunidad de la vida eterna. Declaro, Señor, que no me bastaría toda una vida viviendo de rodillas para darte las gracias por tu perdón, en el nombre poderoso de Tu Hijo amado Yeshua HaMashiaj, amén y amén.»


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DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Mateo 6:19-34; Génesis 20-22
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La Sana Doctrina

Devocional para Hoy:
Viernes 5 de Enero, 2018.

“La Sana Doctrina”
Por: CF Jara

Leer: Mateo 16:21-28
«Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe, prestando atención a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios.» 1 Timoteo 4:1

Estimados hermanos y amigos, estamos de regreso gracias a Dios. Queremos desearles un año 2018 lleno de la paz de Cristo que sobrepasa todo entendimiento, y de la fortaleza del Altísimo, que os ayude a mantenerse firmes en la fe, de tal forma que puedan completar victoriosos, su jornada en esta tierra, en el nombre de Jesús.

El año 2017 se fue y para siempre, y el año nuevo 2018 no solo llegó sino que ya han pasado 5 días, pero dentro de poco se habrá ido igual. El tiempo es la creación de Dios para encaminar la ejecución de Su plan redentor. La Biblia nos enseña que tan pronto Eva pecó, Dios dio comienzo a Su plan de redención pero no nos dice cuánto ha de pasar entre ese momento triste y el día que suenen las trompetas anunciando el Rapto de la iglesia. Sin embargo, lo que sí nos dice son dos cosas: la primera, que los tiempos finales comenzaron la misma noche en que Jesús nació en Belén, hace 2 mil años; y la segunda, que conforme el tiempo avanza, las circunstancias serán cada vez más tristes, desoladoras y terribles. Y a pesar de las enseñanzas bíblicas, la falsa doctrina de la prosperidad y de los tiempos mejores se sigue predicando en los altares corrompiendo el verdadero mensaje de Jesús, de ir al aposento alto, buscar el poder del Espíritu Santo y luego salir a predicar el mensaje de esperanza por Judea, Samaria y hasta los confines de la tierra, mientras esperamos reunirnos con Êl en el día anunciado.

Estas falsas doctrinas son usadas por muchos pastores, apóstoles, ministros, etc., para provocar el extasismo momentáneo en sus audiencias y con ello, los diezmos y las ofrendas desorbitadas que les generan grandes riquezas, sin importarles que por ello, tengan a los creyentes alejados de las verdades bíblicas que dicen que el día malo ya está aquí, que necesitamos justificarnos diariamente en la sangre del Cordero Santo y que debemos mantenernos velando porque las trompetas pueden sonar esta misma noche.

Días antes de la Navidad, encendí la radio y sintonicé la estación FM local. Estaba predicando un conocido ministro a quien no había escuchado en diez años. Y tristemente, la prédica era exactamente igual a las prédicas de ese entonces y se referían a lo mismo: “declaro que este será el día más exitoso de tu vida, que tus problemas financieros se resolverán hoy y que por fe, pagarás tu casa por completo este año”. Días más tarde recibí un video de la prédica de despedida del año en una iglesia “super exitosa” de un país del norte de Sudamérica. El pastor, su esposa y sus hijos, todos elegantemente vestidos, declaraban ante cientos de miles de congregantes eufóricos, que el 2018 iba a ser el “Año Portentoso” de logros personales, profesionales, etc., pero nada acerca del incremento en el número de misioneros enviados, de almas alcanzadas, de miembros convertidos, bautizados y discipulados, etc. La doctrina de esta iglesia es tan exitosa que se están organizando tours internacionales para ir a conocer el secreto del éxito de aquellos hermanos. Sin embargo, no lejos de allí, a unas pocas cuadras, la pobreza, la violencia, el vicio, la depravación, la injusticia, la muerte, etc., andan campantes y el enemigo se lleva las almas por centenares, mientras los líderes mantienen cautivos a quienes deberían ser parte del ejército de evangelistas que debe invadir las calles para rescatar las almas perdidas.

Hermanos, no nos dejemos engañar por las falsas doctrinas. Estamos en los tiempos finales y la tierra sufre de dolores de parto. No son los tiempos para estar predicando éxitos financieros o cosas por el estilo sino para salir de las cuatro paredes de las iglesias a predicar el mensaje de salvación a todo aquel que no conoce de Jesús. Ese debe ser la meta para este año 2018: ganar la mayor cantidad de almas que podamos para la gloria del Dios Todopoderoso de quien somos y a quien servimos. Los campos están blancos, se necesitan obreros. El día marcado se acerca.

Oración
«Amado Padre celestial, haz de tu siervo uno que predique siempre Tu palabra, por más dura y fuerte que suene, pero esa es la característica de la verdad, que duele cuando es dicha, que molesta, disgusta, enemista y levanta fortalezas en contra. Que no me amilane al hecho de irme quedando solo poco a poco por causa de predicar Tu verdad, porque quien me dará la corona de los galardones eres Tú, Padre Santo y Todopoderoso. Tu mano reina en alto y hay gran voz de júbilo entre los justos del Señor porque el Rey ya viene, el Rey ya viene, Su mano reina en alto. Canta y danza Hija de Zion, porque el Señor Tu Dios está en medio de ti, aleluya, el Rey ya viene, el Rey ya viene, en el nombre poderoso de Tu Hijo amado Yeshua HaMashiaj, amén y amén.»


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DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: 1 Pedro 5:8-12; Génesis 13-15 

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Toma tu cruz y sígueme

Devocional para Hoy:
Miércoles 27 de Diciembre, 2017.

“Toma tu cruz y sígueme”
Por: CF Jara

Leer: Mateo 16:21-28
«Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.» Mateo 16:24

Querido hermano, hermana, a pocas horas de que termine este 2017, queremos agradecerte por permitirnos ser parte de tu vida a través de recibir nuestro Devocional, y a la misma vez, queremos desearte un Feliz y Venturoso Año Nuevo 2018. Así mismo, queremos entregarte este que será el último mensaje del año. Estaremos de regreso el Viernes 5 de Enero, 2018, el Señor primero.

A estas alturas, muchos de nosotros estaremos haciendo o haremos el análisis de lo que fue este año en nuestras vidas. Y concluiremos, -entre otras cosas- en la velocidad con que han pasado estos 360 días, en el estado lamentable en que se encuentra la humanidad como sociedad organizada y en la poca esperanza de que las cosas mejoren en el mundo en un tiempo cercano. Más todas estas percepciones, en lugar de llenarnos de tristeza y desazón, al contrario, deben llenarnos de gozo y alegría, porque de acuerdo al Libro santo que amamos, todos estos tristes e incomprensibles eventos son señales que anuncian la Parusía, Arrebatamiento o Rapto de la iglesia, durante la cual aquellos que hemos sido salvos por la sangre de Jesús y hemos cuidado nuestra salvación, nos encontraremos con el Cordero Santo en los aires, justo antes de que empiecen los terribles tiempos de la tribulación, la misma que culminará con la triunfal segunda venida de nuestro Salvador Jesucristo.

Y en la parte personal, muchos encontrarán en el balance de los resultados tanto espirituales como físicos, financieros, personales, sociales, profesionales, etc., un saldo favorable, mientras que otros, -me atrevo a decir la mayoría- los dolores, las tragedias, las enfermedades catastróficas, las malas noticias, etc., serán lo prevalente. Lo difícil es que con la finalización del año no finalizan las tribulaciones, sino que quizá se empeorarán, desgraciadamente. Mas ahí es cuando debemos llenarnos de la inefable esperanza de las promesas de nuestro Salvador Jesucristo: «Mientras ustedes estén vivos tendrán aflicciones, pero confíen, porque yo he vencido al mundo.» «No teman ni desmayen porque Yo estaré con ustedes hasta el fin de sus días.» «Todo el que cree en Mí no perecerá sino que tendrá vida eterna.» Y «Con Cristo Jesús somos mas que vencedores.»

El Señor Jesús dijo también que «quien quiera encontrarme y estar conmigo, tome su cruz y sígame.» Interpretando esta declaración, encontramos que la cruz a la que se refiere el divino Rabino son precisamente aquellas tribulaciones, los problemas inesperados, las circunstancias no deseadas, las cosas que no se resuelven a pesar de que han pasado años, aquellas que nos causan dolor y sufrimiento. Y esa es la razón por la que debemos bendecir en medio de la tragedia, del dolor, de la carencia, de la soledad, y estar gozosos en medio de esas tribulaciones pues así podremos encontrarnos con nuestro Salvador en el día escrito. No se trata de un tema de masoquismo, como alguien lo podría interpretar, donde si sufres obtendrás lo deseado, sino que como seguidores de Cristo que somos, debemos hacer todas las cosas que Êl hizo, entre ellas, cargar la cruz al calvario, morir en ella para ser resucitados a la vida eterna por el mismo Espíritu que resucitó al Hijo amado de Dios.

Siendo así, vale la pena pasar por en medio de todas aquellas circunstancias dolorosas, ¿verdad? Que tengas un año 2018 lleno de la presencia del Espíritu Santo en tu vida y en tu hogar y que el Dios Todopoderoso te guarde y te cuide en todos tus caminos.

Oración
«Amado Padre celestial, se acaba un año más, pero en el conteo debemos decir ‘un año menos’ hasta encontrarnos contigo. La vida es una hermosa experiencia, pero difícil a la vez, y Tú lo sabes, pues Tú lo conoces todo. Y por Tu gran misericordia has decretado que nuestra jornada en esta tierra sea temporera, de tal forma que el sufrimiento, la enfermedad y la muerte sean también temporeros. Necesitamos purificarnos de nuestra esencia pecaminosa y caída y la única manera es muriendo en esta vida, pero en Tu gracia, de tal forma que también por Tu gracia, Tu Espíritu Santo nos resucite en un cuerpo incorruptible para ir a morar por la eternidad a tu lado, en la ciudad donde no existe más dolor, ni enfermedad ni muerte. Gracias por habernos hecho llegar con vida al final de este año, y gracias por todo lo que has de darnos en el tiempo venidero, oro humildemente en el nombre de Tu Hijo Yeshua HaMashiaj, amén y amén.»


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DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Hageo 1-2; Apocalipsis 17
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Feliz Navidad

Devocional para Hoy:
Lunes 25 de Diciembre, 2017.

“Feliz Navidad”
Por: CF Jara

Leer: Lucas 2
«Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.» Juan 12:46

María había alumbrado finalmente a su hijo, aquel de quien el ángel le había dicho que fue procreado por obra del Espíritu Santo, que era el Hijo de DIOS y que habrían de llamarlo ‘El Salvador’. Mientras el niñito y su madre descansaban en el camastro de paja y heno hecho al apuro por José, varios pastores de la zona empezaban a llegar hacia aquel establo. Y cuando llegaban, se inclinaban de rodillas y se postraban delante del bebé. Ellos sentían en sus corazones que lo que el ángel les había dicho momentos atrás era cierto: “Les había nacido el Redentor”.

El nacimiento de Jesús es quizá la historia más sublime de todas las que se pueden leer en la Biblia, no solo porque se trata de la venida del Hijo de Dios como humano para dar su vida como pago eterno por los pecados de la humanidad, sino por los antecedentes alrededor de ese nacimiento: Siendo el niño, Hijo del Dios Todopoderoso, vino a nacer en un humilde pesebre, con colchón de paja y heno, dentro de un establo abierto al aire libre, y rodeado de vacas, asnos, y humildes pastores. Todo totalmente opuesto a la portentosa venida del Mesías que los profetas habían anunciado a través de los milenios. Y esa es la esencia de la Navidad: por amor, DIOS nos concede el perdón eterno a través de enviar a Su único Hijo para la consumación de Su plan redentor.

A pesar de esto, dentro de la iglesia cristiana existen miles y quizás millones de detractores de esta celebración, principalmente debido a que se ha convertido en el tiempo donde la humanidad se lanza alocadamente a un despiadado consumismo, cuyo propósito es supuestamente demostrar amor y afecto a través de regalos materiales. Sin embargo, la Navidad es el tiempo donde debemos celebrar sin ningún prejuicio pero con gran alborozo, el hecho de que el Creador haya decidido enviar a Jesús para propiciar nuestro camino hacia la vida eterna.

La Navidad nace en el corazón de DIOS, al principio de todo. Moisés escribe en el versículo 3 del capítulo 1 del libro de Génesis «Y dijo DIOS: Sea la luz; y fue la luz.» Y hay una sola luz, la luz de la vida. Y ese bebé es la Luz. La luz de las potencias de los cielos o la luz artificial creada por el hombre, nunca podrán ni igualarse ni hacer las obras que hace la única luz verdadera. Estando Jesús ya en pleno ministerio, declara de Êl mismo: «Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.» (Juan 12:46). Jesucristo es la luz verdadera, inefable, innegable, incomparable, inimitable, única, magnifica, gloriosa, admirable, santa, real, que da vida, que sana, que restaura, que salva, que vence al mal, que provee, que santifica, que da revelación, que perdona todo pecado, que da la vida eterna.

Esta es la verdad innegable que respalda la recordación de la Navidad. Celebremos entonces la Navidad con alegría contagiante y verdadera, vayamos a buscar a aquellos que nos hicieron mal y perdonemos sus faltas; pero sobre todo, vayamos a buscar a aquellos contra los que actuamos mal y pidamos perdón, de manera sincera y humilde. Así estaremos honrando el regalo maravilloso de DIOS que ha hecho posible que aquellos que hemos entregado nuestras vidas en esta tierra a Jesucristo, podamos ir a morar con Êl por toda la eternidad. Entonces podremos decir con toda alegría: ¡Feliz Navidad!

Oración
«Amado Dios, gracias por esta enseñanza, gracias por dejarme saber que Navidad es recordar con agradecimiento y felicidad el regalo de la vida eterna que nos hiciste a través de tu Hijo Jesús. Pero también, gracias por revelarme que Navidad es sinónimo de perdón, no de consumismo; que este es el tiempo propicio donde debo buscar paz para mi corazón con los hombres, sea que yo fui el ofendido o sea que yo fui el ofensor. A esta hora te pido Señor que me reveles si hay alguien a quien ofendí en forma voluntaria o involuntaria y que aún no haya pedido perdón de corazón. Dame tu fortaleza y obediencia, que vaya o llame hoy mismo a aquella persona y que pida su perdón. Y si encuentro que aún guardo amargura en contra de alguien, te ruego mi Señor que pongas en mí, suficiente amor para poder perdonar de corazón, que aquella herida se cierre para siempre, de tal forma, que pueda libremente darte las gracias por todas Tus bendiciones, te lo pido humildemente en el nombre de Tu Hijo Yeshua HaMashiaj, amén y amén.»


התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Sofonías 1-3; Apocalipsis 16
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Historias de Navidad - DIOS Habla También por la Radio

📖🖊 Historias de Navidad - DIOS Habla también por la Radio
Devocional para Hoy, Viernes 22 de Diciembre, 2017.
Por: CF Jara

Leer: Salmo 22
«Mas Tú, YHWH, no te alejes; fortaleza mía, apresúrate a socorrerme. Libra de la espada mi alma, del poder del perro mi vida. Sálvame de la boca del león, y líbrame de los cuernos de los búfalos.» Salmo 22:19-21

En la fría madrugada del lunes 15 de Diciembre de 1996 como a eso de las 5am, me encontraba completamente solo en la estación de la calle 77 de la Avenida Roosevelt, en la ciudad de New York, esperando el tren para ir a trabajar. El frio calaba mis huesos, especialmente porque no tenía la ropa apropiada de invierno. Es que había acabado de llegar a este país y no sabía nada acerca de la ropa que usar, el frio del invierno, la nieve, etc. 

Y para completar el triste escenario, una profunda depresión agobiaba mi alma pues había perdido todo, mi negocio, mi casa, mi trabajo de muchos años. Hasta la familia y casi todos los amigos, inclusive la esperanza me habían abandonado. Pero los únicos que se quedaron conmigo fueron los pensamientos suicidas.

Esa madrugada empecé a planear mi muerte. Decidí que terminaría con mi vida arrojándome debajo de las ruedas del tren. A lo lejos divisé la luz del faro delantero de esa mole de acero y hierro acercándose; me puse de pie y empecé a calcular el momento. Pero en eso, dos personas entraron a la estación y se pararon, la una a mi derecha y la otra a mi izquierda. Volteé a mirarlos, como preguntándoles: 
-“¿Y es que no podían escoger otro momento para venir?”

En la semi oscuridad no pude distinguir si eran hombres o mujeres, además de que estaban envueltos en gorras, bufandas, jackets y botas gruesas. En mi análisis, el tener personas cerca podría provocar que una de ellas resultara herida, -o muerta quizá- si al momento de yo saltar, aquel o aquella intentaban detenerme y caían junto conmigo. Decidí hacerlo al día siguiente. Pero esa misma escena se repitió en las madrugadas del martes y del miércoles: justo cuando me aprestaba a saltar, dos personas entraban y se paraban junto a mí, una a cada lado.

En la tarde de del miércoles 17 de Diciembre compré un radio reloj por sugerencia de mi primo, en cuya casa me encontraba hospedado; la razón era que yo había encontrado trabajo en una lavandería de camisas donde entraba a laborar a las 6am, por lo que tenía que levantarme todos los días a las 4am en punto. Ya en la noche de ese miércoles no podía conciliar el sueño; los pensamientos de fracaso, soledad, tristeza, dolor, culpabilidad, angustia, muerte, etc., etc., sometían mi alma a la noche más negra de mi existencia, a la más profunda oscuridad, donde como dice San Juan de la Cruz, 
«Es tan negra la noche del alma que no se puede reconocer ni siquiera a Dios.» 

Y mientras sentía que iba cayendo poco a poco en un hoyo profundo sin que nada ni nadie pudieran hacer algo por mí, y divagaba y sollozaba con la convicción de que la muerte era la única solución, en mis manos sostenía aquel radio despertador y movía el dial de un lado para el otro buscando algo para escuchar. Eran como las 3am cuando de repente, una voz fuerte y con autoridad salió de la radio:
 
«Usted, usted querido amigo, usted que lo ha perdido todo, que ha dejado su familia lejos, que está acá solo, sin esperanza, pensando que no vale nada, que la muerte es la solución, usted tiene una esperanza, y esa esperanza se llama Cristo Jesús. Busque mañana mismo una iglesia, póngase de rodillas ante Jesucristo y ríndase a Él, entréguele su vida, y su vida nunca más será igual.» 

Mi primera reacción fue pensar que mi primo había puesto cámaras en el cuarto, o que él le comentó mi vida a aquel hombre de la radio, porque lo que decía era exactamente lo que estaba pasando en mi vida. Y pensé así porque yo no conocía del Señor y no sabía que Êl trabaja por caminos misteriosos. Cansado de tanto pensar y sollozar me quedé dormido tan profundamente que no escuché el despertador.

Pocas horas después, me desperté, pero decidí no ir a trabajar más en la lavandería pues el contacto con el ácido del jabón había partido la piel de los dedos de mis manos de tal forma que el dolor era insoportable. Así que salí a buscar otro trabajo en Manhattan. De pronto vi una iglesia y recordé la experiencia de la madrugada. Mientras el corazón me latía con fuerza, crucé la calle y entré en el lobby donde había una cruz gigante con una escultura de un Cristo crucificado y una banca para orar de rodillas al pie de aquella cruz.

Entonces recordé las palabras del hombre de la radio y me arrodillé en el reclinatorio donde quedé literalmente a los pies del Cristo, y en medio de un llanto incontenible, repetí la oración que oí en la madrugada y le entregué mi vida a Jesús. Y tal como el hombre de la radio dijo, todo en mi vida comenzó a cambiar, para bien, y para siempre. 

Lo primero que sucedió fue que Dios me permitió traer a mi esposa y nuestros dos hijos. Y aunque no teníamos mucho dinero, pudimos celebrar juntos aquella Navidad. Como familia, nunca habíamos visto nevar antes, pero tampoco había nevado en New York en los 3 años precedentes. Pero aquella noche nevó. Fue una blanca Navidad, como si fuera la confirmación de Dios para mí por haber confiado en Sus promesas. Y los milagros y maravillas se repitieron en las vidas de todos nosotros desde entonces y hasta el sol de hoy. Bendito sea el Señor.

Jesús de Nazareth, el Hijo de Dios, es el Inmortal e Invencible dueño de todas las victorias, el que llega siempre a tiempo, el que no nos abandona nunca bajo ninguna circunstancia, el que nos ha hecho Suyos y el que nos lleva guardados en el hueco de Su mano portentosa. No sé si aquellas personas de la estación del tren eran ángeles del Señor que estaban allí para evitar que el enemigo consumara su plan, pero me atrevo a creer que sí. 

Acerca de la radio-estación que Dios usó para traerme a Sus pies, es la radio “Visión Cristiana” de New York, y el hombre que predicaba aquella madrugada fue el Pastor Dr. Quintín Silva. En mi corazón estarán siempre mi gratitud y mis oraciones y bendiciones tanto para aquellos desconocidos de la estación del tren, para mi primo René quien me hospedó en su casa en esos tiempos tan difíciles, y para el pastor que se dejó usar por Dios en aquella madrugada para entregarme Su mensaje de esperanza y redención.

Feliz Navidad para todos ellos, que el Señor los bendiga y los guarde siempre y donde quiera que se encuentren.

Nota:

Si tú, amado hermano, hermana, estás pasando por una situación igual o peor, donde los pensamientos de muerte te abrazan y crees que no hay solución para tus problemas más que el quitarte la vida, sacúdete del abrazo de la muerte, ponte de rodillas donde quiera que estés y clama al santo Nombre de Jesûs, pero con un clamor que te salga de lo profundo de tu corazón, y entrégale tu vida y recíbelo como tu Señor y Salvador, para que te libere del enemigo, perdone tus pecados, y cambie tu vida para siempre. Y Êl lo hará.

Recuerda que no importa lo que hayas hecho o dicho, ya Jesûs pagó por todos esos pecados y transgresiones en la cruz, por lo tanto, tú no tienes ninguna deuda pendiente con nadie.


Dios le bendiga.
Μαρανάθα, Ιησούς έρχεται σύντομα
Maranatha, sí Señor Jesús, ven pronto, no tardes.

ORACIÓN
«Señor mi Dios, gracias por la vida nueva que me diste. Gracias por no haber dejado que el plan del malvado se ejecutara y que yo terminara enterrado en algún cementerio olvidado. Gracias te doy por toda la vida añadida desde entonces. Gracias por escuchar los clamores de los humanos que aunque conocen poco de ti y de Tu Hijo Jesucristo, Tú los escuchas y derramas Tu misericordia sobre todos los que te buscan. Y Tú Señor, aunque no nos merezcamos, vienes en nuestra ayuda, nos salvas, nos restauras, nos das una nueva oportunidad. Gracias por cuidar de todos Tus hijos e hijas que clamamos Tu Nombre en los momentos difíciles de nuestra existencia. A Ti y solo a Ti te damos toda la gloria, toda la honra y todo el honor, por los siglos de los siglos, en el nombre de Tu Hijo Yahshua HaMashiaj, amén y amén.»

התהילה היא רק של ישוע המשיח
La gloria es solo de Cristo Jesûs.

Hermano, ayúdenos a difundir esta información con todos sus contactos. El tiempo se acaba. Usted puede reproducir, distribuir y/o publicar este mensaje y todos los mensajes de este blog en su totalidad a través de todos los medios de comunicación disponibles.

Un Mundo Grande; un Dios más Grande

Devocional para Hoy,
Miércoles 20 de Diciembre, 2017.

“Un Mundo Grande; un Dios más Grande”
Por: Bill Crowder
Editado por: CF Jara

Leer: Colosenses 1:12-17
«Porque en [Cristo] fueron creadas todas las cosas…» Colosenses 1:16

Mientras conducíamos por el norte de Michigan, mi esposa exclamó: «¡Cuán increíblemente grande es el mundo!». Justo pasábamos junto a un cartel que indicaba el paralelo 45: la mitad de camino entre el Ecuador y el Polo Norte. Hablamos de lo pequeño que somos los seres humanos y lo vasto que es el mundo. Aun así, comparado con el universo, nuestro planeta es solo un granito de polvo. Si nuestro mundo es grande, y el universo es más grande aún, ¿cuán inmenso es Aquel que lo creó con su poder? Y recitamos junto con mi esposa el pasaje en Isaías donde el profeta escribe que DIOS llama por su nombre a las estrellas de los atardeceres y las cuenta una por una. (Isaías 40:26). ¡Cuán grande es nuestro DIOS!

La Biblia también nos dice: «Porque en Êl fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de Êl y para Êl.» (Colosenses 1:16). Esta es una buena noticia porque este mismo Jesús que creó el universo es Aquel que vino para rescatarnos de nuestro pecado. La noche antes de morir, Él dijo: «Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo» (Juan 16:33).

Ante los desafíos pequeños y grandes de la vida, podemos clamar a Aquel que creó el universo, murió y resucitó, y obtuvo la victoria sobre los quebrantamientos de este mundo. En nuestros momentos de lucha, Él nos ofrece su paz. Decir o predicar que en Jesús estaremos libres de toda tribulación es una apostasía. Mas declarar que en Êl tendremos paz en medio de la tormenta, es demostrar que estamos asidos de la roca de nuestra fe, Cristo Jesús. La gracia de Dios es inmensurable; Su misericordia, inagotable y Su paz, inefable.

Oración
«Amado Dios, cuán grande bien nos hace el recordar que Tú creaste la tierra, el universo y todo lo que en él hay. No tenemos los humanos, manera de saber el tamaño de Tu creación, pero si podemos dar testimonio de cuán grande es Tu amor pos nosotros. Gracias por guardarnos bajo la sombra de Tus alas cada día; gracias por sostenernos con Tu brazo poderoso; gracias por llevarnos en el hueco de Tu mano. Gracias Dios Todopoderoso por las misericordias para Tu creación que las renuevas en cada amanecer. Señor, confío en Tu poder y grandeza, y te doy toda la honra, la gloria y el honor, el nombre de Tu Hijo Yeshua HaMashiaj, amén y amén.»


התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Jonás 1-4; Apocalipsis 10
Descargue el Mensaje de hoy en PDF: "Un Mundo Grande; un Dios más Grande

Sufriendo en Navidad

Devocional para Hoy,
Lunes 18 de Diciembre, 2017.

“Sufriendo en Navidad”
Por: Xochitl Dixon
Editado por: C.F. Jara

Leer: Salmo 146
«Bienaventurado aquel […] cuya esperanza está en el Señor su Dios.» Salmo 146:5

Dos meses después de la muerte de mi madre, las compras y decoraciones de la semana anterior a la Navidad no eran mi prioridad. Resistía los intentos de mi esposo de consolarme. Estaba callada y malhumorada mientras mi hijo colocaba luces navideñas en las paredes de nuestra casa. Sin pronunciar palabra, conectó el cable de electricidad antes de irse con su padre a trabajar. Mientras las luces titilaban, me hundí en mis penas, pero el Señor me sacó con ternura de mi oscuridad. A pesar de lo doloroso de las circunstancias, encontré que mi esperanza permanecía segura en la luz de la verdad de Dios y en su carácter inmutable.

El Salmo 146 afirma lo que Dios me recordó aquella mañana difícil: mi eterna «esperanza está en el Señor», mi ayudador (v. 5). Como Creador, «siempre cumple su palabra» (v. 6 RVC). «Hace justicia a los agraviados», protegiéndonos y supliendo nuestras necesidades (v. 7). «El Señor levanta a los caídos» (v. 8); nos «guarda» y nos «sostiene», y «siempre reinará» (vv. 9-10).

Algunas veces, en Navidad, nuestros días rebosarán de momentos gozosos. Otras veces, enfrentaremos ausencias, experiencias dolorosas o sentimientos de soledad. Pero, en cada caso, las promesas de Dios serán nuestra luz en la oscuridad, y nos brindarán ayuda tangible y esperanza eterna. Esas promesas harán posible que cuando meditamos en nuestras penas y tribulaciones, Dios reafirmará nuestra esperanza en Su carácter inmutable, volveremos a sentir Su paz, que sobrepasa todo entendimiento, y podremos elevar el himno de victoria:
«Mi esperanza está en Dios,
Desde hoy y para siempre;
Mi esperanza está en Jesús,
Hasta el final.»

Oración
«Padre Todopoderoso, los dolores, las tribulaciones, las enfermedades, las necesidades, los problemas, las puertas cerradas, las respuestas que no llegan, las situaciones que se empeoran, la soledad, la tristeza, y todas las circunstancias que nos hacen sufrir, no descansan ni aun en los tiempos donde la humanidad recuerda la venida de Tu Hijo al mundo. Pero Tú tampoco descansas ni en la Navidad, ni en las noches, ni en los inviernos, para dejarnos saber que estás con nosotros, que nos harás justicia, que nos suplirás para las necesidades, y que nos levantarás de nuestras caídas. Gracias Señor por ello, gracias por ser nuestra fuente de esperanza eterna y gracias por preocuparte siempre por nuestro bien, humildemente oro en el nombre de Tu hijo amado Yeshua HaMashiaj, amén y amén.»

התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Abdías; Apocalipsis 9
Encuentre más lecturas edificantes en: https://maiishunejar.blogspot.com/


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