Toma tu cruz y sígueme

Devocional para Hoy:
Miércoles 27 de Diciembre, 2017.

“Toma tu cruz y sígueme”
Por: CF Jara

Leer: Mateo 16:21-28
«Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.» Mateo 16:24

Querido hermano, hermana, a pocas horas de que termine este 2017, queremos agradecerte por permitirnos ser parte de tu vida a través de recibir nuestro Devocional, y a la misma vez, queremos desearte un Feliz y Venturoso Año Nuevo 2018. Así mismo, queremos entregarte este que será el último mensaje del año. Estaremos de regreso el Viernes 5 de Enero, 2018, el Señor primero.

A estas alturas, muchos de nosotros estaremos haciendo o haremos el análisis de lo que fue este año en nuestras vidas. Y concluiremos, -entre otras cosas- en la velocidad con que han pasado estos 360 días, en el estado lamentable en que se encuentra la humanidad como sociedad organizada y en la poca esperanza de que las cosas mejoren en el mundo en un tiempo cercano. Más todas estas percepciones, en lugar de llenarnos de tristeza y desazón, al contrario, deben llenarnos de gozo y alegría, porque de acuerdo al Libro santo que amamos, todos estos tristes e incomprensibles eventos son señales que anuncian la Parusía, Arrebatamiento o Rapto de la iglesia, durante la cual aquellos que hemos sido salvos por la sangre de Jesús y hemos cuidado nuestra salvación, nos encontraremos con el Cordero Santo en los aires, justo antes de que empiecen los terribles tiempos de la tribulación, la misma que culminará con la triunfal segunda venida de nuestro Salvador Jesucristo.

Y en la parte personal, muchos encontrarán en el balance de los resultados tanto espirituales como físicos, financieros, personales, sociales, profesionales, etc., un saldo favorable, mientras que otros, -me atrevo a decir la mayoría- los dolores, las tragedias, las enfermedades catastróficas, las malas noticias, etc., serán lo prevalente. Lo difícil es que con la finalización del año no finalizan las tribulaciones, sino que quizá se empeorarán, desgraciadamente. Mas ahí es cuando debemos llenarnos de la inefable esperanza de las promesas de nuestro Salvador Jesucristo: «Mientras ustedes estén vivos tendrán aflicciones, pero confíen, porque yo he vencido al mundo.» «No teman ni desmayen porque Yo estaré con ustedes hasta el fin de sus días.» «Todo el que cree en Mí no perecerá sino que tendrá vida eterna.» Y «Con Cristo Jesús somos mas que vencedores.»

El Señor Jesús dijo también que «quien quiera encontrarme y estar conmigo, tome su cruz y sígame.» Interpretando esta declaración, encontramos que la cruz a la que se refiere el divino Rabino son precisamente aquellas tribulaciones, los problemas inesperados, las circunstancias no deseadas, las cosas que no se resuelven a pesar de que han pasado años, aquellas que nos causan dolor y sufrimiento. Y esa es la razón por la que debemos bendecir en medio de la tragedia, del dolor, de la carencia, de la soledad, y estar gozosos en medio de esas tribulaciones pues así podremos encontrarnos con nuestro Salvador en el día escrito. No se trata de un tema de masoquismo, como alguien lo podría interpretar, donde si sufres obtendrás lo deseado, sino que como seguidores de Cristo que somos, debemos hacer todas las cosas que Êl hizo, entre ellas, cargar la cruz al calvario, morir en ella para ser resucitados a la vida eterna por el mismo Espíritu que resucitó al Hijo amado de Dios.

Siendo así, vale la pena pasar por en medio de todas aquellas circunstancias dolorosas, ¿verdad? Que tengas un año 2018 lleno de la presencia del Espíritu Santo en tu vida y en tu hogar y que el Dios Todopoderoso te guarde y te cuide en todos tus caminos.

Oración
«Amado Padre celestial, se acaba un año más, pero en el conteo debemos decir ‘un año menos’ hasta encontrarnos contigo. La vida es una hermosa experiencia, pero difícil a la vez, y Tú lo sabes, pues Tú lo conoces todo. Y por Tu gran misericordia has decretado que nuestra jornada en esta tierra sea temporera, de tal forma que el sufrimiento, la enfermedad y la muerte sean también temporeros. Necesitamos purificarnos de nuestra esencia pecaminosa y caída y la única manera es muriendo en esta vida, pero en Tu gracia, de tal forma que también por Tu gracia, Tu Espíritu Santo nos resucite en un cuerpo incorruptible para ir a morar por la eternidad a tu lado, en la ciudad donde no existe más dolor, ni enfermedad ni muerte. Gracias por habernos hecho llegar con vida al final de este año, y gracias por todo lo que has de darnos en el tiempo venidero, oro humildemente en el nombre de Tu Hijo Yeshua HaMashiaj, amén y amén.»


התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Hageo 1-2; Apocalipsis 17
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Feliz Navidad

Devocional para Hoy:
Lunes 25 de Diciembre, 2017.

“Feliz Navidad”
Por: CF Jara

Leer: Lucas 2
«Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.» Juan 12:46

María había alumbrado finalmente a su hijo, aquel de quien el ángel le había dicho que fue procreado por obra del Espíritu Santo, que era el Hijo de DIOS y que habrían de llamarlo ‘El Salvador’. Mientras el niñito y su madre descansaban en el camastro de paja y heno hecho al apuro por José, varios pastores de la zona empezaban a llegar hacia aquel establo. Y cuando llegaban, se inclinaban de rodillas y se postraban delante del bebé. Ellos sentían en sus corazones que lo que el ángel les había dicho momentos atrás era cierto: “Les había nacido el Redentor”.

El nacimiento de Jesús es quizá la historia más sublime de todas las que se pueden leer en la Biblia, no solo porque se trata de la venida del Hijo de Dios como humano para dar su vida como pago eterno por los pecados de la humanidad, sino por los antecedentes alrededor de ese nacimiento: Siendo el niño, Hijo del Dios Todopoderoso, vino a nacer en un humilde pesebre, con colchón de paja y heno, dentro de un establo abierto al aire libre, y rodeado de vacas, asnos, y humildes pastores. Todo totalmente opuesto a la portentosa venida del Mesías que los profetas habían anunciado a través de los milenios. Y esa es la esencia de la Navidad: por amor, DIOS nos concede el perdón eterno a través de enviar a Su único Hijo para la consumación de Su plan redentor.

A pesar de esto, dentro de la iglesia cristiana existen miles y quizás millones de detractores de esta celebración, principalmente debido a que se ha convertido en el tiempo donde la humanidad se lanza alocadamente a un despiadado consumismo, cuyo propósito es supuestamente demostrar amor y afecto a través de regalos materiales. Sin embargo, la Navidad es el tiempo donde debemos celebrar sin ningún prejuicio pero con gran alborozo, el hecho de que el Creador haya decidido enviar a Jesús para propiciar nuestro camino hacia la vida eterna.

La Navidad nace en el corazón de DIOS, al principio de todo. Moisés escribe en el versículo 3 del capítulo 1 del libro de Génesis «Y dijo DIOS: Sea la luz; y fue la luz.» Y hay una sola luz, la luz de la vida. Y ese bebé es la Luz. La luz de las potencias de los cielos o la luz artificial creada por el hombre, nunca podrán ni igualarse ni hacer las obras que hace la única luz verdadera. Estando Jesús ya en pleno ministerio, declara de Êl mismo: «Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.» (Juan 12:46). Jesucristo es la luz verdadera, inefable, innegable, incomparable, inimitable, única, magnifica, gloriosa, admirable, santa, real, que da vida, que sana, que restaura, que salva, que vence al mal, que provee, que santifica, que da revelación, que perdona todo pecado, que da la vida eterna.

Esta es la verdad innegable que respalda la recordación de la Navidad. Celebremos entonces la Navidad con alegría contagiante y verdadera, vayamos a buscar a aquellos que nos hicieron mal y perdonemos sus faltas; pero sobre todo, vayamos a buscar a aquellos contra los que actuamos mal y pidamos perdón, de manera sincera y humilde. Así estaremos honrando el regalo maravilloso de DIOS que ha hecho posible que aquellos que hemos entregado nuestras vidas en esta tierra a Jesucristo, podamos ir a morar con Êl por toda la eternidad. Entonces podremos decir con toda alegría: ¡Feliz Navidad!

Oración
«Amado Dios, gracias por esta enseñanza, gracias por dejarme saber que Navidad es recordar con agradecimiento y felicidad el regalo de la vida eterna que nos hiciste a través de tu Hijo Jesús. Pero también, gracias por revelarme que Navidad es sinónimo de perdón, no de consumismo; que este es el tiempo propicio donde debo buscar paz para mi corazón con los hombres, sea que yo fui el ofendido o sea que yo fui el ofensor. A esta hora te pido Señor que me reveles si hay alguien a quien ofendí en forma voluntaria o involuntaria y que aún no haya pedido perdón de corazón. Dame tu fortaleza y obediencia, que vaya o llame hoy mismo a aquella persona y que pida su perdón. Y si encuentro que aún guardo amargura en contra de alguien, te ruego mi Señor que pongas en mí, suficiente amor para poder perdonar de corazón, que aquella herida se cierre para siempre, de tal forma, que pueda libremente darte las gracias por todas Tus bendiciones, te lo pido humildemente en el nombre de Tu Hijo Yeshua HaMashiaj, amén y amén.»


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DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Sofonías 1-3; Apocalipsis 16
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Historias de Navidad - DIOS Habla También por la Radio

📖🖊 Historias de Navidad - DIOS Habla también por la Radio
Devocional para Hoy, Viernes 22 de Diciembre, 2017.
Por: CF Jara

Leer: Salmo 22
«Mas Tú, YHWH, no te alejes; fortaleza mía, apresúrate a socorrerme. Libra de la espada mi alma, del poder del perro mi vida. Sálvame de la boca del león, y líbrame de los cuernos de los búfalos.» Salmo 22:19-21

En la fría madrugada del lunes 15 de Diciembre de 1996 como a eso de las 5am, me encontraba completamente solo en la estación de la calle 77 de la Avenida Roosevelt, en la ciudad de New York, esperando el tren para ir a trabajar. El frio calaba mis huesos, especialmente porque no tenía la ropa apropiada de invierno. Es que había acabado de llegar a este país y no sabía nada acerca de la ropa que usar, el frio del invierno, la nieve, etc. 

Y para completar el triste escenario, una profunda depresión agobiaba mi alma pues había perdido todo, mi negocio, mi casa, mi trabajo de muchos años. Hasta la familia y casi todos los amigos, inclusive la esperanza me habían abandonado. Pero los únicos que se quedaron conmigo fueron los pensamientos suicidas.

Esa madrugada empecé a planear mi muerte. Decidí que terminaría con mi vida arrojándome debajo de las ruedas del tren. A lo lejos divisé la luz del faro delantero de esa mole de acero y hierro acercándose; me puse de pie y empecé a calcular el momento. Pero en eso, dos personas entraron a la estación y se pararon, la una a mi derecha y la otra a mi izquierda. Volteé a mirarlos, como preguntándoles: 
-“¿Y es que no podían escoger otro momento para venir?”

En la semi oscuridad no pude distinguir si eran hombres o mujeres, además de que estaban envueltos en gorras, bufandas, jackets y botas gruesas. En mi análisis, el tener personas cerca podría provocar que una de ellas resultara herida, -o muerta quizá- si al momento de yo saltar, aquel o aquella intentaban detenerme y caían junto conmigo. Decidí hacerlo al día siguiente. Pero esa misma escena se repitió en las madrugadas del martes y del miércoles: justo cuando me aprestaba a saltar, dos personas entraban y se paraban junto a mí, una a cada lado.

En la tarde de del miércoles 17 de Diciembre compré un radio reloj por sugerencia de mi primo, en cuya casa me encontraba hospedado; la razón era que yo había encontrado trabajo en una lavandería de camisas donde entraba a laborar a las 6am, por lo que tenía que levantarme todos los días a las 4am en punto. Ya en la noche de ese miércoles no podía conciliar el sueño; los pensamientos de fracaso, soledad, tristeza, dolor, culpabilidad, angustia, muerte, etc., etc., sometían mi alma a la noche más negra de mi existencia, a la más profunda oscuridad, donde como dice San Juan de la Cruz, 
«Es tan negra la noche del alma que no se puede reconocer ni siquiera a Dios.» 

Y mientras sentía que iba cayendo poco a poco en un hoyo profundo sin que nada ni nadie pudieran hacer algo por mí, y divagaba y sollozaba con la convicción de que la muerte era la única solución, en mis manos sostenía aquel radio despertador y movía el dial de un lado para el otro buscando algo para escuchar. Eran como las 3am cuando de repente, una voz fuerte y con autoridad salió de la radio:
 
«Usted, usted querido amigo, usted que lo ha perdido todo, que ha dejado su familia lejos, que está acá solo, sin esperanza, pensando que no vale nada, que la muerte es la solución, usted tiene una esperanza, y esa esperanza se llama Cristo Jesús. Busque mañana mismo una iglesia, póngase de rodillas ante Jesucristo y ríndase a Él, entréguele su vida, y su vida nunca más será igual.» 

Mi primera reacción fue pensar que mi primo había puesto cámaras en el cuarto, o que él le comentó mi vida a aquel hombre de la radio, porque lo que decía era exactamente lo que estaba pasando en mi vida. Y pensé así porque yo no conocía del Señor y no sabía que Êl trabaja por caminos misteriosos. Cansado de tanto pensar y sollozar me quedé dormido tan profundamente que no escuché el despertador.

Pocas horas después, me desperté, pero decidí no ir a trabajar más en la lavandería pues el contacto con el ácido del jabón había partido la piel de los dedos de mis manos de tal forma que el dolor era insoportable. Así que salí a buscar otro trabajo en Manhattan. De pronto vi una iglesia y recordé la experiencia de la madrugada. Mientras el corazón me latía con fuerza, crucé la calle y entré en el lobby donde había una cruz gigante con una escultura de un Cristo crucificado y una banca para orar de rodillas al pie de aquella cruz.

Entonces recordé las palabras del hombre de la radio y me arrodillé en el reclinatorio donde quedé literalmente a los pies del Cristo, y en medio de un llanto incontenible, repetí la oración que oí en la madrugada y le entregué mi vida a Jesús. Y tal como el hombre de la radio dijo, todo en mi vida comenzó a cambiar, para bien, y para siempre. 

Lo primero que sucedió fue que Dios me permitió traer a mi esposa y nuestros dos hijos. Y aunque no teníamos mucho dinero, pudimos celebrar juntos aquella Navidad. Como familia, nunca habíamos visto nevar antes, pero tampoco había nevado en New York en los 3 años precedentes. Pero aquella noche nevó. Fue una blanca Navidad, como si fuera la confirmación de Dios para mí por haber confiado en Sus promesas. Y los milagros y maravillas se repitieron en las vidas de todos nosotros desde entonces y hasta el sol de hoy. Bendito sea el Señor.

Jesús de Nazareth, el Hijo de Dios, es el Inmortal e Invencible dueño de todas las victorias, el que llega siempre a tiempo, el que no nos abandona nunca bajo ninguna circunstancia, el que nos ha hecho Suyos y el que nos lleva guardados en el hueco de Su mano portentosa. No sé si aquellas personas de la estación del tren eran ángeles del Señor que estaban allí para evitar que el enemigo consumara su plan, pero me atrevo a creer que sí. 

Acerca de la radio-estación que Dios usó para traerme a Sus pies, es la radio “Visión Cristiana” de New York, y el hombre que predicaba aquella madrugada fue el Pastor Dr. Quintín Silva. En mi corazón estarán siempre mi gratitud y mis oraciones y bendiciones tanto para aquellos desconocidos de la estación del tren, para mi primo René quien me hospedó en su casa en esos tiempos tan difíciles, y para el pastor que se dejó usar por Dios en aquella madrugada para entregarme Su mensaje de esperanza y redención.

Feliz Navidad para todos ellos, que el Señor los bendiga y los guarde siempre y donde quiera que se encuentren.

Nota:

Si tú, amado hermano, hermana, estás pasando por una situación igual o peor, donde los pensamientos de muerte te abrazan y crees que no hay solución para tus problemas más que el quitarte la vida, sacúdete del abrazo de la muerte, ponte de rodillas donde quiera que estés y clama al santo Nombre de Jesûs, pero con un clamor que te salga de lo profundo de tu corazón, y entrégale tu vida y recíbelo como tu Señor y Salvador, para que te libere del enemigo, perdone tus pecados, y cambie tu vida para siempre. Y Êl lo hará.

Recuerda que no importa lo que hayas hecho o dicho, ya Jesûs pagó por todos esos pecados y transgresiones en la cruz, por lo tanto, tú no tienes ninguna deuda pendiente con nadie.


Dios le bendiga.
Μαρανάθα, Ιησούς έρχεται σύντομα
Maranatha, sí Señor Jesús, ven pronto, no tardes.

ORACIÓN
«Señor mi Dios, gracias por la vida nueva que me diste. Gracias por no haber dejado que el plan del malvado se ejecutara y que yo terminara enterrado en algún cementerio olvidado. Gracias te doy por toda la vida añadida desde entonces. Gracias por escuchar los clamores de los humanos que aunque conocen poco de ti y de Tu Hijo Jesucristo, Tú los escuchas y derramas Tu misericordia sobre todos los que te buscan. Y Tú Señor, aunque no nos merezcamos, vienes en nuestra ayuda, nos salvas, nos restauras, nos das una nueva oportunidad. Gracias por cuidar de todos Tus hijos e hijas que clamamos Tu Nombre en los momentos difíciles de nuestra existencia. A Ti y solo a Ti te damos toda la gloria, toda la honra y todo el honor, por los siglos de los siglos, en el nombre de Tu Hijo Yahshua HaMashiaj, amén y amén.»

התהילה היא רק של ישוע המשיח
La gloria es solo de Cristo Jesûs.

Hermano, ayúdenos a difundir esta información con todos sus contactos. El tiempo se acaba. Usted puede reproducir, distribuir y/o publicar este mensaje y todos los mensajes de este blog en su totalidad a través de todos los medios de comunicación disponibles.

Un Mundo Grande; un Dios más Grande

Devocional para Hoy,
Miércoles 20 de Diciembre, 2017.

“Un Mundo Grande; un Dios más Grande”
Por: Bill Crowder
Editado por: CF Jara

Leer: Colosenses 1:12-17
«Porque en [Cristo] fueron creadas todas las cosas…» Colosenses 1:16

Mientras conducíamos por el norte de Michigan, mi esposa exclamó: «¡Cuán increíblemente grande es el mundo!». Justo pasábamos junto a un cartel que indicaba el paralelo 45: la mitad de camino entre el Ecuador y el Polo Norte. Hablamos de lo pequeño que somos los seres humanos y lo vasto que es el mundo. Aun así, comparado con el universo, nuestro planeta es solo un granito de polvo. Si nuestro mundo es grande, y el universo es más grande aún, ¿cuán inmenso es Aquel que lo creó con su poder? Y recitamos junto con mi esposa el pasaje en Isaías donde el profeta escribe que DIOS llama por su nombre a las estrellas de los atardeceres y las cuenta una por una. (Isaías 40:26). ¡Cuán grande es nuestro DIOS!

La Biblia también nos dice: «Porque en Êl fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de Êl y para Êl.» (Colosenses 1:16). Esta es una buena noticia porque este mismo Jesús que creó el universo es Aquel que vino para rescatarnos de nuestro pecado. La noche antes de morir, Él dijo: «Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo» (Juan 16:33).

Ante los desafíos pequeños y grandes de la vida, podemos clamar a Aquel que creó el universo, murió y resucitó, y obtuvo la victoria sobre los quebrantamientos de este mundo. En nuestros momentos de lucha, Él nos ofrece su paz. Decir o predicar que en Jesús estaremos libres de toda tribulación es una apostasía. Mas declarar que en Êl tendremos paz en medio de la tormenta, es demostrar que estamos asidos de la roca de nuestra fe, Cristo Jesús. La gracia de Dios es inmensurable; Su misericordia, inagotable y Su paz, inefable.

Oración
«Amado Dios, cuán grande bien nos hace el recordar que Tú creaste la tierra, el universo y todo lo que en él hay. No tenemos los humanos, manera de saber el tamaño de Tu creación, pero si podemos dar testimonio de cuán grande es Tu amor pos nosotros. Gracias por guardarnos bajo la sombra de Tus alas cada día; gracias por sostenernos con Tu brazo poderoso; gracias por llevarnos en el hueco de Tu mano. Gracias Dios Todopoderoso por las misericordias para Tu creación que las renuevas en cada amanecer. Señor, confío en Tu poder y grandeza, y te doy toda la honra, la gloria y el honor, el nombre de Tu Hijo Yeshua HaMashiaj, amén y amén.»


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DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Jonás 1-4; Apocalipsis 10
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Sufriendo en Navidad

Devocional para Hoy,
Lunes 18 de Diciembre, 2017.

“Sufriendo en Navidad”
Por: Xochitl Dixon
Editado por: C.F. Jara

Leer: Salmo 146
«Bienaventurado aquel […] cuya esperanza está en el Señor su Dios.» Salmo 146:5

Dos meses después de la muerte de mi madre, las compras y decoraciones de la semana anterior a la Navidad no eran mi prioridad. Resistía los intentos de mi esposo de consolarme. Estaba callada y malhumorada mientras mi hijo colocaba luces navideñas en las paredes de nuestra casa. Sin pronunciar palabra, conectó el cable de electricidad antes de irse con su padre a trabajar. Mientras las luces titilaban, me hundí en mis penas, pero el Señor me sacó con ternura de mi oscuridad. A pesar de lo doloroso de las circunstancias, encontré que mi esperanza permanecía segura en la luz de la verdad de Dios y en su carácter inmutable.

El Salmo 146 afirma lo que Dios me recordó aquella mañana difícil: mi eterna «esperanza está en el Señor», mi ayudador (v. 5). Como Creador, «siempre cumple su palabra» (v. 6 RVC). «Hace justicia a los agraviados», protegiéndonos y supliendo nuestras necesidades (v. 7). «El Señor levanta a los caídos» (v. 8); nos «guarda» y nos «sostiene», y «siempre reinará» (vv. 9-10).

Algunas veces, en Navidad, nuestros días rebosarán de momentos gozosos. Otras veces, enfrentaremos ausencias, experiencias dolorosas o sentimientos de soledad. Pero, en cada caso, las promesas de Dios serán nuestra luz en la oscuridad, y nos brindarán ayuda tangible y esperanza eterna. Esas promesas harán posible que cuando meditamos en nuestras penas y tribulaciones, Dios reafirmará nuestra esperanza en Su carácter inmutable, volveremos a sentir Su paz, que sobrepasa todo entendimiento, y podremos elevar el himno de victoria:
«Mi esperanza está en Dios,
Desde hoy y para siempre;
Mi esperanza está en Jesús,
Hasta el final.»

Oración
«Padre Todopoderoso, los dolores, las tribulaciones, las enfermedades, las necesidades, los problemas, las puertas cerradas, las respuestas que no llegan, las situaciones que se empeoran, la soledad, la tristeza, y todas las circunstancias que nos hacen sufrir, no descansan ni aun en los tiempos donde la humanidad recuerda la venida de Tu Hijo al mundo. Pero Tú tampoco descansas ni en la Navidad, ni en las noches, ni en los inviernos, para dejarnos saber que estás con nosotros, que nos harás justicia, que nos suplirás para las necesidades, y que nos levantarás de nuestras caídas. Gracias Señor por ello, gracias por ser nuestra fuente de esperanza eterna y gracias por preocuparte siempre por nuestro bien, humildemente oro en el nombre de Tu hijo amado Yeshua HaMashiaj, amén y amén.»

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DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Abdías; Apocalipsis 9
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DIOS nos hace justos

Devocional para Hoy:
Viernes 15 de Diciembre, 2017.

“DIOS nos hace justos”
Por: C.F. Jara

Leer: Mateo 1: 1-25
«Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. Romanos 8:30

Aquellos reyes que llegaron a adorar al niño Jesús habían partido ya y José junto a María y el bebé se acostaron a descansar. Y mientras José dormía, un ángel se le presentó en sueños y le dijo que se levantara de inmediato, tomara a María y al niño y los llevara a Egipto, pues Herodes quería matar al pequeño. Y José sin esperar nada, hizo como el ángel le dijo, y hoy usted y yo y millones más podemos contar esta historia y celebrar la Navidad. Sin embargo de la relevancia del papel de José de Nazareth en todo lo que implica la venida del Hijo de Dios al mundo, no es muy común que en la iglesia se hable de él. Es más, José, el padre “adoptivo” de Jesús es quizá uno de los personajes más ignorados por los cristianos. Pero al estudiar la historia de este hombre es cuando comprendemos la grandeza de su actitud y de su decisión de servir al Todopoderoso por encima de sus propias necesidades. José creyó en los planes de Dios para redimir a la humanidad y obedeció.

Los historiadores bíblicos a través de los siglos han construido diferentes biografías de José. Coinciden en que era descendiente directo del linaje real de David. Unos dicen que cuando desposó a María, era ya un viudo anciano de casi 90 años, pues se había casado a los 40 y vivió con su primera esposa por otros 49 años hasta la muerte de ésta. Con ella tuvieron 6 hijos, 4 varones, -entre ellos Santiago a quien el Señor amaba- y dos hermanas mujeres. Luego ninguno de ellos sería “hermano o medio hermano” del Señor. Con María nunca consumó su matrimonio, sino que ella se mantuvo virgen hasta su muerte. Estos mismos historiadores dicen que José murió cuando Jesús tenía entre 20 y 21 años y su mayor alegría fue morir en los brazos de María, la escogida por Dios para dar a luz a Su Hijo, y de Jesús, el Mesías de la humanidad.

Otros historiadores asumen que José debió haber sido joven debido a la cantidad energía que demandó su papel como “padre” de Jesús enfrentando con éxito todos los retos que tuvo como tal. Sin embargo, el hecho de que José o cualquier otro cristiano sean entrados en edad no impide que tengan éxito en su llamado pues todos sabemos que servir al Señor no depende de nuestras fuerzas, talentos o virtudes sino del poder de Aquel que nos llamó. Por ello personalmente me quedo con la primera versión de José, el anciano de edad que había escogido a una jovencita para que lo cuidara y sirviera en sus últimos años y que en lugar de ello, antes de desposarse, ella le confiesa que está embarazada por obra del Espíritu Santo. Este José que luego de su disgusto e incredulidad inicial, creyó en lo que le reveló el ángel y que no solo hubo de velar por el bienestar del niño Mesías sino que cuidó, ayudó y proveyó a María y al niño con abnegación y respeto, a pesar de su edad. El anciano José pasó de ser casi un retirado a protector del mayor tesoro de Dios. Y lo hizo con amor y abnegación, en silencio y sacrificando sus propias necesidades.

El Espíritu Santo puso en mi corazón este nombre para que sea la razón de este mensaje. ¿Por qué? Pues en la iglesia del Señor hay miles de “Josés”, quienes anónimamente hacen que sea posible cada culto. Y a pesar que nadie los ve, allí están, entre los pasillos, repartiendo estudios, recogiendo el diezmo, sentando a la gente, detrás del altar en los controles de audio y video, en los parqueaderos, en los bares, en la limpieza y mantenimiento, en la seguridad y en decenas de otras tareas que hacen brillar al templo, lo cual la gente nota y disfruta pero olvida que aquello es posible por la tarea abnegada y silenciosa de estos hombres y mujeres que como José, han sido llamados a servir y lo hacen con amor y abnegación, por encima de sus propias necesidades. DIOS bendiga a todos los servidores de la iglesia del Cristo de la gloria.

Mi saludo y abrazo respetuoso y fraterno para todos mis hermanos y hermanas que sirven en la iglesia del Señor alrededor del mundo entero. No sé a quién Dios le esta hablando a través de este mensaje, pero Êl si lo sabe. Recuerda servidor, que como sucedió con José de Nazareth, no tendrás mayor alegría en tu vida que aquella que cuando estés dejando esta tierra, lo harás en los brazos del Señor Jesucristo.

Oración
«Amado Dios Todopoderoso, que hermosa historia y ejemplo de Tu siervo José de Nazareth. Esta es una de las formas como Tú quieres que sirvamos en el reino, creyendo, obedeciendo, con humildad, amor y abnegación, posponiendo nuestros sueños y necesidades para el bien ajeno, sin preocuparnos de nuestras escaseces porque Tú proveerás. Tú eres quien predestinas a aquellos que han de servirte; desde el vientre materno los llamas, y en la virtud de su consagración para servir en Tu reino los justificas en la tierra para luego glorificarlos en el día de la Parusía, cuando vengas por los Tuyos, lo declaramos en el nombre de Tu Hijo Yeshua HaMashiaj, amén y amén.»

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DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Joel 1- 3; Apocalipsis 5
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Historia de Navidad - Estoy Tocando a Tu Puerta

📖🖊 Historias de Navidad - Estoy Tocando a Tu Puerta”
Devocional para Hoy, Miércoles 13 de Diciembre, 2017.
Por: Anónimo
Edición: CF Jara

Leer: Salmo 29:1-2
«He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.» (Apocalipsis 3:20)

Todos los domingos por la tarde, después del culto en la iglesia, el Pastor y su hijo de 11 años van al pueblo a repartir tratados a cada persona que ven. Aquel domingo en particular, cuando llegó la hora de ir al pueblo a repartir los tratados, estaba muy frío afuera y comenzó a lloviznar. El niño se puso su ropa para frío y le dijo a su padre, 

-'OK, papá, estoy listo'.
-El Pastor le dijo ¿'Listo para qué?'
-'Papa, es hora de ir afuera y repartir nuestros tratados.'
-El papá respondió, 'Hijo, está muy frío afuera y esta lloviznando.'
-El niño miró sorprendido a su padre y le dijo, 'Pero Papa, la gente se está yendo al infierno aún en los días lluviosos.'
-El Papa contestó, 'Hijo no voy a ir afuera con este tiempo.'
-Con desespero, el niño dijo, 'Papa, ¿puedo ir yo, por favor?
-Su padre titubeó por un momento y luego dijo, 'Hijo, tu puedes ir. Aquí tienes los tratados, ten cuidado.' 
-El niño respondió emocionado 'Gracias papá!'

El pequeño de 11 años caminó bajo la lluvia por todas las calles del pueblo, puerta por puerta repartiendo los tratados a las personas que veía. Después de 2 horas, empapado y con frío, le quedaba un solo tratado. Se detuvo en una esquina y miró a ver si veía a alguien a quien darle el devocional, pero las calles estaban totalmente desiertas. Entonces se dirigió hacia la primera casa que vio. Una vez frente a la puerta del frente tocó el timbre por varias veces, pero nadie salió.

Después de golpear varias veces, el niño decidió irse, pero algo lo detuvo. Se volteó nuevamente hacia la puerta, comenzó a tocar el timbre y a golpear la puerta fuertemente con los nudillos. Algo lo aguantaba. Tocó nuevamente el timbre y la puerta finalmente se abrió suavemente.

Salió una señora, con una mirada muy triste y suavemente le preguntó, 
-¿Qué puedo hacer por ti, hijo?
-Con unos ojos radiantes y una sonrisa de felicidad, el niño dijo, 
-Señora, lo siento si la molesté, pero solo quiero decirle que “JESUS REALMENTE LA AMA” y vine para darle mi último tratado que habla sobre JESUS y SU GRAN AMOR.
-Ella, con su mirada tristísima pero con gran dulzura le dijo, 
-'Gracias Hijo, que DIOS te bendiga.' 
El niño le entregó el tratado y se fue.

El próximo domingo por la mañana el pastor estaba en el púlpito y cuando comenzó el servicio preguntó: ¿Alguien tiene un testimonio o algo que quiera compartir?

Lentamente, en la fila de atrás de la iglesia, una señora mayor se puso de pie. Cuando comenzó a hablar, una mirada radiante y gloriosa brotaba de sus ojos.

-'Nadie en esta iglesia me conoce. 
Nunca había estado aquí, inclusive hasta el domingo pasado no era cristiana. 
Mi esposo murió hace un tiempo atrás dejándome totalmente sola en este mundo. 
El domingo pasado fue un día particularmente frío y lluvioso, y también lo fue en mi corazón pues sentía haber llegado al final del camino, no tenia esperanza ni ganas de vivir. 
Entonces tomé una silla y una soga y subí hasta el ático de mi casa. Amarré la soga y la aseguré a las vigas del techo; luego me subí a la silla y puse el otro extremo de la soga alrededor de mi cuello. 
Parada allí, tan sola y con el corazón destrozado estaba a punto de tirarme, cuando de repente escuché el sonido fuerte del timbre y de la puerta. 
Entonces pensé, 'Esperaré un minuto y quien quiera que sea se irá'.

-Esperé y esperé, pero el timbre de la puerta cada vez era más fuerte e insistente. 
Después de una pausa, aquella persona comenzó a golpear con más fuerza. 
Entonces me pregunté, ¿Quién podrá ser? Nadie ha tocado mi puerta ni ha venido a visitarme en mucho tiempo. 
Entonces solté la soga de mi cuello y fui hasta la puerta, mientras el timbre seguía sonando cada vez más fuerte.

-Y cuando abrí, no podía creer lo que veían mis ojos, frente a mi estaba el mas radiante y angelical niño que jamás había visto. Su sonrisa, ohhh, nunca podré describirla! 
Las palabras que vinieron de su boca hicieron que mi corazón, muerto hace tanto tiempo, volviera a la vida cuando dijo con voz de querubín: 
-'Señora, solo vine a decirle que Jesús realmente la ama.'

-Cuando el pequeño ángel desapareció entre el frío y la lluvia, cerré mi puerta y leí cada palabra del tratado. 
Entonces fui al ático a quitar la silla y la soga. 
Ya no las necesitaría más. 
Como ven, ahora soy una niña feliz del REY. 
Y como la dirección de esta iglesia estaba en la parte de atrás del tratado, vine personalmente a decirle ‘GRACIAS’ a ese pequeño ángel de DIOS que llegó justo a tiempo y de hecho rescató mi vida de una eternidad en el infierno.'

Todos lloraban en la iglesia, y le daban Gloria y honor al REY DE REYES. El Pastor bajó del púlpito hasta la primera banca del frente donde estaba sentado el pequeño ángel. Tomó a su hijo en sus brazos y lloró y gimió incontrolablemente.

Todos los asistentes probablemente nunca tuvieron un momento más glorioso que éste, y probablemente este mundo nunca tuvo un padre más lleno de amor y orgullo por su hijo….. Excepto por uno. 

Este PADRE permitió a Su hijo venir a un mundo frío y oscuro. Muchos de nosotros estuvimos con la soga en nuestro cuello, o el arma en la sien, o las pastillas listas para ser engullidas, o a punto de tirarnos debajo de un auto, o tren. 

Pero Êl llegó a nuestras vidas en el momento preciso. Y aunque no queríamos oír y nos negábamos a abrir nuestro corazón, Jesús tocó con fuerza, esperó y volvió a tocar la puerta de nuestra vida, que estaba destrozada, sin esperanza, solo esperando la muerte.

Así como la anciana de esta bella historia, millones de millones han sido salvos y redimidos por un nombre: Jesús de Nazareth, quien llegó a la tierra a cumplir con Su misión como un bebé. Y cuando Jesucristo volvió a los cielos, triunfante e invencible, Su Padre debió haberlo recibido con una felicidad inmensurable, en medio de un festejo celestial portentoso.

Y todos los cielos, los ángeles, arcángeles, serafines y querubines le dieron toda la gloria, todo el honor y toda la honra al REY DE REYES. YHWH sentó a Su Hijo amado a la diestra de Su trono y le dio poder sobre todo principado y puso Su nombre sobre todo nombre, JESÚS, el Inmortal e Invencible Salvador y Redentor del mundo.

Dios bendiga tus ojos por leer este mensaje, pero no lo guardes, léelo otra vez y luego pásalo a otros. Alguien a quien envíes este mensaje podría estar negándose a abrirle las puertas de su vida a Jesucristo. Recuerda, el mensaje que DIOS te ha hecho llegar, podría salvarle la vida a alguien.

Bendita sea la Navidad.

התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Oseas 12- 14; Apocalipsis 4
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Navidad

Devocional para Hoy:
Lunes 11 de Diciembre, 2017.

“Navidad”
Por: C.F. Jara

Leer: Mateo 1:18-25
«Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.» Isaías 7:14

Si saliéramos a las calles a hacer una encuesta acerca de lo que significa la palabra “Navidad” obtendríamos una inmensa lista de respuestas. Sin embargo, personalmente nunca había oído la definición que escuché esta mañana al Dr. Charles Stanley y que es el motivo de este mensaje: «Navidad es el preciso instante en que DIOS dejó los cielos para convertirse en hombre y venir así a la tierra a salvar a la humanidad de la muerte eterna.»

Esta verdad infinita contenida en treinta palabras, encierra una teología tan grande que tomarían muchos años y millones de palabras escribirla. Nos enseña que la grandiosidad de la Navidad no está en el intercambio de regalos, en los alimentos especiales y deliciosos, en los encuentros familiares, en las canciones navideñas que cantamos, en las obras caritativas o quizá en los abrazos y buenos deseos, sino en aquel instante cuando se consumó el plan de Dios de enviar a Su único Hijo a morir por la humanidad para salvarla de la muerte eterna. Aquella fría noche de invierno de hace más de dos mil años, el bebé de nombre “DIOS con nosotros” nacía como el resto de seres humanos: con la fecha de muerte marcada en Su frente. Las temperaturas bajas y una alta humedad dieron la bienvenida al Mesías, quien tuvo que ser acomodado en un pesebre de paja, dentro de un incómodo establo y rodeado por animales. Esque al venir como humano, el Hijo del Hombre debía someterse a las necesidades y sufrimientos instaurados para todos los hombres. Jesús debía venir despojado de todo lo divino, de lo celestial, de la deidad inherente a Su condición de Hijo del Eterno. DIOS creó este plan un instante después de la caída en el Edén, le puso fecha y lo llamó “Navidad”.

Hermanos, todos sabemos lo doloroso que es para un padre ver morir a un hijo. Y si Dios nos hizo a Su imagen y semejanza, entonces podemos deducir que Êl también sufrió desde cuando tomó esa decisión, hasta cuando Jesús finalmente expiró en la cruz. Y entre lo uno y lo otro pudo haber pasado muchísimo tiempo, no lo sabemos. El punto es que nosotros a través de la recordación correcta, podamos reconocer el sacrificio inmenso y terrible de Jesucristo pero también el de Su Padre, porque aún siendo los humanos culpables, cómplices y encubridores de la muerte de Jesús, DIOS derrama sobre nosotros cada mañana nuevas y maravillosas bendiciones, para hacernos bien, para favorecernos, pero sobre todo, para decirnos “Aquí estoy, ven a mis brazos, Yo te sostendré.”

DIOS debió haber llorado y mucho por lo que implicaba ese plan. Sin embargo, el Creador no tomó venganza en contra de nosotros por haber enviado al Calvario a Su Hijo sino que siendo Êl la fuente del amor más diáfano, infinito y eterno, nos amó y nos perdonó, y Sus lágrimas que cayeron sobre la tierra se transformaron en el rocío de los amaneceres, en las suaves lloviznas que refrescan nuestras almas pero también en los hijos con los que Êl ha bendecido nuestras vidas. Y como si esto fuera poco, el amor y la misericordia de Dios por nosotros se renuevan en cada amanecer. Jesús vio el ejemplo en Su Padre eterno, y de ese mismo amor y perdón inmensurables, es que vino a predicarnos. Por ello, bendita sea la Navidad.

Oración
«Amado Dios Todopoderoso, cuántas cosas grandes y maravillosas haces por nosotros. Ahora que se acerca la Navidad quiero pedirte Señor, que esta revelación que nos has dado en este día, no se aparte de mi memoria nunca jamás. Que recuerde siempre que la Navidad es la conmemoración del plan de salvación que Tu diseñaste para la humanidad, a través de la venida de Tu Hijo a la tierra como hombre, sin importar lo que eso significaba, el tener que sufrir y sentir dolor, pero también el morir como cualquier mortal, sin haber en Êl ninguna culpa ni pecado. Gracias por Tu plan de salvación Señor, a través del sacrificio de Tu único Hijo, porque si no fuera así, todos quienes hemos sido redimidos por la sangre preciosa de Jesús, y los que ya han partido de esta tierra, estaríamos irremediablemente perdidos para siempre, te doy las gracias nuevamente y oro humildemente en el nombre de Tu Hijo Yeshua HaMashiaj, amén y amén.»


התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Oseas 1- 4; Apocalipsis 1
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Primero lo Primero

Devocional para Hoy,
Viernes 8 de Diciembre, 2017

“Primero lo Primero”
Por: C.P. Hia
Editado por: CF Jara

Leer: 1 Juan 4:7-16
«Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina…» 1 Timoteo 4:16

Antes de empezar un viaje en avión, los empleados de las aerolíneas dan a los pasajeros las instrucciones de seguridad, entre ellas qué hacer en caso de que se despresurice la cabina. Ellos explican que una máscara caerá del compartimiento superior y que deben colocársela antes de ayudar a los demás. ¿Por qué? Porque, antes de que puedas ayudar a otra persona, tú mismo necesitas estar físicamente preparado.

Cuando Pablo le escribió a Timoteo, le enfatizó la importancia de que se mantuviera sano espiritualmente antes de ayudar y servir a los demás. El apóstol recordó a su discípulo sus numerosas responsabilidades como pastor: tenía que refutar falsas enseñanzas (1 Timoteo 4:1-5) y corregir doctrinas equivocadas (vv. 6-8). Pero, para cumplir bien con sus deberes, lo más importante tenía que ver con él mismo. Pablo insistió: «Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello» (v. 16). En primer lugar, debía cuidar su propia relación con el Señor, de tal forma que la doctrina de su prédica fuera la verdadera, para luego, poder ocuparse de los demás.

Esto mismo se aplica a nosotros en los tiempos actuales. Todos los días, nos encontramos con personas que no conocen al Señor y el propósito de nuestra vida es entregarles el mensaje de amor y perdón de Jesús. Por ello, después de oxigenarnos espiritualmente orando y estudiando la Palabra de Dios, el Espíritu Santo actuará en nosotros y nos cubrirá con el poder de Dios. Entonces estaremos bien preparados para ayudar a los demás. La vida del cristiano es la ventana por donde los demás pueden ver a Jesús.

Oración
«Amado Señor, gracias por alentarme con tu Palabra hoy. Que yo pueda estar sintonizado con Tu Santo Espíritu todo el tiempo de tal forma que la Palabra que yo comparta con aquellos que te conocen y especialmente con aquellos que no te conocen, sea la que Tú quieres entregar. Que el mensaje que sale de mi boca o de mis manos sea puro y verdadero, sin aumentar ni una coma ni quitar un punto, de tal forma que Tu santo nombre sea honrado y exaltado por aquellos que reciban tu mensaje, te lo pido humildemente en el nombre de Tu Hijo Yeshua HaMashiaj, amén y amén.»


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DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Daniel 5- 7; 2 Juan
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Jesús Ama a Maysel


Devocional No, 1014 para Hoy,
Miércoles 6 de Diciembre, 2017.

“Jesús Ama a Maysel”
Por: Alison Kieda
Editado por: CF Jara

Leer: 1 Juan 4:7-16
«En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados». 1 Juan 4:9

Cuando Maysel era pequeña, cantaba delante de sus hermanas a su manera, una canción conocida: «Cristo ama a Maysel, pues la Biblia dice así». ¡Ellas se irritaban muchísimo al escuchar eso! Como hermanas mayores y ‘más sabias’, ellas sabían que las palabras eran «Cristo me ama, me ama a mí», no «a Maysel». Sin embargo, la pequeña insistía en cantarla a su manera. Ahora que todas han crecido en edad pero también en conocimiento de la Palabra, piensan que su hermana tuvo razón todo el tiempo. Es cierto; la Biblia le dice a Maysel, y a todos nosotros, que Jesús nos ama a todos pero también a cada uno, en forma personal.

Una y otra vez, leemos esta verdad en la Biblia. Toma, por ejemplo, los escritos del apóstol Juan, «aquel discípulo a quien Jesús amaba» (Juan 21:7, 20). En uno de los versículos más conocidos de la Biblia, Juan 3:16, él nos dice: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna».

Juan reafirma ese mensaje de amor en 1 Juan 4:10: «En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados». Así como Juan sabía que Jesús lo amaba, nosotros también podemos tener esa seguridad: Jesús ciertamente nos ama. La Biblia lo dice así. Por ello, ante las tribulaciones y en los tiempos de angustia, podemos cantar con toda certeza, como la pequeña Maysel: «Cristo me ama, me ama a mí.»

Las circunstancias difíciles de la vida tienden a hacernos creer que el amor de Dios por nosotros ha disminuido, e incluso, se ha desvanecido. Pero la verdad es que el amor de Dios por Su creación es infinito, no tiene límites y es por siempre eterno. El sacrificio de Jesús en la cruz selló ese amor para siempre, y nada ni nadie nos podrá separar del amor de nuestro Padre Creador que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.

Oración
«Amado Dios, que preciosa e inspiradora historia la de esta niña. Cómo a pesar de que la quisieron impedir apropiarse de Tu amor por ella, finalmente dio una lección a sus hermanas, a mí y a muchos de los lectores de este devocional. Hoy nos enseñas que Tu amor por todos y cada uno de nosotros es eterno, inacabable e inmenso, hasta los confines de Tu creación, en dimensiones tales que nuestra mente finita y mortal es incapaz de entenderlo. Gracias por darnos Tu hijo amado Jesús y en ese regalo, depositar para siempre en la tierra la fuente inagotable del amor más puro, eterno y sublime, en el nombre de Tu Hijo Yeshua HaMashiaj, oro, amén y amén.»

התהילה היא רק של ישוע המשיח
DIOS te bendiga.

Lea la Biblia en un año: Daniel 1- 2; 1 Juan 4
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